Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 28 de enero del 2022
“No debemos retroceder un centímetro y debemos pelear a fondo cualquier intento de estos (…). Era evidente que estaban probando el agua a ver si podían continuar con el resto de la prensa”.
Es una muy buena noticia que la radio PBO de Phillip Butters haya vuelto al aire, según me acaba de informar el mismo afectado. También fue muy positiva, en general, la reacción de los medios y de los gremios periodísticos peruanos (incluso de personas que tuvieron problemas con el atrabiliario Phillip), salvo algún miserable que quiso justificar el cierre de esa emisora por esos problemas de licencia. Y aquí en España la reacción de solidaridad fue estupenda, salvo el silente El País (la corresponsal roja Jackie Fowks se quedó silente). La noticia rebotó fuerte, tanto en diarios escritos (ABC –Paola Ugaz defendiendo a Butters– y El Mundo) como digitales (Libertad Digital, OK Diario) y la radio (Phillip estuvo con el influyentísimo Federico Jiménez Losantos en vivo por la mañana), además de mucha solidaridad desde el partido VOX (el eurodiputado Hermann Tersch, diputado Víctor González, la Fundación Disenso/la Gaceta de la Iberosfera y el mismísimo líder Santiago Abascal se pronunciaron), que siempre se preocupa y se faja por el Perú (y algo más tibia en el Partido Popular. De Vargas Llosa sí no se supo nada). En suma, estos rojos hasta le hicieron un favor a Phillip. Su radio recibió una gran publicidad gratuita en Lima y se volvió una causa célebre de moda en Madrid, donde ya la mayoría de reporteros políticos de peso de varios medios ya le ubican.
La moraleja de todo esto es que no debemos retroceder un centímetro y debemos pelear a fondo cualquier intento de estos. No solo por la injusticia cometida contra Butters, sino porque era evidente que estaban probando el agua a ver si podían continuar así con el resto de la prensa. Este tipo de manotazos tienes que pararlos en cuanto se inician. Extrañé algún pronunciamiento de las embajadas de USA y UK, tan locuaces con el caso de Christopher Acosta. Y también que el mismo Acosta hubiera dicho algo.