Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
El lamentable fallecimiento del congresista Hernando Guerra-García, puso en evidencia una realidad inaceptable del sistema de salud en el Perú. Resulta que, al sentirse mal, lo llevan a la posta médica de Punta Bombón en Islay y encuentran que no hay atención sino hasta las 19:00 horas, y luego de trasladarlo a un hospital de la seguridad social, sólo les quedó certificar su fallecimiento.
Como se ha revelado, existía un convenio entre el Gobierno Regional de Arequipa y Southern Copper Corporation (SCCO), por el que la compañía asumía el costo del número suficiente de médicos requeridos para esa población y que la posta pueda también atender 24 horas al día, tal como funcionó por varios años.
Lamentablemente, la mezquindad ideológica y antiminera de un delincuente como el exgobernador Cáceres Llica, llevaron a este individuo a negarse a renovar ese convenio, exponiendo a la población de Punta Bombón y a sus visitantes, a un completo abandono sanitario.
Este no es un caso único ni aislado, es una realidad del servicio de salud pública a nivel nacional. El problema esencial parte con la falta de vocaciones para el estudio de medicina, el que se agrava porque quienes estudiaron medicina, al graduarse prefieren instalarse en Lima, donde encuentran un más amplio mercado, y dentro de ella, en los distritos más pudientes, donde pueden tener una mayor exposición a desafíos profesionales, práctica más activa de su profesión, participación de un clúster médico que los mantenga más actualizados profesionalmente, además de vigentes en su red de contactos profesional, al margen de generar mayores ingresos. Por otro lado, hay un envejecimiento del “establishment” médico, por lo que ya se empieza a sentir la ausencia de profesionales médicos suficientes para la práctica y enseñanza de la medicina.
El Perú cuenta con sólo 68,761 médicos activos. Ni qué decir de los especialistas, tales como: Cardiólogos 1,268 en total, Intensivistas 750, Internistas 3,003 o Cirujanos Generales sólo 3,113, por mencionar algunos.
Por estas razones, viene siendo tan difícil cubrir las plazas médicas que se están abriendo en los nuevos hospitales y postas médicas de la reconstrucción con cambios. A este paso, vamos a quedarnos sin médicos suficientes para la atención a nuestra población.
Todo indica que debemos realizar algunas acciones, unas urgentes y otras permanentes.
Debemos hacer un esfuerzo nacional por generar los incentivos y aumentar las vocaciones por la profesión médica.
Paralelamente, debemos inducir a los médicos que van dejando la actividad cotidiana, a ejercer la docencia y, en la medida que les sea posible, hacer telemedicina y consultas remotas.
Debemos hacer convenios con universidades privadas y otorgar subsidios a los estudiantes de medicina para su formación en las universidades particulares (medicina es una carrera muy larga como para que el estudiante no genere ingresos durante todo ese tiempo).
Enviar a jóvenes estudiantes de medicina al exterior, con el compromiso de regresar al Perú, con estímulos económicos y,
finalmente, tratar de rescatar a médicos peruanos que hayan sido captados en el exterior, para su retorno.
Creo que debemos, entretanto, ser creativos y apoyarnos en la tecnología. Debemos impulsar la conectividad a nivel nacional y preparar un gran número de técnicos médicos, de forma tal, que podamos realizar con ellos, telemedicina, atención de consultas remotas, dirigir ciertos procedimientos médicos de emergencia para brindar solución de problemas de salud y de emergencias accidentales en lugares remotos del país, donde es muy difícil mantener a un profesional médico, aislado de su medio profesional.
Por otro lado, debemos establecer mejores condiciones de trabajo para los médicos, brindarles facilidades operativas, con instrumental y equipamiento médico adecuado, mantenido y renovado oportunamente, apoyo logístico para su tarea y servicios de sistemas de información, no sólo para la gestión administrativa de las consultas y atenciones, sino también para el manejo de las historias clínicas, en una base de datos centralizada y accesible a nivel nacional, con una red de comunicaciones, a partir de la Red Dorsal de Fibra Óptica Nacional, cuyo uso no debe postergarse más.
Finalmente, el Perú debe incorporar en sus sistemas y procedimientos médicos la Inteligencia Artificial (IA), para reducir la carga de atenciones presenciales, a lo que realmente amerite una atención personal y presencial. En ese sentido, el apoyo de técnicos médicos sería fundamental, pues harían el tamizaje inicial, cargarían al sistema la sintomatología de los pacientes, coordinarían los análisis de laboratorio solicitados por el sistema y coordinarían con los médicos los resultados y diagnósticos reportados por IA.
Debemos ser conscientes, que cada vez será más difícil captar médicos jóvenes que quieran instalarse en lugares remotos, aislarse de su mercado y de la práctica intensiva de su profesión y especialidad, alejarse de los clústeres médicos especializados y de la información y avances más recientes de su profesión.
Si no adoptamos soluciones creativas, con apoyo de la tecnología moderna, vamos a perder profesionales y decaeremos, aún más, en la capacidad de atención de salud, que nos resulta tan urgente y necesaria. Lampadia