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El Costo de la Trampa Anti-Minera

El Costo de la Trampa Anti-Minera

Según el IPE, debido a conflictos sociales [y políticos] y trabas burocráticas, en los últimos siete años, por menores inversiones en minería, habríamos perdido crecimiento económico, empleos y recursos fiscales, en proporciones que deberían darnos vergüenza. Tendríamos, además, que reconocer su impacto en una menor reducción de la pobreza y desigualdad, lo que es, sin ambages, una inmoralidad. Si un país que tiene como mejorar la situación de sus pobres, no lo hace, no puede ser calificado de otra manera. Veamos algunas de las cifras publicadas por el IPE:

            Las Perdidas Económicas y Sociales

  • Inversiones:                      US$ 67,200 millones
  • Crecimiento:                     16.7% del PBI (2.2% anual, 2008 – 2014)
  • Empleos:                           Más de 3’500,000 (534,000 por año)
  • Pobreza:                           5.7% (de 22.7 a 17.0%)
  • Ingresos Fiscales:            US$ 4,734 millones

 

Tal como lo afirmamos oportunamente en Lampadia, ver: Destrabemos la construcción de nuestro futuro, en vez de haber sufrido una paulatina reducción del crecimiento de la economía, podríamos haber compensado la reducción de los precios de las exportaciones con nueva producción y así hubiéramos generado los recursos económicos que nuestro país no puede desperdiciar. Además de los impactos económicos y sociales y de la disminución del crecimiento, también podríamos haber mantenido un mejor clima político interno y la confianza de los peruanos en sus propias capacidades. Veamos cómo se hubiera visto nuestro perfil de crecimiento: 

 

 

Los cálculos del IPE, incluyen correctamente, los multiplicadores del PBI, empleo e impuestos. Sin embargo, es imposible recoger en cifras de crecimiento el impacto de una mejor sensación de prosperidad que de haberse mantenido, sin lugar a dudas habría generado mayor bienestar general.

Ver publicación del IPE en nuestra sección de ‘Presentaciones y Documentos’: El costo económico de la no ejecución de proyectos mineros

En abril de 2014, publicamos en Lampadia: Estudio demuestra la potencia de la inversión minera – El impacto macroeconómico de la minería, basado en los estudios de la economista María Alejandra Zegarra Díaz, que resumió para Lampadia su trabajo elaborado en Londres con el auspicio de la Beca Cesco-CRU: “The contribution of mining in Peru: 2013-2024”.

Alejandra Zegarra señalaba: “Estos resultados muestran diáfanamente el enorme costo de demorar o atrasar las inversiones mineras. No parece haber otra actividad económica con un aporte macroeconómico potencial tan positivo como la minería”

Zegarra agregaba: “De concretarse todos los programas de inversión, la producción de cobre podría incrementarse en 140% para el 2024, equivalente a un ritmo de crecimiento promedio anual de 28%. Aproximadamente el 64% de la nueva producción de cobre se ubicará en el sur del país”.

“Sobre la base de la tabla insumo-producto del 2007 construida por el INEI he calculado el multiplicador de la minería. Los resultados sugieren que por cada dólar de exportación minera, el PBI tiene un incremento adicional de 0.56 dólares. Esta cifra comprende el impacto inicial de las exportaciones, el del consumo y la reinversión. Bajo el supuesto de una tasa de crecimiento anual en el PBI de 5.4%, tan sólo el efecto directo de la producción minera adicional representaría 3.3% del PBI en el 2015, mientras que el efecto total, el 5.2%. Los impuestos de la producción adicional de cobre representarían en el 2015 el 22.1% del total de la recaudación tributaria minera en el 2013”.

 

 

“En suma, las inversiones mineras tendrían un impacto macroeconómico apreciable hasta el 2024. Bajo supuestos conservadores, estas inversiones agregarían alrededor de 2 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento del PBI. Por otro lado, las inversiones incrementarían el aporte de la minería al fisco en 143% hasta el 2024.

Como hemos visto líneas arriba, el IPE ahora y Alejandra Zegarra hace un año, nos dan suficientes elementos para entender lo que tenemos que hacer: recuperar la inversión de la minería moderna. Empecemos por organizar debates sobre el impacto económico y social de la minería en el Perú, especialmente, para los más pobres. Y comuniquemos a nuestros ciudadanos donde están los recursos que necesitamos para mejorar la educación, la salud y las infraestructuras.

Lo perdido hasta hoy ya es pasado, ahora importa el futuro, no dejemos que los enemigos de la prosperidad nos sigan envenenando con sus ‘ideas muertas’. ¡Ya hicieron suficiente daño! Lampadia




Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico

Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico

Por John G. Messerly, publicado en “Reason and Meaning” el 27 de mayo 2015

Traducido y comentado por Lampadia

John G. Messerly es un Académico Afiliado del ‘Institute for Ethics and Emerging Technologies’ (IEET). Recibió su doctorado en filosofía en la Universidad de St. Louis en 1992.

Comentario de Lampadia:

Recientemente, estamos siguiendo de cerca la llamada ‘tercera revolución industrial’ que está basada en un salto tecnológico exponencial. Esta tendrá muchísimos impactos en la vida de los seres humanos. Uno de los más angustiantes es el del empleo y otro, poco analizado aún, es el de los aspectos éticos.

En este artículo de Messerly, encontramos una excelente contribución a estos temas, que mientras más pronto podamos conocer, más pronto podremos prepararnos, y ojalá, ser parte del diseño del futuro que empieza a desenvolverse.

En Lampadia vamos a crear pronto un nuevo repositorio sobre la revolución tecnológica, sus impactos y nuestras capacidades para superarlos.

 

Aristóteles, robot esclavos, y un nuevo sistema económico – Messerly

El libro de Jaron Lanier “¿Quién posee el futuro?”, trata sobre el papel que juega la tecnología tanto en la eliminación de puestos de trabajo y el aumento de desigualdad de ingresos. Al inicio del libro, Lanier cita el libro ‘Política’ de Aristóteles:

“Si cada instrumento pudiera realizar su propio trabajo, obedeciendo o anticipándose a la voluntad de otros, como las estatuas de Dédalo, o los trípodes de Hefesto, que, dice el poeta, por su propio acuerdo entraron en la asamblea de los dioses; Si, de igual manera, el aparato tejiera y el plectro tocara la lira sin una mano que los guíe, los jefes de los obreros no querrían siervos, ni los amos esclavos.”

 

 

Aristóteles vio que la condición humana depende en gran medida de lo que las máquinas pueden y no pueden hacer; por otra parte, podemos imaginar que las máquinas van a hacer mucho más.

Si las máquinas hicieran más de nuestro trabajo, todo el mundo, incluso los esclavos, serían más libres. Entonces, ¿cómo respondería Aristóteles a la tecnología actual? ¿Abogaría por un nuevo sistema económico que responda a las necesidades básicas de todos, incluidos los que ya no tienen que trabajar; o trataría de eliminar a aquellos que no poseen las máquinas que dirigen la sociedad?

Seguramente esta pregunta es relevante en el mundo moderno. Si, como sugiere Lanier, sólo aquellos cerca de los equipos que ejecutan la sociedad tienen buenos ingresos, entonces que ocurre con el resto de nosotros? ¿Qué pasa con los trabajadores de la fábrica de acero y las fábricas de automóviles, los carniceros y cajeros de los bancos, y cada vez más, los contadores, profesores, abogados, ingenieros y médicos cuando la inteligencia artificial mejora? (Lanier analiza cómo va a suceder en su libro.)

A Lanier le preocupa que los autómatas, especialmente la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica, crearan una situación en la que no tenemos que pagarles a otros. ¿Por qué pagar por un servicio de limpieza si se tiene una sirvienta robótica, o a los ingenieros de software si los equipos son auto-programables? Aristóteles utiliza la música para ilustrar su punto. Dijo que fue terrible esclavizar a la gente para que hagan música (tocar instrumentos en su tiempo era indeseable e involucraba mucha mano de obra), pero necesitamos la música, así que alguien debe ser esclavizado. Si tuviéramos máquinas para hacer música o pudiéramos vivir sin ella, eso sería mejor. La música es una opción interesante, porque en la actualidad muchos quieren utilizarla para ganarse la vida, pero casi nadie hace dinero por su música a través de la publicidad de Internet. Las personas pueden ser seguidas en línea por su música o su blog, pero rara vez se les paga por ello.

