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Fukushima, Lima Y Callao

Fukushima, Lima Y Callao

Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia

El 11 de marzo 2011 a las 14:46 hora de Japón (hace 10 años) ocurrió un mega terremoto magnitud 9.0;  profundidad 24kms y duración 3 minutos, seguido por un muy poderoso y destructivo Tsunami de entre 9 y 15mts de altura de masa de agua y que embistió la Planta de energía nuclear de Fukushima, causando junto con Chernobyl (25 años antes), los dos peores accidentes nucleares en la historia de la humanidad: inundó 560km2, arrasó y destruyó 1 millón de edificaciones, más de 20,000 muertos, 3,317 desaparecidos y 341,411 refugiados. La limpieza y desmantelamiento de la central nuclear se prologarán hasta el 2050, con costos que se estiman puedan llegar a $750,000 millones.

Uno de los mayores problemas es el agua acumulada y contaminada con radiación que fue empleada para refrigerar los núcleos de los 3 reactores y cuya cantidad a la fecha es de 1.2 millones de m3 (equivalente a 500 piscinas olímpicas) y que por la radiación están almacenadas en tanques. Más de 100 mil personas fueron evacuadas.

Los trabajos para desmantelar la planta nuclear, a la que ningún ser humano puede entrar, tomarán un estimado de 40 años. En cuanto a los trabajos de limpiezas de sólidos se está retirando el “top soil” de 5cms de espesor en antiguas áreas residenciales y agrícolas para eliminar el peligroso Cesio 137, porque de no hacerlo y mantenerlo allí permanecería radiactivo por lo menos 200 años. Se han recogido y embolsado unos 20 millones de m3, que por el momento están depositados cerca de la Central y que permanecerán allí hasta 2050 cuando en esa oportunidad serán enviados a un sitio definitivo de emplazamiento.

!!!Sin lugar a dudas una verdadera tragedia sin límite!!!

¡Ante semejante tragedia y con la reserva tremenda de información de Japón hacia el mundo occidental en tan aciagas circunstancias, los países entraron en pánico desde que este hecho fue conocido y por ello la cadena internacional norteamericana CNN quiso recoger opiniones de expertos en diseño de plantas nucleares de alta gama, de la misma época de Fukushima pero que hubieran sido construidas en USA y adivinen donde lo descubrieron (?)… nada menos que en Lima Perú!!!

En efecto fui entrevistado consecutivamente 3 veces con relación a este terrible incidente a los poquísimos días de ocurrido el desastre:

1) Panorama Mundial CNN conducido por la legendaria y reconocida entrevistadora Patricia Janiot el 16.03.2011
https://youtu.be/x0az_pPEnV0
2) Programa Conclusiones CNN conducido por Fernando Rincón (hace pocos días entrevistó al Presidente Sagasti) y con Gabriela Frías el 31.03.2011
https://youtu.be/RILhEwXCKqg
3) Nuestro Mundo CNN conducido por Patricia Janiot el 13.04.2011
https://youtu.be/gBkcd0lI34g

Quienes se interesen por escuchar las entrevistas, estas se pueden encontrar en Google YouTube para lo cual escriban en su buscador; Raúl Delgado Fukushima CNN.

Fukushima; Lima y el Callao

Porque es esto muy relevante ahora (¿?).  Mas allá del reconocimiento de una cadena mundial hacia un experto profesional  peruano en diseño de plantas de Energía Nuclear en circunstancias tan difíciles, es bueno recordar que nosotros en la ciudad de Lima y Callao ; si bien es cierto no tenemos un riesgo nuclear, si estamos en un riesgo altísimo de tener muy próximamente un terremoto de esa magnitud acompañado de un probable Tsunami de alrededor de 10m a 12 mts de altura que atacarán las costas de Lima y el Callao, con la diferencia de que Fukushima es mayormente un área rural y no una urbe de más de 10 millones de habitantes.

Según las cifras de Indeci en el último simulacro realizado en noviembre 2019, se generarían alrededor de 120 mil fallecidos; más de 2 millones de heridos; 350 mil viviendas destruidas y 625 mil viviendas en situaciones de inhabitables. Las pérdidas materiales (incluyendo el Tsunami), bordearían los US$71,000 con 1.5 millones de damnificados. Mucha de la infraestructura principal hospitalaria (50%); carreteras; puentes; plantas de tratamiento de agua; redes de agua y desague, reservorios, plantas de generación eléctricas; comunicaciones; puertos; aeropuertos; instalaciones industriales; refinerías; viaductos; redes de gas etc., estarían en situación de riesgo de colapso y de causar con ello un gran perjuicio a la ciudad y a la población y generar un caos sanitario, operativo y productivo. Ciertamente los acantilados de la Costa Verde colapsarían en grandes extensiones y podrían ser barridos por el Tsunami.

