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La reducción de la pobreza

La reducción de la pobreza

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

En Chile, al igual que en el Perú, las narrativas de las izquierdas, los ecos académicos y los pobres reportajes de los medios de comunicación, han vendido el brulote de que el crecimiento solo benefició a los más ricos.

Sería entonces que la reducción de la pobreza desde el año 2000, en Chile y Perú, ¿cayó del cielo?

  • De 40% a 10% en Chile
  • De 60% a 20% en Perú

La verdad es que esa reducción de la pobreza se produjo por el crecimiento de la inversión privada y el consiguiente crecimiento de la economía.

¿Cómo vamos a hacer las cosas bien si no tenemos claras las relaciones causa-efecto?

¿Cómo vamos a instruir a la gente común, que no analiza cifras y cuadros, si los que lo hacen entran en modo de autoflagelación negacionista?

¿Cómo vamos a lograr perseverar en la senda del desarrollo integral, económico, social e institucional, si culposos, dejamos de hacer propuestas positivas de futuro?

¿Cómo vamos a superar el entrampamiento económico, si en vez de ocuparnos y de exigir al Estado una mejor gestión en los servicios de salud y educación, y en la provisión de infraestructuras económicas y sociales; dejamos que el Estado asuma tareas productivas que siempre ha hecho muy mal?

Nuestros países, Chile y Perú, han tenido un gran avance económico y social, pero insuficiente para llevar a la prosperidad a la gran mayoría de sus poblaciones. Ambos países tenían los argumentos para seguir llenando el vaso del desarrollo, pero su clase política prefirió interrumpir el proceso para entrar en un ciclo de empobrecimiento general.

Ahora tenemos que multiplicarlos para ejercer nuestro compromiso cívico y acercarnos a nuestros pueblos para iluminar los espacios de prosperidad.

Pobreza en Chile

Del: Dato de la semana
Fundación para el Progreso – Chile
Publicado el 18.03.2022

La pobreza en el Chile de hoy es un tercio de lo que era hace más de 20 años.

Debido a la responsabilidad política y económica que hubo las últimas tres décadas, Chile logró sacar a millones de personas de la pobreza, pasando a ser el segundo país con menor pobreza en Latinoamérica, solo superado por Uruguay. Es más, si usamos la metodología para medir bajos niveles de ingreso que usa la OCDE, podemos ver que Chile es el país de la región que más ha disminuido el % de personas viviendo bajo esos niveles de ingresos desde los 90s.

Todavía queda mucho por mejorar, pero íbamos mejorando comparado a nuestros vecinos y acercándonos a los países desarrollados.

 

 

Lampadia              

Artículo publicado el 07 de abril de 2022                                                                             




¿Quién es miserable y quién es feliz?

¿Quién es miserable y quién es feliz?

Como no podía ser de otra manera, Cuba y Venezuela lideran el ranking mundial de países miserables. La triste realidad de dos pueblos maravillosos que han caído en la trampa endémica del comunismo y/o del socialismo del siglo XXI.

Los dos modelos idílicos del gobierno de Castillo, de Perú Libre y de las demás izquierdas peruanas, que pobres y ricos rechazamos.

La gente hace fila para entrar a una tienda que vende productos en dólares estadounidenses en La Habana, Cuba, el 20 de julio de 2020. (Alexandre Meneghini/Reuters)

STEVE H HANKE
16 de marzo de 2022

Es esencial que los formuladores de políticas tengan una lectura del bienestar de sus electores, visto a través de la lente de las estadísticas económicas.

Nota del autor: A continuación, se muestra la última entrega del Índice Anual de Miseria de Hanke (HAMI). ¿Qué es y cómo debemos concebir el bienestar del hombre? La condición humana se encuentra en un amplio espectro entre “miserable” y “feliz”. En la esfera económica, la miseria tiende a fluir de la alta inflación, los elevados costos de endeudamiento y el desempleo. La forma segura de mitigar esa miseria es a través del crecimiento económico. Comparar las métricas de los países puede decirnos mucho sobre en qué parte del mundo las personas están tristes o felices. HAMI nos da las respuestas. Mi versión del índice de miseria es la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios de fin de año, menos el cambio porcentual anual en el PIB real per cápita. Las lecturas más altas en los primeros tres elementos son “malas” y hacen que las personas se sientan más miserables. Estos “malos” se compensan con un “bueno” (crecimiento real del PIB per cápita), que se resta de la suma de los malos para obtener una puntuación HAMI. 

HAMI del año pasado, este año incluye 156 países.

En nuestra revisión de la tabla de este año, comencemos con los tres países menos miserables. Los siguientes tres países (y el Reino Unido) fueron los únicos países cuyo puntaje HAMI fue negativo, es decir, el crecimiento real del PIB per cápita fue mayor que la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios.

Libia, sorprendentemente, se lleva el premio como el país menos miserable del mundo para 2021. La guerra civil de Libia pasó de estar caliente en 2020 a hervir a fuego lento en 2021. Como resultado, los ingresos petroleros de Libia, que se extinguieron en 2020 por cierres de puertos y bloqueos, aumentaron aproximadamente 3.7 veces en 2021. Es por eso que el crecimiento real del PIB per cápita de Libia alcanzó un altísimo 62.6 por ciento.

HAMI = [Desempleo (19.0%) + Inflación (4.6%) + Tasa de préstamos bancarios (3.0%)] − Crecimiento del PIB real (62.6%) = −36.0.

Malta mejoró significativamente en 2021 y es el segundo país menos miserable del mundo. Si miras la aritmética de Malta, no es una sorpresa. El bajo desempleo, las tasas negativas de los préstamos bancarios, el sólido crecimiento del PIB real y la tasa de inflación más baja de Europa equivalen a mucha felicidad.

HAMI = [Desempleo (3.6%) + Inflación (0.7%) + Tasa de préstamos bancarios (-0.5%)] − Crecimiento del PIB real (5.3%) = −1.5.

Irlanda tuvo un desempeño sólido en 2021 y es el tercer país menos miserable del mundo. Eso es porque los “malos” de Irlanda fueron compensados ​​por un “bueno” muy fuerte, como se puede ver en la aritmética de Irlanda.

HAMI = [Desempleo (6.2%) + Inflación (4.5%) + Tasa de préstamos bancarios (2.9%)] − Crecimiento del PIB real (14.0%) = −0.4.

Ahora, vamos a sumergirnos en los hoyos

Cuba, con una caída dramática en comparación con el HAMI del año pasado, ahora tiene el título sin gloria del país más miserable de 2021. Como puede ver, el puntaje HAMI de Cuba fue impulsado por una inflación anual de 1221.8 por ciento. Ese nivel de inflación no fue sorprendente, dada la devaluación del peso en Cuba en un 95 por ciento durante 2021. Las devaluaciones de la moneda conducen a un aumento de las tasas de inflación. De hecho, luego de una devaluación, la inflación aumentará y también lo harán los costos de producción de bienes y servicios, incluidas las exportaciones, en el país que ha devaluado su moneda. La inflación robará cualquiera de los posibles beneficios competitivos a corto plazo que podrían acompañar inicialmente a la devaluación. Esto es exactamente lo que sucedió en Cuba. Por supuesto, en Cuba no es tan miserable si uno es favorecido por el partido y recibe un préstamo.

Cuba podría resolver fácilmente su crisis inflacionaria instalando una caja de conversión, como propusimos el Dr. Kurt Schuler y yo en Reforma monetaria para una Cuba orientada al mercado (1992). Una caja de conversión emite billetes y monedas convertibles a pedido en una moneda ancla extranjera a una tasa de cambio fija. Está obligado a mantener reservas en moneda ancla equivalentes al 100 por ciento de sus pasivos monetarios. La moneda de una caja de conversión es un clon de su moneda ancla. Las cajas de conversión han existido en unos 70 países. Ninguno ha fallado.

HAMI = [Desempleo (3.7%) + Inflación (1221.8%) + Tasa de préstamos bancarios (2.3%)] – Crecimiento del PIB real (0.2%) = 1227.6. 

Venezuela, otro caso perdido socialista, se desliza al segundo país más miserable del mundo después de seis años en la primera posición. Si bien la inflación bajó de 3,713.3 por ciento en 2020, su tasa de 686.4 por ciento seguía siendo la principal causa de la miseria de Venezuela. Sin embargo, a diferencia de Cuba, las tasas de desempleo y préstamos bancarios de Venezuela, ambas las más altas de cualquiera de los 156 países en el HAMI de este año, contribuyeron a su ubicación como el segundo país más miserable de 2021. Basta con echar un vistazo a su miserable aritmética.

HAMI = [Desempleo (45.0%) + Inflación (686.4%) + Tasa de préstamos bancarios (53.0%)] − Crecimiento del PIB real (10.1%) = 774.3. 

Sudán, una vez más, mantiene el puesto como el tercer país más miserable del mundo en el HAMI 2021. El gran evento de este año en Sudán fue el golpe de estado militar, inspirado, en parte, por la incapacidad del gobierno civil para controlar la inflación de Sudán. Pero con Sudán todavía clasificado como el tercer país más miserable del mundo, está claro que la junta militar tampoco ha podido controlar la inflación. Solo eche un vistazo a la miserable aritmética de Sudán para 2021. De hecho, para repetirme, la única forma de aplastar la inflación de Sudán es instalar una caja de conversión, como lo hizo Sudán entre 1957 y 1960 cuando la libra sudanesa se fijó a la libra esterlina británica.

HAMI = [Desempleo (17.4%) + Inflación (359.1%) + Tasa de préstamos bancarios (21.6%)] − Crecimiento del PIB real (0.9%) = 397.2.

