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Paro general contra Maduro

Venezuela habría llegado a un punto de quiebre. Hoy se inicia un paro general de 24 horas convocado por la oposición, que pretende redoblar la presión contra Maduro tras obtener más de 7.6 millones de votos el domingo en la consulta popular que celebró contra la Constituyente.

Si el chavismo, con su Partido Socialista de Venezuela, consigue su objetivo de escribir una nueva Constitución a su medida, y consagra la permanencia  su régimen autoritario, Venezuela estaría a un paso de convertirse en la extensión de Cuba en Sudamérica. Esto no solo afectaría negativamente a los venezolanos, sino a todos sus vecinos.

Las implicancias para la seguridad ciudadana de la continuación del dominio chavista son una causa de preocupación tan grande como el agravamiento de la crisis política, económica y humanitaria. Venezuela se está convirtiendo cada vez más en una fuente de inestabilidad debido a la vasta e ‘institucionalizada’ corrupción y campo abierto del narcotráfico. Además, la región corre el riesgo de desestabilizarse, debido al creciente número de migrantes que fluyen hacia los países vecinos para escapar de la crisis humanitaria y el caos en su propio país y a las medidas desesperadas que el gobierno y el ejército toman todos los días para no seguir perdiendo el control.

Fuente: eluniverso.com

Lo grave y difícil de la situación es que el pueblo venezolano se está enfrentando a una dictadura dirigida por los expertos del castrismo cubano que han convertido a Venezuela en su colonia. Venezuela está ante un ‘proceso de cubanización’, ante la instalación de una dictadura a largo plazo asociada al narcotráfico y auspiciada por socios internacionales fuera del espacio tradicional de occidente, como Rusia e Irán. Este ‘Eje Cuba-Venezuela’ es la acumulación de regímenes liderados por dictadores que patrocinan el terrorismo y el narcotráfico, violan los derechos humanos, censuran los medios de comunicación, secuestran ciudadanos inocentes y rutinariamente incumplen con las normas internacionales. Ver en Lampadia: No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’ y Entendamos los riesgos que nos trae el ‘Eje Cuba-Venezuela’. En ambas publicaciones se explica que Venezuela está dominada por tres poderes: el narcotráfico internacional, los cubanos y los militares corruptos de Venezuela. Esto es especialmente peligroso porque el ‘Eje Cuba-Venezuela’ extenderá luego su influencia a Sudamérica. Esta situación establece para los venezolanos algo muy difícil de combatir sin apoyo exterior, como sanciones económicas.

En 109 días de protestas marcadas por enfrentamientos con el gobierno, han muerto más de 90 personas en Venezuela. Los líderes de la oposición han afirmado que la democracia venezolana ha llegado a un punto crítico, y pidieron una huelga nacional de 24 horas, después de que 7.6 millones de personas (de un total de 19.5 millones habilitados para votar) rechazaron la Asamblea Constituyente que pretende manipular el sistema democrático.

“Llamamos a todo el país a participar en una protesta masiva y libre de violencia a través de una huelga cívica a nivel nacional durante 24 horas”, dijo un líder de la coalición de la oposición, Freddy Guevara.

“Es de esperar una escalada del conflicto político al nivel más alto de los últimos 18 años: la hora cero”, afirmó en televisión Edgard Gutiérrez, encuestador y consultor político cercano a la oposición. “La hora cero no es fácil y podría provocar la radicalización del lado oficial. Serán días difíciles. La hora cero es calle para defender un mandato popular, para defender la voluntad soberana, que radica en el pueblo”.

Por su lado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer “medidas económicas fuertes” si el Gobierno del presidente Nicolás Maduro pone en marcha el proyecto de modificar la Constitución, en la consulta del próximo 30 de julio para elegir una Asamblea Nacional Constituyente. Trump ha calificado al mandatario venezolano de “mal dirigente que sueña con convertirse en dictador”.

“Estados Unidos no permanecerá inmóvil mientras Venezuela se hunde. Si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, Estados Unidos adoptará medidas económicas fuertes y rápidas”, ha advertido Trump en una comunicado, sin precisar el tipo de sanciones que aplicaría al país llanero.

Sin embargo, la prensa estadounidense, ha publicado que las sanciones se aplicarán al sector energético, en concreto a la empresa estatal PDVSA, algo de lo que depende economía venezolana ya que la venta de crudo representa el 95% de los ingresos del país. Además, las medidas incluirían el congelar fondos en EEUU para que sean manejados por un nuevo gobierno de transición.

El gobierno de Venezuela pretende llevar a cabo la elección para seleccionar una asamblea encargada de reescribir la carta de la nación, el 30 de julio. Los aliados del presidente esperan que la nueva asamblea imponga la autoridad del poder ejecutivo sobre las pocas instituciones que quedan fuera del control del partido gobernante.

Como respuesta, los manifestantes han puesto en marcha bloqueos espontáneos en la capital venezolana un día antes del paro general. Las barricadas caseras bloquen las calles de Caracas desde el miércoles por la mañana, y algunas líneas de autobuses públicos también se cerraron, obligando a los pasajeros a caminar kilómetros para trabajar.

¿Qué pasará? No se sabe, pero lo cierto es que la permanencia del régimen en el poder está en las manos de unas Fuerzas Armadas que no terminan de definir si su lealtad es a la democracia y el Estado de derecho, o a la dictadura cubano-chavista

Este debiera ser el momento para que Nicolás Maduro acepte el fracaso. El pueblo venezolano no puede seguir siendo utilizado en el afán de imponer la permanencia del régimen opresor. Es hora de proponer un calendario electoral que cuente con el apoyo internacional. Lamentablemente, la Organización de las Naciones Unidas no se pronuncia sobre los abusos del chavismo y sigue impidiendo las condenas necesarias para movilizar una reacción global contundente que ponga en jaque al régimen.

Lo único que puede salvar a los venezolanos de esta terrible crisis es una presión seria de los países vecinos y del resto del planeta, para que se restablezca la democracia mediante elecciones generales libres y supervisadas. Hace dos días, el Presidente del Perú, PPK, tuvo que lamentar la falta de compromiso de la mayoría de los gobiernos de la región. Algo que debemos reclamar sin medias tintasLampadia




No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’

La gravísima situación social y económica creada por el chavismo y el ‘socialismo del siglo xxi’ en Venezuela ha generado una interminable crisis humanitaria, pero la corrupta cúpula gobernante no parece dedicada a superarla, sino a consolidar su poder. ¿Qué puede explicar una actitud tan despreciable, que lleva a la dictadura a ponerse de espaldas a su pueblo?  

Fuente: CCN es Noticias

Como hemos comentado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se ha llevado a Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, a varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo. Ver en Lampadia: Maduro lleva a Venezuela a la miseria y el ostracismo y ¡Fin a la dictadura en Venezuela!

Fuente: Público.es

Las políticas y discursos populistas, arropadas en promesas redistributivas, más los circuitos de corrupción han llevado a Venezuela una crisis imposible de imaginar. No solo ha colapsado la economía, las condiciones sociales no pueden ser peores. La escasez de alimentos y medicinas ha llegado a tal nivel que se ha desatado una inocultable crisis humanitaria que está costando la vida de muchos inocentes.

Y es que la situación de Venezuela es verdaderamente catastrófica. El autoritarismo chavista ha devenido en una dictadura abusiva e insensible, que cada día acosa con mayor desparpajo a los opositores políticos y a los pobladores que reclaman una solución al empobrecimiento generalizado que los está llevando a la desesperación.

Esta lastimosa experiencia, de un país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ pero, según los resultados, solo ha entronizado un odioso nivel de tiranía y corrupción. No podemos dejar de preguntarnos ¿cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su ideología caduca, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, sino el peor, gobierno de la historia latinoamericana?

Ante todo esto tenemos que preguntarnos:

  • ¿Cómo es que el gobierno chavista no reacciona con medidas correctivas que enfrenten la crisis humanitaria?
  • ¿Qué explica que en vez de buscar una salida política, sigan ‘agudizando las contradicciones’ (técnica política marxista)?

En opinión de Lampadia, lo que sucede es que estamos ante un ‘proceso de cubanización’  de Venezuela, la instalación de una dictadura de largo aliento, asociada al narcotráfico y a socios internacionales fuera del eje occidental. ¿Qué significa esto? ¿Cómo se ha manejado el proceso político del chavismo? Veamos:

  • Toma del poder
  • Masivos programas asistenciales para endulzar a la ciudadanía
  • Cambio de Constitución
  • Control de todos los poderes del Estado y de las Fuerzas Armadas
  • Uso de la riqueza petrolera para comprar apoyo político en la región
  • Destrucción del sector privado con expropiaciones, control de cambios, etc.
  • Enfrentamiento a chivos expiatorios: el imperialismo, “el demonio”, las multinacionales
  • Formación de milicias populares
  • Fomento de nuevas amistades, Rusia, Irán y China
  • Consolidación de la presencia cubana en el gobierno venezolano

El gran intelectual venezolano, Moisés Naím, afirma en su última columna: ‘Maduro no importa’:

  • “Sacarlo [a Maduro] no basta. Él es el tonto útil, el títere de quienes realmente mandan en Venezuela: los cubanos, los narcotraficantes y los viudos del chavismo [los compinches de Chávez]. Y por supuesto, los militares”.
  • “Para Cuba no hay prioridad más importante que seguir controlando y saqueando a Venezuela”.
  • “Los tres grupos se entremezclan en negocios, corrupción y ejercicio del poder”.
  • “Sacar a Maduro es necesario. Pero no es suficiente. Es indispensable minimizar los tres  nefastos centros de poder que realmente mandan en Venezuela. No será fácil. Pero es posible”.

The Economist (11 de mayo), titula: ‘La crisis venezolana salpica y Latinoamérica despierta a su mayor dolor de cabeza’. 

