Jaime de Althaus
Para Lampadia
Tenemos 35 partidos inscritos y 27 en proceso de inscripción: 62 potenciales candidaturas presidenciales para el 2026.
Como se ha dicho tantas veces, el riesgo de que pasen a la segunda vuelta dos candidatos con muy baja votación y cuando menos uno de ellos un radical antisistema, es muy alto, y en el supuesto optimista de que ganara una opción de centro derecha o derecha, no podría gobernar porque su bancada sería muy pequeña. Salvo, por supuesto, que dos o tres candidaturas se despunten y empiecen a concentrar el voto.
Ya sabemos, de otro lado, que el Congreso, por cálculos políticos deplorables, no aprobaría la reforma constitucional que impediría postular a quienes hayan cometido delitos graves como homicidio.
Tanto a Keiko Fujimori como a Philipp Butters, por poner dos nombres, les convendría pasar a la segunda vuelta contra Antauro Humala. No sabemos tampoco si la Corte Suprema acogerá la demanda de la Fiscalía de la Nación para declarar ilegal el partido A.N.T.A.U.R.O. o si lo hará a tiempo. Lo increíble es que el Congreso, por los mismos cálculos mezquinos, tampoco avanza en aprobar reglas electorales para incentivar las alianzas.
Lo peor de todo es que las conversaciones entre partidos de centroderecha para buscar una alianza, que habían avanzado promisoriamente, se han enfriado.
El PPC es el único partido que insiste en el propósito, pero sin receptividad en otras agrupaciones. Cierto es que los partidos ahora están concentrados en organizar comités y buscar afiliaciones para las candidaturas a las elecciones regionales y municipales, pues el plazo para inscribir en los partidos a posibles candidatos vence el 7 de octubre. Quizá después se abra la posibilidad de retomar conversaciones. Pero entre tanto en Avanza País, por ejemplo, la posibilidad de la candidatura de Philipp Butters les hace pensar que con él solo podrían llegar a la segunda vuelta, y Alfredo Barnechea, desde Acción Popular, plantea, sí, acertadamente, un gran frente nacional de partidos históricos y nuevos, pero encabezado por él.
Como puede verse, la idea de alguna forma de primaria entre todos esos partidos para escoger un candidato presidencial parece difícil de plasmar. Más aún si el congreso no aprueba la posibilidad de alianzas solo para la plancha presidencial y que cada partido pueda llevar su propia lista congresal.
Mientras tanto, en la centroizquierda o izquierda sí hay una alianza en ciernes.
Primero la Gente (PLG) de Miguel del Castillo y Susel Paredes, al que se han integrado los que quisieron formar Lo Justo (Flor Pablo, Marisol Pérez Tello, Alberto de Belaunde y otros) tuvo un encuentro nacional y luego hubo un foro denominado “Por una salida democrática a la crisis” en el que participaron expositores del mismo PLG, de Ahora Nación (de Alfonso López Chau), de Nuevo Perú (de Verónika Mendoza) y del Partido de Trabajadores y Emprendedores (Patria Roja). Esos grupos han tenido conversaciones preliminares, incluyendo al Partido del Buen Gobierno de Jorge Nieto.
No sabemos si esas aproximaciones cuajarán al final en una alianza, porque hay allí varios precandidatos presidenciales con fuertes aspiraciones (Susel Paredes, Flor Pablo, Marisol Pérez Tello, Verónika Mendoza, Pedro Francke, Lucio Castro y Alfonso López Chau), pero se trata de un sector que está más cerca de unirse que la centroderecha. Esperemos que los intereses del país prevalezcan. Lampadia