Todo esto se puede atenuar de alguna forma (?). La respuesta es SI. No basta hacer simulacros, que algunas veces son tomados a la broma; hay que tomar medidas preventivas más prácticas y directas para salvar vidas en poblaciones ubicadas en zonas muy vulnerables, así como reforzar edificaciones claves para la operación de la ciudad y preparar los acantilados para que ellos resistan y se conviertan en el parachoques de defensa de la ciudad de Lima frente al Tsunami. Indudablemente, de no hacerlo, las pérdidas de vidas y económicas superarán ampliamente y por varias veces las ocurridas por la Pandemia y casi 10 veces o más las pérdidas ocasionadas por El Niño Costero del 2017.

Los proyectos están ya identificados y las inversiones se estiman en aproximadamente $3,000 millones en prevención. Apena que nunca haya habido interés en hacerlos por parte de las autoridades que hemos tenido; ni se pueden leer en ningún Plan de Gobierno de los actuales candidatos. Al revés de la Pandemia que dura ya un año y que ciertamente destruye vidas, pero no patrimonio nacional; el escenario descrito puede destruirlo todo: vidas y patrimonio en apenas 2 minutos y medio.

Si el lector deseara conocer en más detalle los planteamientos concretos de lo que hay que hacer para salvar vidas y preparar la ciudad para resistir estos fenómenos naturales extremos, recomiendo leer los siguientes artículos escritos por el suscrito y disponibles en la web:

  1. El Inevitable mega terremoto de Lima. Prioridad 1: Salvar vidas y preservar infraestructura básica de producción y servicios. Lampadia 16.03.19
    https://www.lampadia.com/analisis/infraestructuras/el-inevitable-mega-terremoto-de-lima/
  2. El mega sismo 8.5-8.8Mw y cómo salvar la vida y propiedades (1)- Lampadia 04.10.19
    https://www.lampadia.com/analisis/infraestructuras/el-mega-sismo-85-88-mw-y-como-salvar-la-vida-y-las-propiedades-1

Que este triste aniversario de la tragedia de Fukushima nos sirva no solo para reflexionar sino para actuar. El Silencio Sísmico para un terremoto de esta envergadura, que libera energía equivalente a 16,000 bombas atómicas de Hiroshima, ya cumple pronto 275 años y evidentemente ya el reloj está en tiempo suplementario.

Hagamos algo concreto y eficiente YA. Lampadia




El Inevitable Mega Terremoto de Lima

El Inevitable Mega Terremoto de Lima

Prioridad 1: Salvar Vidas y Preservar Infraestructura Básica de Producción y Servicios

Ing. Raúl Delgado Sayán
Para Lampadia
11 de julio, 2019

Quienes hemos nacidos en los años 50 del siglo pasado, conocíamos que en el Perú y en la costa del Pacífico de Sudamérica había una intensa actividad sísmica, pero con los conocimientos de aquel entonces no sabíamos ni la magnitud ni el cuándo ocurriría un gran terremoto. La ciencia sismológica en todos estos años, al igual que las otras ramas, ha desarrollado instrumental de alta tecnología y ahora sí nos permite conocer la magnitud de la energía, que merced al silencio sísmico, necesita ser liberada, inclusive la zona y la profundidad probable de este gran sismo. Lo único que nos falta conocer es el cuándo ocurrirá esta gran liberación de energía, pero que ocurrirá es indiscutible y por los más de 273 años de silencio sísmico en la costa de Lima ello será más pronto que tarde.

Lagunas Perú

El 26 de mayo pasado ocurrió un sismo magnitud 8 en Lagunas, Loreto con una duración de 127 segundos que causó solo 2 víctimas fatales. La razón de los pocos daños fue que la zona de ruptura (foco del sismo) ocurrió a 123 kilómetros de profundidad.