Ilustración del éxodo venezolano. The Economist. Fuente: Lo Cole

“El número de venezolanos que huyen del hambre, represión y crimen en su desarticulado país, crece cada día. Por años, los gobiernos latinoamericanos se quedaron callados cuando Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, disfrazaron la democracia venezolana. Ahora, su ineptitud económica y el creciente despotismo están causando una crisis humanitaria que la región no puede ignorar. (…) Colombia y Brasil se llevan el mayor peso del éxodo. Extraoficialmente, se estima que más de un millón de venezolanos viven en Colombia”. 

En Exitosa, Jorge Villena usa el término Cubazuela para referirse a la Venezuela chavista.

Así llegamos al día de hoy, en que la población, masivamente, enfrenta la crisis y entra a un proceso continuo de resistencia. El régimen pierde parte de su apoyo político en la región y se empieza a dibujar su aislamiento de las democracias occidentales, pero, en las actuales circunstancias de la política global, no se vislumbra ninguna acción internacional que pueda parar la crisis venezolana.

Por lo tanto, la dictadura del chavismo solo tiene que resistir la presión interna hasta que ésta se vaya debilitando y agotando. Algo parecido a lo que algunos cubanos tuvieron que enfrentar en los albores de la implantación del comunismo en la isla.

¿Podrá el pueblo venezolano ganar esta batalla sin apoyo externo? Poco probable.

Esto nos lleva a un divortium aquarium: O se resigna la derrota y se consolida, por todo tiempo previsible, el ‘Eje Cuba-Venezuela’, que en la práctica pretende extender el control territorial de Cuba a Sudamérica, ya sin ideología alguna, solo por el poder corrupto y sustentado en el narcotráfico internacional; o se amplía y profundiza la lucha hasta el final.

Muy difícil situación. Siempre es difícil optar por contrarrestar un mal de largo plazo, por muy grande que sea, vis-a-vis, la tranquilidad inmediata de un cierto alivio con la esperanza que las cosas se resuelvan sin hacer nada.

Cuidado con caer en el ‘síndrome de Chamberlain’, el appeasement que Churchill combatió en 1938 con las siguientes palabras: “Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra”.

Por su lado, Julio Borges, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela [el Congreso venezolano], dice: “Es preferible morir de pie que vivir de rodillas. Y eso no lo pienso solo yo, lo piensan todos los venezolanos. De nada vale estar vivo si estás sometido a un personaje como Maduro. Lo importante es luchar por un país libre y digno, donde quién gobierne sea la democracia y no él”. (La República, 14 de mayo).

En cuanto a la región latinoamericana, sería suicida ponerse de costado. Hoy ya tenemos una migración masiva de venezolanos (bienvenidos), pero si se consolida en el poder el ‘Eje Cuba-Venezuela’, tendremos que recibir a dos tercios de los venezolanos y la penetración política cubana tendrá nuevas avenidas de infiltración.

Más vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos.

¿Qué opinan nuestros lectores? Veremos y reportaremos su opinión. Lampadia

La crisis en cifras:

1-La diáspora de los venezolanos

2-Parálisis de la inversión extranjera en Venezuela

3-Caída de las importaciones de bienes venezolanos desde el exterior

4-Caída de las reservas internacionales​

5-Una hiperinflación​ desatada

6-Evolución del PBI vs. Brasil, Argentina y Perú​

(Fuente de los cuadros: Valentina Romei, Financial Times, 8 de mayo de 2017. Traducidos por Lampadia)

Lampadia




¡Fuera Maduro! El grito de los demócratas latinoamericanos

En los últimos 10 días, los partidarios de la oposición venezolana han llevado acabo cuatro  manifestaciones, protestando contra la crisis humanitaria, el colapso económico y la destrucción de la democracia bajo el dictador del chavismo-cubano Nicolás Maduro.

La decisión de la Corte Suprema a fines de marzo de asumir las funciones del congreso (dirigido por la oposición) provocó protestas por parte de una población que ya sufría una inflación de tres dígitos y una escasez generalizada de bienes básicos, como medicinas y alimentos.

Fuente: El Estimulo

Ante las reacciones, el tribunal rectificó la parte más controvertida de su decisión, pero la medida provocó una indignación generalizada en el país y en el extranjero (el gobierno del Perú retiró definitivamente a su Embajador en Caracas, por ejemplo), así como las noticias del viernes de la semana pasada de que la Contraloría Nacional había prohibido al político de oposición, Henrique Capriles, participar en elecciones durante 15 años.

Los manifestantes se reunieron en varias ciudades por la mañana del lunes pasado (10 de abril) para una cuarta ronda de protestas en 10 días, bloqueando la carretera principal de Caracas, hasta que fueron dispersados por la Guardia Nacional.

Fuente: El Universal

Los líderes de la oposición criticaron al gobierno por el uso arbitrario de la fuerza para romper las manifestaciones. Señalaron que el gas lacrimógeno fue disparado a una clínica de Caracas. “Ni siquiera en la guerra hay ataques contra hospitales y centros de salud”, dijo el legislador de oposición José Manuel Olivares en una conferencia de prensa.

Las manifestaciones de los ciudadanos que exigen libertad son pacíficas y multitudinarias. Ver testimonio:

Sin embargo, los funcionarios del gobierno acusaron a los manifestantes de actos de violencia y enviaron imágenes y videos a través de Twitter de manifestantes encapuchados y enmascarados que destruían propiedades públicas, como una parada de autobús. El ministro del Interior, Néstor Reverol, dijo que 18 personas habían sido detenidas durante las protestas.

La oposición exige elecciones

En varias partes de Caracas, pequeños grupos mantuvieron enfrentamientos esporádicos con las tropas, estableciendo barricadas  de neumáticos y basura quemada a lo largo de las calles.

Fuente: Senderos de Apure

El canciller brasileño Aloysio Nunes y el presidente de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, pidieron a Venezuela que restablezca la democracia plena y establezca un calendario para las elecciones, aumentando la presión diplomática sobre Maduro. El Departamento de Estado emitió una declaración expresando la “grave preocupación” por la decisión del viernes de descalificar a Capriles del cargo.

La oposición está exigiendo una fecha para las elecciones, que se suponía se llevarían a cabo el año pasado, así como un cronograma para futuras elecciones incluyendo la votación presidencial, que es constitucionalmente obligatoria a más tardar el 2018. A pesar del aumento de las protestas, muchos venezolanos ven con pesimismo que las marchas logren cambios reales.

Fuente: Hispano Post

El rechazado e impopular gobierno de Maduro acusa a la oposición de fomentar la violencia para sentar las bases de una invasión extranjera. Unos 188 manifestantes, la mayoría estudiantes, fueron arrestados en el período del 4 al 8 de abril y 57 siguen tras las rejas, dijo el lunes el grupo de derechos humanos Foro Penal Venezolano. Nueve personas, entre ellas dos adolescentes, fueron arrestadas por irrumpir en una oficina de la Corte Suprema, y un joven de 19 años fue asesinado a tiros en la violencia desatada en contra de las protestas.

Fuente: Metro Ecuador

El gobierno ha sufrido una creciente presión de los países americanos y europeos que han condenado la violencia en Venezuela y el veto a Capriles. Ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado. Es hora de presionar al gobierno venezolano con todo lo que esté a nuestro alcance para terminar esta tragedia que afecta a nuestros vecinos.

En Lampadia hemos seguido la situación venezolana de cerca, tratando de ilustrar los grandes errores de las “ideas muertas” con que justificaron su toma y las abusivas manipulaciones usadas para mantenerse en el poder. Lo peor es que los problemas venezolanos no solo se han hecho aparentes en lo económico y social. También han llegado a extremos en lo político, pues fueron el ejemplo de la anti-democracia. Ver en Lampadia: ¡Fin a la dictadura en Venezuela!, La intolerable agonía de Venezuela y La dictadura de Maduro lleva a Venezuela al borde del abismo.

Sin embargo, Chávez y Maduro han contado con el padrinazgo brasileño bajo los corruptos Lula y Dilma,  la complicidad de los países del Alba y el vergonzante silencio de la mayoría de países de la región. La dictadura y la pobreza de los venezolanos son una mancha profunda en la historia de Latinoamérica, una gran vergüenza para todos.

Como dijo la señora Lilian Tintori, esposa del injustamente encarcelado Leopoldo López, “ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado”

Fuente: YouTube

Millones de sufridos venezolanos todavía esperan el apoyo de sus hermanos latinoamericanos y de los gobiernos de la región. ¡Exigimos elecciones libres en 2017! Lampadia




El doble estándar de las izquierdas peruanas

Antecedentes
Durante los últimos días, en Lampadia hemos mostrado nuestra solidaridad con el sufrido pueblo venezolano, que además de la crisis humanitaria a la que ha sido condenado por el chavismo, ahora sufre nuevos embates políticos, perdiendo, quién sabe, la esperanza de unas elecciones libres y prontas.

Fuente: Desmotivar.com

Como es sabido, el jueves pasado, el régimen chavista-cubano que oprime a los venezolanos desde hace 18 años, ordenó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que asumiera las funciones de la Asamblea Nacional (el Congreso venezolano), dando un golpe de Estado. Dos días después, el tirano Maduro dispuso al TSJ que anule su disposición.

Este golpe es en verdad el último paso en la destrucción de la democracia venezolana, pues antes del mismo, el TSJ venía anulando la validez de todas las disposiciones de la Asamblea, como reportó Jaime de Althaus ayer en Lampadia.

Reacciones Locales
Las reacciones a este acto dictatorial no se hicieron esperar. El gobierno del Perú retiró definitivamente a su Embajador en Caracas y muchas fuerzas políticas expresaron sus severas condenas a semejante acto.

El pasado lunes, el Congreso condenó la falta de democracia en Venezuela, “vinculados a la ruptura del orden constitucional y democrático, violación de derechos humanos y grave crisis humanitaria”. La moción de la comisión de Relaciones Exteriores fue aprobada por mayoría.

