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El Perú según el Índice de Progreso Social de Michael Porter

El Perú según el Índice de Progreso Social de Michael Porter

En Lampadia venimos afirmando que el mejor índice para medir el desarrollo de un país y la pobreza, vìs-a-vìs el resto del mundo, es el PBI per cápita. Este indicador cumple con dos condiciones principales: mostrar la evolución y compararla performance de un país. El mismo The Economist desmitifica las mediciones de la pobreza que pretenden crear indicadores sofisticados como el de la pobreza multidimensional, puesto que en el tiempo, el PBI per cápita da los mismos resultados. (Ver en Lampadia: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza).

Sin embargo, en términos del diseño de políticas públicas holísticas del bienestar, si es conveniente monitorear otros indicadores. El nuevo Índice de Progreso Social (IPS) preparado por el Profesor de Harvard, Michael Porter (ver en la sección Índices y Estadísticas: Índice de Progreso Social 2015), tiene la ventaja de mostrar con mayor detalle la situación de la pobreza en un país y es de gran utilidad para formar las políticas macroeconómicas y microeconómicas necesarias para luchar contra la pobreza y brindar las mayores oportunidades a las personas. A diferencia de otros intentos de medir el bienestar, como El Índice de Progreso Social y el PBI per cápita (ver nuestro comentario en Lampadia), éste sí incluye el PBI per cápita y por lo tanto es más comprehensivo y útil.

El IPS evalúa 52 elementos, que incluyen desde la criminalidad, pasando por la igualdad de género, hasta los niveles de alfabetización, los cuales ponen sobre la mesa la capacidad de los países de cumplir con las necesidades básicas de sus ciudadanos y darles las oportunidades para que puedan mejorar dentro de sus sociedades.

El creador de este ranking asevera que el progreso social no sólo puede ser medido a través del crecimiento económico de un país. De hecho, se ven en el ranking países que han tenido un desempeño económico pobre (o han pasado por crisis o austeridad) y, a pesar de ello, están en una posición de “progreso alto”, como es el caso de Portugal (18), España (20), Italia (31) y Grecia (34).

El enfoque utilizado por este indicador para determinar el rendimiento relativo de un país a su PBI es comparar su rendimiento con otros 15 países con un PBI per cápita similar. Una ‘fortaleza’ es un rendimiento significativamente mayor que el promedio de la puntuación de este grupo, mientras que una ‘debilidad’ es un rendimiento significativamente inferior al promedio de la puntuación. Un rendimiento ‘neutral’ es ni fuerte ni débil, sino que está ubicado en el mismo rango que sus pares.

Sólo 15 países de los 133 medidos por el IPS son ‘overperformers’, es decir, han logrado un puntaje significativamente mejor que los países con ingresos similares. Cuatro de los países ‘overperformers’ están en América Latina y el Caribe (Costa Rica, Uruguay, Jamaica y Chile). Según Porter, son los constantes esfuerzos durante las tres últimas décadas en construir instituciones democráticas, así como fuertes movimientos cívicos que defienden causas sociales y ambientales, lo que les ha permitido a muchos países de América Latina obtener buenos resultados en comparación con sus pares de ingresos globales.

Argentina se ubica en el puesto 38 del ranking,  mientras que Panamá y Brasil están en los puestos 41 y 42, respectivamente. Colombia ocupa la posición 49 de los países con mayor progreso social en este año; Ecuador en el puesto 51; México, Perú y Paraguay, están en los lugares 54, 55 y 56 respectivamente. Estos países son considerados como naciones con un progreso social medio alto. El Salvador (68), Venezuela (72), Bolivia (73), República Dominicana (77), Nicaragua (78) y Guatemala (79), están en el segmento de progreso social medio bajo.

En un análisis más detallado, el Perú se encuentra en el puesto 11 en América Latina. En la dimensión de Necesidades Humanas Básicas, el Perú tiene mejor desempeño en Nutrición y asistencia médica básica (llega al nivel de ‘overperformer’) y tiene la mejor oportunidad de mejorar en el componente de Seguridad Personal. En la dimensión de Fundamentos para el Bienestar, el Perú tiene mejores resultados en Acceso a conocimientos básicos pero sus resultados son más bajos en Sostenibilidad del ecosistema. En la dimensión de Oportunidades, Perú tiene resultados más fuertes en Derechos Personales y puede mejorar su desempeño en Acceso a Educación Superior.

Los indicadores del Perú se ven en el siguiente gráfico:

Para desarrollar el índice, Porter a trabajado con instituciones locales. En el caso del Perú lo ha hecho con los siguientes “partnered networks” (redes asociadas):

  • El Ministerio de Cultura
  • El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social
  • CIES
  • Fundación Avina
  • Grupo Radio Programas del Perú
  • Perú 2021
  • Sociedad Nacional de Industrias
  • Soluciones Empresariales contra la Pobreza
  • UNACEM
  • Universidad del Pacífico

Porter espera que el Índice de Progreso Social pueda ser una herramienta útil que impulsará a distintos países en la dirección correcta. Actualmente está trabajando con los líderes a nivel nacional de varios países, entre ellos Brasil, Colombia y Paraguay, donde el IPS es un elemento central de sus planes nacionales de desarrollo. “Ahora, la conciencia general es que se trata de una herramienta fundamental y una necesidad. La gente está empezando a usarlo para reflexionar sobre la forma en que se puede lograr el progreso social en nuestro país, en nuestra sociedad, en nuestra región, en nuestra ciudad”, dice.

La conclusión final del reporte afirma que el desarrollo económico es necesario pero no suficiente para el progreso social. El nivel de desarrollo general de un país puede no mostrar claramente las fortalezas y los desafíos sociales y ambientales. A nivel desagregado, el índice de progreso social muestra áreas de bajo rendimiento y de éxitos en todos los países con diferentes niveles de ingresos.

El Índice de Progreso Social ofrece un muy buen complemento para evaluar una serie de políticas e iniciativas destinadas a hacer frente a la pobreza y proporciona una poderosa herramienta para que los líderes de los gobiernos identifiquen las prioridades en sus presupuestos y planes de acción. No dejemos de tomarlo en cuenta en los próximos análisis de las políticas públicas del país. Lampadia




Consejos del FMI para mejorar la gestión de los recursos naturales

Consejos del FMI para mejorar la gestión de los recursos naturales

Los países ricos en recursos naturales, como el Perú, se beneficiaron de un auge excepcional precio de los commodities durante los años 2000, con el precio de los metales alcanzando máximos históricos. Esto proporcionó una gran ayuda a los países en desarrollo que supieron aprovechar el desarrollo de los mercados para promover la inversión y que se beneficiaron de un aumento en sus ingresos fiscales y la oportunidad de promover la transformación económica y el desarrollo ricos en recursos.

