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Los cadáveres del Cusco

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia

Todas las ciudades tienen cadáveres urbanos que yacen en medio de ellas, inertes, mudos testigos de la inepcia estatal, de la angurria privada, de la corrupción o simplemente de la estupidez.

La ciudad del Cusco, no es la excepción. Al contrario, debe ser una de las ciudades que más cadáveres urbanos tiene y que, año a año agrega más a su larga lista.

  • En la década de los 80´s el grupo León Rupp adquirió una céntrica propiedad, a tres cuadras de la Plaza de Armas, para instalar un hotel más de su cadena. La quiebra de ese grupo y la desgracia de León Rupp convirtieron esa instalación en el primer cadáver urbano del Cusco. Hoy, 40 años después, la edificación a medio construir y los fierros corroídos siguen ahí yacentes, en manos de otro grupo económico, afeando el paisaje urbano.
  • A finales de los 90s, la Sociedad de Beneficencia Pública del Cusco concesionó el Hotel de Turistas del Cusco, la mejor instalación hotelera de la ciudad a una subsidiaria del grupo Consettur, el monopolio que controla el ascenso vehicular a Machupicchu. Más de dos décadas después ese hotel no existe, sus instalaciones han sido destruidas y sus ambientes del primer nivel, en el mejor de los casos sirven para fiestas informales o ferias de poca monta. La ambición de empresarios sin conocimientos hoteleros de alta gama y la incapacidad de funcionarios locales y alcaldes, exhiben este otro cadáver urbano a una cuadra de la Plaza de Armas.

Este siglo, dos proyectos se vislumbraban como señales alentadoras de las inversiones en la ciudad. Un hotel que iba a ser operado bajo la marca de la cadena Sheraton, en la Calle Saphy y un Centro Comercial del grupo Aventura Mall en las áreas no utilizadas de la Estación Ferroviaria de Wanchaq, en el borde sur del Centro Histórico de la ciudad. La impericia de los constructores del primer proyecto los llevó a un entredicho con las autoridades culturales y municipales, que no se resuelve hasta el día de hoy, ni modificando el proyecto, ni demoliendo lo edificado. La construcción, a medias, yace cubierta por arpilleras a dos cuadras de la Plaza de Armas de la ciudad.

Durante el Gobierno de Ollanta Humala, el primer abanderado de la izquierda nacional de este Siglo, se demolió el centenario Hospital Antonio Lorena, para edificar en su lugar uno nuevo. La obra fue encomendada a una de las empresas patrocinadas por Lula desde el Cartel de Sao Paolo, la Constructora OAS, cuyos ejecutivos han declarado ante los jueces que pagaron coimas a las autoridades del partido de Humala para recibir la obra. La construcción quedó a medias desde el 2015 y hoy es un esperpento urbano que ninguno de los gobernadores regionales que han sucedido ha tenido la capacidad de resolver. Los pacientes de ese hospital, llamado “Hospital de los Pobres”, se atienden en unas barracas provisionales, esperando que algún día el Hospital vuelva a atender.

En las últimas gestiones descentralizadas, la Municipalidad del Cusco, sin razón ni sentido de prioridad, desmanteló la centenaria Avenida Pardo para remodelarla. El alcalde Boluarte, apreciado amigo, pero mal gestor, ya se fue y dejó la obra inconclusa, estrangulando la circulación en el centro de la ciudad que tenía a esa Avenida como un paso obligado.

El Gobernador Regional Benavente, tan cercano a Vizcarra, Sagasti y Castillo, rápido en felicitar la elección del corrupto sindicalista de Chota, terminó su gestión dejando paralizada, ralentizada por lo menos, la Vía Expresa que conduce al Aeropuerto de la ciudad. Dejó el cadáver urbano en la entrada de la ciudad, para que los visitantes y turistas sean testigos de la inepcia estatal regional.

Lamentablemente, no son los únicos cadáveres que exhibe el Cusco.

El antiguo local del Festival de la Cerveza Cusqueña, tal vez el terreno más grande del centro de la ciudad, yace también allí inerte. Una mitad fue adquirida con visión y buen criterio por Ricardo Ruiz Caro para edificar el Museo del Tahuantinsuyo. Sus sucesores, encarpetaron el proyecto y el local está abandonado, para usos marginales. La otra mitad fue adquirida por una de las empresas del minero cusqueño Guido Del Castillo Echegaray. A su muerte, es un terreno más sin uso ni destino.

Machupicchu, la joya del turismo nacional, si sus autoridades, la burocracia cultural y los ciudadanos no cambian de actitud, puede ser el próximo cadáver regional, asesinado por mano propia. (Ver La muerte de Machupicchu en Lampadia).

Felizmente la Maravilla del Mundo se resiste a morir. Su majestuosidad aún opaca las vicisitudes que el turista pasa para llegar a visitarla, pero cada vez es más difícil esconder un modelo de gestión deficiente y un entorno que se precariza a diario.

El Aeropuerto Velasco Astete será el próximo cadáver urbano si se permite su cierre para entregar todo el monopolio del acceso aéreo a un solo operador en el nuevo Aeropuerto de Chinchero, que no tiene nuevas vías de acceso a la ciudad. Dejará de ser una alternativa para conectar el Cusco al mundo y será, como los otros cadáveres urbanos, un bodrio urbano lleno de locales públicos, testigo de la voracidad de burócratas y empresarios que lotizarán en mil pedazos el actual aeropuerto, dejarán algunas macetas para hacernos creer que lo convirtieron en un parque y desconectarán el Cusco del mundo, a vista y paciencia de todos.

Una ciudad que fabrica cadáveres urbanos no es un imperio (como creen muchos políticos e intelectuales cusqueños), es una ciudad sin futuro. Puede estar orgullosa hasta el hartazgo de su pasado, pero es una ciudad sin futuro e incluso, sin presente.

Felizmente, a diferencia de los cadáveres humanos que no resucitan, los cadáveres urbanos pueden convertirse en obras, oportunidades, empleos, inversiones, progreso y futuro si las autoridades no cobran coimas para resucitarlos, si los agitadores no los convierten en blanco de sus protestas y si los empresarios ven en ellas oportunidades para hacer negocios y generar oportunidades y no para el saqueo mercantilista que asfixia nuestro país, de Tacna a Tumbes.

