Por: Mauricio Novoa
Gestión, 13 de Julio del 2023
El hecho de formar niños en las escuelas es un trabajo en donde probablemente no vas a ver los frutos inmediatos de lo que tú haces.
La educación superior nació fundamentalmente para enseñarte a pensar. Ese rol primigenio es el hilo conductor de todas las carreras de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Nosotros les enseñamos a los alumnos a pensar y a ser líderes. Este ha sido y sigue siendo el ADN de esta universidad después de más de 25 años.
Desde un inicio, sabíamos que eso sería clave para el futuro. Por eso, en nuestro currículo o plan de estudios, siempre hemos buscado desarrollar el pensamiento crítico, el pensamiento innovador y la conciencia sobre cómo nuestras acciones pueden impactar en la ciudadanía. Estas tres competencias son transversales a todas nuestras carreras y están presentes en todo nuestro modelo educativo.
Los seres humanos, especialmente las personas que tienen el privilegio de pasar por la educación superior, deben ser conscientes de que su existencia es lograr un impacto que los trascienda. Con este propósito, estoy convencido de que cualquier liderazgo tiene que buscar mejores condiciones de vida para el entorno (ambiental, social o de gobernanza). Es más: las acciones de cada uno de nosotros deberían estar pensadas más allá de los propios límites temporales de nuestras vidas y carreras.
¿Por qué digo esto? Por una simple razón: todo a nuestro alrededor está en una constante evolución. Por ejemplo, lo que hace 20 años se creía que debía hacerse con el medioambiente es muy distinto a lo que sabemos hoy. Las prioridades eran diferentes y probablemente van a ser distintas de aquí a cinco años.
El ser humano está hecho para hacer y trascender. Entonces, el que es feliz es el que más hace. Yo creo que tenemos hasta un deber como personas de contribuir con nuestro entorno en general. Estoy convencido de que esta forma de ver la vida hace que los líderes no sigan modas pasajeras, sino que sean las personas que muchas veces tomen las decisiones impopulares que trasciendan incluso a ellos mismos. Hay que entender que la historia cambia y las circunstancias de las personas se transforman.
Sin embargo, si tú no asumes que estás en una posición de liderazgo para trascender, va a ser muy difícil que puedas realmente tener una política consistente de ESG. Por esa razón, para nosotros, como universidad, por ejemplo, es tan importante tener una carrera como la de Educación, porque el hecho de formar niños en las escuelas es un trabajo en donde probablemente no vas a ver los frutos inmediatos de lo que tú haces.
Nuestros retos como país.
Ahora bien, si queremos trascender y generar un cambio que impacte positivamente en las personas, primero debemos entender cuáles son algunos de los retos a los que nos enfrentamos en materia de sostenibilidad. Si hablamos del Perú, para nosotros es urgente salir de la pobreza. Nuestro objetivo como país debe ser procurar que la mayor cantidad de peruanos pueda salir de esta situación por falta de recursos como alimentación, vivienda, educación, asistencia sanitaria, agua potable o electricidad. Mientras menos recursos tengas, menos posibilidades de cubrir las necesidades básicas de tus hijos vas a tener. Y sin eso, es muy difícil hablar de sostenibilidad.
Otro aspecto central es el de gobernanza, sobre todo en el Estado. Se necesita hacer una reforma profunda en el Estado que permita una adecuada distribución y ejecución de los recursos. La existencia de grandes recursos públicos convive con una incapacidad para ejecutar esos fondos. Y quizá sea la necesidad más urgente de nuestros tiempos. Solo es posible hacer frente a ello generando ideas y buenas prácticas; y para ello es imprescindible la cooperación entre el Estado, la academia y las empresas.