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La región en la mira de las izquierdas

La región en la mira de las izquierdas

La arremetida de la izquierda socialista que amenaza con cernirse sobre el Perú con una eventual victoria del candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, sobre Keiko Fujimori en las elecciones del 6 de junio, no es exclusivo en nuestro país sino que se extiende en el resto de la región, salvo raras excepciones como Ecuador.

Chile fue abatido recientemente con la elección de una convención constituyente de dos tercios de sus miembros de tendencia de izquierda que reescribirá una carta magna que claramente favorecía las libertades económicas y civiles. Colombia sigue siendo víctima de terribles turbas que, a pesar de ceder a la derogación de una propuesta de reforma tributaria por parte del presidente Duque, han terminado condenando la represión de las fuerzas policiales y, en ciertos casos, hasta reclaman la salida del presidente. Argentina sigue desangrándose con las destructivas políticas kirchneristas de antaño, y que no pudieron ser reversadas con Macri. Bolivia, cuyas cuentas fiscales se han tornado deficitarias tras el boom del gas y cuyo crecimiento apenas y supera el 2% hasta el 2019, prevalece en las políticas estatistas heredadas por Evo Morales. Venezuela, Cuba y Nicaragua es una historia de crisis humanitaria, económica y social que ya todos conocemos.

Y por su parte, el gigante de la región, Brasil, tampoco se queda atrás. Un reciente artículo escrito por The Economist vislumbra que, ante la falta de reformas políticas y el mal manejo del presidente Bolsonaro de la crisis sanitaria, el otrora candidato de izquierda Lula tendría buenas posibilidades de ganar la elección el próximo año frente a su contendor.

Las experiencias de los países en la región en el plano económico y social pues deberían hacernos reflexionar sobre las políticas públicas conducentes al bienestar general. No son las propuestas intervencionistas de las izquierdas, las cuales han arrasado con las clases medias, las que han logrado el bienestar; sino aquellas donde se ha dado más libertad económica para prosperar y así mejorar las oportunidades en el grueso de sus poblaciones. Las propuestas del candidato Castillo, muchas de ellas importadas, de los modelos económicos implantados en Venezuela y Bolivia como la estatización/nacionalización de los recursos naturales, el proteccionismo y restricción a las importaciones y la imposición de tasas de impuestos a la renta irrisorias como el 70% a la minería, son más de lo mismo de estas izquierdas retrógradas que solo quieren hacernos retroceder a un modelo fallido de hace 40 años.

Esperemos pues que los peruanos tomen en cuenta esta advertencia en estas elecciones. Tenemos la oportunidad de avanzar y no de retroceder. Lampadia

Se necesita una reforma política

Brasilia está lleno de nuevos políticas y viejas ideas

The Economist
3 de junio, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Tabata Amaral quería ser astrofísico, no político. Se crio en las afueras de São Paulo y se graduó de Harvard en 2016. A su regreso, vio el lamentable estado de la educación en Brasil y decidió que solo un cambio de política lo mejoraría. Entonces lanzó una candidatura para el Congreso y se convirtió en diputada federal a los 24 años. En su primer día en Brasilia en 2019, aprendió por qué el cambio es tan difícil. El hijo de otro congresista estaba en cuclillas en su departamento estatal y se negó a irse. Los políticos obtienen muchas ventajas: un salario de 405,000 reales, 25 asesores de su elección, vivienda gratuita y foro privilegiado, lo que los hace difíciles de castigar. Los partidos reciben 2,000 millones de reales entre ellos para realizar campañas. Los distritos de tamaño estatal requieren grandes gastos, por lo que los clanes políticos ricos suelen ganar. A cambio de su apoyo, el presidente reparte puestos de trabajo y privilegios.

Algunos políticos jóvenes quieren un cambio. Después de Lava Jato, Amaral fundó Acredito (Yo creo), un movimiento que predica la “renovación de personas, prácticas y principios”. También se unió a Renova BR, un bootcamp de políticas públicas fundado por Eduardo Mufarej, un empresario, que capacitó a 117 candidatos antes de las elecciones de 2018, de los cuales 17 resultaron electos. Los miembros de Renova BR representan partidos de todo el espectro ideológico y no siempre obedecen las instrucciones del partido. Amaral estuvo a punto de ser expulsada del Partido Laborista Democrático de centro izquierda por votar a favor de la reforma de las pensiones.

“Cada político tiene que elegir si trabaja para adentro o para afuera”, dice. Amaral y otros dos congresistas redujeron costos compartiendo personal. Su “gabinete compartido” fue el primero en proponer un ingreso básico para los pobres durante la pandemia. Los políticos veteranos ahora usan las redes sociales. “Era como si el público no existiera y ahora existe”, dice Fernando Henrique Cardoso, ex presidente. Internet puede impulsar más cambios que las modestas reformas acordadas hasta ahora, como una ley de “expediente limpio” que prohíbe a los candidatos con condenas por corrupción durante ocho años y una “cláusula de cumplimiento” que niega fondos a los partidos con menos del 3% de los votos.

Las reformas más profundas podrían incluir distritos más pequeños, reglas de financiamiento de campañas más estrictas y la admisión de candidatos independientes. Pero ninguna parece probable. Aunque los votantes en 2018 eligieron un número récord de novatos, la mayoría eran “nuevos políticos con viejas ideas”, dice Joênia Wapixana, la primera congresista indígena. Los políticos respaldan el sistema que los puso en el poder. Eso quedó claro cuando se negaron a ceder privilegios en el presupuesto a pesar de que significaba recortes en la salud y la educación. Los diputados pueden incluso apoyar un proyecto de ley para aumentar sus mandatos de cuatro a cinco años y recuperar las donaciones de campañas corporativas.

Los votos de renovación de Bolsonaro también han resultado falsos. “En 2018 fue una decisión entre algo que sabíamos que había puesto al país de rodillas y algo que no sabíamos”, dice Mufarej. Eso fue un “error colectivo”. La desilusión aumentó cuando el presidente desperdició oportunidades de comprar vacunas. Un ejecutivo de Pfizer le dijo a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que Bolsonaro ignoró seis ofertas de la compañía. [Igual que Vizcarra en el Perú]. Su índice de aprobación cayó de más del 40% en agosto a menos del 30%. Pero el Congreso ha ignorado 111 peticiones de juicio político contra Bolsonaro. Antes de que Rousseff fuera acusada, enfrentó meses de protestas y su apoyo cayó al 9%.

CPI dará munición a los oponentes de Bolsonaro para las elecciones del próximo año. La batalla la librarán los políticos tradicionales. Su principal rival es Lula, que quiere recordar a los brasileños lo bien que estaban las cosas cuando él era presidente. “La gente pobre viajaba en aviones y se enorgullecía de comer carne los domingos”, le dice a The Economist. “Ahora están pasando hambre”. Sin embargo, las calificaciones negativas de Lula son casi tan altas como las de Bolsonaro. Muchos brasileños no lo han perdonado por el papel del PT en la corrupción. Sugiere que los fiscales de EEUU colaboraron con Lava Jato por “un interés en nuestra Petrobras”. Admite que el PT perdió en 2018 por “errores que cometimos”, pero dice que fueron económicos, no éticos. Con el crecimiento estancado del desempleo en aumento, “el papel del gobierno es poner dinero sobre la mesa”, dice.