El Cusco, mejor dicho, los cusqueños, que están prestos a celebrar su día jubilar, en lugar de entonar himnos y consignas, en lugar de danzar y beber, en lugar de protestar y oponerse, deberíamos reflexionar cómo es que nos estamos convirtiendo en el más grande cementerio urbano del país y qué debemos hacer para cambiar. Este me parece el mejor homenaje a la ciudad. Lampadia




¿Es posible planificar seriamente?

Ing. Fernando Ortega San Martín, MBA
Chair del Nodo Perú – The Millennium Project
Para Lampadia

Conforme se acerca el 2030, los políticos y los académicos comienzan a pesar cuál debe ser el próximo horizonte temporal para los procesos de planeamiento global. Y al parecer, el año 2050 se viene imponiendo por la simplicidad de ser un número “redondo”. Pero, dada la velocidad del cambio tecnológico, muchos preferirían que sea un año más cercano: ¿2040?, ¿2045?

En realidad, el problema mayor radica en la capacidad que tenemos hoy de poder conocer, aunque sea a grandes rasgos, las principales características de la economía y la sociedad en la fecha escogida como horizonte temporal.

En este artículo me propongo presentar una breve descripción de las tendencias tecnológicas que aparentemente irán moldeando el futuro del próximo cuarto de siglo:

  1. Educación global on-line de calidad: Existiría una enorme oferta educativa en todos los niveles (desde inicial hasta doctorado) alcanzable en línea y de naturaleza global. Los estados deberían haber entendido que su rol es la provisión de talento humano actualizado y altamente competitivo a escala global.
  2. Economía GIG global: El trabajo formal en planilla iría quedando en el pasado para favorecer el trabajo altamente especializado y temporal (freelance) a escala global. Así se alcanzaría altas productividades, con reducción de costos para las empresas, y con mejores ingresos a los trabajadores (siempre y cuando tengan las competencias adecuadas).
  3. Nuevos usos de los recursos naturales: Las nuevas demandas de productos y servicios exigirán nuevos materiales e ingredientes, muchos de los cuales nacerán en los laboratorios a partir de recursos naturales. El litio, el sodio, el flúor, e incluso el cobre tendrían nuevos usos, muy diferentes a los actuales, así como las proteínas provendrían de otras fuentes distintas a la ganadería y la agricultura tradicionales.
  4. Economías de carbono 0 (neutral): Las energías renovables serán capaces de satisfacer las demandas de energía, por lo que la transición a una economía con emisión cero sería altamente posible, y la huella de carbono sería un elemento crucial de competitividad a la hora de la selección de los productos en los mercados.
  5. La prolongación de la vida: El descubrimiento de las razones por las cuales envejecemos y el origen genético de las enfermedades permitirían que los seres humanos (y más exactamente, aquellos que puedan pagar los tratamientos) superen con holgura los cien años de vida. Menudo problema para los sistemas previsionales.
  6. El uso comercial del espacio exterior: El turismo espacial sería una alternativa más para aquellos que desean destinos exóticos, incluso pasar unos días en la Luna. La captación de energía directamente del Sol a través de espejos fuera de la atmósfera sería una fuente inagotable a bajo costo. Y la explotación de los recursos minerales de la Luna, Marte y el cinturón de asteroides alteraría el mercado mundial de los metales.
  7. La inteligencia artificial general (automodificable): Salvo que se produzca y acepte una regulación global sobre los usos de la IA, al 2050 ya se habría consumado el fenómeno de la Singularidad Tecnológica descrito por Ray Kurzweil, es decir, la IA habría alcanzado todas las capacidades de la mente humana, y habríamos aprendido a convivir con ella.
  8. La comunicación con el pensamiento: Compartir los pensamientos y comunicarnos sin necesidad de aparatos externos sería un sentido adicional a los cinco que ya poseemos como resultado de la evolución tecnológica, no biológica, del cuerpo humano, y que nos permitiría comunicarnos con las computadoras y la IA sin inconvenientes.
  9. Moneda digital común: Para facilitar los negocios, pero sin la volatilidad de las criptomonedas, se desarrollaría una moneda digital aceptada internacionalmente, pero respaldada con reservas físicas privadas, con convertibilidad al mundo real. Existirían fondos virtuales de ahorro e inversión, que permitirán a las personas ahorrar en los entornos virtuales.
  10. Los multiversos: La capacidad de realizar actividades de todo tipo, incluso negocios, en el mundo virtual como si fuera reales permitirá ampliar nuestras formas de obtener ingresos y diversión, participando en múltiples universos virtuales simplemente usando “nicknames” (alias), con lo cual a las oficinas de impuestos les será muy difícil seguir el rastro de las operaciones para determinar la base imponible de personas naturales y jurídicas. La informalidad virtual será un dolor de cabeza para los gobiernos.

Conclusión: El futuro ya llegó. Ahora lo que nos queda es irnos adecuando a estas nuevas realidades, que irán llegando poco a poco o quizás, violentamente. Pensar que en el 2050 tendremos un mundo del 2023 “mejorado”, es el peor error que pueden cometer naciones y empresas. Lampadia




¡Sin crecimiento económico no hay desarrollo!

Iván Arenas
Para Lampadia

Días atrás se realizó un evento denominado inPERU “Juntos por la reactivación del Cusco y la promoción de inversiones” que congregó a miles de personas, entre estudiantes, investigadores, empresarios y autoridades nacionales, regionales y locales quienes dialogaron sobre la visión de futuro de la región cusqueña. Antes de continuar vale mencionar que inPERU es una asociación sin fines de lucro – cuyo principal propósito es promover el desarrollo de los mercados financieros y de capitales nacionales a nivel local e internacional.

Ahora bien, una de las grandes conclusiones es que sin crecimiento económico no hay ni habrá jamás desarrollo de la región cusqueña.

Es decir, sin la inversión pública y, sobre todo, la inversión privada, que generan crecimiento de las economía, es imposible la reducción de brechas sociales, la disminución de la pobreza y pobreza extrema así como la generación de miles de empleos formales.

Atrás quedaron los días donde, de acuerdo a una investigación del Instituto Peruano de Economía (IPE) durante el periodo 2008- 2013, la región Cusco superó en crecimiento acumulado (PBI real) a la propia China, 59% y 54 respectivamente.

Esos días, donde el crecimiento económico aumentaba y generaba empleos, creaba clases medias y reducía pobreza no se han repetido.

