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El modelo chileno pierde cintura

El modelo chileno pierde cintura

A pesar de que Chile es visto por algunos como la economía más avanzada y abierta de Sudamérica y tiene la más alta calificación crediticia soberana (AA3 según Moody’s), la gigante productora de cobre estaría enfrentando problemas con la producción de nuevas minas. Además, su crecimiento económico se ha visto reducido continuamente a lo largo del año.

El Banco Central de Chile redujo su pronóstico de crecimiento para este año nuevamente, citando una desaceleración más profunda y más larga de lo esperado en la actividad y la demanda. El FMI recortó a 2% su proyección de crecimiento durante este año, a pesar de su anterior pronóstico de expansión de 3.2%. En agosto, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) aumentó tan solo 0.3% con respecto al mes pasado, un performance tan bajo que no ha sido visto desde el terremoto en Chile hace más de cuatro años.

Desde que Michelle Bachelet entró al gobierno, los inversionistas y los ciudadanos han venido perdiendo la confianza en su capacidad para gobernar el país. Muchas de las medidas que ha tomado son contraproducentes y le han restado a Chile la predictibilidad de la que ha gozado (raro ejemplo latinoamericano) durante las últimas décadas. Por el contrario, hoy los inversionistas están reticentes a invertir en un país que ahora legisla en contra de las empresas. 

Al parecer Bachelet, siguiendo la tradición de la izquierda latinoamericana, se ha contagiado del virus de la ‘refundación’. Se quiere transformar todo, hacer una nueva constitución. Todo esto afecta la tranquilidad del país, tal y como viene ocurriendo con las normas que se están aprobando.

Las reformas para incrementar el gasto en programas sociales de Bachelet han sido consideradas como populistas. Sin duda, la medida que mayores protestas ha generado ha sido la tributaria. (Ver en Lampadia (L): Resistencias a la reforma tributaria de Bachelet). 

Las PYMES y el sector empresarial en su conjunto llamaron la atención porque estas normas sería contraproducentes, pues debilitarían sustancialmente el clima de inversión chileno en un momento en que la economía se enfría y crece a sus niveles más bajos en los últimos cuatro años (2.7% el primer cuatrimestre). A pesar de que la reforma tributaria ha sido vendida como la única forma de obtener los 8,200 millones de dólares que se necesitarían para hacer gratuita la enseñanza (una demanda que tomó las calles durante el primer gobierno de Bachelet), no es muy bien vista entre los chilenos. Ver en L: Chile por el mal camino.

Actualmente, el gobierno chileno está tomando medidas para dinamizar nuevamente el crecimiento de su economía, poniendo en marcha un plan de inversiones en infraestructuras públicas. Hace unos días, el ministro de Obras Públicas anunció que se invertirá  US$ 28,000 millones, de los cuales 11,000 serán en régimen de concesiones públicas a empresas.

La minería, uno de los sectores más importantes del país, está enfrentando graves problemas. Se espera que Chile produzca un récord de 5.83 millones de toneladas de cobre este año, llegando a 6.23 millones el año que viene, afirma la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco. Sin embargo, la estimación oficial de la producción en 2014 ya ha sido recortada dos veces, de 6.07 millones de toneladas, tras la suspensión de nuevos proyectos (como El Morro) y la caída de la producción en otros.

Sin embargo, uno de los principales problemas de las mineras chilenas es que su desventaja competitivas con otros países mineros es de 11.1%, según cifras del Consejo Minero. En los últimos cinco años, los costos de la minería del cobre habrían incrementado en 66%, indica. Se está convirtiendo en uno de los países más caros para la exploración y extracción minera.

De acuerdo a Cochilco, el costo de producir una libra de cobre aumentó de US$ 0.63 por libra en el 2004, que era la mitad del costo en África y muy por debajo del promedio mundial en el momento, a US$ 2.50 el año pasado. Esto significa que ahora cuesta alrededor de 3.5 veces más (350%) para producir una libra de cobre en Chile, comparándolo con hace una década, y la cifra es también superior a la media mundial de US$ 2.38 por libra registrado el año pasado.

Esto se debería, parcialmente, al alto precio de la energía (que significa alrededor del 20% de los costos de las empresas), lo que pone en peligro la competitividad de la industria de cobre del país y plantea un gran desafío para nuevos desarrollos. Según la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (ASIMET), el costo de la energía en Chile en la última década habría aumentado un 193%, mientras que el alza promedio mundial, durante los últimos diez años, fue de 111%.

Los altos salarios no ayudan a la situación. Los mineros chilenos producen menos de la mitad de sus contrapartes norteamericanas, pero tienen salarios más altos. El costo de mano de obra es entre 33 y 188% más alto que en otros países mineros.

Los costos de producción de minas chilenas podrían bajar, sin embargo, si los mineros recortan las expansiones planificadas debido a la caída de los precios del cobre y si los proveedores de energía se ven obligados a ofrecer precios más competitivos.

Otro de los motivos del aumento de los costos de minería del cobre es por el alza del dólar. El Ministerio de Hacienda hizo un llamado al sector privado al respecto, fomentando a que se invierta con fuerza en los sectores productivos que se vean beneficiados por una ventaja comparativa debido al tipo de cambio (como por ejemplo la exportación de alimentos, forestal y productos metálicos, que han tenido un alza de 14%, 10% y 20% respectivamente), y así poder sustituir el motor del crecimiento de los próximos años.

El economista chileno, Sebastián Edwards, explicó que “el ciclo de la mediocridad” estaría al acecho, lo cual implica una baja en la inversión, ahorro y productividad, todo lo cual ya está ocurriendo, señaló. También afirmó que el país se “ha quedado atrás en infraestructuras”, y que Chile “no es un país moderno y aspiramos a que se mueva hacia la modernidad”. También avisó de que un hipotético descenso en el precio de las commodities provocaría que “nuestro entorno se transforme en uno menos favorable”.

Otras medidas que habría que tomar en consideración sería hacer cambios en el gabinete, como afirma Edwards. Dice que, “en Chile, hasta ahora, no han existido defensores del capitalismo”, mostrando su preocupación por el clima social.

Se están tomando medidas para dinamizar la economía chilena, pero faltaría fortalecerla más. Esperemos que Chile logre su recuperación económica. A toda la región le haría mucho bien que Chile recupere su senda de crecimiento, su modernidad y su cintura. Sería muy bueno para todo Latinoamérica. Lampadia




Lo que faltaba… Alemania en crisis

Lo que faltaba… Alemania en crisis

En los últimos años, Alemania ha sido una excepción brillante a la debilidad económica de Europa. Ha sido el motor principal de la eurozona y el más resistente a las crisis, y además, considerado como el único posible salvador. Sin embargo, ahora que el crecimiento alemán ha tropezado, la zona del euro está a punto de caer nuevamente en recesión.

Se esperaba un sólido 2014 para Alemania, que representa casi el 30% del PBI de la zona del euro, ahora parece ser un año muy débil. El crecimiento del segundo trimestre cayó en 0.2%, el doble de lo previsto, lo que ha llevado alos economistas a reducir sus previsiones de crecimiento del año de un 1.8% a alrededor de 1.2%. Al ser el segundo trimestre con una contracción económica, técnicamente se podría decir que el país estaría entrando en una recesión (definida como dos trimestres consecutivos de contracción).

Durante muchos años, la economía alemana, orientada a la exportación de sus productos de alto valor, ha sido un modelo ha seguir para el resto de Europa. Además, algunos años antes de la crisis, flexibilizó sus regulaciones laborales, siguiendo el ejemplo de Suecia. Pero su aparente fortaleza ha ocultado vulnerabilidades a largo plazo que amenazan con eclipsar su potencial.

El principal motivo de la caída de su economía es el contexto mundial, que está afectando las exportaciones. Alemania es particularmente dependiente del comercio ya que sus exportaciones representan el 50% de su PBI. Se ha visto afectada por el lento crecimiento de los otros 17 países de la eurozona que adquieren el 40% de sus exportaciones. Igualmente, la desaceleración de China, que se lleva un 6% de sus exportaciones.

