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¿Se ha malogrado el libre comercio?

Continuando con nuestro seguimiento de la campaña “Open Future” realizado por The Economist, queremos compartir el debate sobre la realidad del libre comercio y la necesidad de apoyar con medidas efectivas a los perdedores del comercio y la globalización.

Lamentablemente, los países más ricos como EEUU y los europeos, donde la globalización alentó la movilidad internacional del trabajo, o la deslocalización del empleo a países emergentes, empezando por China, más la crisis financiera del 2008/9 y la revolución tecnológica que reduce la demanda de empleo, han originado, entre los más ricos, la aparición de un neo populismo político en Europa y EEUU.

Este aumento de la tendencia populista, que responde a situaciones internas de los más desarrollados, está restando legitimidad y aprobación a los beneficios del libre comercio y la globalización. El aumento del apoyo al populismo de derecha y de izquierda en las democracias occidentales ya está alterando la historia, transformando la política y representando una amenaza para las democracias más prestigiosas.

Donald Trump fomentó una ola de populismo que lo llevó a la Casa Blanca. Lo mismo sucedió en el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit. El éxito de la Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) en las elecciones  alemanas muestra que el populismo se queda en Europa (ver en Lampadia: Gran Bretaña al límite, Alemania en veremos). Al parecer, los votantes están hartos de las elites tradicionales y de la política dominante y prefieren ir con movimientos que creen que escucharán sus preocupaciones.

Uno de los grandes problemas es que, como afirmó Wolf en Polarización entre ‘perdedores’ y élites, durante mucho tiempo,  “los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos ‘programas de ayuda social’, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. (…) En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.”

Veamos el debate realizado por The Economist:

Mercados abiertos
Lo que los gobiernos pueden hacer por los perdedores del libre comercio

Jared Bernstein
The Economist
Open Future
22 de mayo de 2018
Traducido por Lampadia

Jared Bernstein es miembro senior del Center on Budget and Policy Priorities. Anteriormente, fue economista jefe y asesor económico del vicepresidente Joe Biden y director ejecutivo de la Fuerza de Tarea de la Casa Blanca para la clase media.

Cuando me uní al Economic Policy Institute a principios de la década de 1990, estábamos entre los únicos economistas que documentaban cómo ciertos grupos de trabajadores y sus comunidades se veían cada vez más desplazados por el libre comercio. Los sindicatos eran nuestros aliados, pero desde el centro, de izquierda a derecha, fuimos castigados como proteccionistas que no entendieron los fundamentos de la ventaja comparativa. En ese momento, el consenso de élite era que todos se beneficiaban del libre comercio, y cualquier “costo de transición” era rápido y sin complicaciones. Nuestros crecientes déficits comerciales no fueron más que evidencia de la voluntad de otros países de prestarnos, por lo que podríamos felizmente consumir más de lo que producimos.

Quienes apoyaban la globalización no le hicieron ningún favor a la globalización al ignorar a los perdedores

De hecho, ayudaron a entregarnos al presidente Donald Trump. La historia ha demostrado repetidamente que una forma confiable de alimentar la política nacionalista, insular y populista es ignorar las desventajas de un cambio económico perturbador.

Ahora que finalmente estamos más “despiertos” con respecto a las desventajas del comercio, ¿cómo podemos ayudar a los que quedan atrás? La agenda política debe guiarse por una frase recientemente ofrecida por el presidente francés Emmanuel Macron: “protección, no proteccionismo”.

En esencia, los trabajadores desplazados de empleos de alto valor agregado necesitan que se les reemplace su ingreso, y, por razones culturales, políticas y de dignidad, debe ser a través del trabajo. Eso no implica recuperar empleos que se pierden, pero sí requiere que la política vaya más allá de las intervenciones solo de oferta, como capacitación o apoyo educativo. Específicamente, necesitamos un programa donde el gobierno cree empleos en lugares donde hay muy pocas oportunidades de empleo.

La respuesta típica de un economista es la movilidad: las familias deben ir donde están los trabajos, lo que en Estados Unidos tiende a significar moverse del corazón a algún lugar donde se pueda obtener un café con leche de soya en cualquier esquina. De hecho, la investigación muestra que dicha movilidad ha estado disminuyendo durante mucho tiempo, lo que significa que las políticas necesitarán traer empleos a los trabajadores.

Esto podría tomar la forma de empleos públicos o privados (con un subsidio salarial) en infraestructura, incluida la infraestructura ambientalmente sostenible: aislamiento, instalaciones renovables, modernización de edificios públicos, incluidas las escuelas públicas (que realmente necesitan la ayuda). Los trabajos de servicio técnico también serán importantes en este espacio, como los técnicos de atención médica. Estas posiciones a menudo requerirán un nuevo entrenamiento. El modelo de aprendizaje, recibir un salario mientras aprende, es algo natural para esta población.

La historia ha demostrado repetidamente que una manera confiable de alimentar una política nacionalista, insular y populista es ignorar los inconvenientes de un cambio económico disruptivo.

Los trabajos subsidiados, sin embargo, a menudo pagan muy poco a los trabajadores de mediana edad, incluso asumiendo un cónyuge que trabaja. Esto requiere mayores beneficios salariales que vayan más allá de nuestros insignificantes programas de “asistencia para el ajuste al comercio, TAA” (los trabajadores manufactureros desplazados se refieren a TAA como “seguro funerario”).

Para administrar sus costos, es necesario que los trabajos subsidiados tengan un límite de tiempo. Incluso un programa generoso del tipo que se está discutiendo raramente respaldará puestos durante más de un par de años. Por lo tanto, es necesario que haya un componente de inversión para ayudar a generar una actividad económica duradera del sector privado.

Una solución potencial interesante puede ser la de las “zonas de oportunidad” (OZ). Creado en el plan impositivo de 2017, las OZ crean un incentivo fiscal para que los inversionistas comprometan las ganancias de capital de los fondos que deben invertir en lugares rezagados. Las políticas de inversiones no han sido especialmente inspiradoras, pero las OZ están diseñadas para incentivar un capital más paciente, que es lo que se necesita para lograr una diferencia duradera. El programa está en pañales, pero las preocupaciones iniciales de que las reducciones de impuestos se destinen a las áreas de aburguesamiento, en lugar de lugares que realmente necesitan la ayuda, no parecen haber sido mitigadas.

Si esta agenda suena como que se está renunciando al empleo manufacturero, permítanme enfáticamente corregir eso. En primer lugar, existe la necesidad de una comisión independiente para analizar lo que es realista en términos de preservar o expandir nuestro sector industrial. Si bien la mayoría de los empleos perdidos no regresan, ¿podría la política de inversiones crear la oportunidad para que los Estados Unidos reclamen participación de mercado en nuevas industrias, como la producción de baterías? ¿Podríamos expandir nuestro programa existente de Asociación de Manufactura para ayudar a nuestros pequeños fabricantes a crecer, conectándolos con las cadenas de suministro globales?

La agenda política debe guiarse por “protección, no proteccionismo”

Si tu respuesta a esto es “no elegimos ganadores”, entonces:

a) te equivocas (mira nuestro código de impuestos),

b) estás atrapado en el viejo pensamiento que nos metió en este lío en primer lugar, y

c) veamos qué se le ocurre a una comisión no partidaria liderada por eruditos sin pulgares en la balanza.

Finalmente, debemos reconocer que los déficits comerciales están lejos de ser benignos. Esto no significa que no debamos seguir el comercio equilibrado. Significa -y nótese que este punto de vista es sostenido cada vez más por los economistas de la corriente principal- que deberíamos presionar rigurosamente a los países que manejan sus monedas para aumentar sus superávits comerciales y nuestros déficits.

La venerable teoría de la ventaja comparativa nunca argumentó que el comercio creara solo ganadores. Por el contrario, argumentaba de manera correcta y poderosa que el aumento del comercio podría generar suficientes beneficios como para que los ganadores pudieran compensar a los perdedores y salir adelante. Pero es una teoría económica, desprovista de política.

Si queremos ayudar a la globalización, será mejor que empecemos a ayudar a los perjudicados por ella.

En el caso estadounidense, no es simplemente que los ganadores no hayan podido compensar a los perdedores. Es mucho peor: han utilizado sus ganancias en nuestro sistema político para jugar a comprar políticos y políticas para proteger y aumentar sus ganancias a expensas de los perdedores.

Dado ese modelo, no sorprende que los que están en el lado equivocado de la globalización lo rechacen, o que surja algún carismático, falso populista para representar sus reclamos legítimos. En otras palabras, si queremos ayudar a la globalización, será mejor que empecemos a ayudar a los perjudicados por ella.