Los recursos naturales son una bendición para un país que hace las cosas bien. La riqueza de estos recursos facilita la financiación de inversiones para un crecimiento sostenible y al mismo tiempo le permite al gobierno proporcionar servicios sociales fundamentales. Como también afirma el reciente informe del BID, ‘Gobernanza con transparencia en tiempos de Abundancia’: “el debate de las políticas públicas en estos  países [ricos en recursos naturales] debe ir más allá de esta simple dicotomía [la maldición de los recursos naturales] y tener en cuenta de qué maneras el sector extractivo interactúa con el resto de la economía, sobre todo en los niveles institucional y local.

Sin embargo, la reciente bajada de los precios de los commodities ha dejado claro que éstos pueden ser volátiles y están sujetos a las crisis. También ha significado que los exportadores de commodities tendrán que adaptarse a un período de baja de las exportaciones e ingresos fiscales, al menos mientras se ajusta la economía China.

A la luz de esta situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe llamado “La montaña rusa de los precios de las materias primas: Un marco fiscal para tiempos inciertos”, en el que examina la conducción de la política fiscal bajo la incertidumbre causada por el impacto de los ingresos de los recursos naturales. Se basa en una amplia investigación en el comportamiento de precios de los commodities y sus implicancias en los resultados macroeconómicos, así como consejos a las economías que buscan mejorar la gestión de la riqueza de recursos naturales. 

Según el análisis del FMI, la experiencia de las últimas décadas (incluyendo el último boom) ha demostrado que la política fiscal tiene un papel crucial en la gestión de los efectos de la volatilidad de los precios de los commodities en la economía nacional, pero esto ha sido un reto difícil para muchos países. Particularmente con respecto al crecimiento del gasto público, el cual ha tendido a acelerarse durante alzas de precios y a caer durante las fases descendentes de los precios. Esta respuesta procíclica ha intensificado la volatilidad de la economía y podría haber obstaculizado el crecimiento económico. Por otra parte, aunque algunos países acumularon reservas financieras significativas durante el auge de 2000-08 (como en el Perú, que lo ayudó a manejar la crisis del 2009), muchos otros países sufrieron agudas contracciones fiscales debido a la insuficiencia de reservas.

Dada la magnitud de los desafíos, la pregunta clave es: ¿cómo pueden los gobiernos manejar las finanzas públicas para hacer frente a estos enormes desafíos a largo plazo y a la vez hacer frente a los riesgos e incertidumbres sustanciales a corto plazo?

La respuesta a esta pregunta, y uno de los principales mensajes del FMI, es que la conducta de la política fiscal bajo incertidumbre se puede mejorar mediante la adopción de un sólido y coherente marco de gestión de riesgo. Según el FMI, este se debe basar en cuatro pilares:

1. Los ingresos presupuestarios deben ser derivados en su mayoría de una tributación de base amplia, respaldada por un fuerte cumplimiento. En el caso de los exportadores de commodities, una movilización de recursos más eficiente puede mitigar la volatilidad de los ingresos. Un aspecto específico es la fiscalidad de las empresas multinacionales. Estas reformas pueden ser parte de las estrategias de ajuste fiscal que necesitarán seguir los exportadores de commodities.

2. La mejora de la eficiencia del gasto, incluyendo reforma de los subsidios de energía, sigue siendo una prioridad y puede facilitar el ajuste fiscal. Esto también se puede aplicar en áreas fundamentales para el crecimiento sostenible e integrador, como la inversión pública, la salud y la educación.

3. Es importante poner en marcha los marcos fiscales que ayuden a los países a ahorrar durante los buenos tiempos para que puedan proteger el gasto durante los malos tiempos. En el caso de los productores de commodities, este ahorro tiene que encontrar el equilibrio adecuado entre la acumulación de activos financieros, la inversión en infraestructura física y la inversión social a través de gastos de salud y educación. Por otra parte, es esencial empezar lo antes posible en la implementación de un marco más sólido que pueda ayudar a los países a enfrentar la incertidumbre que se avecina.

4. La calidad de las instituciones es crucial. Las normas y procedimientos fiscales son importantes, pero tienen que estar basadas en un compromiso social y político más amplio para la adhesión a estas reglas y leyes.

Estos pilares son importantes para todos los países, pero son especialmente cruciales en los países ricos en recursos naturales como el Perú, donde las condiciones para la gestión de las finanzas públicas son mucho más desafiantes. No esperemos al último momento para tomar las medidas necesarias. Aprovechemos nuestros recursos naturales de una manera responsable y beneficiémonos de la gran oportunidad que tenemos. Lampadia




Angus Deaton: El nuevo Premio Nobel de Economía

Angus Deaton: El nuevo Premio Nobel de Economía

El lunes, la Real Academia Sueca de las Ciencias concedió el Premio Nobel de Economía al economista británico-estadounidense Angus Deaton, profesor de la Universidad de Princeton, “por su análisis del consumo, la pobreza y el bienestar”.

¿Quién es Angus Deaton? El economista, que está a una semana de cumplir 70 años, nació en Escocia y es un ciudadano con doble nacionalidad del Reino Unido y los Estados Unidos. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Cambridge y se trasladó a los EE.UU. en 1983 para dar clases en la Universidad de Princeton.

En los últimos años, ha centrado más su atención en la medición y la reducción de la pobreza mundial, junto con la desigualdad de ingresos, proporcionando un énfasis particular en la India y África.

Deaton hizo un exhaustivo análisis sobre el consumo de las familias y su trabajo ha tenido una gran influencia, sobre todo en las políticas públicas, donde ha ayudado a los gobiernos a determinar cómo los diferentes grupos sociales reaccionan a los cambios fiscales específicos.

En sus primeros trabajos en torno a 1980, Deaton desarrolló el “Sistema de Demanda Casi Ideal” – una forma flexible, pero sencilla, de estimar cómo la demanda de cada bien depende de los precios de todos los bienes y de los ingresos individuales.

El académico de Princeton cree que el exceso de desigualdad puede producir algunos efectos secundarios negativos, que van desde la desaparición de los servicios públicos a la erosión de la democracia. Pero al mismo tiempo, las desigualdades también pueden ser producto de un emprendimiento exitoso, por ejemplo, cuando es el resultado de una iniciativa empresarial.

