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Cuestionario sobre el cambio de la Constitución

Por: Iván Alonso
El Comercio, 3 de Febrero del 2023

“Si [la presidenta Dina Boluarte] no quiere todos estos cambios, ¿por qué quiere un ‘cambio total’ de la Constitución?”.

La presidenta Dina Boluarte, aún no liberada, al parecer, de los fantasmas de su pasado, nos ha hecho saber sus planes para un “cambio total” de la Constitución. No imaginamos una interpretación literal, en la que cada idea incluida en la Constitución vigente tuviera que ser necesariamente excluida de la nueva. Pero cabe hacerle algunas preguntas para cerciorarnos de que la ligereza de la expresión no sea igual que la del pensamiento.

1. ¿Quiere cambiar el artículo 2°, que dice que toda persona tiene derecho a la vida, a la igualdad ante la ley, a la libertad de conciencia, a la libertad de información y de expresión, al honor y la buena reputación, a la libertad de creación artística y científica, a la inviolabilidad del domicilio, al secreto de las comunicaciones, a las libertades de reunión y asociación, a la paz y la tranquilidad y a la presunción de inocencia?

2. ¿Quiere eliminar el art. 7°, que dice –sí, lo dice– que todos tenemos derecho a la protección de la salud, o el 11°, que dice –también lo dice– que el Estado garantiza el libre acceso a prestaciones de salud?

3. ¿Quiere eliminar el art. 13°, que reconoce y garantiza la libertad de enseñanza, o el 16°, según el cual es deber del Estado asegurar que nadie se vea impedido de recibir educación por falta de medios económicos?

4. ¿Quiere eliminar el art. 18°, que garantiza la libertad de cátedra y la tolerancia?

5. ¿Quiere eliminar el art. 24°, que prioriza el pago de remuneraciones y beneficios sociales sobre el de cualquier otra obligación del empleador?

6. ¿Quiere eliminar el art. 27°, que protege al trabajador contra el despido arbitrario, o el 28°, que garantiza la libertad sindical, o quizás el 29°, que reconoce el derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de la empresa?

7. ¿Quiere eliminar el art. 36°, que reconoce el asilo político, o el 37°, que prohíbe extraditar a perseguidos políticos?

8. ¿Quiere eliminar el art. 48°, que reconoce como idiomas oficiales el castellano, el quechua, el aimara y otras lenguas?

9. ¿Quiere eliminar el art. 60°, que reconoce la coexistencia de diversas formas de propiedad y empresa, o el 61°, que protege la libre competencia y combate el abuso de posiciones monopólicas?

10. ¿Quiere eliminar el art. 64°, que garantiza la libre tenencia y disposición de moneda extranjera?

11. ¿Quiere eliminar el art. 66°, que dice que los recursos naturales, renovables o no renovables, son patrimonio de la nación, o el 67°, que habla de promover su uso sostenible?

12. ¿Quiere eliminar el art. 75°, que garantiza el pago solamente de las deudas contraídas por gobiernos constitucionales?

13. ¿Quiere eliminar el art. 88°, que dice que el Estado promueve el desarrollo agrario, o el 89°, que reconoce la existencia legal y la personería jurídica de las comunidades campesinas?

14. ¿Quiere eliminar el art. 112°, que dice que el mandato presidencial dura cinco años y que no hay reelección inmediata?

Si no quiere todos estos cambios y otros que no alcanza el espacio para mencionar, ¿por qué quiere un “cambio total” de la Constitución?




Dina Patina

Por: Anthony Laub
3 de Febrero del 2023

“Dina entró en pánico y ahora, vestida de rojo, reiteró elecciones al 2023 y propuso la reforma integral de la Constitución”.

Enfundada en un traje amarillo, que transmitía confianza en sí misma, un 7 de diciembre, Dina ingresó al Congreso con paso ceremonioso y pocas gesticulaciones para juramentar como la primera presidenta del Perú, por sucesión constitucional.

Juramentó hasta el 2026, como debiera ser, en cumplimiento del mandato constitucional. Sus socios de la izquierda retrógrada y asesina (IRA) Cerrón, la Vero, Bermejo y demás figuras del rojerío, inmediatamente, la condenaron, pidieron su renuncia y ejecutaron la profecía de Aníbal: “si cae Castillo, correrán ríos de sangre”. Allí están corriendo.

Ante la primera ola de esta asonada comunista, Dina, recula y pide elecciones para el 2024; creyendo que, con este acto, sus camaradas iban a cesar sus embates. Falló.