Pocos días después, el 31 de mayo, hubo un simulacro nacional para un sismo de magnitud 8.5 MW para Lima a tan solo una profundidad de 35 kilómetros, que es la profundidad normal de ocurrencia en los sismos costeros en nuestro litoral y se le ha asignado una duración de 1 minuto (particularmente me parece muy poca duración para la enorme cantidad de energía liberada). Ello vino acompañado por una altura de masa de agua desplazada de 10 metros y un tiempo para la llegada a la costa de 15 minutos (tsunami).

El reporte de Andina mencionó que como consecuencia de ello se habrían producido 41,600 fallecidos, 248,553 heridos y 773,581 damnificados; 66,123 viviendas colapsadas; 131,308 viviendas inhabilitadas y 89,284 viviendas afectadas, siendo las áreas más vulnerables: San Juan de Lurigancho; Villa El Salvador, Villa María del Triunfo; San Juan de Miraflores; La Molina y el Centro de Lima.

Para imaginarnos la real magnitud de este megasismo se han elaborado tablas de cantidad de energía liberada medidas con equivalentes que nos es más fácil de imaginar y en base a ello queremos explicar que este terremoto grado 8.5 y el subsiguiente tsunami corresponderán a una energía equivalente a 5,699 bombas de Hiroshima y/o 84’802,436 Toneladas de dinamita (TNT); claro está a 35 km de profundidad dentro de la masa de tierra con onda expansiva viajando hacia la superficie.

¿Existe la posibilidad de que tengamos pronto en Lima y Callao un sismo de esa magnitud?

Ciertamente que sí, ¿cuándo?… no lo sabemos. La Placa Nazca que va desde el sur de Chile hasta el Ecuador es una de las placas tectónicas más activas de la tierra y por consiguiente el sismo grande va a venir de todas maneras y hay que tomar acciones de a de veras. Ya no es solo un tema de investigaciones sismólogos o de geofísicos. Ellos ya han hecho su trabajo al medirlo y alertarnos que va a venir de todas maneras y puede ser perfectamente igual o aún peor que el de Chile de febrero de 2010, con el agravante de que nuestro mayor centro densamente poblado: Lima y Callao está en la costa. Lima apenas a 14 km y como los epicentros son en su mayoría costeros, los efectos van a ser extremos. Hay que estar preparados.

Un recuento histórico, según los records del Servicio Geológico Norteamericano (USA), nos muestra que en el Perú sí han ocurrido sismos de esta magnitud: Grado 9 ocurrió en Arica el 13.08.1868 cuando aún era territorio peruano, pero también en la costa peruana ocurrieron otros sismos que han excedido el grado 8, como en Lima el 20 de octubre de 1687 con 8.5 grados, también en Lima el 28.10.1746 sin datos de la magnitud pero de efectos devastadores por el famoso tsunami que atacó la costa del Callao, 8.2 grados el 24.05.1940 en el Callao y por cierto, a partir de esa fecha a la presente 6 sismos más que han excedido el grado 8 en la costa del Perú.

Para darnos cuenta de la enorme magnitud de este fenómeno natural es conveniente mencionar que un estudio realizado por la Central para Estudios de Riesgos de la Universidad de Cambridge, por encargo de la Reaseguradora Lloyds de Londres, ha considerado a la ciudad de Lima en el primer lugar entre las 10 ciudades de mayor riesgo sísmico en el mundo con una probable perdida material de 36,000 millones de dólares americanos solo por efecto del sismo, sin considerar la ocurrencia de un tsunami, que dada la gran amplitud de nuestra costa incrementa considerablemente esta cifra de riesgo en pérdidas de vidas humanas y materiales.

¿Cuán preparados estamos para sismos de esta magnitud y cuál es el efecto en pérdidas humanas y materiales que ello pudiera significar?

Desde el punto de vista de vidas humanas, es claro que los mayores riesgos se originan cuando los epicentros están muy cercanos a centros altamente poblados y el conjunto urbanístico de Lima y Callao ocupa el lugar número 22 en el mundo en densidad poblacional, según estadística de Naciones Unidas. Las pérdidas de vidas humanas dependerán también de la hora del día en que ocurra el movimiento sísmico, siendo la más perjudicial en la noche. Por cierto, también preocupa la realidad negativa de tener un 60% de las viviendas de la capital en situación informal de autoconstrucción, sin haber participado en ella ingenieros especializados, siendo que la mayoría de ellas se ubica precisamente en las áreas más vulnerables de la ciudad.