Para redondear con mayor detalle el asunto: solo durante el 2008 al 2013, la pobreza pasó de 50% a 27%.

¿Qué debería pasar para que Cusco, la otrora ciudad pujante que competía con Arequipa en el sur peruano vuelva por la senda del crecimiento y el desarrollo? De las diversas reuniones y ponencias en inPERU, se desprende de manera clara que hay dos fuerzas que atraen las inversiones privadas, que son casi el 80% de la inversión en toda la región.

  • La primera es la confianza, que dicho sea es un factor determinante, sin embargo, como se sabe las minorías políticas anti inversión logran posicionar agendas que en lugar de promover inversiones privadas, las espantan.
  • La segunda es la eficiencia del gasto estatal. En otras palabras, la cantidad y la calidad del gasto. En la última década, la región ha recibido más de S/26 mil millones por concepto del canon minero, regalías mineras, canon hidroenergético, canon gasífero y derecho de vigencia. ¿Adónde fue a parar semejante dineral?

La región aún no se recupera luego de la pandemia y de las insurrecciones que orquestaron grupos zurdos en el sur peruano. El sector turismo apenas ha comenzado a moverse y la minería moderna sigue siendo el pan de Cusco, amén de grupos anti mineros (sobre todo en Chumbivilcas y Espinar)

Como alguien lo escribiera por ahí, la historia es la eterna lucha entre la libertad y los colectivismos. Decimos lo anterior porque inPERU ha puesto el dedo en la llaga de los relatos zurdos que criminalizan la inversión privada, como lo decíamos, fuente de empleos dignos, reducción de pobreza y oportunidades para los más pobres, además de tributación e impuestos.

Quizá, también uno de los aciertos de los organizadores es haber empezado en la región cusqueña, una suerte de guerra de relatos a favor del crecimiento y el desarrollo. Lampadia




Solo 51.6% de hogares tiene agua las 24 horas del día

Por: Consejo Privado de Competitividad
Perú21, 8 de Junio del 2023

Perú necesita acelerar el cierre de brechas de acceso y calidad de servicios, según informe de CPC. Aseguran que se ha reducido el número de adjudicaciones bajo Asociaciones Público Privada.

Si bien en el Perú el 89% de hogares cuenta con el servicio de agua (con datos al año 2022), solo un 51.6% lo tiene durante las 24 horas del día, reveló el Informe de Competitividad 2023 – 2024 publicado por el Consejo Privado de la Competitividad (CPC).

En ese sentido, explicó que para alcanzar a los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “se requiere invertir 24.2% más que la inversión estimada para infraestructura de acceso básico de agua y saneamiento”.

“Hay necesidad de acelerar el cierre de brechas de acceso y calidad de servicios públicos de forma integral. No obstante, el desembolso público no muestra un crecimiento elevado que se esperaría frente a las amplias brechas existentes”, se lee en el documento.

El informe también reveló que se observa que se ha ralentizado la adjudicación de Asociaciones Público Privadas (APP). Por este motivo, entre 2007 y 2011 el promedio de licitaciones bajo esta modalidad alcanzó los US$1,601 millones, pero entre 2018 y 2022 apenas fue de US$145 millones. “De hecho, el total de proyectos adjudicados también se redujo en ambos periodos pasando de 35 a solo 10″, añadió.

Por otro lado, precisó que, “entre los múltiples desafíos a los que actualmente se enfrenta el gobierno destaca la conflictividad social, que viene registrando una tendencia creciente en los últimos años”.

Este aumento, precisó, es consecuencia de la “deficiente” gestión y manejo de estos problemas.

“Las regiones con menores niveles de servicios en aspectos relacionados con conectividad, salud, educación e instituciones se asocian con un mayor nivel de conflictividad social”, resaltó y destacó la necesidad de que el Estado cumpla un rol efectivo en la prevención.

Tenga en cuenta

Según el CPC, la productividad de una microempresa es el 5% de una gran empresa. En países con regímenes tributarios especiales es de 55.2%.

Asimismo, precisó que la situación económica se agrava con la crisis política que atraviesa el país.




“Debemos pensar en la historia que queremos que nuestros hijos conozcan”

Entrevista a Rolando Arellano
Por Antonella Cazorla Reye
Diario Correo, 8 de junio del 2023


El experto en marketing debuta en la literatura de ficción y nos presenta “El tesoro”, una publicación que muestra una imagen diferente de la historia de nuestro país.

Con una propuesta distinta, pero siempre enfocada en nuestra gente e historia, el especialista en marketing, Rolando Arellano, nos detalla una serie de sucesos reales que se mezclan con la ficción en su primera novela “El tesoro”, donde intenta responder a la pregunta: ¿Y si la historia del Perú no ha sido la que siempre hemos visto?

El texto narra la historia de un grupo de peruanos, entre ellos un migrante, un niño, un docente y otros personajes de diversas edades, quienes encuentran unos quipus que preservan la memoria de nuestro país, y con los que descubren “una historia del Perú muy distinta a la que recibimos en los colegios y les decimos a los niños”, comenta Arellano a Correo. “Es una historia mucho más positiva y llena de héroes poco reconocidos en la actual [historia]”, agrega.

¿Cómo se desarrolla la historia de nuestro país desde otra perspectiva? Se va a encontrar una historia distinta a la que siempre nos han contado. Por ejemplo, pregunto qué hubiese pasado si los españoles no nos hubiesen conquistado, una interrogante que siempre nos hacen en los colegios.

Y cuál es la respuesta…

En la novela conversamos con Francisco Pizarro, reencarnado en un profesor universitario que les dice [a sus alumnos] que imaginen que hubiese pasado si no hubiesen venido los españoles y fueran los ingleses quienes nos hubiesen conquistado. Les pregunta también si saben qué sucedió en la India, China o donde los ingleses estuvieron. Esas interrogantes vigentes hasta hoy se resuelven en la novela.

¿Crees que existen arraigos culturales negativos? A veces creemos que lo negativo es mucho más interesante o vende más que contar lo positivo. Y la razón de ser de este libro es contar todo lo real para después ponernos a discutirlo. No solo pretender seguir con las tradiciones como algunas veces hacen los historiadores.