La falsa moral de las izquierdas

Tal como en anteriores ocasiones, los miembros del Frente Amplio, (que no es ni frente, ni amplio) no fueron capaces de condenar el golpe del chavismo, al que parece le deben muchos favores. El FA fue la única bancada que se abstuvo de firmar la moción condenatoria.

Verónika Mendoza, quien fue candidata a la presidencia por el Frente Amplio, tuvo una posición poco firme sobre la situación que vive Venezuela, señalando que se “rompió el equilibrio democrático” e instando a las autoridades a que escuchen al pueblo venezolano “para recuperar la democracia”.

Ante la injustificable represión desatada contra las masivas marchas de los venezolanos desarmados que reclaman democracia y mejor calidad de vida, es increíble que algunos representantes de la izquierda peruana continúen defendiendo al régimen chavista con declaraciones que lindan con el oprobio, como la reciente publicación de la actual congresista Marisa Glave, del mismo Frente Amplio (y ex miembro del movimiento Tierra y Libertad):

Fuente: Twitter
Fuente: Facebook

Igualmente criticables han sido las declaraciones del ex Presidente Ollanta Humala afirmando que “Me enfrente al fujimorismo que quebranto el orden constitucional y la democracia. La situación de Venezuela es preocupante para todos. Invoco hoy al diálogo, respeto al orden constitucional, los principios democráticos y la separación de poderes”.

Venezolana llama la atención a Marisa Glave

Fuente: Lucidez.pe

En una entrevista con Canal N, la activista venezolana, Paulina Facchin, sostuvo que con esta decisión Maduro ha violentado la democracia. Además, en una entrevista con el portal Lucidez.pe (artículo original compartido líneas abajo), condenó a la congresista de Frente Amplio diciendo que “En relación a las palabras de Marisa Glave, las democracias no son de derechas ni de izquierdas, simplemente son democracias. La libertad no es de derecha ni de izquierda. Los derechos humanos no son de izquierda ni derecha. (…) Lástima que ella no entienda esto. Es bastante complicado decir que la oposición ha sido golpista cuando los golpistas en Venezuela han sido Hugo Chávez, quien tuvo una sentencia por el golpe de estado que le dio al presidente Carlos Andres Perez. Hoy en día el nuevo dictador se llama Nicolás Maduro quien ha dado un golpe de estado que no es militar sino a través del tribunal supremo”. (Ver despacho de Lucidez, del 31 marzo, 2017, líneas abajo).

Principal opositora venezolana en Perú lideró plantón frente a la embajada de su país.
(Foto: Renzo Salazar) Fuente: Perú21

A estas alturas, ha quedado demostrado que los gobiernos del chavismo se han apropiado de empresas públicas y privadas, han destrozado la economía y han roto todas las formas democráticas y de convivencia en la región. Han interferido en asuntos internos de los países vecinos cooptando a varios de sus gobiernos y han financiado a los partidos afines al albismo, a cuyos representantes parecen tener amenazados. Además, ejercen un poder absoluto en todas las instancias de gobierno y persiguen con el mayor descaro a todos sus opositores democráticos.

Lo sorprendente es que en el Perú, ni siquiera las revelaciones más escandalosas de corrupción, ni los actos abusivos y antidemocráticos de los gobernantes de Venezuela y Brasil, merecen que nuestra izquierda tradicional critique y se aparte de estos regímenes.

Estos políticos inconsecuentes pretenden envolverse en la bandera de la anti-corrupción, pero están comprometidos hasta el cuello con la peor corrupción de la historia de la región. Siguen defendiendo las políticas de gobierno que han destrozado la vida de millones de latinoamericanos y  son cómplices de las directivas de la nueva estructura institucional de la región, creada a pulso  por el albismo venezolano (y el madrinazgo brasileño). Ver en Lampadia: Izquierda peruana pierde autoridad moral

El Perú se merece otra izquierda. No solo por las ‘ideas muertas’ que aún profesan, también por la falsa moral y el doble estándar que practican en sus relaciones continentales. Lampadia

Activista venezolana cuadra a Glave: “La libertad no es de izquierda ni de derecha”

Lucidez
31 marzo, 2017

Fuente: Lucidez.pe

La activista venezolana Paulina Facchín respondió enérgicamente a la congresista del Frente Amplio, Marisa Glave, quien en una reciente publicación en las redes sociales dijo que los grupos de oposición en Venezuela son “polarizantes” y “golpistas”.

La legisladora de izquierda escribió que “no me dejo engañar por la derecha Venezolana, lo he dicho antes y lo repito ahora: No es santa de mi devoción, han tenido y tiene prácticas polarizantes, incluso golpistas y no tienen como centro de su preocupación la democracia…”

En este contexto, la activista Paulina Facchin, quien radica en el Perú debido a la persecución chavista en su contra, declaró a este diario que la parlamentaria del Frente Amplio comete un error al insinuar que la derecha venezolana no es demócrata.

“En relación a las palabras de Marisa Glave, las democracias no son de derechas ni de izquierdas, simplemente son democracias. La libertad no es de derecha ni de izquierda. Los derechos humanos no son de izquierda ni derecha”, dijo a Lucidez.pe.

Lástima que ella no entienda esto. Es bastante complicado decir que la oposición ha sido golpista cuando los golpistas en Venezuela han sido Hugo Chávez, quien tuvo una sentencia por el golpe de estado que le dio al presidente Carlos Andres Perez. Hoy en día el nuevo dictador se llama Nicolás Maduro quien ha dado un golpe de estado que no es militar sino a través del tribunal supremo”, expresó Facchin.

“Adicionalmente vivíamos antes de esa sentencia en una dictadura porque en un país donde no se respeta la libertad de pensamiento, la disidencia, se persigue la disidencia, se meten presos políticos, se somete al pueblo al hambre, a la falta de medicinas, donde la gente muere, donde caracas se ha convertido en la ciudad más peligrosa del mundo, donde nuestros ingresos son mínimos, donde hay una crisis económica, no se le puede decir democracia”.

Finalmente, Paulina Facchin condenó que “en Venezuela hay una dictadura y ha habido un gobierno desde hace 18 años totalmente autoritarista que persigue constantemente a medios de comunicación”. Lampadia 




¡Fin a la dictadura en Venezuela!

EXIGIMOS ELECCIONES LIBRES EN 2017

La semana pasada, el Tribunal Supremo de Venezuela (TSJ) avanzó un paso más en dirección de la dictadura al asumir las competencias del Parlamento, la única institución dirigida por la oposición, afirmando que “las competencias parlamentarias serán ejercidas directamente” por su Sala Constitucional o por “el órgano que ella disponga”. Por lo tanto, se apoderó de sus poderes y declaró inválido el organismo elegido por votación popular. El fallo de la corte del miércoles pasado fue, en palabras de los legisladores, nada menos que un golpe de Estado. Varios líderes de la oposición pidieron manifestaciones callejeras y otras formas de “resistencia democrática”.

Como informamos el viernes pasado, el gobierno del Perú se enalteció, al retirar definitivamente a su Embajador en Caracas. Acto no imitado, lamentablemente,  por los demás países de la región.

Ante la reacción a tan estúpida medida, el dictador Maduro citó de emergencia al consejo de Estado el viernes en la noche. Después de largas horas de sesión, el TSJ decidió dar marcha atrás. Sin embargo, ya se había roto el último eslabón democrático de Venezuela, su Asamblea Nacional, que ahora recibe la ‘gracia’ para seguir operando en condiciones sumamente precarias.

Ya no se puede parar en la resistencia contra la tiranía del chavismo, soportada por la fuerzas armadas venezolanas y la desproporcionada presencia de Cuba en los asuntos llaneros.

Fuente: La Nación

Veamos como vienen las cosas: Las facciones políticas de Venezuela han estado en desacuerdo desde que los opositores al presidente Nicolás Maduro tomaron el control de la legislatura el año pasado. Desde entonces, la Corte Suprema, en gran parte leal al gobierno de Maduro, ha frenado los poderes del congreso y anulado casi todas las leyes aprobadas. Sin embargo, hasta el miércoles no había ido tan lejos como asumir directamente las funciones del Congreso.

El presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Julio Borges, afirmo que “Esto no tiene otro nombre que un golpe de Estado y dictadura. En Venezuela no hay Constitución, hoy Nicolás Maduro tiene todo el poder que de manera ilegal le otorgó la Sala Constitucional del TSJ”. En la rueda de prensa en el palacio legislativo Borges mostró una copia de la sentencia y la rompió en pedazos. “No la acatamos”, resaltó.

Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, rompe el decreto del Tribunal. Fuente: Univision

Por su parte, el ex candidato presidencial Henrique Capriles dio una conferencia de prensa en Bogotá y pidió que la OEA convoque “de emergencia” a su Consejo Permanente para abordar la situación en Venezuela, donde afirmó que el Tribunal Supremo dio un “golpe de Estado”. Al respecto, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, también consideró un “auto golpe de Estado” lo ocurrido en Venezuela. Afirmó que la decisión del TSJ de asumir las competencias del Parlamento, sumada a la adoptada ayer que retira inmunidad a los legisladores, son “los últimos golpes con que el régimen subvierte el orden constitucional del país y termina con la democracia”. “Aquello que hemos advertido lamentablemente se ha concretado”, señaló Almagro, que desde el año pasado encabeza una campaña para aplicar a Caracas la Carta Democrática del organismo.

La situación económica, social y política de Venezuela es verdaderamente catastrófica. El autoritarismo chavista ha devenido en una dictadura abusiva e insensible, que cada día acosa con mayor desparpajo a los opositores políticos y a los pobladores que reclaman una solución al empobrecimiento generalizado que los está llevando a la desesperación.