Si las elecciones se celebraran hoy, el resultado más probable sería una segunda vuelta entre Lula y Bolsonaro. Algunos de los críticos de Lula se taponarían y votarían por él. “Al menos el PT está en el espectro democrático”, dice Cardoso, cuyo Partido de la Socialdemocracia brasileña fue durante mucho tiempo su mayor rival. Los partidos centristas luchan por encontrar una alternativa. “Lula y Bolsonaro ven el país por el espejo retrovisor”, dice Luciano Huck, un presentador de televisión que puede correr. Otras opciones incluyen a João Doria, gobernador de São Paulo, y Ciro Gomes, un exgobernador que quedó tercero en 2018. Pero si se postula más de uno, podrían dividir el voto centrista.

¿Problemas en el futuro?

Si Bolsonaro pierde, puede haber protestas. El exministro de Relaciones Exteriores llamó a quienes disputaron la pérdida de Trump “buenos ciudadanos”. En cualquier levantamiento bolsonarista, algunos policías brasileños podrían unirse. En cuanto al ejército, podría dividir las filas, dice un ex oficial. Eso es lo que sucedió en 1964. El golpe de estado contra João Goulart, un presidente populista, fue ampliamente apoyado por los brasileños que esperaban que la democracia regresara pronto. Los generales gobernaron durante 21 años.

Carlos Alberto Santos Cruz, exjefe de gabinete de Bolsonaro, insiste en que los generales de hoy están comprometidos con la democracia. Los que estaban en el gabinete se unieron como ciudadanos, no como soldados, dice. Aun así, admite que los más de 6,000 soldados en puestos gubernamentales dejan la impresión de “que los militares están participando”. Es posible que muchos quieran que Bolsonaro se quede, incluido Eduardo Pazuello, un exministro de salud bajo escrutinio del CPI por ignorar las súplicas de Manaos antes de que los hospitales se quedaran sin oxígeno en enero. El ejército desprecia al PT por su papel en la corrupción y por crear una comisión de la verdad para investigar los abusos a los derechos humanos durante la dictadura. En 2018, antes de que la Corte Suprema rechazara un recurso para salvar a Lula de la cárcel, el comandante del ejército tuiteó que su institución estaba “en alerta” y “comparte el deseo de todos los buenos ciudadanos de repudiar la impunidad”. Muchos lo percibieron como una advertencia.

Bolsonaro llama a las fuerzas armadas “mi ejército”. Dice que podría ordenarles que abran negocios que los gobernadores han cerrado debido a la pandemia. La reciente renuncia de altos mandos sugiere que podrían rechazar tales órdenes, pero Bolsonaro está tratando de hacerlos más leales, dice Antonio Ramalho, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Brasilia. Los soldados han tenido aumentos salariales y se han librado de los recortes de pensiones más profundos. En febrero, el presidente intentó sin éxito otorgarle a Pazuello una cuarta estrella. Cambiar las reglas de ascenso para que los oficiales más jóvenes puedan avanzar rápidamente es una táctica que funcionó bien para Hugo Chávez en Venezuela. “La gente subestimó a Bolsonaro”, dice Ramalho. “Está pensando en el futuro”. Lampadia




La reconciliación del fujimorismo con los defensores de la democracia

Líneas abajo presentamos el mensaje de Mario Vargas Llosa a los peruanos sobre la importancia de las elecciones del próximo domingo.

Luego, presentamos el video de Keiko Fujimori en la ceremonia de Arequipa, en la que presentó un juramento que tiene 2 mensajes fundamentales:

  • Su compromiso absoluto con el respeto a todas las instituciones republicanas.
  • Su compromiso de hacer un gobierno abierto, de todos y para todos los peruanos.

 




¡Claro que se puede!

¡Claro que se puede!

Alejandra Benavides
Para Lampadia

A menos de una semana de la segunda vuelta electoral, y posiblemente las elecciones más importantes de nuestra historia moderna, parece haber una luz al final del túnel. El candidato Pedro Castillo no ha podido esconder sus limitaciones ni su pensamiento anacrónico, y menos, deslindar de un partido infestado de corrupción y narcoterrorismo.  Por otro lado, Keiko Fujimori ha demostrado tener propuestas serias, y una fórmula rápida para sacarnos de esta terrible recesión.

Muchos intentan catalogar las propuestas de Keiko como “populistas”, con una connotación negativa – como es usual, hasta tildándolas de irresponsables. Sin embargo, en circunstancias tan críticas como las que atravesamos, escuchar al pueblo y darle oxígeno para volver a pararse es absolutamente necesario. El pueblo pide a gritos un respiro para ordenar sus finanzas y sus negocios, pide trabajo y pide las condiciones para rehacer sus vidas e intentar volver a la normalidad. Finalmente, han sido víctimas de una clase política que prefirió llenar sus bolsillos y trabajar en función de sus intereses, dejando a un lado las obras y programas necesarios para generar progreso y oportunidades.

Las propuestas más notables y controvertidas de Keiko Fujimori son:

  1. Bono Oxígeno: cada familia vulnerable/afectada económicamente que perdió a un ser querido por COVID, recibirá un bono de s/.10,000. El Ministerio de Salud ha sincerado las cifras de muertes por COVID, y actualmente suman 180,000 peruanos. Asumiendo que el 70% de estas familias apliquen a este beneficio, el costo de la propuesta no pasaría de US$350 millones – por una sola vez, representando aproximadamente 0.2% del PBI.
  2. Canon directo: al año se repartirá 40% de los casi s/.9,000 millones que reciben los gobiernos regionales y locales en canon y sobrecanon. Esta propuesta sería autofinanciada por las utilidades de las empresas sujetas a canon, y el monto a repartir variaría año a año.
  3. Capitalización de Agrobanco: s/.1,000 millones para créditos a pequeños agricultores, que representa 0.1% del PBI y corresponde a créditos que deberán ser pagados en el mediano plazo.
  4. Capitalización de COFIDE: s/.14,000 millones para programas “Volver a empezar” y “Contigo” para MYPES, para créditos desde s/.10,000 hasta s/.1 millón. Esto significaría menos de 2% del PBI.
  5. Duplicar Pensión 65: En un eventual gobierno de Fuerza Popular se pasaría de s/.250 a s/.500 bimensuales por persona, y una ampliación del programa a más adultos mayores (500,000 más cada año hasta llegar a 3 millones), costando máximo al año US$2,500 millones, que representa aproximadamente 1% del PBI.