En su más reciente libro, ‘El Gran Escape: Salud, Riqueza y los Orígenes de la Desigualdad’, Deaton sostiene: En los años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial, el mundo moderno ha visto el mayor escape de todos. El rápido crecimiento económico en muchos países ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza. El bienestar material se ha elevado mientras que las tasas de mortalidad han disminuido y la gente está viviendo vidas más largas y más ricas.

Además, plantea preguntas prácticas sobre la desigualdad dirigidas a las políticas de reducción de la pobreza: “¿Qué pasa con la desigualdad entre los países? Muchos países pobres han aprovechado la “ventaja del atraso”: la oportunidad de adoptar (y  mejorar aún más) el conocimiento y las tecnologías que ya se utilizan en los países ricos. Los países que se encuentran atrasados pueden ponerse al día evitándose el  largo proceso de prueba y error que limitó el crecimiento en el pasado.” Esto ya fue planteado en Lampadia: Polonia la nueva estrella europea.

Sobre la medición de la pobreza y los errores cometidos por muchas instituciones internacionales, afirma que: Espero que la mayoría de ciudadanos y responsables políticos verán las líneas de pobreza nacionales como cifras razonables que dividen a los que les están yendo biende aquellos que no. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, por ejemplo,cometió este error durante muchos años, exagerando deliberadamente la miseria en los países pobres. Los salarios son ciertamente más bajos en los países pobres-simplemente otra manera de decir que estos países son pobres- pero de nada sirve exagerar lo pobre que son en relación con los países ricos del mundo.” Ver en Lampadia: No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza.

Sin embargo, lo más importante que menciona en su libro es sobre el crecimiento global y la importancia de la tecnología y convergencia de ideas e innovación para seguir creciendo sostenidamente. “En un mundo interconectado, la innovación a menudo puede propagarse de un país a otro, sobre todo en países similares, de modo que la carga de la invención se distribuye. Esta interconexión, por sí misma, tenderá a acelerar el crecimiento.

La globalización reduce los costos de los bienes y la información se desplaza de un lugar a otro. Permite que los bienes y, cada vez más, los servicios que se realicen sean más eficientes y más baratos, y permite que los descubrimientos sean adoptados rápidamente en otros lugares.

La convergencia de los ingresos promedio entre los países es justo lo que esperaríamos que suceda cuando el crecimiento es impulsado por nuevas ideas y nuevas tecnologías y si la innovación se extiende rápidamente por todo el mundo. Lo que es más desconcertante es el fracaso de los países pobres para ponerse al día. Ver en Lampadia: Innovando para el crecimiento y el bienestar general y 10 razones que explican el éxito de Singapur.

Tal vez la mejor respuesta es que los países pobres carecen de una buena capacidad institucional- gobernanza, un sistema legal, el Estado de Derecho, un buen sistema tributario, la seguridad de los derechos de propiedad, y la confianza en dichas instituciones, que son una base necesaria para el crecimiento.” Ver en Lampadia: El Mundo carece de una Gobernanza Global para el Siglo XXI.

Además expresó su escepticismo sobre la eficacia de la ayuda internacional. Señaló, por ejemplo, que China y la India han logrado sacar a decenas de millones de personas de la pobreza a pesar de recibir relativamente poco dinero de ayuda. Al mismo tiempo, muchos países africanos han permanecido sumidos en la pobreza a pesar de recibir una ayuda sustancial.

Ingvild Almas, profesor asociado en la Escuela Noruega de Economía, dijo que el gobierno de la India ha cambiado su metodología de medición de la pobreza gracias a la investigación de Deaton y que ha mejorado sus políticas de reducción de la pobreza.

“Por ejemplo, Deaton encontró que había muchas más personas pobres de las zonas rurales de la India de las que se pensaba”, dijo. “En la práctica, esto ha afectado al sistema de subsidios de la India, lo que les permite comprar artículos de primera necesidad. Los hogares que no fueron definidos como pobres antes, ahora sí tienen un alcance con estas políticas, y eso es un resultado directo de la investigación de Deaton”.

Sin embargo, no todos están felices con el reciente Nobel de Economía. Un crítico importante de la teoría de Deaton es Bill Gates, el multimillonario fundador de Microsoft y filántropo. Él ha dicho que admira a Deaton pero encuentra su argumento de la ayuda “muy débil” y “extraño”.

Entendemos el punto de vista de Deaton, pero la labor de Bill Gates y de los demás multimillonarios que está dedicando sus fortunas para ayudar a los pobres es muy importante y efectiva, como lo reporta Gates en sus cartas anuales, ver en Lampadia: Las buenas noticias de Bill Gates. En nuestra opinión las conclusiones de Deaton sobre este tema, deben estar referidas al apoyo que tradicionalmente se daba a los gobiernos y que efectivamente, era, muchas veces, desperdiciado por incapacidad y corrupción. Ver en Lampadia: Una visión práctica para la superación de la pobreza.

Más allá de la discusión entre estos dos ‘moguls’, la humanidad tiene mucho que agradecer por estos emprendimientos, el académico y el empresarial (Bill Gates) que está cerrando el circuito virtuoso del capitalismo con una filantropía que va más allá del dinero, compromete su tiempo. Lampadia 

 




Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

En la 32 edición de Perumin se desarrolló la siguiente presentación: 

En una de las primeras láminas se destacó la siguiente frase de Mark Twain sobre lo difícil que es borrar los engaños: 

Después del análisis del presentador se reiteró la frase de Madeleine Albright sobre los problemas de comunicación y focalización de las políticas públicas entre el sector privado, el Estado y los políticos: 

En el Perú hay muchas cosas a medias y algunas que no hemos iniciado. Entre los grandes retos del país están con claridad los vinculados a nuestras precarias instituciones, la necesidad de una revolución educativa, una mejora sustancial en la salud, mejoramiento y multiplicación de las infraestructuras y un mayor desarrollo tecnológico.

Sin embargo, un país pobre como el Perú necesitará, sin lugar a dudas, recursos económicos muy importantes para cerrar dichas brechas. Además, no tenemos mucho tiempo para hacerlo pues estamos entrando a una nueva revolución industrial que nos exige nivelar el piso de los peruanos, especialmente el de los más pobres, con el nivel de vida de las poblaciones de los países más desarrollados.