Líbano repite su desempeño de 2020 como el cuarto país más miserable del mundo. Si bien 2021 marcó la formación de un nuevo gobierno libanés, el gobierno del primer ministro Mikati ha operado en un estado algo disfuncional y, como resultado, no ha podido estabilizar la libra libanesa y rescatar al país de las garras de la inflación. Eso es porque la propuesta de caja de conversión de Jacques de Larosière, John Greenwood y yo, elaborada en el Wall Street Journal en abril de 2021 y en Capital Matters en septiembre, ha caído en saco roto. Hasta que se instale una caja de conversión, la inflación persistirá y el Líbano seguirá clasificándose como uno de los países más miserables del mundo.

HAMI = [Desempleo (6.7%) + Inflación (224.4%) + Tasa de préstamos bancarios (7.1%)] − Crecimiento del PIB real (-10.5%) = 248.7.

Por supuesto, es mejor ser “feliz” que “miserable”. También es esencial que los formuladores de políticas tengan una lectura del bienestar de sus electores, visto a través de la lente de las estadísticas económicas. De ahí el Índice Anual de Miseria de Hanke. Estén atentos para el próximo año.

Steve H Hanke

STEVE H. HANKE es profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. Es miembro principal y director del Proyecto de Monedas en Problemas en el Instituto Cato en Washington, DC.




¿Por quién cacarean las gallinas? *

¿Por quién cacarean las gallinas? *

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Es una costumbre popular decir, que las gallinas cacarean para que todos sepan que han puesto huevos. Este hábito de las aves de corral se sugiere a los humanos, para que todos sepan de las cosas que han hecho y se las reconozcan.  Sin embargo, son los políticos quienes más usan de esta norma de conducta.

En estos últimos días, tanto el ministro de economía y finanzas, su viceministro de economía y hasta el jefe del gabinete de asesores del MEF, han publicado sendos artículos dando a conocer la magnífica gestión de la cartera ministerial, para alcanzar el crecimiento de 13% del PBI, superior al inicialmente esperado para el año 2021. Ciertamente, le sacan lustre al récord histórico en el crecimiento de la inversión pública (38%), inversión que reportó un monto de S/. 39.1 mil millones, sin mencionar una palabra de los S/. 16.4 mil millones “no ejecutados”.

Obviamente, no han tenido el mínimo decoro de reconocer, en principio, que, si algún mérito hubo, éste correspondía al ministro Waldo Mendoza y su equipo, quienes hicieron un gran esfuerzo por identificar proyectos donde hacer crecer la inversión pública, durante el gobierno anterior. No sólo eso, sino que, durante el último trimestre del año 2021, la inversión pública cayó -8.7%, como resultado acumulado de -7.9% en octubre, -17.2% en noviembre y – 4.8% en diciembre. En resumen, ningún logro, puesto que los crecimientos atribuibles a agosto y setiembre, ya estaban trabajados por el gobierno que salió el 28 de julio.

Respecto al crecimiento de 13% del PBI, sería importante recordar, que este es producto del rebote estadístico tantas veces explicado, luego de la caída de 11.1% en el 2020, por el pésimo manejo del gobierno de Vizcarra. Pero responsabilidades al margen, éste rebote significa un crecimiento de 0.46% respecto al año 2019. Debemos resaltar que el precio del cobre en el 2021, fue 65% superior al del 2019, mientras que el del oro fue 40% superior, consecuentemente, sólo por efecto precio, hay un crecimiento de nuestro PBI de al menos 5% (2021 vs 2019).

Igualmente, decir que “este gobierno ha tenido el mérito de reducir el déficit fiscal” de 8.9% a 2.8%, sin decir que esa reducción se debe únicamente a que, durante el 2021, el sector minero ha pagado el triple de impuestos que en el 2020 y no a que el gobierno haya hecho algún ajuste significativo en el gasto público, habla mucho de los criterios, principios y valores del ministro de economía.

Dicho lo anterior, es importante mencionar que cuando se reporta las cifras de inversión pública, lo que el MEF reporta, son las transferencias de fondos que desde el gobierno central se hace a los gobiernos regionales y municipales. Esto significa, transferencias de dinero y no obra ejecutada, ni brechas sociales cerradas. 

Sería pues muy importante que, los mencionados funcionarios nos informen, no cuales son los importes transferidos (inversión según ellos), sino cual es el avance de las obras ejecutadas, qué problemas reales se han resuelto o, al menos, qué tan cerca tenemos la solución y de qué carencias específicas: escolares, de salud, de agua y desagüe o electricidad. No es posible que tengamos paralizada y por años, la construcción de hospitales, algunos construidos en medio de una ruta de huaico u otros construidos y sin equipar, mientras otros están concluidos, pero sin personal médico asignado. No es posible que, por falta de acción del Estado, sea la empresa privada la que deba construir las facilidades sanitarias que éste no ejecuta y peor aún, que se permita “inversión” en cualquier cosa, aunque no sea necesaria.

En los recientes conflictos sociales en el corredor minero y ante la pregunta periodística respecto a las exigencias a la empresa minera y no al Estado, se escucha a algunos pobladores contestar que, “el Estado no está presente ni hace nada, por eso tienen que reclamárselo a la empresa minera”. Ciertamente esa afirmación, que es una vergüenza, gráfica a las claras la real situación.

En conclusión:

  • Es muy feo tratar de ganarse indulgencias con avemarías ajenas. La honestidad es un valor.

  • Simplificar la estructura del Estado para generar ahorro, eliminando el gasto inútil, que se tenga claramente identificadas las carencias de infraestructura a resolver, los proyectos a ejecutar, tiempos y costos de ejecución, así como sus responsables.

  • Identificar claramente las causas de la inacción del Estado, antes de culpar a los demás.

  • Informar periódicamente el avance físico del proyecto y desviaciones de plazos y montos, debidamente justificadas. 

  • Finalmente, determinar la eficacia de la inversión pública realizada reportada.

Ciertamente, no podemos dejar de mencionar la convocatoria de este gobierno a la gran inversión privada, motor del crecimiento de nuestra economía. En esa línea, sería conveniente que nos compartan: qué acciones de convocatoria se han ejecutado, qué proyectos de inversión privada estamos promoviendo, de forma que nuestras estimaciones de crecimiento económico y avance en términos de paz social, sean previsibles con algún grado de certeza.

No me molesta que cacareen las gallinas, pero que lo hagan cuando ponen huevos, no por gusto.

*Que me perdone Ernest Hemingway

Lampadia

 



Despintando la prosperidad del Perú

Despintando la prosperidad del Perú

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

Hace años que venimos bregando por defender nuestro modelo de desarrollo, que desde los años 90 nos regresó de ser un ‘Estado Fallido’, a ser considerado por muchos, una estrella internacional.

Ya nos hemos olvidado que nos puede ir muy bien. Hoy, junto con Moody’s, debemos lamentar que, en el mejor de los casos, vamos camino a la mediocridad (ver la nota de SE que compartimos líneas abajo).

 

 

Veamos algunos elementos de esta historia:

  • El año 90 teníamos 60% de pobres, el Estado recaudaba 3.8% de un PBI diminuto, y la empresa más grande facturaba US$ 600 millones -mientras las empresas ecuatorianas facturaban entre US$ 1,500 y 2,000 millones.

  • Hasta los 90s, estaba prohibida la inversión privada en las regiones, no se podía invertir en el campo, la minería, la pesca y el turismo.

  • Desde la Constitución de 1993, regresó la inversión privada a invertir en actividades productivas en las regiones, trayendo tecnología, empleo formal y mejores ingresos, que en conjunto hicieron crecer la economía, bajar la pobreza de 60 a 20%, y reducir la desigualdad, incluso en el sector rural.

  • Con todo ello pudimos bajar la deuda externa, acumular reservas de divisas, generar ahorro fiscal, acumular fondos privados de inversión y lograr el grado de inversión, accediendo a financiamiento internacional público y privado en muy buenas condiciones.

  • A diferencia de otros países de la región, aprovechamos el boom de commodities, y trajimos muchas inversiones que generaron recursos fiscales como nunca los habíamos tenido. Lamentablemente, mucho de ellos se desperdiciaron por malas inversiones (Talara y todo lo demás), y por la ineptitud y corrupción de la gran mayoría de autoridades regionales. 

  • Desarrollamos los sectores que pueden hacer la diferencia en nuestro futuro, abriendo el camino del crecimiento alto y sostenido, principalmente con el impulso de la minería, la agroexportación y el turismo.

Entonces, en defensa de nuestras realizaciones, en Lampadia, en noviembre de 2013, publicamos: Las Cifras de la Prosperidad. 

 

 

Pero no faltaron los enemigos del Perú, las izquierdas decimonónicas que predican el pos-extractivismo – la autarquía del ‘buen vivir’, el regreso del Estado empresario, y la presencia de las manos negras en la economía. Ellos, con sus narrativas de resentimientos, llevaron a los peruanos del ambiente del vaso medio lleno, que nos llenaba de confianza en el futuro hasta el 2010, al del vaso medio vacío, que se entronizó con Humala, se mantuvo con PPK, se desbordó con el desastroso gobierno de Vizcarra y su cola con Sagasti, y finalmente hizo carne con el desgobierno de Castillo y Perú Libre.

Tampoco faltaron los tontos útiles que, con sus dudas o afanes de lucimiento, validaron las narrativas perversas de las izquierdas. Economistas destacados que negaron nuestras realizaciones y hasta compararon a la minería moderna con la explotación de guano de las islas y del caucho en la selva. Ver, por ejemplo:

Además, adolecimos la ausencia de una clase dirigente consecuente con el éxito de la transformación del país, que se comprometiera con nuestro desarrollo, que viera más allá de sus ‘tiendas’, y compartiera las bases de sus esfuerzos de crecimiento, con el conjunto de la población, que dejamos, no a la buena de Dios, sino a la mala de los enemigos de la prosperidad.

