Venezuela afronta una nueva era en el mercado internacional de hidrocarburos. Estados Unidos, el principal destino de sus exportaciones, lleva cuatro años reduciendo sus importaciones sobre todo las que provienen de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, al tiempo que incrementa su producción.
Las propuestas en materia petrolera presentadas durante las dos campañas presidenciales, la del 7 de octubre y la del 14 de abril, omitieron cualquier referencia a los riesgos para Petróleos de Venezuela si Estados Unidos y su principal vendedor de crudo, Canadá, continúan elevando la producción como se ha pronosticado.
“Las arenas bituminosas y el petróleo en esquitos de Norteamérica siguen impulsando el crecimiento sin precedentes en la producción de los países que no integran la OPEP”, señala el informe de la Agencia Internacional de Energía de marzo de 2013. “Cada mes se registran más récords de producción y crecimiento, aunque el ritmo de variación disminuirá en los próximos meses”, agrega la AIE.
En los dos últimos años, entre diciembre de 2010 y el mismo mes de 2012, el volumen de crudo estadounidense creció más de 1,4 millones de dólares por el desarrollo de lo que se conoce como shale oil o petróleo en esquitos, sobre todo en los estados de Dakota del Norte, Colorado y Montana, pero también por un nuevo impulso en aguas profundas del golfo de México. Eso ha permitido que al cierre del año pasado Estados Unidos esté produciendo 7 millones de barriles diarios, un repunte de 25% con respecto a lo que extraía hace dos años.
“El aumento de la producción de petróleo en el centro de Estados Unidos tendrá implicaciones para la producción de la OPEP y las decisiones de capacidad”, advirtió Michael Cohen, analista de la AIE. “Ya se redujo la demanda de crudos livianos dulces procedentes de África para las refinerías que están en la costa del golfo de México”, añadió.
El descenso de las ventas de la OPEP al mercado estadounidense llega a 30%, una caída superior a 1,5 millón de barriles por día entre principios de 2010 y finales de 2012. En el período los recortes no han afectado tanto los suministros que despachan Arabia Saudita y Venezuela, que más bien permanecen estancados aunque con una ligera tendencia a la baja. Las caídas más fuertes hacia Estados Unidos las afrontan otros miembros de la organización como Nigeria, Angola, Argelia e incluso Irak.
Se agrega que Estados Unidos ha aprovechado los desarrollos que lleva adelante su vecino Canadá para comprarle parte de su producción en vez de optar por otro país. El comercio entre las dos naciones podría aumentar si finalmente se logra la construcción del oleoducto Keystone XL, que permitiría el traslado de crudo al golfo de México.
Copia china
Las autoridades de la OPEP, incluidas las venezolanas, han minimizado el efecto del shale oil de Estados Unidos sobre la producción y la demanda de petróleo. “No estoy preocupado en absoluto, son sólo proyecciones”, respondió el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, en junio del año pasado en su participación en la 161ª conferencia de la organización en Viena, informó la agencia de noticias Reuters.
En esa oportunidad reseñó: “Rafael Ramírez se burló de la idea de que el petróleo de esquistos vendrá al rescate de los consumidores y les permitirá sacudirse el yugo de la OPEP”.
El argumento del funcionario no es otro sino recordar que la estrategia de Pdvsa ha sido diversificar sus mercados justamente para reducir la dependencia de Estados Unidos. Eso explica los crecientes despachos a China y más recientemente a la India con la pretensión de que igualen o superen los envíos a Norteamérica, que se colocaron en un promedio de 952.000 barriles diarios al cierre de 2012, según estadísticas del Departamento de Energía.
El volumen casi representa la mitad de lo que se enviaba a ese país en 1998, un año antes de la llegada al poder del presidente Hugo Chávez, cuando se despachaban más de 1,7 millones de barriles por día. En los últimos tres años, el volumen de ventas a Estados Unidos cayó en más de 10%, pero más por decisiones o errores propios: declive en la producción, falla en las refinerías y por el hecho de que Pdvsa utiliza parte de su producción para cumplir contratos con China.
Existen, sin embargo, dudas de que la nación asiática mantenga los mismos términos de su relación con Caracas debido a la cantidad de incumplimientos que hubo durante el gobierno del presidente Hugo Chávez, en el manejo de los préstamos otorgados por ese país y en la forma de pago.
“El errático comportamiento de Venezuela con los contratos se ha convertido en una de las principales causas de preocupación de Pekín, con la especulación de que China podría retrasar los desembolsos de fondos si los problemas no se resuelven o empeoran con el nuevo gobierno”, indica el reporte de la Agencia Internacional de Energía. “Es poco probable que China proporcionará otro arreglo de petróleo a cambio de préstamos a corto plazo”, agrega la AIE.
Además, las empresas energéticas chinas ahora están bastante interesadas en los desarrollos de shale oil en Estados Unidos. La CNPC, Compañía Nacional de Petróleo de China, está dispuesta a invertir cerca de 40 millardos de dólares para apoyar compañías estadounidenses, pero a cambio esperan obtener experiencia en la explotación petrolera y gasífera de estos yacimientos no convencionales.
Las Cifras
103,58 dólares por barril es el precio promedio del año que registra la cesta venezolana de crudo, una cotización semejante a la de 2012. Supera en 88% la referencia de 55 dólares por barril del presupuesto público
401.000 barriles diarios es la caída de la producción petrolera nacional entre 2008 y 2013, según la Vicepresidencia de Exploración y Producción de Pdvsa. Hace cuatro años se obtenían 3,2 millones de barriles diarios y ahora 2,8 millones de barriles.
(Tomando del diario El Nacional, de Caracas, 17 de abril 2013)