Fomenta enanismo e informalización
Jaime de Althaus
Para Lampadia
El proyecto de ley de simplificación de regímenes tributarios enviado por el MEF al Congreso, es una decepción.
Elimina el RER y el régimen Mype Tributario, pero no establece ninguna escala gradual y progresiva en el régimen general, donde todas las empresas pagaran 29.5% de impuesto a la renta. Agrava el salto mortal.
No es una reforma. Es una exacción. Lo que se busca es que las empresas que están en el RER y en el Mype Tributario pasen al régimen general, para que paguen más. Equivale, como bien ha declarado Carlos Gallardo, a un incremento de los impuestos, en plena recesión por lo demás.
Calcula el MEF incrementar la recaudación en 1,016 millones de soles más. Lo que quiere el ministerio no es facilitar la formalización y el crecimiento de las empresas mediante una escala gradual y progresiva, que era la idea, sino simplemente apretar a las mypes para que paguen más.
Con esta reforma puramente fiscalista se agrava la brecha mortal.
Las unidades que están en el RUS no pasarían jamás al régimen general si crecen, fomentando el enanismo y la subdivisión en unidades con testaferros. Y las empresas que están en los regímenes que se eliminarían verán la manera de dividirse para involucionar al RUS o informalizarse.
Este proyecto de ley es un retroceso. Es un incentivo a la informalización y al raquitismo empresarial, que era lo que se trataba de superar con la idea de una escala gradual y progresiva.
El Congreso no puede aprobar este proyecto.
Debe recoger la propuesta de la Cámara de Comercio de Lima y Macroconsult de establecer precisamente una escala gradual y progresiva que facilite la formalización y el crecimiento de las empresas. Incluyendo el componente laboral, con la misma idea: reemplazar los regímenes laborales por un incremento gradual y progresivo de contribuciones en función del incremento salarial.
El Congreso tiene la oportunidad de abordar esta vez una reforma de fondo, que apunta a resolver o ayudar a resolver un problema estructural de nuestra economía: la informalidad y el anémico crecimiento. Lampadia