Hoy se cumplen 109 días de huelga médica. Indignante. Esta es la medida de fuerza sindical más larga en los últimos 25 años, casi la tercera parte del año. La tozudez y virulencia de una dirigencia médica ha llevado a esta situación en la que los que más pierden son millones de peruanos que quedan sin atención de salud.
Esta mañana el presidente de la Comisión de Salud del Congreso José Luis Elías, denunció en RPP que se han dejado de atender a 2´000,000 (dos millones) de peruanos y que en el Hospital del Niño solo se atienden a 25 pacientes al día dejado sin atención a niños “de Puno”, varios de los cuales habrían fallecido.
Los dirigentes de la Federación Médica han llegado a niveles de intransigencia pocas veces vista. No solo eso, han salido a la calle y se han enfrentado a la policía degradando la imagen y el prestigio de una de las profesiones más respetables. Por actitudes como esta cada día pierden más legitimidad y representatividad. Hoy solo entre un 5% y 10% de médicos acatan sus mandatos, lo cual afecta la atención en los hospitales donde se atiende a los más pobres y es suficiente para causar inmenso sufrimiento.
El día de ayer, Jesús Bonilla, secretario de la Federación Médica rechazó los acuerdos a los que se habían llegado con el MINSA luego de la mediación de la Comisión de Salud del Congreso. Esta es la segunda negociación que rechazan. La anterior, en la que intermedió la iglesia através del padre Gastón Garatea y la Defensoría del Pueblo, también fue descartada.Este líder sindical está siguiendo la línea de César Palomino, que después de haber tenido el mismo comportamiento en situaciones anteriores, terminó siendo elegido como presidente del Colegio Médico, algo inentendible. Estos representantes de esta muy noble profesión, basada en la vocación y el compromiso de servicio, se parecen a los peores dirigentes de construcción civil o de gremios de camioneros.
Lo cierto es que se ha hecho un gran esfuerzo para nivelar los sueldos de los médicos. Como han explicado los funcionarios del MINSA y del Ministerio de Economía, se han dispuesto mil millones de soles para resolver las demandas salariales de este sector. Pero aún, así la Federación se niega a aceptar este hecho.
Los dirigentes se oponen a la meritocracia como base de sus compensaciones, por ello están en desacuerdo con la escala remunerativa que se ha establecido y que permitiría que los médicos hasta tripliquen sus sueldos si cumplen con ciertos objetivos y llegan a determinadas metas. Tampoco quieren reconocer que tienen mini jornadas laborales de 4 y 5 horas, lo que les permite realizar práctica privada (atender en sus consultorios), en los que eso sí, no hacen huelgan.
Esta intransigencia hace pensar que detrás de este desborde existe otro tipo de intereses. Parecieran no entender que el país ha sufrido un frenazo económico y que es hora de poner el hombro, llegar a acuerdos y pensar en la salud de los más pobres que son, finalmente, los que se perjudican con las huelgas médicas. Pero a los dirigentes les interesa seguir con el show mediático y la peliculina, ser entrevistados, quejarse de sus condiciones salariales, enfrentarse a la policía y bloquear calles, pero de aportes al país, nada.
Esta gente debiera ser separada definitivamente de sus empleos y la legislación debiera contemplar la posibilidad de anular o suspender sus títulos de médicos, así como se retiran o suspenden los brevetes de los infractores de tránsito. Los peruanos no pueden tener confianza en los servicios médicos que brindan semejantes seres. Lampadia