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¿Es posible planificar seriamente?

Ing. Fernando Ortega San Martín, MBA
Chair del Nodo Perú – The Millennium Project
Para Lampadia

Conforme se acerca el 2030, los políticos y los académicos comienzan a pesar cuál debe ser el próximo horizonte temporal para los procesos de planeamiento global. Y al parecer, el año 2050 se viene imponiendo por la simplicidad de ser un número “redondo”. Pero, dada la velocidad del cambio tecnológico, muchos preferirían que sea un año más cercano: ¿2040?, ¿2045?

En realidad, el problema mayor radica en la capacidad que tenemos hoy de poder conocer, aunque sea a grandes rasgos, las principales características de la economía y la sociedad en la fecha escogida como horizonte temporal.

En este artículo me propongo presentar una breve descripción de las tendencias tecnológicas que aparentemente irán moldeando el futuro del próximo cuarto de siglo:

  1. Educación global on-line de calidad: Existiría una enorme oferta educativa en todos los niveles (desde inicial hasta doctorado) alcanzable en línea y de naturaleza global. Los estados deberían haber entendido que su rol es la provisión de talento humano actualizado y altamente competitivo a escala global.
  2. Economía GIG global: El trabajo formal en planilla iría quedando en el pasado para favorecer el trabajo altamente especializado y temporal (freelance) a escala global. Así se alcanzaría altas productividades, con reducción de costos para las empresas, y con mejores ingresos a los trabajadores (siempre y cuando tengan las competencias adecuadas).
  3. Nuevos usos de los recursos naturales: Las nuevas demandas de productos y servicios exigirán nuevos materiales e ingredientes, muchos de los cuales nacerán en los laboratorios a partir de recursos naturales. El litio, el sodio, el flúor, e incluso el cobre tendrían nuevos usos, muy diferentes a los actuales, así como las proteínas provendrían de otras fuentes distintas a la ganadería y la agricultura tradicionales.
  4. Economías de carbono 0 (neutral): Las energías renovables serán capaces de satisfacer las demandas de energía, por lo que la transición a una economía con emisión cero sería altamente posible, y la huella de carbono sería un elemento crucial de competitividad a la hora de la selección de los productos en los mercados.
  5. La prolongación de la vida: El descubrimiento de las razones por las cuales envejecemos y el origen genético de las enfermedades permitirían que los seres humanos (y más exactamente, aquellos que puedan pagar los tratamientos) superen con holgura los cien años de vida. Menudo problema para los sistemas previsionales.
  6. El uso comercial del espacio exterior: El turismo espacial sería una alternativa más para aquellos que desean destinos exóticos, incluso pasar unos días en la Luna. La captación de energía directamente del Sol a través de espejos fuera de la atmósfera sería una fuente inagotable a bajo costo. Y la explotación de los recursos minerales de la Luna, Marte y el cinturón de asteroides alteraría el mercado mundial de los metales.
  7. La inteligencia artificial general (automodificable): Salvo que se produzca y acepte una regulación global sobre los usos de la IA, al 2050 ya se habría consumado el fenómeno de la Singularidad Tecnológica descrito por Ray Kurzweil, es decir, la IA habría alcanzado todas las capacidades de la mente humana, y habríamos aprendido a convivir con ella.
  8. La comunicación con el pensamiento: Compartir los pensamientos y comunicarnos sin necesidad de aparatos externos sería un sentido adicional a los cinco que ya poseemos como resultado de la evolución tecnológica, no biológica, del cuerpo humano, y que nos permitiría comunicarnos con las computadoras y la IA sin inconvenientes.
  9. Moneda digital común: Para facilitar los negocios, pero sin la volatilidad de las criptomonedas, se desarrollaría una moneda digital aceptada internacionalmente, pero respaldada con reservas físicas privadas, con convertibilidad al mundo real. Existirían fondos virtuales de ahorro e inversión, que permitirán a las personas ahorrar en los entornos virtuales.
  10. Los multiversos: La capacidad de realizar actividades de todo tipo, incluso negocios, en el mundo virtual como si fuera reales permitirá ampliar nuestras formas de obtener ingresos y diversión, participando en múltiples universos virtuales simplemente usando “nicknames” (alias), con lo cual a las oficinas de impuestos les será muy difícil seguir el rastro de las operaciones para determinar la base imponible de personas naturales y jurídicas. La informalidad virtual será un dolor de cabeza para los gobiernos.

Conclusión: El futuro ya llegó. Ahora lo que nos queda es irnos adecuando a estas nuevas realidades, que irán llegando poco a poco o quizás, violentamente. Pensar que en el 2050 tendremos un mundo del 2023 “mejorado”, es el peor error que pueden cometer naciones y empresas. Lampadia




Oportunidades Minero-Energéticas del Perú (13)

Jorge Chamot
6 de junio, 2023
Para Lampadia

La última semana, el Perú estuvo otra vez en las noticias internacionales ya que el ministro de Energía y Minas ha mencionado dos “nuevos” proyectos mineros que estarían listos para iniciarse: Zafranal y los sulfuros de Yanacocha.  No es mi intención, contradecir al ministro, pero hasta donde entiendo, estos dos proyectos todavía están pendientes del FID (Final Investment Decision) que, en el mejor de los casos, serían tomados en el 2024, y todavía no está claro si serían a principios o a finales del año. El ministro sin duda tiene más información y parecería que algo está ocurriendo y quizás estamos despertando del letargo de más de 20 años.