Otra causa de su estancamiento es la poca inversión privada. Esta se redujo de cerca de 21% en el 2000 a un poco más del 17 % en el 2013. Muchos economistas concluyen que las empresas están preocupadas por la falta de trabajadores calificados, el estado de la zona euro y los crecientes costos de energía. Dadas estas circunstancias, los inversionistas prefieren ahorrar esperando mejores tiempos.

El alto costo de electricidad, su dependencia de Rusia y el cierre de sus centrales nucleares es otro grave problema. Según la Agencia Internacional de Energía, los precios de la electricidad de la industria alemana se han triplicado desde el 2000, causando que las industrias intensivas en energía pierdan interés en Alemania para localizarsus negocios. Por ejemplo, la BMW ha migrado muchas de sus sedes manufactureras a los Estados Unidos, donde el costo es 80% menor.

El problema es que el dinero está siendo invertido en producción, educación e infraestructuras, que luego se convertirían en la base para la prosperidad futura, el progreso técnico y la creación de puestos de trabajo.

Según los cálculos del Instituto Alemán de Investigación Económica, el déficit de inversión entre 1999 y 2012 ascendió a alrededor de 3% del PBI, la más grande “brecha de inversión” de cualquier país europeo. Y si se comparan solo los años del 2010 al 2012, la brechaes aún más grande, de 3.7%. Según dicho instituto, sólo para mantener el status quo y lograr un crecimiento razonable, las empresas y el gobierno tendrían que invertir € 103 mil millones (US$ 133 mil millones) anuales adicionales a lo que se hace hoy.

En el nuevo libro, La Ilusión ‘Alemania’ (The Germany Illusion), de uno de los principales economistas del país, Marcel Fratzscher, se cuestiona al gobierno por negarse a invertir en infraestructuras y no fomentar la inversión privada y un sector de servicios moderno que daría mejores salarios y por lo tanto impulsaría un mayor gasto de los consumidores.

Como afirma The Economist, “un estímulo fiscal, centrado en la inversión en infraestructuras, dejaría al país más seguro en el corto plazo y con mayor capacidad de crecimiento a largo plazo. Sin romper las reglas fiscales del país.”

Cabe recordar que en la crisis financiera del 2009, lo que salvó a Alemania de un mayor impacto, fue su reforma laboral. Esta consistió principalmente en que las empresas alemanas puedan reducir la jornada de los trabajadores con mucha flexibilidad para adecuarla a la demanda productiva, y estos trabajadores ven compensada su reducción de salario con un subsidio público. Aunque este tipo de medidas tienen un costo para el Estado, ya que este tiene que correr con gastos que ahorra la empresa, el trabajador conserva su puesto y mantiene su poder adquisitivo, con lo que se evitó que la crisis se agrave destruyendo empleo.

Sin embargo, esta vez se necesitará más que esta reforma para enfrentar los problemas de Alemania, que no solo ha sido el director de orquesta del proceso de ordenamiento de Europa, sino la esperanza de que se anime a asumir una parte de los costos de la recuperación de la región. Los alemanes se han resistido fuertemente a hacerlo. Ahora esto será más difícil y por lo tanto, más lejana la recuperación de Europa. Malas noticias para la economía global. Lampadia




Ahora tenemos que velar por la inversión y el crecimiento

Ahora tenemos que velar por la inversión y el crecimiento

En lo que va del año las estimaciones de crecimiento del país se ha ido reduciendo mes a mes. El viernes último, el BCR, volvió a recortar su estimación para el 2014. Esta vez sostuvo que el PBI se expandiría en apenas 3.1%, cuando anteriormente había asegurado que llegaríamos al 4.4%. Esta última cifra está muy lejos del optimista “por encima del 5%” que proyectó el MEF a fines del 2013, y por supuesto del promedio de la década pasada, 6% anual. Esta situación es sumamente preocupante.

Y es que el crecimiento del PBI es la clave del desarrollo integral (económico y social) de un país. Si la tasa de crecimiento no es óptima, la renta de una nación, es decir su nivel de riqueza, será escaso, su inversión limitada y su capacidad de crear empleo disminuida. Por lo tanto, además, el Estado no tendrá los recursos para atender sus obligaciones. Todo esto redunda directamente en una menor reducción de la pobreza, objetivo número uno de un país emergente como el Perú.

Como señala el reconocido economista de la Universidad de Columbia (EEUU), Xavier Sala-i-Martín: “No es difícil darse cuenta de que pequeñas diferencias en la tasa de crecimiento [PBI], sostenidas durante largos periodos de tiempo generan enormes diferencias en niveles de renta per cápita. Por poner un ejemplo, el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de los Estados Unidos pasó de 2,444 dólares en 1870 a 18,258 dólares en 1990. Ambas cifras en dólares reales de 1985. Es decir en poco más de un siglo, el PBI se multiplicó por ocho. Este cambio sustancial, que representó una tasa de crecimiento anual de 1.75%, convirtió a los EE.UU en el país más rico del mundo. (…) Consideremos ahora lo que hubiera pasado si el mismo país hubiera crecido al 0.75%El nivel de 1990 no habría sido de 18,258 dólares sino de 5,519 dólares: menos de la tercera parte. Esto significa que, en lugar de ser el país más rico del mundo, EE.UU tendría una renta per cápita del nivel de México o Hungría y disfrutaría de 1,000 dólares por persona menos que Portugal o Grecia. ¡Y la diferencia entre uno y otro escenario es solamente de un punto porcentual!” (Ver gráfico).

Es evidente, entonces que una leve variación del PBI tiene un impacto enorme en los niveles de renta per cápita y, consecuentemente, en la reducción de la pobreza y el bienestar social de un país. Como explica Sala-i-Martín, el crecimiento no siempre es sostenido, lo importante es tener un promedio adecuado a las posibilidades de cada país. Recordemos que el HSBC dice que para el 2050, el Perú podría ser la economía 26 del mundo con no más de 10% de pobres (no-extremos) si crecemos a un promedio de 5.5% anual. (Ver en Lampadia: 2050: ¿El Perú en el puesto 26?).

Esta no es una discusión ideológica. La historia de los pueblos y los datos empíricos determinan que así se produce el bienestar.

“Todo esto empezó a cambiar en 1760 cuando un nuevo sistema económico nacido en Inglaterra y Holanda, el capitalismo, provocó una revolución económica que cambió las cosas para siempre: en poco más de 200 años, el capitalismo ha hecho que el trabajador medio de una economía de mercado media no solo haya dejado de vivir en la frontera de la subsistencia, sino que incluso tenga acceso a placeres que el hombre más rico de la historia, el emperador Mansa Musa I, no podía ni imaginar”, señala el citado economista (Ver en L: El capitalismo reduce la pobreza del mundo).

Para demostrar la fuerza de los postulados del modelo de libre mercado, Sala-i-Martín, señala: “En 1970, el 30% de la población mundial vivía con menos de un dólar al día.  En el año 2011 (último año para el que disponemos de datos), la tasa de pobreza era de menos del 5%. (…) ¿Qué ha pasado desde 1970? Pues, entre otras cosas, que los países más poblados y más pobres del mundo abandonaron los sistemas socialistas de planificación que los condenaban a la pobreza y adoptaron el capitalismo como forma de organización económica. El caso más espectacular es el del país más poblado de todos: la China. (Un dólar al día es la definición de pobreza extrema que la ONU utilizó para fijar los objetivos del milenio en el año 2000)”.

Una magnífica demostración de estas relaciones entre crecimiento y pobreza se aprecian en una reciente conferencia en un instituto sueco, verla en Lampadia: Bill Gates y Hans Rosling debaten el fin de la pobreza extrema.

Sin ir más lejos eso es lo que ha sucedido en el Perú en las últimas décadas. Diversos estudios han demostrado como la pobreza ha venido reduciéndose en el Perú. Según cifras del INEI este indicador ha descendido del 58,7% en el 2004 a 23,9% en el 2013, y la pobreza extrema se ha reducido a 4.7%. Como ha señalado el economista Juan Mendoza, y otros expertos (ver en L: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento).

