Jorge Chamot
Mayo 31, 2025
Para Lampadia
Otra vez Andrés, la recientemente discutida Masificación del gas, parece que vuelve de vez en cuando, acompañada de paros, manifestaciones y protestas en el sur del país. No me gusta ser repetitivo porque las oportunidades una vez puntualizadas ahí están, que desgraciadamente siguen sin ser aprovechadas, como es el caso que nos ocupa en este artículo. Pero, corriéndome el riesgo de salirme de la parte técnica y meterme en lo político, la llamada masificación del gas tan vapuleada y manoseada durante tanto tiempo, es eso, POLITICA.
Comencemos con que a la población constantemente se le habla del gas y se le confunde, a lo mejor intencionalmente, con el conocido GLP que es efectivamente gas (el que viene normalmente en balones) que es una mezcla de los hidrocarburos propano y butano, y con el gas natural que es una mezcla de otros hidrocarburos diferentes, principalmente metano y algo de etano que es entonces otro producto, llamado en el mercado “gas natural”.
Los últimos gobiernos, incluyendo el actual, con una actitud populista al referirse al “gas” y a la “masificación del gas”, confunden y engañan a la población al hablar de este tema y lo que es peor, sin tomar acciones realistas para efectivamente conseguir sus objetivos.
Seguimos, como ya lo dijimos anteriormente (Nota 1), que incluyendo a Presidentes de la República pasados que prometían bajar los precios del famoso “gas”, sin especificar cuál de los productos mencionados se trataba, como se habrá podido ver, no se consiguió. La razón, porque simplemente el gas natural y el GLP en el Perú (con excepción de lo que pueda obtenerse en las refinerías del Estado) no es propiedad del Estado sino, de acuerdo a la legislación y contratos vigentes, de las empresas que lo producen, o en el caso del GLP que también se importa para cubrir la demanda interna insatisfecha con producción nacional. Estos productos tienen precios sujetos al mercado o a las cláusulas contractuales respectivas, que el Estado no puede cambiar por sí solo, porque en estos contratos el Estado es solo una “Parte”.
Cuando el Estado habla de masificar el gas, debería entenderse, el cómo apoyar a la industria privada y facilitar la masificación del uso de estos productos por su evidente menor costo y menor impacto ambiental que otros combustibles. El Estado no controla los precios, por consiguiente, no puede bajarlos a menos que se recurra a los consabidos y fatales subsidios del pasado que ya sabemos a lo que nos llevaron. Indirectamente ya está pasando esto, ya que el gobierno actual propicia y encubre, a través de la llamada masificación del gas en departamentos del sur del país, con transferencias del Ministerio de Energía y Minas a PETROPERU.
El sur del país con todo derecho se pregunta ¿por qué no tenemos gas si la Gran Camisea está en el Cuzco? La solución al problema es sólo la mejora y ampliación de infraestructura que se usa en todo el mundo para el transporte de gas natural y ello es “gasoductos”. Para ello ya se han tratado varios proyectos, que nosotros hemos mencionado y demandado varias veces al recalcar la necesidad de Camisea II (Nota 2) que implica el gasoducto sur peruano, o del sur, o andino, o como se le quiera llamar, que es la manera más segura, económica y lógica de hacer llegar el gas natural al sur del país.
Se habla del gasoducto costero planteado por TGP que sería un ramal del gasoducto existente de Camisea I y que en el fondo eventualmente solo sería una buena idea después de construir el nuevo gasoducto de Camisea directamente al Sur como sugerimos al hablar de Camisea II, para formar una especie de anillo. Esta estrategia ya se ha implementado exitosamente en muchos sitios y en el Perú se ha hecho y se sigue implementando al hablar de transmisión de electricidad en alta tensión. Ello no solo da seguridad al no depender todo el mercado de una sola vía, en el caso del gas natural el existente gasoducto de TGP, sino que incitará a la competencia al tener la posibilidad de tener gas de dos fuentes diferentes, tal como hemos sugerido al constituir Camisea II.
Es decir, un proyecto separado con reservas separadas en yacimientos separados que existen todavía por probar en la Gran Camisea (Nota 3), por supuesto sin inversión estatal, completamente privado, el modelo ya se tiene en Camisea I. Aceptamos que tiene sentido el que la planta de separación de gas y líquidos del gas natural pueda seguir siendo una sola en Malvinas que puede ser ampliada debidamente, pero la existencia de otro gran proyecto en la Gran Camisea, con su propio gasoducto hacia el sur es verdaderamente la solución a utilizar nuestros recursos que como ya hemos dicho en varias oportunidades “recursos enterrados, no es riqueza”. Su monetización permitirá al Sur tener verdaderamente una alternativa energética que, todos lo sabemos, se puede desarrollar con los mercados de la gran minería, las posibilidades petroquímicas y de otras industrias y usos, y por supuesto la generación de electricidad en plantas generadoras que ya existen en Mollendo e Ilo, que como en todo el mundo y así fue en Camisea I, siempre han sido el ancla de desarrollo de gas natural, más las otras que pudieran construirse en el futuro.