 

Espero esto se traduzca en apoyar abiertamente e incentivar en todo lo posible, estas y otras inversiones frescas e interesantes en nuestro catálogo de proyectos por hacer. El entonces primer ministro del año pasado en Arequipa ofreció un empuje a la exploración minera en el Perú, quizás reconociendo que en mucho tiempo no había un proyecto nuevo en el país. No sé dónde está ese empuje a la exploración, creo que quedó en nada.

En fin, las noticias serían positivas si es que efectivamente el gobierno toma verdadera acción de apoyo, como es cuando se publicita en estos días que el MEM estaría facilitando el inicio del proyecto de Litio en Puno. Pero dar la noticia, no es actuar y si bien es cierto existen dos interesantes inversiones en camino, en Toromocho y Antapaccay, éstas son ampliaciones a minas ya en funcionamiento que ante la disminución de su producción y la disminución en su contenido de metal en los recursos por explotar demandan una inversión constante para mantener o extender la vida de la mina y por supuesto continuar con un flujo positivo de dinero.

Pero así como hay interpretaciones positivas en el mercado internacional de que el Perú finalmente estaría saliendo del letargo y parecería que hay un nuevo interés de los inversionistas extranjeros, hay otra narrativa internacional paralela que ya está siendo mencionada, con sorpresa varias veces, y esta no es positiva.

El Congo (DRC o la República Democrática del Congo, que no debemos confundir con Congo-Brazzaville), ya estaría sobrepasando en producción de cobre al Perú, para ocupar el 2do lugar de mayor productor de cobre en el mundo después de Chile. El ministro ha mencionado que no nos vamos a dejar quitar el puesto de 2do productor de cobre en el mundo y me imagino que se refiere al futuro impacto de los proyectos mencionados arriba.

Vale la pena indicar, que los recursos cupríferos de Congo tienen una peculiaridad, no en todas las minas, pero si en la mayoría, y es que también contienen Cobalto. Congo es el mayor productor de Cobalto en el mundo (produce más cobalto que todo el resto del mundo junto) y de paso viene con el Cobre, que con el Litio (que Congo también tiene Litio) son la punta de lanza de la demanda de los metales que se necesitan, y que todo indica que no va a haber suficiente, para la esperada transición energética en el mundo. Además, tiene una variedad de otros metales y los famosos 3T (estaño -tin- en inglés, tantalio y tungsteno) y otros metales críticos (que ya deberíamos estar investigando seriamente nosotros también si los tenemos).

Es curioso que los artículos internacionales ahora hablan del éxito del Congo en menos de 20 años en convertirse en una potencia minera internacional cuando hasta no hace mucho se le criticaba abiertamente en muchos aspectos tanto políticos como sociales. Hay acusaciones muy serias por instituciones multilaterales y gobiernos al gobierno de Congo, hasta juicios a empresas que explotan y compran minerales de allí, debido al empleo de menores en las minas, corrupción, tráfico de influencias, contrabando, violencia, informalidad, terrorismo, falta de las menores exigencias sanitarias, extrema pobreza en las zonas de informalidad, etc. A lo mejor nos suena conocido con lo que está pasando en el Perú.

¿Qué nos ha pasado en el Perú en estos últimos 20 años?

Obvio que seis presidentes en cinco años, y el alto número de ministros, no son señal de estabilidad, seguridad y garantía para la inversión. Si añadimos los últimos sucesos de desorden y terrorismo que el gobierno no afronta con decisión, que sumada a la falsa narrativa de izquierda en los medios internacionales que todavía nuestra Cancillería no contrapone activamente, decididamente no ayudan.

Ya sabemos en el caso de la minería los proyectos son de plazos muy largos, ¿es entonces que debemos aprender algo de Congo? Nunca pensé que diría esto. Como anécdota contaré que como miembro de CONNEX, Iniciativa del G-7 (ya lo mencioné en un artículo anterior), cuando en Berlín se me preguntó cómo podíamos apoyar al Perú en temas mineros, hoy reconozco que equivocadamente dije, “nadie nos va a enseñar a hacer minería, negociar contratos mineros, ni atraer inversión extranjera a la minería”.

A lo mejor tenemos que aprender todavía y parecería que estamos ante uno de esos momentos. Es más que preocupante, que la misma prensa internacional especializada que hace hincapié en el Perú perdiendo su 2do puesto en la producción de cobre, lo haga reportando que Congo ha sido capaz de atraer inversiones en un mundo tan convulsionado, a pesar de situaciones muy graves con sus problemas internos. Pero, el tema es que parecería que abiertamente toman medidas para solucionarlos.

¿Y nosotros? Vivimos de la minería y ¿no nos damos cuenta de su importancia? Por supuesto que sabemos de su importancia, pero no actuamos, ¡no actuamos!

En este caso, mi propuesta:

  1. Enviar un grupo técnico especializado al Congo integrado por 3 profesionales. Sugiero dos miembros del Ministerio de Energía y Minas y un representante de SNMPE para averiguar qué han hecho y qué están haciendo sobre una serie de problemas comunes que afectan a la minería. Glencore, empresa minera activa en el Perú, es una de las empresas extranjeras con más inversiones en Congo. Estoy seguro darían una mano para coordinar y asegurar el éxito del grupo técnico.
  2. El país es miembro de muchas organizaciones internacionales que podrían apoyar en los temas sociales y políticos. Pero estas solicitudes deben hacerse seriamente. Hace unos años en el OECD en París, pregunté sobre cómo andaba el tema de la posible membresía del Perú que estaba anunciada en ese entonces por el presidente de turno. Se repitieron visitas de la Vice Presidente de ese gobierno y varios congresistas a París con este propósito, pero en la OECD nadie me pudo informar. Quiero convencerme de que en realidad fui yo el que no supo a quién preguntar, ni en qué parte dentro de la OECD averiguar.
  3. Una vez más, insisto en la necesidad de lanzar al mercado uno de los proyectos mineros de cobre ya existentes, pero promocionarlo con bombos y platillos, bajo el esquema utilizado por Pro-Inversión mediante una licitación internacional, en un plazo y con los incentivos a la inversión que sean necesarios para asegurar su éxito incluyendo la revisión y el aceleramiento de permisos. Esta vez no esperemos que vengan los inversionistas, vamos agresivamente a buscarlos.

