Entrevista a Ántero Flores-Aráoz
Expreso, 20 de julio de 2020
Expresidente del Congreso señala que debemos proteger el medio ambiente, pero no a costa de entregar la solución de diferendos sobre nuestros recursos a un ente supranacional.
¿Está Ud. de acuerdo con el Tratado de Escazú suscrito por el Perú?
No estoy de acuerdo, pese a que soy un convencido de que tenemos que proteger y defender el medio ambiente, pero no a costa de la pérdida de soberanía.
-Pero ya es un compromiso del Perú el Acuerdo de Escazú…
Es un compromiso a medias, pues para que realmente sea un compromiso que obligue al Perú, de conformidad con nuestra Constitución, además de haberlo suscrito la ministra del Ambiente, se requiere que sea aprobado por el Congreso y posteriormente ratificado por el presidente de la República.
-Quiere decir que de estos tres pasos, solo hay el primero.
Efectivamente solo hay el primer paso y espero que los otros no se concreten.
-¿Por qué considera que con el Acuerdo de Escazú se estaría atentando contra la soberanía?
La soberanía es el derecho de los Estados de resolver sus asuntos, dentro de su territorio, por sus propias autoridades y no con injerencia de terceros. En el caso del Acuerdo de Escazú, afectamos la soberanía nacional.
-¿Cómo así se afecta la soberanía?
Muy sencillo, en el Acuerdo de Escazú se establece que ante cualquier diferendo que exista entre los países suscriptores y adherentes, se podrá recurrir a arbitraje, siempre que sea de mutuo acuerdo, pero a falta de él, decidirá la Corte Internacional de Justicia.
Consecuentemente estaríamos entregando la solución de diferendos sobre nuestros recursos naturales, de todo el Perú y no solo de nuestra Amazonía, a un tribunal supranacional. En buen romance, estaríamos voluntariamente abdicando de nuestra soberanía en la materia señalada.
-¿Pero la cesión parcial de soberanía sería voluntaria?
Si se aprueba por el Parlamento el Acuerdo de Escazú y luego el Poder Ejecutivo lo ratifica, sería una cesión voluntaria, lo que sería no solo irresponsable sino imperdonable. A sabiendas pones la cabeza en la soga de la horca. Gran candelejonada, con el pretexto de protección al ambiente.
-Sin embargo, los recursos naturales deben ser protegidos.
Los recursos naturales de nuestro territorio, espacio aéreo, Mar de Grau, riquezas lacustres y fluviales, son del Perú y tenemos que defenderlos nosotros, sin entregar las controversias que surjan a Cortes Internacionales. No está mal que existan tratados internacionales, pero lo que sí es intragable es entregar los conflictos medioambientales a la solución por terceros, y por ello con afectación de nuestra soberanía.
-Las demás estipulaciones de defensa del medio ambiente contenidas en el Acuerdo de Escazú, ¿también son inconvenientes?
Algunas son aceptables, otras no, pero el Acuerdo de Escazú es como el dicho de las lentejas, o lo tomas en su integridad o lo dejas, pues hay una estipulación dentro del Acuerdo, en el sentido de que no aplican reservas, nos quitarían el derecho de convenir algunas cláusulas y desentendernos de otras.
Este derecho a plantear reservas está en la Convención de Viena, que es el tratado de los tratados, a lo que estaría renunciando el Perú.
FANATISMO IMPIDE INVERSIONES
“Contamos con un Ministerio del Ambiente que muchas veces se excede en sus atribuciones, actuando con fanatismo e impidiendo inversiones generadoras de trabajo, con olvido que el medio ambiente y la inversión seria y responsable, no son opuestas, se pueden conciliar. No olvidemos que nuestra legislación penal define y sanciona los delitos medioambientales”.
INESTABILIDAD JURÍDICA
La Confiep indicó, días atrás, que si el Pleno del Congreso ratifica el Acuerdo de Escazú, se generaría un “clima de inestabilidad jurídica” para las inversiones.