La suma de todos los programas más emblemáticos de Fuerza Popular llega a casi 4% del PBI – que de salir Keiko Fujimori debería crecer 8%-10% año a año por los siguientes 5 años. El financiamiento inmediato vendría de mayor endeudamiento – a tasas competitivas debido a nuestro grado de inversión, lo que sería totalmente factible pues tenemos uno de los más bajos niveles de endeudamiento de la región (37%). En el mediano plazo, estos programas, se sustentarían con recaudación tributaria producto de proyectos de inversión y de mayor dinamismo empresarial – empresas de todo tamaño, ingresos de cuarta y quinta categoría por mayor empleo e IGV.

De estas elecciones dependerá que podamos salir del hoyo en el que nos encontramos, que podamos tener una segunda oportunidad para extirpar esa ideología que ha carcomido nuestras instituciones y ha enfermado a nuestra sociedad, e incluir a más peruanos en la senda del progreso, para asegurar que ninguno quede atrás. ¡Claro que se puede! Lampadia

Referencias:

https://www.congreso.gob.pe/Docs/DGP/DIDP/files/reporte-tematico/rt-81-transferencias-por-concepto-de-canon-y-sobrecanon.pdf

https://elcomercio.pe/economia/peru/luis-carranza-fuerza-popular-vamos-a-revisar-la-contribucion-de-la-mineria-en-un-contexto-de-altos-precios-pero-con-destinos-especificos-entrevista-noticia/?ref=ecr

http://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/en-las-ultimas-7-decadas-economia-peruana-crecio-a-un-promedio-anual-de-38-12180/

https://gestion.pe/economia/debate-presidencial-jne-2021-keiko-fujimori-sobre-economia-sunafil-debe-actuar-mas-proactivamente-y-aumentaremos-el-sueldo-minimo-pedro-castillo-segunda-vuelta-elecciones-peru-2021-fuerza-popular-peru-libre-arequipa-30-de-mayo-elecciones-generales-peru-2021-presidente-del-peru-jurado-nacional-de-elecciones-nndc-noticia/

https://convoca.pe/agenda-propia/elecciones-2021-que-propuestas-de-gobierno-dejo-el-debate-tecnico-entre-peru-libre-y




¿Está el plan de gobierno de Fuerza Popular a la altura?

¿Está el plan de gobierno de Fuerza Popular a la altura?

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Álvaro Vargas Llosa ha explicado en la República cuál sería la mejor garantía de que un gobierno de Keiko Fujimori no pretenda avasallar otros poderes del Estado: “¿Usted se imagina, con el nivel de resistencia contra el fujimorismo que hay en el Perú, lo que pasaría si se percibiera que ella está manipulando el Poder Judicial a su favor? Las calles se llenarían de manifestantes. Es una de las garantías. En los últimos 20 años, cada vez que la población ha percibido en el fujimorismo cualquier cosa que le disgustaba, protestaba y lo derrotaba. El nivel de vigilancia sobre una eventual administración de Keiko será enorme”.

Eso, en el supuesto de que Keiko Fujimori tuviera las mismas inclinaciones autoritarias que su padre, lo que, hemos argumentado, no es cierto. Ella formó un partido político, lo que su padre nunca hizo. La conducta de su bancada en el congreso disuelto fue repudiable, pero expresó hubris de poder, no designio autoritario. Por lo demás, su agrupación ha empezado a desarrollar los temas institucionales. En su Plan de Gobierno, Fuerza Popular incluye un capítulo sobre reforma judicial, relativamente bueno, aunque mejorable, y otro sobre reforma política, a nuestro juicio aun insuficiente. Tiene pendiente una propuesta completa de una democracia gobernable a partir de una revisión de la experiencia de los 90.

Se critica además que en esta campaña electoral la candidata haga propuestas redistributivas, como bonos y otras, en lugar de proponer reformas de fondo para tener buenos servicios. Este es un buen punto. Es cierto que la campaña enfatiza los programas redistributivos, porque se trata de captar votos precisamente. Algunas soluciones de fondo, sin embargo, se pueden encontrar en el plan de gobierno.

¿Son suficientes? Juzguémoslas a partir de lo que en realidad se requiere, que es repotenciar el modelo, lo que supone un cambio profundo del Estado para:

  1. aligerar el peso regulatorio sobre la actividad productiva –para volver a crecer a tasas altas y formalizar-,
  2. e introducir la meritocracia y modelos de gestión por metas y resultados, que permitan brindar servicios públicos eficientes.

En suma, una formalidad y un Estado inclusivos. ¿El plan de gobierno de Fuerza Popular está a la altura de ese desafío? En cuanto a lo primero, el plan contiene propuestas para podar la maraña normativa que asfixia la actividad, digitalizar el Estado, y realizar una reforma tributaria simplificadora que facilite la formalización y el crecimiento de las mypes, junto a un fuerte énfasis en programas de crédito y apoyo tecnológico para que incrementen su productividad y por esa vía también se formalicen. Pero no hay nada respecto a la urgencia de una paralela reforma laboral.

En cuanto a lo segundo, el Plan de Gobierno plantea la necesidad de implantar la meritocracia aunque sin señalar una hoja de ruta para esto, algo que se va a requerir luego de las leyes contrarias a ese objetivo aprobadas por el Congreso presente. También plantea una reforma del sistema de salud –que requeriría más detalle- y de la inversión pública, y políticas educativas.

No hay, sin embargo, una reflexión acerca de la necesidad de mejorar la gobernanza minera. La distribución directa a la población del 40% del canon minero va en esa dirección, pero esa propuesta debe ser complementada con una reformulación de la ejecución del restante 60% por medio de entidades ejecutoras eficaces, y con esquemas de autoridad estatal en las zonas mineras que coordinen las entidades públicas para el desarrollo y prevengan conflictos.  

En resumen, el plan de gobierno de Fuerza Popular está bien orientado en general en lo que se refiere a la solución de los problemas de fondo del modelo de desarrollo y del Estado, pero le hace falta incorporar algunos temas y profundizar otros. Para eso un eventual gobierno de Keiko Fujimori deberá convocar a los mejores. Lampadia




El lápiz que asusta

El lápiz que asusta

Jaime Spak
Para Lampadia

Vi con inusitado asombro el nivel de pánico en las últimas semanas a raíz de las encuestas post primera vuelta.

Me pregunto si esta dimensión de pánico tiene mucho que ver con el encierro que nos hemos visto obligados a vivir a causa de la pandemia, que ha agregado un ingrediente de saturación de emociones, inseguridad y hartazgo.

Pues bien, la campaña de Castillo de amenazar con estatizar todo y volver al Perú un país socialista, con signos de comunismo, ya raya en la insania.

En las últimas encuestas ya se puede apreciar que la pelea por ganar la segunda vuelta será bastante ajustada y no con un candidato que supera al otro por más de 20 puntos.

He visto algunas entrevistas de Castillo y puedo colegir que es una persona no solo improvisada, sino poco preparada para responder consultas en temas muy sencillos. Por ejemplo, indicar que una cadena de tiendas por departamento y otra de supermercados son monopolios. No poder explicar cuál es la diferencia entre estatizar y nacionalizar. No saber cómo pagará a los actuales propietarios de empresas si estatiza todo. Un profesor de primaria debería saber eso, pero este señor parece que no.

