La nueva ola de filantropía liderada por los empresarios más exitosos en término de acumulación de riqueza es, sin dudas, el eslabón que cierra el círculo virtuoso del capitalismo. Un sistema social y económico vilipendiado por las mentes adscritas a cánones ideológicos y políticos que están lejos de proveer los resultados del capitalismo. Este no solo sustituyó a las monarquías absolutas, demostró ser largamente superior al socialismo y al comunismo. En los últimos cincuenta años ha obliterado todas las teorías de dominación, como la teoría de la dependencia (tecnología cara y commodities baratos), que hicieron puerto en América Latina para condenarnos a un nivel de retraso del que aun no nos recuperamos completamente.
Nuestra región fue una de las mayores víctimas del pensamiento anti capitalista, al punto de que hasta hace poco seguimos reinventando socialismos retardatarios como el llamado ‘socialismo del siglo xxi’.
En los últimos treinta años la pobreza ha disminuido para mil millones de personas. Se estima que en los próximos veinte años saldrán de la misma los restantes mil millones. Mientras tanto, la esperanza de vida de la humanidad se ha alargado sustancialmente, buena parte de la tecnología moderna está al alcance de casi toda la población (comunicaciones). Las empresas privadas han sido proverbiales en llevar los desarrollos científicos a la esfera del mercado beneficiando a la gran mayoría de la población.
De la mano del crecimiento de la riqueza en el mundo, hoy somos testigos de una nueva ola de filantropía que se está convirtiendo en una fuerza imparable para derrotar los grandes problemas de la humanidad. En Lampadia hemos venido siguiendo la información sobre este fenómeno (ver: Más sobre el círculo virtuoso del capitalismo). Hoy compartimos con nuestros lectores un importante informe al respecto del Financial Times. Lampadia
Filantropía: Cómo regalar US$ 1,000 millones
Stephen Foley
23 de diciembre 2015
Financial Times
Traducido y glosado por Lampadia
Para los 1,826 multimillonarios en el mundo, disponer de sus fortunas es más difícil de lo que parece.
Nuevos millonarios de Asia a Silicon Valley están recurriendo a la filantropía, pero tienen diferentes enfoques para donar.
La carta de Mark Zuckerberg a su nueva hija Max lo compromete a dedicar su fortuna a la filantropía, estaba dirigida a una persona pero, la leyeron y discutieron millones de personas. Sin embargo 1,825 personas deben haber prestado especial atención. Ellos son los otros miembros del ‘club de élite’ de los multimillonarios del mundo según el último recuento anual de la revista Forbes, con una fortuna total de US $ 7 millones de millones (trillones en la denominación estadunidense).
Los pares de Zuckerberg probablemente ya han reseteado sus mentes hacia la filantropía. Si están entre los 230 que heredaron sus US $ 1,000 millones, pueden haber estado donando toda su vida; si hicieron su dinero, más recientemente, en la industrialización de China o engendrando un unicornio en Silicon Valley, sin duda han sido ya tentados por la oportunidad de ayudar a los menos afortunados y convertir al mundo en un mejor lugar. En cualquier caso, están participando en un esfuerzo filantrópico que está desafiando las viejas formas de donar e incluso la definición de filántropo.
Gestos notorios como el de Zuckerberg de dedicar el 99 por ciento de su riqueza en Facebook para buenas causas, han avivado el debate, sobre todo en los EEUU, donde la tradición filantrópica a gran escala se remonta a los llamados ‘robber-barons’, John D. Rockefeller y Andrew Carnegie. En esta segunda época dorada, las naciones están pensando nuevamente en el equilibrio entre fomentar la filantropía y gravar la riqueza para ser distribuida por el gobierno.
Para el filántropo en ciernes, sin embargo, hay asuntos más urgentes que decidir, ellos deben optar por temas de rapidez, amplitud, formas y estructuras legales con las que actuar. No es tarea fácil: ¿cómo se regalan mil millones de dólares?
