Por: Rolando Arellano
El Comercio, 21 de junio de 2021
Más que dos grupos de peruanos confrontados ideológicamente, existen 12 tipos de votantes del 6 de junio. Quien gobierne debe considerarlos a todos, a falta de lo cual tendrá problemas desde el inicio de su mandato. Veamos.
Está el 33% de los ciudadanos que no votó por nadie: 1) Los ausentes: el 25,5% que no se presentó a votar; y 2) Los ninguno: el 7,5% que por convicción o falta de ella votó en blanco o viciado.
Entre los que marcaron la K habría cinco grupos: 3) Los viva Fujimori: quienes creen que Alberto Fujimori hizo un gran gobierno y votaron por quien consideran su heredera; 4) Los mejor Keiko: aquellos que, sin convicción, votaron por FP desde la primera vuelta, al ver la pobre oferta electoral; 5) Los Gobierno capaz: los conscientes de la poca preparación de Perú Libre, que votaron por alguien más preparado para gobernar; 6) Los no al comunismo: que reaccionan contra cualquier planteamiento radical; y 7) Los no a Cerrón: quienes, en Junín y fuera, votaron contra la corrupción del presidente de Perú Libre.
En el grupo que marcó el lápiz habría también varios segmentos: 8) Los ultraizquierda: que votaron por los planteamientos de Cerrón desde el inicio; 9) La otra izquierda: los que votaron por Mendoza y similares, sin apoyar los extremos de la ultraizquierda; 10) Los como yo: Personas de extracción popular que se identificaron con la figura del maestro de escuela; 11) Los reivindicación provinciana: ciudadanos, más de la sierra, que protestaban contra el centralismo limeño; y 12) Los Fujimori nunca más: jóvenes que ven en K a la representante del peor fujimorismo.
¿Qué conclusiones podemos sacar de este análisis? Primero que el 50/50 electoral es en realidad 33/33 de los ciudadanos, si descontamos a los ausentes del voto. Segundo, que salvo el pequeño grupo de “ultraizquierda”, el tercio que votó por el lápiz no lo hizo por sus propuestas (poco definidas). Igualmente, exceptuando a los “viva Fujimori”, el tercio de peruanos que marcó la K no lo hizo por ella, sino contra la opción opositora. Tercero, que quienes ven aquí una confrontación de extremos ideológicos debieran preguntarse si la duda y la moderación, más que el extremismo, no serían más bien los aspectos que mejor definen a los peruanos en estas elecciones.
¿Qué enseñanza práctica debería recoger quien asuma el poder? Que en lugar de creer que tiene el sólido respaldo de sus votantes, entienda que asumir posiciones extremas lo enfrentará a 11 de los 12 tipos de votantes existentes, a los que no votaron, votaron en contra o votaron por él o ella solo por razones circunstanciales. El 90% de peruanos espera un gobierno sin extremismos, sectarismos, ni abusos. Que tengan una buena semana.