Jaime Spak
Para Lampadia
Pedro Castillo prácticamente se ha convertido en inquilino precario de Palacio, como consecuencia de los numerosos escándalos extra gubernamentales que se han originado desde que asumió la presidencia.
Todos nos estamos rompiendo la cabeza viendo cual es la fórmula constitucional para que este desastre de gobierno llegue a su fin.
Sin embargo, pronto seremos testigos que Castillo se ira por otros motivos.
Recordemos a la famosa Matilde Pinchi Pinchi, y la caída del gobierno de Fujimori.
Luego de la Re-re -elección de Fujimori, si no fuera por los vladivideos nunca se hubiera descubierto la cantidad de tropelías que se habían producido en los últimos años de su gobierno.
Sin embargo, un problema sentimental en la cual la Pinchi Pinchi se sintió engañada por Montesinos, generó que esta mujer se apropie de algunos videos de su queridísimo amante y lo ponga a disposición de la opinión pública.
En medio del escándalo se convirtió en testigo protegida y colaboradora demasiado eficaz.
Esta mujer que le manejaba todas las finanzas a Montesinos no piso cárcel alguna ni por un minuto.
El gran problema político, al final se decantó por un lio de faldas.
Haciendo un paralelo con lo que sucede ahora podemos ver que Castillo está siguiendo la misma senda.
La precariedad de Castillo es tan elocuente, que se alió a personas con oscuros antecedentes.
La nueva famosa Karelim López, ahora es colaboradora eficaz de la fiscalía, pero esta mujer no es la Madre Teresa de Calcuta, ni mucho menos.
Es una lobista de larga data que venía haciendo oscuros negocios con el Estado desde mucho antes del gobierno de Castillo.
Pero seguro al estar Castillo desprovisto de buenos asesores, cayó en la red de esta mujer aupada por su íntimo Bruno Pacheco y que ahora se ha convertido en la principal acusadora de todo lo malo de Castillo.
Pacheco tampoco es el hombre más probo de la tierra, sino todo lo contrario.
Este señor que vivía en el asentamiento Humano Mariscal Castilla fue denunciado por sus propios vecinos de apropiarse del dinero generado por los alquileres de las losas deportivas y un local comunal. Incluso, indican que dejó el cargo sin rendir cuentas de los ingresos económicos y no concretó las obras proyectadas en favor de los vecinos.
Este ladronzuelo de poca monta era el secretario general de Palacio, el que guardaba US$ 20,000 en el inodoro.
Y para colmo de precariedad, sus ingenuos sobrinos no tuvieron la capacidad de conseguir mejor aliado para cometer sus fechorías que el hoy famoso Zamir Villaverde, otrora jefe de Pacheco en una de sus empresas.
La receta perfecta para delinquir. Tener al trio sensación de aliados dentro de palacio.
Este señor Villaverde, perteneció a la Fuerza Aérea del Perú y fue dado de baja y degradado públicamente en el año 1999.
El delito: en sus días de franco se dedicaba a asaltar a la gente.
Unos años más tarde de ello fue detenido en flagrancia durante un asalto a la pizzería Donatello y condenado a 10 años de prisión.
De la manera más increíble a los dos años obtuvo su libertad.
Así funciona nuestro país.
Gran precariedad de instituciones.
Este oscuro personaje es el que en complicidad con los sobrinos de Castillo tejió una red de corrupción que se enquisto en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones para poder direccionar las licitaciones a empresas que eran allegadas a Karelim López.
Es decir, estos jóvenes sí que se las traían, pues empezaron a ejecutar su plan apenas Castillo asumió la presidencia, por ello es por lo que esas reuniones las hicieron en la casa de Breña y no en el Palacio para que no quede huella del delito.
Estos ingenuos sobrinos fueron deslumbrados por Villaverde el cual le puso a su disposición Camionetas del año, les alquilo departamentos en zonas residenciales, les compraba costosos relojes y ropa y como cereza de la torta les enviaba cariñosas damiselas para que pasen sus noches mejor acompañados.
Si en lugar de este trio, se contrataba al loco Perochena, al cojo Denis o al cabecilla de Los Destructores hubiera sido lo mismo.
Como es posible que esta calaña de gente haya tenido acceso a los más altos niveles de la administración pública.
Solo por eso Castillo debería de ser vacado: por comisión u omisión.
Lo único realmente raro de lo que ha sucedido la última semana es que Villaverde en lugar de declarar sobre la corrupción en el MTC empieza a hablar sobre el fraude electoral.
No será una intención de desviar la opinión pública y de manera tangencial blindar a Castillo.
No hay que ser ingenuos, repito el señor Villaverde es un delincuente de cuello y corbata, que como repito incluso ha estado en la cárcel por delitos comprobados.
Pero como dice la canción de Héctor Lavoe, Todo tiene su final, curiosamente ni el congreso, ni el JNE, ni el Tribunal Constitucional, lograran lo que se generara por acción de estos angelitos, el Brunito, la Karelim y el Zamir.
Es decir, la precariedad de nuestro gobernante es tal que podrá utilizar a todo su portátil, al inefable Vladimir Cerrón, al colérico Aníbal Torres, a la deslenguada de Kelly Portalatino o al malcriado de Puka Bellido para salvarse de la vacancia, pero lo que no lograra es que estos personajes de dudosa reputación sean los que se traigan abajo este nefasto gobierno.
Castillo sabe que si renuncia acabara en la cárcel en muy poco tiempo, así que no nos sorprendería que haga una negociación al más alto nivel para irse en calidad de asilado a Bolivia.
No creo que ni Venezuela lo reciba.
El principal problema que vemos es que Castillo sabe que no tiene salida ni salvación, ni siquiera que llame a un nuevo gabinete, pues ninguna persona decente osaría entrar a trabajar con el profesor después de todo lo que se ha revelado.
Estamos próximos a un episodio muy triste de nuestra historia republicana, en donde veremos a un pobre presidente huir del país a buscar refugio en donde seguirá siendo inquilino precario. Lampadia