Para disminuir las pérdidas de vidas humanas es imprescindible instruir a nuestra población para que logren en los primeros 20 segundos desde la percepción del sismo la evacuación de su vivienda hacia la calle o áreas libres lejos de paredes y techos susceptibles de colapsar, puesto que por lo general luego de los primeros 20 segundos el sismo estará en su máxima magnitud.

La información a la población y los simulacros en sus viviendas son importantes porque mucho es lo que se puede hacer en esos 20 segundos críticos si uno automáticamente sabe a dónde dirigirse sin vacilación ni pérdida de tiempo. Sin embargo, ello no es suficiente. Los simulacros carecen de dos elementos fundamentales que ocurren durante el sismo. El primero de ellos es el pánico y el segundo el hecho de que el piso se sacude y mueve considerablemente.

¿Qué hacer entonces para disminuir las pérdidas de vidas?

Creo que no son suficientes tan solo los simulacros ni las mochilas ni las recomendaciones generales que la mayoría de la población difícilmente entiende. Una sugerencia más efectiva es que, al igual que durante un determinado día se le visita a la población en sus hogares para efectuar el censo poblacional, deberá planificarse que en un determinado día, estudiantes del último año de los programas de ingeniería civil, debidamente adiestrados, visiten a los ciudadanos en sus respectivas viviendas, particularmente en las zonas más vulnerables, para que de acuerdo a la realidad de cada uno les enseñen como proteger su vida y ponerse a buen recaudo dentro de los primeros 20 segundos desde que sienten el sismo y tomar acciones sin esperar a determinar si se trata de un temblor pequeño o si es realmente un terremoto importante. En caso de que no exista la posibilidad de ganar la calle en ese corto tiempo, identificar dentro de la vivienda la zona menos vulnerable para señalarla con un código de seguridad; sugerir en esa zona un reforzamiento especial y sobre todo enseñarles a proteger la cabeza, que es la parte de más riesgo vital del cuerpo humano.

La Protección y Reforzamiento de Infraestructura Básica de Producción y Servicios

Aparte del tema de vivienda y de salvar las vidas humanas, el otro aspecto fundamental se refiere a las pérdidas materiales de la gran infraestructura de producción y servicios que con gran esfuerzo se ha construido a lo largo de muchos años, parte pública y parte privada, y que es de vital importancia siga operando después del mega sismo y sus correspondientes réplicas fuertes.

Se tiene la responsabilidad frente al país de salvaguardar al máximo esa infraestructura puesto que mucha de ella tiene que prestar servicios imprescindibles después que ocurra el terremoto, entre ellos hospitales, cuyos pacientes no pueden abandonar sus camas durante la ocurrencia del sismo y por cierto estas instalaciones necesitarán atender a los heridos después del sismo; centros educativos que en el momento del sismo pueden albergar a población infantil muy vulnerable, pero que después podrán servir como centros de protección y abrigo en caso de un desastre mayor; al igual que estadios, coliseos, iglesias, entre otros; carreteras que son imprescindibles para la comunicación, auxilio y ayuda inmediata a las comunidades más afectadas y puentes, cuya rehabilitación en caso de colapso demora muchísimo; plantas de tratamiento de agua potable como las de Sedapal y Huachipa; redes de agua y reservorios; plantas de generación de energía eléctrica, comunicaciones, puertos, aeropuertos, instalaciones industriales de importancia, refinerías, viaductos en la ciudad, redes de gas, entre otras que constituyen sistemas que no pueden colapsar.

El sismo ocurrido en febrero de 2010 en Concepción, Chile de 8.8 grados de magnitud originó daños por un valor de US$ 30,000 millones que representa el 10% del valor total de infraestructura afectada de US$ 300,000 millones y una población en la zona mayor a 8 grados de magnitud del orden de 3’548,000 personas.

Si comparamos los índices de infraestructura per cápita de Chile con los de Perú y que la población de Lima Metropolitana es de 10’580,900 habitantes, el valor total de infraestructura de Lima que podría ser afectada por el sismo sería de US$ 849,932 millones, y si de allí calculamos el porcentaje estimado de daños del 10%, similar al de Chile, tendríamos un valor potencial de daños estimados de US$ 84,993 millones.

Para tener una idea de magnitud de esta cifra es bueno recordar que ella representa aproximadamente 9 veces el total anual de inversiones en obras públicas consideradas en el Presupuesto de la República, 38% del PBI actual del Perú y es casi 1.3 veces el total de las reservas internacionales netas. En síntesis, una hecatombe inimaginable que comprometería no solo a nuestra generación sino también a las generaciones futuras. Ciertamente debemos realizar de inmediato las acciones pertinentes para mitigar y reducir considerablemente estas pérdidas de vidas y de daños materiales.