En la guerra de realizaciones versus narrativas, ganaron las últimas, que lograron impregnar la mente de muchos peruanos con las negaciones de sus prédicas perversas o con resentimientos fratricidas.

Para que no vayan a pensar que las realizaciones no fueron tales, y esto es solo un empeño de Lampadia, no queremos dejar de mostrar el aporte de Iván Alonso e Ian Vásquez, del Cato Institute, que en junio pasado publicaron: La prosperidad sin precedentes del Perú. Ellos presentaron 38 gráficos que:

“Demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa”.

Jaime Reuche, de Moody’s, dice: “Las condiciones estaban dadas para crecer a un 6% el próximo año […] si se prendía el motor de la inversión privada”. Nosotros pensamos igual. El 22 de noviembre pasado, publicamos en Lampadia: Se cayeron todas las caretas, donde decíamos que el Perú puede crecer al 7% por año.

No nos olvidemos que nos puede ir muy bien. No necesitamos genios, solo gente decente, que de verdad ame al Perú, no a los falsos ídolos de las ideologías, y que sepa rodearse de los peruanos más capaces. Lampadia 

Moody’s: “Perú se empieza a parecer a un mediocre más de Latinoamérica. Ya no es la estrella que era” 

En el 2022 el PBI crecería 3%. Sin incertidumbre política la tasa de expansión sería de 6%, señaló Jaime Reusche, analista senior de crédito.

De Semana Económica

Moody’s prevé que la incertidumbre política continuará afectando el desempeño económico y fiscal del Perú. Tras caer 11% en el 2020, este año el PBI crecería 13.5% producto del rebote de la actividad y del impulso externo favorable, indicó Jaime Reusche, analista senior de crédito de Moody’s durante un evento de la agencia calificadora. Hacia el 2022 el crecimiento se desacelerará a 3%.

La proyección incorpora un consumo privado “relativamente fuerte”, que aun se beneficiará de las transferencias del gobierno, mientras que prevé que la inversión privada —en particular la inversión privada no minera— se contraerá. En caso las señales de gobierno sean negativas hacia la inversión privada, esta caería más y el crecimiento se podría acercar a 2%, acotó Reusche.

“Las condiciones estaban dadas para crecer a un 6% el próximo año […] si se prendía el motor de la inversión privada”, lamentó Reusche. El país, según consideró, “está desperdiciando un contexto internacional extraordinario” producto de la inestabilidad política y la falta de claridad en las políticas públicas del gobierno.

El ejecutivo subrayó que la administración de Castillo no avanzaría en reformas que promuevan el crecimiento económico, sino que apunta a realizar cambios negativos, lo cual lleva a un escenario de estancamiento. “Perú se empieza a parecer a un mediocre más de Latinoamérica, ya no es la estrella que era gracias a ese modelo económico que tenemos”, afirmó.

Por otro lado, Reusche indicó que considera improbable que el pedido de vacancia del presidente Castillo prospere. De ocurrir, “tal vez habría un alivio momentáneo porque el privado percibe que la mucha de la inestabilidad política radica en la cabeza del gobierno, que en este caso es el presidente”. No obstante, ello sería un alivio transitorio pues bajo el escenario de la toma de mando de la vicepresidenta Dina Boluarte, no se sabe cómo sería su gestión.

Perspectivas fiscales

El déficit fiscal, que cerró en 8.9% del PBI en el 2020, se reduciría a 4% este año gracias al incremento de los ingresos fiscales [de las exportaciones de cobre], según Moody’s. Hacia el 2022 el déficit se aproximaría a 3%. “El déficit fiscal se esta cayendo solo, pero por ingreso. No hay ningún esfuerzo de gastos, de volverlo eficiente o bajar la corrupción. Esto se termina en un par de años; una vez que el déficit fiscal llegue el 2023 a 3%, yo no veo cómo va a seguir bajando a partir de ese momento”, advirtió Elmer Cuba, socio de Macroconsult. “Del 2023 en adelante, un déficit fiscal de 3%, y una deuda de 35% solamente va a ser sostenible si crecemos rápido. Si el Perú comienza a crecer 1% al año, eso comienza a ser explosivo”. agregó Cuba.

La deuda pública se estabilizaría alrededor de 35% y 36% del PBI y continuaría siendo una de las más bajas de la región, dijo Reusche. Sin embargo, el aumento de transferencias y de gasto público, aun con una reforma fiscal, así como vientos en contra del crecimiento global, pondrán presión sobre la consolidación fiscal.

Calificación crediticia

Reusche indicó que el principal riesgo que pesa sobre la perspectiva estable de la calificación crediticia —hoy en ‘Baa1’— es la Asamblea Constituyente. “Si la hay inmediatamente la perspectiva tendría que reaccionar”, sostuvo. La perspectiva estable se mantiene pues Moody’s asume que el modelo económico e instituciones fiscales y monetarias no van a ser modificadas de acuerdo al ejecutivo. Otro riesgo es que la desaceleración económica sea mayor a la esperada, lo que pondría presión sobre las cuentas fiscales. Lampadia




Una bomba a un terrorista

Una bomba a un terrorista

Alejandra Benavides
Para Lampadia

La semana pasada, Mirtha Vásquez y Pedro Castillo solicitaron al Congreso facultades por 120 días para delegar en materia fiscal, financiera y de reforma tributaria – esta última que Pedro Francke considera servirá para “cerrar las enormes brechas sociales en temas como educación, salud y agua potable, de manera responsable, para lo cual resulta necesario obtener mayores ingresos”. En blanco y negro, el ministro asume que las “brechas” son producto de aquellos que pagan “muy poco” en impuestos, ignorando las variables fundamentales que explican estas “brechas” y que tienen que ver con falta de gestión y burocracia estatal:

  1. baja ejecución en inversión pública y de mala calidad,
  2. gasto corriente del Estado,
  3. alto grado de informalidad producto de barreras burocráticas, costos de la formalidad y desconfianza.

En inversión pública, al cierre de octubre, sólo se ha ejecutado el 55% del presupuesto (gobierno nacional 58%, gobiernos locales 48% y gobiernos regionales 51%). Según la Contraloría, hay casi 2,500 obras públicas paralizadas (1,776 de gobiernos locales, 276 de gobiernos regionales y 393 del gobierno central) por s/.18 mil millones, debido a expedientes técnicos deficientes, ineficiencias y corrupción. Según cálculos de la misma entidad, de cada s/.100 en inversión pública, s/.16 se pierden en corrupción. En 2021 sólo se han reactivado 66 obras que estaban paralizadas y 160 están en proceso de reactivación, sin embargo, debido a la falta de gestión a todo nivel de gobierno, la contribución de estos proyectos es mínima (menos de s/.2 mil millones de soles), frente a una crisis económica que necesita un acelerador urgente. Y, en aquello que necesitamos a gritos, el gobierno central sólo ha ejecutado el 35% de su presupuesto de inversión en salud y 49% en educación.

Los gastos del Estado se han incrementado sostenidamente en los últimos 10 años, mientras que nuestro PBI ha crecido ociosamente. El Estado ha crecido y se ha llenado de grasa, mientras que el sector privado (formal e informal) se ha contraído, y muchos ahora sólo sobreviven, en vez de crecer. Mientras que nuestro PBI al cierre de 2020 es exactamente el doble del PBI del 2006 (15 años después), el gasto corriente (no financiero) ha crecido 2.6 veces vs 2006 y en el caso de remuneraciones, estas han crecido 2.4 veces vs 2006. El Estado ha crecido de manera desproporcional al crecimiento del país.

Por último, la pandemia ha incrementado los índices de informalidad, por lo que sólo 22% del empleo en el Perú es formal (sólo ese % es el que declara y paga impuestos), y aproximadamente 20% de empresas son formales. Y, la reforma tributaria que plantean sólo traerá más informalidad. Esta considera:

  • Incrementar las tasas de impuesto a la renta (para empresas y personas naturales)
  • Incorporar en la aplicación del IGV a las pólizas de seguro de vida
  • Incorporar en la aplicación del ISC a las soluciones líquidas que se usen para vaporizar en sistemas electrónicos de nicotina (vaporizadores de nicotina)
  • “Perfeccionar” el régimen minero, cambiando mínimos, márgenes y elevar tasas marginales
  • Suprimir régimen especial de impuesto a la renta (RER) y régimen MYPE Tributario
  • Ampliar funciones y servicios del Banco de la Nación, y permitir que brinde productos y servicios (es decir, créditos) a mypes y personas comprendidas en los programas sociales del estado
  • Elevar el tope de multas que puede poner la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS)

Según el ministro, esta reforma logrará recaudar s/.12 mil millones al año adicionales. Francke piensa en el Estado como Todopoderoso, que puede mover piezas a su antojo y moldear el futuro. No cree en que el crecimiento es el motor más importante para una economía en desarrollo, y tampoco quiere hacer el trabajo duro (que claramente es más difícil que hacer leyes). Desconoce (o se ciega por su ideología) de las dinámicas de mercado y el comportamiento de los agentes, y por ende no ve que sus propuestas sólo generarían mayor evasión y ahuyentará las inversiones (además de que ya somos un país más riesgoso).