Es decir, el crecimiento económico, propiciado por el regreso de la inversión privada con la Constitución del 93, es el responsable directo de la disminución de la pobreza y los demás indicadores sociales.

Pero más importante aún que este fenómeno, es que, como ha demostrado Elmer Cuba de Macroconsult, “entre 2004 y 2013 la forma de la pirámide de ingresos ha cambiado a un rombo”. Esto se aplica en el conjunto del país, en los sectores urbanos y rurales. (Ver en L: La Rumba del Rombo).

Aunque muchos critican al PBI, como un indicador que solo mide la pobreza monetaria, un reciente estudio de la Universidad de Oxford demuestra que los índices que miden “la pobreza multidimensional” y el “Índice de Desarrollo Humano” reflejan lo mismo que consigue el denostado PBI. Los resultados del mencionado informen concluye que “para los hacedores de políticas [autoridades y expertos], la data también sugiere que el aumento de los ingresos se traduce en menores niveles de pobreza multidimensional. El crecimiento económico puede, entonces, no sólo ser la mejor manera de superar la pobreza extrema, sino también de reducir los aspectos no económicos, como las terribles carencias sociales” (Ver en L: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza).

Ahora que nuestra economía está cuesta abajo, debemos tratar de consensuar prioridades e instrumentos. Lo primordial es disminuir la pobreza y para ello tenemos que mantener la inversión y el crecimiento. Lampadia




Lo que faltaba: Alemania

Lo que faltaba: Alemania

Por The Economist

(Gestión, 21 de Octubre del 2014)

Durante los últimos años Alemania ha sido una notable excepción a la debilidad económica de Europa. Pero, repentinamente, el “teflón teutón” se halla en problemas: su PBI cayó en el segundo trimestre del año y las noticias recientes pintan un escenario todavía más desalentador. Por ejemplo, la producción industrial y las exportaciones decrecieron en agosto.

El índice ZEW, elaborado por el Centro de Investigación Económica Europea (ZEW, por sus siglas en alemán) y que mide la confianza de los inversionistas, se ha desmoronado a su nivel más bajo en casi dos años. Y pudiera ser que la economía alemana esté en recesión.

Esta debilidad tiene a muchos fuera de Alemania profundamente consternados, pero dentro del país la reacción ha sido una estoica despreocupación. Incluso el Gobierno, que la semana pasada recortó sus proyecciones de crecimiento del PBI para este año de 1.8% a 1.2%, y de 2% a 1.3% para el 2015, se mostró contrario a cualquier cambio en su meta de equilibrar el presupuesto el próximo año.

“Una reducción en el crecimiento no es un cataclismo”, declaró Sigmar Gabriel, ministro de Asuntos Económicos y Energía, agregando que no existen “razones de política económica” para cambiar el rumbo.

Buena política, mala economía

Políticamente, esta posición tiene cierta lógica. La promesa de no incurrir en endeudamiento gubernamental en el 2015 estuvo en el centro de la campaña electoral de Angela Merkel. Mantenerse firme en los compromisos asumidos es bien visto por los electores alemanes, quienes consideran que los déficits son peligrosos, inefectivos y probablemente inmorales.

Sin embargo, económicamente, la lógica es endeble. Es riesgoso obsesionarse por un presupuesto equilibrado a puertas de una recesión, pues el estímulo fiscal, enfocado en la inversión en infraestructura haría que el país esté más seguro en el corto plazo y con la capacidad de crecer más rápido en el largo plazo. Además, no rompería las reglas fiscales del Gobierno.

Los políticos alemanes están convencidos de que el enfriamiento de su economía será modesto y temporal. Pero un vistazo a la economía mundial arroja muchas señales de peligro encendidas. Es que los precios de las acciones, las tasas de inflación y los rendimientos de los bonos están cayendo, el precio del petróleo está en descenso y China está batallando contra un problema de endeudamiento.

Todo esto podría fácilmente ser el presagio de un desplome económico feo y prolongado. De cara con esa posibilidad, un gobierno prudente debería preparar algunas defensas contracíclicas.

Una herramienta es flexibilizar la política monetaria. El Gobierno alemán debe respaldar el esquema de grandes compras de bonos del Banco Central Europeo y no liderar su oposición. Pero la principal herramienta que está a disposición de Merkel es la política fiscal. Si incrementa el gasto público el próximo año, el Gobierno podría amortiguar su economía ante cualquier debilidad externa.

Y enfocar dicho gasto en infraestructura podría impulsar las perspectivas de crecimiento de largo plazo de la economía alemana. Una década de ajustarse los cinturones ha dejado al país hambriento de una necesaria inversión. Es que desde el 2003, la inversión pública no ha crecido al mismo ritmo que la depreciación y, por tanto, no sorprende que los puentes estén resquebrajándose y los jardines de infantes estén superpoblados.

Esta austeridad daña la productividad alemana. Es una economía falsa, especialmente cuando el dinero está tan barato. Los rendimientos de los bonos se encuentran en un nivel bajo histórico de 0.72% y las tasas de interés de largo plazo, en términos reales, son negativas.

Haciendo una estimación conservadora, el gobierno de Merkel podría incrementar el gasto en infraestructura en alrededor de 0.7% del PBI en el 2015 y 0.5% del PBI en el 2016 sin que ello signifique romper las reglas que fijan los límites de endeudamiento público. Esos recursos deberían ser utilizados para acelerar los proyectos federales que están listos para el inicio de obras, que son muchos y van desde la reparación de puentes a la culminación de caminos; así como para ayudar a los estados y municipios que carecen de dinero en efectivo y que representan los dos tercios del gasto gubernamental en infraestructura.

Esta publicación —que piensa que las reglas de endeudamiento público son excesivamente rígidas— preferiría un plan más ambicioso, pero esto podría ser un comienzo. Alemania debe hacerlo ahora.




Cusco bate todos los records de crecimiento

Cusco bate todos los records de crecimiento

Cusco ha batido todos los records de crecimiento en lo que va del año y sigue manteniendo su liderazgo. Según un informe reciente del INEI, esta región se ubica en el primer lugar de crecimiento de su PBI con resultados realmente espectaculares: 17.5% en el 2013.

Cabe recordar que en un estudio del IPE publicado a mediados de este año, se afirma que el crecimiento acumulado del PBI de Cusco entre el 2001 y 2013 fue también impresionante. Después de China, se convirtió en la economía de mayor crecimiento del mundo, superando también a Panamá y la India. En el mismo período el crecimiento mundial acumulado fue de solo 55%, mientras que el Perú tuvo una expansión de 109% y el Cusco de 172%. Bolivia que el último año creció más que el Perú, solo acumuló un crecimiento de 61% en los últimos 13 años. Performance que no es suficiente para que ahora la izquierda pretenda descalificar nuestro modelo. 

Según el INEI, otras regiones del Perú han tenido un desempeño inverso. En el 2013, Pasco y Cajamarca, mientras Cusco creció en 17.5%, cayeron a -0.3% y -0.6%,  respectivamente.

Los motivos del crecimiento de Cusco se deben principalmente a la inversión privada, el gas de Camisea y el turismo. Las proyecciones de crecimiento de la Cámara de Turismo del Cusco (CARTUC) para el 2014 señalan una cifra  aproximada de cuatro millones de turistas que ingresarán a la región; con lo cual se prevé que siga este extraordinario avance del sector.(Ver en Lampadia (L): Cusco, te busco)

La explotación del gas natural de Camisea ha sido decisiva en el extraordinario crecimiento de Cusco. Este proyecto, que debió iniciarse a mediados de los años 80, se postergó 20 años en entrar en producción por la absurda oposición  de la izquierda. En especial de los cusqueños liderados por el entonces alcalde, Daniel Estrada, quien recibió el respaldo de Alan García (primer gobierno). Sí el proyecto se hubiera realizado en esa época las condiciones sociales y económicas de la región serían inmensamente mejores a las de hoy.Para muestra, las cifras del siguiente cuadro:

Camisea, además, cambió notablemente la matriz energética del país. En el 2001 el 58.5% de la energía eléctrica provenía del petróleo, pero hoy esa cifra se ha reducido porque el 43% de la energía proviene del gas natural.