¿Vivir de estas tradiciones no nos deja avanzar? Uno de los problemas que tenemos y por el cual muchos jóvenes quieren migrar es porque se nos cuenta siempre lo negativo de la historia. Reconocemos mucho nuestras derrotas y celebramos poco nuestros triunfos, pero debemos cambiarlo.

¿Sientes que hay poco orgullo a nuestra historia? Sí, y eso se manifiesta porque no sabemos o somos conscientes de lo bueno que tenemos, y eso parte de nuestra historia como país. Por ello, en “El tesoro”, unos jóvenes van descubriendo sucesos a través de unos quipus que revelan las huellas de una historia que saben que existe, pero no se cuenta.

¿Qué debemos hacer para conocer más sobre este otro lado de nuestra historia? Debemos empezar a pensar en la historia del Perú que queremos que nuestros hijos conozcan y recuerden. Estoy seguro de que sería completamente distinto si reconocemos las cosas que ganamos. Por ejemplo, recordar más la batalla de Tarapacá que sí ganamos con un gran héroe como lo fue Andrés Abelino Cáceres o conocer y celebrar más a doña Tomasa Tito Condemayta, precursora de la Independencia del Perú.

¿Qué pretende con la publicación de “El tesoro”? Que empecemos a dudar de todo lo que ya se nos ha contado, que empecemos a ver nuestra historia gloriosa. Sé que eso toma tiempo, pero empecemos a dudar sobre la historia para ver si es cierto o no. A diferencia de mis otros libros, esta novela pretende poner en evidencia que no vamos a cambiar como país si es que no cambiamos la mentalidad de los jóvenes, pues el futuro viene con ellos.




Chachapoyas sin Kuelap

Nelson Torres Balarezo
Consultor
Para Lampadia

Por trabajo, visité Chachapoyas los últimos trimestres del año 2020 y 2021. El año 2020 caminé por calles semivacías, las restricciones por la Pandemia aún vigente limitaban los viajes y, de hecho, el flujo de turistas era casi nulo. Aun en esta situación, había comensales en los restaurantes y pasajeros en el hotel, supongo gente como yo, que había viajado por trabajo. El año 2021 la situación todavía no era normal, pero era común cruzarse con turistas extranjeros en el Jr. Amazonas, o escuchar conversaciones en diferentes idiomas en restaurantes que operaban casi con normalidad.

El 2022 no fui. Volví a Chachapoyas hace dos semanas. La situación que encontré distaba mucho de la que esperaba. Fui por trabajo y no me preocupé por averiguar si Kuelap operaba o estaba cerrado. Al llegar, las quejas de los taxistas y otros transportistas me permitieron conocer que las ruinas estaban cerradas por los derrumbes de abril del año 2022. El encantador nuevo hotel en el que me hospedé, casi vacío. Los restaurantes a los que fui, monumento a la soledad.

El desánimo de las personas con las que pude conversar era muy grande. Chachapoyas es una ciudad hermosa, sin ninguna duda, una de las más bellas del Perú, pero por sí misma, no es un destino de turismo receptivo. Kuelap es el principal atractivo de la región y desde su visita, los turistas pueden articular otros circuitos: las cataratas de Gocta, Karajia, Leymebamba, los hermosos pueblos de Luya y Lamud o el bello valle de Rodríguez de Mendoza.

Todo el turismo en Amazonas se articula alrededor de Kuelap. Tomando como base este atractivo, se programan los demás tours. Sin Kuelap, el sector turístico de Chachapoyas languidece y se pierden cientos o miles de empleos, quiebran decenas de emprendimientos y se tienen que cerrar hoteles con fuertes inversiones. Todos pierden.

Además del cierre de Kuélap, que es una causa específica del deterioro del sector turístico en la región, las criminales marchas de los castillistas afectaron dramáticamente la afluencia turística a Amazonas, haciendo casi nula la llegada de viajeros. Si bien la región estuvo tranquila, sin mayores protestas, el deterioro de la imagen del país agravó aún más la falta de Kuelap como destino; en tanto en el contexto nacional Chachapoyas es un destino complementario, no central.

Y que hace nuestro gobierno, reuniones, visitas, coordinaciones, mesas, talleres, pero no soluciones. Si bien la prioridad es proteger las ruinas del deterioro, es posible mantener las visitas por los exteriores de la fortaleza, a una distancia que permita apreciar su magnífica arquitectura y a la vez no afecte las obras de protección que son necesarias (y que no se hicieron en el momento oportuno).

Con poca sensibilidad y respeto por cientos o miles de personas que han visto afectados sus inversiones, sus trabajos, sus ingresos, funcionarios públicos que tienen un sueldo asegurado informan que “Es un hecho que sí se va a reabrir. Aproximadamente entre junio y julio, no tenemos la fecha definida, es de acuerdo a los avances que haga el Ministerio de Cultura y que dé la opinión favorable para la reapertura de Kuélap”. Se esperaba la reapertura para mayo, ahora quizás en junio, siendo probable julio, agosto o más allá. Tal vez el 2024. Más de un año para definir rutas en el entorno de las ruinas, que permitan apreciarlas sin riesgo para los turistas ni afectación por el patrimonio. La urgencia y la eficiencia no son palabras de uso común en nuestro sector público. Lampadia




“Narrativa” y “Etiqueta”, la estrategia

Por: José Luis Gil
Peú21, 8 de Junio del 2023

Ellos no apuestan por la democracia para dirigir un país, sino, por la conspiración, la manipulación, el control y hasta el abuso.

En los últimos 30 años, la estrategia del uso de la “narrativa” (historias ficticias) o el “etiquetado” (apodo o nombre agraviante para el adversario) por parte de la izquierda radical y la progresía, ha sido tan potente, eficaz y devastador, que lograron traerse abajo gobiernos y acceder a la presidencia sin haber ganado elecciones como el caso de Sagasti, o con el uso de las traiciones como el caso de Vizcarra. Además, no debemos olvidar la manera flagrante de relativizar los crímenes de su aliada política Susana Villarán o Fernandini, entre otros. O el silencio sepulcral cuando se trata de corruptos de izquierda de los gobiernos regionales o municipales. Y es aquí donde entran a tallar la “narrativas”, las “etiquetas”, porque el ruido y el odio que generan, son suficientes para ocultar sus corruptelas o desastres políticos.