El ministro está planteando reformas en función a su hígado, su ideología, sus frustraciones y complejos – como quedó en evidencia en sus tristes declaraciones sobre autos de lujo. El Congreso no puede otorgar estas facultades pues sería como darle una bomba a un terrorista. Lampadia

Referencias

https://rpp.pe/politica/gobierno/pedro-francke-justifica-pedido-de-facultades-al-congreso-para-legislar-en-materia-tributaria-no-es-un-cheque-en-blanco-noticia-1366041

https://elcomercio.pe/economia/contraloria-hay-2445-obras-paralizadas-por-mas-de-s18360-millones-noticia/

Transparencia MEF: https://apps5.mineco.gob.pe/bingos/seguimiento_pi/Navegador/default.aspx

https://gestion.pe/opinion/editorial/editorial-de-gestion-informalidad-desbordada-empleo-inei-economia-noticia/

https://elcomercio.pe/economia/peru/pedido-de-facultades-legislativas-cuales-son-las-medidas-tributarias-que-aplicaria-el-ejecutivo-pedro-castillo-mirtha-vasquez-pedro-francke-impuesto-a-la-renta-igv-banco-de-la-nacion-noticia/?ref=ecr




¿Crisis financiera mundial e inmobiliaria en China?

¿Crisis financiera mundial e inmobiliaria en China?

En los últimos días, las portadas de diversos medios internacionales contemplaron la posibilidad de una burbuja inmobiliaria en China, producto de la escalada de la deuda del grupo inmobiliario más importante del gigante asiático, Evergrande, la cual asciende a US$ 300,000 millones de dólares.

Más allá del impacto que tendría la quiebra de esta megaempresa en el mercado de viviendas chino llámese caída de precios, paralización de proyectos en construcción y pérdida de empleos directos e indirectos, es de especial preocupación su relación con por lo menos 290 acreedores de deuda – entre bancos, financieras e inversionistas institucionales a nivel mundial – haciendo que el peligro de una crisis financiera internacional se encuentre latente entre los mercados.

¿Cómo debería actuar China frente a esta posible crisis y que lecciones hacia futuro puede extraer de ella?

Un reciente artículo producido por el notable economista y profesor de la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, aventura algunas respuestas para ello (ver artículo líneas abajo). En él no sólo recomienda al gobierno chino realizar un salvataje – que además está en condiciones de hacer – para evitar un contagio generalizado en los mercados financieros mundiales, sino a reflexionar respecto a reformas de mediano plazo direccionadas para evitar el afloramiento de estas posibles burbujas. Destaca por ejemplo la necesidad de una liberalización de los flujos de capital hacia el exterior, de manera que la inversión tenga incentivos a la diversificación fuera de los activos inmobiliarios chinos. Como sucede producto de casi todos los controles sobre la economía, las distorsiones e ineficiencias en el mercado no tardan en aparecer y por ende se puede observar como en algunas zonas urbanas de China hay un exceso de oferta y altas tasas de desocupación de viviendas.

Por último, no podemos dejar de mencionar cómo se vería afectado nuestro país si se concreta la crisis de Evergrande. Como ya se viene advirtiendo desde el sector minero (ver Lampadia: Recaudación minera se va casi a triplicar en marzo del 2022), el precio de los metales de los que somos principales exportadores, hoy en día en máximos históricos en más de una década, podrían verse afectados a la baja producto de un menor crecimiento en China por esta crisis. En ese sentido y teniendo en cuenta esta advertencia, en vez de empecinarnos en cambiar los esquemas tributarios a la minería como propone el ministro de economía Pedro Francke, deberíamos centrarnos en darle mayor predictibilidad y estabilidad jurídica a los inversionistas del sector, por ejemplo dándole luz verde a los megaproyectos paralizados en cartera como Tía María y Conga. La reactivación de estos megaproyectos podría ayudar a paliar caídas en los precios internacionales con una importante inyección en la producción paliando así una posible ralentización en el crecimiento chino. Lampadia

 

El dilema de la vivienda en China

Kenneth Rogoff
Project Syndicate
29 de septiembre, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

El gobierno chino aún puede lograr aislar al mercado en general de la crisis financiera del gigante inmobiliario Evergrande. Pero el mayor desafío es reequilibrar una economía que ha dependido durante demasiado tiempo del hinchado mercado de la vivienda para generar empleo y crecimiento.

CAMBRIDGE – La inminente quiebra del gigante inmobiliario chino Evergrande, con una deuda de US$ 300,000 millones, ha afectado a los inversores mundiales. Los analistas se han centrado principalmente en si el gobierno chino logrará delimitar el problema, de modo que no se extienda a una crisis financiera más amplia al estilo occidental.

Dados los grandes bolsillos del gobierno, incluidos más de US$ 3 trillones en reservas de divisas, y su capacidad para dictar los términos de reestructuración sin largas demoras en los tribunales, pocos apostarían en contra de tal resultado. Pero concentrarse solo en la estabilidad financiera a corto plazo evita el desafío más grande de China: reequilibrar una economía que ha dependido durante demasiado tiempo de su enorme sector de inversión inmobiliaria para generar empleo y crecimiento.

La enorme participación de los bienes raíces y servicios relacionados en el PBI chino, un asombroso 25%, y solo un poco menos después de ajustar las exportaciones netas, es incluso mayor que la participación del sector inmobiliario en las economías española e irlandesa en su pico anterior a 2008. Debido a sus efectos en cadena en otros sectores, una desaceleración significativa en el sector inmobiliario de China podría recortar fácilmente entre un 5% y un 10% del crecimiento acumulado del PBI en los próximos años.

Además, el sector inmobiliario es, con mucho, el vehículo de ahorro más importante en una economía en la que los controles de capital limitan la capacidad de los ciudadanos para invertir en el extranjero. Cualquier caída significativa en los precios de los bienes raíces conduciría no solo a un descontento generalizado, sino también a un retroceso potencialmente significativo en el consumo de otros bienes y servicios.

¿No puede la maquinaria inmobiliaria china seguir funcionando a toda velocidad, dada la necesidad de albergar a los 1,400 millones de habitantes del país? Quizás. Pero China ha estado construyendo rápidamente casas y edificios de apartamentos durante décadas, no solo en sus ciudades de primer nivel, sino también en ciudades de tercer y cuarto nivel menos deseadas, donde los precios son mucho más bajos y las tasas de desocupación son altas.

Como resultado, la oferta total de viviendas de China, medida en metros cuadrados por persona, ya ha alcanzado los niveles de economías mucho más ricas como Alemania y Francia. Aunque la calidad media de la vivienda en China es menor y existe el potencial de mejora, el enorme nivel actual de producción inmobiliaria tiene que ser insostenible. Con la tasa de viviendas desocupadas en las zonas urbanas de China ahora en 21%, las autoridades comprenden plenamente la necesidad de trasladar los recursos productivos a otros sectores.

Pero diseñar una deflación lenta y controlada de la burbuja inmobiliaria de China no será fácil. Dado que el sector bancario ha prestado mucho a proyectos residenciales (Evergrande solo ha obtenido préstamos de casi 300 bancos y empresas financieras), una fuerte caída en los precios de la vivienda podría resultar dolorosa y provocar una cascada catastrófica en otros sectores. En principio, los bancos están protegidos por pagos iniciales sustanciales, que a menudo ascienden al 30% o más del precio de compra. Pero dado el auge épico de los precios de la vivienda en China en el siglo XXI, es posible que el 30% no sea suficiente cuando se produzca un colapso. (Después de la crisis financiera de 2008, los precios de la vivienda en EEUU cayeron un 36% y significativamente más en algunas regiones).

Además, hacer que la vivienda sea más asequible ha sido un objetivo importante del gobierno del presidente Xi Jinping, por lo que existen límites en cuanto a cuánto se puede esperar que los legisladores sostengan los precios.

Muchos creen que la crisis de vivienda de Evergrande es parte de la presión general del gobierno sobre la élite china, que ha incluido derribar a los gigantes de Internet, dificultando que los padres adinerados obtengan tutorías privadas para sus hijos e insistiendo en que las empresas devuelvan mucho más a sus comunidades. De acuerdo con esta línea de pensamiento, los legisladores siempre pueden volver a calibrar si sus esfuerzos por controlar la deuda inmobiliaria, y Evergrande en particular, resultan demasiado desestabilizadores. Pero como bien sabe el gobierno, esto corre el riesgo de hacer que la eventual reversión del boom inmobiliario y de la construcción sea aún más dolorosa.

Las desaceleraciones inmobiliarias, incluso las crisis financieras relacionadas con el sector inmobiliario, no suelen ocurrir por sí solas, sino en el contexto de una economía en desaceleración. La economía china salió rugiendo de la pandemia y durante un tiempo fue la envidia del mundo, gracias en parte a la estrategia de cero COVID del gobierno. Pero el futuro parece mucho menos prometedor. Además de los vientos en contra del envejecimiento de la población y la desaceleración del crecimiento de la productividad, la variante Delta está resultando mucho más difícil de contener.

Además de todo eso, la avalancha casi diaria de nuevos decretos gubernamentales ha hecho que sea extremadamente difícil para el sector privado planificar el futuro. La incertidumbre política resultante frenaría el crecimiento incluso sin los otros problemas. En tal entorno, una desaceleración del mercado de la vivienda puede amplificar significativamente cualquier recesión económica, como mostré en un artículo de 2020 con Yuanchen Yang de la Universidad de Tsinghua.

Después de casi cuatro décadas de extraordinaria expansión económica, no se debe subestimar la capacidad de las autoridades chinas para mantener el crecimiento a pesar de todos los obstáculos. Sin embargo, a pesar de lo impresionante que ha sido China en la construcción de carreteras, puentes y casas, su auge de la construcción de bienes raíces está llegando a su fin y no hay razón para esperar un aterrizaje suave.

Los reguladores financieros chinos aún pueden lograr aislar al mercado en general de la crisis de Evergrande y convencer a todos de que este es un caso anómalo. Pero dada la dependencia excesiva de China del sector inmobiliario para el crecimiento durante décadas, en particular durante las recesiones generales, es posible que los mayores desafíos estén por venir. Lampadia

Kenneth Rogoff, profesor de Economía y Políticas Públicas en la Universidad de Harvard y ganador del Premio Deutsche Bank en Economía Financiera 2011, fue el economista jefe del Fondo Monetario Internacional de 2001 a 2003. Es coautor de This Time is Different: Eight Centuries of Financial Folly y autor de The Curse of Cash.