Se lleva años hablando de una planta de fraccionamiento en la provincia de la Convención para el GLP; se lleva años con estudios que creo que nadie conoce los resultados que tratan estas alternativas;
Se lleva años en disputas sobre los pasados y fallidos gasoductos al sur (mejor ni hablemos del último fiasco del arbitraje a favor de Enagás que nos va a costar US$302 millones) y que con el pretexto de que los proyectos anteriores están en litigio, simplemente nadie piensa más;
Se lleva años sabiendo en el fondo que como en todas partes del mundo la utilización del gas natural está basado en una red de gasoductos (no puedo evitar de mencionar que nosotros mismos lo planeábamos en el año 2000, …..hace 25 años), pero la demagogia continúa y la falta de decisión de este Ejecutivo, que ya por supuesto no tiene tiempo para actuar, enmarca lo que al principio del artículo señalamos como “engañar” a la población.
El llevar LNG o CNG en camiones al sur es absurdo, ya que el costo del trasporte desde las plantas existentes hasta los puntos de entrega al consumidor, a lo que hay que añadir las instalaciones para reconvertirlos en condiciones de presión y temperatura que puedan ser utilizados por el consumidor común, no lo hacen económicamente atractivo y menos competitivo. ¿Otra vez, subsidios?
Y algo de lo quizás no se habla es que si no se hace Camisea II, y aquí cometo el error de ser repetitivo una vez más, es que Camisea I ya lleva 20 años produciendo de los 40 contractuales. Las reservas probadas que inicialmente eran cercanas a 15 TCF hoy ya están en la mitad y aún con el tan publicitado ingreso de la producción programada de las reservas del lote 58 el próximo año, querría decir que las reservas probadas llegarían el próximo año, en teoría, a cerca de 10 TCF. Es decir que con el proyecto del gasoducto costero que obviamente aumentaría la demanda del gas de Camisea I, sólo tendríamos gas para mucho menos de 20 años, digamos 17 o 18 a partir de hoy. ¿Se van a hacer inversiones millonarias con solo ese horizonte? La relación Reservas/Producción ha ido disminuyendo, obviamente si no hay nuevas reservas probadas, pero el problema es que su reducción anual está aumentando. El mercado ha ido aumentando y lo seguirá haciendo, y esto es asumiendo que no hay nueva demanda potencial no anunciada que yo creo que la hay y en cantidad.
¿Tenemos que otra vez explicar que hay mucho más gas por explotar en la Gran Camisea, que hay que desarrollar nuevos lotes, que hay que hacer exploración, que hay que tomar decisiones?
Recordemos que hay miles de toneladas de acero en tuberías de proyectos anteriores del gasoducto tirados en medio de la nada en los Andes que nos cuestan millones mantener, que seguimos importando GLP para cubrir las necesidades del mercado, que seguimos importando urea a pesar de los años y que se sigue hablando de la posibilidad de una planta a nivel mundial de un millón de toneladas al año que fácilmente se pueden colocar entre lo que importan Ecuador, Chile y Perú, que la necesidad de energía en el Sur aumenta y la falta de disponibilidad de ella podría estar limitando de alguna manera el desarrollo de proyectos mineros e industriales, que la disponibilidad de gas natural en el sur nos abriría un mercado adicional para la exportación a Bolivia y Chile, etc., etc. Ya estoy siendo repetitivo y esa no era la intención del artículo.
En todo caso, esta es mi propuesta, que se reduce a decisiones del Ejecutivo:
1.- Parar el manoseo del tema. El Sur no va a tener soluciones a corto plazo y para ello se deben tomar decisiones integrales y no populistas que deben de explicarse a la población para manejar expectativas que solo traen complicaciones de tipo político.
2.- Convencernos que masificar el uso del gas pasa primero por aumentar la producción, facilitar la logística para llegar al consumidor, y que al disponer el mercado de volúmenes adicionales bajan los precios creándose nuevas oportunidades para su uso.
3.- Mayor producción de gas natural implica aumento en la producción de líquidos también, es decir GLP y gasolina natural que se obtienen en la planta de separación, productos que hoy tenemos que importar para cubrir las necesidades del mercado (directamente el GLP o con crudo para las refinerías en el caso de la demanda de gasolinas) y de ahí, Camisea II daría no solo el gas que el Sur necesita sino entre otros, un nuevo impacto positivo en la balanza de pagos de hidrocarburos. ¿Qué esperamos?
Notas.
- Art # 7 “Masificación de gas”, Lampadia, Febrero 2023
- Art # 5 “Camisea II”, Lampadia, Febrero 2023
- Valdría la pena hacer la aclaración que en términos de la industria petrolera hay diferentes tipos de reservas: Probadas, probables y posibles que se determinan en base a criterios técnicos y económicos. Todo indica que en el rango de probables y posibles habría más que suficiente para todo un proyecto nuevo adicional que garantizaría el suministro de gas natural por lo menos por otros 40 años.
Lampadia