Cusco recibió por regalías del gas US$ 1,304 millones en el 2013 y 101 millones de nuevos soles por canon minero.

Sin embargo, los beneficios no han conseguido desterrar aún del todo las  ideas anti inversiónde muchos cusqueños. Un ejemplo es la paralización de la inversión minera en Espinar, que pretendió boicotear las operaciones de Antapaccay. (Ver en L: Tierra y Libertad conspira en Espinar). Acaba de suspenderse el proceso de concesión del Teleférico de Choquequirao mediante una resolución judicial, producto delos celos regionalistas. Este proyecto habría generado inversiones de S/. 123 millones.

No se entiende esta actitud, lo ocurrido con el proyecto de Camisea, el cual tuvo que sortear una absurda demora de 20 años, demuestra que oponerse a inversiones de este tipo es en realidad un disparo al pie. Conga, de alguna manera, está sufriendo el mismo tipo de oposición que en su momento afectó a Camisea.

Este proyecto traería una inversión de US$ 5 mil millones, esperemos que no tome 20 años en viabilizarse. Lamentablemente hay algunos que todavía no quieren comprender y aceptar que el crecimiento se debe fundamentalmente a la inversión privada, y siguen deteniendo proyectos importantes. (Ver en L: 7 equipos que aseguren el desarrollo de 7 proyectos).

Si Cusco y el Perú quieren seguir creciendo como lo han hecho tan espectacularmente en los últimos años, deberán apostar por la inversión. Lampadia




Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

La economía de Bolivia es una de las de mayor crecimiento en Latinoamérica, con una expansión de su PBI de 5.7% proyectada para este año.  Otro país con una proyección exitosa es Colombia, que crecería 4.7%. Sin embargo las políticas de ambos países son muy distintas. Por su lado el Perú sigue bajando hacia un 3%.

La década de 1980 fueron una “década perdida” para el progreso económico en América Latina y Bolivia. La nación cayó en una crisis económica extrema, con una creciente deuda externa e hiperinflación, llegando a más de 25,000% en 1985. Para solucionar estos problemas, el presidente entrante Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) llamó al economista de Harvard, Jeffrey Sachs, para ayudar a diseñar una conversión de Bolivia hacia las políticas de libre mercado. Paz Estenssoro elevó los impuestos, eliminó los controles de precios sobre los bienes de primera necesidad, congeló los salarios y eliminó los derechos y protecciones de los sindicatos. Estas medidas redujeron la inflación en 1987 a 11%. Además, Paz Estenssoro aprobó una ley para acabar con los cocaleros locales.

Luego, los Presidentes Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) profundizaron el impulso del libre mercado. Sánchez de Lozada, que hablaba con acento de gringo, discípulo del libre mercado, impulsó la privatización de la empresa nacional de electricidad, el ferrocarril y la compañía de petróleo y gas. Después de estas reformas Bolivia estabilizó su economía con un crecimiento moderado y sin inflación.

El crecimiento económico de Bolivia con Evo Morales, re-reelegido, que cambiado la Constitución en su primer mandato, esbastante aceptable. Su PBI per cápita se ha duplicado desde que inició su mandato, pasando de US$ 1,203 en el 2006 a US$ 2,868 en el 2013. Colombia pasó de US$ 3,713 a US$ 7,826 y Perú de US$ 3,124 a US$ 6,660en el mismo período. El PBI de Bolivia se ha expandido alrededor de 5% al año, y el 2014 se proyecta entre 5.5% y 5.7%. Colombia apunta a crecer 4.7% y el Perú tan solo 3.2%.

Gran parte de este desempeño se puede atribuir a los precios del gas natural y su gran exportación de soya.Esto es un gran avance tras la conocida “guerra del gas”, que empezó con la venta del gas natural boliviano a empresas extranjeras en el 2003, además del anuncio de la construcción de un gasoducto a Chile. Esto llevó al país a una serie de protestas que forzaron la renuncia del entonces presidente Sanchez de Lozada. Su Vicepresidente Carlos Mesa asumió la presidencia, y llamó a un referéndum para la re-nacionalización del gas natural. La medida fue aprobada abrumadoramente. Aún así, las condiciones sociales siguieron deteriorándose. En el 2006, Morales nacionalizó parcialmenteel gas natural obteniendo el control mayoritario de las empresas españolas y brasileñas, aumentandola participación del gobierno al 82%.

Bolivia ahora cuenta con las segundas mayores reservas de gas natural en América Latina, después de Venezuela. La producción de gas natural boliviano ha aumentado a más del doble, y el producto de las ventas se han incrementado desde 5.6% del PBI en el 2004 a 25.7% en el 2008, y hoy en día el gas natural representa casi la mitad de las exportaciones bolivianas, vendiendo más de la mitad a Brasil. El gas también es clave para los ingresos del gobierno: mientras que en el 2002 llegaban al 7%, hoy constituyen más del 50% de sus ingresos.

Evo Morales encarna un modelo caudillista y de culto a la personalidad al estilo estalinista. Morales fue elegido en 2006, en medio del descontento popular.Luego Morales se asoció al Alba y al “socialismo del siglo XXI” de Chávez, reescribió la constitución y concentró todos los poderes del Estado.

El  crecimiento económico, se debe en parte a una cierta ortodoxia macroeconómica, basada en sus recursos naturales: estaño, plata, soya y petróleo y gas natural. Sin embargo, Morales ha distribuido dinero a manos llenas, casi un tercio de los bolivianos (poco más de tres millones) recibe algún tipo de ayuda estatal. Actualmente existen tres bonos: la renta de dignidad, Juancito Pinto y Juana Asordui de Padilla. El primero se le otorga a todas las personas mayores de 60 años, hubiera laborado o no en su vida. El segundo es una beca de estudios y el tercero es un seguro de salud a madres, trabajen o no, de atención gratuita por tres años después de dar a luz. De esta manera se reduce la pobreza, pero no es sostenible en el largo plazo. La pobreza sigue siendo relativamente alta, 45%, comparada con la de Colombia de 34% y la del Perú de 28% al 2011. (La del Perú al 2013 llegó a 24%).

A pesar de los ingresos por los commodities, se ha gastado más de lo ahorrado, y por eso se ha promulgado una peligrosa ley bancaria que pone tope a las tasas de interés. Si aumentala inflación, los bancos tendrían que asumir la diferencia, lo que llevaría al país a una crisis.

También cabe recalcar la nacionalización de industrias “estratégicas”, como la de energía, telecomunicaciones y minería, han llevado a que el Estado controle el 35% de la actividad productiva. Esto traeingresos al gobierno, pero también genera un “crowding out” (desplazamiento de la inversión privada) malogrando el largo plazo. Es así que la inversión ha bajado al 18% del PBI.

Morales también tiene que lidiar con la corrupción. Su estrategia de fingir ignorancia sobre las actividades ilegales del narcotráfico para aprovecharse de un boom cocalero de más de 30 mil hectáreas, ha tenido consecuencias nefastas. Las tasas de asesinatos han aumentado y el índice de criminalidad está en ascenso. 

Estas políticas son muy diferentes a las medidas tomadas por Colombia, que ha crecido económicamente promoviendo la inversión privada y desregulando (lo mismo que el Perú hizo desde la Constitución del 93), creando un ambiente de confianza. (Ver en Lampadia (L): Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…)

El principal componente del crecimiento de Colombia es la inversión privada. En los últimos años ha comenzado a promoverla inversión minera, que en el 2013 representó el 17.4% de la inversión extranjera directa (IED). Los colombianos buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad. (Ver en L: Destrabemos la construcción de nuestro futuro)

Ambos países crecen, pero mientras el de Bolivia no parece sostenible, el de Colombia lo hace con una base sólida. Esperamos que el gobierno peruano reaccione a tiempo para evitar que se consolide la parálisis de la inversión privada y la disminución del crecimiento. Lampadia




Destrabemos la construcción de nuestro futuro

Destrabemos la construcción de nuestro futuro

Durante la última década, el Perú ha sido reconocido como una de las economías de mayor crecimiento en América Latina, con una tasa de crecimiento promedio anual superior al 6%. Sin embargo, nuestra economía se ha desacelerado en el último año. Hace pocas semanas, Alonso Segura, Ministro de Economía y Finanzas, calificó al 2014 de “mediocre”, y afirmó que creceremos alrededor de 3.5%, un estimado que se ha tenido que ir reduciendo a lo largo del año.