La segunda ola violentista vino tras el año nuevo y se presentó con una ira aún mayor. Quemaron vivo al S.O. Soncco y el rojerío ni pestañeó. Siguieron incendiando, bloqueando y atacando a la Policía y al país, mientras coreaban “Dina asesina, renuncia”. Los muertos son suyos.

Dina, ya no de amarillo sino de azul, volvió a flaquear y anunció elecciones para el 2023 pero que no podía hacer nada sobre el eterno pedido de la IRA: asamblea constituyente. La IRA no se aplacó, mantuvo su cerco y anunció la toma de Lima.

Dina entró en pánico y ahora, vestida de rojo, reiteró elecciones al 2023 y propuso la reforma integral de la Constitución. En una entrevista, afirmó estar a favor de una asamblea constituyente. Aún no renuncia…

¡Ay, Dina! Si hubieras entendido la frase de Churchill, cuánto nos hubieras ahorrado: Entre la guerra y el deshonor, elegiste el deshonor, y tienes la guerra.




El estribillo de “no al terruqueo”

Por: Yesenia Álvarez
Perú21, 3 de Febrero del 2023

“Cualquiera que se sienta un manifestante demócrata debería deslindar de la violencia”.

Si algo debemos enfrentar en estos días es esta estrategia narrativa que se ha instalado en el debate público y con la que cierto sector de académicos, políticos y líderes de opinión ha renunciado a pensar críticamente y solo repetir “no al terruqueo”.

Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, se la lleva fácil cuando tantas personas, aparentemente con convicciones democráticas, se han comido el cuento de no cuestionar, ni llamar terrorismo a situaciones en las que hay actos, indicios, reportes y luces de bengala que muestran que al menos merecen ser investigadas como terrorismo.

Como señala Umberto Jara: “los que claman ‘No al terruqueo’ no entienden que los herederos de Abimael Guzmán se agruparon bajo el Movadef, quisieron inscribirse como partido político y fracasaron luego del valiente trabajo de la Dircote” (Lima Gris 30.01.23). Coincido con el periodista, autor del libro Abimael, el sendero del terror, en que parece que hemos olvidado que los herederos de Abimael estaban entre las fuerzas que apoyaron a Pedro Castillo, que este nombró ministros prosenderistas, y que apenas dio el golpe eligió un abogado que estuvo preso por terrorismo. “No terruquees” dijeron en campaña, “no terruquees”, durante su desgobierno, “no terruquees” cuando dio el golpe y gatilló la crisis que hoy acorrala a nuestra democracia.

Nunca estuvo bien, como aún hacen ciertos extremistas, llamar terrorista a todo adversario político, y por supuesto que en las protestas hay demandas genuinas y real descontento, pero tampoco podemos llegar al otro extremo de subestimar que los herederos de Abimael son parte de quienes han engendrado esta protesta. Decir “no al terruqueo”, siempre y para todo, está endosando la factura al Estado de derecho, a la paz y a la democracia que queremos. Pasan los días y no hay un deslinde claro de los actos de zozobra, alarma y terror, como asesinar a un policía en su patrulla, quemar comisarías, bloquear vías, intentar tomar aeropuertos, atacar instituciones públicas y privadas, amenazar comerciantes, aislar ciudades y generar situaciones que afectan la vida, la salud, el trabajo y la subsistencia de otros.

Cualquiera que se sienta un manifestante demócrata y pacífico debería deslindar de la violencia y preocuparse de no repetir como gramófonos “no al terruqueo”, estribillo que se ha vuelto funcional a los reivindicadores del pensamiento Gonzalo.




La escuela impermeable

Por: León Trahtemberg
Correo, 3 de Febrero del 2023

Las sociedades latinoamericanas están disconformes con el modelo cívico democrático, la economía de mercado y la constitución como ley de leyes, porque no resuelven los problemas de la población más precaria y vulnerable. Su hartazgo, desesperación y angustia se expresa electoralmente apostado por el mesías de turno, que mientras más radical y populista sea más atractivo se vuelve, especialmente si en sus discursos en las plazas utiliza un tono amenazante, resentido y autoritario.

¿Cómo se cambia todo esto? El mundo adulto ha contestado “no se puede”. Solo queda esperar que el mundo juvenil no se sume al “no se puede”. Pero el “sí se puede” tiene que estar en su ADN emocional, que se modela en el hogar y en la escuela a través de las experiencias cotidianas que se viven en ellos. Eso exige de la escuela crear las condiciones para investigar y conocer la realidad, confrontar lo que es inaceptable, embarcarse en proyectos de impacto social como cimientos de su militancia futura. Eso no es posible con los habituales enfoques educativos conservadores que atraviesan la escuela peruana por la ineptitud del Ministerio de Educación para promover la educación ciudadana.