Todo esto empezó con una serie de medidas económicas heterodoxas que incluyen: la expansión del gasto del gobierno, el control de precios y medidas proteccionistas a la industria nacional, siempre y cuando fuera propiedad de los amigos del régimen. Estatizaciones, confiscaciones y regalos de petróleo y divisas a los países del circuito pro cubano, del llamado socialismo del siglo XXI. Basados en la proverbial riqueza de Venezuela, no midieron las consecuencias y generaron una inflación galopante, escases de divisas y energía, déficit fiscal, el colapso de la industria petrolera, escases de alimentos y divisas y, la entronización de las mafias del narcotráfico y la corrupción en las vísceras del régimen.

Lo que fue una vez una de las potencias económicas latinoamericanas y un peso pesado diplomático regional, ahora ha caído en una de las situaciones más trágicas del mundo. Desde hace mucho tiempo el gobierno ha detenido la publicación periódica de las cifras del PBI, pobreza, inflación y cualquier indicador económico o social que pueda mostrar el verdadero desastre de su manejo político.

El Fondo Monetario Internacional estima una contracción de 10 %, lo que haría de Venezuela la peor economía del mundo el año pasado. Algunos economistas privados son menos conservadores y estiman una caída de hasta 15 %. Los ingresos del petróleo representan el 95% de los ingresos de divisas, y su precio cayó más de tres cuartas partes desde 2014 antes de comenzar a recuperarse moderadamente el año pasado.

La hiperinflación va tomando cuerpo; el Fondo Monetario Internacional estimó que los precios subieron casi un 500% en 2016 de 122% el año pasado. Con la moneda del país cada vez más devaluada, algunas tiendas han empezado a usar la balanza para pesar los billetes en lugar de contarlos.

Fuente: Univision

Los ciudadanos se han visto forzados a esperar en largas colas para encontrar bienes de uso común, alimentos y medicinas esenciales. Los saqueos por alimentos se están convirtiendo en parte de la vida cotidiana de muchos venezolanos. Actualmente hay más de 10 saqueos diarios en el país, según el Observatorio Venezolano de la Violencia. Y más de una cuarta parte de las protestas en 2016 fueron por comida.

Esta terrible situación económica ha traído un aumento en la criminalidad, llegando a un nivel que se lo podría considerar una crisis humanitaria. Las dimensiones exactas son difíciles de conocer, porque hace más de una década que el gobierno venezolano no publica información sobre la delincuencia.

El Observatorio Venezolano de la Violencia, un grupo no gubernamental, estimó que hubo 27,875 asesinatos en 2015, lo que haría que la tasa de homicidios de Venezuela sea una de las más altas del mundo: 90 homicidios por cada 100,000 habitantes. El grupo encontró que la tasa subió más en 2016, a 92 por 100,000. Uno de los motivos por el aumento en criminalidad es la falta de impunidad: un 92% estimado de homicidios no resultan en una condena.

Y la situación está aumentando la presión sobre el presidente Maduro, con un creciente sentimiento anti-gobierno impulsando los esfuerzos de la oposición para llevar a cabo un referéndum revocatorio. Y ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado. Es hora de presionar al gobierno venezolano con todo lo que esté a nuestro alcance para terminar esta tragedia que afecta a nuestros hermanos.

Como reclaman los líderes de los movimientos civiles, dentro y fuera de Venezuela: ¡Exigimos elecciones libres en 2017! Lampadia




Fidel Castro: La historia no debe crear un mito

El líder cubano Fidel Castro murió el pasado 25 de noviembre a los 90 años de edad. Así lo anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, en una intervención en la televisión estatal. Tras una peregrinación de varios días, los restos del ex dictador fueron llevados al cementerio de  Santa Ifigenia en la ciudad de Santiago de Cuba, la segunda más importante del país.

Fuente:  actualidad.rt.com

El exportador de revoluciones comunistas estaba muy débil desde que una grave enfermedad intestinal lo apartó del poder en julio de 2006 y tuvo que sucederle su hermano menor. Las últimas imágenes del dictador fueron del pasado 15 de noviembre, recibiendo en su residencia de Punto Cero al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang. Y la última vez que apareció en un acto público fue el 13 de agosto, día de su cumpleaños, en el teatro de La Habana. Tras su muerte, el régimen cubano decretó nueve días de luto oficial. Las cenizas de Castro recorrieron la isla para arrancar el tributo de una población prácticamente esclavizada.

Su muerte trajo una serie de reacciones, como reportamos en Lampadia: Fallece dictador que dominó Cuba por 50 años. En los medios se publicó “la muerte de un héroe” y “el fin de un dictador”. La primera reacción del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue declarar que Fidel Castro fue un “brutal dictador” que “oprimió a su propio pueblo” y dejó “un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable y pobreza”. Trump, que además amenazó revertir la apertura de Obama hacia la isla, se comprometió el sábado pasado a hacer “todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la libertad”.

En el lado opuesto, Venezuela, principal aliado de Cuba en el continente, recibió con “tristeza” el fallecimiento. Nicolás Maduro describió a su mentor como un “hombre admirable del siglo XX que ha marcado el siglo XXI”. Maduro, que dijo que los chavistas “nos sentimos sus hijos”, unió la figura de Fidel Castro a la de Hugo Chávez: juntos “construyeron” la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y “dejaron abonado el camino de la liberación de sus pueblos”. Una ironía, dada la miseria sembrada por el Alba.

La verdad es que durante las casi cinco décadas que gobernó Cuba, Fidel Castro impuso un sistema represivo que castigó todas las formas de disenso, un legado que lamentable perdura incluso después de su muerte. Durante el régimen de Castro, miles de cubanos tuvieron que fugar de la isla a riesgo de sus vidas, muchísimos fueron encarcelados en prisiones en condiciones deplorables, otros miles fueron perseguidos e intimidados y a generaciones enteras se les negaron libertades políticas y económicas básicas. Cuba logró avances en salud y educación hasta antes de los recientes avances del mundo libre, y hoy sus mejores profesionales deben buscar trabajo en el sector turismo para compensar con propinas, sus miserables ingresos.

Mientras la familia Castro establecía una monarquía en Cuba, después de deshacerse de sus compañeros de lucha en la toma del poder, implantaron una espantosa esclavitud, que solo los que regalaron sus mentes y sus corazones siguen negando. Por ejemplo veamos algunas de las declaraciones de los actuales dirigentes de las izquierdas peruanas: “Fidel Castro es figura emblemática para la izquierda”, afirmó Marisa Glave, “Con Fidel, Cuba dejó de ser una republiqueta”, publicó Marco Arana y Verónika Mendoza declaró que “Fidel Castro devolvió la dignidad a Cuba y luchó por la justicia social”.

Castro llegó al poder en 1959, tras liderar una revolución que derrocó al gobierno corrupto y abusivo del también dictador Fulgencio Batista. Gobernó por decreto hasta 1976, año en que se reformó la estructura del gobierno mediante una nueva constitución, redacción que dictó él mismo. Desde entonces, y hasta que traspasó el poder a su hermano, Raúl, en julio de 2006, Fidel Castro desempeñó los tres cargos con más poder en el gobierno de Cuba: presidente del Consejo de Estado, presidente del Consejo de Ministros y primer secretario del Partido Comunista de Cuba. Fidel Castro renunció oficialmente a su función de presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros en febrero de 2008, y dejó su rol como primer secretario el 19 de abril de 2011.

Durante la dictadura de Castro, procuraron algunos avances en la educación y salud, con los estándares de fines del siglo pasado. La propaganda de la izquierda global y la manipulación de todo tipo de estadísticas, le permitió a Cuba presentarse con indicadores falsos, por ejemplo, en el Índice de Desarrollo Humano. En verdad son campeones en la violación de todos los derechos humanos.

En el plano económico Cuba es solo otra prueba más del gran fracaso del comunismo. La isla sobrevivió a traumáticos períodos de escasez con la migración de dos millones de cubanos, el deterioro de las infraestructuras, salarios y la circulación simultánea de dos monedas locales. La  minoría privilegiada gana y gasta en moneda dura (CUC: 1 dólar = 25 pesos cubanos) y la mayoría, el pueblo, que usa la moneda débil (CUP: 1 dólar = 1 peso cubano).

Y es que desde 1959, la historia económica de Cuba ha pasado por muchos cambios: desde el idealismo de los primeros días a la ortodoxia soviética, del periodo especial postcomunista a la alianza bolivariana, la economía cubana se ha ido transformando y vinculándose con nuevas fuentes de recursos con gran oportunismo.

El líder cubano siempre achacó las penurias de la población al embargo de EEUU sobre la isla. El gran ‘chivo expiatorio’ que les permitió tener detrás de sus fechorías a un pueblo sojuzgado y empobrecido.

Algo que no se pudo ocultar ha sido la represión y las violaciones de los Derechos Humanos. Después de mucho batallar se lograron algunas denuncias como las de Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

Vicente Botín, escritor e periodista español sobre la realidad Cubana comenta: “Hay una ley que se llama ‘ley de peligrosidad pre-delictiva’ que castiga, y cito textualmente: la especial proclividad de una persona a cometer un delito. Es lo que decía Orwell en su libro 1984”, donde se describe “el crimen de la mente”. La organización opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN) ha denunciado que en 2014 se han producido 8,899 detenciones, un 27% más que el año anterior.