También veo un tipo de ironía macabra: pedir un debate en la puerta de Santa Mónica o un debate en privado con sus respectivos padres. Esto me asusta más que las encuestas, pues nunca hubiera imaginado que un candidato a presidente hiciera semejante solicitud.

El tema de Vladimir Cerrón es mucho más grave de lo que parece, sobre todo para Castillo, quien trata de desvincularse de él sin éxito, pues Cerrón es el jefe supremo de Perú Libre.

En la época de Mao, hubo un grupo liderado por su esposa, Jian Qing, que se llamó la “Banda De Los Cuatro”. Luego de la muerte de Mao en 1976, este grupo fue puesto bajo arresto acusados de haber cometido una serie de tropelías y delitos, a pesar de estar conformado por líderes del partido Comunista. Era gente muy poderosa que cayó en desgracias apenas el jefe falleció. Haciendo una analogía, me da la impresión que en estos momentos estamos en presencia de una Banda De Los Cuatro “chicha”, que se está peleando por el liderazgo en medio de la segunda vuelta.

Hago alusión a la banda de los cuatro, pues la carencia de gente técnica de calidad hace que las decisiones se tomen entre muy pocas personas que no representan el verdadero sentir de la población, sino un gran resentimiento que no han podido superar.

Me pregunto si esto es consecuencia de la falta de verdaderos partidos políticos. La política no debe de ser el arte de ocultar las verdaderas intenciones, sino por el contrario debe de ser un vaso transparente para ver su contenido.

Perú Libre y Juntos por el Perú han firmado un pacto de colaboración, Veronika Mendoza ha dejado pasar la gran oportunidad de ser una líder moderna, para seguir aliándose con Cerrón. ¿Estará vendiendo su alma al diablo por un plato de lentejas? ¿Será esto su Waterloo? Ya la están tildando Lourdes Flores de la izquierda.

No hay día en las redes sociales que no se lean situaciones apocalípticas respecto a lo que nos deparará el futuro si gana Castillo.

Mencioné en un artículo anterior, que si Keiko fuera una candidata más confiable vencería sin problema a Castillo, quien ha demostrado solo promesas que son imposibles de cumplir: gastar 10% del PBI en educación y otro 10% en salud haría que no quede un sol de recursos para nada más.

Keiko debe recuperar la confianza en la mayoría para que su anti voto baje. Debe dar más protagonismo a sus colaboradores. Le ayudaría hacer lo mismo que hizo apenas asumió PPK: presentarse con sus 73 congresistas en tono desafiante, pero esta vez hacerlo con un importante equipo que llene de esperanzas a la población para que el antikeikismo baje. Debería ser un grupo de personas respetables, capaces y probas que se comprometan a colaborar con ella para lograr una rápida recuperación de la gran crisis que estamos viviendo.

Eso es lo que el ciudadano está esperando.

Las promesas de los candidatos casi nunca se llegan a cumplir, pero prometer imposibles hace que cualquier ciudadano con dos dedos de frente dude de lo que le están prometiendo.

El lápiz nos está asustando, no sabemos si para infundirnos temor o para hacernos ver que cuando las promesas son más exageradas, termina siendo una estrategia para en el fondo no ser elegido.

Si Castillo sigue en plan de confrontación no me cabe la menor duda que el Perú tendrá, por primera vez, una mujer presidente en su bicentenario.

Si eso ocurre, Keiko tiene una enorme oportunidad de completar lo bueno que logró su padre en el primer gobierno y borrar todo lo malo que generó en el segundo. Lampadia




Canon para el Pueblo

Canon para el Pueblo

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Keiko Fujimori ha propuesto distribuir el 40% del canon minero a los pobladores de las zonas de producción. Esta es una propuesta audaz que pretendería romper la inercia de los desencuentros de varias poblaciones regionales con la inversión minera.

Esta idea, aplicada en algunas zonas de Canadá y en Alaska de EEUU, nos parece muy interesante. Creemos que debe verse de forma integral, analizando con mucho cuidado los cuántos y los cómos.

I. Información sobre el canon minero

Actualmente, el canon minero se distribuye de la siguiente manera:

Fuente: MEF

Los volúmenes de dinero distribuidos a las regiones por canon minero y otros son muy importantes. Veamos:

Como podemos ver en el cuadro anterior, las transferencias por canon minero, entre el 2004 y 2019, han sido de 11,259 millones de soles para los gobiernos regionales y de 34,192 millones de soles para los gobiernos locales. El canon minero representa largamente las mayores transferencias a los departamentos, en comparación con las demás fuentes de recursos.

La distribución no es uniforme, depende del nivel de actividad minera en cada departamento. Veamos la distribución por departamento para el año 2020:

Se estima que en promedio, los departamentos devuelven entre el 30% y 40% de los montos recibidos por canon minero, por su incapacidad para ejecutar los proyectos correspondientes.

Además, está la mala utilización de estos recursos, que muchas veces se desperdicia en obras absurdas, como la piscina más grande del Perú en Echarati y los monumentos a la maca, el sombrero y las ojotas entre otros.

Además de ello, está el tema de corrupción, que ha marcado la vida de muchas regiones, desde la apurada y descontrolada descentralización del gobierno de Toledo.

Veamos la lista de Gobernadores de izquierda condenados por corrupción:

II. Sobre cómo aprovechar el canon minero de la mejor forma

En el plan de gobierno del partido PPK se propuso el concepto del ‘adelanto social’, que consistía en desarrollar en paralelo a la inversión productiva, un conjunto de inversiones sociales que adelantaran los beneficios de la inversión minera, sin esperar el proceso de inversión minera y la generación del respectivo canon.

Pero el propio gobierno de PPK distorsionó el concepto y malogró su aporte para acelerar las mejoras sociales junto con los proyectos mineros.

En Lampadia, le explicamos al gobierno como podía implantarse esta importante idea. Lamentablemente no hicieron caso. Ver: Una gran idea que no entienden – El gobierno destruye la potencia del ‘adelanto social’. (12 de junio, 2017).

Proceso de desarrollo del ‘adelanto social’

  • Evaluar las necesidades de desarrollo socio-económico de la zona del proyecto minero, una vez que tome cuerpo la posibilidad de una inversión minera de cierta magnitud
  • Mientras se hacen los estudios para la inversión minera, se deben desarrollar en paralelo los estudios de un eventual programa de ‘apoyo social’
  • Una vez definida la viabilidad del proyecto minero, tanto económica, ambiental y socialmente, el Estado puede proyectar la generación de canon del proyecto para la región, y delimitar los componentes del programa de ‘adelanto social’ que puedan financiarse con, digamos, un 20 a 30% del valor presente del flujo esperado de canon del proyecto
  • Fijada la inversión minera definitiva, el Estado debe crear un fideicomiso como el vehículo que canalice el financiamiento del ‘adelanto social’
  • El fideicomiso puede financiarse de múltiples formas y no debería representar una dificultad mayor
  • El inicio de la inversión minera debería darse en paralelo con el desarrollo del programa social que se expresaría a través del ‘adelanto social’

Pero, probablemente, lo más importante del ‘adelanto social’ es que permite viabilizar el desarrollo integral de la zona de influencia del proyecto minero, con el aporte de la inversión privada y sus impactos directos e indirectos, y con el aporte de la inversión social pública, vía el ‘adelanto social’.