El incremento de la desigualdad mundial

El incremento de la desigualdad mundial

Compartimos a continuación un reciente artículo escrito por el connotado economista Nouriel Roubini en la revista Project Syndicate, sobre los riesgos que enfrenta el mundo en torno al incremento de la desigualdad, producto de una recuperación económica post-pandemia bastante heterogénea entre los países y que además está limitada por la vacunación y la mutación de futuras cepas del covid.

Como destaca Roubini, se tiene por un lado a las economías de EEUU, China y buena parte del Asia emergente con muy buenos prospectos de crecimiento, mientras que Europa y Oriente Medio se encontrarían bastante rezagados a sus niveles pre-pandemia finalizado el año. Asimismo, cabe agregar que, aunque no lo menciona, América Latina como región también estaría en este espectro como ya lo hemos comentado en Lampadia: La recesión económica en nuestra región.

Las últimas previsiones de crecimiento de los países desarrollados son, sin embargo, muy auspiciosas. Se estima que este año, EEUU crecerá un 7%, los países de la OCDE en 5.8% y China continuará afirmando su crecimiento.

El mayor problema es para países como el Perú, que han dejado de enfocarse en el crecimiento, dañando severamente la posibilidad de corregir los mayores niveles de pobreza que resultaron del pésimo manejo, casi criminal, de la pandemia.

Todo ello exacerbaría la desigualdad y la pobreza entre países e intra países, incluido el Perú, por lo que cabe el momento para hacer algunas recomendaciones de política para evitar los riesgos mencionados por Roubini.

En primer lugar, todavía hay espacio para hacer política fiscal contracíclica, es decir, programas de empleo temporal a través de inversión pública, bonos a familias que han caído en situación de pobreza y la expansión y reprogramación de créditos a microempresas. Ello porque aún cuando el PBI vaya mejorando sus tasas de crecimiento, el empleo adecuado tomará mucho más tiempo aún recuperarse, por lo que la intervención a través de subsidios en el corto plazo es fundamental para reactivar el gasto hasta que las condiciones del mercado laboral mejoren.

Ello por supuesto no quita que el principal motor de nuestra recuperación debe seguir siendo el impulso de la inversión privada y el consumo con el destrabe de proyectos de infraestructura, irrigación y mineros paralizados – que conllevará a su vez a una mejora de las expectativas empresariales – y la mayor apertura de los sectores terciarios (servicios, turismo y restaurantes), incrementando sus aforos en espacios abiertos y extendiendo el toque de queda más de las 9 pm. Asimismo, la vacunación debe acelerarse en tanto es transversal para que ambos componentes del gasto privado (inversión y consumo) también se puedan desenvolver con mayor libertad progresivamente.

En conclusión, si realmente queremos que la desigualdad no suba a niveles alarmantes y se reduzca la pobreza – como avizora el economista Roubini para este año – debemos trabajar desde el lado público y privado y no hacer lo contrario, como amenaza el candidato Castillo. Lampadia

Líderes y rezagados en la recuperación pos-pandemia

Nouriel Roubini
Project Syndicate
24 de mayo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Si bien algunas economías importantes se están recuperando rápidamente de la recesión inducida por la pandemia, otras languidecen y otras permanecen en un estado de crisis aguda. El grado en que persistan estas desigualdades globales dependerá de una variedad de factores y tendrá profundas implicaciones para la estabilidad social, política y geopolítica.

Después de la recesión mundial más severa en décadas, los pronosticadores privados y oficiales son cada vez más optimistas de que la producción mundial se recuperará con fuerza este año y a partir de entonces. Pero la próxima expansión se distribuirá de manera desigual, tanto entre las economías como dentro de ellas. Si la recuperación tiene forma de V (un fuerte retorno al crecimiento por encima del potencial), forma de U (una versión más anémica de la V) o forma de W (una recesión de doble inmersión) dependerá de varios factores en las diferentes economías. y regiones.

Con el coronavirus todavía desenfrenado en muchos países, una pregunta clave es si la aparición de nuevas cepas virulentas desencadenará ciclos repetidos de paradas y arranques, como hemos visto en algunos casos en los que las economías se reabrieron demasiado pronto. Una posibilidad particularmente siniestra es que aparezcan más variantes resistentes a las vacunas, lo que aumenta la urgencia de los esfuerzos de vacunación que hasta ahora han sido demasiado lentos en muchas regiones.

Más allá del virus, hay una serie de riesgos económicos relacionados a considerar. Una recuperación lenta o insuficientemente sólida podría resultar en cicatrices permanentes si demasiadas empresas quiebran y los mercados laborales comienzan a mostrar histéresis (cuando el desempleo de larga duración deja a los trabajadores desempleados debido a una erosión de las habilidades). Otra pregunta es cuánto desapalancamiento habrá entre las empresas muy endeudadas (pequeñas y grandes) y los hogares, y si este efecto se compensará por completo con la liberación de la demanda reprimida a medida que los consumidores gasten los ahorros de la era de la pandemia.

Otra área de preocupación es la sociopolítica: ¿se convertirá la creciente desigualdad en una fuente aún más destacada de inestabilidad y depresión de la demanda agregada? Mucho dependerá de la escala, el alcance y la inclusión de las políticas para respaldar los ingresos y gastos de los que se quedan atrás. Asimismo, queda por ver si el estímulo macroeconómico (monetario, crediticio y fiscal) implementado hasta ahora será suficiente, insuficiente o realmente excesivo, lo que en algunos casos generará un fuerte aumento de la inflación y las expectativas de inflación.

Teniendo en cuenta todas estas incertidumbres, la recuperación actualmente parece que será más fuerte en los EEUU, China y los mercados emergentes asiáticos que forman parte de las cadenas de suministro globales chinas. En EEUU, la disminución de las nuevas infecciones, las altas tasas de vacunación, el aumento de la confianza de los consumidores y las empresas y los efectos de largo alcance de la expansión fiscal y monetaria impulsarán una sólida recuperación este año.

Aquí, el principal riesgo es el sobrecalentamiento. El reciente aumento de la inflación podría resultar más persistente de lo que esperaba la Reserva Federal de EEUU, y los espumosos mercados financieros de hoy podrían sufrir una corrección, debilitando así la confianza.

En China y las economías estrechamente vinculadas a ella, la recuperación debe gran parte de su fuerza al éxito de las autoridades en contener el virus de manera temprana y a los efectos de los macroestímulos, todo lo cual permitió una rápida reapertura y restauración de la confianza en las empresas. Pero los altos niveles de deuda y apalancamiento en algunas partes de los sectores público y privado de China plantearán riesgos, ya que China intenta mantener un crecimiento más fuerte mientras controla el crédito excesivo. En términos más generales, la perspectiva de una creciente rivalidad, una guerra más fría, entre EEUU y China amenazará el crecimiento chino y mundial, especialmente si conduce a un desacoplamiento económico más completo y un proteccionismo renovado.

Europa está peor, después de haber sufrido una recesión de doble caída en el último trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021, debido a una nueva ola de infecciones y bloqueos. Su recuperación seguirá siendo débil durante el segundo trimestre, pero el crecimiento podría acelerarse en la segunda mitad del año si las tasas de vacunación continúan aumentando y la política macroeconómica sigue siendo acomodaticia. Pero eliminar gradualmente los esquemas de permisos y varias garantías de crédito demasiado pronto podría causar cicatrices e histéresis más permanentes.

Además, sin las reformas estructurales necesarias desde hace mucho tiempo, partes de la eurozona seguirán registrando un bajo crecimiento potencial y elevados coeficientes de deuda pública. Mientras el Banco Central Europeo siga comprando activos, los diferenciales soberanos (es decir, la diferencia entre los rendimientos de los bonos alemanes e italianos) pueden permanecer bajos. Pero el apoyo monetario eventualmente deberá eliminarse gradualmente y será necesario reducir los déficits. Y el espectro de los partidos euroescépticos populistas que buscan explotar la crisis se cierne constantemente.

Japón también ha tenido un reinicio mucho más lento. Tras un bloqueo para controlar una nueva ola de infecciones, experimentó un crecimiento negativo en el primer trimestre de este año y ahora está luchando por mantener el rumbo de los Juegos Olímpicos de verano en Tokio. Japón también necesita desesperadamente reformas estructurales para aumentar el crecimiento potencial y permitir una eventual consolidación fiscal. Y su enorme deuda pública puede eventualmente volverse insostenible, a pesar de la monetización persistente por parte del Banco de Japón.

Por último, el panorama es más frágil para muchas economías emergentes y en desarrollo, donde la alta densidad de población, los sistemas de atención médica más débiles y las tasas de vacunación más bajas continuarán permitiendo que el virus se propague. En muchos de estos países, la confianza de las empresas y los consumidores está deprimida; los ingresos del turismo y las remesas se han agotado; los coeficientes de endeudamiento ya son elevados y posiblemente insostenibles; y las condiciones financieras son difíciles debido a los mayores costos de los préstamos y las monedas más débiles. Además, hay un espacio limitado para la flexibilización de las políticas y, en algunos casos, la credibilidad de las políticas podría verse socavada por la política populista.

