El congreso disuelto hubiese elegido un TC mejor que el que se escoja ahora
Hay conflicto de interés en elección del TC por este Congreso
Como ha señalado ayer la constitucionalista Beatriz Ramírez, no seria correcto que este Congreso elija a los miembros del Tribunal Constitucional por la sencilla razón de que el TC está viendo varias demandas de inconstitucionalidad contra leyes aprobadas por este Congreso actual, fuera de la demanda competencial, de modo que sería como elegir al juez que me va a juzgar. Hay un evidente conflicto de interés.
El concurso por invitación es mucho mejor que el concurso de méritos
La comisión especial para elegir a 6 miembros del Tribunal Constitucional tiene ya un ante proyecto de reglamento. Lo positivo dentro de lo negativo es que no exige examen académico, sino solo evaluación curricular y entrevista personal. Decimos positivo dentro de lo negativo porque se ha optado, como sabemos, por el concurso de méritos en lugar del concurso por invitación. Los concursos de méritos alejan a los mejores juristas. Eso fue lo que pasó en la elección de los miembros de la Junta Nacional de Justica. En el primer concurso solo tres aprobaron. Hubo que relajar mucho los criterios para conseguir que aprobaron una cantidad suficiente.
Los candidatos al TC del congreso disuelto eran de alto nivel
En cambio, los postulantes al concurso por invitación organizado por el Congreso disuelto, hubiesen conformado un Tribunal Constitucional de lujo, comenzando por Gonzalo Ortiz de Zevallos que fue elegido pero no incorporado. Eran candidatos constitucionalistas y juristas de la talla de Carlos Hakansson, Ernesto Álvarez Miranda (expresidente del TC), Delia Muñoz, Manuel Sánchez Palacios, Milagros Campos, Edgar Carpio Marcos y Francisco Humberto Morales. Y pensar que Vizcarra disolvió el Congreso porque iba a elegir a un Tribunal con este nivel de excelencia. Histórico despropósito.
El reglamento es relativo tiene que ser lo mejor posible
El daño es irremediable porque es muy dudoso que el Congreso actual, con el método del concurso público, puede escoger a juristas del mismo nivel. Y eso es lamentable y peligroso, porque el Tribunal Constitucional tiene mucho poder. Por eso, si este Congreso, con el nivel que tiene, realmente se propone elegir a 6 magistrados del TC, es indispensable que el Reglamento sea lo mejor posible, aunque al final la decisión será política, porque depende de los votos.
No hay examen de conocimientos, pero no quieren oír opinión de especialistas
En ese sentido, es bueno, como decíamos, que no haya examen de conocimientos, porque eso disuade a los mejores. La evaluación curricular adquiere un peso del 85% y la entrevista personal un 15%. Gino Costa solicitó, con toda razón, que antes de aprobar el reglamento se examinen los indicadores para la evaluación curricular y la entrevista personal, escuchando la opinión de especialistas en la materia (Servir, Defensoría del Pueblo, Junta Nacional de Justicia). Pero parece que van al voto del Reglamento sin escuchar la opinión de quienes tienen experiencia en concursos públicos de méritos. Eso es una mala señal.
Instituciones pueden presentar candidatos
Una segunda idea positiva presente en el Artículo 11 del proyecto de Reglamento, es que “los postulantes pueden presentarse individualmente o ser propuestos por los colegios profesionales nacionales o facultades de derecho de universidades públicas o privadas debidamente acreditadas”. Será positivo si se promueve que esas instituciones efectivamente propongan a los mejores. Ojalá.