Por: Martha Meier
Expreso, 24 de noviembre de 2018
Para llegar a presidente Kuczynski se alió con las izquierdas sin medir riesgos y conjuntamente llamaron a votar contra la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, como si el liberalismo de base popular que ella impulsa fuera un peligro para el Perú y no el comunismo que pretende instaurar la castro-chavista Verónika Mendoza y sus pares.
Los rojos detectaron en Kuczynski lo que necesitaban para conseguir el poder que el pueblo les negó en las urnas y, una vez más, la miope élite limeña se creyó lo del “presidente de lujo”, olvidando la alianza contra natura que lo llevó al poder. PPK fue el sueño de los rojos hecho realidad: un empresario con nulo conocimiento de la realidad peruana, con indicios de corrupción como ministro de Economía del hoy prófugo Alejandro Toledo, débil como político, sin partido ni bases y con una mayoría opositora en el Congreso. La ingobernabilidad estaba garantizada, algo que las izquierdas aprovecharon.
La caída del lobista-presidente estaba cantada, solo había que esperar para que sus conocidos malos manejos, algunos vinculados al caso “Lava Jato”, lo aplastaran. Y así como llegó raspando, entre sospechas de un posible fraude, se fue renunciando tras sus maniobras para negociar el indulto al presidente Alberto Fujimori a cambio de prebendas a congresistas naranjas (los llamados Avengers) para evitarse la vacancia.
El sucesor Martín Vizcarra, resultó un hombre gris, sin propuestas, indeciso, fácilmente manipulable por los medios y las oenegés de corte socialistón y con varias denuncias pendientes. Vizcarra es desapegado de la Constitución y no respeta la división de poderes, base de la democracia y del Estado de Derecho.
Los comunistas que impulsaron a PPK acurrucan ahora a Vizcarra y aprovechan la ausencia de norte en su gobierno para tratar de cambiar el capítulo económico de la Constitución y tumbarse el sistema de libre mercado que tanto crecimiento y progreso trajo al Perú.
El congresista Pedro Olaechea (expepekausa) y exministro de Producción escribió en El Montonero: “¿a quién le conviene regresar al pasado? A todos aquellos comunistas –hoy populistas– que, en consonancia al último capítulo del primer tomo de Marx (“La acumulación primitiva”), llegan a la conclusión de que la única manera en que se puede formar el capital es el robo”.
¿Kuczynski pensó que los comunistas lo apoyaron en la segunda vuelta por convicción? ¿Y Vizcarra qué espera para sacárselos de encima?