El bloqueo de partidos políticos como el Apra o el fujimorismo, “etiquetándolos” como “organizaciones criminales” con el único propósito de sabotear el legítimo derecho que tiene de participar en elecciones libres es una muestra de la “narrativa”. Esto no significa que no se hayan cometido actos de corrupción, no; se trata del “arte” que tienen de convertir presuntos delitos individuales, en acciones criminales colectivas. A la luz de la incapacidad de los fiscales de probar sus acusaciones, van quedando más dudas que certezas sobre los monstruos que se pretendieron presentar ante la población, y que hoy no pueden lograr ni una sola condena. Las fuertes sospechas sobre el sesgo ideológico de fiscales comprometidos construyen hoy una certeza con poco espacio para rebatirla.

La maquinaria comunicacional que pusieron en marcha impregnó en la mente de muchos ciudadanos, frases como “aprofujimontesinismo”, o “fujiaprismo”, “fujicerronismo”, “terruqueo” (creado por RMP y AAR), “facho”, “ultraderecha” y hasta “Dina asesina”, logrando una permanente actitud hostil y violenta de la población, para conducirlos a una toma del poder de facto. Está claro, pues, que ellos no apuestan por la democracia para dirigir un país, sino, por la conspiración, la manipulación, el control y hasta el abuso. No pasarán.

Finalmente, usar la palabra “facho” para atacar a los contrincantes, demuestra carencia de argumentos y una supina ignorancia respecto a las características del fascismo cuya naturaleza es totalmente contraria a las ideas de libertad. No permitamos que las “narrativas” aplasten el espíritu de los libertarios, de todas las tendencias democráticas no proterrorista ni de radicales de izquierda. Hagamos un gran frente de unidad y reconstruyamos el país, con historias reales, con respeto y con decencia. Sí se puede.




Dejémonos de cuentos

Rafael Rey Rey
Para Lampadia

Llaman “Ley Mordaza”, con intención descalificadora, al proyecto que modifica las sanciones contra la injuria, la difamación y la calumnia. Sostienen que impedirá el libre ejercicio periodístico y las eventuales denuncias de corrupción a través de la prensa. Que atenta contra la libertad de prensa. Yo no pienso así. Creo que el proyecto puede mejorarse, pero de ninguna manera archivarse como pretenden muchos periodistas.

A ver. El derecho humano que engloba al de la libertad de prensa es el “derecho a la información”. Y éste tiene dos aspectos.

El activo, es decir, el derecho “a informar” que tiene toda persona natural o jurídica de opinar y publicar lo que quiera, al que normalmente se hace referencia cuando se habla de libertad de expresión o de prensa.

Pero está también el aspecto pasivo, que es el derecho de “ser informado”. Informado “correctamente” como es obvio. Es decir, con la verdad objetiva cuando se refiere a hechos o a asuntos referidos a otros. Este último derecho, propio de los ciudadanos es, con frecuencia, olvidado y atropellado cuando se miente sobre hechos, o cuando se, difama o calumnia a alguien.

Y las normas que sancionan la difamación y la calumnia tienen la finalidad de hacer respetar este aspecto del derecho a la información, el de ser informado correctamente, que, en nada atenta contra el primer aspecto, el de informar o de opinar.

Analicemos las “mordazas” que dicen que el proyecto introduce a la ley vigente que sanciona la difamación y la calumnia.

La mayoría de los periodistas y medios de comunicación han centrado sus críticas al proyecto casi exclusivamente en el hecho de que, para el caso de difamación o calumnia por medios masivos, eleva en un año tanto el límite inferior como el superior de la pena de prisión. De 1 año a 2 y de 3 a 4 respectivamente. Sin embargo, considerando que quien es sancionado con penas de 4 años o menos no cumple cárcel efectiva, ese cambio, aunque sea lo más llamativo para ser criticado de forma efectista y pintado como un atropello a la libertad, no es eso ni lo principal, ni lo novedoso ni lo positivo del proyecto.

Por eso, en mi opinión, para quitarle ese “argumento” a quienes se oponen al proyecto, éste debería de eliminar la pena de prisión o por lo menos disminuirla, pero mantener la principal novedad que el mismo introduce.

Porque la principal novedad positiva del proyecto es que, a la multa establecida en la ley vigente, añade la aplicación de una reparación civil en favor de la víctima de una difamación o calumnia. Me parece muy justo. La multa es por definición una sanción pecuniaria en favor del Estado. Pero resulta que el difamado o calumniado no es el Estado, sino una persona. La reparación civil, en cambio, es una forma de compensar en algo el daño que se ha hecho al honor de la persona difamada o calumniada. Pero claro, el bolsillo duele. Y, en realidad eso es lo que más genera preocupación y malestar en muchos periodistas. Por eso, para evitar que la reparación sea ridículamente baja, el proyecto debería establecer que se defina en fusión a la unidad impositiva tributaria o a valores equivalentes a los de días multa. Cualquiera que resulte mayor.

Haciendo periodismo me he sentido siempre libre y cómodo para decir lo que pienso y para denunciar irregularidades y delitos sin temor a las normas que sancionan la calumnia y la difamación. Y esto, posiblemente, por una sencilla razón: estoy siempre dispuesto a disculparme y a rectificar cuando cometo un error.

Como ciudadano y como político, en cambio, muchas veces he sido víctima de difamaciones y calumnias y no he conseguido que los autores se rectificaran como era su deber. Es que algunos parecen querer ser intocables, tener patente de corso para difamar sin consecuencias y seguir haciendo del periodismo “el más vil de los oficios”.

Bien haría el Congreso entonces en no asustarse con la oposición al proyecto. Sería mejor anular o reducir las vigentes penas de prisión, y así quitar a los detractores del proyecto el principal argumento para oponerse, pero mantener la inclusión de la reparación civil y añadir la obligación expresa del difamador de rectificar en forma gratuita, inmediata y proporcional, como señala la Constitución.

Sea como fuere, visto el cargamontón contra el proyecto de ley que nos ocupa, es evidente que la frase “otorongo no come otorongo” no solo es aplicable a los congresistas. También lo es a los periodistas. Dicho, por supuesto con todo respeto. El proyecto en cuestión no amenaza la libertad de expresión. Dejémonos de cuentos. Lampadia




Liderazgo fuerte

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

Para salir adelante en situaciones críticas, las naciones requieren liderazgos fuertes. El historiador británico Ian Kershaw analiza en un reciente libro el desempeño de una docena de líderes europeos, incluyendo no solo a los constructores sino también a los nefastos como Lenin, Stalin y Adolfo Hitler. (“Personalidad y poder: Forjadores y destructores de la Europa moderna”, 2022).