No se trata de perder o no el puesto de 2do productor de cobre en el mundo, se trata de que vivimos de la minería, vivimos del cobre. Tenemos las reservas, pero enterradas no sirven. Riqueza enterrada no es riqueza. Lampadia




La maldición del ganador

Por: Diego Macera
El Comercio, 6 de Junio del 2023

“La empresa que crece aquí, en vez de beneficiarse ella y sus trabajadores, es víctima de su propio éxito”.

En teoría de subastas hay un fenómeno popularmente conocido como la “maldición del ganador”. La lógica es simple. En una subasta tradicional –en la que gana el postor de la oferta más alta–, con suficientes participantes e información incompleta sobre lo que se está subastando, es muy posible que el ganador esté pagando de más. Imaginemos, por ejemplo, la subasta de un campo petrolero sobre el que se sabe poco de la cantidad real de hidrocarburos que contiene. La feliz empresa ganadora bien podría darse con la terrible sorpresa de que el resto de los participantes tenía razón en valorar mucho menos ese mismo campo.

Pero en el Perú se cultiva otro estilo de la “maldición del ganador”, uno más elemental. Este consiste, en resumen, en hacer más difícil el trabajo de quien sea que esté haciendo las cosas bien. Los casos abundan. Se pueden tomar, por ejemplo, la Ley de Promoción Agraria (LPA). Aprobada hace más de dos décadas, la norma fue un pilar fundamental en el ‘boom’ agroexportador que permitió al Perú estar entre los primeros exportadores globales de espárrago, uvas y arándanos, entre otros alimentos.

Eso significó no solo más inversión y divisas, sino también más trabajo. De hecho, la agroexportación fue el sector que más empleos en planilla creó en los últimos años y estos estuvieron mucho mejor remunerados que el promedio agrícola. De acuerdo con el estudio de Renzo Castellares y Omar Ghurra, del Banco Central de Reserva (BCRP), “en el largo plazo la LPA habría aumentado los ingresos de los trabajadores formales entre 52% y 115%”. ¿Cuál fue la respuesta, entonces, de parte del Congreso de ese momento ante el éxito del sector? Buscar mecanismos que lo hagan menos dinámico, y eso fue lo que hizo en diciembre del 2020. En cierto sentido, en donde aplica la “maldición del ganador”, la agroexportación ganó demasiado protagonismo para su propio bien.

La misma reflexión se puede hacer para el crecimiento empresarial. Bajo el sistema peruano actual, una empresa a la que le va bien y empieza a captar cada vez más clientes se topará pronto con obstáculos administrativos, laborales y tributarios que hacen muy cara su expansión. La contratación de su trabajador número 21, por ejemplo, le costará entre el 5% y el 10% de sus ganancias anuales, porque es a partir de entonces que arranca la repartición de utilidades entre trabajadores. ¿Qué incentivos tendrá entonces la empresa emergente para contratar a un trabajador adicional tan costoso? Muy probablemente, perderá plata con esa contratación, aun si el trabajador es muy productivo. Lo mismo sucede con esa venta adicional que empujará a la compañía por encima del umbral a partir del cual se empieza a pagar un 29,5% de impuesto a la renta. En suma, la empresa que crece aquí, en vez de beneficiarse ella y sus trabajadores, es víctima de su propio éxito.

La solución es obvia. Si hay sectores o empresas que crecen y a los que les va cada vez mejor, lejos de penalizar su progreso, debe promoverse su expansión continua y tomarse las lecciones que hicieron posible su despegue para intentar emularlas en otros destinos. Hoy, nuestra versión criolla de la “maldición del ganador” es uno de los grandes obstáculos para dinamizar la economía, y se repite en cualquier empresa o sector que destaca, con presiones políticas para jalarlos hacia abajo. La diferencia con la maldición original es que en estos casos el castigado no es el que calculó mal su apuesta, sino precisamente el que la calculó bien.




Inversión minera cayó 19.2% entre enero y abril del presente año

Por: Minería
Gestión, 6 de Junio del 2023

Las inversiones reportadas al Ministerio de Energía y Minas (Minem) por los 257 titulares mineros registrados alcanzaron los US$ 335 millones en abril, significando un retroceso del 19% frente a los US$ 414 millones del mismo mes del 2022.

Este resultado contrasta con lo que había previsto el Minem este año para las inversiones en minería, que según el ministerio alcanzarían los US$ 5,600 millones, y serían 6.4% mayores que en el 2022.

Rubros de mayor caída

En el cuarto mes, los rubros que se contrajeron fueron: el gasto en plantas de beneficio (-30.6%), exploración (-6.1%), infraestructura (-8.6%), desarrollo y preparación de minas (-11.2), entre otros (-63.5%); creciendo solo el gasto en equipamiento minero, en 64.3%.

De esta forma, en el periodo de enero a abril de este año, lo invertido en estes sector extractivo acumuló US$ 1,170 millones, que comparado con lo gastado en el mismo periodo del 2022 (US$ 1,448 millones) resulta en una contracción de 19.2%.