Así que, ¿qué hacemos? ¿Tenemos que eliminar a las personas aparentemente innecesarias, para ya no tener que lidiar con ellas? (Recuerde que casi todos nosotros serremos innecesarios en un futuro cercano) ¿Tendrán que retirarse del país o de la comunidad cerrada donde nuestra aparente seguridad es comprada por puestos militares del imperio y sus mercenarios pagados de todo el mundo? ¿Cuando las primeras víctimas de la sociedad duermen en las calles, pueblan nuestras prisiones, sufren desempleo, o involuntariamente se ven forzadas a unirse a nuestros ejércitos voluntarios? (Recuerde esto ustedes contadores, abogados, profesores e ingenieros de software, ¡que este mundo está viniendo para ustedes también!) ¿O deberíamos reconocer cómo nos beneficiamos de los demás, de nuestros diversos temperamentos y talentos, desde la seguridad y el sustento que logramos en números?

 

 

Así que la pregunta a la que nos enfrentamos ahora es la siguiente: ¿qué sucede con las personas ‘extra’, casi todos nosotros, cuando la tecnología hace todo el trabajo o uno es remunerado solo por el trabajo que las máquinas no pueden hacer? ¿Al resto de nosotros nos eliminan o morimos de hambre lentamente? Sorprendentemente Lanier piensa que estas preguntas están fuera de lugar. Después de todo, la inteligencia humana y los datos humanos son los que impulsan las máquinas. Más bien, la cuestión es cómo pensamos sobre la labor que las máquinas no pueden hacer.

Creo que Lanier está en lo cierto. Podemos pensar en el trabajo no automatizado desde algo escencial hasta algo frívolo. Si pensamos en ello como frívolo, entonces también lo son las personas que lo producen. Si no nos preocupamos por la expresión humana en el arte, la literatura, la música, el deporte o la filosofía, entonces ¿por qué preocuparnos por las personas que lo producen?

Pero incluso si las máquinas escriben mejor música o poesía o blogs sobre el significado de la vida, aún podríamos valorar el esfuerzo humano. Incluso si las máquinas hicieran todo el trabajo de la sociedad aún podríamos compartir la riqueza con la gente que quiere pensar y escribir y tocar música. Tal vez la gente simplemente quiere disfrutar de estas actividades. Ningún ser humano juega al ajedrez tan bien como las mejores supercomputadoras, pero la gente todavía disfruta jugando al ajedrez; yo no juego al golf tan bien como Tiger Woods, pero igual lo disfruto.

Voy a ir más lejos. Supongamos que alguien quiere sentarse en la playa, surfear, esquiar, jugar golf, fumar marihuana, ver la televisión, o coleccionar monedas. ¿Y a mí que me importa? Tal vez una sociedad compuesta por personas satisfechas haciendo lo que quieren es mejor que una informada por la ética protestante del trabajo. Una sociedad de fumones, que miran televisión, esquían, juegan golf y surfean, probablemente sería más feliz que en la que vivimos ahora. (La evidencia muestra que los países más felices son los que tienen las redes más fuertes de protección social, los que tienen las vacaciones pagadas y más generosas licencia políticas; los países europeos y escandinavos occidentales.) La gente todavía escribe música y libros, levantar pesas, hace voluntariado, y visita a sus nietos. ¡No necesariamente se convertirán en adictos a las drogas!

Esto es lo que yo imagino. Una sociedad donde las máquinas hacen todo el trabajo que los humanos no quieren hacer; y los seres humanos se expresarán de la manera que quieran, sin perjudicar a los demás. Una sociedad mucho más como Dinamarca y Noruega, y mucho menos como Alabama y Mississippi. Sí creo que todas las personas tienen el derecho, sí derecho, de vivir con la cantidad mínima que se necesita para vivir una vida humana decente. Todos nosotros nos beneficiaríamos de esta disposición, ya que todos tenemos mucho que aportarnos el uno al otro. Les dejo con algunas palabras inspiradoras del joven californiano auto-didáctico, Eliezer Yudkowsky:

No existe ningún mal que tenga que aceptar porque “no hay nada que pueda hacer al respecto”. No hay niño maltratado, ningún campesino oprimido, ningún mendigo hambriento, ningún joven adicto al crack, ningún paciente de cáncer, literalmente, no hay uno al que no pueda mirar a los ojos. Estoy trabajando para salvar a todo el mundo, sanar el planeta, resolver todos los problemas del mundo.

 




Visión estratégica de la coyuntura peruana

Visión estratégica de la coyuntura peruana

A pesar de todo lo que hemos vivido en el Perú, la sociedad parece no haber entendido las relaciones causa-efecto de los condicionantes de nuestros últimos 50 años, ni la capacidad para evaluar el espacio-tiempo en que tendremos que desarrollarnos en el futuro.

El siguiente gráfico muestra las fuerzas que debemos hacer interactuar para beneficio de todos los peruanos:

 

 

1. Fuerzas Externas

   a. Mercados Externos

En términos relativos, la economía del Perú es muy pequeña comparada con los mercados con los que comerciamos. Por ejemplo: el crecimiento de 7% de la economía china equivale a dos veces el PBI peruano (US$ 400 mil millones). Nuestras exportaciones agroindustriales vienen creciendo a dos dígitos anuales y este año ya recuperaron un importante crecimiento.

Si produjéramos más minerales o más madera, no tendríamos problema para venderlos en los mercados internacionales.En consecuencia, se puede decir, que la situación restrictiva o de menores precios de la demanda global, no debería afectar nuestra capacidad de seguir exportando y creciendo en nuestra participación del comercio mundial.

b. Revolución Tecnológica

El mundo está entrando en una revolución tecnológica que cambiará sustancialmente nuestra forma de vida y trabajo. Esta revolución se debe al desarrollo de la digitalización, robotización, inteligencia artificial, impresiones 3D, biología sintética y otros desarrollos que amenazan ser sumamente disruptivos con el empleo de las próximas décadas, tanto el de los más capacitados, como el de menos capacitación.Ver en Lampadia:

La tercera revolución industrial trae un nuevo mundo – Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I)

La tercera revolución industrial trae un nuevo mundo – Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)

Roubini sobre la tecnología y el empleo del futuro – La Tercera Revolución Industrial

Más sobre la revolución tecnológica que estamos viviendo – Organizaciones Exponenciales (I)

Una expresión de este fenómeno es que la economía global se está desindustrializando y desmaterializando (hoy llevas tu cámara de video, GPS, y linterna en el teléfono). La industria crea cada vez menos empleo y se considera que ya no es el camino al desarrollo de los países más pobres, como lo explica Arvind Subramanian, el principal asesor económico del Primer Ministro de la India, Narendra Modi.

2. Objetivos Internos

      a. Crecimiento Económico

El crecimiento económico es indispensable para la creación de empleo, la reducción de la pobreza y la acción social y de desarrollo del Estado. Evidentemente, este no es el objetivo final del desarrollo, sino el medio para lograrlo. Sin crecimiento no se podría aumentar la inversión en educación, salud, infraestructuras y desarrollo tecnológico.

Según múltiples estudios de especialistas e información del INEI, el crecimiento de los últimos 15 años ha explicado entre el 70 y 80% de la reducción de la pobreza. Ver en Lampadia: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento

b. Generación de Empleo

La PEA del Perú crecerá desde unos 15 a aproximadamente 22 millones de personas el 2050. No solo tenemos que mejorar las condiciones de empleo actuales (con una informalidad laboral de 70%), que carece de los derechos más elementales; tenemos que mejorar las capacidades de nuestros trabajadores mediante intensivos y muy efectivos programas de capacitación; y tenemos que generar nuevos empleos para los jóvenes que se incorporaran al mundo laboral los próximos años (lo deben hacer en mucho mejores condiciones educativas).

            c. Reducción de la Pobreza

La pobreza total en el Perú es aún mayor a 23.5% y, la pobreza extrema de 4.1%. Es cierto que en los últimos quince años la pobreza se redujo desde 57%, pero no nos podemos quedar ahí.

Además, tenemos que reducir los niveles de anemia en niños menores de tres años, que el año pasado (2014) llegaba a 46.8%. Un nivel inaceptable, bajarlo debe  ser una de  las principales metas sociales.

Ver en Lampadia: Solo reconociendo la realidad podremos corregir los errores de la política social y económica – En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

3. Agendas Internas

         a. Agenda Política

Tres elementos: lograr una buena Gobernanza; establecer un sistema nacional de partidos políticos que representen efectivamente a la población e; implantar la meritocracia como el único camino para la selección, promoción y remuneración de los funcionarios públicos. Ver en Lampadia: El Mundo carece de una Gobernanza Global para el Siglo XXI e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

b. Agenda Social

Este punto abarca una revolución educativa, mejoras en salud, fortalecimiento de nuestras instituciones, el desarrollo de las infraestructuras internas y el avance en investigación y desarrollo, especialmente de carácter tecnológico.