Aspiro a que el Minedu transforme la cobardía institucional en valentía, promoviendo la innovación y la autonomía, alentando a los directores a crear un clima institucional que ponga la educación para la justicia social y el bienestar colectivo en la cima de las prioridades.

No hay magia en educación. Si no se crean las condiciones para la transformación, vencerá la inercia y con ello, perderemos todos los peruanos.




Redistribución en debate

Por: Lant Pritchett
Caretas
Lima, 21 de enero de 2023.

Economista Lant Pritchett con sugestiva argumentación sobre necesidad de crecimiento

Mientras cierta gente sale a la calle a ejercer violencia, la mayoría de peruanos trabaja a diario para ganarse la vida y dar un mejer futuro a su familia. Los primeros tienen como ideología un supuesto “reparto justo” de una riqueza que no hay que crear porque ya está allí. Por tanto, se ofrece un paraíso de felicidad y bienestar con solamente quitarle a algunos para darle a otros

Derechos ilimitados para todos, sin deberes. Por supuesto este ideal solamente ha producido miseria donde se ha aplicado, una gran igualdad, pero en la pobreza, saludos Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Los segundos laboran en un entorno de Libertad, de iniciativa y respeto a la propiedad fruto de trabajo propio. Dónde una Constitución no es una panacea ni una varita mágica sino un catálogo mínimo de reglas de juego básicas. Y dónde nadie garantiza el paraíso (pero si mejoras sólidas y tangibles) pues la riqueza hay que crearla con esfuerzo, sudor e inteligencia día por día.




“¡Leopoldo SM sería ahora puneño o cusqueño!”

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 3 de Febrero del 2023

“Solo un masoquista sideralmente refinado puede estar aún apoyando paros y vandalismos”.

El masoquismo es una extraña perversión, que consiste en que el sujeto experimenta muchísimo placer solo cuando sufre por hacerse daño. El originador del término fue Leopoldo Von Sacher-Masoch, de cuyo segundo apellido proviene el vocablo. El buen Leopoldo era un intelectual austriaco particularmente retorcido, que plasmó toda su peculiar perspectiva del placer a base del dolor en su obra La Venus de las pieles (1870).

Pues bien, si nuestro Leopoldo volviese a nacer, estoy seguro de que, sin dudarlo, escogería ser peruano y sureño, vacilando luego entre ubicar su nuevo natalicio en Cusco o Puno, epicentros sublimes del masoquismo mundial. Porque, tras ver las cifras que vienen llegando, solo un masoquista sideralmente refinado puede estar aún apoyando paros y vandalismos caprichosos, que han significado que el 50% de los puneños urbanos se hayan quedado sin trabajo, al igual que el 40% de familias en la Ciudad Imperial por el corte del turismo.

Nuestro Leopoldo sureño gozaría en éxtasis de dolor al saber que en enero no se ha podido ejecutar un solo sol en obras públicas en la región, que ya los grifos de la ciudad del Cusco están vacíos de combustibles (balones a S/120 soles), que 900 mil litros de leche se tiran diariamente a los ríos arequipeños por la destrucción de la planta de Gloria y el cerco carretero, que Tacna languidece por la ausencia de visitantes chilenos o que Puerto Maldonado está al borde de la hambruna por los paros.

Para seguir gozando, Leopoldo seguirá violentamente insistiendo en que se convoque a una constituyente (que no le arreglará ningún problema práctico y que más bien seguramente empeorará su situación) y en que se convoquen a unas nuevas elecciones, en que tendrá la oportunidad de votar por algún tipo muchísimo peor todavía que Castillo (Antauro o Bellido), para así hundir más al país (porque ojalá el sur sufriese solo), empeorar aún mucho más su situación personal. ¡Y así gozar más! ¡El peor enemigo de un peruano es otro peruano!




Gobierne ¡YA!

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia

Señora Boluarte, es hora de que gobierne.

Si se queda usted parada, esperando que la agenda política la sigan dictando sus “ex” partidarios desde las calles, a pedradas y latigazos, avivando el resentimiento de la gente, no crea que habrá un lugar cómodo para usted en la historia. Menos si como ya lo advertimos en Lampadia: CUIDESE DINA, el destino que buscan para usted sus ex amigos es el de Jeanine Añez en Bolivia.