The Economist organizó recientemente (7 de mayo) un debate en línea sobre si el sistema de comercio mundial está roto. En una próxima entrega presentaremos el debate y sus comentarios. Lampadia




¿Aborta guerra comercial China – EEUU?

Según los anuncios del último fin de semana, EEUU y China habrían reaccionado al despropósito que representaba una guerra comercial. Ahora, estarían manteniendo conversaciones tendientes a evitar la confrontación iniciada hace un par de meses.

En Lampadia hemos seguido muy de cerca el enfrentamiento comercial iniciado por Trump, pues ese escenario determinaba un sustancial deterioro de las condiciones de la economía global para los países emergentes, incluyendo al Perú.

Lamentablemente, como en tantos otros temas de interés para nuestro país, nuestra clase dirigente, políticos, académicos y empresarios, no muestran mayor interés en seguir acontecimientos que pueden tener grandes impactos, más allá del corto plazo. Lo mismo sucede con los medios de comunicación. Inclusive en este tema, el entonces ministro de la Producción, Daniel Córdova declaró que una eventual guerra comercial entre EEUU y China, no afectaría a la economía peruana. Increíble, cuando hizo la declaración, el precio del cobre ya había sido impactado por inicio del enfrentamiento.

Nuestra preocupación llegó al punto de haber sugerido al gobierno que se aprovechara la ocasión de la Cumbre de las Américas en Lima, para tomar la bandera del libre comercio, cosa que lamentablemente no se hizo.

Ahora esperamos que los siguientes pasos de EEUU y China, permitan que se consolide la vigencia del libre comercio como el espacio de interacción económica entre los países del mundo.

Para mantener informados a nuestros seguidores, compartimos líneas abajo el informa del Financial Times sobre el ‘detente’.

Estados Unidos y China retroceden desde el borde de la guerra comercial

Mnuchin dice que Washington puede imponer aranceles si Pekín no cumple con los compromisos

Financial Times
Shawn Donnan
21 de mayo, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Estados Unidos ha retrocedido desde el borde de una guerra comercial con China luego de que Washington suspendiera sus planes de imponer aranceles por 150,000 millones de dólares de importaciones, según el secretario del Tesoro de EEUU.

“Estamos parando la guerra comercial”, dijo Steven Mnuchin en una entrevista televisiva el domingo.

La declaración del hombre clave de Donald Trump en las negociaciones comerciales, siguió una declaración conjunta de Estados Unidos y China el sábado pasado, en la que Beijing prometió “aumentar significativamente” sus compras de exportaciones agrícolas y energía estadounidenses y ambas partes dijeron que continuarán hablando durante el verano.

La declaración del sábado omitió los objetivos detallados después de que los negociadores chinos se resistieron al empuje de la administración Trump para que se comprometieran a aumentar sus compras en US$ 200,000 millones anuales. A los críticos en EEUU, también les preocupa que su objetivo principal sea cumplir el objetivo de Trump de reducir el déficit comercial anual de US$ 337,000 millones con China en lugar de abordar cuestiones estructurales más difíciles con la economía china, como el subsidio de Pekín a industrias clave y el robo sistémico de propiedad intelectual de EEUU.

Mnuchin insistió el domingo en que los compromisos chinos para abordar estos temas eran parte del acuerdo más amplio y advirtió que Trump estaría libre de imponer aranceles, si Pekín no cumple con sus compromisos.

Dijo que las dos partes habían logrado un “progreso significativo”, y agregó: “Hemos acordado dejar las tarifas en suspenso mientras tratamos de ejecutar el marco”.

Pero él y otros defensores de un acuerdo rápido con Pekín, en la administración, se enfrentan al escepticismo de la comunidad empresarial estadounidense que considera que los temas estructurales, son más importantes que la reducción del déficit comercial.

La vaguedad de la declaración del sábado ilustra lo que las personas entrevistadas sobre las discusiones dijeron sobre la gran brecha que quedaba entre ambos lados. “No hay acuerdo para un tratado. Nunca anticipamos uno. Hay un comunicado entre los dos grandes países, eso es todo”, dijo Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de Trump, por separado, en una entrevista televisiva.

La administración también enfrenta otra tormenta política en su país, sobre la pretensión de Trump, de vincular las negociaciones comerciales con el levantamiento de la prohibición del abastecimiento de chips de la compañía china de equipos de telecomunicaciones ZTE, de proveedores estadounidenses. ZTE, que durante mucho tiempo ha sido objeto de preocupación por parte de las agencias de inteligencia estadounidenses, admitió haber violado las sanciones de Estados Unidos contra Irán y Corea del Norte y haber incumplido los términos de un acuerdo de US$ 1,200 millones con el gobierno de los EEUU.

Resolver la cuestión de ZTE ha sido la principal prioridad del lado chino, pero la reacción política en Washington a un tweet de Trump el pasado fin de semana comprometiéndose a ayudar a la empresa a volver al negocio, redujo la capacidad de los EEUU de cerrar un trato y provocó que China se resistiera a un compromiso de reducción del déficit de US$ 200,000 millones, dijeron las personas sondeadas sobre las discusiones.

Mnuchin admitió el domingo que el tema de ZTE había sido discutido durante las negociaciones la semana pasada, pero insistió en que la prohibición de Estados Unidos era un “asunto de aplicación de la ley”. Otros funcionarios estadounidenses han planteado la posibilidad de un acuerdo que daría el acceso de ZTE a partes estadounidenses a cambio de modificaciones en la gestión y otras medidas punitivas menos estrictas.

Wilbur Ross, el secretario de Comercio de Estados Unidos, viajaría a China en las próximas semanas para negociar los detalles de las compras chinas, dijo Mnuchin. Pero dijo que el lado estadounidense tenía objetivos muy específicos “industria por industria” en mente, elevando la posibilidad de un 35-40 por ciento de aumento en las importaciones agrícolas este año y un adicional de US$ 50,000 a US$ 60,000 millones en exportaciones anuales de energía de Estados Unidos en los próximos tres a cinco años.

“Nosotros vamos a reducir el déficit comercial”, dijo Mnuchin.

Sin embargo, también advirtió que los dos gobiernos no controlaban totalmente si esto sucedería o no, un punto hecho por economistas que dicen que el desequilibrio entre las dos economías más grandes del mundo tiene más que ver con las tendencias fiscales y macroeconómicas que con la política comercial.

“En última instancia, estas no son transacciones de gobierno a gobierno”, dijo Mnuchin. El compromiso chino “no es una orden de compra gigante con los EEUU, se trata de que la industria pueda tener contratos sólidos y entregar estos bienes “. Lampadia




China y EEUU luchan por el acero

Tal como amenazó en su campaña electoral, y reportamos ayer (ver: Contra todo pronóstico Trump consolida su poder), el presidente de EEUU inició la imposición de acciones comerciales y regulatorias que, lamentablemente, está iniciando una ‘guerra comercial’.

A pesar de las advertencias de muchos analistas, miembros de su propio partido y expertos económicos, el presidente Trump escaló aún más su confrontación arancelaria con China ordenando a su principal negociador comercial que considere la imposición de aranceles sobre productos adicionales por valor de 100,000 millones de dólares.

En respuesta, China dijo que no quería una guerra comercial, pero que estaba lista para luchar contra las políticas de Trump “a cualquier precio”. China presentó recientemente una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para desafiar los aranceles del presidente Trump sobre el acero y el aluminio, en la cual solicitó 60 días para discutir sobre los aranceles de aluminio y acero con Estados Unidos debido a que, según el gigante asiático, los aranceles del 25 % de Estados Unidos sobre el acero importado y los aranceles del 10 % sobre el aluminio importado violan las reglas del comercio internacional.

Sin embargo, es verdad que China produce acero y aluminio en niveles que superan la demanda. Sus socios comerciales argumentan que luego los vende los metales a precios extremadamente bajos, con un impacto negativo en los mercados.

La movida de Estados Unidos ha elevado las posibilidades de un conflicto comercial mayor, que está preocupando a Europa, Japón y a los líderes empresariales estadounidenses por igual. Mientras que Trump argumenta que su plan tarifario es necesario para controlar las prácticas comerciales de China, sus críticos culpan al presidente por arriesgarse a una confrontación comercial que fácilmente podría salirse de control.

Como explicamos en nuestro análisis de ayer (mencionado líneas arriba), Trump está abriendo todos los frentes de confrontación posibles al mismo tiempo. Es evidente que el personaje está dispuesto a cambiar el escenario local y el global, según sus deseos y caprichos, sin que nadie sepa la dirección de los acontecimientos, pues además, va cambiando  su equipo para acomodar sus imposiciones.