Sugerencias para Reforzamiento de Infraestructura de Producción y Servicios

Como expresamos anteriormente, este ya no es un tema de geofísicos o sismólogos. Es un trabajo fundamentalmente de ingenieros civiles estructurales con especialización en diseño antisísmico que puedan revisar las estructuras de instalaciones existentes más críticas para reforzarlas y hacerlas capaces de resistir sismos de esta magnitud. La experiencia señala que inversiones del orden de apenas un 8% a 10% del valor de las instalaciones más críticas antes mencionadas, pueden lograr duplicar la capacidad sismo resistente de las mismas, adecuarlas a las normativas sísmicas más recientes y mejorar sus capacidades de resistencia. Para ello, un procedimiento inmediato en acción que sugerimos es el siguiente:

Que todas las entidades públicas y privadas que tienen a su cargo la operación y mantenimiento de estas instalaciones dispongan de inmediato la realización de un primer estudio de determinación prioritaria del estado de vulnerabilidad de estas instalaciones, concluyendo en una lista de prioridades de mayor a menor importancia relacionadas con su funcionamiento crítico.

Que respetando esa orden de prioridades se proceda a hacer un acopio de la información existente en cuanto a planos de sus estructuras y que con ellos se proceda a hacer una inspección visual para definir el estado de servicio presente y resistencia de estas estructuras. Esta inspección visual permitirá detectar fisuras en los elementos de soporte para ver si estas fisuras son estructurales o de otro orden (contracción de fragua que no tendría mucha significación) y luego determinar cuáles de ellas son sospechosas de no reunir las condiciones de seguridad adecuadas.

Proceder a hacer un cálculo resistente detallado de aquellas estructuras que el paso anterior haya determinado que se encuentran en estado crítico, sometiéndolas a un sismo extremo incluso mayor que el ocurrido en Chile en cuanto a aceleraciones críticas y aspectos de diseño, para proceder a hacer un proyecto de reforzamiento estructural que corrija las deficiencias actuales e incremente su capacidad sismo resistente.

Por cierto, la pregunta lógica que surge es la siguiente: ¿cuánto costará esto y en qué tiempo se podrá realizar? Siendo que la mayoría de estas instalaciones críticas son responsabilidad del Estado a través de sus 3 niveles de gobierno, las más altas autoridades deberán dar de inmediato las directivas de ejecución de los pasos 1 y 2 antes mencionados con profesionales especializados, para de allí ya disponer y contratar la realización de los proyectos de reforzamiento y el Gobierno Nacional proveer los recursos económicos en los ejercicios presupuestales para que ello se realice. Si bien es cierto una primera estimación de lo que ello pudiera significar en costo para las instalaciones críticas de Lima y Callao pudiera significar una cifra que oscilaría entre los US$ 1,500 a US$ 2,000 millones, esta cifra podría ser programada para realizarse en 3 ejercicios presupuestales en base a una lista priorizada de instalaciones según su estado de criticidad. De todas formas, aún en el caso de ser esta cifra de US$ 2,000 millones, solo en pérdidas materiales, ella sería apenas el 2.8% del total potencial de las pérdidas, lo cual justifica ampliamente que no nos quedemos dormidos en el letargo de la indiferencia.

Espero que luego de la lectura del presente artículo, el cual lo he tratado de escribir en términos y lenguaje muy simple, las autoridades de todo nivel de gobierno y los lectores coincidirán en que no existe mayor riesgo que el descrito y que la pérdida de más de 50,000 vidas es algo que no debemos permitir que ocurra. La Constitución nos expresa como mandato en su primer artículo que: “El ser humano es el fin supremo de la sociedad y del Estado” … y ciertamente nada es más sagrado que preservar la vida de nuestros compatriotas.

Nota final: Al término de la redacción del presente artículo, tomé conocimiento con mucho pesar del fallecimiento del Dr. Ing. Julio Kuroiwa Horiuchi, insigne catedrático, investigador y dilecto amigo, que dedicó su vida a precisamente estudiar los efectos de los sismos para evitar pérdidas de vidas y materiales excesivas, dejando un legado y obras sobre lecciones aprendidas que han sido reconocidas internacionalmente. Dedico el presente artículo como homenaje a tan ilustre colega peruano, pidiendo al Estado que su memoria quede perennizada como corresponde por calles y plazas y centros de investigación. Lampadia




¿Afán por la educación o afán de figuración?

