En la siguiente entrevista, el director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), César Peñaranda, analiza el rol del Estado en la economía y plantea los desafíos para que el país tenga un aparato estatal moderno.
¿Cómo afecta al crecimiento económico un Estado orientado a la escasez, sin capacitación de sus funcionarios, y concentrado en el control antes que el desarrollo?
El estado es un agente importante en una economía de mercado: tiene que ver la seguridad interna y externa, tiene que velar porque se mantenga la estabilidad jurídica, tiene que proporcionar servicios públicos, particularmente a aquellos que no tienen, en fin, una serie de aspectos que el sector privado no los puede hacer. Más aún, como el mercado es imperfecto, cuando corresponde tiene que tratar de eliminar esas imperfecciones. Pero eso requiere un estado eficiente, eficaz y equitativo, que desafortunadamente no lo tenemos todavía y tenemos que luchar para que se dé. ¿Qué quiero decir con estas tres cosas, que yo llamo “Las 3 E”? Eficiente quiere decir que con los recursos que tiene puede hacer mucho más de lo que inclusive está haciendo. Eficaz, algo importantísimo es que cumpla con sus metas, que cumpla con sus objetivos. Un buen giro, por ejemplo, es el presupuesto por resultados, porque uno puede medir si realmente está cumpliendo lo que se ha propuesto. Y equitativo porque por definición el estado debería ser igual para todos, su función no debiera discriminar a nadie, salvo cuando se amerita por equidad social, entonces tiene que ser muy capaz de manejar ese elemento y de evitar populismos que conducen a resultados muy negativos. Entonces el estado es un acompañante fundamental, un agente clave en una economía de mercado, en la medida en que sea eficiente, eficaz y equitativo. Desafortunadamente, en el Perú, si bien hemos avanzado, estamos lejos de ello.Por lo tanto tenemos que buscar que realmente cumpla con sus metas. Para esto es fundamental que el sector privado, la academia y la ciudadanía en general le hagan la “accountability” al estado, y buscar que sea equitativo. Nos parece interesante la expresión del presidente de crecimiento con inclusión social; a mí me gusta más hablar de equidad, buscando oportunidades para todos, priorizando sobre todo salud y educación. En resumen, el rol que cumple el estado, bien entendido, es que el estado, el sector público, no puede pretender reemplazar al sector privado en la economía. El motor del crecimiento de un país que cree en la economía de mercado es el sector privado, pero el estado cumple un rol fundamental en los términos que acabo de explicar
¿En su opinión cuáles son las reformas más urgentes e importantes y cómo habría que organizar el proceso?
Cuando hablo de la reforma del estado estoy implicando al Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial, los tres estamentos del estado. Y, además, en la estructura actual del país, al gobierno nacional, al gobierno regional y al gobierno local. Debemos entender que si queremos ser coherentes con lo que acabo de indicar anteriormente, de buscar un estado eficiente, eficaz y equitativo, requerimos un estado moderno. Francis Fukuyama, un pensador y politólogo internacional, a quien una vez invitamos al Perú, dijo una vez que le encantaba escuchar que el Perú aspiraba a ser un país del primer mundo, que eso es mirar a lo grande – no un enfoque parroquial, sino un enfoque a lo grande -, pero que eso jamás se iba a poder lograr sino se tenía un estado del primer mundo. ¿Eso qué implica? Mirarlo de manera integral. ¿Son todos los organismos públicos necesarios? Hay una cantidad de sobre-posición de acciones tremenda, se crean ministerios en vez de reducir ministerios, se crean organismos públicos en vez de reducir los organismos públicos. Es un tema amplísimo que habría que atacar, nadie lo está atacando; más aún, en vez de reducir y buscar un estado más chico, pero eficiente y eficaz, se sigue creciendo. Tenemos una maraña impresionante de normas jurídicas. El ciudadano promedio no puede digerir eso, los abogados mismos no pueden digerir tampoco la maraña enorme que hay en normas, y seguimos creando más normas. Cuando un legislador, un congresista, habla de su función en el año, si ha sido más o menos productivo, ¿qué menciona?: Cuántos proyectos de ley presentó o cuantas leyes se aprobaron, como si el número de proyectos y el número de leyes fuera lo importante, cuando quizás podría ser al revés: analizar cuántas leyes habría que eliminar, que retirar del sistema porque más bien son negativas. Los procesos son engorrosos, la complejidad legislativa es enorme, genera sobrecostos a las transacciones, genera sobreprecios. Entonces se requiere una reforma integral. Se ha tratado de mirar esto de una manera particular, y poniendo énfasis en cosas simples con poco impacto. Y por último, quizás lo más importante: el capital humano: Mientras no haya una reforma integral que involucre la reforma del servicio civil. Algo se ha hecho en el sector Educación, pero esto requiere a todo el sector público, que se capacite al trabajador público, que se premie a la experiencia y que se premie la productividad, que haya un incentivo a cada vez ser mejor.