Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 10 de julio de 2023
Para Lampadia
El titular del presente artículo está inspirado en el célebre “ser o no ser…” del genial William Shakespeare (1565 – 1616). La genialidad está en la sencillez y en el profundo sentido existencial de la expresión. ¿Ser o no ser? ¿Cómo debemos afrontar la vida y el destino? ¿Ceder a la tentación de las soluciones fáciles y sumisas, o actuar con determinación frente a la realidad, tal y como es? Para el genial Shakespeare, el dilema hamletiano se refiere a la disyuntiva extrema de optar entre vivir o morir. ¡Esa es la cuestión!
Aplicada a la coyuntura peruana actual, la cuestión es: ¿ser patriótico o no? ¿Amar al Perú y desearle lo mejor, o no?
No ser patriótico, en las actuales circunstancias, es ser un vándalo que bloquea carreteras, destroza aeropuertos, incendia comisarías, agrede a policías, saquea mercados y demás.
No ser patriótico, en las actuales circunstancias, también es ser sumiso, pusilánime o cobarde… ¡esa es la cuestión!
Los antipatriotas peruanos, que ciertamente los hay, van a actuar, cada cual a su manera. Los cobardes van a observar, hablar, opinar, diagnosticar, pero nada más. Otros, más cobardes aún, van a tirar la piedra y esconderán la mano. Alentarán el vandalismo, propalarán odios y amarguras, revelarán sus complejos de inferioridad, pero se esconderán detrás de seudónimos en sus cuentas de Twitter o TikTok.
La pregunta entonces es ¿qué debemos hacer los patriotas frente al accionar de los antipatriotas? La respuesta de los cobardes es – nada, no hagamos nada… para eso está el Estado –. Y en parte, tienen razón. En condiciones normales, los estados están para velar por los derechos de sus ciudadanos al libre tránsito, a la libertad de trabajar, a la seguridad y protección de la propiedad pública y privada, etc. Más aún, la Policía Nacional del Perú (PNP) está para protegernos de los delincuentes, y para protegerse a sí misma. Eso dice la teoría.
Sin embargo, contra lo que dice la teoría, el Estado peruano – nuestro Estado – está en otra. No nos protege de los delincuentes. Al menos, no en la medida que todo Estado mínimamente eficaz, debe proteger a sus ciudadanos.
Entonces, reitero la pregunta y la amplío: ¿qué debemos hacer los patriotas frente al accionar de los antipatriotas, sabiendo que el Estado – nuestro Estado – no nos protege eficazmente? ¡Esa es la cuestión!
Bueno pues, como mencioné en un artículo anterior, los peruanos estamos ante disyuntivas parteaguas: ¿libertad o tiranía? ¿democracia o dictadura? ¿civilidad o barbarie? Así estamos. La alternativa del diálogo es inútil… incluso, ingenua. En cualquier otra circunstancia – siempre – el diálogo es la mejor alternativa. Pero no en este caso. Dialogar con vándalos o terroristas que buscan el caos y la anarquía, no tiene sentido.
Insisto. No me refiero a aquellos ciudadanos que protestan justificada y civilizadamente por los pésimos servicios que el Estado está obligado a brindarnos: agua, salud, educación y seguridad. Yo también protesto por ello. Todos debemos protestar contra el Estado corrupto e inoperante que tenemos.
Pero en la lucha contra la tiranía y la barbarie son ¿ellos o nosotros? Uno de los dos tiene que sucumbir. Ellos y nosotros somos mutuamente excluyentes… somos incompatibles. No es posible convivir – ellos y nosotros – en armonía. No es posible convivir – ellos y nosotros – en paz y prosperidad. Repito. Así estamos. Y el Estado – nuestro Estado – está en otra. ¡Esa es la cuestión!
A lo que quiero llegar, es que no queda otra sino luchar. No esperemos que el Estado nos defienda, porque no lo va a hacer. Y si lo hace, lo hará a medias.
Sigamos el gran ejemplo de aquellos compatriotas de Puno, Cusco y Arequipa – de los que se habló muy poco, en su momento – quienes, en medio de los saqueos y destrozos de enero y febrero pasado, salieron a las calles y enfrentaron valientemente a los vándalos. ¡Ese es el ejemplo de patriotismo que debemos seguir!
No hay cabida para soluciones fáciles o sumisas… y menos, para la cobardía.
Cuando bloqueen carreteras e impidan el libre tránsito, salgamos todos – choferes, pasajeros, trabajadores, estudiantes, y ciudadanos en general – a desbloquear las vías. ¡No hay derecho que atenten contra la vida de niños, mayores y personas enfermas! ¡No hay derecho que atenten contra el empleo y el sustento de tantos trabajadores! Cuando destrocen aeropuertos o quemen locales públicos o privados, salgamos a defender el patrimonio de nuestro país. En la medida de lo posible, identifiquemos a los vándalos, filmémoslos, grabémoslos, tomémosles fotos, para luego denunciarlos penalmente.
CÍVICA, la Asociación Cívica del Perú (https://civica.pe/wp/) a la cual represento, está a disposición de todos los peruanos que se sientan vulnerados en sus derechos constitucionales al libre tránsito, a la libertad de trabajar, a la libertad de expresión, a la propiedad privada, a la seguridad personal, a la igualdad ante la ley… sin que el Estado haga nada por defenderlos. A la fecha, tenemos 6 denuncias penales por bloqueos de carreteras en proceso: Ica, Virú, Urcos, Espinar, Chumbivilcas y Pisco. Y pronto interpondremos 2 denuncias más: Gamarra y Loreto. Y no vamos a parar hasta que el Poder Judicial dicte las sentencias que correspondan… cueste lo que cueste, caiga quien caiga, le duela a quien le duela.
Luchar o no luchar… ¡luchar es la cuestión! Lampadia
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