Por: Lampadia
El primer desafío del gobierno de Merino es consolidarse
El primer desafío del gobierno de Merino es consolidarse frente a la resistencia que se ha movilizado en las calles, sobre la que se pueden montar designios políticos antisistema. Para ello debería desarrollar una estrategia de comunicación eficiente e inteligente que desactive las acusaciones falaces que se hace acerca de las supuestas motivaciones de la vacancia, que demuestre que constitucionalidad de la medida y que refute la tesis de que se hizo para dar marcha atrás en la reforma universitaria.
Diplomacia telefónica
Parte de esa estrategia debería ser la diplomacia telefónica que debería desplegar el propio Antero Flores Araoz para explicar dicha constitucionalidad, por ejemplo, al secretario de Estado norteamericano, al secretario general de la OEA, y a presidentes vecinos.
Oportunismo de pre candidatos como Julio Guzmán
Por supuesto, algo que no podrá controlar es el oportunismo de pre candidatos presidenciales como Julio Guzmán, que ha aprovechado el hartazgo de la población para resucitar su candidatura llamando a la insurgencia. Lo mismo en el caso de Verónika Mendoza, que lo que quisiera es crear una ola de movilizaciones que termine en la demanda de cambio de Constitución. El triunfo de Arce en Bolivia podría ayudarla en ese objetivo en el sur.
Este Ejecutivo sí podrá ser contrapeso
Una de las razones por la que la vacancia presidencial no era conveniente, era que un gobierno del Congreso no ofrecería contrapeso a las iniciativas populistas y clientelistas del Congreso. Sin embargo, el gabinete presidido por Antero Flores Araoz sí garantizaría un contrapeso. Primero, por la calidad de sus integrantes, que es superior a la del gabinete anterior. Segundo, por la capacidad del ministro de Economía, José Arista, un economista muy serio y conocedor del tema fiscal, y además provinciano y ex gobernador de Amazonas, de modo que sin duda se podrá comunicar eficientemente con los congresistas. De otro lado, el propio presidente del congreso, Luis Valdez, ha prometido un manejo responsable del Congreso, y que las leyes que se aprueben vayan a solucionar problemas, no a generarlos.
Ejecutivo anterior no pudo ejercer contrapeso
Es posible, entonces, que la concertación entre ambos poderes para mejorar la calidad de las leyes tendrá mejores perspectivas que con el gobierno anterior, que solo pudo contener iniciativas populistas en el caso de la ley de congelamiento de deudas. No ocurrió lo propio con la ley de devolución de fondos de la ONP, cuyo costo sería de 18 mil millones de soles, que fue observada y las comisiones congresales archivaron el proyecto sustitutorio enviado por el Ejecutivo y aprobaron la insistencia. Próximamente debemos ver también si el Ejecutivo observará, como debería hacer, la segunda ley de retiro de fondos de las AFP, que el Ejecutivo tampoco pudo contener en las comisiones.