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 18 de agosto de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

Los maestros de Ica quieren el respaldo del Gobierno Regional… pues lo tienen. Y no solo tienen nuestro respaldo… también tienen nuestra gratitud y reconocimiento. ¡Cómo no agradecer y reconocer la fuerza educadora de más de 15,000 maestros que – con gran esmero y paciencia – vienen educando a cerca de 250,000 estudiantes en 2,400 escuelas ubicadas a lo largo y ancho de Ica!  

Fuente:  americatv.com.pe

La mayoría de nuestros educandos son niños y jóvenes que reciben Educación Básica Regular… Inicial, Primaria y Secundaria. Pero también tenemos jóvenes y adultos que reciben Educación Básica Alternativa, Básica Especial, y Técnico – Productiva. Inclusive, tenemos Educación Superior No Universitaria… tanto Pedagógica, como Tecnológica, y Artística. Ese es el ámbito de acción del magisterio iqueño, con resultados – todos – positivos.

Efectivamente, la educación en Ica denota orden, progreso, y entusiasmo. A este respecto, es menester destacar el liderazgo de nuestra Directora Regional de Educación – Lic. María Victoria Madrid Mendoza – y su equipo directivo, quienes conjuntamente con nuestros directores, docentes, personal administrativo, y padres de familia están logrando mejoras significativas en todos los niveles de aprendizaje de nuestros estudiantes. Está comprobado… la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE), denota una mejora sostenida de los aprendizajes de nuestros niños y jóvenes escolares, tanto en Comprensión Lectora, como en Razonamiento Matemático.

Y para complementar la función educativa, hay que destacar el notable trabajo que viene realizando nuestro magisterio en programas como el Plan de Estímulos a Deportistas Escolares, que premia a nuestros campeones nacionales con viajes a ciudades como Río de Janeiro, Buenos Aires, y Miami; el Coro SINFÓNICA, dirigido por Sinfonía por el Perú de Juan Diego Flórez; el Taller de Hip Hop dirigido por la Asociación Cultural D1 de Vania Masías; el Proyecto Atlético “En Busca de la Bala Chinchana” dirigido por el Instituto Peruano del Deporte; el Centro de Alto Rendimiento de Fútbol Escolar, dirigido por la Federación Peruana de Fútbol; y el Proyecto TECNOLÓGICA que hemos puesto en funcionamiento con Fundación Telefónica y el BID para fomentar la innovación y emprendimiento de nuestros jóvenes.

El programa de educación intergeneracional El Gran Amauta, que todas las tardes reúne – con todo respeto – a viejos y viejas, con niños y jóvenes escolares para intercambiar experiencias y saberes, es un éxito del magisterio regional. Y la educación “sobre ruedas” es otro exitazo. Me refiero a la Biblioteca Escolar Itinerante, la Escuela de Padres y Familias Prosperas, el Escarabajo de Orientación Vocacional y el Bus ACADÉMICA que recorren la región de arriba abajo llevando ciencia, cultura y arte a todas las plazas públicas.  

¡Cómo no reconocer a Fundación Telefónica por las 15,000 tablets donadas para que nuestros docentes y estudiantes crezcan de la mano de la tecnología, y nuestros escolares hospitalizados no pierdan clases, gracias al Aula Hospitalaria – High Tech – implementada en el Hospital del Socorro! Y qué decir del programa “Aprender para Crecer” y “Comunidad Digital” de Empresarios por la Educación… el mejor socio educacional del Gobierno regional.

Pues bien… todo lo anterior se ha vista interrumpido – abruptamente – a partir del 9 de agosto pasado. Es verdad que la huelga magisterial en las demás regiones lleva mucho más tiempo que en Ica. Pero mal de muchos… consuelo de tontos. La reciente huelga magisterial de Ica es una lástima. No porque nuestros maestros no tengan motivos para protestar, porque ciertamente los tienen. Sus remuneraciones son paupérrimas; la deuda social se paga… tarde, mal y nunca; y la capacitación de docentes deja mucho que desear. En ese sentido, la protesta magisterial tiene fundamento, y por ello tienen nuestro respaldo. Pero lo que no respalda el Gobierno Regional es la huelga. Sencillamente, porque los paganos son los – indefensos – estudiantes.