El Perú, país bendito por la calidad de su gente y de sus múltiples recursos naturales, tiene como enfrentar los retos del desarrollo, pero eso pasa por aprovechar nuestros recursos, por ponerlos en valor y por no esperar a que pierdan contenido económico. Entre los recursos naturales del país, los recursos mineros encierran un potencial especialmente importante, no solo por su aporte directo al crecimiento de la economía y de los recursos fiscales, sino también por su capacidad de dinamizar el conjunto de la economía, dados sus profundos encadenamientos intersectoriales y el espacio de diversificación que puede crear.

Desde esa perspectiva, tomando en cuenta nuestro potencial de crecimiento productivo y nuestro tamaño relativo al mundo al que podemos vender nuestros productos, no aprovechar nuestras capacidades es inmoral, es decirle a los pobres que para la clase dirigente del país son más importantes las posiciones de poder y los intereses particulares, que la superación de su condición de atraso.

Ver la presentación completa (Power Point): El Rol de la Minería

Ver presentación en video: Minería, Desarrollo y Sostenibilidad

Lamentablemente, desde el 2011 hemos parado el principal motor de la economía peruana, ya sea alentando mitos como “Agua sí, Oro no”, permitiendo el desbande de los grupos anti mineros y multiplicando la normatividad que se ha convertido en una trampa imposible de superar. Así hemos perdido inversiones de más de US$ 22,000 millones en lo que va de este régimen. Ver en el siguiente cuadro los datos que presentó Julio Velarde, el Presidente del Banco Central de Reserva en Perumín sobre la tramitología minera:        

La clase dirigente que ha permitido este descalabro tiene una inmensa deuda con nuestra gente. Tenemos que comprometernos en analizar de mejor manera la realidad del país, sus capacidades, oportunidades y necesidades, para pasar a una acción concertada y consensuada en pro del desarrollo integral, duradero y sostenible. Lampadia

 

 

 




Visión Estratégica del Perú

Visión Estratégica del Perú

En base a los diversos análisis que hemos publicado en Lampadia, hemos juntado los elementos más importantes que permiten desarrollar una exploración integral de una Visión Estratégica del Perú. Esta incluye: los objetivos nacionales; las agendas pendientes, tanto la política como la social, económica e institucional; las fuerzas externas que favorecen o limitan nuestras posibilidades de desarrollo y los recursos con que contamos para hacer frente a nuestros retos. 

 

 

Para ello, hemos ilustrado cada uno de los elementos indicados líneas arriba con información relevante, que nos permita entender nuestra realidad y potencialidades, más allá de análisis genéricos o temores y mitos, que muchas veces nublan nuestra visión.

 

 

Mercados Externos: Por ejemplo, se tiene mucha angustia por el enfriamiento de la China. Pero si ponemos en perspectiva el tamaño relativo de nuestras economías, veremos que un 7% de crecimiento del gigante asiático, equivale a 3.2 veces todo el PBI anual peruano.

Revolución Tecnológica: Si analizamos la revolución tecnológica, con su crecimiento exponencial de tecnologías disruptivas del empleo, de la industrialización y de las empresas tradicionales, pero que al mismo tiempo empodera a los emprendedores para que puedan competir exitosamente con las grandes corporaciones, podremos apreciar qué políticas públicas debemos propiciar para preparar a nuestra gente con el propósito de que sea parte del nuevo mundo que empieza a configurarse.

Objetivos Nacionales: En cuanto a los principales objetivos nacionales, hemos priorizado tres: el crecimiento económico, el medio para lograr los demás objetivos; la superación de la pobreza, como un imperativo moral (sobre todo habida cuenta de las potencialidades del país) y la revolución educativa, la única manera de no perder el tren de la nueva revolución tecnológica.

Agendas Pendientes: Sobre nuestras agendas pendientes hemos hablado muchas veces. Son el producto del apagón productivo y de inversiones que sufrimos desde los años 60 hasta fines de los 80. Incluyen graves deficiencias en educación, salud, infraestructuras, tecnología e instituciones.

Reservas Productivas: Afortunadamente, el Perú cuenta con todos los recursos naturales y humanos que necesitamos para salir de pobres, con el único requisito de tener un liderazgo iluminado y comprometido con las realizaciones sociales y económicas, por encima de cualquier consideración política, ideológica o de intereses particulares.

Para mayor sustento de esta presentación, ver un PDF detallado: Visión Estratégica del Perú o el video correspondiente.

El Perú tiene muchos problemas pendientes de solución, pero tiene más capacidades y soluciones que problemas. Solo necesitamos que todos los peruanos podamos una compartir una visión realista de futuro y que esta sea el marco de acción de las políticas públicas del país. Lampadia




La exacerbación política está creando otra discontinuidad

La exacerbación política está creando otra discontinuidad

Hacia el 2011 habíamos superado en buena medida el empobrecimiento de las décadas perdidas de los años 60, 70 y 80. Habíamos superado la ruptura de la cadena de pagos y la recesión de 1998. Y también habíamos superado la crisis del 2008. Nuestra confianza en el futuro estaba a todo vapor, crecíamos alto reduciendo aceleradamente la pobreza, disminuyendo la desigualdad y mejorado la mayoría de los indicadores sociales.

Sin embargo, optamos por un gobierno que cuestionaba todas las realizaciones. Luego de un período extraordinario de inclusión, nos casamos con un movimiento que planteaba la buscarla con las políticas públicas que ya nos habían empobrecido y habían sido abandonadas por todos los países que estaban saliendo de la pobreza. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

Los resultados se hicieron esperar pocos años, pero indefectiblemente terminamos por desandar el camino de la prosperidad que el sector privado había forjado, a pesar de nuestras limitaciones institucionales, sociales (educación y salud) y de infraestructuras. Ver en Lampadia: ¡Qué “Calato”… ni que ocho cuartos!

¿Cómo fue que los peruanos, en vez de dar otro paso adelante, tomamos el camino de regreso a las épocas en que los empresarios y el sector privado eran mirados con desconfianza, en vez de ser vistos como la palanca para el desarrollo integral?

 

Veamos cual era el sentir de los peruanos hacia fines del año 2010 y hacia marzo del 2011, en que se diluyó nuestra confianza en el futuro y optamos por una discontinuidad:

1. Sensación de felicidad

Según Apoyo Opinión y Mercado, en mayo del 2010, el 70% de los peruanos decía que: “Casi siempre me siento feliz o me siento feliz la mayor parte del tiempo”. Ver la siguiente tabla:

 

 

2. Apreciaciones sobre la vida familiar: optimismo y regresión

En diciembre del 2010, Apoyo O y M, registró un cambio significativo estadísticamente en comparación con diciembre del año anterior. Los ciudadanos que decían que su situación familiar con respecto a ‘Hace 12 meses’ y ‘Dentro de 12 meses’, era ‘Peor o Mucho Peor’, había bajado notoriamente, corroborando la sensación de felicidad que mostraba el cuadro anterior.