Estos resultados van más en línea con lo proyectado en el último Reporte de Inflación del BCR, en el sentido de que las inversiones en minería más bien podrían registrar una caída de 16.7% al cierre de este año, que resultaría siendo la mayor caída desde la pandemia (en el 2020 se contrajo 26.3%) (ver gráfico).

El ente emisor recordó que la inversión privada en general se contrajo0.5%enel2022, explicado por la contracción del sector minero, debido a los conflictos sociales y por el menor ritmo de desembolsos de inversión del proyecto Quellaveco.

De hecho, las inversiones mineras en los primeros cuatro meses del 2023 cayeron más en las regiones del sur, donde se centraron los conflictos sociales contra la minería (que hasta febrero pasado mantuvieron cerrado el corredor minero del sur).

Así, las zonas donde más cayeron las inversiones del sector minero en el citado periodo fueron Puno (con -50.8%), seguido de Apurímac (-46.0%), Moquegua (-56.4%), Tacna (-10.7%), Ica (-28.0%); aunque en Arequipa crecieron 20.2%.

Empleo no se recupera

Además, en abril último se registraron 219,362 trabajadores en el rubro minero, y si bien esa cifra es mayor en 5,573 trabajadores respecto a marzo último, igual está debajo del promedio del 2022, que fue de 231,479 trabajadores. Con respecto a abril del 2022, la mencionada cifra resulta inferior en 4.3%.

Vale recordar que el cierre del corredor minero del sur a raíz de los bloqueos de vías y protestas sociales llevó al cierre de varias minas y a la suspensión de labores de muchos trabajadores.

Riesgos

Sobre el tema, el exviceministro de Minas, Rómulo Mucho, señaló que si bien el precio del cobre subió en enero ante las expectativas del despertar de China tras la aplicación de medidas contra el covid, sin embargo hay indicios de que se podría crecer a menor ritmo.

Explicó que en las últimas semanas ha surgido información que revela una pérdida de impulso en la actividad económica de China, es decir que podría seguir cayendo la cotización del metal rojo.

“Aunque Perú aumente su oferta de cobre en los siguientes años, es posible que el país asiático reduzca su demanda, pues el mal momento de su economía se traduce en la menor construcción de viviendas y redes eléctricas, donde el insumo principal es el metal cobrizo”, advirtió.




Mal de muchos, consuelo de tontos

“América Latina corre el riesgo de pasar a ser irrelevante”

Por: Julio Velarde
Presidente de Banco Central de Reserva
El Comercio, 2 de Junio del 2023

Pese a la ralentización de la economía el presidente del BCR destacó el crecimiento del Perú frente a los demás países de la región. Según las expectativas empresariales, se espera un mayor crecimiento en el 2024 que en este año.

El presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde se refirió al crecimiento de la economía peruana y a la recuperación de la confianza que viene siendo “paulatina”, en medio de un escenario en el que hay un deterioro de América Latina en su conjunto.

Tras señalar que aunque el crecimiento de este año viene siendo un tanto “mediocre” a nivel nacional, las expectativas de empresarios y otros actores económicos para el próximo año sobre el Perú han mejorado bastante. “No estamos tan mal frente a la región, lo que pasa es que América Latina es un desastre”, lamentó en un evento en el Cusco.

El sesgo de crecimiento -señaló- probablemente sigue siendo a la baja en este año, “pero lo que hay que señalar, es que en las encuesta que hacemos a empresas, analistas financieros, y bancos de inversión del mundo, la proyección (del 2024) es mayor a la de este año, es decir que sí esperan cierta recuperación”.

“No estamos tan mal frente a la región, lo que pasa es que América Latina es un desastre (..) Hace 40 años, Asia emergente pesaba 7%; Latinoamérica pesaba 22%, ahora las cifras se han invertido. América latina corre el riesgo de pasar a ser irrelevante, eso es una tragedia”, dijo.

Dentro de los factores que han influido al deterioro de la confianza a lo largo de los últimos años, haciendo que se pierda ese optimismo que vivió el Perú en los años 2017 y 2018, se encuentran la inestabilidad producto de los conflictos sociales, el Covid-19 y el mal manejo gubernamental.

“El Covid nos golpeó mucho, tuvimos uno de los confinamientos más estrictos, la gente se comió su capital de trabajo para sobrevivir, al no haber una red para sobrevivir. La inestabilidad política nos pasó factura y todo esto nos ha afectado bastante”, apuntó

“La calidad de la gestión publica fue muy mala. Ahora hay un cambio radical en cuanto a ministros. Se está tratando de impulsar gestiones, es un proceso”.

Sobre el empleo, avizora un crecimiento “pobre”, destacando, sin embargo, que el empleo formal está por encima del 2019 y creciendo casi 8%.

De otro lado, Velarde destacó la importancia del desarrollo de proyectos como Chavimochic y Majes; y adelantó que el proyecto minero Zafranal (Arequipa) “está casi listo y podría salir en setiembre”, por lo que se mantienen las expectativas.

“Felizmente está comenzando (el interés), gracias a la demanda potencial de cobre que va a haber en el mundo, no solo carros eléctricos que demandan más de cuatro veces lo que demanda un carro convencional, sino la infraestructura eléctrica que debe construirse y que requiere mucho cobre (..) De nuevo hay interés y si hay las condiciones adecuadas, estos nuevos proyectos podrían salir”, destacó.




Un feriado más ¿es conveniente?

GERMÁN SERKOVIC GONZÁLEZ
Abogado Laboralista
Para Lampadia

Un feriado implica una suspensión imperfecta de los efectos del contrato de trabajo, no hay labor efectuada, pero sí se abona la correspondiente remuneración. En nuestra legislación los feriados responden a festividades cívicas o religiosas de muy antigua data.