En un reciente reporte de Bank of America, se recomienda comprar bonos soberanos colombianos por encima de los peruanos, garantizando que Colombia sería la nueva estrella de la región, y tendría mayores fortalezas. Esto se debe principalmente a las medidas de este país para promover la inversión privada (lo mismo que el Perú hizo desde la década del 90 y especialmente en el nuevo siglo), crear un ambiente de confianza, y eliminar trabas burocráticas para avanzar en infraestructuras. (Ver en Lampadia (L): Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…)

El principal componente del crecimiento de la economía es la inversión privada. En los últimos años Colombia ha comenzado a promoverla inversión minera, en el 2013 representó el 17.4% de la inversión extranjera directa (IED). Los colombianos buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad.

En cambio en el Perú ha sucedido todo lo contrario. En los últimos años se ha fomentado una serie de mitos anti mineros (que contamina, que se gasta el agua, que exporta piedras, que no se puede hacer minería en las cabeceras de cuenca, etc.). Además, de facto y paulatinamente, se instaló un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales, que además del empoderamiento de las autoridades regionales y municipales con capacidades discrecionales absolutas (con el dinero del canon en sus manos, pensaron que no necesitaban al sector privado yactuaron como si los ciudadanos individuales y las empresas fueran sus enemigos). Todo esto, la parálisis de la inversión minera y sus efectos multiplicadores, terminaron desacelerando a una de las economías más dinámicas del mundo, nuestro Perú.

En las últimas elecciones regionales se eligió a un buen número de candidatos anti-mineros. Buenaventura recibirá un impacto negativoen el valor de sus acciones como producto de la elección de un candidato que se opone al proyecto Conga (como lo indica hoy Moody’s). Otros candidatos en distintos departamentos del país, como en Ancash, Puno, Apurímac, Junín y Madre de Dios, también son anti-inversión y podrían presentar grandes obstáculos en el futuro.

El Perú es un reconocido productor mundial de cobre, oro, plata y zinc. La minería genera normalmente el 60% de los ingresos por exportación,con solo el 15% del PBI. Para poder retomar nuestra competitividad y reanudar el alto crecimiento que nos consagró como ‘La estrella de América Latina’, se tienen que tomar medidas de inmediato.

El principal obstáculo es la desaceleración de la inversión privada causada por el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión.

Para esto se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. Se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrenta la actividad minera y los proyectos de infraestructuras. Por ejemplo en minería se requiere superar los siguientes trámites: Enexploración (6), explotación (84), ambiente (47), agua (10), tributos (9) y cierre de minas (13), llegando a un total de 180 normas que hoy regulan la minería en 130 instancias distintas. Hemos pasado de 1 (una) norma en los 90’s a 180. (Ver en L: El Perú renuncia al desarrollo y al bienestar general.) Parece un complot. Tenemos que facilitar la inversión y reactivar la minería, como un acto de consecuencia mental y compromiso con la obligación de reducir la pobreza. En las palabras del gran reformador Neranda Modi, Primer Ministro de la India, lo que se necesita es: “No red tape, only red carpet for investors”. (Ver en L: La visión de país y reformas que el Perú necesita).

El Perú tiene alrededor de US$ 60 mil millones en proyectos de inversión minera, incluyendo los US$ 1.7 MM en la mina de cobre Constancia, que deberá comenzar su producción a finales de este año. También tenemos el proyecto de cobre de Las Bambas y la expansión de Cerro Verde. Chinalco ya está poniendo en marcha la producción de Toromocho.Tía María debería empezar su mayor inversión en los próximos meses. Todos estos proyectos tienen un riesgo alto de retraso o cancelación si no se toman medidas oportunas y efectivas.

El gobierno dice tener previsto tomar medidas adicionales para garantizar que la economía se expanda en un 6% al año en promedio. Esperemos que estas medidas incluyan la viabilización de por lo menos siete proyectos productivos y de infraestructuras, públicos y privados, para poder reactivar rápidamente la economía del país. (Ver en L: 7 equipos que aseguren el desarrollo de 7 proyectos).

No hay más tiempo que perder. Necesitamos acción, ¡AHORA!  Lampadia




Bienestar económico y tasa de suicidios

Bienestar económico y tasa de suicidios

Se dice comúnmente que “el dinero no compra la felicidad… ¡pero como ayuda!” Es cierto, en la medida que los problemas económicos (en especial los de subsistencia básica) estén solucionados, las personas pueden realizarse de mejor manera. Cuando las carencias son muy grandes la infelicidad puede ser mayor. El indicador que resaltamos en este informe tiene una alta significación estadística y merece unas reflexiones. 

Se ha escrito mucho sobre el bienestar económico y la propensión al suicidio. Aquí respasamos algunos algunos de estos argumentos.

Hace unos días, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) instaba a los países a preocuparse más seriamente en la prevención de suicidios. De acuerdo a esta institución cada 40 segundos una persona se quita la vida. Las cifras de suicidios están en ascenso en el mundo. El 2012 superaron las 800 mil personas.

De acuerdo al recientemente fallecido premio nobel de economía, Gary Becker  “en términos técnicos, muy asociados a terminología financiera, el valor presente de la vida futura, si es negativo, puede hacer que una persona opte por suicidarse. En esto influye qué bienestar estime que hay en el futuro y cómo lo valore en la actualidad (aquí entra lo que llaman la tasa de descuento; si tiende a ser muy alta, la gente sólo valora lo inmediato y le cuesta postergar la felicidad). Yendo más allá, aunque el valor presente del futuro sea negativo, si hay un período futuro en que la felicidad es positiva, se postergará el suicidio. Siguiendo con terminología financiera, esto significa que hay una opción – un derecho a suicidarse el cual puede ejercerse o no – y el cual depende en su valoración en elementos como por ejemplo, la volatilidad respecto a la felicidad (en teoría de opciones esta sensibilidad de la opción a la volatilidad se llama vega). Mientras más fluctúe la felicidad a lo largo de la vida, la opción suicida puede tomar valor, estar, como dicen los financieros “in-the-money” y ejercerse”.

Esta lamentable decisión, es optada por gente que ve que no hay futuro. Algo que ocurría en el Perú de los 80, en los que no solo la gente se suicidaba más, sino que optaba por otras soluciones: migrar del país, por ejemplo. En esos tiempos el 87% de los jóvenes confesaba que deseaba irse del Perú. Y de hecho muchos se fueron.

Como señala Becker “a diferencia de la teoría económica convencional que considera la conducta orientada sólo hacia el futuro, el suicidio presenta una particularidad: también mira hacia el pasado. Cuando la gente tiene una caída en su nivel de vida inmediata o bien disminuye súbitamente su status social, considerará más la opción suicida. En mayor medida  cuando la sensación de pérdida es reciente. Una vez pasado un tiempo, la gente se acostumbra a su situación. Un caso límite son los presidiarios: el riesgo de suicidio es mayor en los 3 primeros meses de encarcelamiento -89% de los suicidios carcelarios ocurren en ese plazo-.”

Esta es la razón por la cual, apenas se desató la crisis financiera se dispararon los índices de suicidio en los países occidentales (Estados Unidos y Europa). Mucha gente perdió rápidamente su estatus económico y social. Paul Krugman daba cuenta de esta realidad en abril del 2012. “The New York Times informaba de un fenómeno que parece extenderse cada vez más en Europa: los suicidios ‘por la crisis económica’ de gente que se quita la vida desesperada por el desempleo y las quiebras de empresas (…) Piensen en la situación de España que actualmente es el epicentro de la crisis. Ya no se puede hablar de recesión; España se encuentra en una recesión en toda regla, con una tasa de desempleo total de 23,6%, comparable a la de EEUU en el peor momento de la Gran Depresión y con una tasa de paro juvenil mayor al 50%”.

