Hugo Santa María, Socio de Apoyo Consultoría
Gestión, 06 de junio de 2016
En las dos últimas transiciones políticas, la economía peruana contaba con un impulso de crecimiento que ahora no tiene. En el 2006 y el 2011, a estas alturas del año, el PBI y el empleo formal crecían entre 5% y 6%. Ahora la situación es muy distinta. Con excepción del fuerte crecimiento de la producción de cobre, la mayoría de sectores económicos crece a tasas bajas y el empleo formal ha dejado de crecer. Esto explica por qué la pobreza se redujo apenas un punto en el 2015. Por esto, es muy urgente que el equipo del futuro gobierno trabaje desde hoy en dos frentes para evitar un enfriamiento adicional.
Primer frente
El primer frente es el de la recuperación del crecimiento económico, que requiere ambición y no el conformismo que algunos transmiten cuando dicen que con el mundo tan mal al Perú difícilmente le irá mejor. Crecer 4% en lugar de 3% implica 20 mil puestos de trabajo adicionales en el sector formal, y más oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población.
Desde hoy debe trabajarse para mover los proyectos de inversión que sufren de retrasos, como la Línea 2 del Metro de Lima, que se concesionó a inicios del 2014 y a la fecha solo se ha avanzado un kilómetro por demoras en la entrega de terrenos y el retiro de interferencias. Otro caso es el de la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, con más de tres años de retraso en el inicio de obras. En Arequipa, el proyecto Majes-Siguas II, otorgado en concesión en el 2010, solo ha invertido US$ 27 millones de los US$ 540 millones de inversión total. En la costa norte, las obras de la Autopista del Sol debieron terminarse en el 2014, pero aún falta más de la mitad de los trabajos. En paralelo, debe acelerarse la obra pública de calidad. Para ello, se cuenta con 55 proyectos por un monto de inversión total de S/7 mil millones (poco más de 1% del PBI), declarados viables y listos para su licitación.
Todo lo anterior puede ser impulsado desde hoy. Nada requiere de grandes leyes ni reformas sino de decisión para resolver los problemas y avanzar.
Segundo frente
El segundo frente es continuar con las buenas iniciativas del Gobierno actual. El trabajo en el sector educación encabezado por el ministro Jaime Saavedra es un caso emblemático. La mayor inversión en infraestructura y el establecimiento de estándares para mejorar la calidad del servicio, como la carrera magisterial, ya vienen dando algunos resultados, como lo demuestra la mejora gradual en las pruebas de rendimiento escolar.
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), creado durante este Gobierno, es otro buen ejemplo. Ha logrado agrupar los esfuerzos del Estado en materia de inclusión social, y les ha dado un enfoque técnico sin caer en iniciativas clientelistas. También deben continuarse y potenciarse los avances de las mesas de trabajo del Ministerio de la Producción, en las que los sectores público y privado trabajan conjuntamente para resolver problemas concretos y abrir el paso a la inversión en sectores importantes.
Por supuesto que hay muchos más frentes que requieren la atención del nuevo Gobierno. Los comentados aquí son solo una pequeña fracción de ellos, que pueden y deben trabajarse desde hoy para aumentar el crecimiento de la economía en el corto plazo.
Lampadia