El Congreso no cedió al chantaje de la tiranía del resentimiento y dijo no al pretendido referéndum para una Asamblea Constituyente.

¿Seguirá usted creyendo que la salida es su salida?

Si así piensa, lo resuelve muy fácilmente renunciando. Si no cree que esa sea la salida, gobierne. Demuestre lo que es capaz de hacer una mujer serrana que deja de lado sus prejuicios y toma como bandera el sentido común y el bien común.

La inepcia del gobierno de Castillo sigue y no hay una línea que divida su gestión y la anterior. Usted no ha partido aguas. La inflación, la caída del empleo, la falta de inversiones privadas, el incremento de la pobreza, la inseguridad y el desgobierno serán también el signo de su paso por el Estado. Usted, si sigue sin gobernar, sólo será el epílogo de una pesadilla izquierdista de la cual todos querrán despertar.

Marque la agenda política. Defina líneas de acción. Ejerza el poder. No sirve de nada detentarlo, si no lo ejerce para el bien de todos. No caiga en el juego estéril de PPK, Vizcarra, Sagasti o Castillo de refugiarse en el conflicto con el Congreso, eso le da audiencia en la prensa que usted paga, pero no genera frutos ni genera resultados.

Gobierne.

  • Los empleos de los agricultores costeros se pierden porque no hay paso hacia los valles fértiles que abastecen Lima. Las amas de casa de la capital ven que sus monederos compran menos cada día. Garantice la transitabilidad, libere las carreteras aquí y en el resto del país. Asuma el costo de ello. Hágalo.
  • El salario del país que lo paga la minería sigue amenazado. No sirve de nada que las minas, que sustentan su gobierno y pagan los bonos que sus asesores le sugieren entregar, sean considerados activos críticos nacionales si unos cuantos agitadores pueden asaltar, incendiar y bloquear campamentos y proyectos mineros. Actúe. Resguarde.
  • El transporte de pasajeros y carga está herido. Bloqueos, violencia e inseguridad lo han colocado al borde de la quiebra. Busque los mecanismos fiscales para ponerlos a andar y suelos a la reactivación.
  • El turismo está exánime. Sin recuperarse de la pandemia, ha caído en desgracia. Estudie con quienes saben, un paquete de emergencia y salvataje para el turismo, que empieza por garantizar aeropuertos, puentes, líneas férreas y destinos turísticos. La muerte de Machupicchu (ver en Lampadia) también será otra de sus medallas si no actúa ya.
  • El Sur no resiste más la tiranía del resentimiento de unos cuantos. Ponga orden. Policías, investigadores, procuradores deben actuar. No puede usted seguir mirando lo que sucede sin actuar.

Es hora de gobernar señora Boluarte. Para eso le pidió usted el voto al pueblo el 2021.

¿O usted también nos engañó y no llegaba a gobernar sino a tomar el Estado para el extremismo?

Es hora de que sus hechos, hablen más que sus palabras. Lampadia




La dictadura del neosenderismo en Puno

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Es asombroso como izquierdas tales como Juntos por el Perú, el Sutep, la CGTP y otras se están convirtiendo en furgón de cola del neosenderismo encarnado en el Movadef y varios organismos generados, en alianza con la minería ilegal y el narcotráfico, que proveen una logística que en muchas zonas es superior a la de la propia Policía.  

No se puede ser cómplice de una estrategia que somete a la población a bloqueos, cierre de negocios, pérdida de empleos e ingresos, escasez de productos y aportes forzados para conseguir objetivos ilegales que violentan el orden constitucional.

Son métodos antidemocráticos. Se imponen micro dictaduras locales y regionales que son el adelanto en laboratorio de lo que implantarían a nivel nacional si llegaran al poder, nada distinto a lo que ocurre en Venezuela o Cuba, por ejemplo.

Según periodistas amigos de Juliaca, que prefieren no ser citados, en esta ciudad el gran centro comercial Real Plaza permanece absolutamente cerrado. Los mercados comerciales como Tupac Amaru, San José y otros están también totalmente cerrados bajo amenaza de incendio si es que abren. Los mercados con productos de primera necesidad, que venden productos alimenticios, sí abren, pero solo de 6 a 8 de la mañana, porque a esa hora llegan los piquetes a obligarlos a cerrar. Hay productos, pero más caros. El gas está a 70 soles.

Por supuesto, el aeropuerto de Juliaca no opera y la carretera de Puno a Arequipa está bloqueada. Algunos camiones logran evadir los bloqueos internándose en trochas, y por eso no hay desabastecimiento total, pero sí carestía.