Educación: El diagnóstico es claro y compartido, un atraso sustancial con respecto al resto al mundo de ayer. Si tomamos en cuenta, los desarrollos tecnológicos indicados en el punto 1.b. (revolución tecnológica), la brecha a superar es muchísimo mayor. Una mejora gradual de la calidad de la educación, no nos permitirá incluir a nuestra población como parte del mundo tecnologizado del futuro. Lo que necesitamos es una verdadera revolución, un “Big Bang”, como lo se dijo en el último CADE. Ver en Lampadia: Tenemos que emprender una revolución educativa y  Dignifiquemos el rol de los maestros.

Salud: La salud es una de las áreas en que el cambio tecnológico será más notorio y de mayor impacto en la calidad de vida. Necesitamos que nuestros peruanos más pobres, tengan la capacidad de financiar, o recibir del Estado, el acceso a los mejores instrumentos de prevención y cuidado de la salud que serán de uso común en el resto del mundo.

Instituciones: Una de las agendas más difíciles de superar. Incluye mejora del Sistema Judicial, la Policía, la Seguridad Ciudadana, la derrota final del terrorismo, el control del narcotráfico y la abolición de la corrupción. Ver en Lampadia: Sin instituciones no hay desarrollo.

Infraestructuras: La brecha de infraestructuras llega al 50% de nuestro PBI, unos US$ 100 mil millones. Cerrarla tiene un objetivo doble, mejorar nuestra competitividad y democratizar el acceso al mundo moderno. Uno de los mayores limitantes es su financiamiento, que requiere acceso a fondos suficientes y el diseño de una estrategia que permita un proceso efectivo y acelerado. Ver en Lampadia: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones.

Investigación y Desarrollo: El gobierno ha establecido incentivos fiscales para la inversión en (I+D). Además, debemos reconocer que durante los últimos 15 años ha habido una revolución tecnológica en todos los sectores de la economía. Esta se ha hecho sin registro oficial, muchas veces sin patentes y alejada del mundo académico. Su naturaleza ha sido de innovación productiva. Es necesario promover un mayor acercamiento de los sectores productivos con la academia, privilegiando la transferencia de tecnología y la mejora de los procesos productivos. Ver en Lampadia: Organizaciones Exponenciales (I).

4. Capacidades Internas

El Perú tiene reservas o capacidades productivas no explotadas en múltiples sectores como consecuencia del “apagón productivo y de inversión” de los 60, 70 y 80s, años en que la inversión privada estuvo proscrita.

Tenemos cómo multiplicar nuestra producción en: Minería, sector que solo explora y explota menos del 2% del territorio nacional (las áreas concesionadas se prestan para confusión).Tenemos muchos proyectos en ciernes que podrían multiplicar nuestra producción por tres o cinco veces. Madera, donde solo producimos una ínfima proporción de lo que hace Chile (exporta más de US$ 6 mil millones) y en el que nuestro potencial es de por lo menos cinco veces el chileno. Solo en la sierra tenemos 7 millones de hectáreas para reforestar. Acuicultura, sector que está prácticamente virgen y que podríamos desarrollar en ríos, cochas y mares.

Igualmente, tenemos un gran potencial para incrementar nuestras  Agroexportaciones, el Turismo, Bionegocios, y Manufactura vinculada a nuestros sectores primarios, como lo hemos hecho los últimos años que, ha permitido que hoy tengamos el sector industrial más grande competitivo y exportador de nuestra historia. Ver en Lampadia: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento.

En resumen, el Perú, país bendito, tiene como multiplicar su nivel productivo, la creación de empleo y la generación de recursos fiscales, como no la tiene ningún otro país. Este potencial nos permite generar riqueza para cerrar las brechas sociales, ponernos al día en educación, salud e infraestructuras, creando empleo de calidad para afrontar el salto tecnológico que nos permita nivelarnos con los países más desarrollados y poder sumarnos con éxito a la “tercera revolución industrial”.

Hasta antes de la revolución tecnológica podíamos considerar que teníamos unos 20 años para ponernos al día. Ahora el tiempo se ha acortado, probablemente nos quedan solo cinco años para hacer el trabajo de superarnos. Ya no podemos cometer más errores.

Si no empezamos pronto a desarrollar nuestro potencial, quedaremos condenados a una situación social y económica de discapacidades que no tenemos por qué aceptar. Esperamos que este análisis de las fuerzas que condicionarán nuestro futuro, nos sirva para tomar conciencia de la realidad y comprometernos con la acción, superando debates inútiles y las trampas políticas e ideológicas que todavía nos tienen atrapados en la pobreza. Lampadia

 

 

 

 




Cierran más, abren y se formalizan menos empresas

Cierran más, abren y se formalizan menos empresas

La desaceleración de la economía peruana es cada vez más pronunciada. Como hemos señalado (ver en Lampadia (L): Hay que prender el motor de la inversión privada), esta se debe en gran medida por la caída de inversión privada y  pública que el año pasado tuvieron un ratio negativo de 1.6% y 3.6%, respectivamente. El freno de la inversión privada se debe en gran medida a que varios proyectos del clave sector minero y de infraestructura no salieron.

 

 

Una demostración de que la inversión privada ha caído es que, “las expectativas empresariales se han deteriorado dela mano de la fuerte desaceleración económica. La prueba más palpable de esta situación es que el número de empresas cerradas ha llegado a su mayor nivel desde que se tiene registro.El año pasado se cerraron 163,729 empresas, 6.7% más que en el 2013, en una coyuntura de menor demanda tanto interna como externa, según el boletín “Demografía Empresarial en el Perú”, del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).Pero fue hacia el cuarto trimestre del año en que se llegó al punto más álgido,con hasta 46,370 empresas dadas de baja, lo que representó un 58.6% más que en el mismo periodo del 2013”, según Gestión.

Habría que hacer notar que los “sectores más vulnerables al cierre de empresas fueron el comercio al por menor (17% del total de bajas en el último trimestre), seguido de comercio al por mayor (16.6%), servicios prestados a empresas (14.7%) y otros servicios (12.5%)”. Este golpe se ha sentido mayormente en Lima que concentra el 44.3% del total de compañías desaparecidas. Las regiones parecen haber soportado mejor esta situación aunque las más golpeadas,entre ellas, son “Arequipa (5.3%), La Libertad (5.2%), Cusco (3.8%) y Junín (3.6%), zonas donde se registra un alto dinamismo empresarial”.

La situación económica, como no podía ser de otra manera “afectó el ritmo de creación de empresas.El año pasado se registraron 262,973 firmas nuevas en todo el país, un 8.2% menos que durante el 2013”. Esta situación está, indudablemente, afectando la creación de empleo.

Asimismo, mientras el Ministerio de Economía y Finanzas, trata de dejar más dinero en  manos de los ciudadanos y empresas, la Sunat hace lo contrario, al crear mayor rigidez para los procesos de fraccionamiento de las deudas tributarias. Esto obliga, como hemos señalado, a que muchas empresas cierren, despidan trabajadores o terminen informalizándose. Además, la Sunat está restringiendo los gastos que se pueden imputar como descuentos fiscales, con lo cual, se retira, adicionalmente, más caja a las empresas.(Ver en Lampadia: El MEF y la Sunat tiran de la cuerda en distintas direcciones).

En el tema laboral, una primera reforma podría ser el evitar lo que Pedro Olaechea llama “el valle de la muerte”, que es el abismo en que cae una empresa que decide formalizarse. El problema es que una vez formalizada es posible de que una eventual inspección laboral termine acotando a la empresa multas y recargos por los incumplimientos laborales en que incurrió mientras era informal. Como es fácil de entender, las eventuales cargas pueden ser tan onerosas que ninguna empresa se arriesga a pasar por el proceso. Las más ingeniosas abandonan su RUC y empiezan a trabajar con uno nuevo. Pero eso crea otros problemas y costos. ¿Cómo hacer? Pues, mediante cierto compromiso de la empresa, se le debería eximir de los eventuales cargos, estableciendo un plazo límite para que estas se acojan a una promoción práctica de la formalidad.

En cuanto a la Sunat, esta debiera desandar sus recientes acciones para dificultar los fraccionamientos. Además, cómo cualquier acreedor bancario, no debiera limitar la posibilidad refinanciar las pérdidas de fraccionamientos, una y otra vez, cobrando algo de cuotas iniciales cada vez que el deudor tributario necesite refinanciar. De lo contrario, si los deudores no cuentan con recursos suficientes para pagar de una sola vez el íntegro de sus deudas, no les queda otra alternativa que volverse informales o quebrar.