Trump está desarrollando un liderazgo que es la negación del espíritu de los sabios ‘padres fundadores’ de EEUU: limitar y balancear el poder. Lampadia

La creciente producción de acero de China desafía la presión de Trump

China aumenta la producción a pesar de los aranceles del 25% anunciados por EEUU

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Las 50 millones de toneladas de capacidad de acero recortadas el año pasado contribuyeron perversamente a un aumento en la producción © Reuters

Emily Feng en Yuncheng, China
Financial Times
17 de abril de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

En teoría, China está en guerra con la producción excesiva de acero. En los últimos dos años, las autoridades han reducido ostensiblemente millones de toneladas de capacidad, y los funcionarios de las regiones productoras de acero más grandes del país ordenaron a los ingenios que redujeran a la mitad su producción durante el invierno.

Sin embargo, en la fábrica de acero Jianlong en la provincia de Shanxi, los trabajadores del acero se quejan de que pasaron la temporada trabajando horas extras. “He estado haciendo turnos de 15 horas al menos una vez a la semana este invierno”, refunfuñó un trabajador.

A pesar de los severos recortes estacionales, la producción de acero crudo de China aumentó un 6 % interanual en los primeros dos meses de 2018, y 2017 fue un año récord para la producción de acero en el país.

Ese aumento podría exacerbar las relaciones comerciales ya tensas entre EEUU y China. En marzo, EEUU anunció tarifas mundiales de acero destinadas a lo que considera como la inundación de China de los mercados mundiales con acero barato.

Aunque el presidente Donald Trump ha puesto la atención en la industria siderúrgica de China -prometió exenciones para casi todos los países excepto China después de anunciar aranceles del 25 % para las importaciones de acero el mes pasado- el exceso de oferta de China también ha hostigado a Europa.

China ha respondido prometiendo reiteradamente racionalizar su industria y reducir la producción de acero luego de que los precios mundiales cayeran en picada. Pero los recientes aumentos en la producción cuentan una historia diferente.

Muchos funcionarios en el oeste creen que el aumento de la producción es indicativo de que Pekín no cumplió sus promesas. Pero el aumento también ilustra las dificultades que enfrentan las autoridades chinas en su intento de minimizar los sectores ineficientes de la industria pesada, incluido el acero.

Es poco probable que el aumento de la producción tenga un impacto directo en EEUU; es probable que el exceso de producción de acero de China se exporte a países más pequeños. El sector siderúrgico de China es tan grande que incluso un aumento de tan solo el 1 % en las exportaciones equivaldría a todo el mercado de exportación de las acerías estadounidenses.

Los topes oficiales en la producción tenían como objetivo garantizar un aire más limpio en Beijing este invierno. Inintencionadamente, simplemente han provocado que la producción, y la contaminación, se trasladen a aquellas partes del país donde no se imponen topes.

Los límites impuestos a la producción en 28 ciudades y regiones, incluso en los alrededores de Beijing, han traído más negocios a los productores de acero que alguna vez estuvieron al margen. Las fábricas cercanas a la capital también aumentaron la producción el año pasado.

Los esfuerzos de Pekín por limpiar el aire de la capital obligaron a la industria pesada a trasladarse a otros lugares, como la planta de Jianlong en la ciudad de Yuncheng, en Shanxi, ubicada en el límite del corazón de la producción de acero y carbón de China.

Yuncheng no ha seguido el camino de Linfen. El dueño de un restaurante en la zona dice. “Todo el mundo ha estado trabajando horas extras en enero y febrero”.

Los 50 millones de toneladas de capacidad de acero recortados el año pasado contribuyeron de manera significativa a la recuperación general de la producción. Gran parte de la producción récord del año pasado fue el resultado del derretimiento de la chatarra incautada durante el cierre de las fábricas más pequeñas, a veces ilegales, que constituyeron el grueso de los recortes de capacidad. Esto tuvo el efecto de colocar la producción ilegal de acero, que no se contabilizó en los datos del gobierno, en cifras oficiales de producción.

El aumento de los precios de los productos de acero incentivó aún más la producción y trajo el retorno tentativo de la prosperidad a Yuncheng.

Los precios del acero se mantuvieron altos durante este invierno gracias a un boyante mercado inmobiliario y desarrollo de infraestructura.

El gran volumen de suministro de las fábricas ilegales retiradas de los mercados el año pasado también elevó los precios: son buenas noticias para las empresas siderúrgicas, que a menudo son empleadores cruciales en la región y se ven presionadas a mantener a sus empleos sin importar el costo.

Una encuesta de FT reveló que el aumento previsto de la producción de acero de China fue solo del 0.6 % en 2018, frente al 5.7 % del año anterior. Lampadia




El mundo pasa a una fase confrontacional

Las debilidades de liderazgo de las grandes potencias, llevan a la humanidad de las amenazas y juegos de palabras a escenarios de confrontación comercial y hasta bélica, que están dañando severamente las perspectivas de crecimiento económico de mediano plazo, con especial incidencia en los países emergentes, como el Perú.

Los líderes de EEUU, China y Rusia, condenan al mundo a importantes retrocesos:

  • En EEUU, Donald Trump tomó por asalto el partido republicano y alcanzó la presidencia profiriendo una serie de amenazas sobre enfrentamientos comerciales con China y México, y de políticas radicales sobre las migraciones.

Muchos quisieron pensar que todo quedaría en los discursos, pero entrado en su segundo año de gobierno, Trump está llevando a cabo todas sus amenazas. (Ver en Lampadia: Trump desata dañina ‘Guerra Comercial).

  • En China, si bien Xi Jinping planteó hace un año en el World Economic Forum, en Davos, la defensa del libre comercio, este año ha mostrado una muy importante involución política, al modificar la constitución china y asumir poderes dictatoriales sin límite de tiempo, contrariando los cuidados del fundador de la nueva China, Deng Xiaoping, con el afán de no repetir los excesos de Mao. (Ver en Lampadia: Xi Jinping transita hacia el poder eterno).
     
  • En Rusia, como explicó Timothy Garton Ash en uno de sus artículos (La doctrina del resentimiento), en 1994, en una reunión internacional, un desconocido Vladimir Putin, al que Garton Ash describió como “un hombre fornido y de baja estatura, con cara de ratón”, explicó que Rusia había abandonado parte de su población en países que no controlaba y que por lo tanto debían rewconquistar. Poco a poco, Putin ha tomado el poder absoluto, está rearmando a Rusia, a invadido países extranjeros y ha sido un factor determinante en el deterioro del conflicto en Siria.
“Nuestra relación con Rusia está peor que nunca, y eso incluye a la Guerra Fría. 
No hay razón para esto.” Fuente: Cuenta oficial de Twitter de Donald Trump

 

“Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles contra Siria. Prepárate, Rusia, porque lo que vendrán serán [misiles] bonitos, nuevos e inteligentes. ¡No deberías ser socios de un animal que mata con gas a su gente y lo disfruta!”. Fuente: Cuenta oficial de Twitter de Donald Trump

Además del deterioro de liderazgo de las tres potencias, es especialmente notoria la caída del Reino Unido en una trampa política de aislamiento (Brexit), y de abandono de las banderas del libre comercio; así como el advenimiento de otros liderazgos populistas en Europa.

La excepción que confirma la regla, la representan los iluminados liderazgos de Angela Merkel en Alemania (lamentablemente debilitado después de las últimas elecciones), Emmanuel Macron en Francia y de Narendra Modi en la India.

Pero la humanidad está siendo arrastrada a zonas de conflicto, con la inminencia de un enfrentamiento bélico entre EEUU y Rusia en Siria.

En relación a los enfrentamientos comerciales, países como el Perú, y el resto de los países de las américas, mañana y pasado en Lima, debemos alzar la voz en defensa de la globalización y el libre comercio.

Para tener más información sobre los enfrentamientos comerciales, compartimos líneas abajo, el artículo de The Economist sobre la ‘guerra comercial’.     

Comienza una guerra comercial entre EEUU y China

Golpe por Golpe 

Los dos países amenazan con caer a una secuencia de represalias de ojo por ojo

 

 

 

 

 

 

The Economist
7 de abril, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Los aranceles están en peligro de convertirse en una guerra comercial. El 3 de abril, Estados Unidos publicó una lista de unos 1,300 productos chinos que propone imponerles aranceles del 25%. Un día después, China produjo su propia lista, que abarca 106 categorías. “Como dice el refrán chino, es muy cortés intercambiar”, dijo la embajada china en Washington, DC.