El adelanto social debería financiar obras sanitarias, escuelas, postas médicas, caminos y comunicaciones; que mejorarían aceleradamente la calidad de vida de las poblaciones.

Estas inversiones conjuntas determinan un incentivo muy importante para la evaluación de los proyectos mineros. Permiten que esta se haga con la mayor objetividad posible, contrarrestando las interferencias políticas y disminuyendo la posibilidad de que inversiones positivas para la región y el país, puedan ser rechazadas sin un buen análisis de pros y contras, dificultado por la manipulación política.

La idea es que el proceso de aprobación de la inversión minera, incluyendo las instancias de participación de la población de la zona, se haga en paralelo a la definición del programa de ‘adelanto social’.

En otras palabras, si la población rechaza la inversión minera, estaría rechazando al mismo tiempo el ‘adelanto social’. La llamada ‘licencia social’ implicaría la aprobación conjunta de la inversión minera y de la inversión del programa de ‘adelanto social’, o salen ambas, o se frustran ambas.

El ‘adelanto social’ debe ayudar a que la población se integre con el desarrollo productivo, generando un ambiente positivo para la promoción de las inversiones.

III. Canon para el Pueblo

¿Como podríamos integrar la propuesta de Fuerza Popular de distribuir parte del canon minero a la población, con el ‘adelanto social’? En principio tenemos:

  • 40% para beneficios directos a la población:
    • 20% para su distribución en efectivo para la población
    • 20% del canon para el fideicomiso del adelanto social

En nuestro concepto, distribuir en efectivo el 40% a la población, puede dificultar su aplicación, y quién sabe si hasta evitar que se pueda ir adelante con esta buena idea de Fuerza Popular.

Nuestra Propuesta

  1. Defender la propuesta de Fuerza Popular de distribuir parte del canon minero a la población con 20% en efectivo

2. Usar hasta 20% del valor esperado por canon minero para constituir fideicomisos para el financiamiento del ‘adelanto social’

Dedicar un 40% del canos para su distribución directa, podría dejarnos con muchas limitaciones.

Por lo tanto, proponemos dedicar el 40% del canon para generar beneficios directos para la población de las zonas mineras, de la siguiente forma:

  • 20% para su distribución directa a la población, y
  • 20% para financiar el ‘adelanto social’.

Cuidados para viabilizar la distribución de parte del canon

Lamentablemente, no es nada sencilla la identificación de los eventuales beneficiarios de la distribución del canon a la población.

  • Es difícil definir el alcance de las zonas de influencia de los proyectos mineros.
  • También es complicado hacer el padrón de beneficiarios, evitando el desplazamiento de poblaciones y otros efectos secundarios

Se da el riesgo de que se generen nuevos conflictos sociales, mejores conflictos, sin embargo.

¿Cómo se pueden evitar?

Sugerimos el siguiente procedimiento:

Constituir un fideicomiso con el 20% del canon minero para su distribución en efectivo.

Establecer un plazo para definir el rol de beneficiarios.

Si vencido ese plazo, los conflictos sociales no se pueden superar, disminuir cada tres meses el porcentaje de canon del fideicomiso en 4%, de tal manera de establecer un incentivo para que los beneficiarios se pongan de acuerdo y viabilicen su distribución.

Rescatemos esta excelente idea. 40% del canon para la población, 20% a distribuirse en efectivo y 20% para inversiones sociales. Lampadia




¡Viva la competencia!

¡Viva la competencia!

Alejandra Benavides
Para Lampadia

El debate entre los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo del último sábado, ha dejado en evidencia que este último tiene profundo desprecio por la economía de mercado.

El candidato parece desconocer que las exportaciones han sido el salvavidas de nuestro país durante esta pandemia – sobretodo ante medidas absurdas que tuvieron al país paralizado por largos meses. A pesar del año desastroso, el Perú cerró el 2020 con un superávit comercial de US$7,750 millones – es decir, vendimos más al mundo de lo que le compramos. Las exportaciones peruanas superaron los US$39,000 millones, producto de 7,500 empresas exportadoras de más de 4,000 productos a 174 diferentes mercados. Mas del 90% de nuestras exportaciones tienen como destino países con los que tenemos tratados de libre comercio o acuerdos comerciales (21 tratados vigentes a la fecha). Y, nuestros principales socios comerciales tienen economías saludables y abiertas al mundo: EEUU, UE, China, Canadá, Corea del Sur, Suiza, India (en proceso de acuerdo comercial) y Chile.

El candidato parece desconocer que los peruanos somos, ante todo, emprendedores. Que no necesitamos favores, sino necesitamos sistemas más flexibles para creación y formalización de empresas, y herramientas para competir en mejores condiciones en un entorno global. El Estado debe liberar a los empresarios de las cargas innecesarias que significa la formalización, para más bien ser un agente dinamizador. A pesar de las barreras burocráticas y sobrecostos de formalización, hoy hay mas de 2 millones de MIPYMEs (micro, pequeña y mediana empresa) formales, que contribuyen al 60% de empleo formal en el Perú.

El candidato propone un proteccionismo anacrónico de la “industria peruana”, que sólo desencadena en una economía artificial que va desangrando al país y afecta a todos los peruanos que consumimos bienes y servicios en el país. Este proteccionismo genera:

  • Monopolios que controlan la oferta y mantienen precios fuera de equilibrio (ineficiencia), escasez e inflación
  • Encarecimiento de bienes y servicios, a pesar de ser de su mala calidad y menos alternativas para elegir
  • Pérdida de productividad y competitividad, por menor (o nula) inversión en tecnología e innovación
  • Mercado negro de productos, a precios exorbitantes a los que sólo pocos podrían acceder y corrupción
  • Barreras a nuestras exportaciones – y a un mercado global de 7.8 billones de personas, pues los tratados y acuerdos comerciales se basan en reciprocidad
  • Cierre de empresas, desempleo y pobreza
  • Menores (o nulas) divisas, que afectan la estabilidad monetaria y la balanza de pagos

Por lo tanto, como peruanos, consumidores y empresarios, debemos exigir que se den las condiciones para poder crecer y generar ventajas competitivas a través del énfasis en innovación y tecnología, mejora educativa en todos los niveles para contar con peruanos capacitados, mejorar la infraestructura en general, sobretodo de transporte y comunicaciones (carreteras, puertos, energía, internet) para hacer más eficiente toda la cadena productiva.

Para aquellos sectores marginados, como la pequeña agricultura en la sierra, proporcionar apoyo técnico inmediato para mejora de sus cultivos en sus rendimientos, calidad y resistencia.