En las actuales circunstancias, es necesario que se haga una estrecha coordinación del objetivo de las normas del MEF, el Ministerio de Trabajo y la Sunat para establecer un período de facilitación de la formalización laboral y tributaria. Lampadia




Entrevista a Director de Lampadia

Entrevista sobre la realidad nacional, donde se incide en problemas de empleo y educación.

 




La visión de Arvind Subramanian

La visión de Arvind Subramanian

Arvind Subramanian, asesor económico principal del gobierno de India y, por lo tanto asesor de una de las naciones más importantes del mundo, tiene una perspectiva visionaria. Anteriormente, en Lampadia ya hemos publicado sus opiniones.

Subramanian afirmó “que los países, a cualquier nivel de ingresos, son hoy menos dependientes de la manufactura, tanto en términos de producción como de empleo. Y que el nivel de ingreso por persona, basado en la manufactura, llega a su pico cada vez a niveles más bajos”. Él llama a esto la “prematura no-industrialización.” Ver en L: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I) y la segunda parte (II).

Es por esto que creemos en su importante y valiosa visión. Ahora compartimos un artículo suyo publicado en Project Syndicate el pasado 18 de abril de este año, siguiendo su línea de pensamiento sobre el desarrollo y manejo económico de un país.

Arvind Subramanian en una conferencia en China sobre la dominancia asiática y la G20         Fuente: Poptech

 

El problema del estancamiento persistente

Escrito por Arvind Subramanian.

Publicado por Project Syndicate el 18 de abril, 2015.

 

En un intercambio reciente entre el ex Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos Ben Bernanke y el ex Secretario del Tesoro del mismo país Larry Summers sobre la posibilidad de un estancamiento persistente, un aspecto en el que convenían era el de la necesidad de una perspectiva mundial, pero desde dicha perspectiva la hipótesis de un estancamiento persistente en el período inmediatamente anterior a la crisis financiera mundial no cuadra con un dato fundamental: el crecimiento mundial ascendió, por término medio, a más del cuatro por ciento, la mayor tasa registrada.

El mismo problema rodea la hipótesis de Bernanke de que el crecimiento lento reflejaba una “saturación del ahorro mundial”. Desde una perspectiva keynesiana, un aumento del ahorro no puede explicar el incremento repentino de la actividad que el mundo presenció a comienzos del decenio de 2000.

Parece que los partidarios de la hipótesis del estancamiento persistente no han entendido en qué consiste el problema. Desde una perspectiva de verdad mundial y duradera, la dificultad estriba en explicar el auge anterior a la crisis. Más concretamente, radica en explicar la conjunción de tres importantes acontecimientos mundiales: un aumento repentino del crecimiento (no un estancamiento), un descenso de la inflación y una reducción de los tipos de interés reales (ajustados a la inflación). Cualquier explicación convincente de ellos debe dejar de insistir exclusivamente en un marco de demanda agregada y centrarse en el aumento de los mercados en ascenso, en particular China.

Esencialmente, el mundo presenció una gran sacudida positiva de la productividad procedente de los mercados en ascenso, que aceleró el crecimiento mundial, al tiempo que reforzaba el proceso desinflacionario que ya había puesto en marcha la llamada gran moderación en la inestabilidad del ciclo económico. Ese dato fundamental permite conciliar dos de los tres importantes acontecimientos mundiales: un mayor crecimiento y una inflación menor.

Entonces el problema estriba en cuadrar el aumento de la productividad mundial con la bajada de los tipos de interés reales. Bernanke puso de relieve correctamente que los tipos de interés reales a largo plazo van determinados por el crecimiento real. Así, pues, la sacudida positiva de la productividad debería haber aumentado el rendimiento del capital y, por tanto, el equilibrio real de los tipos de interés. Además, el hecho de que la sacudida de la productividad reflejara una reducción del coeficiente entre el capital y la mano de obra mundiales debida a la integración de los trabajadores chinos e indios en la economía mundial debería haber acentuado esa tendencia, pero no fue así: al contrario, los intereses reales mundiales bajaron. 

Para entender ese misterio resultan fundamentales dos rasgos distintivos de la sacudida de la productividad de los mercados en ascenso: su origen y consecuencias fueron el gran consumo de recursos y su carácter mercantilista. Esos dos rasgos aumentaron el ahorro mundial.

Para empezar, como los motores del crecimiento mundial fueron países relativamente pobres, pero grandes –la India y en particular China–, que estaban ávidos de recursos, los precios mundiales del petróleo se pusieron por las nubes, lo que redistribuyó los ingresos mundiales hacia países con mayor propensión a ahorrar: los exportadores de petróleo.

Más importantes aún fueron las políticas mercantilistas. China y otros países con mercados en ascenso aplicaron una estrategia económica que desafiaba los postulados habituales de la teoría del crecimiento y del desarrollo. El crecimiento mercantilista se basó –porque en parte así lo requería– en impulsar el capital hacia fuera, en lugar de atraerlo. Al limitar las entradas de capitales extranjeros y mantener bajos los tipos de interés internos, China pudo mantener una divisa relativamente débil, lo que sirvió para sostener el modelo de crecimiento impulsado por la exportación y, a su vez, contribuyó a unos enormes superávits por cuenta corriente (más del diez por ciento del PIB en determinado momento), que enviaron capital flotante al resto del mundo.

El reconocimiento de la importancia de esa estrategia revela una falacia común por la cual se atribuye la saturación del ahorro al deseo de los mercados en ascenso de asegurarse contra la agitación financiera comprando dólares de reserva. Eso puede haber sido cierto inmediatamente después de la crisis financiera asiática de finales del decenio de 1990, pero no tardó en prevalecer el imperativo del crecimiento. Dicho de otro modo, el motivo de la autoseguridad podría explicar el primer billón de dólares de China en títulos de reserva, pero nada tiene que ver con los tres billones posteriores.

El propio crecimiento contribuyó también a la saturación del ahorro. Al aumentar los ingresos, los ya prudentes asiáticos se volvieron aún más prudentes y las empresas rentables resultaron aún más rentables. Esa reacción endógena ante el rápido aumento de la productividad fue un factor decisivo que contribuyó a la saturación del ahorro. Hubo que revisar antiguas verdades sobre el desarrollo, en el sentido de que el ahorro es un motor del crecimiento, porque el crecimiento de los mercados en ascenso fue, hasta cierto punto, el motor del ahorro.

En eso estriba la explicación del problema de los tipos de interés. Al aumentar el ahorro (y, por tanto, la oferta mundial de fondos prestables), los tipos reales experimentaron una presión que los hizo bajar. Los tipos bajos, a su vez, brindaron la lubricación necesaria para financiar la burbuja de los activos en los Estados Unidos y en otros países. Según Summers, la magnitud del ahorro causó una debilitación del crecimiento; según la explicación substitutiva aquí ofrecida, fue primordialmente el crecimiento rápido –y sus rasgos distintivos– el motor de la magnitud del ahorro.

Actualmente, al desacelerarse el crecimiento mundial, una vez más parece posible el estancamiento persistente, pero éste es una dolencia de los países que se encuentran en la frontera económica. Para el resto del mundo en desarrollo, la verdadera preocupación no es una escasez de demanda, sino la necesidad de mantener unos niveles elevados de aumento de la productividad a fin de que puedan alcanzar a las economías avanzadas. Cuando los encargados de la formulación de políticas se reúnan en Washington esta semana para celebrar sus conversaciones rituales, no deberían perder de vista esa distinción fundamental.

 




Ollanta Humala: ¿Director Técnico de la Selección o Presidente de la República del Perú?

Ollanta Humala: ¿Director Técnico de la Selección o Presidente de la República del Perú?

El miércoles último el Presidente Ollanta Humala calificó inesperada y desacertadamente la labor de los empresarios nacionales:

  • “Empresarios están como la selección, les falta garra”
  • “El obstáculo para que ellos sigan invirtiendo es que se desalientan rápidamente, a veces cuando les ganan uno a cero creen que ya perdieron el partido. Están como la selección peruana, en el primer tiempo creen que ya terminó el partido, les falta garra y eso es lo que tienen que sacar”.
  • El presidente Ollanta Humala hizo esta tarde un invocación a los empresarios a “ponerse la camiseta” del Perú y seguir invirtiendo en el Perú, especialmente en tiempos de desaceleración económica para todo el continente como el que el país viene atravesando.
  • Señaló que el empresario peruano está acostumbrado a trabajar tanto en tiempos de bonanza, como en épocas difíciles, y si bien el exceso de trámites (o “tramitomanía” como le llamó) es un problema que el gobierno viene resolviendo, no es un obstáculo para invertir, como señala un sector del empresariado.
  • “Necesitamos que los empresarios también se sumen (…) yo invoco a los empresarios a que se pongan la camiseta”, afirmó (…) tras indicar que antes había más trámites que ahora, y sin embargo, había inversión.
  • “Tenemos que decirles a nuestros empresarios que sigan trabajando y ahora más duro que antes. Los gobiernos regionales y el Gobierno central van a atender en la medida de lo posible sus pedidos, pero tenemos que cumplir normas”.