Según el Peterson Institute for International Economics, un grupo de expertos, la lista de Estados Unidos cubre productos chinos por un valor de US$ 46 mil millones en 2017 (9% de las exportaciones totales de bienes de ese año a Estados Unidos; según el gráfico). China cubre bienes estadounidenses por valor de alrededor de US$ 50 mil millones en 2017 (38% de las exportaciones). Las sumas fueron suficientes para mover los mercados el 4 de abril, aunque el índice S&P 500 pronto recuperó el terreno perdido.

Las listas de ambos países son, por ahora, no más que amenazas. En los próximos dos meses, la lista de EEUU estará abierta a consulta pública (no hay un plazo para que las tarifas entren en vigencia). China ha dicho que esperará a la movida de Estados Unidos. Todavía hay una posibilidad de que las dos partes elijan un acuerdo sobre una guerra comercial. Aunque la lista de Estados Unidos fue elaborada en respuesta al supuesto robo de propiedad intelectual de firmas estadounidenses por parte de China, Trump considera que el déficit comercial con China es una afrenta independiente. Los aranceles aún podrían evitarse si China acepta comprar más productos estadounidenses.

Pero a esta escaramuza le siguen otras. El 23 de marzo, Estados Unidos impuso aranceles al acero y al aluminio de algunos países, incluida China. Eso provocó aranceles que cubren alrededor de US$ 3 mil millones de las exportaciones estadounidenses a China. Se esperan más represalias, ya que los chinos reaccionaron al separar los aranceles estadounidenses en productos como paneles solares y lavadoras.

Los historiadores del comercio tienen una ventaja sobre aquellos que estudian guerras de tipo militar. Cada parte en un conflicto comercial expone en detalle los productos que se verán afectados. Eso hace que sea más fácil analizar sus estrategias.

Los aranceles de Trump sobre el acero y el aluminio resultan bastante crudos. Son un intento de proteger una sola industria al bloquear la competencia extranjera, guiados por la creencia errónea de que esto la fortalecerá. Por el contrario, las represalias de China y las últimas amenazas estadounidenses sobre la propiedad intelectual son más sofisticadas. En lugar de engreir a una industria, están destinadas a empujar a un socio comercial a cambiar su comportamiento. Son medios, no fines.

La lista estadounidense de esta semana está diseñada para afectar a productos que se benefician de la política industrial de China, incluido su plan “Made in China 2025” para dominar ciertos sectores estratégicos. A la vista están productos como robots industriales, motores para vehículos eléctricos y semiconductores. (Al menos 90 productos, que incluyen piezas de aviones y automóviles, no registraron exportaciones chinas a Estados Unidos en 2017 y pueden considerarse como un ataque preventivo).

Eso puede parecer justo en los ojos de Trump. Pero los burócratas que elaboran la política de protección comercial enfrentan una disyuntiva entre golpear al otro país y proteger a sus propios consumidores. Incluso antes del último anuncio, algunos productos ofensivos habían sido eliminados de la lista de Estados Unidos después de que los analistas del gobierno los identificaron como “susceptibles de causar disrupciones a la economía de EEUU.” O “sujetos a restricciones legales o administrativas”. La elección final tuvo en cuenta la disponibilidad de sustitutos de otros lugares. Los analistas de Goldman Sachs, un banco, estiman que de los productos propuestos para las tarifas, solo alrededor del 20% de las importaciones de EEUU en 2017 provino de China (la proporción es más alta para LED, televisores e impresoras y fotocopiadoras).

El elemento sorpresa

Algunas partes de la estrategia de Estados Unidos fueron inesperadas. Minimizar las disrupciones en las empresas sugeriría aranceles sobre productos terminados en lugar de sus insumos. Algunas empresas pueden no darse cuenta de que sus proveedores están comprando productos chinos, por lo que los costos más altos para los bienes intermedios podrían viajar a lo largo de las cadenas de suministro en formas impredecibles. Las piezas más caras podrían hacer que los fabricantes estadounidenses sean menos competitivos que los rivales extranjeros. Sin embargo, aunque las dos líneas arancelarias más importantes por valor en la lista de Estados Unidos eran los televisores en pantalla a color y los vehículos de pasajeros, los productos de consumo representaron menos del 20% de las importaciones afectadas.

¿Qué hay de China? En respuesta a los aranceles de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio, colocó aranceles sobre los tubos de hierro y acero, tuberías y perfiles huecos valorizados en US$ 2 millones, y residuos de aluminio de US$ 1.2 mil millones. Esto hizo eco de la respuesta de Canadá a la tarifa estadounidense de Smoot-Hawley de 1930, cuando aumentó los aranceles sobre los huevos como represalia por que Estados Unidos hizo lo mismo. Douglas Irwin de Dartmouth College informa que el número de huevos que Canadá exportó a Estados Unidos cayó en un 40% entre 1929 y 1932. Pero el número que fue en la otra dirección se desplomó en un 99%. Tal represalia de ojo por ojo tiene la intención de demostrar que las barreras comerciales hacen que las industrias sean más débiles, no más fuertes.

La lista que China publicó el 4 de abril es aún más audaz. No hace ningún esfuerzo para cumplir con las normas de la Organización Mundial del Comercio, y apunta a puntos de presión en la democracia de Estados Unidos, incluyendo industrias con lobbys poderosos, como aviones y soja, así como productos de estados políticamente sensibles. Wisconsin es el hogar tanto de Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, como de una parte considerable de los exportadores de arándano americano. Mitch McConnell, el líder republicano del Senado, representa a Kentucky, hogar de los exportadores de bourbon de Estados Unidos. Ambos productos están incluidos en la amenaza arancelaria de US$ 50 mil millones de China.

Tales métodos han funcionado antes. En 2003, cuando la Unión Europea amenazó con aplicar aranceles a los productos estadounidenses, incluidas las naranjas, en represalia por las tarifas de George W. Bush para el acero europeo, Bush cedió. (Florida, un estado crucial, es el hogar de muchos cultivadores de naranjas). Los pronunciamientos de Trump no sugieren que esté listo para demandar paz. Tampoco parece estar consciente de los riesgos del fracaso. Lampadia




El acero en la mira mundial

La industria del acero ha pasado últimamente, por altos y bajos. Actualmente, las perspectivas para la economía global son en su mayoría positivas. Los países y las empresas se vuelven cada vez más interdependientes a través del comercio, la inversión y los sistemas financieros en todo el mundo. Los factores específicos que están impulsando la globalización del sector siderúrgico incluyen la capacidad excedente, la consolidación en los segmentos de proveedores y clientes, el aumento de los flujos de comercio mundial, el cambio de las curvas de costos en las regiones, la volatilidad en la moneda, los precios de los productos básicos y los márgenes.

Algo de contexto

A pesar de que la industria siderúrgica alcanzó su punto máximo de demanda en 2013, la inercia de la inversión de capital hizo que se continúe incrementando la producción de acero hasta 2016, lo cual llevó a una sobreproducción de acero por parte de demasiadas plantas, coincidiendo con el debilitamiento de la demanda.

China ha venido produciendo más acero cada año. En consecuencia, casi la mitad del acero del mundo se fabrica ahora en China. Las altas tasas de sobreproducción, combinadas con los volátiles precios de las materias primas, se suman a la lucha de las siderúrgicas para obtener buenos márgenes de ganancia.

A nivel mundial, el exceso de capacidad de producción de acero alcanzó aproximadamente 375 millones de toneladas métricas por año (MTPA) en 2016. Sin embargo, la desaceleración en China tomó a la mayoría por sorpresa. China tomó acciones para reducir la sobreproducción que amenazaba la oferta y los precios mundiales, sin que se llegara a balancear el mercado.

Ahora se proyecta que el excedente descenderá a alrededor de 300 MTPA hacia el final de la década, con una capacidad de producción total que se estabilizaría en 2,200 millones de toneladas métricas para 2020.

Mejoras en el 2018

Las medidas de China han ayudado a que la expectativa de la demanda se recupere lentamente, un 0.8 % anual en promedio desde 2016 hasta 2025. Además, se espera que la utilización promedio de planta mejore gradualmente, pero se mantenga por debajo del 76 % (llegó a ser de 83 % hace 10 años).

La industria enfrenta una década volátil, pero con algunas mejoras. Con el creciente enfoque en las infraestructuras y el desarrollo, se espera que el uso mundial del acero aumente en los próximos años. Sin embargo, hay algunas incertidumbres en la tasa de crecimiento en las economías emergentes debido a problemas estructurales no resueltos, inestabilidad política y mercados financieros volátiles. La mayoría del aumento de la demanda se cubrirá con materias primas primarias (carbón y mineral de hierro). En los próximos años, el aumento de la urbanización en los mercados emergentes y la renovación de las infraestructuras en los mercados desarrollados deberían significar que el consumo de acero seguirá creciendo de manera constante. La gran pregunta para los fabricantes de acero es si podrían satisfacer la creciente demanda, especialmente de las economías emergentes en el largo plazo.