Hasta el año 1991 las normas que determinaban qué días eran considerados feriados, eran dispersas y poco claras. Es con la dación del Decreto Legislativo N° 713, ley que consolida los descansos remunerados de los trabajadores de la actividad privada, que se simplifica y ordena el tema. Es importante decir que entre los considerandos de la disposición anteriormente reseñada, se señala que uno de sus propósitos es “alentar la productividad y con ello el desarrollo nacional”.

Se establecieron doce días feriados -eliminándose los feriados de medio día por su inutilidad- y se dispuso que algunos feriados se trasladasen al lunes siguiente con la idea de no cortar la semana laborable, precepto que por presión de la iglesia fue al poco tiempo dejado de lado.

Hasta aquí el repaso histórico, veamos ahora la situación actual. Durante más de treinta años, el número de los días feriados se mantuvo inmutable, panorama que por obra del Congreso en funciones se modificó radicalmente.

Es así, que la Ley N° 31381 publicada el 31 de diciembre del año 2021, estableció que el día nueve de diciembre es feriado en conmemoración de la batalla de Ayacucho. Meses después, la Ley N° 31530 publicada el 26 de julio pasado, declaró que el día seis de agosto es festivo nacional en recuerdo de la batalla de Junín. Hace unas semanas, el Congreso aprobó un Proyecto de Ley que disponía que el siete de junio debía considerarse también feriado alusivo al Día de la Bandera y en memoria de la batalla de Arica. El Ejecutivo observó la autógrafa. Hizo muy bien.

No se discute la importancia de las efemérides anteriormente descritas, son todas fechas de especial relevancia, lo que llama la atención es que en un lapso relativamente corto -año y medio- el Congreso ha aumentado el número de feriados de doce a catorce, y pretendía ampliar esta enumeración a quince. Un 25 por ciento más. No sería extraño -de seguirse con esta tendencia- que se plantee considerar festivos también a las fechas correspondientes a las batallas de Chorrillos y Miraflores, donde la civilidad enfrentó al invasor y, por tanto, méritos no les faltan. En realidad, partimos de un concepto errado de las cosas, no es necesario que todas las fechas de trascendencia en la historia de un país, devenguen en feriados, bien podrían ser motivo de celebraciones cívicas o castrenses sin interrumpir las actividades productivas Es hasta inconducente. Las batallas de Junín y Ayacucho sellaron la independencia nacional y como tales son estudiadas desde el colegio, lo mismo puede decirse de la batalla del morro de Arica, que significó un acto de heroísmo que es por todos reconocido. El patriotismo no se genera estableciendo feriados -en otras palabras, dejando de trabajar- nace con el ejemplo y la educación.

Los dos últimos feriados -y el tercero adecuadamente frustrado- son innecesarios pues las fechas que conmemoran están ya grabadas en el consciente de los peruanos y se estudian con detalle desde la escuela. Si hay una fecha que en realidad tiene todos los fundamentos para ser declarada feriado -en adición a los doce días que recoge el texto primigenio de la Ley- es la del rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón, no sólo por el éxito militar que significó -y que es objeto de estudio y admiración en todo el mundo- sino también porque implicó una clara derrota -no total, hay que reconocerlo, como se ha visto además en las últimas asonadas- del terrorismo comunista que ensangrentó a nuestra patria. Se tiene que mostrar respeto y agradecimiento a nuestros héroes nacionales en vida, no maltratarlos o agredirlos con procedimientos judiciales interminables, como durante años vienen haciendo los parientes ideológicos de la izquierda violentista.

Volviendo al tema estrictamente laboral, con catorce feriados y treinta días de vacaciones, estamos a la cabeza de los países que cuentan con mayor cantidad de descansos remunerados. Obviamente el computo se hace al segundo año de labores, que es cuando ya se han generado las vacaciones. Y no estamos contando el sinnúmero de licencias existentes.

Concluyendo, un mayor número de feriados incrementa el costo laboral -las remuneraciones deben seguir abonándose- de las contrataciones, desmotivándolas. Por lo demás, no hay lógica entre pretender alentar la productividad y aumentar los días no laborables, casi siempre se trata de conceptos opuestos. Esperemos que el Congreso no insista con su infortunado Proyecto. Lampadia




Mineros no muestran sus aportes a comunidades

Por: Guido Bayro
Correo, 1 de Junio del 2023

El director de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Cusco, Guido Bayro, señaló que los empresarios mineros son satanizados por las izquierdas radicales de esta región y no les reconoce su participación en el desarrollo del país

En ese sentido, dijo que está en los empresarios del sector minero mostrar el testimonio de sus aportes a las comunidades donde operan. Bayro, que fue panelista en un evento que desarrolla InPerú en Cusco, evocó el caso de Tintaya, yacimiento minero de cobre, que, cuando aún era un proyecto, solo tenía unas 30 casas de adobe con techo de paja.

“En la actualidad, Yauri, capital del distrito del mismo nombre, en la provincia de Espinar (Cusco), es ahora una ciudad con construcciones modernas”, manifestó a Correo.

Por ello, instó a los mineros a ser más proactivos con sus aportes que benefician a la población.




Silicon Valley, el fin del valle ‘naif’

Por: Maite Vizcarra
El Comercio, 1 de Junio del 2023

“El mito más desarrollado ha sido aquel de que se puede atraer ingentes cantidades de dinero tan solo con una versión muy preliminar de lo que vamos a proponer al mundo”.