De hecho los números de suicidios en España se incrementaron luego de la crisis (2008), pero el 2012, tal y como señalaba Becker, la tasa cayó en un 20.3%.

Lo que se puede ver en el Perú es que la tasa de suicidios ha ido disminuyendo del 2000 al 2012. En ese periodo la caída ha sido del orden 27.1%, asimismo en el 2012, como muestra el mapa de líneas arriba, el Perú es hoy día uno de los países con menor tasa de suicidios en el mundo, ambos datos según la OMS. Un resultado interesante que se produce justamente en el periodo en que el país ha reducido significativamente la pobreza (en más de 50%) gracias al crecimiento económico y al desarrollo integral y sostenible que ha tenido el país en este mismo periodo. Al mismo tiempo hemos experimentado el crecimiento de la clase media con lo cual un porcentaje importante de la población ha mejorado su estatus socio-económico.

A lo largo de ese período de incremento del bienestar y disminuyó la pobreza y la desigualdad en el Perú, no han faltado (en verdad han sobrado) políticos, analistas, académicos y líderes mediáticos que han persistido en negar nuestros avances y siguen insistiendo en combatir la inversión privada como si fuera el arma de una fuerza de ocupación extranjera.

En Lampadia hemos destacado todos los indicadores sociales y económicos habidos y por haber, para reflejar lo que han sido los resultados de una Constitución que permitió el regreso de la inversión privada al país. Esta vez se suma al sustento de nuestra realidad, un indicador poco usual, pero que muestra un impacto contundente de prosperidad. Lamentablemente, la falta de convicción del gobierno, en sus distintos estamentos, nos viene llevando de la mano a una parálisis económica que no debemos dejar que termine por desandar el buen camino. Lampadia




Chile por el mal camino

Chile por el mal camino

Apenas a los seis meses de iniciar su segundo mandato presidencial, la confianza en la capacidad de Michel Bachelet se ha deteriorado rápidamente. La encuestadora Plaza Pública Cadem, anunció el 29 de setiembre último que el aumento en los niveles de desaprobación de la Presidenta llegaron al 43% (la aprobación está en 45). El Diario Financiero de Chile sostiene que la desaprobación está relacionada con la sensación de que el país va por mal camino. “Hoy solo un 48% de los consultados creen que Chile va por un buen camino, y un 37% piensa lo contrario, aumentando este último ítem en un 22% en comparación a la primera medición de marzo”.

Bachelet ha sido severamente criticada por emprender una serie de reformas para incrementar el gato en programas sociales, que según la presidenta están diseñados para “reducir la desigualdad”. Aunque para muchos no sea más que una intención populista.

Sin duda, la medida que mayores protestas ha generado ha sido la tributaria. (Ver en Lampadia (L): Resistencias a la reforma tributaria de Bachelet). Las PYMES y el sector empresarial en su conjunto llamaron la atención porque estas normas sería contraproducentes, pues debilitarían sustancialmente el clima de inversión chileno en un momento en que la economía se enfría y crece a sus niveles más bajos en los últimos cuatro años (2.7% el primer cuatrimestre).

A pesar de que la reforma tributaria ha sido vendida como la única forma de obtener los 8,200 millones de dólares que se necesitarían para hacer gratuita la enseñanza (una demanda que tomó las calles durante el primer gobierno de Bachelet), no es muy bien vista entre los chilenos. La encuesta de Plaza Pública Cadem señala que en marzo, al comenzar el debate, la reforma tenía una aprobación del 52%, pero cuando fue promulgada por el Ejecutivo redujo este índice a 42%, al mismo tiempo su desaprobación subió de 24% a 38%.

Ahora, Bachelet ha anunciado que se autorizará a Codelco, la empresa minera estatal, a gastar 23,500 millones de dólares en renovar minas de más de cien años de antigüedad. Esta decisión ha sido tomada porque los ejecutivos advirtieron que la producción podría caer a casi la mitad en los próximos seis años sino se hacen estos trabajos. “El gobierno está tomando una gran apuesta que será importante para Chile y los ingresos fiscales para el país”, dijo Santiago González, ex ministro de Minas y Vice-Canciller de la Universidad Central en Santiago, en una entrevista telefónica. “Si Codelco no hace estas inversiones la producción caerá”, indicó el ex ministro a Bloomberg.

Esta situación es grave, pues el cobre genera el 20% de los ingresos del Gobierno y el 60% de las exportaciones chilenas.  Actualmente, el fondo de riqueza soberana que produce el cobre asciende a 23.7 mil millones de dólares. Es decir, prácticamente lo mismo que se gastará en ampliar las minas. De esta forma, el Estado está asumiendo el capital de riesgo, que en realidad debieran asumir los privados. 

El problema se agrava dado que  “los precios del cobre están cayendo y los costos de Codelco se incrementaron más del doble en cinco años. La compañía, además se está quedando sin mineral rentable para su extracción” asegura Bloomberg.

Una de las ampliaciones se hará en la famosa mina de Chuquicamata (la mina de tajo abierto más grande del mundo). Solo allí se piensa invertir unos 4.7 mil millones dólares por año entre 2014 y 2018 para elevar la producción de a 2 millones de toneladas por año.

Aunque se ha prometido financiar este monto con emisión de bonos, el grueso del dinero saldrá de las arcas de la propia Codelco, lo cual puede poner en riesgo los ingresos que el gobierno chileno precisa para las reformas que prometió en campaña.

Así las cosas el futuro económico de Chile se muestra sombrío: más gastos en inversión y programas sociales pueden hacer trastabillar el crecimiento de esta nación, la cual ha crecido a un ritmo de 5.6% al año durante las últimas 3 décadas. Y todo para satisfacer las ansias populistas de Bachelet. Pobre Chile.




La caída de los BRICS

La caída de los BRICS

BRICS es un acrónimo que refiere a lo que eran las cinco más prometedoras economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (denominado así en el 2001). Este término lo acuñó Jim O’Neill, en ese entonces Chief Economist de Goldman Sachs, que analizó el surgimiento de estos países como potencias económicas, que jalarían al resto del globo los siguientes años.

Los miembros son países en desarrollo, o recientemente industrializados, y se distinguían por sus grandes economías, su rápido crecimiento y significativa influencia en los asuntos regionales y globales; los cinco son además parte del G20. Ahora, estos países se reúnen con frecuencia para discutir cuestiones económicas y políticas de mutuo interés.

En el 2001, cuando se mencionó por primera vez a los BRIC, O’Neill argumentó que los cuatro países se estaban desarrollando rápidamente y que para el 2050 sus economías combinadas podrían sobrepasar a todas las economías de los países más ricos del mundo. A fines de 2000, el PBI combinado de Brasil, Rusia, India y China (BRIC) era alrededor de 23.3% del PBI mundial.

Sin embargo, últimamente  los BRICS se han despintado. Tres de ellos son ahora considerados parte de los ‘Cinco Frágiles’ (BIITS en ingles: Brasil, Indonesia, India, Turquía y Sudáfrica), economías de mercados emergentes débiles que están enfrentando problemas de “grandes déficits en sus cuentas corrientes y fiscales, caída de crecimiento, aumento en inflación e incertidumbre política”, indica Nouriel Roubini, Profesor de Economía de NYU. Por todos estos problemas, el potencial económico de estos países ha caído.

Brasil se ha venido de caída en los últimos años. Habiendo crecido 7.5% en el 2010, la tasa más alta en los últimos 25 años, en el 2011 se desaceleró a 2.7%, en el 2012 solo creció 0.9% y en el año pasado 2.3%. Para este año se espera un magro crecimiento de 1.0%. El modelo neo-populista brasilero basado en el proteccionismo y el asistencialismo ha perjudicado la competitividad de su economía, y está creando brechas fiscales sin mejorar el bienestar social.(Ver en Lampadia (L): Brasil sin rumbo ni brújula). Además enfrenta serios problemas de corrupción, siendo un claro ejemplo de ello la antes prestigiosa Petrobras, que ha sido protagonista de diversas investigaciones y acusaciones de corrupción, empañando su reputación. (L): Petrobras en problemas, según nota de Financial Times.