El Sutep y organizaciones de transportistas respaldan las medidas de fuerza, pero según nuestras fuentes quien digita detrás es el Movadef. En Puno es donde esa organización tiene mayor número de comités -12- según la información obtenida en el operativo Olimpo trabajada por José Baella. Al estilo de Sendero, los dirigentes del Movadef no aparecen. Son clandestinos. Dirigen en la sombra. 

Y del otro lado no hay nadie. No hay partidos políticos de centro o derecha, ni siquiera de izquierda. No hay líderes que defiendan la democracia o la sucesión presidencial. Hay solo un discurso, que nadie se atreve a discutir.

Los métodos son típicamente senderistas: amenazas para cerrar u obligar o callarse. Pero hay un arma nueva: la gasolina. Se riega de gasolina los locales para prenderles fuego e incendiarlos. Eso hicieron con la entrada de Plaza Vea en Juliaca, que derivó en el saqueo. También con la casa del congresista Jorge Luis Flores Ancachi de Acción Popular en Ilave, que fue rociada de gasolina e incendiada. Lo mismo ocurrió con la comisaría de Macusani, en Carabaya.

Por supuesto, movilizan los agravios seculares, encarnados en el inexistente golpe a Castillo y exacerbados por los muertos. Explotan el rechazo visceral al centralismo limeño que, sin embargo, ya es hora de decirlo, es otra posverdad. Pues es cierto y notorio, por supuesto, el retraso en infraestructura y servicios públicos (pese a los avances de las últimas décadas), pero a estas alturas eso ya no es responsabilidad del centralismo sino de los puneños. Esa región ha recibido ingentes recursos y los ha dilapidado en ineficiencia y corrupción.

Como ha precisado el Contralor Nelson Shack, “…en Puno se ha dejado de gastar en cinco años aproximadamente S/ 2,600 millones. La plata está ahí, pero no tienen agua, luz, desagüe y de cada 10 niños siete están con anemia”.

Es hora de que empiecen a mirarse a sí mismos, o que soliciten a la odiada Lima se encargue de las obras y los servicios. La verdad es que Puno recibe del gobierno central bastante más de lo que da. Según el INEI, Puno representaba el 2% del producto nacional el 2021,[1] pero ese año el gasto público de los tres niveles de gobierno en la región fue el 3.3%[2] del total nacional y los proyectos de inversión pública alcanzaron el 3.7%[3] del total. Y si consideramos que el aporte tributario de las empresas y personas radicadas en Puno debe ser bastante menor a ese 2% antes mencionado, podemos darnos cuenta de que la región está recibiendo mucho más de lo que tributa. Puno es un receptor neto.

Es inaceptable que con posverdades, bloqueos criminales, amenazas, ataques e incendios se pretenda obligar al país a convocar a una asamblea constituyente que no existe en la Constitución y que nos llevaría, como en Venezuela y otros países, al peor de los mundos, solo para que estos partidos puedan encaramarse en el poder para replicar a nivel nacional las dictaduras que logran imponer a nivel local. Lampadia

[1] Ver INEI: https://m.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/producto-bruto-interno-por-departamentos-9089/

[2] GUÍA DE ORIENTACIÓN AL CIUDADANO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO 2021

https://www.mef.gob.pe/contenidos/presu_publ/documentac/guia_orientacion_ciudadano2021.pdf

[3] Consulta amigable: PROYECTOS POR DEPARTAMENTO Y FUNCION

AL 1ER TRIMESTRE – AÑO DE EJECUCIÓN 2021https://apps5.mineco.gob.pe/transparencia/Reportes/RptDEPxFUP.aspx?y=2021&t=3




La importancia de la propaganda política

Rafael Venegas
Para Lampadia

Para todos los que felizmente podemos anteponer la razón a las emociones, nos es evidente que el péndulo de la izquierda comunista está de regreso en nuestro país, para nuevamente tratar de destruirlo, someterlo y evitar que se desarrolle. Esto lamentablemente no es así para algunas personas cuya arrogante necedad, su confusión o su ignorancia no les permite razonar.

Estamos ante una muy bien estructurada estrategia regional dirigida por el foro de Sao Paulo, con la dirección técnica de Cuba y financiada por la corrupción y el narcotráfico. Además, se han aprovechado de la pandemia para avanzar más rápido con la ejecución de su malévolo plan.

En menos de tres años han conseguido el poder en casi todos los países de la región, especialmente en los cuatro que mejor marchaban hacia el desarrollo; Chile, México, Perú y Colombia, los miembros de la Alianza del Pacífico.