Evidentemente, los peruanos se sentían mejor y expresaban una mucho mayor confianza en el futuro, sin embargo, solo tres meses después, en marzo del 2011, después de la terrible campaña política para las elecciones, no solo regresaron a los indicadores del 2009, acusaron una situación aun peor que entonces. Esto se aprecia en el siguiente cuadro para Lima. (Las cifras para el resto del Perú no eran tan pronunciadas, pero mantenían la misma tendencia).

 

 

El siguiente gráfico confirma esta información, pero además, muestra la evolución histórica de estos indicadores. La curva de los que acusaban una mejor situación superó a los que sentían lo contrario. El contraste es especialmente notorio en el gráfico inferior, en el que se realiza una proyección de los años siguientes:

 

 

Algo importante tenía que haber sucedido para que en marzo del 2011, se produjera una reversión tan dramática del sentir ciudadano.

 

 

3. De cómo el clima político trastocó nuestras sensaciones

En nuestra opinión, los siguientes tres cuadros muestran y nos recuerdan el clima político y mediático que vivimos en el verano del 2011. La guerra fue a muerte. Todos los candidatos se descalificaron mutuamente y el tono de sus críticas fue tal, que se creó la sensación de que: “Todos están mal” y que “Todo está mal”. Muy parecido a lo que está sucediendo estos días.

Esto fue aderezado y alimentado por los medios, incluso por el que debía ser el más serio de todos, el diario de especializado en negocios, Gestión, que llegó a mentir descaradamente sobre unas afirmaciones del Banco Mundial. Ojo que en los cuadros referidos no se puede apreciar lo que sucedió en provincias, especialmente en las radios, que nos brindaron una feria de falsas catarsis.

El tercer cuadro muestra que el triunfalismo del Presidente García (justificado o no). Este, solo agudizó las contradicciones y abonó el terreno de la híper-crítica que nos llevó a: ‘mueran Sansón y los filisteos’.

También hay que mencionar que durante esos meses, como sucede todos los veranos por las lluvias de la sierra, subieron algunos precios básicos y el petróleo, que no hacían sino darle una manito al falso diagnóstico de que ‘todo estaba mal’. Veamos:

 

 

 

 

4. El giro de 180 grados

En tan solo tres meses los peruanos nos pasamos del ‘Vaso Medio Lleno’ al ‘Vaso Medio Vacío’. Evidentemente, no se habían resuelto todos los problemas del país, ni mucho menos, especialmente los remanentes de pobreza y los temas institucionales, pero el proceso en marcha y su reconocimiento por la población, no dejaban dudas de que antes dela campaña electoral estábamos en el camino de la prosperidad. Ver en Lampadia: Las cifras de la Prosperidad.

 

 

¿Por qué queremos recordar ahora esta información?

Pues por algo que ya nos es evidente a todos: hoy día, lejos aún del próximo proceso electoral, la clase política está embarcada en el mismo proceso autodestructivo y descalificador. Peor aún, ahora se produce esta trampa, en medio del enfriamiento de la economía y, a diferencia del 2011, en medio de una objetiva crisis de corrupción.

Parece que la clase política y muchos otros personajes, que terminan siendo una suerte de ‘tontos útiles’ del ‘todos contra todos’ y, ‘contra todo’, no se dan cuenta que la sensación de ‘tierra arrasada’ a la que estamos conduciendo el Perú, está abriendo las puertas del ‘infierno’.

Tenemos que parar la mano. No podemos seguir como vamos. Si no paramos este festín, es fácil imaginar que para marzo del próximo año, llegaremos exhaustos, hartos y dispuestos a tirarnos por cualquier barranco.

En momentos como estos es que una nación necesita la voz y el golpe en la mesa de los viejos de la tribu. De los hombres y mujeres que están más allá del bien y del mal. Si no escuchamos sus voces, tendremos que afinar el oído para escuchar el reclamo de las mayorías silenciosas, que durante sus esforzadas jornadas siguen produciendo riqueza y reclamando en voz baja: ¡BASTA!  Lampadia

 




Las IDEAS y sus consecuencias

Las IDEAS y sus consecuencias

Arnold C. Harberger, University of Chicago

Presentación en la Reunión de the Mont Pelerin Society en Lima, Perú, marzo 2015

 

Traducido, glosado y comentado por Lampadia

El Profesor Arnold Harberger, de 90 años de edad, uno de los pocos sobrevivientes de esa generación de economistas de la Universidad de Chicago que formaron a muchos jóvenes economistas de la región desde los años 60, compartió en el Perú una lección magistral de economía llena de sentido común en la que también aprovechó para desmitificar el prejuicio sobre los llamados “Chicago Boys”.

Efectivamente, los Chicago Boys no fueron los soldados de Pinochet, que impusieron reformas neoliberales a sangre y fuego. Más bien fueron profesionales comprometidos con sus países y que, sin lugar a dudas, fueron los responsables de la recuperación de América Latina de las nefastas políticas Cepalinas y de la Getulio Vargas, que solo trajeron estancamiento económico, empobrecimiento y una cultura de resentimiento. Esta última actuó como una suerte de lluvia ácida que desde los años 60 quemó las neuronas de gente muy valiosa. No solo perdimos treinta años de desarrollo, también perdimos casi una generación completa de los mejor de nuestra clase profesional y académica.

Nadie puede negar que la región es hoy día otro planeta. Por eso el Profesor Harberger afirma sentirse orgulloso de los economistas que transformaron eventualmente Chile, Panamá, Uruguay, Argentina y México. Reconociendo también los aportes de otras escuelas en Brasil y Perú.

La presentación de Harberger tiene dos partes importantes. Una primera donde explica la naturaleza de las enseñanzas de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, y una segunda donde abunda, con ejemplos sencillos, sobre las relaciones entre las buenas ideas y sus consecuencias.

Uno de los mayores problemas de aprendizaje de los pueblos, sobre las políticas públicas, es que casi nunca se hacen y comunican las relaciones causa-efecto entre las políticas y los resultados. Esta es una falla de los políticos, que de repente no las entienden, pero sobre todo de los economistas, que suelen ser pésimos comunicadores.

