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“2da reforma agraria”, acto político para radicalizar

“2da reforma agraria”, acto político para radicalizar

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El gobierno se radicaliza. El lanzamiento de la llamada segunda reforma agraria los juntó a todos: Castillo, Bellido, Maraví, Bermejo, con discursos cada uno más incendiario que el otro. En realidad, ese evento fue un acto político destinado a crear el clima para acelerar la marcha hacia el cierre del congreso y la instalación de la asamblea constituyente, con la finalidad de concentrar el poder y perpetuarse. Bellido atacó al Congreso y amenazó con cerrarlo, y llamó a firmar los planillones para el referéndum constitucional. El propio presidente Castillo volvió a hablar de una nueva Constitución. 

Allí también se terminó de instalar la fábrica de enemigos del pueblo. Abundaron los ataques no solo al Congreso, sino también a los medios, a los grupos de poder, a Keiko Fujimori…, todos confabulados contra el pueblo, sea oponiéndose a la asamblea constituyente, sea subiendo los precios, sea explotando o “ninguneando” a los agricultores.

La pulsión creadora de enemigos llegó a niveles de delirio cuando el presidente Castillo resucitó a fantasmas que habían muerto hace más de 45 años: “Acabemos con los patrones y los hacendados porque ellos ya no comerán del sudor de los pobres y los campesinos”. Se trata de infundir una épica revolucionaria a como dé lugar. 

La tesis del Presidente es que luego de la reforma agraria la explotación y la desigualdad se han vuelto a instalar en el campo. “Basta de lastimar al campesino…. Luego de la primera reforma agraria hemos vuelto a ser ninguneados los agricultores… Luego de haber pasado más de 50 años, al fin el Perú se pone de pie para acabar con la explotación y la desigualdad sobre la que se sostiene el agro”.

La verdad es que la reforma agraria de Velasco -más allá de responder a una demanda histórica- fue tan mal ejecutada que empobreció el agro nacional, y más bien este se ha recuperado aceleradamente en las últimas tres décadas. Sobre todo el andino. Es cierto que en las últimas dos décadas el ministerio de agricultura no ha cumplido su función de apoyo técnico a la agricultura familiar andina, pero en los 90 sí tuvimos agencias estatales eficientes como Pronamach, Foncodes y Provias Rural que impulsaron la integración al mercado y la producción campesina.

Y por eso es que, como demostró Richard Webb en su libro “Conexión y Despegue Rural”, los ingresos rurales crecieron a partir de los 90 proporcionalmente más que los ingresos de los sectores urbanos. Por supuesto, la distancia respecto de los sectores urbanos avanzados sigue siendo grande, pero los campesinos peruanos han mejorado su posición relativa en la sociedad como nunca antes en la historia. En el siguiente gráfico podemos ver cómo de tener un ingreso per cápita estancado a lo largo de cien años, este creció a 7.2% por año en promedio a partir de 1994.

Por eso es que la pobreza se redujo sustancialmente en los últimos 30 años y los niveles de desnutrición infantil se redujeron también significativamente. No solo eso. La verdad es que la famosa primera reforma agraria, sumada a las políticas económicas de los 70 y 80, empobreció a los campesinos andinos y costeños. Esas políticas les despojaron de su mercado. Con la finalidad de mejorar la alimentación popular, los gobiernos subsidiaron los alimentos importados que ya venían subsidiados en sus países de origen. Entonces, por ejemplo, el fideo artificialmente barato desplazó a la papa -que es el producto emblemático del campesino andino- y el consumo per cápita de papa bajó, para recuperarse a partir de los 90 con el cambio del modelo económico, como podemos ver en el siguiente gráfico:

Con la producción lechera ha ocurrido lo mismo. Por supuesto que el Estado podría ayudar a difundir aun mas las tecnologías que multipliquen la productividad de las familias andinas, tales como micro reservorios familiares, riego por aspersión, pastos cultivados y otras. Esto es algo que ya ha venido ocurriendo, de manera espontánea, impulsada, entre otros, por el programa de Sierra Productiva, que nunca ha recibido -es cierto- el apoyo del ministerio de Agricultura. Esperemos que ahora sí ocurra.

Como en otros terrenos, el modelo económico, contenido en la Constitución del 93, ha reivindicado al campesino andino y le ha permitido recuperar su mercado interno. Quien ha fallado es el Estado, sobre todo en lo relativo a los servicios agrícolas y a los de educación y salud. Esa es la revolución que el gobierno debe abordar. Si regresamos al modelo proteccionista y estatista de los 70 y 80, la producción campesina volverá a caer. Cambiemos el Estado, no la Constitución. Lampadia




El amor y el odio nublan la razón

El amor y el odio nublan la razón

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Durante la pasada campaña electoral, la mayoría de los periodistas de “centro izquierda”, por no decir “caviar”, se rasgaban las vestiduras y denostaron cuanto pudieron a KF (Keiko Fujimori), haciendo ver a la población que la solución a nuestros problemas como país, vendrían de la mano de PC (Pedro Castillo), ya que él personificaba al hombre sencillo del Perú, de campo, que tenía las manos, la mente y el corazón limpios y que sería, en las circunstancias de la segunda vuelta electoral, “la única vía para salvarnos de caer en las garras de una organización criminal, corrupta y sanguinaria”.

Ciertamente el odio profundo de esa izquierda, cultivado durante 20 años, que preveía frustradas con KF sus expectativas de seguir succionando de las ubres del Estado, tal como se los impidió el expresidente Fujimori en la década de los 90, los hizo perder la razón y no pensar en nuestro país. Muchos, entre los que me cuento, consideraron la increíble torpeza de KF al destruir lo que debió ser una década de apogeo económico y de magnífica reducción de la pobreza en el Perú, entre el año 2016 y el 2026. Muchos de estos analizaron, de cara a las últimas elecciones, varias otras opciones antes que KF, hasta que muy cerca a la víspera de la primera vuelta, concluyeron que, a pesar de todos sus errores, era la mejor opción. Pero otros, en cambio, quedaron nublados por el odio y se negaron a la reflexión. Para muchos confundidos, caviares o “cojudignos”, el odio por KF fue mucho mayor que su amor por el Perú y para casi el 30% de la población, el futuro político del Perú, les importó un bledo y prefirieron irse de viaje o simplemente “ver una pela”, antes de ir a votar.