Entre los líderes democráticos estudiados por Kershaw, están Winston Churchill, Charles de Gaulle, Konrad Adenauer, Margaret Thatcher y Helmut Kohl. Todos ellos tienen como característica común haber ejercido un liderazgo férreo en momentos decisivos para sus países.

Son conocidos los liderazgos enérgicos de Winston Churchill y Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, en Gran Bretaña.

En Francia, Charles de Gaulle encabezó el Gobierno después de la liberación y, luego de algunos años en el retiro, retomó el mando para resolver la crisis de la Cuarta República y solucionar la guerra de Argelia. Finalmente, resistió con éxito la asonada de mayo de 1968.

Es famoso su imponente liderazgo, que Kershaw resume así: “Su estilo de gobierno se caracterizó por un elevado ritmo de trabajo y una atenta capacidad de escucha y de comprensión de los detalles, lo que, unido al minucioso examen de los argumentos de los ministros y a su extraordinaria memoria, contribuyó a consolidar su autoritarismo instintivo.”

La Alemania de la postguerra tuvo la suerte de contar con un líder de la talla de Konrad Adenauer, un católico conservador que fue alcalde de Colonia hasta que Hitler se hizo del poder y lo destituyó. Después de la guerra, gracias a su formidable liderazgo, el país en ruinas pudo levantarse y reconstruirse, superando su reciente pasado dominado por el nazismo.

Kershaw anota que Adenauer tenía “una tendencia inequívocamente autoritaria. Ya en su época de Colonia mostró rasgos de dictador. Sus adversarios de la izquierda lo llamaban el «Mussolini alemán» o «Duce de Colonia»”.

Y añade, “Creía en el gobierno democrático. Pero, a su juicio, la democracia había que dirigirla, guiarla, manejarla. (…) El carácter de la incipiente democracia alemana occidental llevaba el sello de la personalidad autoritaria de Adenauer. (…) Adenauer combinaba la determinación ideológica con una gran sagacidad táctica, y gestionó las restricciones del sistema democrático con una perspicaz mezcla de manipulación política, seguridad en sí mismo y dirección autoritaria.”

Otro líder alemán que afrontó momentos cruciales para su país fue Helmut Kohl, que estaba al frente cuando se produjo la caída del muro de Berlín y tuvo que lidiar con la reunificación, cosa que no estaba definida en ese momento. Él fue canciller de Alemania Occidental entre 1982 y 1990, y de la Alemania unificada entre 1990 y 1998, más tiempo que nadie desde Bismark.

Según Kershaw, su estilo era “cada vez más autoritario, se basaba muchísimo en las lealtades personales (…) la forma de gobernar de Kohl: una singular combinación de un estilo casi autoritario en la toma de decisiones.”

El punto es que esos líderes marcaron la diferencia entre el éxito y el fracaso en sus países, pues “en el desarrollo de la historia, el liderazgo no ha sido puramente circunstancial, sino un elemento clave.”

En estos casos se trata de líderes que condujeron a sus naciones en el marco de la democracia, pero tuvieron que recurrir a métodos extraordinarios para sacarlas adelante en el contexto de gravísimas amenazas: “al menos algunos de los líderes democráticos más sobresalientes del siglo XX eran por temperamento autocráticos, y que en determinadas circunstancias sus tendencias autoritarias fueron incluso ventajosas. En ciertos momentos críticos, especialmente en la guerra, los procesos políticos lentos y a menudo laboriosos son por lo general inadecuados. Entre los casos abordados aquí, Churchill, De Gaulle y Thatcher tuvieron que tomar decisiones rápidas que, por su propia naturaleza, se saltaban los procedimientos democráticos completos.”

Por supuesto, lo que los diferencia de los dictadores es que no se perpetuaron el poder: “En última instancia, este es el test de los dirigentes democráticos: ¿Están dispuestos a irse si son derrotados o ya no cuentan con el favor de la gente? Los líderes democráticos aquí evaluados se mostraron reacios a dejar el poder. Pero llegado el momento, se fueron… en paz.”

Cómo es obvio, la ausencia de liderazgo en el Perú es una de las principales razones por las que se vive, desde hace años, en una crisis permanente. Lampadia




El caviar nunca debe gobernar

A propósito del reciente intercambio de opiniones sobre los llamados ‘caviares’, estamos rescatando un artículo de Juan Isenrich de hace tres años que sostiene “que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia”.

Efectivamente, quién sabe si el mayor problema de los caviares en el Perú, es que creen promueven más Estado, porque buena parte de ellos, viven del Estado. No creen en la creación de riqueza y como dice Llosa, no saben crear riqueza. 

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia 

Republicado
Juan Llosa Isenrich
Publicado originalmente por Lampadia el 4 de noviembre de 2020

Hay que reconocer que los caviares más notorios de nuestra sociedad han alcanzado posiciones de gestión, influencia y poder dentro del Estado. Se han esforzado por años en hacer notar y hacer valer sus habilidades y conocimientos en diversas materias, tales como la educación, la salud, la filosofía, la sociología, la economía y en muchas otras ramas de las ciencias sociales.

Pero ahora aspiran a más.  Y también nos quieren gobernar poniendo en práctica sus ideas socialistas.

Debemos hacer un esfuerzo para tratar de entender cuál es la causa por la que cuando un caviar gobierna todo sale mal. No parece ser una maldición de dios; debe haber razones para ello. 

Si bien en la Unión Soviética no se les llamó caviares a aquellos que tomaron el poder aprovechándose del desorden al final de la primera guerra mundial, fueron sus líderes con la misma mentalidad quienes hicieron la revolución rusa. Felizmente este experimento ya colapsó, luego de un caos en la producción y por el atropello sistemático de los más elementales derechos individuales. Hoy, con la experiencia vivida, podemos afirmar que no tenían ninguna opción de tener éxito.

La revolución china socialista también fracasó, a pesar de la voluntad de Mao y de los importantes esfuerzos desplegados por sus seguidores. Millones de personas murieron en el experimento y la pobreza de la población no se redujo durante todo el proceso.