Rusia, a pesar de tener lazos económicos positivos con China, se enfrenta a serias tensiones en la política mundial por su anexión de Crimea, la importante península ucraniana, su actitud complaciente con el genocida Assad de Siria y su enfrentamiento abierto con occidente. Hoy representa uno de los dos más grandes peligros para la paz mundial, afectando no solo su riesgo de inversión sino  sus lazos con los demás países. (L): Un occidente débil frente a un Putin envalentonado y El Perú debe sumarse al boicot contra Rusia.

India creció rápidamente a principios de esta década, pero su tasa de crecimiento cayóluego a 5% en el 2013 y sólo ha mejorado ligeramente este año.No ha replicado el rápido crecimiento de los otros BRICS, y esto también se refleja en una reducción más lenta en la brecha de la pobreza. Este problema obstaculiza el crecimiento de la India. Sin embargo, se ha iniciado una gran reforma del país liderado por su nuevo Primer Ministro Narendra Modi. El acceso de Modi al poder ha roto un período de más de 60 años de control del país por parte del Partido del Congreso conducido por la familia Gandhi desde su instalación con Nehru el año 1947. Su hija Indira Gandhi acercó la India al comunismo moscovita, creó una economía cerrada y proteccionista que terminó por colapsar años después. Modi(ficador) es un propulsor del capitalismo de libre mercado y se espera que tome medidas drásticas para implementar reformas que mejoren el crecimiento y sacar a millones de la pobreza. Su lema es “No red tape, only red carpet for investors”. Ver las medidas de Modi en (L): La visión de país y reformas que el Perú necesita.

China ha crecido a un ritmo de más de 10% durante 30 años, pero su tasa de crecimiento se ha reducido a alrededor de 7%, y podría caer aún más, como parte de una política que pretende cambiar su crecimiento, jalado por exportaciones e inversión, a uno impulsado por el consumo interno. Una apuesta difícil de conducir, pero necesaria en el nuevo ambiente global. Además, sufre de una corrupción generalizada, ocupando el puesto 80 del mundo en el Índice de Percepción de Corrupción. Este problema es uno de los mayores obstáculos para su desarrollo social y económico, ya que socava la legitimidad del Partido Comunista Chino yes una de las causas de la desigualdad económica y el malestar social. También, actualmente está teniendo enfrentamientos sobre disputas territoriales con sus vecinos, Japón y Vietnam, aumentando la inestabilidad de la región. Al mismo tiempo, su sector privado es uno de los más innovadores y creadores de tecnologías muy competitivas que llevadas de la mano por una élite muy bien educada.

Sudáfrica, la última anexión al acrónimo (2011), es el más débil de los BRICS. Ha estado creciendo alrededor de 3% desde la crisis financiera. En el 2013 llegó a tan sólo 1.9%, y tuvo una altísima tasa de desempleo y poca atracción de inversión extranjera. Además, quedó en antepenúltimo lugar en el ranking de educación del WEF. Esto se suma a un altísimo déficit fiscal que se ha cuadriplicado desde el 2001 y a altísimos niveles de corrupción instalados después del alejamiento del gobierno y posterior fallecimiento de su eximio líder, Nelson Mandela.

Todos los BRICS están sufriendo un problema de desaceleración económica. La India de Modi es la excepción y su éxito podría reverberar en el conjunto de la economía mundial. Pronto será el país con la mayor población del mundo, enfrentan, sin embargo, enormes obstáculos de pobreza,  desigualdad, hiperegulación y corrupción  que están combatiendo con fuerza y audacia. Tendrán que utilizar las ventajas en su base tecnológica y fomentar la educación para poder lograrlo, entre otras reformas. Ojalá tengan éxito con esta gran reforma y que las medidas que tome Modi sean efectivas, y sean un ejemplo a seguir para el Perú y otros países emergentes. Un pequeño ejemplo: hasta antes de su gobierno, las naves Indias  tenían que renovar sus licencias anualmente en Nueva Delhi (la capital), una de las primeras medidas del Modi (ficador)  ha sido establecer que la primera licencia sea ETERNA. Lampadia




Tenemos un Bono Demográfico que aportará crecimiento por décadas

Tenemos un Bono Demográfico que aportará crecimiento por décadas

El Perú es un país con enorme potencial que a pesar de la debilidad de la economía internacional puede seguir creciendo. Entre sus diversos atributos está su bono demográfico, que impactará positivamente en la creación y distribución de riqueza en el país. En cuanto a la clase media, se proyecta que incluya a más del 40% de la población, principalmente en los países emergentes.

En el Perú, del 2005 a la fecha, la clase media se ha incrementado del 25%  de la población a casi el 60%. Un logro evidente de la expansión económica que ha vivido el país en los últimos años. Por si fuera poco, el MEF, como en su momento lo indicaron el Banco Mundial y el BID, anunció a principios de este año que el ingreso promedio per cápita en el Perú se incrementó en un 36.7% entre el 2004 y el 2012, “lo que refleja la solidez de la economía del país en las últimas dos décadas”.

El Perú todavía es un país emergente. Nos encontramos en una etapa temprana de nuestro desarrollo. Como indicó un informe del banco HSBC: “A medida que sus trabajadores estén cada vez mejor equipados con más maquinaria y tecnología, y su nivel de habilidades se eleve, su productividad [en el Perú] aumentará, el PBI seguirá creciendo y junto a ello los ingresos reales de los trabajadores.” (Ver en Lampadia (L): ¿Cómo podemos aprovechar nuestro bono demográfico?)

Según este informe el Perú “puede ser pequeño, pero es la estrella en nuestras proyecciones de América Latina”.  También indica que el Perú puede ser uno de los países que más crezca durante los próximos cuarenta años, alcanzando el lugar 26 entre las economías más grandes del planeta si mantiene un crecimiento del PBI de 5.5% como promedio anual.  (L): 2050: ¿El Perú en el puesto 26?

Según las proyecciones, y como indica dicho informe, se espera que una parte relativamente grande de la población peruana se dirija al grupo de ingresos de la clase media en el 2030. Y para el 2050, habrá un aumento aún mayor de este sector, que seguirá aumentando durante las próximas décadas.

Esta revolución demográfica se debe principalmente a que países emergentes como el Perú tienen una población más joven que en el mundo desarrollado y por lo tanto, su edad promedio es menor. Significa que hay una alta cantidad de personas en el sector de la PEA (Población Económicamente Activa, entre 15 y 65 años), desenvolviéndose en el mundo laboral y generando ingresos. Además es en este sector donde se genera la mayor cantidad de gastos (bienes inmuebles, hogares, entretenimiento, etc.). Es la gente joven, con ingreso elevado, quien va a gastar, no las personas mayores.

Esto ya está sucediendo. La primera señal de una creciente clase media es el aumento del sector de servicios, algo que se puede apreciar con el mayor número de centros comerciales y lugares de entretenimiento y ocio por todo el Perú. La segunda, es que los consumidores empezarán buscando productos de bajo costo, por ejemplo el consumo de los productos chinos. Y tercero, países desarrollados ya vienen tomando interés en el Perú para aprovechar su creciente demanda, y están aumentando sus exportaciones a la región.

De acuerdo a las proyecciones del HSBC, al año 2030 el Perú contará con el 70% de su población ubicada en la clase media consolidada (con ingresos por persona y por día mayores a US$ 8.0), y un 10% en el grupo de altos ingresos, igualando a Chile y superando ampliamente a Colombia, que tendría solo al 50% de su población en los grupos de ingresos medios y altos. (L): Perú: Imparable crecimiento de la clase media.

El tener un bono demográfico alto en nuestro país nos da una gran ventaja competitiva y comparativa con respecto a otros países del mundo, especialmente con los más desarrollados. Mientras que ellos tienen que lidiar con más problemas de pensiones y de falta de mano de obra, nosotros tenemos a la mayor parte de nuestra población en la etapa productiva y de consumo de sus vidas.