Hoy, a una semana y algo más de 28 de julio, encuentro a todos los “odiadores” tradicionales de la prensa caviar, incluyendo los diarios que hicieron campaña destructiva contra KF, rasgarse las vestiduras y echarse ceniza en la frente, al ver que el profesor ha llegado al gobierno tratando de trasplantar el tipo de gente de los “Dinámicos de Junín”, al aparato del gobierno central. Es casi “un poema” leer algunos titulares y artículos de La República, ver y oír a RMP, AAR, ML, NL (cargador de Hugo Blanco), JO y hasta al caviar de “La Encerrona”, pregonar que los engañaron, que nunca imaginaron que PC sería un marxista, leninista, mariateguista, comunista y que no respetaría las reglas democráticas. Que PC es bueno y noble, mientras que Cerrón es el malo que, lo induce al mal y se le impone. ¡Pamplinas!

Ahora se quejan de la calidad de autoridades (ministros, viceministros, directores y asesores de ministerio), que están nombrando y los criterios de selección de estos. Reclaman, que se está creando, rápidamente, fuerzas populares del mejor estilo cubano y venezolano, que los ronderos ya empezaron a irrespetar a la policía y que el comandante general de la PNP, se ha puesto a disposición para entrenarlos y proporcionarles recursos. Que el dirigente nacional de rondas campesinas, no sólo se siente empoderado, sino que reclama entrenamiento policial, logística, armamento, presupuesto por 3 mil millones de soles al año y extender el ámbito de actuación de las rondas, a las áreas urbanas.

A las “joyas” puestas en los ministerios, no les pidieron su CV, sino que, al decir de alguna prensa, se requería que tengan prontuario; lo que se puede verificar con sus antecedentes policiales, judiciales, hojas de servicio en algunas instituciones del Estado, etc. En otros casos, no les importó no renunciar a la fiscalía para asumir un ministerio (incompatibilidad prohibida expresamente por la ley), como no le importa a otra, no renunciar a RENIEC para ser candidata (también expresamente prohibido por ley), pero que alguna mafia le permitió pasar por alto y no sólo eso, sino que ahora después de proclamada vicepresidente y nombrada ministra, quiere “guardarse el puestito” para dentro de cinco años, que termine este mandato. Esto es absolutamente indigno, pero esperar lo contrario, es como pedirle peras al olmo.

Bien dice el adagio que, “Obras son amores y no buenas razones” y por eso, resulta tan preocupante la falta de honestidad y entereza de los funcionarios, que imponen o gestionan “salidas” incorrectas a sus conflictos de intereses dentro del Estado y en estos casos, los exigen sin ningún empacho ni vergüenza.

Ahora que ya estamos metidos en el grave problema político, son los mismos comunicadores los que deben de explicar a la población y con insistencia, la estafa de la que el Perú y sus ciudadanos hemos sido objeto. Que nos han timado como a niños y que nos han dado gato por liebre. Que PC se presentó como demócrata honrado, pero que resultó un fraude con esquemas dictatoriales y que está pretendiendo copar la administración pública con gente no calificada, sin experiencia seria y con muchos procesados y sentenciados por la justicia.

Creo que, desde el Congreso, la Fiscalía, la Contraloría, pero con todo el respaldo masivo de la ciudadanía, debemos corregir muy rápidamente el tremendo error que, voluntaria o inadvertidamente, ha cometido la población electoral.

Dicen que “no hay mal que por bien no venga” y quien sabe, esta sea una gran oportunidad para hacerle ver a nuestra ciudadanía, empezando por la más joven, la necesidad de involucrarse en política y de estar muy activo y vigilante de los procesos electorales.

Ya Platón decía: “El precio de desentenderse de la política, es el ser gobernado por los peores hombres”. Lampadia




La indispensable unidad

La indispensable unidad

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Luego de la fraudulenta e ilegal proclamación de Pedro Castillo por el cuestionado Jurado Nacional de Elecciones (JNE), han arreciado las críticas -y a veces insultos- de algunas personas contra algunos líderes del campo democrático, en particular hacia Keiko Fujimori.

Eso, en mi opinión, es un error. Salvo que alguna persona o grupo político abandone la lucha contra el comunismo y se rinda o se venda por alguna prebenda, debe mantenerse la unidad y evitar los reproches destemplados y las ofensas.

Sin duda, todos han cometido errores durante la campaña electoral y, en ocasiones, han pronunciado discursos excesivos. Ya habrá tiempo para discutir eso.

Un punto importante es que hay diversas estrategias y propuestas para enfrentar el peligro de una dictadura chavista. El asunto es que no son contradictorias entre sí y la mayoría de las veces se trata solo de palabras y definiciones.

Por ejemplo, algunos dicen que no se debió reconocer la decisión del JNE. Yo considero ilegal e ilegítima la proclamación, lo he dicho y lo he publicado (“Expreso, 19/7/21). Pero en los hechos ¿cuál es la diferencia? Castillo va a ocupar Palacio el 28 de julio y va a designar a los ministros. Ese gobierno va a gobernar (o desgobernar).

El 30 de setiembre de 2019 Martín Vizcarra disolvió ilegal e inconstitucionalmente el Congreso. Fue un golpe de Estado. Pero los partidos participaron en las elecciones de enero de 2020 para el nuevo Parlamento y los peruanos fueron a votar.

En suma, muchas discrepancias son, hasta ahora, solo declarativas, algunas más estridentes que otras. Quizá luego aparezcan diferencias sustanciales en las estrategias. Puede ser. Pero no exacerbemos discordancias donde no las hay.