Muchos otros países socialistas en Asia y en Europa también fracasaron. Hasta los disciplinados, cultos, expertos y comunitarios alemanes de la República Democrática Alemana sucumbieron a las limitaciones de la producción de bienes y servicios y a la ausencia de las mínimas libertades individuales.

Quedan 2 gobiernos socialistas en el mundo y son Cuba y Venezuela. Seguro que por ahí hay algún otro. Su fracaso es solo cuestión de tiempo. Mejor dicho, ya fracasaron, pero nadie logra botarlos a patadas del poder por su incapacidad para producir, reducir la pobreza y mejorar la vida de sus ciudadanos.

Todos estos países que eran socialistas y que han adoptado economías de mercado libre, ahora progresan a alta velocidad. China está por convertirse en la primera potencia mundial, ya es el primer exportador, su tasa de crecimiento anual es extraordinaria y sacaron a cientos de millones de personas de la pobreza.

El caviar es una persona que tiene un candado mental. Este candado instalado misteriosamente en su sistema cognitivo determina que le resulte imposible siquiera analizar algunos aspectos fundamentales de la sociedad humana y de las motivaciones de los individuos.

El caviar no puede entender lo que es una economía de libre mercado, tampoco comprende cual es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de un país. Le resulta imposible listar los derechos individuales de un ciudadano, sin confundirse con temas como el derecho a la educación, al agua potable, a la salud, al internet, etc.

El caviar está convencido de que el gobierno puede crear riqueza para el progreso de la sociedad. Cree firmemente que los funcionarios públicos tienen la voluntad, la motivación, el coraje y que pueden desplegar el esfuerzo suficiente para crear empresas eficientes y competitivas.

El caviar generalmente es una persona con un cociente intelectual alto, ha estudiado una carrera profesional con esmero y con éxito, es un individuo sensible. No hay ninguna razón para menospreciarlo. Es una tragedia que tenga instalado este candado mental, del cual no es consciente. El caviar puede ser un excelente artista, un muy buen sacerdote, un gran programador de computadoras, y muchas otras cosas más.

Pero los caviares nunca deben gobernar.

Cuando lo hacen cometen errores graves y destruyen el tejido productivo de la sociedad. Lo hacen sin querer, involuntariamente, al tomar decisiones que afectan al país sin haber entendido asuntos básicos como qué es una economía de mercado, cómo los consumidores votan todos los días al elegir libremente los productos que consumen y cuál es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de la nación, quienes con voluntad férrea, coraje e innovación  dedican todos sus esfuerzos para servir a los ciudadanos y están permanentemente motivados a hacerlo, ya que de ello dependen sus ganancias e ingresos.

Las políticas y decisiones gubernamentales de los caviares, en los importantes temas de la creación de la riqueza, abastecimiento y servicio a los ciudadanos, desarrollo de la producción, de la innovación, se basan en conceptos totalmente errados y, como consecuencia de ello, los resultados de estas políticas y estas decisiones serán desastrosos para la sociedad.

Soy un convencido de que la mayoría de los caviares son personas con buenas intenciones. Muchos proceden de familias acomodadas y por ello han tenido las mejores oportunidades para educarse. Si ellos pudieran elegir, no serían caviares. El candado cognitivo no lo escogieron ellos, se los instalaron sin pedirles permiso.

Un ambiente familiar donde todas las necesidades básicas están resueltas, con ingresos familiares estables, comida, seguridad, vestido y afecto, es un campo fértil para la instalación del candado mental.

El jefe de familia, empleado de una empresa o funcionario público, que no vive día a día los retos a los que se enfrentan las empresas, no le transmitirá a sus hijos la motivación suficiente para interesarse en ellas y en el mercado.

Cuando la educación es dogmática en una institución religiosa contribuye a la instalación del candado cognitivo. El enfoque de esta institución no es el desarrollo de sus alumnos para competir en un mercado libre, produciendo bienes y servicios cada día con mayor calidad y menor costo, más bien le dará la mayor prioridad a inculcar los valores de justicia, igualdad, compasión, caridad y apoyo social.

Los programas educativos diseñados por el gobierno, contienen poco sobre el desarrollo de la producción y sus dificultades. Muestran a la sociedad como una maquinaria en funcionamiento automático, donde los principales líderes son los gobernantes.  No se analizan las dificultades que existen para crear riqueza, para crear empresas y para producir. Los héroes son únicamente aquellos que de alguna forma murieron en una guerra. Los líderes de la creación de riqueza y empleo quedan en el olvido dentro del contenido escolar y universitario.

Aquel joven que tuvo el privilegio de recibir toda esta educación familiar, escolar y universitaria, es muy posible que termine siendo un caviar y que, involuntariamente, tenga instalado un candado mental que le impida entender la realidad productiva del país y vislumbrar los caminos que hay que seguir para aumentar la producción, el empleo y en general la riqueza de la nación.

Es difícil para un caviar abrir su candado mental. Él ha tenido éxito en todos sus estudios y trabajos, su ambiente familiar y de los amigos lo felicitan por ello y lo impulsan a seguir adelante. Él se siente un triunfador y está convencido de que tiene mucho que aportar para el desarrollo del país y va por más. No tiene motivación alguna para romper su candado, si ni siquiera sabe que lo tiene.

No tiene los incentivos para emprender el duro camino de estudiar en profundidad cómo se desarrollaron otras naciones y cuáles son las verdaderas motivaciones de los ciudadanos, para lo que yo le recomendaría, con mucho cariño porque el país lo necesita lúcido, que dedique todo un año a estudiar cuidadosamente lo escrito por el inglés Adam Smith en el siglo 18 sobre el desarrollo económico en Inglaterra y, también, a la rusa nacionalizada norteamericana Ayn Rand en el siglo 20 sobre la ética del capitalismo, al que llamó el ideal desconocido. 

Seguramente que Angela Merkel, nacida y educada en la Alemania comunista lo hizo en su oportunidad, al igual que Deng Xiaoping y los principales dirigentes del partido comunista chino, los líderes rusos, polacos, etc. y quién sabe hasta Alan García en su largo exilio en Europa. Este tema debería formar parte del contenido de todos los estudios universitarios.

Pero insisto en que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia. Lampadia




El valor de una sonrisa

Por: Patricia Teullet
Perú21, 5 de Junio del 2023

“En Operación Sonrisa participan médicos voluntarios del país y del exterior. Si bien hay apoyo de entidades estatales, realizan una tarea que el Estado debería estar desarrollando permanentemente”.