Esta ventaja se ve alimentada también por una esperanza de vida que crece más cada día y, gracias al crecimiento económico a nivel mundial y a los saltos exorbitantes de la tecnología moderna, probablemente siga aumentando de la actual de 75 años (Perú, la era solamente 43 años en 1950) a una mayor. Esto alargará el rango de la PEA ya que poco a poco se tendrá que ir considerando a gente mayor a 65 años como población activa (se reconozca oficialmente o no), y un gran grupo de personas que, con el tiempo, serán altamente productivas por varios años más.

Estamos en una etapa crucial de la historia del Perú. Es el episodio con mayor posibilidad de expansión económica de nuestra historia antes de que nuestra población también envejezca. Si al impacto del bono demográfico le sumamos la futura demanda de commodities, como lo dice el mismo HSBC, (ver en (L): 2050: ¿El Perú en el puesto 26?), y si nos dedicamos a mejorar la educación, salud, instituciones, infraestructuras, los avances tecnológicos y una mejor y más eficiente gobernanza y un servicio civil meritocrático, nadie nos para. Es por eso que debemos estar preparados y capacitados para aprovechar esta oportunidad de la mejor manera posible. Debemos abordar nuestros retos sin remilgos y trampas ideológicas y lograr que el Perú crezca con todo el potencial que ya tiene. Como comentó Gastón Acurio (ver en (L): Gastón Acurio – Entrevista Iluminadora):

“El otro día estaba reunido en el Colegio Mayor Presidente de la República y los profesores me preguntaron lo siguiente: “¿Cómo has hecho para poner en valor la figura del cocinero como una actividad valiosa, respetable?”. Ellos se sentían frustrados porque la figura del maestro estaba venida a menos. Yo les conté, muy humildemente, lo que había visto desde chiquito en los años 80: un maestro que no hablaba de enseñar, sino de luchas sindicales, que alza el puño en señal de combate, ideologizado completamente”.

Ahora que todos estamos preocupados con el menor crecimiento de nuestra economía y que nuestras autoridades van reconociendo día a día, como declara hoy el ministro de economía, según la portada del diario El Comercio, vamos a tener que ser los ciudadanos los que vayamos viendo un poco más adelante, para proponer correcciones inmediatas. Ver en (L): La situación no está para tafetanes, se requieren acciones inmediatas. Lampadia




La situación no está para tafetanes, se requieren acciones inmediatas

La situación no está para tafetanes, se requieren acciones inmediatas

Hay muchas razones para preocuparse. Por un lado el PBI este año no crecerá en 5.7% como se anunció inicialmente por el gobierno, sino apenas en 4.2%, si se toma en serio el último anuncio del MEF. Ver en (L): Gobierno anuncia nuevo MMM y reduce proyección de crecimiento. No obstante, lo más probable es que el crecimiento al final sea aún menor. Veamos algunos elementos que configuran una situación crítica:

  • Las importaciones están en caída. A julio del 2014 han sido 14% menores a las del mismo período del año pasado. Las de bienes de capital, como informa Eduardo Ferreyros, cayeron un 5% respecto al 2013 (cuando en el 2011 crecieron un 38.9% y en 2012 un 16.4%). Ver en (L): Las importaciones se desaceleran.
  • En las regiones se han encarcelado a varias autoridades. Eso está afectando la inversión pública.
  • La campaña navideña será la peor en una décaday aparte de su efecto en el año, eso traería un debilitado verano del 2015.
  • Para ese año habrán otros efectos negativos: cambio de autoridades en los gobiernos subnacionales que, como dice Luis Carranza, generarán un menor  gasto público por unos meses, ver en (L): Propuesta de agenda.
  • Además será un año preelectoral, lo que siempre trae incertidumbre y cautela en la inversión privada y el gasto.
  • El 2016 será el año del cambio de gobierno.Típicamente empieza con un verano caótico, lleno de críticas para la carrera presidencial. Después se espera la asunción y luego las primeras medidas del nuevo gobierno. En resumen, un año que difícilmente será alentador.

Todo eso nos lleva a pensar en la posibilidad de un escenario en el que el crecimiento no llegue a recuperarse el 2015, ni el 2016. Lo que es más, la entrada de los proyectos mineros que ya están en marcha no será suficiente para recuperar un buen ritmo de crecimiento, pues su efecto es solo pasajero. Por lo tanto, podríamos terminar el 2016 creciendo menos de 3%.

Si el gobierno sigue reconociendo cada factor negativo después que se presenta y erosiona el crecimiento, podríamos tener efectivamente, un escenario de desaceleración muy grave, justo antes de las elecciones generales.

En nuestra opinión, será muy difícil evitar esta situación extremadamente negativa, sino se hace algo drástico y muy pronto, como asegurar la reactivación de la inversión en minería (ver que salgan un mínimo de tres proyectos) y que empiecen a ejecutarse inmediatamente las grandes concesiones en infraestructuras.

  • En minería el primer proyecto debería ser el de Las Bambas. Es necesario un trabajo conjunto para que los nuevos inversionistas chinos titulares del proyecto mantengan el ritmo de construcción sobre la base de los acuerdos ya existentes con las comunidades y autoridades. Este proyecto cuprífero implica llegar a invertir US$ 6,031 millones, según el último anuncio hecho por el consorcio chino. Hasta enero del 2014 ya se había invertido US$ 3,511 millones.
  • Otro proyecto puede ser Constancia, que debería entrar en operación a fines de año. No obstante, se encuentra en una zona conflictiva y complicada: Chumbivilcas, Cusco. La empresa ha sabido manejar la situación hasta ahora. El gobierno debería estar atento a eventuales intentos por frenar esta operación. El proyecto involucra una inversión de US$ 1,790 millones.
  • Un tercer proyecto debe ser el de Tía María. El Ministerio de Energía y Minas ya ha aprobado el Estudio de Impacto Ambiental en agosto y cuenta con opinión favorable de la Autoridad Nacional del Agua. Lamentablemente, los anti-mineros Echave y Arana ya están encabezando un movimiento que pretende volver a levantar a la población en contra del proyecto. Esto sería muy grave, su inversión es de US$ 1,000 millones.

En cuanto a infraestructuras, no hay que olvidar su impacto positivo en el crecimiento y que a largo plazo mejora nuestra competitividad. Ver (L): Ranking de competitividad mundial 2014: Resultados. Según AFIN, el monto de APP adjudicadas entre 2010 y 2013 es de US$ 10,722 millones. No obstante, los proyectos no iniciados suman US$ 4,595 millones, lo cual preocupa profundamente. Si consideramos que este gremio reporta que las principales trabas son las ambientales, arqueológicas y los permisos municipales queda claro que el gobierno puede hacer mucho por facilitar los procesos. En ese sentido, sería conveniente plantearnos avances sustanciales en los siguientes proyectos:

  • Proyecto de generación de energía en centrales hidroeléctricas por 500 MW en Chaglla, Pucará y Cerro del Águila.  Este proyecto se adjudicó en el 2011 por US$ 2,300 millones.
  • Nodo Energético del Sur, adjudicado en 2013 por US$700 millones.
  • Línea 2 y Ramal Avenida Faucett – Avenida Gambetta de la Red Básica del Metro de Lima y Callao, adjudicado durante este año por US$ 5,658 millones.
  • Nuevo aeropuerto internacional de Chinchero – Cusco, adjudicado durante este año por US$ 658 millones.
  • Línea de transmisión Moyobamba – Iquitos en 22 Kv, adjudicada durante este año por US$ 499.1 millones.
  • Mejoras a la Seguridad Energética del país y desarrollo del Gasoducto Sur Peruano, adjudicada durante este año por US$ 7,328 millones.
  • El túnel trasandino. En la página web de Proinversión no se encuentra listado a pesar de los beneficios que traería. Ver (L): Al futuro se va en tren… a pesar de los lobbies. La inversión necesaria, según el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, es de US$ 2,000 millones. El estudio para esta obra recién culminará en unos meses.

Ante este escenario el Perú necesita una reacción inmediata. Las autoridades tienen que hacer todo lo posible por poner en movimiento la maquinaria y evitar un ritmo de crecimiento tan bajo que marcaría muy negativamente al “gobierno de la inclusión” y perderíamos nuestra mejor oportunidad de desarrollo. LAMPADIA