¿Cómo debe adaptarse esta industria?

Para sobrevivir, y de hecho prosperar, en un sector en constante transición, las siderúrgicas también necesitan transformarse. La globalización ya no es una cuestión de elección; el éxito a largo plazo de las empresas del acero depende de ello. Las empresas que se sumen a la próxima ola de crecimiento serán aquellas que comprendan las tendencias y refinen sus estrategias, modelos de negocios y carteras de acuerdo con una mentalidad verdaderamente global. Los productores de acero deben encontrar el equilibrio correcto entre la comoditización y especialización.

Si bien China maneja el exceso de capacidad, esta es la oportunidad perfecta para que las siderúrgicas de otras regiones que eliminen las ineficiencias y creen economías de escala a través de la consolidación. EEUU y Europa han intentado estar en sintonía con la demanda local. Los gobiernos pueden desempeñar un rol facilitador al alinear sus programas de seguridad social y aliviar el costo potencial del cierre de las capacidades.

Además, las siderúrgicas se están enfocando en estrategias innovadoras de crecimiento, explorando el acceso a áreas de mayor demanda, independientemente de la ubicación. Las siderúrgicas buscarán economías de escala, sinergias globales, carteras de productos más amplias y una mayor cadena de valor. Con sus sectores de uso final operando cada vez más desde plataformas globales, los proveedores de acero buscarán seguir a sus clientes con productos especializados para aprovechar la I + D y extender el ciclo de vida de los productos.

A medida que aumente la concentración del mercado, las siderúrgicas tendrán una mayor disciplina en la fijación de precios, una mejor utilización de capacidades y un poder de mercado mejorado; con clientes, proveedores y proveedores de capital, manteniéndose y creciendo de manera rentable.

Las siderúrgicas que se acomoden a la realidad de la globalización, mientras se equilibran con la especialización, emergerán como líderes sectoriales a largo plazo. Lampadia




Impacto de romper la cadena de pagos

La rotura de la cadena de pagos es un fenómeno creciente de paralización de la economía de un país, normalmente producido por problemas de liquidez del sector financiero, que genera un corte drástico del crédito y que impacta de sector en sector productivo, hasta abarcar toda la economía.

También puede romperse por agudos problemas financieros de un sector importante de la economía, que tenga importantes encadenamientos con el resto de la economía, especialmente si el fenómeno coincide con un período de debilidad económica.

La rotura de la cadena de pagos puede graficarse como el despliegue de un ‘hongo atómico’ que crece hacia abajo y va paralizando, uno a uno, los distintos componentes de la economía. La dificultad de manejo de este fenómeno es que, una vez que se gatilla, es prácticamente imposible de parar, pues el Estado no tiene la capacidad de dar crédito a todos los afectados; solo queda esperar que el hongo se consuma y reconstruir lo que quede. Su impacto genera un choque recesivo que eventualmente puede afectar hasta la capacidad del Estado de sostener los programas sociales. Ver ilustración:

Esto ya sucedió en el Perú entre 1998 y 2002 y tuvo tremendos impactos en la economía.

Efectivamente, el 10 de octubre de 1998, 3pm, en las oficinas del BCR, el Ministro de Economía y Finanzas, Jorge Baca Campodónico, con Germán Suarez, el Presidente del BCR, a su costado, anunció que, desde ese día, el BCR decidiría cada día, si facilitaría crédito al sistema financiero.

Las inmediatas protestas fueron desoídas, y a los bancos no les quedó otra cosa que cortar drásticamente el crédito, pues ninguno podía correr el riesgo de liquidez. Como entonces, el 80% de los depósitos bancarios era a 90 días plazo, la cadena de pagos se empezó a cortar muy rápidamente, y una vez desatada, no fue posible evitar el daño en todos los sectores de la economía, hasta entrado el siglo XXI.

Por ejemplo, entonces:

  • Una zapatería de la calle Shell, no pudo conseguir crédito para pagar al productor de zapatos de Trujillo
  • Este a su vez, no pudo pagar al proveedor de cuero de Caquetá
  • Y este no pudo pagar a sus trabajadores
  • Que no pudieron pagar al bodeguero de la esquina por los tarros de leche fiados, unos, y otros por pasta y frejoles a granel

Ese corte de la cadena de pagos llegó hasta el último rincón de la economía, y malogró los resultados de la economía en los importantes años 90, pues la recesión con la que terminó la década figuró, punta a punta, una década de logros muy pobres, a pesar de los éxitos del 93 al 97, años en que crecimos 7.5% en promedio.

Hoy , después de muchos años, nuestra economía está muy débil. El crecimiento económico está muy por debajo de lo necesario para la buena salud de la sociedad; la inversión privada recién ha empezado a crecer después de haber caído por tres años seguidos; el crédito al sector privado lleva creciendo alrededor del 5% (cuando la economía demanda un crecimiento de dos dígitos) y la inversión pública recién vuelve a sacar la cabeza después de graves problemas de crecimiento.

Además, en estas circunstancias, como producto del escandaloso afán imperialista brasileño (ejecutado por sus brazos empresariales), tenemos que enfrentar la parálisis de una serie de proyectos vinculados a Lava Jato. Situación que ya ha puesto en situación muy difícil a muchas empresas y trabajadores peruanos.

Ahora, de manera inentendible y con especial saña, Fuerza Popular (FP) pretende extender la parálisis del escándalo de Lava Jato a las empresas peruanas que tuvieron asociaciones o consorcios con Odebrecht. Esto, sin tomar en cuenta si las empresas peruanas se desvincularon de Odebrecht o si las empresas cambiaron sus equipos directivos, como es precisamente el caso de Graña y Montero; que parece representar nominalmente la inquina de FP.

Como hemos dicho con anterioridad, los eventuales actos dolosos, serían responsabilidad de las personas que podrían haberlos cometido, no de las empresas que tenían bajo su control, y mucho menos de sus trabajadores, proveedores, contratistas, e incluso del país en su conjunto, dado el riesgo de la ruptura de la cadena de pagos.

De promulgarse la ley que modifica el DU 003, que comprende a las empresas peruanas en las medidas intervencionistas, se haría un grave daño a muchos inocentes, y eventualmente, se podría generar un colapso de la economía, agravando el corte de la cadena de pagos. Un acto de irresponsabilidad extrema.

Es, pues, muy lamentable que por un mal diseño del gobierno (Marisol Pérez en el MINJUS) para enfrentar el escándalo de Lava Jato (ver en Lampadia: Y nosotros disparamos fuera del objetivo), por el que se dejó de poner interventores que cautelaran los intereses del Estado y se permitió un proceso desordenado de intervenciones descoordinadas y sin sentido práctico y equilibrado, por parte de la Fiscalía, el Poder Judicial, la Procuraduría, y la Sunat; que junto al afán sensacionalista de los medios, y de los políticos irresponsables, han creado un ambiente de linchamiento popular, que está haciendo daño a diestra y siniestra.

Ojalá podamos todavía recuperar la sensatez y lograr detener esta guerra mediática y política que puede hacer inmensos daños al país. Lampadia




¿Cómo es que la oferta crea su demanda?

¿Cómo es que la oferta crea su demanda?

¿Qué viene primero: la oferta o la demanda? Esa es una de las grandes preguntas de la economía y es una que The Economist quiso responder en una de las publicaciones de su serie de grandes ideas económicas.

Para hacerlo, TheEconomist se remonta a una teoría planteada por Jean Baptiste Say, economista en el siglo XIX, quien plantea que la oferta crea demanda. La ley de Say estipula que, dado que la oferta crea su propia demanda, la sobreproducción (la creación de bienes y servicios sin un flujo igual de demanda de esos bienes y servicios) es imposible.

Fuente: bp.blogspot.com

En una economía de intercambio, lo que se produce representa la demanda de otro producto porque todo lo que se produce se vende fácilmente. Cuando se crea una producción adicional en la economía, también se genera, al mismo tiempo, el poder adquisitivo necesario para absorber el suministro adicional; por lo tanto, no hay un alcance de la oferta que exceda la demanda, causando desempleo. Esta ley fue la base del supuesto de pleno empleo en la economía, basado en que los ingresos se gastan a un ritmo que siempre mantendrá los recursos plenamente empleados.