Estas “desconcertantes” declaraciones del Presidente de la República fueron antecedidas por la de su Ministro de Economía y Finanzas, Alonso (no tan seguro) Segura, que salió el miércoles pasado a exigir que los empresarios inviertan más.

El Presidente de la República no está a cargo de la selección de futbol. Es, en buena medida, responsable del bienestar de 30 millones de peruanos, pero sobre todo del futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos.

El Presidente no puede pretender endilgarle a los empresarios la parálisis de nuestra economía, que el sembró desde su candidatura y del primer día de su gobierno.

 

 

El mandatario olvida que desde que llegó a Palacio, se ha desalentado a la inversión privada. Primero con la oficialización del discurso antiminero (puesto en vigencia por su Primer Ministro, Salomón Lerner Ghitis: “queremos una nueva minería”, lo que significó: NO MINERÍA). Luego, por su incapacidad para controlar los conflictos político-sociales y sacar adelante proyectos clave como el de Conga (hoy, a pesar de los denodados –tardíos- esfuerzos, vemos el mismo patrón con Tía María)

Desde hace un tiempo, en Lampadia venimos advirtiendo el estrepitoso descenso de la inversión privada (ver en Lampadia (L): Otra vez la parada (esta vez en la inversión)), la cual ha sido uno de los principales motores de nuestro crecimiento de los últimos 15 años (entre 80-85% de la inversión total). Junto con la inversión pública hemos superado el 28% de inversión en relación al PBI (US$ 53,000 millones el 2013). Entre el 2010 y el 2012, la inversión privada se expandió a tasas que superaban el 15%. El 2013 apenas creció 6.5% y el último año cerró con una variación negativa del 1.6%. El flujo de ingreso de capitales ha caído de niveles sostenidos superiores de US$ 15,000 millones por año a solo US$ 7,000 millones el 2014 (ver en L: Hay que prender el motor de la inversión privada).

Buena parte de esta desaceleración se debe al desprecio del gobierno por los sectores de minería, energía e hidrocarburos. Se insiste en culpar a las condiciones externas por la menor inversión y exportaciones y, ahora a la labor de los empresarios, pero se oculta que si hubiéramos desarrollado los proyectos que estaban encaminados, habríamos más que compensado el shock externo. La misma situación se vive con la inversión pública. Según el BCR esta tasa cayó a 3.6% del PBI cuando el 2013 fue de 12%. El gobierno no ha conseguido ejecutar las obras de infraestructura que prometió (ver en L: La titánica tarea de invertir en el Perú).

Parece que el Presidente nunca entendió cuales eran las medidas del Perú cuando el asumió la Presidencia (ver en L: 90-90-90). 90% del empleo, la inversión y de los recursos fiscales eran aportados por el sector privado. Pero el Presidente respiraba por los poros su desconocimiento y desconfianza en el sector privado. Impregnó a la administración pública de un sentimiento anti-inversión privada. Este pujante sector que ha transformado el país, haciendo parte del proceso a los pobres, como lo podemos comprobar cualquier día, continuó tratando de salir adelante, pero, lamentablemente, se había roto el circuito virtuoso que puso al Perú en boca de todo el mundo.

Como asegura el dicho: “uno cosecha lo que siembra”, pues bien cuando la cosecha se empobrece, no puedes andar echándole la culpa a los demás. Lampadia




“Desde el inicio el objetivo fundamental del gobierno era político –electoral”

“Desde el inicio el objetivo fundamental del gobierno era político –electoral”

Para ex ministro de Economía del gobierno aprista Luis Carranza, las acciones de este régimen no buscaron generar crecimiento

Entrevista a Luis Carranza. Ex ministro de Economía y Finanzas

Por Mariella Balbi

(El Comercio, 04 de Abril de 2015)

¿El nuevo primer ministro podrá remontar nuestra alicaída economía?

No. La caída de nuestra economía viene de antes. El crecimiento se desacelera desde el 2013. La confianza de los inversionistas y el crecimiento de la inversión privada cayeron en el gobierno de Ollanta Humala. Entre el 2006-2011, la inversión privada creció con un promedio anual mayor a 15%, y la inversión pública creció cerca de 16%. Lamentablemente, en el 2014 la inversión privada cayó 1,5% y la pública en 3,6%. Una contracción fuerte. Esto se explica por varios factores: el discurso contradictorio del presidente Humala, las trabas a la inversión, el exceso de multas, la sobrerregulación, la ineficiencia del Ejecutivo para aprobar proyectos de infraestructura y darles viabilidad.

El presidente dijo que la censura a Ana Jara generó incertidumbre entre los inversionistas.

Eso viene de tiempo atrás. Está confundiendo la causa con el efecto. Hemos tenido vacío de poder desde que empezó este gobierno.

¿La gestión del primer ministro Pedro Cateriano podrá mejorar las cosas

Tendría que evitar un mayor deterioro político y la pérdida de confianza. El primer ministro debe tender puentes, reducir el nivel de confrontación. En un año electoral las inversiones se retrasan, pero no lo acentuemos. El presidente debe ver en la censura a Jara no un chantaje, un acoso, sino una oportunidad para cambiar su manera de hacer política y poder llegar a buen puerto el 2016.

¿Ana Jara tenía la confianza de los inversionistas?

No. No era relevante porque no tenía ningún poder real. Este gobierno ha puesto de lado a los primeros ministros. Sea quien fuere, se requiere que la persona tenga poder real.

¿Es decir?

No estar pintado en la pared.

¿Cateriano está pintado en la pared?

No basta tener poder real para generar inversiones. Cateriano tiene la confianza del presidente. Necesita tender puentes con las fuerzas políticas para evitar que se deteriore aun más el clima de desconfianza y confrontación. Está en las manos del gobierno. Si no lo hace, tendremos mayor deterioro político que terminará afectando más las expectativas de la gente. Y esto ocurrirá, con Ana Jara o con Cateriano.

¿Cateriano es confrontacional?

Él ha dicho que cambiará ese estilo. Esperemos que sea así. Si la polarización continúa, no generará confianza y tranquilidad en los agentes económicos.

¿Este gobierno nunca logró generar confianza?

Nunca. Siempre tuvo un discurso de confrontación. El rol de dirigir un país requiere aglutinar fuerzas, conducirlas, que todos empujen en la misma dirección. Desgraciadamente, ha ocurrido lo inverso. Estamos pagando las consecuencias de esa forma de hacer política.

¿Desde el inicio, el gobierno tenía un objetivo electoral, sin importarle el país?

Todo indica que desde el inicio el objetivo fundamental era político-electoral. Las acciones tomadas no buscaron generar un mayor crecimiento. Lo descubierto en la DINI, el uso de los programas sociales, querer comprar una refinería privada, la confrontación, tratar de destruir a los adversarios políticos apuntan a ello.

¿Usted es aprista?

¿A qué viene esa pregunta?

A que fue ministro de Economía del gobierno de Alan García…

No soy aprista, fui viceministro en el gobierno de Alejandro Toledo y ministro de García y, les agradezco la oportunidad. Mis comentarios han estado en función de lo que convenía al país: mejora de la inversión pública, presupuestos por resultados, advertir sobre la pérdida de competitividad de nuestra economía. Pero se vio como una crítica política y no como una recomendación técnica.

¿Por qué el inversionista no tiene confianza en el gobierno?

Por el discurso confrontacional, inconsistente. Porque no se abrevian los permisos y las aprobaciones demoran. Los costos de invertir han subido significativamente en el Perú. El Estado no es eficiente en hacer respetar contratos y derechos de propiedad.

¿El ex ministro Luis Castilla fue complaciente con los objetivos electorales del presidente?

Solo puedo decirle que descuidó la inversión pública, la infraestructura, la competitividad. Dejó que florecieran, como hierba mala, todas las regulaciones y que sectores, como Ambiente y Trabajo, entorpecieran la inversión. No se preocupó por la eficiencia del gasto público ni del social. Cayeron la competitividad y la productividad. En el gobierno anterior, la productividad explicó casi la mitad del crecimiento del Perú. Del 2011 al 2014, ha contribuido con 0,6% al crecimiento.

¿El ministro de Economía, Alonso Segura, tiene cierta autonomía o estamos en piloto automático?