En algunos casos lo lograron por la vía de la violencia y en otros manipulando los procesos electorales. Sin embargo, en todos sin excepción, utilizaron agresivamente una de las herramientas más potentes que usan para sus conquistas, los movimientos totalitarios desde tiempos inmemoriales. Me estoy refiriendo a LA PROPAGANDA POLÍTICA.

Dictadores como Lenin y Stalin en la revolución comunista rusa, Hitler en el tercer Reich y Mussolini en el movimiento fascista la utilizaron como complemento estratégico indispensable en sus movimientos.

El plan del foro de Sao Paulo tiene dos estrategias centrales, para la toma del poder: el adoctrinamiento de la población más vulnerable y la generación del caos general vía el terror, la violencia y la muerte.

Estas son complementadas por la penetración y control de las instituciones estatales, para facilitar su accionar y una muy agresiva y efectiva PROPAGANDA POLÍTICA, que sigue casi al pie de la letra los tristemente célebres principios de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del tercer Reich del Nazismo.

Además, hoy en día gracias a los avances tecnológicos, los medios de comunicación son verdaderamente globales, masivos, de mucho menor costo y de mucha mayor efectividad. Por eso, la propaganda política es cada día más potente y peligrosa, especialmente por la proliferación de las redes sociales.

Luego de su contundente derrota con la caída del muro de Berlín, la izquierda comunista se replegó e hizo un ligero ajuste a sus planes de acción para volver a la carga. El terror y la violencia pasaron a ser la estrategia de segunda instancia o de refuerzo, mientras que el adoctrinamiento se convirtió en la punta de lanza, pero complementada por una agresiva propaganda política para “lavar cerebros”.

“Pasaron a conquistar primero las mentes para luego conquistar el poder”.

Lo que sí es un hecho comprobado, es que LA MENTIRA es la base de la propaganda política utilizada por los movimientos totalitarios. 

En ella se apoyan los principios de Goebbels. De allí su frase “Miente, miente, miente, que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá.”

Lenin también la utilizó eficazmente en la revolución comunista rusa, “Una mentira repetida muchas veces se convierte en una gran verdad”.

En nuestro caso, es evidente que la mentira descarada, reforzada por el cinismo, es la base de la nefasta estrategia propagandística que vienen utilizando eficazmente los comunistas para la destrucción y el sometimiento del país.

Hay que reconocer que han hecho un buen trabajo de adoctrinamiento en las últimas décadas, a través de la toma y control de la educación, así como de las instituciones públicas y medios de comunicación. Esto, sin que ninguno de los diferentes gobiernos de las últimas décadas haya hecho algo por evitarlo.

Sin embargo, a pesar de ello, nunca han logrado superar el 30% en ninguna votación, incluyendo la del 2021. En dicha ocasión, la suma de todos los partidos de izquierda apenas sobrepasó el 20% en la primera vuelta.

A pesar de ello, consiguieron superar el 50% en la segunda y lograron hacerse del poder. Ese 25%-30% adicional no fue producto del adoctrinamiento, sino de la muy bien ejecutada estrategia de propaganda política, que contó con la vergonzosa ayuda mercantilista de muchos medios de comunicación y de periodistas mercenarios, que manipularon a muchos peruanos confundidos. Un clarísimo ejemplo de lo potente y efectiva que es esta herramienta.

Los peruanos vulnerables cayeron ante las tácticas de victimización y divisionismo y también por los slogans simples y de gran impacto, como “no más pobres en un país rico” o “palabra de maestro”. También por las mentirosas narrativas atribuyéndose descaradamente la representación del pueblo peruano, “el pueblo pide asamblea constituyente”.

Los “caviares”, que se multiplicaron como producto del adoctrinamiento, cayeron como verdaderos tontos útiles, ante las tácticas propagandísticas del divisionismo, las desigualdades, los derechos humanos, la igualdad de género y otros conceptos de los cuales se apropiaron, como si fueran doctrinas políticas y no derechos de la humanidad.

Otro principio de Goebbels que utilizan mucho como fundamento para su táctica de victimización, es el de transposición. Es decir, invertir las malas noticias y los errores y cargárselos al adversario. Responder el ataque con el ataque.

Por ejemplo, culpar a la policía de todos los muertos propiciados por la violencia que ellos mismos generan o culpar al Congreso de todos los males generados por el ejecutivo o acusar a la prensa de manipulación en su contra.

Sin embargo, el principio con el que obtuvieron el resultado más inusitado es el del odio visceral al enemigo común.