Otro tema es el del liderazgo de las fuerzas democráticas, de la oposición al comunismo. Hasta ahora todos cerraron filas alrededor de Fujimori, como había que hacer dado que ella es la que había pasado a la segunda vuelta. Ese capítulo terminó. Ahora no existe un líder natural de la oposición.

El problema es que podría existir la tentación de algunos de encabezar a los demócratas demoliendo a los vecinos. Eso sería un gravísimo error. ¿Qué lograrían con eso? ¿Ser candidatos con un poco más de opción el 2026, cuando quizá ya no haya elecciones competitivas? ¿Qué sentido tiene pelear y golpear a otros para obtener un pedazo más grande de una torta que no existe?

No hay nada por lo que reñir entre los demócratas hoy día. Ningún beneficio puede obtener ahora el que ataque a otro demócrata, el que pueda sobresalir algo sobre los demás elevando el tono de voz o planteando propuestas más radicales.

Sin duda habrá competencia luego, pero ese momento no ha llegado todavía. Si nos peleamos entre nosotros ahora, de seguro no habrá un mañana. La experiencia de Venezuela es aleccionadora, las estériles disputas de la oposición ayudaron al chavismo a consolidar su dictadura.

La más inmediata tarea es, sin duda, que una alianza de las fuerzas democráticas logre ganar la mesa directiva del Congreso. Ojalá que sea posible. Lampadia




Será proclamado, pese a que quizá no ganó

Será proclamado, pese a que quizá no ganó

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Premunido de argumentos legales discutibles o leguleyos, el Jurado Nacional de Elecciones decidió no verificar las actas cuestionadas por Fuerza Popular y declaró todas las apelaciones de fondo improcedentes, y procedió a resolver las de “forma” a puerta cerrada, sin audiencias.

La propia Defensoría del Pueblo ha reclamado ayer al JNE actuar de otra forma. Ha señalado “que el listado de electores elaborado por la ONPE es también un documento de acceso público, en la medida que cuenta con similar información que el padrón electoral, por ello corresponde al JNE exponer en la mayor medida posible los razonamientos de hecho y derecho que utilizó al momento de resolver sobre su valoración”.

Aparentemente ese pronunciamiento llega cuando la proclamación de Pedro Castillo es casi un asunto de mero trámite que podría producirse esta semana. En ese caso, a Keiko Fujimori no le quedará más remedio que acatar el resultado pese a no estar de acuerdo con él, no solo por respeto a la institucionalidad por más que ésta haya sido injusta, sino para evitar que una oposición recalcitrante desde el comienzo provoque la radicalización del futuro gobernante, en perjuicio de todos los peruanos.

Pero eso supone que Pedro Castillo deberá tener conciencia que debe gobernar para todos desechando propuestas divisionistas como la asamblea constituyente y convocando a los mejores, no solo porque la mitad de la población no votó por él –en realidad, solo el 35% lo hizo considerando el total de electores-, sino que ni siquiera es seguro que haya ganado realmente las elecciones pese a que sea proclamado ganador. Y eso se conocerá tarde o temprano. Entonces tiene que integrar a todos en su gobierno, o intentar hacerlo.

Hay quienes consideran que la demanda de cotejar las actas con las listas de electores y el pedido por último de una auditoría de la elección, no son sino formas de pataleta de quienes no quieren aceptar los resultados, algunos de los cuales incluso estarían tramando un golpe para impedir la asunción de Castillo.

Por supuesto que hay que rechazar toda intención golpista, pero debe rechazarse también la narrativa de que acá no ha pasado nada serio y que las irregularidades que se han presentado son las normales en cualquier elección.

Veamos por ejemplo el siguiente cuadro (hemos puesto solo el comienzo y el final), trabajado por un equipo de personas entre las que están Leopoldo Monzón, Tony Salas y José Ignacio Beteta, que revela que hay 394 mesas en las que Keiko Fujimori obtuvo la misma cantidad o menor cantidad de votos en la segunda vuelta que en la primera, hecho altamente improbable, por no decir imposible, pues supone no sólo que electores que votaron por ella en la primera vuelta se arrepintieron de hacerlo en la segunda vuelta, sino que quienes sufragaron por los otros 17 candidatos ninguno votó por ella, ni tampoco los que habían votado en blanco o viciado.[1]

 

……….

Este cuadro no es producto de un análisis estadístico. Son números puros y duros, y revelan resultados que solo podrían ser el producto de actos de manipulación para arrojar votaciones que favorecieran en mayor medida a Castillo, y en una cantidad que podría inclinar la balanza en favor de la candidata Fujimori. Pues si expandimos la última fila, donde se ve los resultados, constatamos que en esas 394 mesas Pedro Castillo tuvo 40,437 votos más que en la primera vuelta y Keiko Fujimori tuvo 823 votos ¡menos!

El hecho de que Fuerza popular careciera de personeros en muchas zonas de la Sierra facilitó las alteraciones. Y no los tuvieron porque, según el jefe de personeros de Fuerza Popular, la gente no quería participar debido a las amenazas recibidas (matar sus animales, cortarles el agua, castigos físicos). El hecho es que eso posiblemente facilitó los actos ilegales que han sido denunciados: falsificación de firmas, suplantación y un mismo puño gráfico llenando actas de varias mesas en un mismo colegio o en un mismo distrito y hasta provincia. 

Pese a todo ello, Castillo será proclamado. Por eso, debería ser consciente de la fragilidad de su triunfo para buscar consensos y el concurso de todos para gobernar -como bien ha recalcado Carlos Amat y León en entrevista en Perú21-, dejando de lado propuestas maximalistas que llevarían al país a un conflicto político explosivo e insostenible. Lampadia

[1] Este y otros cuadros y pruebas se encuentran en pruebadelfraude.com




¡Ah mira, yo no sé!

¡Ah mira, yo no sé!