Por ejemplo, en el caso del Perú, pasamos de treinta años de estancamiento, empobrecimiento, falta de inversión y crecimiento; a veinte años inversión, crecimiento, disminución acelerada de la pobreza y la desigualdad y recuperación de la confianza de los ciudadanos en el futuro. Pero, ninguno de los gobiernos que navegaron sobre este proceso espectacular, supo, trató y/o logró comunicar a los ciudadanos el antes y después, el origen y el destino, la causa y el efecto de uno de los procesos de cambio más espectaculares de la historia económica mundial: “La Gran Recuperación de la Economía Peruana desde 1993”.

Por esta razón es que creemos de vital importancia aprovechar la extraordinaria presentación del Profesor Harberger para divulgar algunas lecciones que nuestros líderes locales no supieron aportar. A continuación presentamos una traducción libre de la presentación del gran Profesor de Economía de la Universidad de Chicago en Lima:

Me han asociado a la gran ola liberalizadora y de reformas que ocurrió en América Latina mayormente en los años 70. Esa asociación ha sido exagerada, pero existe en cierta medida.

Para referirse a esta época siempre se cita a los llamados Chicago Boys. Esa etiqueta vino de Chile, donde había más Chicago Boys que en otras partes. Peroellos también fueron importantes en Uruguay (80s), Argentina (90s), México (70s), y Panamá (60s).

Pero quiero enfatizar, que las buenas ideas sobre economía, no pertenecían solo a los Chicago Boys de la región. Entre muchos otros teníamos a Hernán Büchi, Jorge Cauas, y José Piñera en Chile, Alejandro Vegh Villegas en Uruguay, Domingo Cavallo en Argentina, Pedro Aspe en México, Roberto Campos en Brasil y Hernando de Soto y Carlos Boloña en Perú.

También quiero reconocer reformistas fuera de Chicago. Tanto ellos como sus alumnos, también fueron determinantes en la económicamente complicada Latinoamérica. Algunos nombres importantes:

Los Premios Nobel: Gary Becker, Bob Fogel, Milton Friedman, James Heckman, Bob Lucas, Bob Mundell, Theodore Schultz, Larry Sjaastad y George Stigler.

No es posible que un grupo de estudiantes, expuestos a las enseñanzas de estos Profesores durante un tiempo importante, se pierdan una gran educación económica.

Déjenme elaborar un poco sobre las ideas económicas de la Escuela de Chicago de ese entonces y hasta ahora:

Seguro se sorprenderán cuando les aseguro que durante mi tiempo en el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, nunca he presenciado prédicas o enseñanzas de naturaleza ideológica. Milton Friedman me enseñó sobre la oferta y la demanda y sobre cómo funcionaban los mercados de bienes, de capital y de trabajo.Capitalism and Freedom” y“Free to Choose”, no estaban en su lista de lecturas. Si figuraban: Notas sobre la teoría de precios y su “Monetary History”de EEUU.

No había el más mínimo sesgo político en el Departamento de Chicago. Friedman estaba orgullosos de señalar de que de los tres más importantes departamentos de economía, el de Chicago estaba dividido a medias entre republicanos y demócratas, mientras los demás (Harvard y MIT) eran tremendamente demócratas.

¿Cómo podemos medir los costos y beneficios de nuevas políticas y reformas, cuando se insertan en un mundo lleno de distorsiones?

Felizmente, la economía tiene las herramientas para lidiar con estas situaciones, y estas son exactamente las herramientas que nos dicen que una economía ampliamente competitiva y el libre mercado a nivel global, producen los mejores resultados.

Si hubiera una solo lección que fuera el objetivo de mi enseñanza de economía, sería el tratar de dar a mis estudiantes las guías sobre como pilotear el bote de políticas, no solo en las aguas calmadas de un estado ideal de cosas, sino también, y mayormente, en medio de las aguas turbulentas que nos presenta la realidad.

Así es como los estudiantes que lideraron las reformas en Chile, Panamá, México, Uruguay y Argentina llevaron con ellos el gran mensaje de sus profesores de Chicago, así como algunos consejos sobre el arte de pilotear los botes en aguas movidas. He seguido su trabajo durante medio siglo y debo admitir que me siento inmensamente orgulloso de lo que han logrado. Definitivamente, mi rol ha sido el de un profesor en el aula y el de un cheerleader mientras ellos ponían en práctica sus reformas. Y puedo decir más o menos lo mismo por mis colegas de Chicago.

Las malas ideas tienen malas consecuencias. Miremos los siguientes casos:

  • Allende en Chile
  • Isabelita Perón en Argentina
  • Alan García (en su primer gobierno) en Perú
  • Chávez y Maduro in Venezuela

Pero a veces hay cosas que nos sorprenden, como Argentina conNéstor Kirchner y Cristina Fernández.

No conozco una sola genuinamente buena política o reforma hecha durante su gobierno. Más bien todos sabemos de los malos pasos que dieron. Sin embargo, hasta hace poco, continuaba el crecimiento económico a un ritmo sorprendente. (Aunque los datos de los últimos años sean sospechosos).

La mejor explicación del crecimiento durante los Kirchner-Fernández es que:

  • Heredaron un muy buen paquete de políticas de los años anteriores
  • Se beneficiaron de excelentes precios de sus principales exportaciones

Lección: Las malas políticas se puede escapar de las malas consecuencias con mucha suerte [y por algún tiempo].

La siguiente lección:

Las consecuencias de las buenas políticas se encuentran en niveles, no en tasas de crecimiento.

Si liberalizamos las barreras arancelarias y hacemos la economía X por ciento más eficiente, seguirá siendo más eficiente mientras que esa política se mantenga. Puede volverse más eficiente rápidamente o gradualmente, según se adapte la economía.

Si buscas el efecto en el ritmo de crecimiento, te puedes decepcionar. Si aprecias el efecto en el nivel de producción, podrás estar satisfecho.

Mientras continuo con este tema de ideas y sus consecuencias tengo que mencionar que en mi mente hay un paso intermedio entre las ideas y sus consecuencias. Ese paso se refiere a las políticas económicas y alas otras acciones de gobierno. Veamos:

El crecimiento se produce por muchas causas:

El incremento en la cantidad de trabajo

El incremento en la calidad del trabajo

El incremento de la inversión

Por la tasa de retorno de la inversión

Y lo más importante de todo, por reducciones reales de costos, como:

  • Una mayor eficiencia económica
  • Avances tecnológicos
  • Mayor productividad (Productividad Total de Factores – PTF)

Estas fuerzas trabajan separada e individualmente. No sobre toda la economía, pero si pueden trabajar sobre:

  • Un sector
  • Una industria
  • Una empresa productiva
  • Una rama de una empresa

Los efectos de la mayoría de cambios de política, prácticamente se pierden entre las miles de deferentes fuerzas que afectan una economía en un momento determinado.