Los ahorros, según la economía clásica, son sólo otra forma de gasto; todos los ingresos se gastan en parte en el consumo y en parte en la inversión. No hay motivo para temer una ruptura en el flujo de ingresos en la economía. Por lo tanto, no puede haber sobreproducción general o desempleo.

Say creía que durante el proceso de producción se genera el poder adquisitivo necesario para absorber la oferta adicional. Por ejemplo, cuando se fabrica un automóvil nuevo, se genera simultáneamente el poder adquisitivo necesario en forma de salarios, beneficios, etc. Por lo tanto, no hay posibilidad de que la demanda agregada se vuelva deficiente.

Hoy en día, muchas personas critican la ley de Say, ya que el economista sí se equivocó al decir que los déficits de la demanda no ocurren en toda la economía. The Economist afirma que “Había al menos dos fallas en la opinión de Say sobre la economía. Si un empresario no puede vender tantos bienes como pretende, él (y eventualmente todos los que emplea o patrocina) no tendrá los medios para comprar tanto. Aunque pueden pretender exigir más (y lo harían, si sus energías estuvieran mejor empleadas) tal vez no tengan manera de poner en práctica esa demanda. En segundo lugar, la gente puede acaparar el dinero que ganan de suministrar bienes y servicios, manteniéndolo como un activo, en lugar de gastarlo en otras cosas. Una demanda excesiva de dinero puede coexistir con un exceso de oferta de todo lo demás. Eso, de hecho, es una explicación para la Gran Depresión.”

De hecho, como muchos economistas, su teoría se basaba en grandes suposiciones. Algunas de ellas son:

1. Se ha supuesto que el gobierno debe interferir en los asuntos económicos del
público.

2. Todos los ahorros deben ser utilizados para la inversión.

3. La extensión del mercado depende del volumen de producción de la riqueza.

4. La tasa de salario es igual al producto marginal.

5. La tasa de interés trae un equilibrio en el ahorro y la inversión.

6. Los precios y los salarios son elásticos.

7. Esta ley es aplicable en una economía de libre empresa

La verdad es que cuando la ley de Say no se cumple, los trabajadores carecen de empleo porque las empresas carecen de clientes y las empresas carecen de clientes porque los trabajadores carecen de empleo.

El punto más importante en la formulación de Say es que el individuo debe producir algo que es deseable para los demás. La conocida, pero errónea, frase “la oferta crea su propia demanda” es de donde viene la noción de que mientras algo sea producido encontrará fácilmente un mercadoLampadia

The Economist explica la economía

Cómo la oferta puede crear su propia demanda

Jean-Baptiste Say explicó que “si lo construyes, vendrán”

The Economist
20 de setiembre, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

“The Economist explica” [publica el tercer artículo] de la serie sobre grandes ideas económicas.

En las profundidades de la Gran Depresión [1929-1939], más de una cuarta parte de los trabajadores estadounidenses no pudieron encontrar empleo. No había suficiente demanda para los bienes y servicios que podían suministrar. Hoy, la fuerza de trabajo de EEUU puede producir más de 17 veces lo de ese entonces, pero el desempleo es inferior al 5%. La demanda, tan inadecuada en la década de 1930, es de alguna manera suficiente para equiparar una oferta masiva de bienes y servicios ocho décadas más tarde. Este feliz resultado habría sorprendido a algunos economistas de los 30s, que se preocuparon por un estancamiento “secular” (es decir, persistente) de la demanda. Pero no habría sido ninguna sorpresa para una generación más vieja de economistas, dirigida por Jean-BaptisteSay. Su obra más conocida, “Un tratado sobre la economía política”, se editó seis veces entre 1803 y 1841. Contenía gran parte de lo que se conoció como la ley de Say, la noción de que la oferta crea su propia demanda.

Say y sus aliados intelectuales señalaron que la gente no tendría la molestia de producir un bien o servicio, a menos que tuvieran la intención de obtener algo de igual valor a cambio. Así que cada adición a la oferta se acompaña de una adición prevista a la demanda. Además, el acto de producción crea un elemento adicional de valor para el cual se pueden intercambiar otras cosas. De esta manera, la producción crea una “salida” fresca para los productos existentes (y 17 veces más producción crea 17 veces más puntos de venta). En el curso de la fabricación de nuevos bienes, un empresario pagará salarios a sus trabajadores, alquiler a su propietario, intereses a sus acreedores, facturas a sus proveedores y cualquier beneficio residual para sí mismo. Estos pagos serán por lo menos igual a la cantidad que el empresario puede obtener para vender su producto. Los pagos, por lo tanto, se sumarán tanto a los ingresos gastados como a la empresa conjunta de los receptores que se ha añadido a la oferta.

Los defensores de la ley de Say reconocieron que los empresarios podrían calcular mal y producir más bienes de los que son necesarios. Pero, en general, una economía no puede producir más bienes de los que se demandan. Si el capital, el trabajo y otras capacidades productivas se han dedicado a exceder un tipo de producto, estos recursos deben haber sido negados a otros emprendimientos más lucrativos. Por lo tanto, si un artículo sufre de exceso de oferta, es probable que otro sufra de demanda excesiva. La solución obvia es cambiar la mezcla de producción, en lugar de reducir su nivel.

Por lo menos habíandos fallas en la opinión de Say sobre la economía. Si un empresario no puede vender tantos bienes como pretende, él (y eventualmente todos sus empleados) no tendrá los medios para comprar tanto. Aunque pueden pretender exigir más (y lo harían, si sus energías estuvieran mejor empleadas) tal vez no tengan manera de poner en práctica esa demanda. En segundo lugar, la gente puede acaparar el dinero que ganan de suministrar bienes y servicios, manteniéndolo como un activo, en lugar de gastarlo en otras cosas. Una demanda excesiva de dinero puede coexistir con un exceso de oferta de todo lo demás. Eso, de hecho, es una explicación para la Gran Depresión.

Sin embargo, a largo plazo, la ley de Say es en gran medida verdadera. Y al aumentar la oferta de dinero para satisfacer cualquier exceso de demanda, los bancos centrales modernos también pueden tratar de hacerla verdadera en el corto plazo. Lampadia

 




El verdadero modelo de ‘libre mercado’

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




China e India, un liderazgo global con baches

Hasta hace poco, cuando se hablaba de la relación del Asia con occidente, o de China con EEUU, ésta se refería al crecimiento de China y su eventual primer lugar en la economía global. A esos pensamientos y análisis, hay que sumarle ahora la emergencia de la India y la regresión de los EEUU.

Dado que parece que el liderazgo económico y político se mueve hacia el Asia, en Lampadia consideramos que debemos escuchar a sus líderes intelectuales, como a Kishore Mahbubani, a quién volvemos a citar líneas abajo, es uno de los intelectuales más representativos del pensamiento asiático.

Fuente: economist.com

Mahbubani siempre ha mantenido su posición de sumar y de tener una mayor sensatez en el manejo de decisiones que tengan impacto global, abogando por la necesidad de que la geopolítica global vaya tendiendo hacia la convergencia entre occidente y oriente, tema que analizó a fondo en sus libros “The New AsianHemisphere” (El Nuevo Hemisferio Asiático) y The Great Convergence (La Gran Convergencia). Ver en Lampadia: EEUU se encierra y China se postula al libre comercio, EEUU debería aliarse con China y China-India-América (CIA) ¿Oportunidad geopolítica?.

Ante todo, Mahbubani defiende los beneficios de la globalización: “La globalización no ha fallado. Todas las discusiones sobre la globalización están distorsionadas porque los analistas occidentales se centran en aproximadamente el 15 % de la población mundial que vive en Occidente. Ignoran el 85 % que son el resto. Los últimos 30 años de la historia humana han sido los mejores 30 años que los demás han disfrutado”.

Fuente: www.esan.edu.pe 

Ahora pregunta: ¿Pueden China y la India pueden colaborar en la gobernanza mundial? Según el líder singapurense, dada la masiva reacción populista anti globalización tanto en EEUU como en Europa, es hora de que China e India emerjan como nuevos líderes de la globalización y el libre comercio. Y recuerda una cita del presidente Xi Jinping en Davos(enero 2017), “debemos adaptarnos y guiar la globalización económica, amortiguar su impacto negativo y ofrecer sus beneficios a todos los países y naciones”.

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Fuente: apnagujarat.com

“Por lo tanto, la opción de cara a China e India es clara. Si ambos quieren disfrutar plenamente de las ricas oportunidades que fluyen en su camino, es probable que estas lleguen más pronto si pueden superar sus diferencias bilaterales y cooperar y colaborar en los desafíos de la gobernanza mundial”. Lamentablemente, por disputas fronterizas menores, hace pocos meses se avivaron las brechas entre ambos, que ya han inhibido la concreción de importantes reuniones bilaterales.

