Jaime Spak
Para Lampadia
En la historia de la humanidad las fechas llevan un adicional que es a.c. o d.c. y se refieren a hechos ocurridos antes o después de Jesucristo.
Haciendo un impertinente paralelo con la historia peruana, podemos hacer una analogía utilizando esas letras para definir hechos ocurridos antes de Castillo o después de Castillo.
Estamos ante un gobierno que va a pasar a la historia por la densidad de hechos negativos que han ocurrido en solo nueve meses, es decir cantidad de desaciertos/número de meses en el poder.
Antes de Castillo, el Perú era un país admirado por una economía abierta que atraía inversiones y que era ejemplo de prosperidad, de haber logrado bajar la pobreza en casi 40 puntos, de haberse convertido en un destino gastronómico en poco tiempo, en exportador agrario, y en un país que apoyaba la minería.
En estos diez meses no se ha hecho nada significativo para atraer inversiones, en realidad se ha espantado sobre todo con la minería, paros en Las Bambas, falta de agua en Cuajone, toma de carreteras por cualquier motivo.
Antes de Castillo los presidentes daban la cara a la prensa y declaraban con total naturalidad y transparencia, desde que asumió Castillo ni una vez se ha permitido a la prensa acercarse al presidente para escuchar sus declaraciones, en lugar de ello, se crea cordones de seguridad, agresiones a los pocos periodistas que lograron acercarse a Castillo.
Antes de Castillo los gabinetes eran dirigidos por personas probas y en la gran mayoría de casos los ministros estaban en esos lugares por méritos profesionales o académicos. Después de Castillo, ministros que dan vergüenza: Puka Bellido con sus insultos en quechua y español, Mirtha Vásquez que incendiaba la pradera con un mensaje anti minero, Valer que duro lo que dura un suspiro y Aníbal Torres, que ha demostrado un desprecio total por la gente.
La mayoría de los ministros o son gente incompetente, o tienen delitos ya sea por agredir mujeres o por hechos que se están ventilando en el poder judicial, incluso casos de asesinatos.
Antes de Castillo, los presidentes eran profesionales que por mas que uno pudiera estar a favor o en contra era gente con conocimientos en la conducción del país.
Después de Castillo, nos encontramos con un presidente ignorante, copión, mentiroso y sobre todo intentando por todo medio de dividir a los peruanos.
Antes de Castillo ningún presidente (antes del año) había sido acusado de pertenecer a una banda criminal. Después de Castillo imputaciones muy graves y sobre todo recibir a posibles contratistas del estado en la casa de Breña para que luego ganen jugosas licitaciones.
Antes de Castillo los familiares del presidente eran gente que ayudaban al presidente de manera honesta.
Después de Castillo los hijos de sus hermanos están fugados y con orden de prisión, y eso en solo 9 meses de gobierno.
Antes de Castillo incluso las empresas estatales las lideraban profesionales competentes.
Después de Castillo estas mismas empresas están dirigidas por gente que deja mucho que desear, no nos olvidemos de Indecopi, Essalud, Petroperú, entre otros.
No deseo perder la objetividad, incidiendo que antes de Castillo todo era color rosa, pues sino no tendríamos a un expresidente en la cárcel, a otro que se quitó la vida para evitar que lo juzguen, a otro con arresto domiciliario y a otro a punto de ser extraditado al Perú para enfrentar juicios por corrupción.
Y creo que ellos son los principales culpables de haber llegado a esta situación, incluyendo el nefasto gobierno de Vizcarra.
El hartazgo de la población ante tanto mal gobernante hizo que un desconocido profesor de primaria, sin ningún mérito, gane la presidencia.
Antes de Castillo, justo unos meses para las elecciones las encuestas nos mostraban un escenario muy sombrío con candidatos como Lezcano, De Soto, López Aliaga, Keiko, que se disputaban un liderazgo muy pobre con no mas de 13% de preferencias, por eso la atropellada suave de Castillo en las últimas semanas logró que ganara en primera vuelta y que a pesar de los esfuerzos de Keiko la derrotara por 43,000 votos en la segunda vuelta.
Castillo no ha entendido en estos 9 meses de gobierno que casi la mitad de la población votó en contra de él y que ahora casi el 80% desea que deje el poder.
El gran problema que vemos es que nos esperará después de Castillo.
Esa es la gran incógnita que nadie puede responder.
¿Qué sucederá después de Castillo?
Lampadia