(…) Los beneficios de una reducción de aranceles vienen del re-direccionamiento de recursos que salen de actividades ineficientes, protegidas por la sustitución de importaciones, hacia exportaciones económicamente eficientes que reflejan las ventajas comparativas de un país.

Una reforma masiva con un efecto importante en las importaciones y exportaciones del país, incrementa la eficiencia económica, pero su beneficio no es inmediato, se da gradualmente, mientras los recursos se expulsan de las actividades protegidas artificialmente y se canalizan hacia actividades de exportación eficientes.

Si una reforma de este tipo, produce un efecto limitado en el crecimiento, puedes estar seguro que otras típicas reformas más pequeñas, tendrán efectos que serán muy difíciles de detectar y separar de las miles de fuerzas que afectan el crecimiento de un país.

Mi última lección:

Cuando trates de medir el efecto de los cambios de política, deja de mirar la tasa de crecimiento, mira, en cambio, las mediciones directas de los efectos de la reforma. Por ejemplo:

  • Para una reducción de un arancel, mide el incremento de la importación de los ítems liberalizados.
  • Para inversiones en educación, mide la tasa de retorno a través de los ingresos marginales de los graduados de la educación secundaria versus losde primaria, o de los graduados de la universidad versus los de la secundaria.
  • Para inversiones en una autopista, mide el ahorro en los tiempos de viaje.

Las historias de crecimiento que mencionamos al principio son incitantes y la gente  tiende a hacer generalizaciones de ellas. Seguir este camino es muy traicionero:

Los cambios de política tienen efectos grandes y visibles, solo cuando se hace un importante paquete de reformas, empezando de una situación inicial, tremendamente distorsionada.

Para mostrarles lo que implico por una situación tremendamente distorsionada, recordemos la que tenía Chile a principios de 1973:

  • 13 tipos de cambio distintos, desde 25 Escudos a 1,325 Escudos por dólar.
  • Control de precios sobre 3,000 productos.
  • Mercados negros para la mayoría de ellos.
  • Los precios de los mercados negros eran 5, 6, y 7 veces los de los precios oficiales.

Con semejante punto de partida y con muchas buenas reformas aplicadas al mismo tiempo, uno podía esperar una acumulación de beneficios suficientemente grande como para producir resultados medibles y notorios sobre el crecimiento.

En la mayoría de los casos, sin embargo, las reformas que se aplican son mucho más pequeñas que las de Chile. Sus beneficios deben pensarse como cambios en el nivel de la eficiencia económica, y deben ser valorados y apreciados como tales.

Si en estos casos, usted pretende encontrar grandes resultados, se decepcionará en la mayoría de las veces.

Mi invocación es que busquen resultados realistas como producto de las buenas reformas políticas. Cuando lo hagan así, examinando en detalle los efectos de políticas individuales, podrán confirmar las lecciones del buen manejo económico.




El 2021 está cerca

El 2021 está cerca

Por Gastón Acurio

(Perú 21 – Cheka, 15 de Enero de 2015)

Una de las grandes virtudes de las sociedades desarrolladas es su capacidad, a lo largo de la historia, para afrontar, sin temor ni vergüenza, los desafíos que la vida va colocándoles en el camino poniéndose de acuerdo en cómo enfrentarlos, resolviéndolos y, a partir de ahí, seguir para adelante. Son sociedades que están constantemente reinventándose, empujando sus talentos siempre hacia el límite, construyendo acción y conciencia cívica día tras día, avanzando y avanzando sin cesar.

Ojalá esta hubiera sido la actitud de nuestra sociedad durante el siglo XX. Todo un siglo entero en el que las idas y venidas políticas nos llevaron de forma incomprensible e inaceptable a ubicarnos a la zaga económica y social del planeta, a tal punto que, para muchos, el siglo XX para el Perú fue el siglo perdido. Sin embargo, el siglo XXI no lo hemos empezado mal.

A pesar del nefasto ruido político que día a día contamina nuestro ánimo, lo cierto es que, como sociedad, hemos logrado algunas cosas muy importantes. Lo primero es que nos miramos al espejo con dignidad y orgullo de ser peruanos. Nos aceptamos como un país multicultural que finalmente encuentra en su mestizaje maravilloso su gran arma, y no, como antes, su gran defecto.

Lo segundo es que creemos en el futuro del Perú. Ya no soñamos con emigrar; nuestros hijos quieren hacer sus sueños realidad en su patria. Lo tercero es que creemos en nuestra capacidad individual para salir adelante. Ya no le creemos al Estado papá que, durante todo el siglo XX, nos engañó con el cuento de que él dirigiría y controlaría nuestro destino con generosidad y sabiduría.

Hoy los peruanos creemos en nuestro trabajo como la gran fuerza motora de nuestros sueños y es así que en este siglo hemos ido construyendo el camino ascendente de nuestra economía. Y, por último, gracias a este enorme esfuerzo de toda la sociedad, hemos logrado sentar las bases de aquello que distingue por encima de todo a las sociedades más estables y desarrolladas del mundo: las bases para la creación de una gran clase media peruana.

En efecto, al comienzo de este siglo, los peruanos emprendedores nos pusimos a trabajar mirando con optimismo el futuro mientras aceptamos que las políticas públicas estuvieran orientadas al desarrollo de las grandes inversiones privadas, de manera que le dieran un impulso poderoso a la economía peruana.

Luego los peruanos hemos seguido trabajando sin desmayo, sacando adelante nuestros sueños, convirtiendo nuestras pequeñitas empresas en medianas y grandes, y una vez más aceptando que con nuestros impuestos se diera un nuevo impulso económico, esta vez orientado a los más desfavorecidos de la sociedad, con programas sociales importantes dirigidos a nuestros ancianos desprotegidos, a nuestros niños en sus escuelas, a nuestros jóvenes talentosos en su formación.

Y es así como llegamos a este 2015 que parece ruidoso, alborotado y más propio del siglo XX que a un 2015 coherente con todo lo acontecido y logrado en este siglo, pero que nos encuentra a los ciudadanos sin la menor intención de renunciar a lo avanzado. Hemos trabajado muy duro para salir adelante, hemos apostado por desarrollar la gran industria y luego por la inclusión social. Ahora toca el gran paso final: el apoyo decidido a esa gran clase media, que será la base de un siglo XXI marcado por la prosperidad y grandeza definitiva del Perú.