Tras la muerte de Fidel Castro, se espera que la población logre exigir la apertura política y económica que merece uno de los pueblos más maravillosos de la tierra: LOS CUBANOS. Nuestros mejores deseos para todos ellos. Lampadia




Maduro lleva a Venezuela a la miseria y el ostracismo

La semana pasada ha traído una serie de golpes a Venezuela. Primero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó la “ola de amenazas, detenciones, allanamientos y aperturas de procesos penales en contra de miembros de partidos políticos opositores, manifestantes pacíficos y periodistas” y las “restricciones al ejercicio de derechos fundamentales” en Venezuela. Y, más importante aún, fue la decisión de los fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) de bloquearle la presidencia rotativa del bloque. Parece que, por primera vez en años, se estaría exponiendo al gobierno socialista al aislamiento. En palabras de Francisco Belaúnde, “los países dejaron de ser tibios”. El último refugio de Maduro es el obsoleto Movimiento de Países No Alineados, que acaba de celebrar su pseudo cumbre en la Isla Margarita.

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Foto: elvenezolano.com

Las políticas y discursos populistas, arropadas en promesas redistributivas, más los circuitos de corrupción han llevando a Venezuela una crisis imposible de imaginar. No solo ha colapsado la economía, las condiciones sociales no pueden ser peor. La escases de alimentos y medicinas ha llegado a tal nivel que se ha desatado una inocultable crisis humanitaria que está costando la vida de muchos inocentes. Además, el autoritarismo chavista ha devenido en una dictadura abusiva e insensible, que cada día acosa con mayor desparpajo a los opositores políticos y a los pobladores que reclaman una solución al empobrecimiento generalizado que los está llevando a la desesperación.  

Todo esto empezó con una serie de medidas económicas heterodoxas que incluyen: la expansión del gasto del gobierno, el control de precios y medidas proteccionistas a la industria nacional, siempre y cuando fuera propiedad de los amigos del régimen. Estatizaciones, confiscaciones y regalos de petróleo y divisas a los países del circuito pro cubano, del llamado socialismo del siglo XXI. Basados en la proverbial riqueza de Venezuela, no midieron las consecuencias y generaron una inflación galopante, escases de divisas y energía, déficit fiscal, el colapso de la industria petrolera, escases de alimentos y divisas y, la entronización de las mafias del narcotráfico y la corrupción en las vísceras del régimen.

Además se ha tomado el control de todos los poderes del Estado: Congreso, Sistema Judicial y Electoral, más el de las fuerzas armadas y policiales. Esto solo ha facilitado la corrupción, ha arruinado la economía y ha desarrollado una tremenda represión que crece con la impopularidad del régimen.

Lo más vergonzoso es que, hasta hace pocos meses, la mayoría de los países de Latinoamérica  no habían levantado su voz y condenado la falta de democracia a Venezuela, incluyendo al gobierno de Humala y al FREN.A, con expresiones de apoyo de la propia Verónika Mendoza y del ex Cura Arana. 

Así se dio luego de la invocación de la Carta Democrática (que se solicita cuando se considera que en un país de la organización “existe una alteración constitucional que afecta gravemente al orden democrático”) del secretario general de la OEA, Luis Almagro. Ante ello, solo se pudo concluir que los embajadores tomaran nota y monitorearan la situación.

Sin embargo, hay que destacar las expresiones de Mauricio Macri en Argentina y de Pedro Pablo Kuczynski en el Perú, que luego de elegidos tomaron inmediatamente una posición crítica, a la que se suma ahora el merecido desplante del Mercosur.

Parece que por fin esto está cambiando. La oposición venezolana agradeció a los países fundadores del Mercosur por su “apoyo a la lucha por la democracia”, países que han acordado asumir de forma coordinada la presidencia del mismo y poner a Venezuela la fecha límite del 1 de diciembre para que cumpla con sus “obligaciones”, como ponerse al día con su homologación de la normativa del bloque. Venezuela ingresó al bloque en 2012 y desde aquella fecha debe normalizar la legislación. Pese al tiempo transcurrido se estima que apenas el 30 por ciento del trabajo legislativo necesario se ha cumplido. Venezuela debe aprobar aún 300 normas del bloque, y le resta adecuar su legislación a 30 tratados internacionales.

Sin la participación de Venezuela, los demás países acordaron impulsar las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE). Los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay “examinaron la agenda de negociaciones comerciales externas del bloque” durante una reunión al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Foto: revocalo.com

Esto ocurre tan solo días después que la ONU criticó a Venezuela por vetar a la Comisión de Derechos Humanos por la permanente negativa de autorizar la visita de expertos en garantías fundamentales, a pesar de las graves alegaciones sobre abusos cometidos por el régimen venezolano en los últimos tres años.

Algunos líderes regionales, como el ex presidente de Colombia, Belisario Bentancur, y el de México, Vicente Fox, han afirmado que, tras lo sucedido con el Mercosur, confían que el camino emprendido lleve al “cambio”, “pacíficamente” y por “la vía democrática”. Betancur agregó que se está llevando a cabo desde las “propias instituciones que el chavismo se dio a sí mismo para mantenerse en el poder” y que ahora se vuelven contra él como un “boomerang”.

El Perú también se ha unido en contra de la dictadura en Venezuela. El día de ayer, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), durante su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), invocó a un diálogo interno en Venezuela a fin de resolver la crisis política, económica y social que enfrenta ese país.

Recordemos que nuestro país ya sufrió las nefastas consecuencias de los ‘experimentos económicos’ generados por dictaduras de izquiera (Velascato), que niegan el poder del mercado como eficiente asignador de precios, y minimiza las consecuencias de elevados déficit fiscales, así como de inflaciones fuera de control. Hoy contamos en el Perú, con una de las menores inflaciones del planeta, y las finanzas públicas están sustancialmente controladas, mientras que el Estado se dedica a regular algunos mercados. La mayor parte de nuestros políticos parecen haber aprendido muy bien esta lección y, sobre todo, la población que en las últimas elecciones rechazó de plano los cantos de sirena del anti sistema.

Como dijo la señora Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, ante una crisis humanitaria provocada por un régimen dictatorial, nadie debe ponerse de costado. Es hora de presionar al gobierno venezolano con todo lo que esté a nuestro alcance para terminar esta tragedia que afecta a nuestros hermanos. Lampadia




Dictadura socialista sigue agravando crisis humanitaria

En Venezuela, el movimiento chavista se encuentra en un callejón sin salida. El discurso es ahora claramente contradictorio. Por un lado, es habitual entre los chavistas poner énfasis en los supuestos logros en las áreas de salud, educación y otros temas sociales. Pero las cosas no están a la altura de la publicidad del gobierno. Las deficiencias son excusadas con acusaciones vacías de sabotaje, guerra económica y otras formas de intervención maliciosa. El problema con estos argumentos es que no pueden explicar la cruda realidad de Venezuela.

La crisis en Venezuela los ha llevado a un caos generalizado. La escasez de alimentos y medicinas y los constantes saqueos son la expresión más clara de la crisis humanitaria que se ha venido fraguando durante un largo tiempo. La actividad económica está disminuyendo drásticamente y la hiperinflación sigue aumentando al galope, creando un ciclo vicioso que es reforzado por la parálisis política, la falta de electricidad y la prepotencia política del agonizante régimen del ‘socialismo del siglo XXI’. Las reservas están cayendo fuertemente, por la fuga de capitales y el déficit fiscal ha aumentado a más del 20 % del PBI. Aunque el gobierno ha hecho enormes esfuerzos para continuar haciendo pagos de la deuda, parece que los defaults generalizados están a la vuelta de la esquina.

En una editorial en el diario español El Mundo, Andrés Oppenheimer entrevistó a Robert K. Rennhack, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien afirmó que “Venezuela va camino de una hiperinflación -el punto en que la economía cae en un caos total- y podría alcanzar un colapso total del sistema económico en un plazo de 12 a 18 meses si no cambia su política económica.” Según sus proyecciones, la inflación llegará a una tasa del 2,200 por ciento en el 2017, y podría dispararse muy rápido al 13,000 por ciento anual.

En abril, el FMI estimó que Venezuela, que depende de las ventas de hidrocarburos para obtener 96% de sus divisas, se mantendrá en una “profunda recesión” y caerá 8% en 2016, complicada por la “incertidumbre política” y una creciente presión en sus indicadores macroeconómicos a medida que los precios del petróleo continúan estancados.

Por si no fuera poco, además de la crisis económica y política del país, ahora los venezolanos también deberán convivir con una devastadora sequía que los llevaría a la peor crisis energética en su historia. En abril, Nicolás Maduro hizo un llamado de “conciencia” hacia el pueblo venezolano para ayudar a ahorrar energía y así superar el “engendro del capitalismo salvaje y devastador que es el fenómeno del niño y de la niña”

Sin embargo, la ominosa realidad que viven los venezolanos es el resultado de la politización y de la desastrosa gestión, así como la corrupción desenfrenada con que se ha manejado el sector energético.

Como consecuencia de la escasez de agua y del colapso productivo de PDVSA, el gobierno impuso un racionamiento de energía, mediante un apagón diario de cuatro horas en ocho estados. A excepción de la capital, Caracas, y la ciudad de Vargas, las medidas tendrían una duración de 40 días. 

Otras medidas para ahorrar energía son la reducción de la jornada laboral para los ministerios y empresas estatales, en los que se trabajará solo 02 días y la adición de nuevas fiestas nacionales. También se redujo la operación de los centros comerciales y se pidió a las tiendas y hoteles reducir el consumo de electricidad. Hace unas semanas, las autoridades cambiaron la zona horaria del país, adelantándola 30 minutos con el fin de ahorrar energía.

En un discurso televisado, Maduro dijo: “Estamos entrando con nuevas máquinas, administrando la carga, haciendo milagros para mantener la calidad de vida, pero yo pido que el milagro lo haga usted compatriota en su casa”. También instó a las mujeres a no secarse el cabello con secadora y dejar de planchar la ropa para ahorrar electricidad.

El problema de la electricidad del país ha agravado la actual crisis de escasez de dos tercios de los productos básicos; los ciudadanos reportan constantes faltas de medicinas y artículos de primera necesidad como papel higiénico y aceite de cocina. Todo esto ha causado gran descontento en el pueblo y las marchas y protestas son cada vez más comunes, al igual que la criminalidad. Las etiquetas #MaduroEsOscuridad y #LaCorrupcionNosQuitoLaLuz se volvieron tendencia en Twitter entre usuarios que acusan al Gobierno de discriminar a las ciudades del interior del país y dar prioridad a la capital. 