Se equivocó en pretender hacer reformas a un año de dejar el gobierno. Las reformas se realizan en los dos primeros años de gobierno. La ‘ley pulpín’ no tuvo liderazgo ni apoyo político en el Congreso. Ya habíamos visto lo ocurrido con el sistema previsional para independientes. Él debería enfocarse en ejecutar rápido y bien proyectos de inversión como la línea 1 y el gasoducto sur.

¿Están retrasados?

Sí. Se concesionaron tarde, además. Hay que sostener el gasto y evitar que el crecimiento siga cayendo. Eso requiere mucho trabajo de ejecución, monitorear los proyectos. Ser aliado de las autoridades regionales y los alcaldes. Les ponen trabas y no pueden ejecutar. En el 2015 estamos viendo el desplome de la inversión pública.

El presidente parece satisfecho de los caminos y otras obras que inaugura.

Está bien eso, pero debió ser el triple de carreteras, tener un gasto público del 8% del PBI y no del 5%. Está bien que saque rédito político con las inauguraciones: otorga legitimidad al sistema democrático mostrando que da bienestar a la población. Pero su discurso ahí es confrontacional: busca deslegitimar el sistema y tiene una mira político-electoral.

Este gobierno se ufana de duplicar la inversión pública del gobierno aprista…

En soles han gastado más. Pero no en porcentaje del PBI, correspondiente a una economía cada vez más grande. El gobierno anterior recibió un PBI de US$80 millones. Este recibió un PBI de US$180 millones. El nivel de inversión pública, respecto al PBI fue en el 2010 de 5,9%. En estos cuatro años no hemos superado esto. Debería estar en 8% de inversión pública respecto al PBI.

¿Por qué descuidó esto el Ministerio de Economía?

Para eso existen los consejos de ministros. Se discuten las prioridades nacionales y las políticas sectoriales que tienen impacto en la economía. Tampoco hubo eficiencia del gasto público, ni resultados concretos para el bienestar de la población. Los programas sociales se han utilizado con fines político-electorales.

¿Populismo?

Sí. Es un gasto populista. El programa Juntos crece sin cumplir las condiciones de salud y educación. Además se está ampliando para zonas periurbanas donde hay oferta de empleo. Entonces, para qué trabajar si recibo un subsidio. Beca 18 tiene un presupuesto de US$300 millones, pero no está focalizado. No tiene articulación. Tampoco se vela por la calidad de la enseñanza.

¿Qué se pretende entonces?

El objetivo no es la empleabilidad de la gente ni la productividad del país sino crear un bolsón electoral. Igual que en Brasil, donde 50 millones de personas dependen del dinero público. Dilma Rousseff dijo a los beneficiarios que los otros postulantes les quitarían esta asistencia. Lo mismo dice el presidente Humala.

¿Los programas sociales se diseñaron con un fin electoral?

Tal como se están desenvolviendo las cosas todo apunta a ello. Es comprobable. Este año tenemos un presupuesto de S/.5.000 millones para programas. El resultado debería ser el bienestar de la población. Pero la pobreza pasó del 50% el 2006, a 27,8% el 2011. Una reducción exitosa. Lamentablemente al 2013 la pobreza está en 23,9%. Deberíamos estar por debajo del 20%. La disminución de la pobreza en este gobierno no es significativa. No hay un objetivo de gestión pública, sino político-electoral. Al gobierno no parece interesarle la salud de los niños. Prefiere crear bolsones de población que dependen de transferencias y subsidios.

¿Clientes políticos?

Así es.

¿Ha habido inclusión social?

No. Es solo una frase. Este gobierno pudo ser el mejor gobierno del Perú republicano. Perdió una oportunidad extraordinaria para crecer y reducir la pobreza. Con un crecimiento del 2% no hay inclusión social. El crecimiento es lo que incluye. No hemos visto mejora en las condiciones reales de la población. En educación perdimos tres años, los indicadores de salud no han mejorado sustancialmente.

¿El empleo ha caído?

La tasa de crecimiento del empleo viene reduciéndose y en algunos sectores se ha perdido empleo. El empleo no crece a la velocidad debida, crece más el informal. Contradictorio, ¿no? Al inicio se criticó la minería y ahora se le prenden velitas para que impulse el crecimiento.

“Los programas sociales repartieron plata con el pretexto de la inclusión”

¿Este será un quinquenio perdido?

Desperdiciado.

Para el gobierno, el crecimiento del 2,3% era inevitable por la crisis externa.

No es verdad. La situación externa explica como máximo el 30% de bajo crecimiento. El resto, 70%, es responsabilidad exclusiva de causas internas. No seré repetitivo. El gobierno pensó que el crecimiento estaba garantizado al 6%. Y los programas sociales se dedicaron a repartir plata con el pretexto de la inclusión, pero con un motivo político electoral detrás. Si las condiciones externas son buenas se puede crecer al 8%; si no, hay que llegar al máximo de nuestro potencial. Pudimos crecer al 5% como mínimo.

¿Lo firma?

Por supuesto.

¿En el 2015 creceremos el 5,5% o el 4,8%, como dijo el ministro Segura?

No. Será cercano al 3%, si se logran estabilizar las expectativas de los agentes económicos. Pero si continúan el clima de confrontación política, la desconfianza con el sector privado, las demoras en aprobaciones, el crecimiento será del 2%. Si el 2015 queremos crecer por encima del 4%, la inversión privada debe crecer cerca del 5%. Con este escenario político y económico, con deterioro de expectativas no es razonable suponer esto. Según el gobierno, la inversión pública crecerá más de 10%. ¿Qué están haciendo para garantizarlo?

¿Y en el 2016?

Venimos de una inercia mala, hay un proceso electoral y retraso en la inversión privada. Demorará remontar expectativas. No será un crecimiento alto, dependerá de quién gane.

La Confiep considera que la censura de Jara no contribuye a la estabilidad económica.

Esto es un reflejo del deterioro de las condiciones políticas del país que afectan la inversión. Por eso Confiep pide consensos.

¿El proyecto Tía María está en riesgo?

Evidentemente está en riesgo. Al igual que Conga, demuestra la enorme debilidad del Estado. Las mesas de diálogo no deben dejar el liderazgo a dirigentes mineros y resolver las demandas de la población en un plazo determinado. Este gobierno se dejó ganar la iniciativa Conga. Hubo incapacidad política. A partir de esto el gobierno se ha puesto de costado.

¿La DINI le ha hecho seguimientos?

No tengo la menor idea. No me interesa. El reglaje masivo que hemos visto es dañino para la democracia.




La revolución de los smartphones

La revolución de los smartphones

Los usuarios de smartphones están revolucionando los modelos sociales, económicos y políticos. De hecho, The Economist ha dedicado un suplemento completo a este fenómeno, con rigurosos gráficos publicados más abajo. Desde las compras online, el compartir información y la vida social, los smartphones han creado un nuevo universo de conectividad que es local (siempre está cerca), personal (adaptado a las necesidades y preferencias del usuario), social (compartido con una red de contactos) y esta activo las 24h del día. El acceso continuo a la información, la comunicación, los amigos, y el entretenimiento, entre otras numerosas cosas está cambiando la forma en que miles de millones de personas manejan sus vidas diarias.

El acceso a la Internet móvil continúa creciendo rápidamente en todo el mundo, especialmente en los mercados en desarrollo, donde la falta de infraestructura y la relativa facilidad al acceso a información que brindanlos smartphones hacen de la Internet móvil una herramienta esencial. En China, por ejemplo, a mediados del 2014, 630 millones de usuarios tenían acceso al Internet, alrededor del 45% de la población total. En el África subsahariana, el uso de smartphones es de 60%, en comparación con el acceso de línea fija de tan sólo 2%. Según The Economist, en el futuro, países enteros en África accederán a Internet sólo a través de smartphones y, para el año 2020, alrededor del 80% de los adultos en el mundo tendrán uno.

Al crecer la infraestructura móvil y aumentar el uso de smartphones, los consumidores se están beneficiando de los nuevos servicios que brindan estos dispositivos, especialmente en las economías emergentes. El rápido crecimiento de muchos mercados en desarrollo proviene del rápido aumento en el uso y cobertura móvil, principalmente gracias a smartphones. India y China, con un gran crecimiento anual, están entre los países que más se benefician. Este crecimiento en cobertura de internet móvil tiene un impacto medible en el PBI, un efecto directo en el empleo, la inversión y el consumo, y un impacto indirecto en la productividad, el espíritu empresarial, y el flujo de información.

Un informe de Groupe Speciale Mobile Association (GSMA) muestra que un aumento del 10% en el alcance de la banda ancha móvil aumenta el PBI en un 1.4% en los países de ingresos bajos y medianos. Duplicar en el uso de datos móviles aumenta el PBI per cápita en 0.5%. Conexiones más rápidas también traen beneficios. Un aumento de 10% en el uso de 3G en comparación con 2G aumenta el PBI per cápita en 0.15%.