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Debemos reconocer, que la situación de estas elecciones presidenciales del Perú, son dignas de Ripley. Como vimos en la primera vuelta, un candidato desconocido, PC (Pedro Castillo) que en las encuestas aparecía en los últimos lugares, llegó a pasar a la segunda vuelta con cerca de 19% de los votos válidamente emitidos. Un dato al pie es que PC, previo a esa primera vuelta electoral, cuando un periodista lo entrevistó y le preguntó acerca de sus expectativas de pasar a segunda vuelta, teniendo en cuenta que tanto la Sra. Mendoza, como el Sr. Arana, líderes de candidaturas de la izquierda, le aventajaban en preferencia, se le escapó la sonrisa y sólo atinó a decir, “es que ellos no llegarán pues”. Esto significa que, algo sabía que no se atrevía a confesar, pero la organización de algo irregular, ya estaba en marcha.

Al pasar a la segunda vuelta para competir con KF (Keiko Fujimori), fue clara la ventaja de PC en las encuestas iniciales, resultado del fuerte anti-voto contra KF, producto de dos décadas de campaña persistente contra la familia Fujimori, de adoctrinamiento escolar y universitario, que cambió la narrativa de la lucha del Estado y las fuerzas del orden contra el terrorismo, a una versión de “conflicto armado de luchadores sociales, contra el Estado opresor”. Esto, acompañado de mentiras tales como el de las “esterilizaciones forzadas de la década de los 90”, cuando realmente se trató de un programa de planificación familiar, destinado a mujeres humildes con al menos cuatro (4) hijos, entre otros mensajes. Así como, una fuerte campaña en el sistema judicial, que acusa a KF de encabezar una organización criminal dedicada al tráfico de influencias y lavado de activos. Todo lo dicho, acompañado de la lamentable reacción de KF ante el resultado electoral de 2016, en que, lejos de asumir una actitud constructiva con miras a darle al Perú una década de éxitos y crecimiento, en coordinación con el gobierno de PPK y preparar el camino para lo que debiera ser un gobierno exitoso y sin conflictividad de KF 2021-2026, se picó.

Esta acumulación de desinformación, la “mala entraña” generada contra KF y la campaña político-judicial en su contra, sólo pudo ser remontada tras una campaña política de siete semanas (después de tener que esperar el permiso del poder judicial para poder movilizarse en campaña por el país), campaña durante la cual, la candidata KF tuvo que hacer comprender que la suya, era la candidatura de defensa de la democracia y, tras pedir perdón cuantas veces se lo exigía una amplia población de ciudadanos “dignos”, fue remontando una diferencia que, inicialmente llegó a 20 puntos porcentuales.

Todo este trabajo, movió a ciudadanos adultos mayores, quienes a pesar de su edad y todas sus dificultades, fueron a votar, dando una magnífica lección de civismo. Lamentablemente, esa lección no fue transmitida a mucha gente joven, lo que llevó a que tengamos un ausentismo de 25.4%, que tanta falta nos ha hecho para salvar nuestra democracia con toda amplitud y dando un claro y holgado mensaje de “No al comunismo”.

Hoy sabemos de malas prácticas en la instalación de mesas por parte de los partidarios de PC, que ha habido mucha manipulación de votos y actas en mesa, que se han impugnado actas donde había preferencia electoral por KF. Que el partido de KF ha presentado un número importante de impugnaciones a las actas, hasta el último minuto del tercer día posterior a las elecciones, pero que el JNE no ha querido aceptar, bajo el argumento que su hora de atención es sólo hasta las 20:00 horas de esa fecha y no computando las 72 horas legales correspondiente a tres días.

Hace gracia ver cómo los cuatro miembros del JNE, y un buen número de abogados cercanos a PC, se ampara en el respeto a las formas e invocan institucionalidad, para defender la recepción de impugnaciones en un horario que concluye a las 20:00 horas del tercer día posterior a las elecciones dado que, en algún dispositivo de rango menor, fijaron la atención hasta esa hora.

Muy bien por la declaración de respeto a la institucionalidad y observación de las formas, hechas por el JNE, pero entonces

  • ¿Por qué nadie se inmuta por el hecho de que, el JNE cuyo pleno es de cinco (5) miembros, esté conduciendo todo el proceso con sólo cuatro (4) miembros?
  • ¿Por qué, si las planchas presidenciales deben estar constituidas por un candidato a la presidencia y dos candidatos a las vicepresidencias, con alternancia de mujeres y hombres, nadie se haya pronunciado sobre la ilegalidad de una plancha incompleta?  
  • ¿Por qué, si el Sistema Electoral está constituido por el JNE, la ONPE y el RENIEC, nadie objeta que, una alta funcionaria de RENIEC sea candidata a una vicepresidencia, a pesar del claro conflicto de intereses?
  • Y finalmente, ¿Por qué el JNE, quien tiene el mandato de ASEGURAR que el resultado del proceso electoral, refleje estrictamente la voluntad electoral de los ciudadanos, no exige a RENIEC que el padrón electoral se actualice con mayor velocidad, para evitar la posible suplantación de fallecidos al tiempo de votar?

A estas alturas del siglo XXI, contamos con todas las facilidades de sistemas de información y tecnología para; actualizar registros, contrastar padrones con actas de votación, contrastar firmas de RENIEC con firmas consignadas en actas electorales, entre otras facilidades, pues el Perú merece llegar al bicentenario con un gobierno legítimamente elegido. ¿Por qué entonces el JNE sigue actuando y conduciendo el proceso electoral como si estuviéramos en 1921 y no en el año 2021?