Dar mientras vives
Es mucho más divertido donar mientras vives, que dar cuando estés muerto, dice Chuck Feeney. El empresario estadounidense de origen irlandés, de 84 años, que fundó la cadena minorista Duty Free Shoppers en 1960, es el ejemplo moderno del movimiento «dando mientras vives», que sostiene que los ricos deben comenzar su filantropía tempranamente – y también, terminar a tiempo. El movimiento es un desafío al modelo tradicional de filantropía de EEUU, en virtud del cual las fundaciones creadas por John D. Rockefeller, Henry Ford y Andrew Mellon siguen estando entre las organizaciones benéficas más grandes del país, casi siete décadas después de la muerte del último de sus fundadores, gastando sólo el rendimiento de sus fondos.
El nombre de Julius Rosenwald, fundador de Sears, apenas se conoce en comparación con un Rockefeller, pero es venerado entre los defensores de «dando mientras vives» ya que fue el primero en decir que su fortuna debía distribuirse en lugar de dotar a una organización perdurable. Se acabó en 1948, 16 años después de su muerte.
Las fundaciones familiares diseñadas para pasar a las generaciones futuras, siguen siendo el modelo más común en EEUU y se ha exportado con éxito al extranjero.
La razón del ascenso del movimiento «dando mientras vives» en EEUU tiene que ver con algo más que ser «divertido», como lo refiere Feeney, la satisfacción es ver que el dinero de uno tiene efecto.
Para Christopher Oechsli, presidente ejecutivo de Atlantic Philanthropies, también es una cuestión de modestia. «No es como que somos la única entidad que tiene la riqueza para buscar el bien común. No seas tan egoísta como para creer que lo que piensas y lo que haces es fundamental para el mundo. ¡Hay más riqueza que viene!»
Escoge una causa, no te enamores
Cuando los multimillonarios de la noche a la mañana, de la industria de la tecnología aparecen en la puerta de la ‘Silicon Valley Community Foundation’, consultores de donantes, se les presenta una lata con cartas. Cada una está impresa con un valor: humildad, justicia y tradición, por ejemplo; o con una causa: derechos civiles, seguridad alimentaria y vivienda. El objetivo es ayudar al aspirante de filántropo a decidir en qué concentrarse.
Una pregunta inicial clave, dice Melissa Berman, de otra organización consultiva: ‘Rockefeller Philanthropy Advisors’, es si hay que asumir un conjunto amplio de causas, o uno más limitado con el que trabajar.
Los fundadores de Facebook han establecido, sorprendentemente, metas amplias y ambiciosas. Zuckerberg plantea «impulsar el potencial humano y promover la igualdad para todos los niños» y en su carta a su hija ofrece desde educación personalizada a la curación de enfermedades y a la construcción de comunidades.
Cómo regalar US $ 1,000 millones
Mientras tanto, el cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz y su esposa Cari Tuna, han adoptado un enfoque metódico para escoger sus intervenciones. El mensaje de la Cari Tuna es no se enamoren. Ella dice que salir al campo para evaluar el trabajo de una organización de caridad puede tener un lado negativo. «Es muy fácil enamorarse de problema. Las visitas al sitio son una herramienta importante, una vez que hayas escogido tu proyecto; es menos valiosa como herramienta comparativa».
Los partidarios de un enfoque más focalizado dicen que puede ser más fácil llevar pasión a un menor número de causas.
Sean Parker, un inversionista de Facebook, escribió a principios de este año que los filántropos deben concentrarse en las áreas en las que tienen una visión única o un enfoque novedoso. Un enfoque focalizado no significa que sea poco ambicioso, pero sí que los filántropos tendrán que pensar en su tolerancia al riesgo.
Hay un problema de «todos los huevos en la misma canasta», dice la Sra. Berman. Un filántropo que apuesta grande en, por ejemplo, un enfoque genómico para el cáncer puede terminar con poco que mostrar, dice, «excepto que se podría argumentar que evitó que la comunidad médica gaste US$ 1,000 millones subiendo un callejón sin salida».
Volviéndote político
¿Qué tan cómodo se siente con actuar políticamente? Laura Arrillaga-Andreessen, autor de Giving 2.0 y esposa del capitalista de riesgo Marc Andreessen, dice que con la ambición de un multimillonario por producir grandes cambios en el mundo, viene la necesidad de impulsar tanto al público como a los políticos. Una sola persona no va a resolver el cambio climático, por lo que los donantes como Jeff Skoll, un ex ejecutivo de eBay, se han centrado en galvanizar a la opinión pública, por ejemplo financiando la producción del documental de Al Gore: Una verdad incómoda.
