Como el Congreso está por cambiar la composición del TC, los caviares andan inquietos porque casi seguramente perderán la actual mayoría que poseen en ese órgano tan importante (es prácticamente un mini Senado). Y como, salvo el Partido Morado y algún otro congresista por allí, los caviares no tienen una cantidad de votos apreciable para, por lo menos, colocar a varios de los suyos allí (más bien tanto la derecha, el fujimorismo y Perú Libre no les pueden ver ni en pintura), ahora quieren direccionar dicha elección con la conformación de una “junta de notables”, un comité de juristas caviares extranjeros que –supuestamente para el bien del Perú– van a monitorear esta elección, aunque con la excusa de que sus conclusiones “no son vinculantes” (se encargaría de hacerlas haciendo la bulla mediática y callejera de costumbre).
Y claro, todos estos juristas son caviares de distintos países latinoamericanos, todos amigos de Diego García Sayán e impulsados por una ONG caviar gringa (gogglear Due Process of Law Foundation o DPLF), en donde andan metidos el ultra caviar Walter Albán, el velasquista Luis Pásara y una abogada caviarona Indacochea. Por eso tanto La República como el columnista caviar Javier Alonso de Belaunde han celebrado alborozados esta jugada. ¡Fuiiraaa! ¡Que no fastidien Albán y Mohme! El Congreso es un ente electo absolutamente soberano frente a presiones externas, y si quieren elegir al zorrito Run-Run de magistrado del TC, pues tienen toda la potestad de hacerlo (además de que Run-Run sería probablemente mejor tribuno que Miranda o Ledesma). No nos vengan los caviares con maniobras para mangonear al Congreso, que seguramente lo que quieren es llenar de gente suya de la PUCP al TC, con el pretexto de que son los más puros y profesionales.
PD: ¿Por qué los combustibles de Petroperú cuestan ahora 50% más que los de Repsol? ¡Para pagar la refinería de Talara!
Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 18 de noviembre de 2021