Más importante y contradictoria aún, es la actitud irracional de la agrupación política de PC que, a pesar de todas las irregularidades mencionadas, estaría presionando al JNE por una pronta proclamación de PC, sobre la base del cómputo de votos de la ONPE, antes de completar la revisión de impugnaciones, pero cuando preguntamos ¿Cuál es el plan de gobierno a seguir? La respuesta es: ¡Ah mira, yo no sé! Lampadia




El Gobierno apoya a Castillo

El Gobierno apoya a Castillo

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

No solo ha sido la descarada intervención del presidente Francisco Sagasti llamando a Mario Vargas Llosa para que presione a Keiko Fujimori, tratando de hacerla desistir de su lucha por impedir el descarado fraude electoral que ha perpetrado el comunismo. Hay otros varios indicios de su respaldo a Pedro Castillo y todo lo que representa.

Por ejemplo, el lunes 14 un nutrido grupo de ex altos mandos de las Fuerzas Armadas, encabezados por el ex presidente Francisco Morales Bermúdez, emitió un pronunciamiento donde, entre otras cosas, advierten su preocupación “por la serie de denuncias a través de las cuales se vienen difundiendo flagrantes alteraciones del debido proceso de elaboración de actas, recolección, digitación y conteo, los mismos que han seguido parcialmente un proceso administrativo que por la magnitud de casos no se ha llevado a cabo diligentemente y en forma completa, lo que viene produciendo una percepción ciudadana mayoritaria de un proceso poco transparente, irregular y pasible de fraude.”

También señalan que “Esta situación es muy grave en las actuales circunstancias, donde existen dudas razonables sobre la manipulación de la documentación electoral y donde se requieren acciones decididas y firmes por parte del JNE para velar por el cumplimiento irrestricto del citado mandato, es decir establecer la VERDAD de la voluntad ciudadana y para cuyo propósito, la constitución y las leyes establecen claramente que es el JNE, y solo este organismo, quien tiene competencia para administrar justicia en materia electoral y de manera particular en hechos inéditos y excepcionales, como los que vienen sucediendo, donde no existe jurisprudencia previa; no hacerlo, deslegitimizaría el accionar de estos organismos y sus titulares, quienes tendrán que asumir las consecuencias de ello.”

Para, finalmente, exigir “la neutralidad del gobierno transitorio e instamos nuevamente a los entes electorales para que adopten las medidas necesarias, en el marco de sus atribuciones constitucionales, para alcanzar las condiciones del más amplio y transparente proceso de evaluación que garantice que toda circunstancia anómala sea convenientemente revisada antes de cualquier pronunciamiento, no solo por la polarización existente que viene generando una situación de inestabilidad social, sino para evitar que los actos finales puedan ser considerados fuera de la necesaria legitimidad que requiere el próximo Presidente de la República y que ocasionaría graves consecuencias para nuestro país, como las que hemos experimentado en los últimos 5 años.”

Lo suscriben decenas de militares en situación de retiro de las tres armas, que han ocupado los más altos cargos en sus instituciones en las últimas décadas. No es, además, el primer pronunciamiento que han emitido en este proceso electoral.

Pero esta vez recibieron una insolente reprimenda del Gobierno Morado. El mismo día, el Ministerio de Defensa publicó un comunicado diciendo que el pronunciamiento no representa a las FFAA sino solo a quienes lo suscriben, cosa por lo demás evidente.

Dice además el Mindef, que los citados oficiales “han utilizado indebidamente los emblemas de las instituciones armadas” por lo cual serán denunciados por el procurador.

En el colmo de la estulticia, dice el Mindef que lamenta “el uso político” de las FFAA, cuando ellos mismos están reiterando lo evidente, que los firmantes del comunicado no representan a las FFAA.

En suma, una descarada amenaza, sin ningún sustento, a altos ex jefes militares en retiro que, como cualquier ciudadano, tienen derecho a expresar sus opiniones.

De otro lado, el 12 de junio el Gobierno emitió un decreto modificando la ley de carrera policial. Como expresó el general PNP (r) Edgardo Garrido, ex sub comandante general de la Policía Nacional, “se está preparando otra poda. Están avisados”.

El Gobierno Morado está preparando las cosas para que, en caso de que logren imponer a Castillo como presidente, esté allanado el camino para capturar de inmediato a la Policía y ponerla al servicio de los agentes de Cuba y Venezuela, que tienen larga experiencia en eso. Después, por supuesto, vendrían las FFAA.

Casi ni vale la pena mencionar que Julio Guzmán, que fuera jefe de Sagasti en el fenecido Partido Morado y cabeza de la plancha presidencial que ambos compartían, ha pretendido reconocer a Castillo como presidente antes que el JNE emita su dictamen final, al igual que los pocos congresistas pudieron introducir en el Parlamento.

Como era de esperarse, el Gobierno izquierdista juega a favor del candidato comunista. Lampadia




El JNE debe aceptar y resolver las nulidades sin escudarse en formalismos

El JNE debe aceptar y resolver las nulidades sin escudarse en formalismos

Jaime de Althaus
Para Althaus

Los Jurados Especiales Electorales y el Jurado Nacional de Elecciones tienen una responsabilidad muy grande en estos momentos. Es la de corregir el sesgo de la ONPE en las observaciones de actas, que fue riguroso y eventualmente excesivo en las ciudades en las que ganó Keiko Fujimori, y más bien dejó pasar muchas actas con evidentes errores y vicios en las áreas rurales y allí donde ganó Pedro Castillo. Como hemos señalado, lo normal es que una proporción relativamente mayor de actas observadas se dé en las zonas rurales, donde la capacitación es menor. Pero acá ha ocurrido lo contrario: una mucha mayor cantidad de actas observadas (84%) se dio en el extranjero y en Lima, Piura, la Libertad, etc.

Las actas observadas por la ONPE han sido revisadas por los Jurados Especiales y en muchos casos los votos han sido validados. De allí que la distancia entre los dos candidatos se haya acortado. Pero las actas que debieron ser observadas y no lo fueron, han sido, en alguna proporción, objetadas mediante recursos de nulidad presentados ante los Jurados Especiales, una figura bastante más exigente. Pero por eso es especialmente importante que dichos Jurados apliquen un criterio no formalista sino flexible y lo más apegado posible a la necesidad de la justicia electoral.