Una de las mayores ventajas, sin embargo, es el beneficio económico generado por la capacidad de los empresarios locales de llevar sus ideas a un nivel global y generar mayores ingresos a través de su acceso a nuevos clientes y mercados, un beneficio de transformación para las pequeñas y medianas empresas.

Una de las mayores limitaciones de infraestructura (principalmente en países emergentes) es la falta de capacidad de banda ancha. La falta de armonización a nivel regional e internacional (por ejemplo, que la red 3G de un mismo operador opere en diferentes bandas en diferentes países o en diferentes regiones de un mismo país) conduce a importantes ineficiencias y costos más altos. La GSMA estima que para el 2020, una mejor armonización podría agregar US$ 370 mil millones al PBI y 112,000 nuevos puestos de trabajo en América Latina, y US$ 49,000 millones al PBI y 506,000 puestos de trabajo en el África subsahariana.

Más allá del impacto económico directo, también existen beneficios sociales derivados de una mayor alcance de Internet móvil y su mayor uso. Estos incluyen una mejora en educación, atención de salud y nutrición. Al 2017, se espera que una mayor difusión de información médica pudiera salvar hasta 1 millón de personas en África subsahariana a través de la prevención de enfermedades como la malaria, el VIH y enfermedades perinatales. El uso de smartphones para realizar seguimientos de entregas de alimentos, controlar su temperatura, y optimizar las rutas de entrega podría ahorrar suficiente comida para alimentar a 40 millones de personas (la población de Kenia) en 2017.

Esperemos que con la constante reducción de los precios de los smartphones y una mejor  promoción de la inversión en infraestructuras por parte del gobierno, los operadores puedan seguir creciendo, innovando y compitiendo para aprovechar todas las ventajas que brinda esta tecnología. Por ejemplo, tenemos que superar el mito de que las antenas de celulares producen daño a la salud. Esto lo veremos en un próximo artículo. Lampadia




Madera: Fabulosa reserva productiva

Madera: Fabulosa reserva productiva

El Perú ha desaprovechado la riqueza potencial de sus bosques. Basta ver el mapa del Perú con cierto detenimiento para descubrir que el 50% de nuestro territorio está cubierto de bosques naturales (68 millones de hectáreas). Somos el segundo país Latinoamericano con esta riqueza y décimo primero a nivel mundial. A pesar de ello, hemos despreciado este inmenso potencial como se ve expresado en que nuestras exportaciones no llegan ni al uno por ciento de la demanda global por recursos forestales. Como hemos señalado en Lampadia, este es un desperdicio sin nombre que las regulaciones actuales no llegan a corregir y se ve agravado por la tala ilegal que sufre la selva amazónica al punto de poner en riesgo de extinción especies como la caoba.

Sin una clara visión que promueva una política adecuada para el desarrollo forestal, nuestros bosques vienen siendo desbrozados por mafias de taladores ilegales que incluso han llegado al asesinato de dirigentes nativos con el fin de perpetuar su comportamiento delictivo. Aunque no existen cifras precisas, se cree que por lo menos el 50% de la madera que se extrae en el país es de dudosa procedencia.

Mientras los taladores ilegales operan literalmente amparados en la Ley de la Selva, el Estado poco o nada hace para detener este tráfico y mucho menos para que se efectúe una explotación racional, técnica, eficiente y legal, que ponga en valor este magnífico recurso, hoy desperdiciado y saqueado. Desde el 2004, en que se dieron las últimas concesiones madereras  ya se mostraba la falta de efectividad de esta política, el sector ha estado en el abandono. Como recuerda el Comité de Madera e Industria de la Madera de Adex, “de los 17 millones de hectáreas con aptitud forestal que existen en el Perú, menos de 2 millones se encuentran en producción real”. De las 613 concesiones forestales que se otorgaron hasta el 2004, las cuales cuentan con 7’622,244 hectáreas, solo el 35% se halla en actividad, según Serfor. Las exportaciones peruanas de madera solo ascienden a 150 millones de dólares anuales.

¿La razón? El sistema de concesiones no crea las condiciones e incentivos suficientes. Un estudio de la Universidad del Pacífico concluyó que el periodo de concesión es muy breve, por lo que no creaba los alicientes necesarios para que el bosque se explote adecuadamente y al largo plazo, como exige la naturaleza del recurso.

Como señaló en Lampadia, antes de su sensible fallecimiento, Antonio Brack Egg, uno de los mayores problemas que impiden el desarrollo de la industria forestal es que “el estado no garantiza los derechos de los inversionistas y eso empezó antes del 2006, cuando un grupo de personas, cerca de Atalaya, invadió un campamento forestal con una inversión española calculada en 36 millones de dólares, quemó el campamento, se robó todo lo que podía llevarse, y gente política del gobierno de aquel entonces los apoyó. Eso paralizó enormemente. Tenemos que ser conscientes: El sector forestal en el Perú puede ser un sector económicamente poderoso, fuerte, pujante, pero tenemos que dar el marco y el control para que eso se verifique, y dar confianza al inversionista”.

Otra debilidad importante ha sido la limitación impuesta por la definición de los bosques como propiedad del Estado, así sean plantaciones industriales y de reforestación. Estas últimas debieran tener la “condición de cultivos forestales”, y por ende, el mismo tratamiento que los cultivos agrícolas. Mientras esta condición no se establezca con claridad, el manejo de las plantaciones estaría sujeto a regulaciones engorrosas y disuasivas de su desarrollo.  

Recientemente entró en funcionamiento el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Este organismo está diseñado para incentivar la actividad forestal del país. Como señala su directora Fabiola Muñoz, la idea es “crear una industria forestal fuerte y competitiva, por ello el Serfor antes que una institución controlista busca ser un ente promotor. Vamos a modernizarnos para desaparecer la lista interminable de trámites”. Espera en breve contar con una plataforma para trámites en línea y, especialmente de vigilancia satelital para un mayor control de los bosques. Un avance considerable.

Según Muñoz, el potencial es inmenso. Solo para el mercado interno peruano se importa anualmente 1,000 millones de dólares en productos maderables y sus derivados. En los últimos diez años las importaciones de estos productos han crecido 281%, mientras que nuestras exportaciones solo se incrementaron en un 115%. (Ver cuadro)

Como se ha hecho en Chile y otros países que han sabido manejar este recurso, se debe desarrollar una industria poniendo en valor los recursos forestales. Chile cuenta con dos millones de hectáreas de bosques para explotación comercial lo que le permite exportar más de 6,000 millones de dólares anuales y emplear a 250 mil personas. Como hemos señalado en Lampadia, “el potencial de desarrollo del sector forestal en el Perú debería ser del orden de cinco veces el de Chile, y constituye un buen ejemplo de una magnífica oportunidad que se está desperdiciando para generar una producción forestal de más de US$ 25,000 millones anuales, dando empleo de calidad a toda la población de la selva y a buena parte de la de la sierra”.

Ese es el reto. “El Perú se ha trazado la meta de tener dos millones de hectáreas reforestadas y cero de deforestación al año 2030”, ha señalado Muñoz. Para ello Serfor “está trabajando en tres líneas: la primera es sobre el patrimonio forestal que ya tenemos para promover un manejo forestal sostenible. Sobre las áreas degradadas tenemos que plantar bosques que pueden ser con fines comerciales (…). Otro elemento fundamental es la lucha contra la deforestación, no perder más bosques naturales”, detalló la directora de Serfor.

Actualmente existen al menos 10 millones de hectáreas aptas para la reforestación. De ellas, 7 millones están en la sierra, 2.5 millones en la selva y 0.5 millones en la costa. La reciente promulgación del Régimen de Promoción de Plantaciones Forestales en tierras de propiedad privada permitirá que unas cuatro millones de hectáreas se siembren con recursos maderables de fines comerciales, lo que generaría que el Perú exporte unos 1,000 millones de dólares en el corto plazo. Hay que recordar que la madera es uno de los pocos commodities que incrementa su demanda anualmente. Para el 2050 se espera que esta llegue a los 4,500 millones de metros cúbicos de madera rolliza. El Perú no puede desaprovechar sus favorables condiciones naturales para crear una gran industria forestal.

Actualmente el sector forestal representa un irrisorio 0.1% del PBI, nuestras exportaciones son 40 veces menores que las de Chile, teniendo el potencial de ser cinco veces mayores. Es hora  que empecemos a desarrollar esta industria y que apuntemos a ser una potencia maderera. Como es el caso de la explotación de otros recursos naturales, este desarrollo permitiría múltiples encadenamientos con otros sectores, una gran demanda de empleo de calidad,  mayores exportaciones y recursos fiscales. Además, con buenas concesiones, se formalizaría todo el sector y se tendría una actividad legal que si podría competir con éxito con la tala ilegal y los sembríos de coca.