Los planes del gobierno de Nicolás Maduro sólo están generando un creciente rechazo en la población. La realidad habla por sí sola: el modelo político y económico de Venezuela es insostenible y solo los llevará a la miseria de una espantosa crisis humanitaria.  Lampadia




La intolerable agonía de Venezuela

La intolerable agonía de Venezuela

Un artículo publicado en The Economist analiza la situación del país gobernado por el régimen de Nicolás Maduro. A pesar de todo, advierte una luz: la reciente victoria de la oposición en las parlamentarias. “La victoria electoral de la oposición en diciembre mostró que la democracia está todavía viva”, concluye tras enumerar la cantidad de problemas que afectan a la población.

The Economist, al igual que Ricardo Hausmann en su artículo: Podría ser demasiado tarde para evitar la catástrofe en Venezuela, resaltó que el “auge” mundial del petróleo, que gozó Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y a principios del de Nicolás Maduro terminó y que ha golpeado fuertemente al país que depende en un 95% de los ingresos petroleros. (Ese sí es un país primario exportador).

Como hemos publicado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se enfrenta Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo.

Esta lastimosa experiencia, de un querido país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ y, según los resultados, a entronizar un odioso nivel de corrupción. No podemos dejar de preguntarnos cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su obsoleta ideología, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, o el peor, gobierno de la historia latinoamericana. Veamos el reporte de The Economist. 

Venezuela se encuentra al borde de una crisis humanitaria (El Nuevo Herald)

Una guía política y económica (The Economist)

Publicado por The Economist

19 de enero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

De todas las palabras críticas utilizadas para describir el estado del país que gobierna Nicolás Maduro, “desastre” es la que menos le gusta al presidente de Venezuela. Tal vez porque es muy acertada. Bajo su mandato, la nación ha entrado en una fuerte caída. Maduro ha restringido la publicación de cifras económicas oficiales. Aquellas que se han divulgado confirman que el 2015 fue un año muy malo. Y el 2016 será peor.

El boom del petróleo mundial, que le proporcionó a Hugo Chávez (el predecesor populista de Maduro), el dinero para solventar a los pobres de Venezuela, ha terminado. Maduro no ha logrado convencer a los votantes de que es un digno heredero. En las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre 2015, la oposición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó dos tercios de los asientos, la primera vez que la oposición ha ganado una elección nacional desde que Chávez llegó al poder en 1999. El índice de aprobación de Maduro está cerca del 20 %. La nueva Asamblea Nacional está enfrascada en una lucha de poder con el régimen. El Tribunal Supremo de Venezuela, que se puede considerar como gobiernista, ha dictaminado que tres diputados de la oposición no pueden juramentar, privando a la MUD de su “súper mayoría”, [necesaria para imponer sus decisiones más importantes].

El precio del petróleo, que proporciona el 95% de los ingresos de divisas de Venezuela, ha dictado durante mucho tiempo la popularidad de sus líderes. Los ingresos del gobierno provenientes del petróleo en el año a noviembre de 2015 representaban dos tercios menos que durante el mismo período del año anterior. El precio del petróleo ha caído aún más desde entonces. Con menos dinero entrante y una demanda de importaciones aún fuerte, el valor de las reservas de divisas de Venezuela se ha reducido de forma alarmante. En 2015, una caída en el precio del oro (con el que Venezuela mantiene una parte importante de sus reservas), ha contribuido a la disminución de estas. [Solo le quedan unos US$ 5,000 millones en divisa, prácticamente nada].

La caída actual de petróleo será dolorosa, sin importar quién esté en el poder. El régimen ha agravado el daño con políticas que, aunque diseñadas para favorecer a los pobres, terminaron empobreciéndolos a ellos y al Estado. El control de precios, junto con la escasez de divisas, ha dado lugar a una grave escasez de productos de primera necesidad, obligando a la gente a hacer largas colas, durante horas, para comprar artículos de primera necesidad. La inflación está oficialmente en un 141% a septiembre del año pasado (último dato disponible). Los analistas creen que la cifra real es de al menos 200% al año; algunos predicen hiperinflación en 2016. El masivo déficit presupuestario, que financia el Banco Central imprimiendo dinero, contribuye a ese riesgo

El gobierno ha tratado de mantener bajos los precios con un sistema de control de cambios de Rube Goldberg. Venezuela tiene tres tipos de cambio legales, incluyendo uno que valora el bolívar en 6.35/US$. Los venezolanos con conexiones en el gobierno pueden obtener dólares a este precio ridículamente barato, una importante fuente de corrupción. Pero en el mercado no oficial, el bolívar vale alrededor de 130 veces menos. El valor de mercado en dólares que maneja la mayoría de venezolanos es lamentablemente bajo. Aunque el precio oficial de las mercancías es correspondientemente barato, muchos sólo están disponibles a precios inflados en el mercado negro.

Hasta la fecha, Venezuela ha dado prioridad al pago de su deuda externa. Aparentemente, el gobierno ha decidido que un default, por más tentador que parezca, sería demasiado costoso. Muchos de los activos de Venezuela fuera del país (incluyendo refinerías y tanques petroleros) podrían ser embargados por los acreedores. El restringido acceso al crédito de Venezuela se vería disminuido aún más si hay un default. A pesar de que una serie de préstamos de varios millones de dólares de China, pagados en petróleo, están ayudando a evitar una crisis, un default podría ser inevitable si los precios del petróleo no se recuperan en 2016. El FMI estima que el PBI de Venezuela se redujo en aproximadamente un 10% en 2015, convirtiéndola en la economía con la peor performance del mundo. El gobierno admite que la contracción fue de 7.1% hasta el tercer trimestre de 2015. Sin importar cuál sea la cifra real, la fuerte recesión está socavando una de las reivindicaciones más orgullosas del régimen: que bajo su gobierno la pobreza ha caído en Venezuela. De hecho, la pobreza extrema sí ha disminuido bajo el chavismo (como lo ha hecho en todo el mundo), pero no tanto como el gobierno sostiene. El Perú ha avanzado más que Venezuela, donde la pobreza general (en lugar de extrema) se ha mantenido obstinadamente estática desde 2000. 

En enero de 2016, Maduro nombró un nuevo equipo económico, pero hay dudas sobre su voluntad de abordar los problemas de la nación. El ministro encargado de la economía, Luis Salas, es un sociólogo de izquierdas que, al igual que otros miembros del gobierno, atribuye los problemas del país a una “guerra económica”. Rechaza algunos principios básicos de la economía convencional, por ejemplo, que un exceso de impresión de dinero causa inflación. Se piensa que el nuevo ministro de Finanzas, Rodolfo Medina, es más pragmático. Estudios recientes han mostrado que, junto con la economía y la escasez, la seguridad es una preocupación importante. El gobierno dejó de publicar estadísticas completas del crimen en 2005, aunque admite que hay un problema. El fiscal general ha dicho que la tasa de homicidios de Venezuela el año pasado fue de 62 por cada 100,000 habitantes, diez veces el promedio mundial. El Observatorio Venezolano de Violencia, un instituto de investigación independiente, dice que la tasa es más alta. La tasa de homicidios en Caracas es la más alta en la región. El 90% de los homicidios quedan impunes en todo el país.

El gobierno trata de mantener a los venezolanos comunes ignorantes de tales desmoralizantes hechos a través de su dominio de los medios de comunicación. Chávez inició el proceso de cierre de la prensa libre; Maduro ha seguido en la misma línea. Sólo hay un periódico nacional que es relativamente independiente. La televisión estatal está llena de horas de propaganda pro-gobierno. Maduro, su esposa, Cilia Flores, y el ex jefe de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, todos tienen sus propios programas de televisión semanales. Los políticos de la oposición, varios de los cuales han sido encarcelados, dependen de los medios de comunicación social para difundir sus mensajes. A pesar de que el régimen hizo todo lo posible para hacerlo más difícil, la victoria electoral de la oposición en diciembre pasado muestra que la democracia aún está viva

El siguiente cuadro, del mismo The Economist, muestra el nivel de homicidios en varias ciudades del mundo:

Lampadia

 




Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

En las elecciones del pasado domingo, los líderes de la oposición en Venezuela, la coalición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ganaron más del doble de escaños que los socialistas en la Asamblea Nacional, castigando al gobierno del presidente Nicolás Maduro por la profunda crisis económica, política y social del país.

El que el gobierno venezolano haya tenido que reconocer la derrota no lo hace democrático ni respetuoso de la voluntad popular. El proceso electoral ha estado plagado de eventos anti democráticos, no se permitieron observadores, se acosó a la oposición, se dieron amenazas desde la cúpula del poder, se alargó la hora de la votación, se manipularon votaciones en las cárceles, etc. Todo esto con el afán de evitar que la oposición tome la mayoría calificada, cosa que parece logró el gobierno.

Fue la primera vez en 16 años que el movimiento “chavista”, llamado así por el ex presidente del socialismo del siglo XXI, Hugo Chávez, pierde la mayoría en la asamblea de 167 miembros y da a la oposición una plataforma para erosionar aún más el poder de Maduro. La oposición se ha comprometido a usar su nueva mayoría en la legislatura de Venezuela para liberar a los opositores encarcelados por el gobierno chavista, pero también dijeron que no desmantelarían las políticas de bienestar populares.

El presidente de la Asamblea, quien fue elegido a dedo por Chávez (pero carece de su carisma y astucia política) aceptó rápidamente la derrota en un discurso a la nación en las primeras horas del lunes, calmando los temores de una posible violencia. Consciente de que la victoria se debió más al descontento público con Maduro que al apoyo de la oposición, secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, instó a los venezolanos a enterrar sus diferencias.