La competencia es el mejor símbolo de una economía sana y de una sociedad más libre y justa.  Lampadia

Referencias

https://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/en/shortcode/estadistica-oee/estadisticas-mipyme

https://www.google.com.pe/amp/s/elcomercio.pe/economia/peru/gamarra-cifras-economicas-relevantes-emporio-comercial-fotos-victoria-george-forsyth-sunat-sen-noticia-616345-noticia/%3foutputType=amp

https://gestion.pe/economia/balanza-comercial-registro-un-superavit-de-us-1080-millones-en-diciembre-noticia/

https://elperuano.pe/noticia/117498-exportaciones-peruanas-superaron-los-us-39000-millones-en-el-2020




Castillo insiste en regresar a los 70

Castillo insiste en regresar a los 70

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El debate presidencial del sábado en Chota tuvo dos notas saltantes. La primera fue la gesta de Keiko Fujimori que comenzó el miércoles con el desafío a Pedro Castillo a debatir, a lo que él respondió desafiándola a su vez a hacerlo en su tierra, algo que ella aceptó de inmediato señalando el día domingo, recibiendo la contrapropuesta de hacerlo el sábado en que se reuniría con las rondas campesinas, acaso buscando que la candidata declinara.  Pero ella aceptó esa condición también y aceptó las reglas que la otra parte estableció. Y luego la travesía de diez horas por carretera circunvalando un huayco que se interpuso en el camino.

Sin duda fueron actos de audacia y valentía, que podrían significar un punto de quiebre en la campaña.

La segunda nota especial de este debate fue la buena organización por parte de la municipalidad y el comportamiento disciplinado de la población y de las rondas campesinas, pese a las pifias, algo natural. En cierto sentido Chota y el pueblo peruano dieron una lección de civilización democrática. Algo muy positivo.

En cuanto a las propuestas de los candidatos, el debate sirvió para confirmar que Pedro Castillo, lejos de moderar su discurso, insiste en los planteamientos contenidos en el plan de gobierno de Perú Libre: nacionalización del gas, del cobre, oro, plata, litio, del mar y de los recursos naturales en general, que lleva inevitablemente a la estatización o a la desinversión, como vimos en el artículo anterior. Además, segunda reforma agraria, prohibición de importar lo que se produce en el Perú, entre otras medidas. Es el retorno a los 70, con las consecuencias que ya conocemos.

Keiko Fujimori expuso nuevas propuestas que se añaden a las ya conocidas. La más novedosa fue la de distribuir el 40% del canon a la población. Esta es una propuesta polémica. De un lado, tiene sentido distribuir el dinero directamente considerando que aproximadamente un 30% de él no se ejecuta por incapacidad de gestión y que la parte que sí se gasta se ejecuta mal o con corrupción. Hay muchos alcaldes en la cárcel. Además, si las personas reciben directamente esas utilidades, en teoría se interesarán en proteger la inversión. Aunque muchas poblaciones cercanas al área de influencia directa de las minas pugnarán por ser beneficiarias, y será difícil trazar el límite.

En todo caso una medida como esa debería venir acompañada de una reforma del canon de modo que el 60% no distribuido directamente sea ejecutado no por los alcaldes sino por un fideicomiso o una unidad ejecutora gerencial que aplique un plan de desarrollo, con participación de los alcaldes en el directorio.

De lo contrario podríamos terminar multiplicando las intervenciones asistencialistas que no contribuyen al desarrollo productivo. Porque anunció además doblar pensión 65 y fortalecer otros programas redistributivos que en última instancia fomentan la dependencia de las dádivas del Estado en lugar de fomentar el autodesarrollo.

Debería enfocar su plan más bien en otros programas productivos, que también mencionó, y que fueron los que ejecutó su padre en los 90: Pronamach, Foncodes, núcleos ejecutores, Sierra Verde. Podría ofrecer apoyar a todas las familias campesinas a instalar micro reservorios familiares y riego tecnificado, para multiplicar la productividad. Eso es mucho más digno y constructivo de distribuir dinero.

Como fuere, queda claro que ha empezado a focalizar la campaña en los sectores menos integrados a una economía de mercado moderna. Pues está pendiente la gran tarea de la incorporación las mayorías a una formalidad reformada, que supone plantear un cambio radical del Estado y de las normas excluyentes. Lampadia




El pensamiento Cerrón contra el Perú

El pensamiento Cerrón contra el Perú

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Pensar que la disputa para la segunda vuelta es entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori es un error. Pensar que se trata de una disputa entre izquierda y derecha, es también una aproximación limitada a la contienda.

Basta ver dos sitios del partido Perú Libre para advertir que el líder, fundador, ideólogo y secretario general de ese partido no es el profesor Castillo, sino Vladimir Cerrón Rojas:

http://perulibre.pe/

La foto, la imagen, la mística, el verbo, las ideas, la nostalgia no son del profesor Castillo, son las de Cerrón. Que Castillo se suba a los hombros de Nicolás Lucar en radio Exitosa, como lo hacía Hugo Blanco años atrás, para decir que él es el que gobernará y no Cerrón, es una broma más en nuestra política local que se cae a pedazos al compararla con la iconografía del partido que pretende tomar el poder. Que Castillo, aconsejado por la misma prensa que sostuvo a Vizcarra ahora nos quiera decir que no hará lo que Cerrón ha escrito es también otro embuste del que la política peruana ya está acostumbrada. Los limeños dicen “papelito manda”. Los quechuahablantes decimos “quillqan riman”:  Castillo no puede borrar ante la prensa que lo apapacha lo que su mentor ya ha escrito.

Por ello, esta disputa debe ser vista en su verdadera dimensión y salvo que Castillo se aparte de Perú Libre y reniegue de sus propios dichos, la misma debe ser analizada en función del pensamiento Cerrón.

¿Cual es el pensamiento Cerrón?

El pensamiento Cerrón es el de la abolición de la propiedad privada o grupal para ser sustituida por la propiedad social. El pensamiento Cerrón es el de la “economía popular con mercados en sustitución de la economía social de mercado”. El pensamiento Cerrón es el de la nacionalización de las actividades económicas. El pensamiento Cerrón es el del control de la prensa a través de una “ley de regulación de los medios de comunicación”, entre otras perlas.

Este pensamiento va más allá de Vladimir Cerrón Rojas, el médico educado en Cuba que lidera el partido Perú Libre. Va hasta su padre. Jaime Cerrón Palomino, el docente universitario secuestrado el 8 de junio de 1990 y posteriormente asesinado. Para unos un filósofo de izquierda con alto compromiso social. Para otros un docente filo senderista asesinado por la represión para militar del Comando Rodrigo Franco y para otros, una víctima de las disputas entre Sendero y el MRTA.

No es casual que el “pensamiento del maestro Jaime Cerrón Palomino” cierre el ideario del Partido Perú Libre.