El desarrollo del sector forestal es clave para la generación del empleo a vistas de la tercera revolución industrial, ver en (L): Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II). Lampadia




Dependencia incómoda

Dependencia incómoda

Algunos países exportadores de materias primas están afrontando mejor que otros la caída de los precios de esos productos.

Por The Economist

(Gestión, 13 de Enero de 2015)

Las materias primas (commodities) son como las sirenas: seductoras pero peligrosas. Cuando sus precios están elevados, los políticos en los países que las exportan se regocijan, pues los ingresos de la venta de petróleo, gas y metales llenan las arcas estatales, el dinero foráneo arriba en grandes volúmenes y se crean empleos bien remunerados.

A menudo, tales gobiernos ignoran otros sectores económicos bajo la creencia de que esos buenos tiempos nunca terminarán, pero siempre llegan a su fin. Y ahora que los precios están en picada, muchos países están aprendiendo lo que sucede cuando una economía depende demasiado de sus recursos naturales.

Venezuela, que posee las mayores reservas petroleras, está al borde del colapso. Brasil y Noruega, otros dos grandes exportadores de petróleo, han reducido sus proyecciones de crecimiento y el presidente ruso, Vladimir Putin, verá que el PBI de su país se encogerá 5% este año, de acuerdo con los estimados de su banco central. Es probable que la deuda de su gobierno sea reclasificada al estatus de “basura”.

Cuando los precios de los commodities comenzaron a caer en el 2014, los economistas temieron lo peor para sus exportadores, pero hasta ahora muchos han salido bien librados. Solo un puñado de países latinoamericanos —Argentina, Venezuela y posiblemente Brasil— caerá en recesión este año y otros han recortado sus proyecciones de expansión, pero siguen bien.

Chile, exportador de cobre que antes fue cautivo de las fuerzas del mercado, crecerá 3% y Perú, que depende enormemente de sus ventas de metales, 5%. El PBI de América Latina se incrementará 2%.

No se espera que ningún exportador de petróleo de Medio Oriente sufra una recesión este año (aunque medir el crecimiento en países azotados por la guerra es casi imposible). Arabia Saudita está utilizando sus grandes reservas de divisas para impulsar el gasto gubernamental y se expandirá 4.5%.

Algunos países africanos están siendo afectados. Nigeria, que apenas cuenta con exportaciones no petroleras, sufrió una pérdida de 13% en el valor de su moneda en el 2014; Zambia, exportador de cobre, solicitó la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio.

No obstante, comparadas con periodos previos de declive de los precios de commodities, las monedas han estado bastante fuertes. Solamente los países atacados por el ébola y la creptocrática Guinea Ecuatorial verán sus economías reducirse este año. Se espera que África Subsahariana se expanda 5%.

Dos factores explican por qué algunos exportadores de commodities están afrontando mejor que otros la situación. Primero, muchos gobiernos han convertido a sus países en amistosos con el sector privado. Según el Banco Mundial, en años recientes África Subsahariana ha sido la principal zona en mejorar su entorno para los negocios. Ruanda, que hace 20 años estuvo sumida en una guerra civil, es hoy un mejor lugar para hacer negocios que Italia.

Los entornos benignos para las empresas impulsan la inversión extranjera directa (IED). En los últimos años, se ha mantenido bien en África a pesar de los traspiés globales. El dinero foráneo está ayudando a las economías africanas a diversificarse. El reciente y fuerte incremento del PBI nigeriano no se explica por su sector petrolero — que se ha estancado—, sino por las finanzas y otros servicios. Incluso Chad, que ha sido objeto de escarnio por su economía basada en un único sector, ha visto la participación de sus ingresos por petróleo reducirse progresivamente.

Pero Rusia no ha podido hacerse menos dependiente del petróleo y diversificar su economía es hoy más complicado que antes para Putin, debido a la caída de la IED que sufrió el país el año pasado.

Segundo, algunos gobiernos están gastando su dinero más sensatamente. Antes de la década pasada, casi todos lo derrocharon cuando los precios de los commodities estaban elevados y los ingresos por impuestos abundaban, y luego recortaban el gasto cuando los precios se hundían. Rusia todavía hace esto y no cuenta con dinero para impulsar la demanda doméstica, sino que está reduciendo su gasto, con lo cual inflige más daño.

Algunos países latinoamericanos y africanos, como Zambia y Chile, ahora aplican políticas fiscales “anticíclicas”: ahorran durante las bonanzas y gastan en los malos tiempos. Hace una década, el presupuesto de Angola dependía casi en su totalidad del petróleo, pero ahora un tercio proviene de otras fuentes.

Chile, donde el cobre explica el 60% de las exportaciones, antes era conocido por el errático manejo de sus ingresos por la venta del metal, pero hoy un panel independiente revisa que el Gobierno los utilice responsablemente.

Algunos exportadores de commodities enfrentan un sombrío 2015, pero otros pueden sentirse optimistas. África, que por décadas fue sinónimo de dependencia en los recursos naturales, será una de las regiones de mayor crecimiento, pues ya no está condenada a los abruptos vaivenes de los commodities. Si hace una década Putin hubiese intentado desmontar la estructura de la economía rusa, su país no estaría por vivir un año tan difícil.




No me importa estar mal, si los demás corren la misma suerte

No me importa estar mal, si los demás corren la misma suerte

La reciente propuesta (no propuesta) del gobierno para flexibilizar el empleo juvenil ha desatado una cantidad de reacciones que no pasan por los menores filtros de racionalidad. 

Análisis

  • El Perú mantiene una altísima tasa de informalidad del empleo.
  • Tenemos un de los sistemas laborales más rígidos del mundo.
  • La formalidad es una barrera infranqueable para la mayoría de los peruanos, por los costos y dificultades que conlleva.
  • Como consecuencia de lo anterior, muchos peruanos trabajan en condiciones de desprotección social.
  • El establishment político, gremial y mediático, hace muy difícil una solución efectiva e integral a este problema. Tan es así, que a pesar de todo tipo de indicadores, ningún gobierno se ha atrevido a flexibilizar el sistema y, más bien, desde el año 2000, se ha producido una regresión de los parciales avances que se lograron en los años 90.
  • Los más perjudicados con esta situación son los nuevos trabajadores, los que entran por primera vez al sistema laboral. Evidentemente, esta categoría abarca fundamentalmente a nuestros jóvenes.
  • Ellos, antes de la susodicha norma, tenían tres opciones, en distintas proporciones. Muy pocos de ellos, tal vez el diez por ciento, podían conseguir empleo de calidad en empresas formales. Otros, la gran mayoría, se veía impelido a trabajar en empresas informales, recibiendo, algunos de ellos,  ingresos aún menores que el salario mínimo vital y sin protección social alguna. El tercer grupo, minoritario, los jóvenes desempleados, que por lo menos duplican el desempleo global, son parte de los “NINIs”, ni trabajan, ni estudian. A todas luces, una situación insatisfactoria.
  • El gobierno, amarrado por sus propias camisas de fuerza, da un paso tímido, flexibilizando el espacio laboral juvenil y se desata la trocatinta.

Opciones

  • Seguir como antes. Pocos empleos formales, muchos informales y unos cuantos NINIs.
  • Aceptar, voluntariamente, trabajos formales bajo el nuevo régimen flexibilizado, con menos vacaciones y beneficios que tenían los pocos que con suerte entraban la formalidad.

La Grita Gremial y Mediática

  • O todos o nadie.
  • Más valen las plataformas políticas y los gestos de “indignación” del periodismo, que no pueden permitir que le quiten a los jóvenes, lo que en esencia no tienen.
  • Si con esta reacción se retrocede, que importa. “Somos fundamentalmente surrealistas”.

Cuando Menos es Más

  • Como dicen: si admiras una linda flor y te la llevas contigo, con mucho amor, su belleza se apagará pronto, un poquito menos de amor, le hará mejor.
  • Si no puedes darles todo a tus hijos o a tus ciudadanos porque es mejor que ellos encuentren su camino, sin querer queriendo, los haces más ricos.
  • Si no podemos dar trabajo formal con todo tipo de “derechos”, porque no podremos sustentarlo, no hacer nada es condenar a la mayoría a las peores condiciones de trabajo que hoy subsisten.
  • Si tenemos que mejorar a las condiciones de algunos, tenemos que empezar por los jóvenes.

En este, y en otros casos, ¡menos puede ser más!
Pensemos con realismo, como se puede mejorar el ambiente laboral en la práctica, no solo en el papel. Lampadia