Entre las economías más problemáticas a tener en cuenta se encuentran India, Rusia, Turquía, Brasil, Sudáfrica, muchas partes del África subsahariana y las partes más frágiles e importadoras de petróleo del Medio Oriente. Muchos países están experimentando una depresión, no una recesión. Más de 200 millones de personas corren el riesgo de volver a caer en la pobreza extrema. Para agravar estas desigualdades, los países más vulnerables al hambre y las enfermedades también tienden a enfrentar la mayor amenaza del cambio climático y, por lo tanto, seguirán siendo fuentes potenciales de inestabilidad.

Si bien la confianza general se está recuperando, algunos mercados financieros son irracionalmente exuberantes y hay mucho riesgo e incertidumbre subyacentes. La crisis de COVID-19 probablemente conducirá a un aumento de la desigualdad dentro y entre países. Cuanto más se dejen atrás las cohortes vulnerables, mayor será el riesgo de inestabilidad social, política y geopolítica en el futuro. Lampadia

Nouriel Roubini, presidente de Roubini Macro Associates, es un ex economista senior de asuntos internacionales en el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante la administración Clinton. Ha trabajado para el Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal de EEUU y el Banco Mundial.




MEMOREX

MEMOREX

Jaime Spak
Para Lampadia

En mi juventud cuando uno se olvidaba de algo, al instante le decían, toma Memorex, que era una pastilla que supuestamente te ayudaba con la memoria.

Justamente esa memoria, es la que muchos peruanos han perdido y otros ni la tienen. La generación que hoy día tiene entre 18 y 35 años no vivió el horror del terrorismo en nuestro país.

El día de hoy, ocho millones de personas entre esas edades que representan casi el 40 % de los votantes, irán a las urnas este 06 de junio. No han vivido esa oscura etapa de nuestra historia.

Más de 25,000 compatriotas fueron aniquilados por los terroristas sin discriminar nivel social, en su gran mayoría gente humilde, campesinos, obreros, políticos, policías y miembros de nuestras fuerzas armadas.

Lo sucedido en el Vraem el domingo 23, nos hace reflexionar sobre el tema del terrorismo, que ahora se ha convertido en un narco terrorismo. Matar a 16 personas y quemar a niños nos hace recordar esa terrible y sádica etapa reciente.

Es imprescindible hacerles recordar esos trágicos días que vivimos, con escasez, apagones por derribar constantemente torres de alta tensión, asesinatos selectivos, cantidad de policías que fueron asesinados de la manera más cobarde. No nos olvidemos de los atentados en todo el Perú, empezaron con las masacres en Ayacucho y diferentes caseríos de nuestro país para luego pasar a lo que llamaron la toma de Lima y empezaron a explotar coches bomba en lugares diversos, como la sede del Canal 2 en donde fallecieron varios periodistas, Tarata con mas de una veintena de muertos inocentes, el atentado contra el BCP de Juan de Arona, Embajada de China, etc.

Adicional a la trágica muerte de tantos compatriotas, cada atentado contra instalaciones del estado tuvo un enorme costo que hoy en día representaría cientos de hospitales, miles de colegios, carreteras en todo el país y una mejora en la implementación de las fuerzas de seguridad.

Es decir, se perdían valiosas vidas y se destruía la economía del país.

Todo esto disminuyó cuando se capturó a Abimael Guzmán el 12 de Setiembre de 1992 y se empezó a recuperar la tranquilidad, que hasta ahora mantenemos, aunque de una manera muy frágil.

Podemos apreciar que en las manifestaciones de Castillo no solamente hay una amenaza de totalitarismo, sino sobre todo una constante hostilidad hacia los periodistas, con agresiones incluidas. Imagínense que sucedería, si fueran gobierno, sería una represión similar como en Venezuela, Cuba, Nicaragua o Ecuador en época de Correa.

Cuatro congresistas de Perú Libre, tienen vínculos con el Movadef, que según indican es el brazo político de Sendero Luminoso.

Es muy importante que se entienda que ningún gobierno comunista ha tenido éxito en la historia. Si repasamos los países más poderosos del planeta, son donde se aplica la economía social de mercado. No existe ningún país que haya sido exitoso para su población con una política comunista.

Hagamos un pequeño repaso, y veremos que desde la década de los 70, cuando Vietnam le ganó la guerra de guerrillas a Estados Unidos, y luego de muchos años de gobierno comunista, han migrado a una sociedad de libre mercado y con un progreso notorio, con un crecimiento anual promedio de 8%, con una reducción de la pobreza hasta el 12% de la población.

Su vecino Camboya en la misma época, el Khmer Rouge bajo el liderazgo del genocida Pol Pot trasladó a mas de dos millones de habitantes de la ciudad al campo, con la anuencia del rey Sihanouk y prácticamente murieron de inanición. Tuve oportunidad de estar en la capital Pnon Penh y conversando con nuestro guía, nos dijo que fue una generación perdida de profesionales de todas las ramas, obreros, deportistas, etc. que desaparecieron. Les ha costado más de 30 años para recuperar a médicos, abogados, profesores, obreros y tantos camboyanos que fueron exterminados por la horrible dictadura. Imagínense que una de las atracciones de esta ciudad es “el museo del Terror” donde a la entrada en una enorme urna de cristal se puede apreciar miles de cráneos de personas asesinadas.

Ni se diga de la Unión Soviética que luego de 70 años de revolución, hoy en día son países independientes con un capitalismo desmesurado.

China, después de la muerte de Mao, su sucesor Deng Xiaoping, conocido como el Arquitecto de la Reforma y la Apertura de China, se convirtió en un capitalismo de estado y hoy en día en una potencia mundial, con una población que ha logrado importantes mejoras en sus condiciones de vida y con varios miles de millonarios entre sus habitantes.

Todos estos países tuvieron que cambiar radicalmente su política económica para lograr crecimiento y desarrollo.

No quiero tocar el tema de Venezuela ni de Nicaragua, que le sigue los pasos, pues ya es conocido que entre los mas de 5 millones de venezolanos que han tenido que abandonar su tierra, más de un millón viven en el Perú, huyendo del socialismo del Siglo XXI que es defendido por Castillo y Cerrón.

Por ello queridos amigos, estamos en vísperas de la más importante elección de los últimos años y no podemos seguir con los ojos tapados, pensando que una opción de Perú Libre será viable para el Perú. Si no queremos seguir el paso de los países que he mencionado piensen muy bien y vayan a votar.

En la primera vuelta más de un millón de personas no fueron a votar, por diferentes motivos y su voto es muy necesario en esta oportunidad, para que el Perú de una vez por todas, tome el rumbo que nunca debió perder.

¿Estamos dispuestos a pasar años de incertidumbre para tener que volver a sufrir años de carencias, desempleo, terrorismo, gobernados por gente improvisada??

Creo que la respuesta se cae de madura.

Esta vez nos costaría toda una generación para recuperarnos.

El emprendedor peruano, el estudiante y las clases emergentes tienen en sus manos votar de manera inteligente y no siguiendo cantos de sirena que solo servirá para ir al abismo.

Este domingo 06 de junio el Perú se juega la gran final y tenemos que ganarla. Lampadia




Cuatro tendencias de cambio global

Cuatro tendencias de cambio global

A continuación, reproducimos un interesante artículo publicado por la prestigiosa consultora global McKinsey en el 2015 que, a pesar de lo sui generis que resultó el año 2020 por la pandemia, consideramos que aún tiene mucha vigencia para explicar los profundos cambios que este mundo está experimentando desde la década de 2010.

Titulado “Las cuatro fuerzas globales rompiendo todas las tendencias” constituye un extracto del libro No Ordinary Disruption – escrito por Richard Dobbs, James Manyika, y Jonathan Woetzel – que esboza con bastante detalle los polos que desde el lado geopolítico, tecnológico, demográfico y de integración comercial y financiera determinarán el crecimiento y el desarrollo de la economía mundial en las próximas décadas.

Plantea una interesante reflexión sobre temas de los cuales ya hemos escrito anteriormente como la convergencia entre occidente y el mundo asiático, la 4ta Revolución Industrial y el proceso de desglobalización en el que se vio inmerso el mundo desde el presente siglo con la crisis financiera del 2008 y cuya dinámica se transformó con el conflicto comercial EEUU-China iniciado por Trump.

El libro constituye pues una lectura obligatoria, como mencionan los autores, tanto para hacedores de política como para líderes empresariales que buscan reformular y adecuar sus organizaciones y espacios de trabajo hacia los nuevos desafíos que le demandará el devenir de los próximos años. Lampadia

Cuatro fuerzas globales que rompen todas las tendencias

Richard Dobbs, James Manyika, and Jonathan Woetzel
1 de abril, 2015
McKinsey & Company Home Strategy & Corporate Finance
Traducida y comentada por Lampadia

El sistema operativo de la economía mundial se está reescribiendo. En este extracto exclusivo del nuevo libro No Ordinary Disruption, sus autores explican las tendencias que están remodelando el mundo y por qué los líderes deben adaptarse a una nueva realidad.

 

En la Revolución Industrial de finales del siglo XVIII y principios del XIX, una nueva fuerza lo cambió todo. Hoy nuestro mundo está atravesando una transición aún más dramática debido a la confluencia de cuatro fuerzas disruptivas fundamentales, cualquiera de las cuales se ubicaría entre los cambios más grandes que la economía global haya visto. En comparación con la Revolución Industrial, estimamos que este cambio está ocurriendo diez veces más rápido y a una escala 300 veces mayor, o aproximadamente 3,000 veces el impacto. Aunque todos sabemos que estas interrupciones están sucediendo, la mayoría de nosotros no comprendemos su magnitud completa y los efectos de segundo y tercer orden que resultarán. Por mucho que las ondas puedan amplificarse entre sí, estas tendencias están ganando fuerza, magnitud e influencia a medida que interactúan, coinciden y se alimentan unas de otras. Juntas, estas cuatro tendencias disruptivas fundamentales están produciendo un cambio monumental.