“Comenzó el cambio Venezuela, hoy tenemos razones para celebrar, el país pedía un cambio, ese cambio comenzó hoy”, Torrealba, quien fue burlado por Maduro como un “mal Shrek” durante la campaña, dijo a sus seguidores en un discurso de victoria.

El secretario ejecutivo de la MUD añadió que los resultados le envían un mensaje claro al Gobierno de que el país está cansado de “vivir las consecuencias de un fracaso”. “Venezuela puede estar tranquila. La unidad sabrá administrar el triunfo y no llegará a atropellar a nadie. Hoy esto cambió y ahora la Asamblea tiene una dirigencia del pueblo. Esta victoria es real para aquellos que han sido perseguidos, encarcelados e inhabilitados”, subrayó.

El preso político más conocido en Venezuela es Leopoldo López, quien fue sentenciado a casi 14 años, acusado abusivamente en 2014 de promover la “violencia política”. Pero la oposición tiene una lista de lo que dicen ser más de 70 presos políticos.

¿Qué tan grande es la mayoría?

Según la información publicada por el CNE en su página de internet, la opositora Mesa de Unidad Democrática obtuvo 109 curules en el voto lista y nominal, a los que hay que sumar tres diputaciones por las circunscripciones indígenas. Esto significa que podrían, en teoría, despedir a ministros después de un voto de censura.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela se quedó en 55 de los 167 curules de la Asamblea Nacional. En porcentaje, el CNE informó que la oposición logró un 65.27% de los votos emitidos y el oficialismo un 32.93%.Con dos tercios, la oposición podría tratar de hacer modificaciones a las instituciones, como a los tribunales, ampliamente vistos como pro-gobierno. Incluso con sólo una mayoría simple, la oposición puede ejercer control sobre el presupuesto, dar marcha a investigaciones que podrían afectar al gobierno y aprobar la ley de amnistía.

Con 112 diputados de un total de 167 la oposición puede proceder a elaborar leyes orgánicas, aunque éstas todavía tienen que ser firmadas por el presidente. También puede designar a los poderes Judicial y Electoral, pero a través de un complejo procedimiento. Pero lo más crucial es la posibilidad de reformar la Constitución o convocar a una Asamblea Constituyente.

Sin embargo, todavía tendrían que negociar con Maduro. Este es uno de los retos más importantes ya que el presidente venezolano no aceptará muchos de los cambios. Por lo pronto, ya anunció que rechazará la anunciada ley de amnistía, considerada una prioridad por la nueva mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional. “No aceptaré ninguna ley de amnistía. Me podrán enviar mil leyes pero los asesinos de este pueblo tienen que pagar”, declaró Maduro.

La caída de Maduro

Maduro, cuyo gobierno ha sustituido a Cuba como el adversario más vocal de América Latina contra los Estados Unidos, culpó el resultado de las elecciones a una “guerra económica” llevada a cabo por líderes empresariales y otros opositores en el extranjero con el fin de sabotear la economía y lo llevan hacia abajo. “En Venezuela, ganó la contrarrevolución, no la oposición”, agregó en su discurso el lunes.

Muchos venezolanos no han comprado este argumento, sin embargo, culpándolo por la inflación más alta del mundo, la escasez desde la leche hasta los medicamentos y una moneda devaluada que cotiza en el mercado negro a casi 150 veces su tasa oficial.

La persistencia de Maduro con los controles de divisas y de precios complejos han contribuido a distorsiones económicas de Venezuela, pero, a diferencia de Chávez, también ha tenido que lidiar con una caída en el precio de la única exportación significativa de Venezuela, más del 95% de ellas: el petróleo.

La derrota del gobierno fue otro gran golpe para el bloque latinoamericano de gobiernos de izquierda después, especialmente después de las elecciones presidenciales de Argentina el mes pasado. Esperemos que los gobiernos ideologizados de la región sigan esa tendencia centro-derechista hacia democracias más libres y economías más prósperas. Lampadia




Maduro “ganó” elecciones presidenciales del 2013 mediante un masivo fraude electrónico

Maduro “ganó” elecciones presidenciales del 2013 mediante un masivo fraude electrónico

Comentario de Lampadia:

“Bumerán Chávez. Los fraudes que llevaron al colapso de Venezuela” es un libro escrito por el periodista de ABC Emili J. Blasco y que acaba de salir a la venta. En él, como reseña el ABC, se narra descarnadamente como “el colapso institucional, económico y social del país caribeño no es fruto de la dilapidación del legado de Hugo Chávez, sino consecuencia misma de sus políticas. Es el bumerán que, al volver en su vuelo, rompe el espejo en el que se veía a la república bolivariana. Sus páginas aportan nuevas primicias sobre la injerencia de Cuba, el fraude electoral, la corrupción económica, el narcoestado y las relaciones con Hizbolá. También hay revelaciones sobre la protección del chavismo a ETA y su relación con Podemos”.

Líneas abajo reproducimos el extracto publicado y editado por ABC en el que se relata la forma en que se consumó el fraude electoral. Un fraude electrónico, que debe ser una alarma para el Perú. Como hemos señalado repetidamente en Lampadia (Ver: No al voto electrónico y La peligrosa campaña por el voto electrónico), este método permite la manipulación y el secuestro de la voluntad popular. El proyecto del voto electrónico en el Perú debe enterrarse para siempre.

 

Dirigentes chavistas añadieron votos falsos «para robar las elecciones» en 2013

La victoria de Maduro se produjo por un anómalo pico de sufragios hora y media después de la hora oficial de cierre

Emil J. Blasco

ABC de España

20/04/2015 

 

 

Las computadoras secretas de los chavistas lo indicaban bien claro. A las seis de tarde, la hora en que el 14 de abril de 2013 debían cerrar los centros electorales en Venezuela, las presidenciales las había ganado Henrique Capriles Radonski. Suya era la banda tricolor que, no obstante, al final de un proceso amañado, se acabaría poniendo Nicolás Maduro. Un sistema informático paralelo al oficial permitía al chavismo saber en tiempo real a lo largo del día la evolución del voto, así como el número de votos falsos que debía producir para girar el resultado. Eso ocurría en el marco de un proceso completamente electrónico, como es habitual en Venezuela, y con la complicidad del Centro Nacional Electoral (CNE). Gran parte de la trampa se gestionó desde Cuba.

A las diez de la mañana, Diosdado Cabello se personó en la sede del Ayuntamiento de Caracas, en el municipio Libertador. El número dos del régimen acudió con su jefe de seguridad, Leamsy Salazar. Ambos subieron a la planta del despacho del alcalde y se encaminaron a una dependencia próxima. Allí se había instalado una sala de seguimiento informático electoral considerada «top secret». De acceso absolutamente restringido, en ella se dieron cita Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, y Jorge Rodríguez, alcalde caraqueño y gran mago del engaño electoral chavista.

En la sala, dispuestos en forma de U, había veinticuatro monitores, uno por cada estado venezolano, más uno central que totalizaba los datos de todo el país. Testigo ya de unos cuantos secretos del chavismo, Salazar se dio cuenta desde el primer instante de lo irregular de la situación: en las pantallas estaban apareciendo los votos que iban logrando Capriles y Maduro. Eso ni siquiera podía conocerlo el CNE, dado que las máquinas electrónicas de votación solo se conectaban en red al final para transmitir los resultados.

Los centros electorales habían abierto a las seis de la mañana y en pocas horas el candidato de la Mesa de la Unidad (MUD) había cobrado ya buena delantera. «Maldita sea, ¿vamos a permitir que esta mierda de elecciones las gane este “marico” el coño de Capriles?», preguntó Cabello. Salazar cuenta que entonces los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) hicieron una reunión de urgencia, a la que luego se sumó el vicepresidente Jorge Arreaza. Hacia las cuatro de la tarde Capriles seguía arriba, según nuestro testigo, por 220.000 votos. Había que romper la baraja.

«Es cuando ese día se cayó el sistema de internet. Al poco salió en público Arreaza anunciando que había habido un problema con internet y que se estaba arreglando. Cuando se restituyó el servicio las pantallas de las computadoras comenzaron a revertir la situación: iban llegando más votos para Maduro». El clima cambió en la sala y los jerarcas chavistas empezaron a reírse cínicamente. «Estabas cagado, ¿verdad?», se tomaban el pelo entre ellos. Al final de la noche, el CNE proclamó vencedor a Maduro por 223.599 votos: le atribuyó 7.587.579 (50,6 por ciento), frente a los 7.363.980 de Capriles (49.1 por ciento). ¿Qué había pasado?

Salazar aduce que la caída de internet fue provocada para descargar el tráfico en la red telefónica y así poder manejar con mayor garantía el complejo volumen de datos que alimentaba el sistema informático paralelo del PSUV. Bajo mano, el CNE había entregado a activistas del partido el mando técnico de las máquinas de votación y de otros procesos clave de la jornada.

Prórroga injustificada

Para esa operación final el chavismo necesitaba tiempo, así que poco antes de las seis de la tarde, cuando debían cerrar los centros electorales, el CNE anunció que prorrogaba el horario hasta las ocho allí donde se necesitara. Los votos para Maduro fueron más abundantes en los centros que demoraron su cierre, con un inexplicable pico, del todo anómalo, especialmente pronunciado entre las 19.30 y las 20.05 horas. Entre las seis y las ocho, Maduro recibió más de seiscientos mil votos, un volumen que materialmente no era posible sumar mediante el procedimiento natural de votación.

Los especialistas en seguridad informática Anthony Daquin y Christopher Bello concluyen que hay 1.878.000 electores falsos (múltiple cedulación). Además, en la auditoría del sistema de votación en la que pudo participar, Bello comprobó que las máquinas de votación tenían cuatro BIOS (Basic Input Output System). Eso facilitaba la comunicación con dispositivos externos y habría hecho posible tanto el conteo del voto como la emisión de voto falso en origen.

