Siempre hay que repetir los conceptos básicos que permiten ir construyendo un sentido común ciudadano basado en información y pensamiento crítico. Para ello se debe difundir información y análisis que permitan que a cada individuo preocupado con el futuro de su sociedad, aplicar su criterio para internalizar esos conceptos.
Esto es muy importante, tomando en cuenta que los grupos de interés político hacen lo mismo, pero con información equivocada y maliciosa.
Líneas abajo compartimos con nuestros lectores, el excelente análisis de la colombiana, Vanesa Vallejo sobre el informe de libertad económica del Fraser Institute.
Quienes luchan por aumentar el tamaño del Estado, así como las regulaciones y las barreras arancelarias, seguramente (quieren) terminar como Venezuela o República del Congo.
Vanesa Vallejo
30 junio, 2016
Publicado por Panam Post, Noticias y Análisis sobre América
Colombia
Glosado por Lampadia
No es casualidad que los países con mayores libertades económicas sean más prósperos que aquellos en donde no se respeta la propiedad privada y los inversionistas no pueden defender sus intereses propios. La inversión y la generación de valor es fundamental para el bienestar de las sociedades, y el grado de libertad económica de un país es un factor determinante a la hora de hacer negocios. Es por eso que aquellos lugares con mayores libertades ofrecen un mejor nivel de vida a sus ciudadanos.
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Las libertades económicas son indispensables para aumentar la inversión y acelerar el crecimiento de un país. La incertidumbre legal, los altos impuestos, la precariedad de derechos de propiedad, y la excesiva regulación en los mercados financieros y de trabajo, tienen costos enormes en la vida de las personas ya que debilitan la confianza inversionista y, por lo tanto, aumentan el desempleo y la pobreza.
Sin embargo, parece que aún no se entiende la importancia de la libertad económica. En Colombia, como en otros países, son muchos los que piden cada vez mayor regulación. La gente celebra, por ejemplo, que se aumenten los impuestos a las empresas, porque creen que quitarles a los ricos para darles a los pobres es la solución. No caen en cuenta de que lo que piden es matar a la gallinita de los huevos de oro.
También vemos, con bastante frecuencia, grandes grupos de interés apoyados por personas incautas y de buena fe protestando para que aumenten las barreras arancelarias, bajo la falsa idea de que así se protege a la economía nacional. Y de igual manera, miles de colombianos piden aumentos en los subsidios, más empresas públicas y un Estado más grande, con la esperanza de que estas medidas mejoren la situación de todos. Ignoran que tales luchas son precisamente la causa de nuestras desgracias.
El Fraser Intitute, entendiendo la importancia de las libertades económicas para la inversión y, principalmente, para el bienestar de las sociedades, desde 1996 calcula el “Índice de Libertad Económica” para 157 países del mundo. Este indicador se construye utilizando cinco grandes variables que se describen en la siguiente tabla:
Áreas y componentes del índice de libertad económica elaborado por el Fraser Institute
Cada uno de los cinco elementos se califica en una escala de uno a diez, para obtener así la puntuación global de cada país. Colombia, según el Informe Anual 2015 del Fraser Institute, se ubica en la posición 106, un lugar bastante preocupante. En tamaño del Estado ocupa el puesto 105. Sistema jurídico y garantía de los derechos de propiedad, puesto 127. Solidez monetaria puesto 88. Puesto 76 en libertad de comercio internacional, y 74 en cuanto a regulación. [Ver en la siguiente tabla, los datos para los cuatro países de la Alianza del Pacífico]
Los puestos que ocupan otros países de la región, se resumen en el siguiente gráfico. Resaltando que Venezuela ocupa el último lugar de toda la lista:
Desde 1996, cuando se publicó por primera vez este índice, se han realizado numerosos estudios que pretenden establecer la relación entre las libertades económicas de un país y el bienestar de su sociedad. Y lo que se encuentra es que, casi sin excepción, los países con mayor libertad económica tienen un crecimiento económico más acelerado, altos niveles de inversión, mayores ingresos y menor pobreza que la que presentan países con poca libertad económica.
Observe por ejemplo este gráfico en el que se muestra que el ingreso del 10% más pobre de la población es mucho mejor en los países con mayor grado de libertades económicas.
Ingresos del 10% más pobre vs. libertad económica
O esta, en la que se evidencia cómo los países con más alto grado de libertad económica tienen mejores ingresos per cápita.
Libertad económica vs. Ingreso per cápita
Lo triste es que a pesar de que las libertades económicas son fundamentales para el crecimiento y la reducción de la pobreza, muchos siguen empeñándose en obstaculizar cualquier intento de creación de valor, creyendo que la clave es aumentar impuestos y asfixiar a los empresarios.
Quienes luchan por aumentar el tamaño del Estado, así como las regulaciones y las barreras arancelarias, seguramente quieren terminar como Venezuela o República del Congo, países que hacen todo eso y están sumidos en la pobreza. Es sorprendente que, contra toda evidencia, en América Latina sigamos queriendo mayor regulación estatal. Contrario a pedir cada vez más dosis de la fórmula que ha llevado tantos países más a la miseria, debemos reconocer el triunfo de las economías orientadas al mercado y la derrota de aquellas en las que hay una fuerte planificación estatal.
Incremento en subsidios, salarios mínimos, mayor regulación laboral, barreras al comercio exterior, aumento del gasto público e incremento del número de empresas estatales. Estas, y otras más, son las propuestas que cada año pedimos y que por desgracia siempre se traducen en peores condiciones de vida para todos. La verdadera clave para disminuir la pobreza y aumentar el bienestar es incrementar la libertad económica, luchar por reducirla es ir en contra de toda prueba y condenarnos a la miseria.
Lampadia