1. Más allá de Shanghái: la era de la urbanización

La primera tendencia es el cambio del lugar de la actividad económica y el dinamismo hacia mercados emergentes como China y a ciudades dentro de esos mercados. Estos mercados emergentes están atravesando revoluciones industriales y urbanas simultáneas, desplazando el centro de la economía mundial hacia el este y el sur a una velocidad nunca antes vista. Tan recientemente como en 2000, el 95% de Fortune Global 500, las empresas internacionales más grandes del mundo, incluidas Airbus, IBM, Nestlé, Shell y The Coca-Cola Company, por nombrar algunas, tenían su sede en economías desarrolladas. Para 2025, cuando China albergará más empresas grandes que EEUU o Europa, esperamos que casi la mitad de las grandes empresas del mundo, definidas como aquellas con ingresos de 1,000 millones de dólares o más, tengan su sede en mercados emergentes. “A lo largo de los años, la gente en nuestra sede, en Frankfurt, comenzó a quejarse: ‘Ya no te vemos mucho por aquí’”, dijo Josef Ackermann, ex director ejecutivo de Deutsche Bank. “Bueno, había una razón: el crecimiento se ha trasladado a otros lugares: a Asia, América Latina, Oriente Medio”.

Quizás igualmente importante, el lugar de la actividad económica está cambiando dentro de estos mercados. La población urbana mundial ha aumentado en un promedio de 65 millones de personas al año durante las últimas tres décadas, el equivalente a agregar siete Chicagos al año, cada año. Casi la mitad del crecimiento del PBI mundial entre 2010 y 2025 provendrá de 440 ciudades en mercados emergentes, el 95% de ellas ciudades pequeñas y medianas de las que muchos ejecutivos occidentales ni siquiera han oído hablar y no podrían señalar en un mapa. Sí, Mumbai, Dubai y Shanghai son familiares. Pero, ¿qué pasa con Hsinchu, en el norte de Taiwán? ¿El estado brasileño de Santa Catarina, a medio camino entre São Paulo y la frontera uruguaya? ¿O Tianjin, una ciudad que se encuentra a unos 120 kilómetros al sureste de Beijing? En 2010, estimamos que el PBI de Tianjin era de alrededor de US$ 130,000 millones, lo que lo hace aproximadamente del mismo tamaño que Estocolmo, la capital de Suecia. Para 2025, estimamos que el PBI de Tianjin será de alrededor de US$ 625,000 millones, aproximadamente el de toda Suecia.

2. La punta del iceberg: aceleración del cambio tecnológico

La segunda fuerza disruptiva es la aceleración del alcance, la escala y el impacto económico de la tecnología. La tecnología, desde la imprenta hasta la máquina de vapor e Internet, siempre ha sido una gran fuerza para cambiar el status quo. La diferencia hoy en día es la absoluta ubicuidad de la tecnología en nuestras vidas y la velocidad del cambio. Pasaron más de 50 años desde que se inventó el teléfono hasta que la mitad de los hogares estadounidenses tuvieran uno. La radio tardó 38 años en atraer a 50 millones de oyentes. Pero Facebook atrajo a 6 millones de usuarios en su primer año y ese número se multiplicó por 100 durante los siguientes cinco años. WeChat, el servicio de mensajería de voz y texto móvil de China, tiene 300 millones de usuarios, más que toda la población adulta de EEUU. La adopción acelerada invita a la innovación acelerada. En 2009, dos años después del lanzamiento del iPhone, los desarrolladores habían creado alrededor de 150,000 aplicaciones. Para 2014, ese número había llegado a 1.2 millones y los usuarios habían descargado más de 75,000 millones de aplicaciones en total, más de diez por cada persona en el planeta. Tan rápido como la innovación se ha multiplicado y extendido en los últimos años, está preparada para cambiar y crecer a una velocidad exponencial más allá del poder de anticipación de la intuición humana.

El poder de procesamiento y la conectividad son solo una parte de la historia. Su impacto se multiplica por la revolución de datos concomitante, que coloca cantidades sin precedentes de información en manos de consumidores y empresas por igual, y la proliferación de modelos de negocios habilitados por la tecnología, desde plataformas minoristas en línea como Alibaba hasta aplicaciones de llamada de automóviles como Uber. Gracias a estas fuerzas que se amplifican mutuamente, cada vez más personas disfrutarán de una edad de oro de los artilugios, de la comunicación instantánea y de la información aparentemente ilimitada. La tecnología ofrece la promesa de progreso económico para miles de millones de economías emergentes a una velocidad que hubiera sido inimaginable sin Internet móvil. Hace veinte años, menos del 3% de la población mundial tenía un teléfono móvil; ahora dos tercios de la población mundial tienen uno, y un tercio de todos los seres humanos pueden comunicarse en Internet.2 La tecnología permite que empresas como WhatsApp comiencen y aumenten de escala a una velocidad asombrosa con poco capital. Los emprendedores y las empresas emergentes ahora disfrutan con frecuencia de ventajas sobre las grandes empresas establecidas. El ritmo vertiginoso de la adopción e innovación tecnológica está acortando el ciclo de vida de las empresas y obligando a los ejecutivos a tomar decisiones y comprometer recursos mucho más rápidamente.

3. Envejecer ya no es lo que solía ser: Respondiendo a los desafíos de un mundo que envejece

La población humana está envejeciendo. La fertilidad está disminuyendo y la población mundial está encaneciendo drásticamente. Si bien el envejecimiento ha sido evidente en las economías desarrolladas durante algún tiempo (Japón y Rusia han visto disminuir sus poblaciones en los últimos años), el déficit demográfico se está extendiendo a China y pronto llegará a América Latina. Por primera vez en la historia de la humanidad, el envejecimiento podría significar que la población del planeta se estabilizará en la mayor parte del mundo. Hace treinta años, solo una pequeña parte de la población mundial vivía en los pocos países con tasas de fecundidad sustancialmente inferiores a las necesarias para reemplazar a cada generación: 2.1 hijos por mujer. Pero para 2013, alrededor del 60% de la población mundial vivía en países con tasas de fertilidad por debajo de la tasa de reemplazo. Este es un cambio radical. La Comisión Europea espera que para 2060, la población de Alemania se reduzca en una quinta parte, y el número de personas en edad de trabajar disminuirá de 54 millones en 2010 a 36 millones en 2060, un nivel que se prevé será menor que el de Francia. La fuerza laboral de China alcanzó su punto máximo en 2012, debido a las tendencias demográficas impulsadas por los ingresos. En Tailandia, la tasa de fecundidad ha caído de 5 en la década de 1970 a 1.4% en la actualidad. Una fuerza laboral más pequeña pondrá una mayor responsabilidad en la productividad para impulsar el crecimiento y puede hacer que reconsideremos el potencial de la economía. El cuidado de un gran número de personas mayores ejercerá una gran presión sobre las finanzas públicas.

4. Comercio, personas, finanzas y datos: mayores conexiones globales

La fuerza disruptiva final es el grado en que el mundo está mucho más conectado a través del comercio y los movimientos de capital, personas e información (datos y comunicación), lo que llamamos “flujos”. El comercio y las finanzas han sido durante mucho tiempo parte de la historia de la globalización, pero en las últimas décadas se ha producido un cambio significativo. En lugar de una serie de líneas que conectan los principales centros comerciales de Europa y América del Norte, el sistema de comercio mundial se ha expandido hasta convertirse en una red compleja, intrincada y en expansión. Asia se está convirtiendo en la región comercial más grande del mundo. Los flujos “Sur-Sur” entre mercados emergentes han duplicado su participación en el comercio mundial durante la última década. El volumen del comercio entre China y África aumentó de US$ 9,000 millones en 2000 a US$ 211,000 millones en 2012. Los flujos mundiales de capital se multiplicaron por 25 entre 1980 y 2007. Más de 1,000 millones de personas cruzaron las fronteras en 2009, más de cinco veces el número en 1980. Estos tres tipos de conexiones se detuvieron durante la recesión mundial de 2008 y se han recuperado solo lentamente desde entonces. Pero los vínculos forjados por la tecnología han avanzado ininterrumpidamente y con una velocidad creciente, marcando el comienzo de una nueva fase dinámica de globalización, creando oportunidades inigualables y fomentando una volatilidad inesperada.

Restableciendo la intuición

Estas cuatro interrupciones cobraron impulso, crecieron en escala y comenzaron a tener un impacto material en la economía mundial a principios del siglo XXI. Hoy en día, están alterando patrones establecidos desde hace mucho tiempo en prácticamente todos los mercados y todos los sectores de la economía mundial, de hecho, en todos los aspectos de nuestras vidas. Dondequiera que miremos, están provocando que las tendencias se desintegren, se separen o simplemente se rompan. El hecho de que los cuatro sucedan al mismo tiempo significa que nuestro mundo está cambiando radicalmente desde aquel en el que muchos de nosotros crecimos, prosperamos y formamos las intuiciones que son tan vitales para nuestra toma de decisiones.

Nuestra intuición se ha formado a partir de un conjunto de experiencias e ideas sobre cómo funcionaban las cosas durante una época en la que los cambios eran incrementales y algo predecibles. La globalización benefició a los bien establecidos y bien conectados, abriendo nuevos mercados con relativa facilidad. Los mercados laborales funcionaron de manera bastante confiable. Los precios de los recursos cayeron. Pero no es así como funcionan las cosas ahora, y tampoco es probable que funcionen en el futuro. Si miramos el mundo a través de un espejo retrovisor y tomamos decisiones sobre la base de la intuición construida en nuestra experiencia, bien podríamos estar equivocados. En el nuevo mundo, los ejecutivos, los formuladores de políticas y las personas deben analizar sus intuiciones desde los primeros principios y restablecerlas audazmente si es necesario. Esto es especialmente cierto para las organizaciones que han tenido un gran éxito.