Para las elecciones del 2021, el enemigo común fue el fujimorismo, a quienes no solo lo demolieron con una muy agresiva campaña en contra, sino que lograron convencer y captar a un nuevo grupo de votantes, los “cojudignos”, que irresponsablemente prefirieron votar por el comunismo y la destrucción del país. ¡ERROR IMPERDONABLE!

También han utilizado a otros enemigos comunes, pero en forma puntual y acomodándolos a cada situación, entre ellos la ultraderecha, los empresarios mercantilistas, la prensa “mermelera” y el congreso corrupto.

Como se puede ver, no hay ninguna duda de la tremenda potencia e importancia que tiene la propaganda política en el plan de acción de los comunistas, más aún si no existe una campaña de oposición que les haga sombra.

¿Y cómo se puede combatir esto?

Contratacando con una campaña más agresiva, de mucho mayor potencia, penetración y difusión, que no sólo la bloquee, sino que la desenmascare y la deje en ridículo.

Para esto se requieren expertos en propaganda política, creativos y decididos. También se necesita el apoyo valiente y patriótico de los medios de comunicación, para desplegar una pauta contundente, que llegue a todos los niveles y rincones del país, así como varios motores de reacción en las redes sociales. Finalmente se requiere un importante financiamiento, que sin duda se puede conseguir en el sector privado.

Todo esto es perfectamente posible de lograrse y así le estaríamos anulando la estrategia de mayor efectividad que manejan. 

Nuestro país es uno de los que más resistencia viene oponiendo a este intento de sometimiento a manos una minoría de títeres locales, manejados de las narices por mercenarios y delincuentes extranjeros y financiados por la corrupción y el narcotráfico.

Esto se debe a que el Perú y sus FFAA no son comunistas y porque, además, ya los hemos derrotado anteriormente.

¡CON MI PAÍS NO TE METAS! Lampadia




Enemigos

Por: Integridad
Integridad, 2 de Febrero del 2023

Perdamos el temor de decir las cosas con claridad y sin medias tintas. Siempre habrá quien no le guste lo que escuche. Nuestro deber es actuar bien. No complacer al mundo.




Tu fetiche favorito: la asamblea constituyente

Por: Maite Vizcarra
El Comercio, 2 de Febrero del 2023

“Hoy, la demanda de una constituyente se ha convertido en el fetiche de quienes buscan crear una ilusión de solución a amplias demandas sociales que una mala clase política no ha podido satisfacer”.

Un fetiche es un objeto de deseo que suple nuestros anhelos o tranquiliza nuestras ansiedades. De ahí que, muchas veces, se le atribuyan más cualidades de las que tiene, en base a un juego de autoengaño que nuestras mentes o percepciones nos plantean. Fetiches hay no solo en el ámbito de lo emocional, también en el ámbito de lo político, y resulta que el último gran fetiche en el Perú es la llamada asamblea constituyente.

Y es que ha surgido en parte de la población –mucha de la cual hoy marcha en las calles de Lima– la idea de que será esa ágora la que mágicamente resolverá todos nuestros problemas que van desde la inequidad social y la falta de empleo hasta una educación pública de baja calidad; todo gracias a que modificaremos nuestra Constitución Política.

Quienes demandan a viva voz el establecimiento de esa ágora le han transferido a ese fetiche múltiples pasiones y fantasías que difícilmente se van a concretar allí. Se arguye que será esa asamblea constituyente la que va a inaugurar un nuevo Perú en base a la “escritura” de una nueva Carta Magna en la que vamos a participar todos. Definitivamente es una fantasía que solo un fetiche puede facilitar.

Y aquí hay que explicar claramente que quienes impulsan la asamblea constituyente magnifican sus efectos de representación, pues en ella no vamos a poder estar todos los peruanos, aun cuando lo anhelemos. Detrás de esa ilusión contrabandeada, aparece soslayado el anhelo de curar el gran mal que expresan varias democracias representativas en varias partes del mundo: el distanciamiento entre los ciudadanos y sus mandatarios representantes.

Hay, pues, la ilusión de que “la” asamblea constituyente nos va a permitir corregir el error de haber escogido representantes corruptos o que no responden a nuestros intereses, vía este plebiscito.

Pero eso no es cierto. Convengamos que no existe mucha claridad entre los peruanos respecto de qué puede ofrecer una asamblea constituyente más allá de satisfacer la ilusión de tener poder y lograr conquistas sociales que aún están pendientes. Esto, si quisiéramos ser institucionalistas. Pero la población es más concreta: salvo la reposición del servicio militar obligatorio en el país, no hay mayor consenso en para qué se quiere escribir de nuevo una Constitución.