Comenzando por admitir todas las demandas que han sido presentadas, y aún más en la medida en ellas se repite un patrón que Lourdes Flores ha explicado muy bien:

  • Primero, que hay una desviación estadística del promedio de votos en las mesas impugnadas en favor de Pedro Castillo. Es decir, está recibiendo un número de votos mayor al promedio estadístico de los colegios donde están las mesas demandadas.
  • Y la explicación estaría en segunda característica: en un tercio de las mesas, donde hay firmas falsas, no hubo votos en blanco, pese a que en la primera vuelta sí hubo hasta decenas de votos en blanco en ellas. Probablemente se convirtieron en votos por Castillo. 

Si hay un patrón que se repite de esta manera en estas mesas, los Jurados Electorales Especiales y el JNE deben admitir y procesar con criterios sustantivos todas las demandas presentadas. Pero el primer problema, como explica también Lourdes Flores, es que el JNE creó arbitrariamente el horario límite de las 8 de la noche sobre base de la norma hora para notificar, no para recibir escritos, cuando el “tercer” día debería llevar hasta las 12 de la noche. El segundo obstáculo es el no haber pagado la tasa, que no es un argumento de improcedencia: los JEE debieran dar un plazo para pagarla.

Pero el tercer problema es más grave: los Jurados Especiales empiezan a decir que no son competentes para hacer una pericia, algo incomprensible porque supone renunciar a establecer la verdad, que es lo que interesa considerando lo que está en juego.

Pues, como ha señalado con acierto la propia Lourdes Flores, la legitimidad del próximo gobierno, sea cual fuera, nacerá precisamente de la verdad electoral. Los JEE y el JNE tienen que abocarse a establecer esa verdad. No hay alternativa. Lampadia




A los pobres les iría mejor con Keiko

A los pobres les iría mejor con Keiko

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Por una trampa del destino, una buena mayoría de nuestros pobres habrían votado por Pedro Castillo, sin reparar que más allá de los sentimientos políticos, estarían optando por un gobierno que los haría más pobres.

La trampa del destino

Con esta figura me refiero a la conjunción de factores que han llevado a buena parte de los peruanos a votar por Perú Libre.

Por un lado, tenemos factores estructurales por los cuales muchos ciudadanos se perciben como segregados y disminuidos. Ya sea por que nunca lograron salir de la pobreza; o por el centralismo limeño, que a pesar de la descentralización, pervive en el imaginario provinciano; o por las narrativas de las izquierdas anti modernas, que durante décadas han macerado resentimientos sociales y políticos.

Por otro lado, tenemos los trances del 2020 y 2021, por los que padecemos múltiples crisis, sanitaria, económica, social y política. Todas propiciadas por el desastroso gobierno de Vizcarra con sus socios de la izquierda, como Zamora del Frente Amplio.

Por el mal manejo de la pandemia, nos hemos consagrado como el país con más fallecidos por millón de habitantes en el mundo y con una de las mayores caídas de la economía.

En medio del proceso electoral, subsiste el desempleo, la caída de los ingresos y la pérdida de confianza en el futuro. Así, en una situación de desesperanza, muchos peruanos han optado por un voto de protesta, de cambio en cualquier dirección y con cualquier oferta. Todo, por supuesto, hábilmente aprovechado, por Castillo y sus socios.

Eligiendo más pobreza  

Antes de la pandemia y todas sus consecuencias, todavía teníamos 20% de pobres. Habíamos logrado reducir la pobreza des un 60% de la población, lamentablemente la última década a un menor ritmo por un ambiente anti inversión que se creó con el gobierno de Humala y que PPK no atinó a enmendar.

Hoy día tenemos 30% de pobres y según Víctor Albuquerque, director de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, con un gobierno de Castillo, que auyentaría las inversiones, para el 2016 podríamos tener 1.7 millones más de pobres.

“Las medidas más dañinas de Perú Libre son aquellas que ahuyentan la inversión privada, como las propuestas de expropiar empresas, revisar arbitrariamente los contratos entre el Estado y las empresas que gestionan las inversiones en infraestructura de uso público y las amenazas para restringir importaciones. Esto último sería particularmente grave para los millones de trabajadores que laboran en el sector comercio”, precisó, quien, además, remarca que el hecho de ahuyentar la inversión privada terminará afectando a los más pobres.

Paradójicamente, un gobierno que busca darles un mejor futuro a los más pobres podría generar resultados nefastos para los segmentos socioeconómicos de menores ingresos”, advierte el economista.

Para salir de la pobreza creada durante la pandemia, y para recuperar un buen ritmo de reducción de la pobreza total, necesitamos desatar un boom de inversión. Algo que está perfectamente al alcance del Perú. Máxime ahora, con el precio del cobre y los proyectos que podemos activar.

Pero lamentablemente, con Castillo, en el mejor de los casos, la inversión minera sería muy marginal, la inversión que tiene mayor capacidasd de hacer la diferencia. Castillo ya condenó los proyectos de Conga y Tía María, a que les pongamos una cruz que diga, aquí murió Conga y aquí murió Tía María.

El escenario ecvonómico con Castillo comparado con el de Keiko Fujimori, es uno de restricciones, escasez y empobrecimiento, todo lo contrario de lo que necesitan nuestras familias más necesitadas.

Paradojas de un eventual perverso destino. Lampadia




Dejar que el organismo electoral revise todas las actas cuestionadas

Dejar que el organismo electoral revise todas las actas cuestionadas

EDITORIAL DE LAMPADIA

Sería muy grave que el presidente Sagasti hubiese llamado a Mario Vargas Llosa para que persuada a Keiko Fujimori de desistir de los recursos de nulidad presentados ante el JNE y que aceptase su derrota. Se trataría de una injerencia punible en un proceso electoral, violando la ley de neutralidad de los funcionarios públicos.