El mayor desafío de liderazgo que enfrentan Xi y Modi es si podrán unir a China y la India para colaborar en los desafíos mundiales de la gobernanza. Lampadia

¿Pueden China y la India pueden colaborar en la gobernanza mundial?

Kishore Mahbubani
Global Policy Journal en Durham, Inglaterra
28 de julio de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Can China and India Collaborate in Global Governance?

Fuente:.ifitshipitshere.com

Kishore Mahbubani explora las perspectivas de la defensa conjunta de China e India de la globalización.

La mayor contradicción en la gobernanza global puede ser descrita sucintamente como: Vivimos en tiempos de cambios masivos, con enormes cambios de poder. Sin embargo, nuestras Instituciones de Gobernanza Mundial (GGI, por sus siglas en inglés) siguen prácticamente congeladas, resistentes al cambio. No hace falta un genio político para predecir que las explosiones políticas vendrán en el ámbito de la gobernanza global.

Con una perspectiva histórica corta se entiende la escala y la velocidad del cambio. Desde el año 1 hasta 1820, las dos economías más grandes fueron siempre las de China e India. Hace sólo 200 años fue que Europa tomó el poder económico, seguido por EEUU. China e India,  inevitablemente volverán a sus posiciones número uno y dos. PWC (PriceWaterhouseCoopers) predice que esto ocurrirá en 2050. China ya superó a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en términos de PPP en 2014.

Desafortunadamente, la mayoría de nuestras GGIs fueron creadas en la década de 1950 en torno al punto más bajo de la fortuna económica de China y la India. De una participación combinada de alrededor del 50% de la economía mundial en 1820, se habían reducido a menos del 5% en 1950.Todo esto se está revirtiendo con fuerza, como se demuestra en el cuadro inferior. Sin embargo, ninguna de los GGI parece estar lista para lidiar con estas nuevas realidades económicas y políticas.

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En teoría, las dos GGI económicos más poderosas, el FMI y el Banco Mundial (BM), deberían ser los más fáciles en ser reformados, ya que los votos para la toma de decisiones deben reflejar la participación de los países a nivel global. En la práctica, sin embargo, el cambio es difícil. Incluso después de que el Directorio Ejecutivo del FMI acordara asignar a China una mayor participación de 2.928% a 6.068% en 2008, el Congreso de Estados Unidos suspendió la ratificación por 8 años, a pesar de que Estados Unidos no tenía nada que perder con esa nueva fórmula. Tal es la irracionalidad en el discurso sobre las cuestiones de gobernanza global. Para empeorar las cosas, a pesar de que la reunión del G20 en abril de 2009 en Londres acordó que los líderes del FMI y el Banco Mundial debían ser elegidos por mérito y no por nacionalidad, los nombramientos posteriores a estos puestos reflejaban los viejos patrones de asignación de posiciones a europeos y estadounidenses respectivamente. Incluso hoy día, es incierto que un chino o indio vaya a ser elegido alguna vez para dirigir estas instituciones.

China y la India eran percibidas como negativos para gobernanza mundial. Se consideraba que eran obstruccionistas en los procesos de negociación global. En el debate sobre el cambio climático (Copenhague 2009), China e India se negaron a abandonar su posición sobre quienes deberían afrontar los costos de hacerle frente.

En Ginebra (enero de 2018) el Presidente Xi Jinping dijo: “Hasta hoy, la Tierra sigue siendo el único hogar de la humanidad, por lo tanto, cuidarla es la única opción para nosotros, la humanidad.” Y el PM Modi citó un famoso dicho sánscrito: “Es mío, es tuyo, sólo las personas de mente mezquina sacan la cuenta de esta manera. Para los generosos, el mundo entero es una familia”.

A diferencia del retroceso de Estados Unidos, Europa mantiene su rumbo sobre el cambio climático. De hecho, Merkel ha respondido al giro de Donald Trump diciendo: “Los europeos tenemos que tomar nuestro destino en nuestras propias manos”. Una buena oportunidad para que Europa, China e India puedan liderar los desafíos mundiales. China y la India tienen la bendición de tener líderes excepcionalmente fuertes, Xi Jinping y Narendra Modi, en un momento crucial de su histórico retorno a la grandeza. Todo indicaba que Xi y Modi cooperarían y colaborarían. Pero, ha habido una falla política, en parte desencadenada por un pequeño enfrentamiento militar sobre la frontera de Sikkim. Como resultado, Xi y Modi no pudieron tener una reunión bilateral oficial al margen de la reunión del G-20 en Hamburgo en julio de 2017.

Esta desaceleración en las relaciones China-India no podría haber llegado en peor momento para hacer frente a los crecientes desafíos mundiales. Dada la masiva reacción contra la globalización tanto en EEUU como en Europa y mientras China e India emergen como nuevos ganadores de la globalización en su viaje de regreso al número uno y dos, este sería un momento perfectamente natural para que China e India colaboren fuertemente y prediquen, en su propio interés, las virtudes de la globalización. Como dijo el presidente Xi Jinping en Davos en enero de 2017, “debemos adaptarnos y guiar la globalización económica, amortiguar su impacto negativo y ofrecer sus beneficios a todos los países y naciones”.

Si China lanzara una defensa masiva de la globalización por sí sola, el impacto, especialmente en Occidente, sería limitado. La confianza occidental en China es limitada, pero su confianza en la India es mayor. Por lo tanto, una defensa conjunta chino-india de la globalización naturalmente funcionaría mejor. Al mismo tiempo, las crecientes divisiones entre China e India también significarían que cualquier esfuerzo significativo para reformar las GGI se estancaría. El viejo orden seguirá por más tiempo.

Por lo tanto, las opciones de cara a China e India son claras. Si ambos quieren disfrutar plenamente de las oportunidades que pasan por su camino, estas se aprovecharían más pronto si ambos superan sus diferencias. Este es probablemente el mayor desafío de liderazgo que enfrentan Xi y Modi: ¿podrán unir a China y la India para colaborar en los desafíos mundiales de la gobernanza? Lampadia




Alianza del Pacífico suma cuatro estrellas globales

La XII Cumbre de la Alianza del Pacífico cerró con el anuncio del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, quién en nombre de sus pares, los presidentes de Chile, Colombia y Perú, confirmó la incorporación Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá como “Estados Asociados” de la alianza.

La figura de “Estado Asociado” introduce un nuevo mecanismo de integración a la alianza. En opinión de Lampadia, esto no solo permitirá la ampliación de las relaciones económicas con cuatro países que ostentan magníficos estándares de desarrollo, también permitirá que al mantener un contacto más estrecho con estos países, podamos adoptar mejores políticas públicas en aspectos económicos, sociales e institucionales.

Punto 3 de la Declaración de Cali

Nuestro beneplácito por el anuncio del inicio de las negociaciones encaminadas a otorgar a Australia, Canadá, Nueva Zelandia y Singapur la condición de Estado Asociado a la Alianza del Pacífico mediante la celebración y puesta en vigor de acuerdos con altos estándares de calidad en materia de disciplinas comerciales. De esta manera avanzamos en la consecución de los objetivos fundacionales de la Alianza del Pacífico de fomentar un esquema de integración estratégica, que impulse el desarrollo económico y la competitividad de nuestras economías. 


En el caso de México y Canadá, estas negociaciones se realizarán sin perjuicio de la vigencia y funcionamiento del TLCAN del que ambos países son parte.

Fuente: entornointeligente.com

Estos avances tienen como objetivo construir un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la “libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”; impulsar un mayor crecimiento, desarrollo económico y competitividad de las economías de sus integrantes; y convertirse en una plataforma de articulación política, integración económica y comercial, y proyección al mundo, con énfasis en la región Asia-Pacífico.

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Fuente:  alianzapacifico.net

Acompañado por sus homólogos de Chile, Michelle Bachelet; de Colombia, Juan Manuel Santos, y Perú, Pedro Pablo Kuczynski, el presidente de México recalcó que la Alianza del Pacífico ha demostrado que la integración “no es una simple aspiración, sino un proyecto que empieza a hacerse realidad”. Al concluir la Cumbre con la firma de la Declaración de Cali, los países miembros anunciaron que el 5 de septiembre, en Lima, Perú, se definirán los términos de la negociación que se llevará a cabo para el ingreso de los “Estados Asociados” a la alianza.