“Una legítima historia del desenvolvimiento de las ideas en el Perú no debe presentar su contenido al margen de la lucha ideológica que opera no solo en los claustros universitarios, sino también en los senos de los partidos políticos, sindicatos, municipios y organizaciones sociales diversas”

La iconografía que no podemos dejar de advertir si queremos entender esta disputa tiene dos componentes: “pensamiento” y “maestro”. Unos elementos que ya hemos visto presentes en el accionar del senderismo en los 80s con fatales consecuencias para nuestro país.

Castillo, el “maestro”, es la pieza que hace falta para enmascarar “el pensamiento” en un rostro potable, digerible, amigable, que no traduzca otras razones. Es aún más funcional si ese “pensamiento” se disimula, atempera o destiñe en segunda vuelta para engañar a muchos.

Lo cierto es que como bien dice Jaime Cerrón Palomino, no podemos estar “al margen de la lucha ideológica que opera” en esta segunda vuelta electoral como en los 80s.  Solo se trata de tomar partido. O estamos del lado del pensamiento Cerrón o estamos del lado del Perú.

Yo ya escogí. Estoy del lado del Perú. Y tú, ¿qué esperas?

¿Que el cine, después de unas décadas te cuente cuáles fueron las razones por las cuales un pensamiento destruyó una Nación ante la indolencia de sus ciudadanos que votaban por cualquier cosa menos por lo que importa? Lampadia




Los neutrales

Los neutrales

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Aunque sorprendió a algunos, el pronunciamiento de Mario Vargas Llosa –y de su hijo Álvaro- a favor de Keiko Fujimori, era de esperarse. MVLL ha mantenido una crítica persistente a Alberto Fujimori, y luego a su hija, durante tres décadas, pero en circunstancias como esta, cuando el Perú está seriamente amenazado por un grupo extremista, que no oculta su intención de establecer una dictadura chavista, no ha dudado en asumir una clara posición en defensa de la democracia y el libre mercado.

Desgraciadamente no es el caso de varios otros que siguen consumidos por el odio, el rencor y el resentimiento, por agravios reales o supuestos, y anteponen ese encono a la supervivencia del país y, probablemente, a la suya propia.

Como no les es posible pronunciarse a favor de Pedro Castillo y sus secuaces, que son claramente enemigos de la democracia, asumen una absurda posición de neutralidad, censurando a ambos candidatos, generalmente cargando más las tintas contra Keiko Fujimori.

En una situación en que la encuesta de Ipsos pone a Castillo once puntos adelante, ponerse al medio o llamar a votar blanco o viciado es, por supuesto, favorecer a al que va primero. En la práctica están apoyando al engreído de Evo Morales y Nicolás Maduro.

Otros también hacen lo mismo, aunque en privado dicen que luego se van a decantar por Fujimori, pero hay que exigirles garantías o simplemente “hacerla sufrir”. Eso, naturalmente, es una completa necedad. A siete semanas de las elecciones, teniendo los herederos de Sendero Luminoso una ventaja apreciable, no se puede perder un minuto para asumir claramente una postura en defensa de la democracia y el libre mercado y rechazar a los que quieren destruirlos.

Varios medios de comunicación están jugando un papel nefasto. Escudados en una supuesta objetividad periodística, en realidad están ayudando descaradamente a Castillo. Primero, lo idealizan, presentándolo como un apacible maestro rural, con sus gallinitas, su burrito y sus ojotas, un hombre del pueblo preocupado por el pueblo.

Esa imagen bucólica es falsa. Y se comprueba fácilmente comparándola con la del agresivo dirigente sindical de 2017, que no vestía con poncho ni sombrero, y se arrojaba al suelo en las manifestaciones para fingir que había sido agredido por la policía.

Tampoco lo investigan, ni a él ni a sus socios, como han hecho hasta el cansancio –y muchas veces mal intencionadamente, propalando información falsa o dudosa- con Keiko Fujimori.

No es la gran prensa la que ha publicado que Castillo es gerente de una empresa constructora. Ni que el dueño del partido, Vladimir Cerrón y sus familiares cercanos integran una red de corrupción en Junín, que se ha beneficiado del poder político que tuvo como gobernador regional. Ni destacan su pésima gestión en una región con ingentes recursos del canon minero.

Solo cabe terminar con la conocida cita de Dante Alighieri: “Los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”. Lampadia




¿El fin del antifujimorismo?

¿El fin del antifujimorismo?

 

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Hay quienes ven la configuración de la segunda vuelta como el peor escenario posible, como una elección fatal entre las dos opciones más peligrosas o negativas, y en la que debemos resignarnos a escoger el mal menor. Pero también puede ser vista como la gran oportunidad para poner fin a la división más destructiva que ha tenido la política peruana en los últimos diez años: fujimorismo versus antifujimorismo. Más precisamente, para amainar el antifujimorismo, la identidad política no solo más grande sino más radical del Perú, que experimentó una transmutación de su esencia: se convirtió en aquello que rechazaba. Pasó a negar en la práctica el derecho del fujimorismo –que representa a un sector en la sociedad- a participar en la vida política y procuró su eliminación, cosa que estuvo a punto de conseguir. No era un adversario, sino un enemigo.

Eso habría tenido fundamento si Alberto Fujimori postulaba. Pero no lo tenía con Keiko. Ella había rechazado la presencia de Montesinos cuando aún era primera dama, había formado un partido político –cosa que su padre jamás hizo- en plena era de descomposición de los partidos –es decir, había fortalecido por esa vía la democracia-, había sido congresista y su agrupación había estado en el Congreso en varias ocasiones respetando claramente las reglas del juego democrático.

Por eso, las “obligaciones” que le ha exigido Mario Vargas Llosa en realidad ya están cumplidas. No implican una suerte de “hoja de ruta” que implique un cambio de orientación de la candidata hacia la democracia liberal o el respeto a la división de poderes. Keiko Fujimori no es su padre en los temas institucionales.

Es cierto que el comportamiento de su bancada en el congreso disuelto no fue constructivo y tuvo episodios obstruccionistas y beligerantes que fueron incluso alentados y capitalizados por Vizcarra y que son su mayor pasivo en esta segunda vuelta, pero eso debe ser considerado un error político y de falta de compromiso con el país que se paga luego en las urnas, no una conducta que revele un designio anti democrático. ¿Podríamos calificar al APRA de ser un partido contrario a la democracia por la oposición obstruccionista que junto con la UNO realizó contra el primer gobierno de Belaunde, que fue mucho más intensa y fuerte que la de Fuerza Popular contra PPK? Esa oposición se tumbó 11 ministros e impidió que el gobierno ejecutara las reformas sociales como la agraria. La de Fuerza Popular finalmente se focalizó en el sector educación, pero aprobó en lo esencial todo el programa económico del gobierno. El Congreso actual, más bien, lo está destruyendo todo.

Lo que pasó fue que al perder a último minuto el Ejecutivo luego de estar a 8 puntos de ventaja dos semanas antes de la segunda vuelta, y ganar largamente el Congreso, cayó en una triple trampa de la que no tuvo la visión y frialdad para poder escaparse. Primero, la sensación de que le habían robado la elección, que desató la propensión a la venganza. Segundo, tener poder político y no Ejecutivo lleva a la impotencia, a la incapacidad de ejecución y a la crítica desbordada e irresponsable. Tercero, tener el control irascible del poder más impopular del sistema político, es fatal.