Si bien está llena de oportunidades, esta era es profundamente inquietante. Y queda mucho trabajo por hacer. Necesitamos darnos cuenta de que mucho de lo que creemos que sabemos sobre cómo funciona el mundo está mal; para controlar las fuerzas disruptivas que transforman la economía global; identificar las tendencias de larga data que se están rompiendo; para desarrollar el coraje y la previsión para despejar los mazos intelectuales y prepararse para responder. Estas lecciones se aplican tanto a los formuladores de políticas como a los ejecutivos de negocios, y el proceso de restablecimiento de su sistema de navegación interno no puede comenzar lo suficientemente pronto.

Es urgente adaptarse a estas nuevas realidades. Sin embargo, a pesar de todo el ingenio, la inventiva y la imaginación de la raza humana, tendemos a ser lentos para adaptarnos al cambio. Existe una poderosa tendencia humana a querer que el futuro se parezca mucho al pasado reciente. En estos bajíos, enormes embarcaciones corporativas se han hundido repetidamente. Revisar nuestras suposiciones sobre el mundo en el que vivimos, y no hacer nada, nos dejará a muchos de nosotros altamente vulnerables. Obtener una perspectiva clara sobre cómo negociar el panorama cambiante nos ayudará a prepararnos para el éxito. Lampadia

Este artículo es un extracto editado de No Ordinary Disruption: The Four Global Forces Breaking All the Trends, (Public Affairs, mayo de 2015). Para obtener más información al respecto y solicitar copias, visite Amazon, Barnes & Noble u otras librerías líderes.




¿Por qué no podemos mantener un esfuerzo continuo?

¿Por qué no podemos mantener un esfuerzo continuo?

 

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Es increíble cómo van cayendo uno a uno todos los principios básicos del crecimiento económico y del desarrollo institucional. Vale preguntarse por qué el Perú no puede mantener una disciplina conceptual y un esfuerzo acumulativo continuo más allá de cierto tiempo. Corrigiendo los errores, pero manteniendo y hasta mejorando el rumbo.

Una hipótesis es que la pandemia produjo tal impacto que relajó todos los preceptos. El populismo y el clientelismo estuvieron siempre agazapados, pero saltaron sobre su presa con el pretexto de la situación creada por el COVID 19.

El caso más reciente en el que el país apenas pudo mantener un esfuerzo constructivo –débil por lo demás- de 7 años, ha sido el de la implantación de la meritocracia en el Estado vía el tránsito al régimen de la ley de Servicio Civil. Un proceso complejo que requería de voluntad política y que quizá debió simplificarse. Ahora pasó a la historia con la ley insistida por el Congreso que elimina el régimen CAS y convierte a todos los CAS en empleados permanentes sin meritocracia y con estabilidad absoluta. Adiós el proyecto nacional de construir un Estado meritocrático.

En el caso de los pilares del crecimiento económico pudimos mantener milagrosamente una continuidad de 30 años. Pero ese ciclo estaría llegando a su fin. El Congreso le ha infligido golpes que podrían ser terminales. La estabilidad macroeconómica, pilar fundamental, ha sido socavada con leyes que incrementan el gasto fiscal permanente en casi 6 puntos del PBI al mismo tiempo que reducen la recaudación fiscal con leyes que dañan motores económicos, reduciendo el crecimiento potencial.  

Principios básicos como la libertad de precios y la libertad económica han sido afectados.

Se ha abierto el camino al intervencionismo estatal en la economía. Y ya sabemos a dónde conduce eso. Pablo Bustamante ha recordado que, a diferencia de Chile, Colombia y otros países de la región, el Perú tuvo una caída profunda en la pobreza económica en los 70 y 80 debido al estatismo proteccionista. (Ver en Lampadia: Desarrollo interruptus). Si hubiésemos seguido la línea continua de crecimiento abierto y de mercado que con breves interrupciones teníamos desde comienzos del siglo pasado, hoy estaríamos por encima de Chile. Pero caímos en el profundo pozo del intervencionismo estatal que, paradójicamente, redujo el Estado a su mínima expresión a fines de los 80.

Parece que vamos a volver a caer, como si no hubiésemos aprendido nada. Lo que hemos tenido en los últimos 30 años ha sido justamente un proceso de reconstrucción del Estado y sobre todo de crecimiento económico sano y competitivo, limitado en la última década por regulaciones crecientes que fueron restaurando una suerte de intervencionismo estatal de baja intensidad. Es que, confiando en que el modelo es potente, se les cuelgan cada vez más obligaciones, requisitos y cargas a las empresas, hasta que ya casi no pueden caminar. Por eso lo que el modelo no pudo resolver fue la alta informalidad. Para resolverla, había que restablecer los grados de libertad económica conculcados y empoderar tecnológicamente a los pequeños.

Lo que se viene podría ser peor. Si Yonhy Lescano es elegido presidente, lo que tendríamos, según sus promesas y su plan de gobierno, sería el puntillazo final a los principios básicos del crecimiento y a sus motores principales. Comenzando por la minería, que será nacionalizada a la boliviana, y sus contratos renegociados. No vendrá más inversión minera, así como en Bolivia nunca llegó más inversión gasífera, lo que la dejará sin reservas en 10 años.

Se consolidará la intervención en el sistema de precios con la obligación al Banco Central de poner topes a las tasas de interés, lo que alejará el crédito formal de los pequeños, expulsándolos al agiotismo y cortando el avance a la inclusión financiera y a la formalización económica.

Más grave aún: se afectará la autonomía del Banco Central, sustento de la estabilidad macroeconómica del país.

El principio de subsidiariedad de la actividad empresarial del Estado –base también del crecimiento- será dejado de lado. Se crearán empresas públicas en sectores “estratégicos” como la aeronáutica y seguramente el gas, y convertirá al Banco de la Nación en un banco comercial público, tal como ha anunciado. 

Además, se empezará a introducir formas de protección rentista a sectores productivos (industriales, agricultores), como también ha prometido.

En suma, un retroceso a una forma menos radical del estatismo de los 70 y 80.

En lugar de eliminar sobre regulaciones y restablecer libertad económica y más competencia para devolverle velocidad al crecimiento, y de reformar el Estado para tener servicios públicos eficientes, se ofrece lo contrario. La ruta al abismo nuevamente. Lampadia




El súper ciclo del Cobre que se pierde el Perú

El súper ciclo del Cobre que se pierde el Perú

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El precio del cobre superó ayer los US$4 por libra, un gran precio, sobre todo para el Perú, que es un productor de costos bajos.

Pero esta vez, a diferencia de la primera década del siglo, el Perú se está perdiendo la oportunidad de traer riqueza desde el exterior, al haber impedido el desarrollo de importantes proyectos cupríferos como los de Conga en Cajamarca y Tía María en Arequipa.

Solo con estos dos proyectos, estamos hablando de una pérdida anual de unos US$ 3,000 millones. Justamente cuando más los necesitamos, cuando tenemos que recuperarnos del colapso económico inducido por el gobierno de Vizcarra para [no] frenar la pandemia.

Pero esta gran pérdida no ha caído del cielo. Es un presente negro de todas nuestras izquierdas, repito: de todas. Aquellas que optaron secretamente por el pos-extractivismo, esa teoría estúpida que se dieron el lujo de proponer a Humala en agosto del 2012. Ver en Lampadia: Exigimos que se renuncie al ‘pos-extractivismo’.

Lo más lamentable es que durante el despliegue de los ataques al sector minero, las izquierdas contaron con la colaboración de muchos medios de comunicación, que se dejaron impresionar con narrativas llamativas, pero falseantes. Se presentaron imágenes de empresas grandes, supuestamente abusivas y desconsideradas, actuando contra pueblos pobres e incluso contra pobladores específicos que se prestaron para ello.

Además, en Lampadia no nos cansamos de repetir, que estas izquierdas intrigantes y mentirosas, también contaron con la colaboración de buena parte de la clase dirigente, de empresarios, académicos, políticos y líderes de opinión, que no pudieron tomar la temperatura política y desentrañar un tema tan caro para el futuro del Perú.

Poco a poco, pues, hemos ido poniendo cruces en nuestros grandes yacimientos mineros:

Y podemos perder nuestros proyectos por el desarrollo de otras fuentes de minerales, como la explotación de los fondos marinos. O por sustitución de materiales. O incluso por cambios tecnológicos, como el de la electricidad inalámbrica.

El año 2015, el IPE hizo un cálculo sobre la pérdida de crecimiento del PBI como consecuencia de la parálisis de los proyectos mineros. Ver cuadro:

¿Se imaginan ustedes hoy, el impacto de mantener nuestro cobre debajo de la tierra En vez de traer recursos para más y mejores empleos, mayores cadenas productivas con otros sectores de la economía, más impuestos para cerrar las brechas de salud, educación, infraestructuras y tecnologías?

El economista chileno, José Luis Daza dice en La Tercera: “No me sorprendería si en los próximos 12 meses el cobre supera los US$5 y eventualmente US$6”. Agrega que este súper ciclo puede durar un par de años. Pero más allá de su afirmación, los estimados de demanda y oferta de cobre, muestran un escenario muy favorable para los países productores como el Perú, que tiene grandes reservas de cobre por explotar.

Ya es hora de que empecemos a llevar la contabilidad de las pérdidas de riqueza y de beneficios sociales, causados por los enemigos de la inversión minera en el Perú. Lampadia




Cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas

Cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas.

Participa como invitado Pablo Secada, economista, junto con Sebastián Otero y Jaime de Althaus, asociados de IIG.

Las opiniones vertidas en este programa no necesariamente representan la opinión institucional de IIG sobre los temas tratados.