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Fuente: elcolombiano.com

Con estos acuerdos se podría elevar el mercado de la Alianza del Pacífico de 200 millones a 300 millones de consumidores. Como afirmó Peña Nieto: “Ello permitirá que se generen más inversiones, se potencie el turismo que se da entre los países que integramos esta alianza, y que se generen oportunidades de empleo en nuestras sociedades a partir de la inversión”. Entre sus mayores ventajas serían:

  • Generar mayores inversiones.
  • Ampliar los mercados.
  • Reafirmar los objetivos de apertura, libre comercio y oportunidades de desarrollo.
  • Propiciar mayores espacios para los emprendedores.

En nuestra opinión, este desarrollo de la alianza, que vincula al Perú con países que en los últimos 50 años han logrado muy buenas condiciones de vida para sus pobladores y economías sólidas, puede ser aprovechado con grandes beneficios para nosotros, empezando por dar a conocer a nuestros ciudadanos, sus políticas públicas y sus estrategias de desarrollo.

Veamos algunas cifras de los países de la alianza y de los futuros Estados Asociados:

Ver la Declaración de Cali en Documentos: Declaración de Presidentes XII Cumbre de la Alianza del Pacífico.

Figurativamente, la incorporación de Singapur, Nueva Zelanda, Australia y Canadá a la alianza, equivale a incluir a la selección de futbol del Perú, a astros como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Bastian Schweinsteiger y Wayne Rooney.

“El escenario internacional nos ha puesto nuevos desafíos. Frente a esto hemos asumido un compromiso con la integración”, se afirmó en la Cumbre. Con la incorporación de estos nuevos socios, se abren posibilidades en otras partes del mundo y, además, resalta la importancia del libre comercio y la movilidad son algunos de los ejes de la cumbre. Lampadia




Reformas para recuperar el tiempo perdido

Tras el reciente proceso de impeachment de su presidente, Corea del Sur enfrenta un futuro económico incierto; el cual ha sido analizado en un informe del Economist Intelligence Unit titulado “South Korea: Making up for lost time”. En mayo eligieron a un nuevo presidente, Moon Jae-in, con una plataforma de reforma agresiva, quien prometió a los votantes que se enfrentaría a la corrupción gubernamental y corporativa, particularmente los lazos entre el gobierno y los grandes conglomerados, conocidos como chaebol, que han jugado un rol dominante en el crecimiento económico de Corea del Sur (ejemplos de estas empresas son Samsung y Hyundai).

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Fuente:  clarin.com

Los signos positivos para la economía son cada vez más aparentes. El Banco Central y el Fondo Monetario Internacional elevaron sus proyecciones para el crecimiento de este año, y el ministro de Finanzas, Yoo Il-ho, dijo que la expansión podría superar la proyección del 2.6 %. Se espera que las exportaciones aumenten por sexto mes en abril, y la confianza del consumidor se recuperó cerca de los niveles observados antes de que el escándalo político estallara a fines del año pasado.

Reformas en el mercado laboral

Una de las prioridades más inmediatas para el nuevo gobierno es la implementación de una reforma del mercado laboral, que incluye la creación de empleo y un aumento del salario mínimo. Dado que la administración anterior estuvo permanentemente envuelta en escándalos y crisis, hay mucho por hacer. Existen varios proyectos de ley de desregulación encaminados a eliminar los trámites burocráticos innecesarios, la creación de paraísos comerciales en todo el país y la liberalización de grandes sectores del sector de servicios que quedaron atrapados en la telaraña legislativa. Los proyectos de ley de reforma buscan crear un mercado de trabajo más flexible.

A pesar de la baja tasa global de desempleo de Corea del Sur de 3.7% en 2016, que se compara con un promedio de la OCDE de 6.3%, el mercado laboral local sufre de problemas estructurales cuyos efectos son cada vez más visibles. El mercado laboral del país se ha ido dividiendo cada vez más en un rígido sistema dual que consiste en un segmento privilegiado de trabajadores regulares y un conjunto menos protegido de trabajadores irregulares. Esta segmentación está perjudicando a los jóvenes, que a menudo luchan por encontrar trabajo regular. El desempleo de los jóvenes se elevó a un récord de 10.7% en 2016, aunque es probable que esta cifra subestime el problema, ya que muchos jóvenes graduados trabajan en puestos irregulares mal remuneradas.

En Corea del Sur, las PYME representan alrededor del 99% de todas las empresas y emplean el 88% de los trabajadores (siendo el resto las chaebols), según la Administración de Pequeñas y Medianas Empresas. Por lo tanto, no es sorprendente que Moon Jae-in se haya autodenominado el “presidente de los puestos de trabajo” durante su campaña. Su lista de promesas, que anunció que sería financiada por un plan de estímulo de US$ 8,800 millones incluye la creación de 810,000 empleos en el sector público y el aumento del salario mínimo.

La reforma chaebol

Además, una de sus principales promesas tiene que ver con las reformas financieras para evitar la nociva cercanía al poder de los ‘chaebol’, aquellos conglomerados industriales controlados por clanes familiares que muchas veces han participado de esquemas de corrupción con el sistema político.

El nuevo presidente Moon quiere presionar a los cuatro grandes, Samsung, Hyundai, SK y LG. “Tomaré la iniciativa para reformar a los conglomerados”, dijo. Según él, “las familias de los chaebols están en el centro de muchos delitos de cuello blanco, como el fraude fiscal, las cajas negras y la evasión fiscal”. Los directivos culpables de delitos financieros se han beneficiado a menudo de suspensión de penas, ya que los tribunales temen los riesgos económicos a los que se expondrían con castigos más severos.

Política de Rayo de Sol

El nuevo presidente surcoreano debe gobernar un país profundamente dividido entre conservadores que ven en Corea del Norte su principal enemigo, y liberales que quieren un acuerdo de paz con su vecino del norte. No obstante, se espera que Moon introduzca cambios importantes en la política exterior que sin duda afectarán el delicado equilibrio regional.

En principio, Moon pretende volver a la “Política del Sol”, de mayor cooperación con Corea del Norte, implementada desde 1998 por el entonces presidente Kim Dae-jung, y que le valiera el Premio Nobel de la Paz. El nombre proviene de “El Viento y el Sol,” una fábula de Esopo cuya moraleja indica que la persuasión es más poderosa que la violencia. La idea se basa en antiguos modos tradicionales coreanos de lidiar con los enemigos dándoles regalos para evitar que hagan daño.

Innovación y la Cuarta Revolución Industrial

Una tarea aún más formidable para el nuevo presidente será encontrar nuevos impulsores de crecimiento para la economía. Desde los años sesenta, el país ha estado construyendo agresivamente un sector intensivo en capital, orientado a la exportación, que se convirtió en su principal motor de crecimiento. Pero, según el Economist Intelligence Unit, Moon Jae-in asumirá el reto de diseñar un cambio de paradigma para la economía, que pasaría a ser  impulsada por la innovación en lugar de la fabricación orientada a la exportación.

Problemas nucleares

Según el Economist Intelligence Unit, las posibilidades de un conflicto militar en la península coreana siguen siendo bajas. La guerra nuclear es un resultado que todos los países involucrados quieren evitar. Las consecuencias serían inimaginables: una pérdida significativa de vidas, vastas extensiones de tierra deshabitadas, caos económico, cambio de régimen y desplazamiento de millones de personas.

El presidente ha pedido una combinación de negociaciones y cooperación económica junto con medidas militares y de seguridad. “Confío en liderar los esfuerzos diplomáticos que involucran a múltiples partidos, lo que conducirá al abandono total del programa nuclear de Corea del Norte, y traerá la paz en la relación entre el Sur y el Norte, la cooperación económica y la prosperidad mutua”, dijo Moon el pasado 25 de abril.

Sus reformas son muy audaces, Pero, después de nueve años de gobierno conservador, será difícil que Moon ponga en práctica su agenda, especialmente porque su partido demócrata ocupa sólo el 40% de los 299 escaños en la Asamblea Nacional. Para tener éxito, Moon tendrá que reexaminar cuidadosamente la eficacia y factibilidad de sus promesas de campaña e identificar las medidas más prometedoras.

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Fuente:  cccspain.com

Por último, hay dudas reales acerca de hasta qué punto Moon podrá seguir hacia adelante con la reforma chaebol. Las administraciones anteriores no han podido reformar las estructuras de propiedad del chaebol ni limitar su poder de mercado. Después del escándalo político que llevó al impeachment del predecesor de Moon, hay un creciente impulso público para implementar reformas en Corea del Sur. Esperamos que Moon lo aproveche al máximo. Lampadia




En busca del tiempo perdido – ¡Ahora!

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