“Work hard, play harder” es el primer contacto que se puede tener con el llamado valle del silicio (Silicon Valley). La frase hace alusión a un estilo de trabajo que se relaciona con intensas horas de trabajo, muchas. Pero, sobre todo, con más horas de diversión. Esa frase no solo describe un estilo de trabajo, sino una forma de vida.

La influencia de ese lugar en la cultura moderna es enorme, no solo porque es la meca de los desarrollos tecnológicos más disruptivos, sino porque es un lugar en donde la posibilidad de forjar fortunas enormes a través de la mera enunciación de ideas muy locas –los llamados ‘elevator pitch’– o a través de versiones muy tempranas de las que pretenden romper el mercado –’killer application’– es muy accesible. Muy accesible si nuestra tecnología es lo suficientemente desestabilizante para lo que ya existe y si se está muy bien conectado.

En el 2015, en Lima, el gurú de la tecnología Salim Ismail –MIT, Singularity University– me describió bien el tipo de emprendimientos que Silicon Valley financiaba: “Si has descubierto cómo viajar en el tiempo, algo así como la máquina del tiempo, Silicon Valley es para ti. Si lo que tienes entre manos no es así, mejor no intentes ir para allá”.

Silicon Valley es un lugar mitificado. Esto implica reconocer que hay verdades que se engrandecen más de lo debido: que ahí es posible encontrar gente fuera del promedio, genial, es cierto. Que mucha de esta gente se convierta en multimillonaria a temprana edad –como Jobs o Gates– es relativamente cierto. Pero el mito más desarrollado ha sido aquel de que se puede atraer ingentes cantidades de dinero tan solo con una versión muy preliminar de lo que vamos a proponer al mundo, vía el llamado “Modelo Mínimamente Viable”.

Pareciese que un lugar mítico requiriese de fábulas para vivir o existiese el deseo de dejarse llevar por la expectativa. Ya antes hubo un antecedente en los años 90, cuando se produjo la caída de las empresas web (la crisis de las “punto com”), debido a la alta especulación que traían y al poco respaldo real que ofrecían a quienes las financiaron.

Y ahora, más recientemente, se corona con otra desilusión que nos lleva a pensar en el fin de la época de gloria de Silicon Valley. Porque, además de ser un caso mediático, la condena a prisión que acaba de merecer Elizabeth Holmes, otrora disruptiva emprendedora de la tecnología para la salud, nos habla del fin de una manera de hacer negocios basados básicamente en un alto optimismo, muchas promesas y pocos resultados.

Holmes les había contado a importantes inversionistas que había encontrado una tecnología “de frontera” para acabar con las pruebas de salud invasivas: a partir de la creación de su empresa, Theranos, las pruebas de sangre ya no iban a requerir de jeringa, pues con una sola gota de sangre era posible hacer complejas evaluaciones como las del cáncer y otras enfermedades mortales.

Gente como Rupert Murdoch –que llegó a invertir US$100 millones en la firma–, Henry Kissinger –el centenario exsecretario de estado de EE.UU.– y los dueños de la cadena Walmart se dejaron llevar por la narrativa mítica y creyeron que los unicornios existían solo porque les mostraron una foto de ellos. Nunca existió la tecnología que Holmes había descrito, pero todos se dejaron seducir por una expectativa.

El Caso Theranos no solo nos habla del fin de una era en la meca de la tecnología global; nos habla de cómo es que las personas actuamos la mayoría de las veces movidos por la emotividad, la simpatía y lo que queremos ver, más allá de las razones lógicas. Y eso también aplica para las expectativas que algunas ideologías prometen en un país menos sofisticado que el valle del silicio, como el Perú.




Marketing y crisis económica

Por: Rolando Arellano
El Comercio, 29 de Mayo del 2023

“Marketing no es vender, es hacer que vuelvan a comprar y que nos recomienden”.

En momentos en que en el mundo y en el Perú se presenta una fuerte inflación, una de las herramientas más potentes de las empresas para combatirla es el buen marketing. Veamos.

Siendo una de las disciplinas de mayor crecimiento, la función central del marketing es desarrollar productos y servicios que satisfagan mejor las necesidades de los consumidores. El marketing sabe que vender es importante, pero también sabe que vender un producto malo es un suicidio empresarial, porque un cliente descontento no volverá a comprar y, en estos tiempos de redes sociales, se convertirá en un detractor más poderoso que cualquier publicidad pagada. Marketing no es vender, es hacer que vuelvan a comprar y que nos recomienden.

¿De qué manera el buen marketing genera eficiencias empresariales? Primero porque un producto diseñado para lo que el mercado necesita se venderá más y más rápido, generando menos saldos y costos financieros. También porque en su fabricación se incluirá solo lo que realmente le añade valor, sin costos inútiles. Tercero, porque la recomendación entre usuarios satisfechos hará disminuir la inversión en comunicación y publicidad. Un centro comercial diseñado para los gustos y costumbres de los peruanos de una zona, lo hemos visto muchas veces, tendrá muchos más clientes visitándolo y recomendándolo, y muchos locatarios exitosos. Y un proyecto de viviendas para las nuevas clases medias podría ser más atractivo si en vez de la costosa piscina tuviera un patio de juegos para niños o la gruta para la virgencita, que prefieren las mamás conservadoras.

¿Y el marketing ayuda también a los consumidores? Mucho, en especial porque obtienen más valor por su dinero, pues al comprar reciben aquello que realmente necesitan. Una línea de ropa que considere los reales gustos y tallas de las peruanas, en vez de copiar modelos de fuera, las hará más felices y les evitará gastos de adaptación a sus formas y medidas. Y muy probablemente, los productos les llegarán a menor precio, puesto que en un mundo competitivo las empresas deben compartir sus economías con el mercado. Por cierto, con menos desperdicios y productos no vendidos, gana también el medio ambiente.