De ello se aprovechó claramente Martín Vizcarra para pasar al ataque al Congreso casi desde el principio, desde el 28 de julio del 2018, cuando pidió la no reelección de los congresistas, pese a que perfectamente hubiese podido concertar con el Congreso un programa de gobierno porque Keiko Fujimori ya había saciado su sed venganza con la salida de PPK y su bancada había perdido 20 legisladores. Estaba en una predisposición positiva y tenía menos fuerza. Pero Vizcarra eligió la ruta confrontacional del populismo político, y no paró hasta disolver el Congreso, cumpliendo así la consigna de eliminar al enemigo con el apoyo enardecido de la inteligentzia antifujimorista, que aún no reconoce el engaño en el que cayó ni el exceso que cometió.

Soy de la convicción de que el país se hubiese ahorrado estos últimos diez años de relativo estancamiento económico y estos últimos cinco de anarquía y absurda confrontación política, si Keiko Fujimori hubiese llegado al poder el 2011 o el 2016, como hubiese ocurrido si en ambas ocasiones no hubiese sido impedida a último minuto precisamente por la muy eficaz organización antifujimorista y también por errores propios.  

No deja de ser paradójico que pueda llegar ahora a la presidencia en su momento más débil, apenas salvada del exterminio político. Si llega, lo que tampoco será fácil, tendrá confirmar el aprendizaje de estos últimos cinco años en un esfuerzo de concertación política que tendrá que ser titánico para alcanzar la gobernabilidad en un Congreso tan fragmentado. Pero será imposible si el antifujimorismo no baja sus niveles de animadversión y se convierte en una fuerza crítica pero constructiva, lo mismo que le reclamó al fujimorismo estos últimos cinco años. Una leal oposición. Lampadia




A propósito de los resultados y la disputa en segunda vuelta

A propósito de los resultados y la disputa en segunda vuelta

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Los peruanos que no votan y los que votan en blanco o nulo, siguen siendo la mayoría en las elecciones desde el año 2006.[i] Esta elección no ha sido la excepción. 10´267,763 peruanos han preferido no votar, votar en blanco o viciar su voto. Esta cifra representa el 42.32% del número de electores hábiles[ii].

Dicho de otro modo, solo 13´991,767 peruanos han votado por alguno de los candidatos. Esta cifra contrastada con la población nacional representa apenas el 39.39% de la misma. Es como decir que sólo 4 de cada 10 peruanos han elegido a algún candidato. Un nivel de representatividad MUY BAJO.

Poniendo en este contexto los números de la elección del 11 de abril, veamos a los 8 primeros:

En base a estas cifras, los que pasen a la segunda vuelta no son en rigor, ni el primer, ni el segundo grupo más votado. Mucho menos se puede decir que quien ganó la elección representa a la “gran mayoría de los peruanos” como algunos despistados ya están afirmando sin rigor, ni data. Pedro Castillo y Keiko Fujimori son el tercero y el cuarto grupo y sus votos, sumados, no superan a los peruanos ausentes, que representan de lejos la primera mayoría de este país.

Otras evidencias de esta elección son:

  • En los 8 primeros lugares no figura ninguno de los candidatos del establishment caviar que nos gobierna. Ni el Partido Morado del presidente Sagasti, ni Somos Perú del ex presidente Vizcarra, ni Victoria Nacional, la candidatura ensamblada por sus aliados mediáticos. Todos ellos juntos obtuvieron 1´334,497 votos, es decir el 5.5% de los electores hábiles. El elector finalmente sanciona el mal gobierno.[iii]
  • La candidata oficial del chavismo (hay que reconocer que no advertimos que Maduro estaba apostando a dos caballos en esta carrera) se encogió a su mínima expresión. De haber obtenido 2’874,940 votos el 2016, redujo su participación a 1´099,747, es decir al 38%. Desteñirse, pasar por la peluquería, pintarse los labios y reconocer que Maduro es un dictador corrupto no le sirvió. Perdió el voto duro de la izquierda y no sedujo al voto de centro.
  • Los partidos orgánicos de izquierda (Perú Libre, JPP, FA, P. Nacionalista y UPP) han obtenido 4´160,059 votos. Si le agregamos los votos de AP ahora tan tirada a la izquierda, podríamos decir que la izquierda en su conjunto ha obtenido 5´433,768 votos, el 22.40% de los electores hábiles. Sin AP, lejos de crecer, se han reducido.
  • La derecha orgánica por su parte (FP, RN, Avanza Pais y el PPC) ha obtenido 5´402,368 votos. Si, siguiendo la misma lógica le agregamos los votos de PODEMOS o los de APP, dos agrupaciones populistas cuyos líderes juegan para la derecha en muchos casos, podemos colegir que la derecha en su conjunto llegaría a 7´032,019, el 28.98% de los electores hábiles.

Sin embargo, la conclusión más importante que se puede extraer de esta elección es que ni PEDRO CASTILLO, ni KEIKO FUJIMORI han recibido un mandato mayoritario y abrumador que les permita atribuirse el derecho de refundar nuestro país o girar nuestra economía en 180 grados. CASTILLO tiene el 11.02 % de los electores hábiles y FUJIMORI 7.7%. Ambos, juntos, no representan ni el 20% de los votantes. Mal pueden entonces creer, sobre todo el primero, que de pronto se convirtió en Adán y puede comenzar el mundo de nuevo. Eso le pueden decir sus aliados desde los penales, pero no es lo que el Perú ha dicho.

El Perú ha puesto el epitafio en la tumba política del grupo caviar que nos gobierna, pero no ha otorgado licencia para destruir nuestro país. Ninguno de los que pase a segunda vuelta tiene el mandato, ni la patente de corso para reinventar el país. Si cree eso se equivoca. Salvo los números, lo demás es ilusión y los números nos muestran que la disputa se dará entre dos grupos minoritarios a quienes les toca atraer al peruano que no vota, al que vota en blanco o al que vicia su voto y para ello, el radicalismo no sirve.

No estamos entonces ante el cuento de las grandes mayorías que han hablado como algunos analistas dicen. Estamos ante la historia de dos grupos políticos minoritarios que deberán convocar, con amplitud de criterio, con vocación democrática y sin sectarismos, primero a sus sectores afines, luego al elector de centro, pero sobretodo, al peruano ausente.

[i]  Ver: La Irrepresentatividad política no es cosa de juego. Lampadia 24.01.20 y El cuento de las grandes mayorías. Lampadia 06.11.20

[ii] Esta cifra que llamamos el Índice de Irrepresentatividad política proviene de los resultados electorales de la ONPE al 16.04.21, a las 7:20 am, pudiendo variar por efecto de los votos faltantes de computar o las impugnaciones. Sin embargo, cualquier variación no alterará las tendencias que se analizan en este artículo.

[iii] Escapa de este análisis el alto voto preferencial de Martin Vizcarra como congresista.