Sagasti ha dado a entender en un tuit que no fue ese el pedido. Ha escrito: “La tarea de un Jefe de Estado es hacer que el país mantenga la serenidad y la calma en momentos difíciles y complejos. En ese esfuerzo me puse en comunicación con varias personas que, entendía, tienen contacto con ambas candidaturas. Mi pedido fue el mismo para ambos: bajar la tensión y esperar los resultados oficiales. Una de esas personas fue Mario Vargas Llosa. Deploro que se distorsione y malinterprete una acción orientada a mantener la tranquilidad en un ambiente tan polarizado, complejo y difícil, plagado de mentiras y distorsiones, como el que estamos viviendo”.

Sin embargo, Álvaro Vargas Llosa, sin entrar en detalles, tuiteó ayer: “Tengo autorización de Mario Vargas Llosa para publicar que a su juicio es indispensable que autoridades electorales revisen actas impugnadas en la 2nda vuelta y que ellas, sin interferencia política, deben determinar el resultado de unas elecciones cuyo resultado aún es incierto”.

Hoy en RPP lo reiteró: “Sería una infidencia revelar el contenido de la conversación porque fue privada. Lo que puedo decir es que, una vez concluida esta conversación, mi padre se puso en contacto conmigo, me la relató y me pidió que me pusiera en contacto con Keiko Fujimori para reiterarle en términos inequívocos su respaldo a lo que está haciendo…”.

El lector puede sacar sus conclusiones. Para efectos prácticos quedémonos con la siguiente frase del presidente Sagasti: “bajar la tensión y esperar los resultados oficiales”. De eso se trata. El problema se presenta cuando aparecen presiones al Jurado Nacional de Elecciones precisamente para culminar ya el proceso y declarar ganador a Castillo, y cuando el propio candidato se autoproclama ganador y líderes del bolivarianismo internacional y hasta el propio presidente argentino Fernández lo reconocen como presidente electo. Sagasti no puede sumarse a esa presión.

Y menos aun cuando la Cancillería ha comunicado que: “Ante las expresiones del señor Presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, efectuadas en la fecha, el Gobierno del Perú se ha visto en la obligación de entregar una Nota de Protesta al Embajador de la República Argentina, indicando que los resultados finales de las Elecciones Generales 2021 aún no han sido anunciados por las autoridades electorales de nuestro país”. Muy bien.

Es evidente que el Perú es una pieza clave en el juego geopolítico internacional, y se quiere apurar una victoria que solo puede consagrarse cuando se haya terminado todo el proceso de revisión de actas demandadas. La elección carecerá de legitimidad si por presiones políticas los Jurados Electorales aplican formalismos arbitrarios para rechazar la revisión de las actas cuestionadas.

Es precisamente esa presión a los organismos electorales la que genera una reacción de Fuerza Popular y de quienes consideran que debe contarse hasta el último voto. Lo mejor entonces para calmar los ánimos y pacificar el país, es dejar que las autoridades electorales culminen su labor con total autonomía y la mayor justicia electoral posible. No caben subterfugios de ninguna naturaleza para dejar de revisar lo que puede ser írrito. Dejemos trabajar a los entes electorales y esperemos el resultado final con calma. Lampadia




Manipulación electoral

Manipulación electoral

 

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Los que tenemos acceso a la encuesta que publica Ipsos el día sábado antes de una elección, sabemos que usualmente no se equivoca y que, aunque el resultado sea estrecho, eso se confirma después. La que hizo Ipsos el sábado 5 dio como ganadora a Keiko Fujimori, aunque por un estrecho margen.

Eso se confirmó con la encuesta a boca de urna el domingo 6, que comúnmente también revela lo que será el resultado final. La sorpresa vino poco después, cuando el conteo rápido, es decir, una muestra de actas electorales mostró un resultado diferente, poniendo a Pedro Castillo ligeramente adelante.

¿Cómo se explica esa diferencia? La hipótesis que manifestaron Fujimori, Luis Galarreta y Patricia Juárez, apoyándose en varios elementos probatorios, es que hubo una manipulación en mesa, que no fue casual sino planificada por Perú Libre (PL).

Por ejemplo, se mostró un video de la preparación de los personeros de PL donde el instructor los conmina a presentarse muy temprano en las mesas de votación para copiarlas y luego alterar los resultados. Es decir, no los preparan para defender sus votos por los medios legales necesarios, sino para realizar un fraude en mesa.

Eso parece haber ocurrido en varias circunscripciones electorales donde no había personeros de Fuerza Popular (FP). Algunas actas registran el cien por ciento de los votos para Castillo. Ni uno solo para Fujimori, y tampoco ni un solo voto viciado ni en blanco. Eso es prácticamente imposible. Sobre todo, teniendo en cuenta que en otras mesas de esa localidad había una mayoría para Castillo, pero también votos por Fujimori y blancos y viciados. En otros lugares han sido más discretos y para disimular le han puesto un voto a Fujimori.

En ciertas circunscripciones no ha habido personeros de FP porque nadie se ha atrevido a desafiar a los partidarios de Castillo que han recurrido al amedrentamiento para disuadir a cualquiera que osara contradecirlos. Ellos son expertos en aterrorizar.

En San Miguel, donde los terroristas de Sendero Luminoso asesinaron a sangre fría a hombres, mujeres y niños desarmados, y dejaron panfletos amenazando a los que voten por Fujimori, Castillo se impuso abrumadoramente. No es para menos. Saben que las represalias son brutales.

Eso, por supuesto, no significa que todos los votantes de PL hayan sufragado por miedo. Sin duda muchos lo han hecho por indignación y rechazo a la pésima gestión del Estado por los gobiernos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, creyendo equivocadamente que Castillo significa un cambio.

Pero en una elección tan ajustada, hay pocas dudas de que la manipulación de la votación en ciertas mesas es lo que le está dando la ventaja que tiene al momento de escribir estas líneas.