En fin, cuando los costos suben, el dinero escasea y muchos toman el camino fácil de recortar indiscriminadamente valor y precio, la respuesta inteligente pasa por buscar eficiencias que mantengan, o incrementen, la satisfacción y la lealtad de los consumidores. Un buen trabajo de marketing, en colaboración con producción, logística, finanzas y otras áreas de las empresas, puede lograrlo. Dando, a la vez, esas mejores cifras en la última línea del balance que cuidan dueños y directores. Que tengan una gran semana.




No se debe desvirtuar la CTS

GERMÁN SERKOVIC GONZÁLEZ
Abogado Laboralista
Para Lampadia

Desde su creación, hace casi una centuria -exactamente 99 años ya que se origina con la Ley N° 4916 de 1924- el beneficio de la Compensación por Tiempo de Servicios ha ido progresivamente variando de naturaleza jurídica, que no de denominación, pese a que en algún momento de su historia era conocido indistintamente con el nombre de compensación o indemnización por tiempo de servicios.

Solo para enumerar algún dato, hasta bien entrada la década de 1970 la compensación se perdía en caso el trabajador incurriera en falta.

Posteriormente, en 1991, se dispuso el carácter cancelatorio de la CTS lo que constituyó una variación trascendental en la naturaleza y cálculo del beneficio.

El artículo primero del Decreto Legislativo N° 650 expresa que la Compensación por Tiempo de Servicios tiene la calidad de beneficio social de previsión de las contingencias que origina el cese en el trabajo y de promoción del trabajador y su familia. De la lectura atenta del enunciado transcrito, se desprende que el fin fundamental de la CTS es el de cubrir al empleado temporalmente -reemplazando su ingreso por remuneraciones- con una cantidad de dinero proporcional a su tiempo de servicio en el supuesto que por cualquier motivo pierda su empleo.

Obviamente no en todos los casos el cese en el trabajo genera alguna contingencia, más si éste se origina en la renuncia del empleado que ha conseguido un empleo mejor remunerado o en su jubilación, por ejemplo. Es en estos supuestos que la CTS obra como una reserva de capital y de ahí la mención a la promoción del trabajador y su entorno familiar.

En el texto primigenio del Decreto Legislativo N° 650, las posibilidades del retiro y uso de la CTS con anterioridad al cese eran muy limitadas y en extremo acotadas.

Muy lamentablemente y desde hace varios años, nuestro ordenamiento laboral ha venido flexibilizando tal criterio, permitiendo de modo paulatino la disposición del beneficio que nos ocupa sin expresión de causa, primero con la excusa de pretender dinamizar la economía inyectando más dinero al mercado y luego -esta vez con base cierta- con la idea de pretender ayudar al empleado que probablemente pasaba por problemas de circulante como consecuencia de la pandemia.

Como fuere, en la actualidad ya no es indispensable el retiro libre de la CTS y se hace necesario retomar al espíritu inicial de la norma, que es justamente el de preservar un capital para el momento de la terminación de la relación laboral. El tema es complicado de llevar a la práctica puesto que el empleado ve en la actualidad a la Compensación por Tiempo de Servicios como parte de su remuneración de la que puede hacer uso cada semestre en las oportunidades que señala la norma, a saber, en los meses de mayo y noviembre cuando corresponde que el empleador efectúe el depósito correspondiente; y por ende probablemente se resistirá a cualquier modificación que implique dejar de contar con ese dinero.

Recuérdese que mediante la Ley N° 31171ampliada por la Ley N° 31480, se estableció que los trabajadores podrán disponer del cien por ciento de sus depósitos por Compensación de Tiempo de Servicios a fin de cubrir las necesidades económicas causadas por la pandemia, y que esta liberalidad excepcional termina su vigencia en diciembre de este año. La pandemia ya ha sido superada -a un costo enorme en vidas por la incapacidad y la corrupción de los gobiernos de turno, confiar en las llamadas pruebas rápidas fue literalmente un crimen, hay que decirlo- por lo que las normas que atendían a tal episodio, ya no tienen razón de ser.

En realidad, lo que está sucediendo es que las propias disposiciones legales están desvirtuando gravemente el propósito de la CTS -y en esto hay bastante de populismo- casi hasta hacer irreconocible su inicial objetivo y su naturaleza, y esto es de una extrema gravedad.

Si la situación persiste como hasta el momento, no serán escasos los empleados que se verán sin un centavo en su cuenta por CTS al momento de su cese, quedando en el mayor de los desamparos. Lampadia




Un “triaje” post traumático para la economía peruana

Por: José Carlos Saavedra
El Comercio, 27 de Mayo del 2023

El Perú, que hace una década lograba tasas de crecimiento económico de 7% anual, ahora crece a 2%. Ello resulta insuficiente para mejorar las condiciones de vida, sostiene el economista.

En los últimos años, varios golpes han amenazado la salud de la economía peruana: el virus del COVID-19, el pésimo gobierno de Pedro Castillo, el estallido de protestas violentas y, de más recientemente, las fuertes lluvias. Ahora que el entorno parece estabilizarse, vale la pena pasar a la economía peruana por un “triaje”, para analizar, de manera rápida pero útil, su estado de salud y determinar qué retos tenemos todavía pendientes.

Temperatura. La buena noticia es que la economía no presenta signos de infección o de sobre calentamiento. Esto, gracias al fuerte “sistema inmunológico” generado por nuestras sólidas instituciones económicas y el capital humano que las defiende. Muchos funcionarios púbicos de carrera en instituciones como el BCR, la SBS o el MEF han defendido el manejo responsable de la economía. Así, a pesar de un entorno lleno de golpes y de la necesidad de atender un eventual Fenómeno de El Niño, los balances fiscales se mantienen saludables y continúan destacando en Latinoamérica. El sistema financiero, por su lado, se mantiene bien capitalizado, coberturado y con buenos niveles de liquidez.