El robo electoral fue confirmado confidencialmente a Estados Unidos por algunos de los principales dirigentes chavistas. Desaparecido Chávez, algunos comenzaron a entablar contactos indirectos para limpiar su pasado. Emisarios de Cabello y del nuevo ministro de Interior y Justicia, el general Miguel Rodríguez Torres, reconocieron lo que todo el mundo sospechaba. «-Vale, es verdad. Añadimos trescientos cincuenta mil votos. Las estaciones uno, dos y tres de los centros electorales estaban operados por gente nuestra. -Capriles nos quitó novecientos mil votos, y habrían llegado a ser dos millones si no llega a haber voto asistido y los demás procedimientos».

Puede que las cifras estuvieran redondeadas, y que ese «añadir» se refiriera solo al voto fabricado de forma compulsiva en el último momento. En cualquier caso era una admisión en toda regla de que habían robado la presidencia.




El análisis con contrabando de Levitsky

El análisis con contrabando de Levitsky

Comentado por Lampadia

Creemos que el artículo de Levitsky, que reproducimos más abajo requiere de ciertas puntualizaciones que desvirtúan buena parte de su análisis.

Esperábamos que un profesor de Harvard, que ha sido adoptado como gurú de la izquierda peruana, fuera un poco más informado y riguroso. Anteriormente hemos criticado a Levitsky por las mismas razones, pero parece que no le entran balas: Levitsky pontifica sobre el gasto social.

¿El fin del giro a la izquierda?

Por Steven Levitsky, La República, 05 de Abril de 2015

Ante los graves problemas que enfrentan los gobiernos de Bachelet, Kirchner, Maduro, y Rousseff, muchos comentaristas prevén el fin del giro a la izquierda latinoamericano.  La ola sin precedentes de triunfos izquierdistas que empezó con la elección de Hugo Chávez en 1998 se agota.

No todos los gobiernos de izquierda están en crisis. Siguen más o menos fuertes en Bolivia, Ecuador, El Salvador, Uruguay, y Nicaragua. [Bolivia creció más que el Perú el 2014, pero si analizamos la década del 2002 y el 2012, podemos comprobar que el Perú creció un promedio de 6.3% mientras que Bolivia lo hizo solo en 4.7%. El dato del último año ha sido aprovechado por la izquierda tradicional para afirmar que el modelo boliviano es mejor]. Sin embargo, es probable que la izquierda sufra una serie de derrotas electorales en los años que vienen.  Se iría primero en Argentina, donde ninguno de los candidatos presidenciales serios es kirchnerista (Macri, Massa, y Scioli son pragmáticos del centro o centro-derecha). Aunque no haya elecciones presidenciales cercanas en Brasil y Venezuela, Dilma Rousseff ha sufrido una fuerte caída de popularidad y podría enfrentar un juicio político.  Y el gobierno de Nicolás Maduro está atrapado en un callejón sin salida.  

Después de una década de triunfos sin precedentes, entonces, parece que la izquierda latinoamericana está perdiendo fuerza.  La ola empieza a retroceder.

El retroceso de la izquierda tiene dos causas principales. El primero es el desgaste natural después de haber gobernado por tres o cuatro periodos presidenciales. Pocos partidos ganan más de tres elecciones presidenciales consecutivas (en EEUU, la última vez fue hace casi 70 años), y en democracia, casi ninguno gana más de cuatro.  Después de tres periodos, los gobiernos pierden los reflejos políticos; se distancian de la gente, y muchas veces, crece la corrupción.  Aun cuando no son muy corruptos (como en el caso de la Concertación en Chile), la gente se cansa.  Tarde o temprano, el desgaste afecta a todos los gobiernos. Doce años (Argentina) o 13 años (Brasil) en el poder es mucho.  Nada es permanente en la democracia.   Nadie gobierna para siempre.  

El segundo factor que debilita  a la izquierda latinoamericana es el fin del boom de las materias primas.  El tremendo éxito electoral de la izquierda en Brasil (reelecto en 2006 y 2010), Chile (reelecto en 2006), Venezuela (reelecto en 2006 y 2012), Argentina (reelecto en 2007 y 2011), Bolivia (re-electo en 2009 y 2014), Ecuador, (re-electo en 2009 y 2013), y Uruguay (re-electo en 2009 y 2014) fue facilitado por el boom económico que empezó en el 2002. El boom se acaba, y algunas economías han caído en recesión. Las crisis económicas –serias en Brasil y Argentina, infernal en Venezuela–generan descontento. Y los electores descontentos no suelen reelegir a sus gobiernos.   

Es probable, entonces, que el desgaste natural y el fin del boom económico pongan fin al giro a la izquierda. El proceso ya está en marcha en Argentina y Brasil, pero llegará también a países como Bolivia y Ecuador. En política nada dura para siempre.

Pero la década izquierdista ha sido un tremendo éxito para las fuerzas progresistas latinoamericanas. Con la excepción del chavismo venezolano (que dejará el país en ruinas), los gobiernos de izquierda latinoamericanos dejarán dos legados positivos.

Primero, demostraron que la izquierda puede gobernar. La imagen de una izquierda incapaz de gobernar había estado ampliamente difundida en América Latina. Debido a los fracasos de Allende en Chile, Siles Suazo en Bolivia, el sandinismo en Nicaragua, y Alan García en el Perú, la izquierda regional estaba asociada con crisis fiscal, hiper- inflación y desgobierno.

Esa imagen cambió en los 2000.  En Chile, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet gobernaron bien, espantando el fantasma de Allende. Lula gobernó bien en Brasil. [Ver en Lampadia: Luces y sombras de la visita de Lula al Perú]. Tabaré Vázquez y Pepe Mujica gobernaron bien en Uruguay. El FMLN ha gobernado bien en El Salvador. En Bolivia, las políticas macroeconómicas del gobierno de Morales han sido bastante responsables – y bastante exitosas.  

Los gobiernos de Lagos y Bachelet, Lula, Funes, y Vázquez y Mujica destrozaron la imagen de una izquierda incapaz. En Brasil, Chile, y Uruguay, la tasa de crecimiento económico aumentó con los gobiernos de izquierda. Y según los Indicadores de Gobernancia del Banco Mundial, los tres países mejoraron en términos de rendición de cuentas, estado de derecho, y corrupción.  

El segundo legado de los gobiernos de izquierda son las políticas redistributivas. La redistribución desapareció de la agenda pública en América Latina en los años ochenta y noventa. Quedó fuera del Consenso de Washington. Los viejos estados de bienestar –casi todos disfuncionales– fueron desmantelados pero no reconstruido, y la política social se limitó a las políticas antipobreza focalizadas.

La izquierda colocó el tema de la redistribución en la agenda.[La redistribución nunca ha estado fuera de la agenda, para eso son los impuestos que los gobiernos deben saber usar en beneficio de la población. Levitsky considera que redistribución es el asistencialismo, poca veces sostenible, como justamente se ha hecho evidente en el ícono de las políticas redistributivas de nuevo cuño: Brasil]. En Argentina, Brasil, Chile, y Uruguay, gobiernos izquierdistas aumentaron el salario mínimo, expandieron los sistemas salud y seguridad social, ofreciendo pensiones y seguro médico a millones de personas –informales, desempleados, y pobres rurales– que jamás los habían recibido, y mejoraron los ingresos de millones de familias a través de programas de transferencias condicionales.

Las consecuencias de estos programas han sido enormes.  En Brasil, 20 millones de personas salieron de la pobreza bajo el gobierno de Lula. Y el nivel de desigualdad cayó. [Siendo que Levitsky escribe en La República, debería nutrirse de información sobre el Perú para sustentar sus afirmaciones. En nuestro caso, según varios especialistas como Juan Mendoza de la UP y la ex Ministra de Inclusión Social, Mónica Rubio, así como el propio INEI, la disminución de la pobreza de los últimos años se originó por la inversión privada hasta en un 80%. Solo el resto se habría debido a los abundantes programas sociales asistencialistas. Ver en (L): Al menos80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento y EVOLUCIÓN DE LAPOBREZA MONETARIA 2009-2013].

Aunque la pobreza disminuyó en toda América Latina, la economista Nora Lustig y sus colegas muestran que los gobiernos social democráticos en Brasil, Chile, y Uruguay lograron reducir la pobreza y la desigualdad más que en otros países.

El buen rendimiento de los gobiernos de izquierda se ve en los resultados electorales: entre 2000 y 2014, los gobiernos de izquierda fueron reelectos en 19 de 20 oportunidades (la única derrota fue en Chile en 2010, donde el candidato, Eduardo Frei, no era de izquierda). La izquierda ganó cuatro veces consecutivas en Brasil, tres veces en Argentina, Bolivia, Ecuador, y Uruguay, y dos veces en El Salvador.

Estos triunfos se deben, en parte, al boom económico. Pero también se deben a la democracia.   Por la primera vez en la historia, la izquierda latinoamericana puede ganar y gobernar hoy sin golpes de Estado. [¿Se deben a la democracia? ¿A cuál? ¿A aquella que se basó en cambiar las constituciones a la medida de los gobernantes “democráticos”, que instauraron las reelecciones permanentes, que cooptaron a la población con programas asistenciales de reparto condicionado (como Juntos en el Perú que no cumple con los condicionamientos) y que finalmente, concentraban el poder en manos del ejecutivo, eliminando o debilitando la división de poderes, consustancial a una democracia real?].

La izquierda no debe olvidar esta lección.  El giro a la izquierda fue posible porque la consolidación de las instituciones democráticas abrió caminos al poder que no existían antes. Para la izquierda, apoyar a gobiernos (como el venezolano) que pisotean a estas instituciones sería sabotear a su propio futuro.