Y si así fuese, quienes enarbolan la bandera de “la asamblea” le atribuyen también el poder de terminar con brechas sociales vía la modificación de la llamada constitución económica –para lo que no es necesario una asamblea constituyente ‘per se’, pues el cambio del capítulo económico puede modificarse vía los propios mecanismos del Parlamento y un número determinado de votos– o la creación de más espacios de participación política –que fácilmente podrían suplirse con la vuelta a la bicameralidad, logrando un mayor número de representantes, o con el establecimiento de cuotas electorales específicas–. Ambas situaciones son claramente posibles sin tener que recurrir a una constituyente.

Los fetiches son apoyos emocionales. Hoy, la demanda de una constituyente se ha convertido en el fetiche de quienes buscan crear una ilusión de solución a amplias demandas sociales que una mala clase política –y, sobre todo, una deficitaria administración pública– no ha podido satisfacer.

Con todo, las marchas y su lamentable violencia nos han permitido conocer diversas agendas que se desenvuelven en esta suerte de democracia callejera que está buscando llegar al poder, aunque de manera inorgánica y rabiosa. Hay, pues, en los peruanos el anhelo de crear un espacio –real o virtual– en el que todos podamos escribir juntos un nuevo país que nos represente mejor.

Tenemos que crear ese espacio de manera urgente para morigerar las pasiones. Pero ese espacio no es una asamblea constituyente.




Los (des)ilusionistas

Por: José Luis Gil
Perú21, 2 de Febrero del 2023

Más allá de la validez o no del marxismo y del leninismo, los proyectos que se han promovido, en su nombre, resultaron una verdadera farsa.

Desde los albores del socialismo y el comunismo, la “tierra prometida” para un “mejor hombre”, solo ha traído muerte y destrucción a la humanidad. En nombre de la lucha por los derechos, los pobres y por una sociedad igualitaria, se asesinó a más de 150 millones de personas en todo el mundo; setenta mil de ellos son peruanos (según la Comisión de la Verdad y Reconciliación). Ni hablar de las pérdidas económicas al mundo, ni el daño social de estos nefastos proyectos con sistemas caducos como Cuba, Venezuela, Nicaragua, entre otros, que ahora conspiran contra otros países para imponer esta ideología del mal. El Perú ya está siendo víctima de tal conspiración.

Más allá de la validez o no del marxismo y del leninismo, los proyectos que se han promovido, en su nombre, resultaron una verdadera farsa. Por ello cayó el socialismo de la Unión Soviética y sus satélites en todo el mundo. Otro tanto es el supuesto “aporte” del “ilusionista” Mao Tse Tung, conocido como “el hombre de los 70 millones de muertos” durante la “revolución cultural china”, que el otro “ilusionista” Abimael Guzmán trató de encumbrar como la “tercera y superior etapa del marxismo”, dándole el carácter de “ismo” a una teoría que jamás se universalizó y que tiene profundas grietas.

El criminal Abimael Guzmán sacaba “conejos” de los sombreros. Así, en la década de los 80, justo antes de iniciar la “lucha armada” proclamó que existía la “situación revolucionaria”, es decir, las condiciones para iniciar la masacre contra los peruanos. En realidad, sus seguidores de entonces ahora lo desmienten debido a que tal “situación revolucionaria” no existió en aquel momento.

Otro de sus actos de “ilusionismo” fue asesinar a su esposa Augusta La Torre (a) ‘Norah’, por el simple hecho de haber descubierto que el mago sin traje de cola ni galera equivocaba el rumbo de la “revolución”, habiéndola convertido en una maquinaria de matanza alejada del pueblo. El “misterio” de dónde guarda el cadáver algún día será develado, y ahí confirmaremos la manera como él y ‘Miriam’, la solícita segunda al mando, urdieron el “acto de magia” de desaparecerla.

Hoy pretenden vendernos otro “numerito” para la platea, haciéndonos creer que estamos ad portas de una revolución, que ya casi casi “toman el poder” y falta poco para que el pueblo se “levante”. Como siempre, todo falso, todo armado para “salvar” al nefasto pensamiento Gonzalo.

Por eso instamos a las fuerzas del orden y a los políticos a no permitir que cuatro gatos violentos marquen la agenda del país. La estrategia del gobierno debe ser social, pero también operacional, para acabar con estos “magos de pacotilla” y tirar abajo