El cambio sistémico es un objetivo explícito de muchos de los filántropos más ricos de hoy; sin duda es más atractivo que la construcción de hospitales o la financiación de museos; pero es difícil y controvertido.
El libro de la Sra. Arrillaga-Andreessen incluye toda una sección llamada: Ir a la batalla. «Como promotor de filantropía, usted necesita estar seguro de sus creencias y prepararse para defender sus principios», escribió. Nunca ha habido una línea clara entre la filantropía y la política. Las figuras que son más ampliamente conocidas como donantes políticos como, Charles y David Koch, también financian operaciones filantrópicas que encajan con sus creencias. La Fundación Charles Koch financia becas y puestos académicos para promover la investigación del libre mercado y el Economic Freedom of the World Index del Instituto Fraser.
La causa de cambiar el sistema educativo de EEUU a través de la creación de escuelas ‘charter’ – nuevas instituciones dentro del sector público, pero semi-separadas del control de las autoridades locales, está financiada por la familia Walton, dueños de Wal-Mart, por administradores de fondos de cobertura y por Bill Gates. Pero también ha tropezado con una feroz resistencia de los sindicatos.
Harvey sostiene que los filántropos tienen que hacer una elección clara: «Puedes conseguir tanta buena prensa como quieras, simplemente dando dinero para el club de niños y niñas de la zona o para la sinfónica local. Cuanto menor sea el problema a abordar, tendrás señales más fuertes de gratificación. Con el cambio sistémico, incluso si tienes éxito, la cadena causal es oscura. Hay menos crédito social».
Sin una fundación: dándole la espalda al modelo clásico
Fue obvio, dijo el fundador de eBay Pierre Omidyar en 2003, cuando rechazó el modelo tradicional de filantropía y dejó de usar una fundación benéfica. Habría un costo tributario adicional de US$ 1 millón o 2 por años, pero en el contexto de gastar US $ 100 millones al año en buenas obras, parecía un pequeño precio a pagar por lo que años más tarde llamó «la flexibilidad de usar cada posible herramienta para mejorar el mundo».
Las fundaciones caritativas han sido la estructura básica de la filantropía a gran escala en los EEUU por más de un siglo. Algo del valor de las donaciones a una fundación personal pueden ser compensados con otros impuestos, a cambio de lo cual el gobierno exige que las organizaciones distribuyan al menos el 5% de sus activos cada año y establezcan normas, entre las cuales se prohíbe la actividad política.
La decisión del fundador de eBay, de llevar a cabo su filantropía a través de la Red Omidyar, una sociedad de responsabilidad limitada sin privilegios fiscales, pero sin restricciones, ha seguido los gustos de Laurene Powell Jobs, la viuda de Steve Jobs, y ahora por Mark Zuckerberg.
La aparición de estos enfoques para la donación de US$ 1,000 millones han cambiado el significado de considerarse un filántropo. Hacer una donación y tener una biblioteca con tu nombre palidece frente a las ambiciones de la nueva generación de donantes. El éxito se mide no sólo por las enfermedades curadas, las vidas salvadas o mejoradas y los retos sociales superados, sino también por la aceptación de estos desarrollos por el público en general.
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La lucha contra la poliomielitis
Publicado por rotary.org
Uno de los grandes éxitos de la filantropía es el de la erradicación de la poliomielitis. “El 24 de julio, Nigeria registró un año completo sin un nuevo caso de poliomielitis adquirido localmente, la enfermedad incapacitante y a veces fatal. Es el último país de África en detener la transmisión de la poliomielitis”, subrayó Bill Gates.
“Este hito representa una gran victoria, una que algunos expertos temían que nunca llegaría”.
En este logro está involucrada mucha gente, pero son notorios los aportes de las dos formas de filantropía reseñadas líneas arriba, la tradicional de la Fundación Rotaria y la de nuevo cuño como la de los Gates. En el siguiente video Bill Gates felicita a la Fundación del Rotary por este logro:
Lampadia