Mucho afán de figuración… y muy poco afán por la educación. Eso es lo que veo detrás de la huelga magisterial. Lampadia

 

 




Ica… 10 años después

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 11 de agosto de 2017
Para Correo Ica y Lampadia

Este 15 de agosto es el décimo aniversario del terremoto de 7.9 grados, que a las 6:40 de la tarde de aquel fatídico día del 2007, devastó las provincias de Pisco, Chincha e Ica; al igual que Cañete y Yauyos en la Región Lima; y Castrovirreyna y Huaytará en la Región Huancavelica.

Las cifras de daños fueron de horror… 600 muertos, 1,300 heridos, 400 mil damnificados, y 90 mil viviendas inhabitables. Hospitales, escuelas, cárceles, fábricas, redes de agua, líneas de trasmisión de energía, canales de riego, iglesias, municipios, estadios, mercados, carreteras y puentes, muelles y puertos… todo quedó destruido en cuestión de segundos. ¡Una catástrofe!

La noche aquella fue eterna. Cuando recién empezaba – de buenas a primera – todo se transformó en ruinas. Se cortaron los servicios de agua y luz. La telefonía se saturó… y colapsó en cuestión de minutos. El transporte vehicular – tanto para carga como para pasajeros – se hizo imposible. Personas muertas y heridas yacían bajo los escombros. Todo era destrucción, oscuridad, frío, alaridos… y muerte. 

En ese estado de devastación, la ayuda demoró días enteros en llegar a las zonas afectadas, lo cual – para los damnificados – resultó una eternidad. Y cuando empezó a llegar – simplemente – era insuficiente para atender tamaño desastre. Por ello, el aeropuerto de Pisco resultó providencial para los fines del caso, y la Fuerza Aérea del Perú fue la gran protagonista de los primeros auxilios.

Ahora bien, como suele ocurrir en ese tipo de ocasiones – apenas ocurrió el desastre – salieron del submundo los buitres y carroñeros de siempre. Saqueadores, asaltantes, estafadores… hubo de todo en medio de la tragedia. También aparecieron – ¿cuándo no? – los periodistas y políticos que no hacían nada… excepto criticar al Estado y alarmar a la población. Inclusive estuvieron los que le aumentaron grados de intensidad al terremoto, como si ellos fueran el Servicio Sismológico Nacional.

Para reconstruir las zonas afectadas se creó el FORSUR – el Fondo de Reconstrucción de las Zonas Afectadas por el Sismo – el cual dejó mucho que desear. Al final, 140 autoridades fueron denunciadas por irregularidades en el manejo de los fondos, entre los cuales había funcionarios de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), del Instituto de Defensa Civil (INDECI), y – por supuesto – alcaldes y funcionarios corruptos que se apropiaron de parte de las donaciones y fondos para la reconstrucción. Además, 400 personas fueron denunciadas por simular ser damnificados, y cobrar ayuda humanitaria del Estado… sin merecerla. Todo eso pasó. Corrupción por aquí, indolencia por allá, e ineficiencia por todos lados. Como diría el gran Basadre… ¡Podridos!

Pero – como en todos los ámbitos del quehacer nacional – así como hubo bajezas, también hubo grandezas… y de las inmensas. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional fueron determinantes en la remoción de escombros y en la rehabilitación del tránsito vehicular. La Iglesia fue un complemento perfecto para la distribución de la ayuda humanitaria. Las empresas iqueñas – y peruanas en general – cargaron sobre sus hombros gran parte de la tarea de reconstrucción.

El voluntariado nacional e internacional fue súper generoso y efectivo. Recuerdo a un grupo de jóvenes que se instaló en Pisco – mejor dicho… en los escombros de Pisco – para dar clases de danza al aire libre y distraer así a la pobre gente que lo había perdido todo. ¡Maravilloso!

En fin… hubo muchas acciones de grandeza que permitieron que hoy – 10 años después – Ica sea la gran región que somos. En el balance, la década post terremoto ha sido un período extraordinario en materia de reconstrucción y progreso para la región. Y el proceso de inversión y desarrollo continúa a ritmo acelerado.

Ahora nuestra mayor carencia es el agua. Entonces digo… si nos pudimos recuperar del terrible terremoto del 2007 ¿cómo no vamos a lograr el desafío de tener agua todo el año? Obviamente… ¡lo vamos a lograr! Lampadia