Ahora veamos la presión. La tensión social y política va bajando. Pese a la desaprobación generalizada de la población a la gestión de la presidente Boluarte y del Congreso, a que las protestas generaron la muerte de peruanos en condiciones que deben ser investigadas y que muchas familias aún están muy golpeadas, el funcionamiento de la economía se ha normalizado con la reducción de bloqueos de carreteras y de la violencia en general.

En línea con ello, la actividad económica ha vuelto a crecer en el segundo trimestre, luego de la caída observada en el primer trimestre del año. De igual modo, la confianza empresarial, tan importante para dinamizar la inversión privada, da claras señales de recuperación.

Por otro lado, la presión al alza sobre los costos de algunos insumos importados (como el petróleo, fertilizantes y commodities agrícolas), que en el Perú ha explicado muy buena parte del reciente incremento de la inflación, también ha comenzado a ceder, lo que dará lugar a una reducción gradual de la inflación en los próximos meses. Esto, sumado a la recuperación paulatina que ya se observa en los salarios, impulsada principalmente por mejoras graduales en la productividad del empleo, también brindará algo de alivio a las economías familiares. Con estas condiciones, si es que no hay golpes adicionales en horizonte, lo más probable es que la tasa de pobreza tienda a bajar los próximos trimestres.

Finalmente, analicemos el peso. Sin bien la economía peruana es fundamentalmente saludable y ágil, todavía carga con unas “mochilas” pesadas que le impiden “correr” o crecer a buen ritmo. Estas mochilas tienen nombre propio: el elevado riesgo regulatorio y las trabas burocráticas que empantanan la inversión privada; la corrupción y la falta de capacidades en algunos segmentos del estado, que afectan la inversión pública y la calidad de servicios básicos para los ciudadanos; y las fallas de nuestro sistema político, que generan polarización, fragmentación y que dificultan el diseño de políticas públicas en sensatas.

En este contexto, a pesar de la reciente mejora en el ánimo, muchas empresas aún se mantienen cautelosas y están priorizando el ajuste de costos o inversiones en eficiencias, en lugar de apostar por el largo plazo con inversiones en ampliaciones de capacidad productiva.

En suma, la economía se mantiene sólida y algunas presiones han comenzado a normalizarse. Con ello, el ánimo empresarial para invertir y contratar ha empezado a mejorar, al igual que los salarios reales de los trabajadores. No obstante, para destapar el crecimiento económico y dinamizar de verdad la creación empleo de calidad hace falta hacer más, como reducir la incertidumbre política y el riesgo regulatorio, destrabar proyectos de inversión y preparar a la economía y los sistemas de protección social para enfrentar futuros golpes, como un eventual Fenómeno de El Niño o un deterioro del entorno internacional.




¡Eliminar la permisología minera ya!

Por: Iván Arenas
Perú21, 26 de Mayo del 2023

“Además de la conflictividad político-ideológica desarrollada por un sector minoritario pero potente de peruanos que se oponen a la industria minera moderna, la permisología es el primer enemigo de las operaciones y proyectos mineros”.

Semanas atrás, en Canadá, en el marco del PDAC (encuentro más importante de países mineros), el ministro de Economía, Alex Contreras, sostuvo que su cartera preparaba un “shock para eliminar la “permisología minera”. No obstante de las buenas intenciones en el anuncio del titular del MEF, hasta el momento el Gobierno en pleno no ha presentado una propuesta al sector para eliminar o —en todo caso— reducir la enorme permisología que existe alrededor de la minería moderna.

Hoy, sin temor a equivocarme, además de la conflictividad político-ideológica desarrollada por un sector minoritario pero potente de peruanos que se oponen a la industria minera moderna, la permisología es el primer enemigo de las operaciones y proyectos mineros. No hay empresa minera que haya recibido algún permiso o licencia de acuerdo a los plazos que se establecen en la normativa nacional.

Por ejemplo, los grandes proyectos mineros greenfield en el Perú (proyectos desarrollados desde cero) necesitaron casi ¡500 permisos! amén que, como les decía líneas arriba, no se otorgan los permisos dentro del plazo establecido. En el caso de las exploraciones, vitales para el desarrollo de la industria, el plazo de entrega de un permiso o licencia es de ¡dos años en promedio y esto es! (pedir EIA para exploración es una reverenda exageración).

Ahora bien, eso no implica relajar en ningún momento los estándares ambientales, sociales o laborales tal como ya empezaron a decir los opositores a la minería moderna, sino todo lo contrario.

El Perú es todavía un país competitivo en minería debido entre otras cosas a los costos operacionales y a la bendita geología. Se estima que en Chile los costos operativos son 30% más que en nuestro país y la recuperación de inversión en el Perú tarda entre 5 a 6 años mientras que a nivel global es en promedio 28 años.

¿Eliminar o reducir la permisología es solo una necesidad económica? No, en absoluto. Es sobre todo una urgencia social en un país donde la pobreza y pobreza extrema han aumentado, sin embargo, no así en las zonas aledañas a las operaciones y proyectos mineros. En todo caso, la data oficial lo corrobora. De allí que el Gobierno, PCM y MEF deben presentar con urgencia medidas para reducir o eliminar de una vez por todas los permisos y trámites que hacen pesada a una industria que cumple todos los estándares globales a nivel social, laboral y ambiental.