La impugnación y observación de actas donde Fujimori tiene amplia mayoría ha sido también parte de esta estrategia manipuladora. Pretenden no solamente dar la sensación de triunfo para, en caso de perder, generar caos y violencia, sino también para eventualmente poder eliminar esas actas del conteo final y restar votos a FP.

Por eso hay que denunciar ese intento manipulador y pelear por cada acta y cada voto con todos los recursos legales posibles y evitar con firmeza y energía que el Perú caiga en manos de una dictadura comunista. Lampadia    




El fraude no era en el Jurado, sería en las mesas

El fraude no era en el Jurado, sería en las mesas

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Si Perú Libre no juega limpio en las elecciones, tampoco jugaría limpio en el gobierno.

Antes de las elecciones había muchos temores de un eventual fraude del Jurado Nacional de Elecciones. Se destacaron negativamente los antecedentes de su presidente, el doctor Jorge Luis Salas Arenas, en relación a supuestos vínculos con elementos del terrorismo, así como por el doble voto con el que cuenta, ante el terrible deterioro del Colegio de Abogados de Lima.

Pero eso no se ha dado y dificulto mucho que se de.

Según múltiples posts de las redes sociales, Perú Libre habría sido más listo que eso de planear una manipulación de las elecciones en el JNE. En una elección tan ajustada como la que se preveía, era suficiente que se retiraran parte de los votos favorables a Keiko en las mesas.

Es así, que se habría organizado la impugnación sistemática de actas en las zonas de voto favorable a Keiko Fujimori.

El primer impacto de esta maniobra se da de alguna manera en el conteo rápido de Ipsos, que no toma en cuenta las actas observadas o impugnadas para su muestra; a diferencia de la encuesta de boca de urna, que recoge el voto expresado por los ciudadanos.

En otras palabras, dado que la elección era muy apretada, lograr que el conteo rápido contradiga la boca de urna, algo muy raro, era una victoria estratégica que establecía la plataforma desde la cual se juzgarían luego los resultados de la elección, llevando incluso a los observadores a un posible desvío.

De lo reportado, habría suficientes actas observadas en los espacios de respaldo a Keiko, para generar una pequeña, pero suficiente, distorsión. Como podemos ver en las siguientes imágenes, muchas de las actas impugnadas u observadas han sido por supuestamente ser actas ilegibles. Ver algunas imágenes reportadas en las redes sociales:

 

“La estrategia de Perú Libre es tan obvia…al menos traten de disimular un poco por Dios.
Impugnan actas en LIMA hasta por “ilegibilidad”.
Atentos Fuerza Popular.
Es evidente que quieren golpear el voto limeño que es abrumadoramente para Keiko Fujimori.”
– Diego Acuña en Twitter.

De esta manera, se podría haber creado las condiciones de una alteración de la voluntad popular en las mesas de sufragio, tal como ha denunciado anoche Keiko Fujimori.

Toca ahora, acompañar y confiar en el Jurado Nacional de Elecciones, para que el computo electoral refleje debidamente la voluntad popular. Lampadia




Dos caminos

Dos caminos

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las declaraciones de ambos candidatos en sus respectivos desayunos electorales ayer hacen abrigar esperanzas de que se quiere pacificar el país luego de esta agresiva confrontación electoral y buscar un clima que permita la colaboración y la gobernabilidad. Los dos han dicho que respetarán los resultados electorales. Además, Keiko Fujimori ha llamado a Pedro Castillo a que “a partir de mañana ambos trabajemos en ese espacio de paz y unidad que todos los peruanos merecemos”, y Pedro Castillo, por su parte, que “hay que llamar a la tranquilidad”. 

Es lo que se va a necesitar. Cualquiera fuera el resultado final. Hay que aprender a aceptar la derrota, si es que esta se dio en buena lid. Pero no cabe duda que un eventual gobierno de Pedro Castillo podría ser catastrófico para el Perú. Aun en el supuesto más benigno de que se aplicara un plan económico siguiendo las líneas que ha sugerido Pedro Francke -más moderadas que los anuncios anteriores y que las propuestas del Plan de Cerrón-, y que el tema de la nueva Constitución se canalice por vías constitucionales –sin llamar a una asamblea constituyente-, habrá un cierto daño a la capacidad de recuperación económica lo que, sumado al desengaño de los grupos radicales que llevaron a Castillo, probablemente se traduciría en movilizaciones y protestas contra el gobierno, que podrían llevarlo a  recaer en su plan original.

Y ese plan ya sabemos dónde nos conduce. Si quien ganara finalmente fuera Keiko Fujimori, tendría delante de si el desafío de formar un gobierno multipartidario que le asegure una mayoría parlamentaria que, además, esté dispuesta a aprobar las leyes y reformas necesarias para resolver los problemas fundamentales que se hicieron evidentes en la pandemia y que estallaron en el propio proceso electoral –la informalidad y la precariedad de la Salud Pública-, cuya solución ya no se puede soslayar. 

Esos problemas son uno solo en el fondo: la exclusión de la mayor parte de los peruanos del Estado en sus dos dimensiones: la formalidad y servicios públicos de calidad. Exclusión legal y social. Un Estado inclusivo debería ser el gran objetivo nacional en los próximos 5 años. Pero eso supone un nuevo pacto social no para cambiar la Constitución sino para cambiar el Estado, lo que implica afectar el statu quo burocrático y alterar algunos paradigmas que han resultado excluyentes.

Se requerirá claridad y convicción para llevar a cabo esas reformas, lo que no está asegurado. Pero lo que sí es seguro es que, por el contrario, un eventual gobierno de Castillo agravaría la naturaleza excluyente del Estado peruano, pues agrandar el papel interventor, sobre regulador y empresarial del Estado no haría sino agravar la informalidad y la mala calidad de los servicios públicos, profundizando la exclusión legal y social.

La sociedad civil deberá estar preparada y atenta para señalar los peligros y tratar de prevenir males mayores. Lampadia