Esmín tiene 4 años y medio, y nació con una condición de labio fisurado bilateral. Vilma, su madre, se dedica a la crianza de gallinas, pollos y terneras, y al cultivo de papa, maíz y cereales para alimentar a su familia y como medio de subsistencia para mantener a sus dos hijos. El padre de Esmín abandonó a la familia cuando vio que su hijo nació con el labio fisurado. Vilma, sea por vergüenza o para protegerlo de las burlas de los otros chicos, optó por mantener al niño encerrado, sin poder salir a jugar con su hermano ni los otros niños del pueblo.

Vilma y sus hijos viven en Sartimbamba, un poblado a tres horas del Centro Hospitalario más cercano y a 10 horas en bus de la ciudad de Trujillo. Cada 15 días viajaba hasta el hospital para consultar si podían ayudar y atender a su hijo. Sin embargo, recibía la misma respuesta siempre: “Para ese tipo de atenciones necesita viajar a Lima”. Es decir, a 22 horas de distancia en bus.

Una prima de Vilma descubrió Operación Sonrisa Perú a través de las redes sociales. Encontró que había en Lima un programa quirúrgico para pacientes con la misma condición que Esmín y contactó a la organización. Con la ayuda de su prima y los vecinos (que hicieron una colecta), Vilma venció sus temores y subió al bus camino a Lima.

En Lima, Esmín y su mamá conocieron a otros padres y niños con el mismo problema (labio fisurado o paladar hendido —ya no se le llama labio leporino—, cuyas causas son varias pues, entre otras, puede tratarse de un problema hereditario, malnutrición, humo por cocina a leña dentro del hogar o exposición a pesticidas en el campo durante el embarazo) y se sometió a Esmín a la operación que necesitaba. No más encierros para Esmín; ahora por fin aparece con su gran y hermosa sonrisa en las fotos de las que antes era excluido.

En Operación Sonrisa participan médicos voluntarios del país y del exterior. Si bien hay apoyo de entidades estatales, realizan una tarea que el Estado debería estar desarrollando permanentemente: operaciones gratuitas en Lima y también en otras localidades. En el Perú, con lo que recaudan a través de donaciones de personas naturales y empresas, operan de manera gratuita a alrededor de 300 pacientes al año (nacen anualmente 900 con este problema que trastorna por completo la vida del niño y de su familia).

Durante estos días, a través de Yape, Plin o una donación en cuenta, se está llevando a cabo la campaña de recolección de fondos para Operación Sonrisa. La información se puede encontrar en su página web www.operacionsonrisa.org.pe. A veces una sonrisa es mucho más que una sonrisa. Es el resultado de un milagro. Y está a nuestro alcance realizarlo.




La maldición del ganador

Por: Diego Macera
El Comercio, 6 de Junio del 2023

“La empresa que crece aquí, en vez de beneficiarse ella y sus trabajadores, es víctima de su propio éxito”.

En teoría de subastas hay un fenómeno popularmente conocido como la “maldición del ganador”. La lógica es simple. En una subasta tradicional –en la que gana el postor de la oferta más alta–, con suficientes participantes e información incompleta sobre lo que se está subastando, es muy posible que el ganador esté pagando de más. Imaginemos, por ejemplo, la subasta de un campo petrolero sobre el que se sabe poco de la cantidad real de hidrocarburos que contiene. La feliz empresa ganadora bien podría darse con la terrible sorpresa de que el resto de los participantes tenía razón en valorar mucho menos ese mismo campo.

Pero en el Perú se cultiva otro estilo de la “maldición del ganador”, uno más elemental. Este consiste, en resumen, en hacer más difícil el trabajo de quien sea que esté haciendo las cosas bien. Los casos abundan. Se pueden tomar, por ejemplo, la Ley de Promoción Agraria (LPA). Aprobada hace más de dos décadas, la norma fue un pilar fundamental en el ‘boom’ agroexportador que permitió al Perú estar entre los primeros exportadores globales de espárrago, uvas y arándanos, entre otros alimentos.

Eso significó no solo más inversión y divisas, sino también más trabajo. De hecho, la agroexportación fue el sector que más empleos en planilla creó en los últimos años y estos estuvieron mucho mejor remunerados que el promedio agrícola. De acuerdo con el estudio de Renzo Castellares y Omar Ghurra, del Banco Central de Reserva (BCRP), “en el largo plazo la LPA habría aumentado los ingresos de los trabajadores formales entre 52% y 115%”. ¿Cuál fue la respuesta, entonces, de parte del Congreso de ese momento ante el éxito del sector? Buscar mecanismos que lo hagan menos dinámico, y eso fue lo que hizo en diciembre del 2020. En cierto sentido, en donde aplica la “maldición del ganador”, la agroexportación ganó demasiado protagonismo para su propio bien.

La misma reflexión se puede hacer para el crecimiento empresarial. Bajo el sistema peruano actual, una empresa a la que le va bien y empieza a captar cada vez más clientes se topará pronto con obstáculos administrativos, laborales y tributarios que hacen muy cara su expansión. La contratación de su trabajador número 21, por ejemplo, le costará entre el 5% y el 10% de sus ganancias anuales, porque es a partir de entonces que arranca la repartición de utilidades entre trabajadores. ¿Qué incentivos tendrá entonces la empresa emergente para contratar a un trabajador adicional tan costoso? Muy probablemente, perderá plata con esa contratación, aun si el trabajador es muy productivo. Lo mismo sucede con esa venta adicional que empujará a la compañía por encima del umbral a partir del cual se empieza a pagar un 29,5% de impuesto a la renta. En suma, la empresa que crece aquí, en vez de beneficiarse ella y sus trabajadores, es víctima de su propio éxito.

La solución es obvia. Si hay sectores o empresas que crecen y a los que les va cada vez mejor, lejos de penalizar su progreso, debe promoverse su expansión continua y tomarse las lecciones que hicieron posible su despegue para intentar emularlas en otros destinos. Hoy, nuestra versión criolla de la “maldición del ganador” es uno de los grandes obstáculos para dinamizar la economía, y se repite en cualquier empresa o sector que destaca, con presiones políticas para jalarlos hacia abajo. La diferencia con la maldición original es que en estos casos el castigado no es el que calculó mal su apuesta, sino precisamente el que la calculó bien.