El experto ecologista y ex ministro del Ambiente Antonio Brack aclara en la siguiente entrevista el falso conflicto por el uso del agua entre la agricultura y la minería.
– ¿Es verdad que la minería atenta contra el uso de agua para consumo humano y agricultura?
Uno de los temas de los que hoy se habla muchísimo dice que no puede haber minería en cabeceras de cuenca porque allí nace el agua. Suena muy bien para las plazas públicas, pero en febrero y marzo de este año yo he dirigido un pequeño equipo de especialistas para evaluar 804 emprendimientos mineros en el Perú, en exploración y en explotación, y el 80% está en los Andes, en cabeceras de cuenca. De manera que decir que no puede hacer minería en las cabeceras de cuenca sería prácticamente cerrar la minería en el Perú. Lo que es necesario ante esa realidad – porque los minerales están en los Andes por lo general, porque allí, con el levantamiento y la erosión, han aflorado los yacimientos de minerales – , lo que hay que hacer hoy en día, es gestionar el agua. Y gestionar el agua no es solamente un tema de los mineros sino del estado en general: Agricultura, Ambiente, Energía y Minas, etc. Entonces, la gestión del agua en las cuencas mineras o no mineras es un tema muy delicado en el Perú y de alta preocupación, en eso todos estamos de acuerdo. Pero ¿cómo hacerlo?. Este es el tema que tenemos que ver.
– Cuáles son las claves para resolver el problema del agua?
Se tiene que almacenar el agua en las partes altas, hay poco almacenamiento. Porque el agua no viene de los cerros, viene de la lluvia, y el agua que viene de la lluvia ahora en el verano, cuando los ríos crecen, es que muchísima agua se va al mar, al Amazonas, al Atlántico, y no es represada para su uso posterior en la época de estiaje. Entonces hay que almacenar agua, construir infraestructura. Ya lo hicieron los incas: secaron lagunas, represaron lagunas, hicieron canales. Y también los Chimus: el canal Cumbe, en Cajamarca, saca agua del Jequetepeque en la parte alta y la pasa al Cajamarquino, todo el mundo conoce esto. Segundo, tenemos que ahorrar agua, porque la agricultura costeña, por ejemplo, todavía en un 90% riega por acequias e inundación, con un enorme desperdicio de agua. Hay que pasar a las técnicas de riego por goteo, por aspersión, etc., que en muchos casos usan sólo el 30% del agua utilizada por inundación. Tercero, tenemos que reciclar agua: es inconcebible que Ica bote 14 millones de metros cúbicos de aguas servidas sin tratamiento cuando dicen que les falta agua para la agricultura. Eso se puede reciclar. Lima y Callao arrojan al mar 608 millones de metros cúbicos de aguas servidas, más que la represa de Poechos, y no se aprovecha. Todo eso se tiene que reciclar y la necesidad nos va a enseñar a implementar esas tecnologías.
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