Dejemos que las grandes inversiones sigan su rumbo, dejemos que los programas sociales sigan incluyendo a más peruanos, pero ahora enfrentemos con la misma decisión de las sociedades más desarrolladas el gran desafío: la creación de una gran clase media. Crear las condiciones para que los millones de micro y pequeños empresarios prosperen rápidamente; para que nuestros jóvenes puedan llevar su talento a lo más alto, sea estudiando, entrenando o emprendiendo; para que nuestros científicos tengan todos los recursos necesarios para el desarrollo de tecnologías de última generación; para que nuestros artistas, intelectuales y deportistas nos deslumbren con su arte, su sabiduría, sus victorias.

El año 2021 está cerca y de ninguna manera podemos ni debemos permitir llegar al bicentenario de nuestra independencia sin tener algo más que celebrar que nuestra independencia política. De ninguna manera debemos resignarnos a lo logrado y al ritmo de lo ya alcanzado.

Tenemos que soñar en grande y aspirar a más. Mucho más. Si queremos que el año 2021 sea de verdad el punto de quiebre definitivo de un Perú que avanzará inexorablemente hacia la victoria, tenemos que mirarnos al espejo ahora y enfrentar nuestros desafíos individuales y colectivos con más coraje y fuerza que nunca.

Somos la generación elegida para cambiar un siglo perdido por un siglo ganado. Asumamos que toca a nosotros sacrificarnos para lograrlo, que somos nosotros los que tenemos que dejar atrás egos, apetitos, rencores, heridas, egoísmos, miedos. Hemos logrado avanzar, claro que sí, pero debemos avanzar mucho más. El 2021 está cerca. Dejemos de pelear. Es hora de trabajar.




Des (Grecia) y reflexiones para el Perú

Des (Grecia) y reflexiones para el Perú

Una desgracia que en Grecia, la cuna de la democracia y la filosofía del buen gobierno, hayan terminado por elegir a extremistas populistas de izquierda que en solo un día ya se aliaron con la derecha extrema para controlar el Parlamento y poder implantar su plan anti-europeo, anti-austeridad y contrario al reconocimiento de sus propios errores y excesos, que ahora, probablemente, los llevará por el camino empedrado de Argentina, el del perro muerto.

Que fácil resultaría haber vivido aprovechando y abusando de haber pertenecido a la eurozona y de haber gozado del euro para acceder a financiamiento muy barato, haber adoptado políticas laborales licenciosas, haber capturado las rentas del futuro (las de sus hijos y nietos), sin haber hecho el esfuerzo y tener los méritos de haber creado la riqueza que lo haga sostenible. 

En el caso de Grecia se ha hecho evidente el facilismo con el que entraron a la comunidad y la adopción del Euro. Por ejemplo: aparentemente, los griegos pensaron que los Dioses les habían regalado un status de vida que abrazaron con inconsciencia e inconsecuencia. Llegaron a extremos de multiplicar las planillas estatales con ingresos que iban largamente más allá de lo sustentable. Se asignaron condiciones de jubilación en edad y beneficios irreales (ver en Lampadia: La Sociedad del Bienestar llevada al extremo).

A pesar de los problemas de una sociedad, es muy frustrante ver como los pueblos caen con tanta facilidad en las manos de demagogos y oportunistas.

Algunas reflexiones al respecto:

1.     ¿Por qué es que los pueblos no toman debida nota de las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que determinan la evolución de sus condiciones de vida?

2.     ¿Por qué es que los ciudadanos comunes y corrientes no toman conocimiento de las experiencias más exitosas de desarrollo de los países que han sido capaces de superar sus limitaciones, que hoy no son pocos?

3.     Hay múltiples ejemplos de éxito en distintas partes de la tierra y en condiciones muy diversas: culturales, disponibilidad o escasez de recursos naturales, orientaciones políticas de izquierda y de centro, etc. 

4.     Una primera respuesta a estas falencias parecería estar referida a la falta de información con la que cuentan los ciudadanos.

5.     A su vez, esta se generaría por la debilidad del liderazgo en los países.

6.     En primera instancia está la responsabilidad de los gobiernos. Muchos de ellos parecen no entender que un elemento clave del buen gobierno es la comunicación. Esto implica, no solo explicar de dónde se viene y a dónde se va, hay que explicitar las relaciones causa-efecto de las normas y políticas públicas. Hay que dar información sobre las experiencias más exitosas y sobre el efecto de las políticas fallidas de otros. Hay que pre-publicar todas las normas y promover debates participativos.

7.     Con respecto al estamento empresarial pasa algo parecido. En general, se puede afirmar que los empresarios tampoco han entendido que un elemento fundamental del éxito económico de un país, pasa por difundir las realizaciones, las dificultades y en general tener una presencia activa en el debate de ideas, directa o indirectamente, por ejemplo a través de think tanks, líderes de opinión, debates públicos y otros mecanismos, que con transparencia, presenten sus puntos de vista. Para un ciudadano común, la oscuridad de los intereses del sector empresarial se hace sospechosa y se presta para la manipulación de los enemigos de la economía de mercado.

8.     En cuanto a los medios de comunicación, también caen grandes críticas. No necesariamente por que sean irresponsables o desinteresados del acontecer de los temas más importantes de una nación. Lamentablemente, según varios estudios recientes, parecería ser que la propia naturaleza del ser humano lo hace proclive a estar atento a las malas noticias, los escándalos y a los riesgos inmediatos. Por lo tanto, se podría decir que hay una suerte de simbiosis entre el enfoque tradicional de los medios y la apertura de la gente por lo que se produce cotidianamente. Siendo realistas, esto lleva a la necesidad de diseñar espacios especializados de difusión de análisis político-económico-social que con habilidad e ingenio puedan tomar algo del espacio mediático en el interés ciudadano. Nada fácil, y por otro lado, no se puede pretender que esto sea responsabilidad única de los medios, tiene que ser producto de la colaboración de los distintos estamentos de la sociedad: políticos, empresarios, académicos y de los propios medios, por supuesto.

9.     Finalmente, unas últimas reflexiones sobre la responsabilidad de los propios ciudadanos. Gobernar un país, sobre todo uno que está aún en construcción, como en caso del Perú, no puede ser tarea que se delegue a los espacios de liderazgo, ya sea político, académico o empresarial. Todo ciudadano interesado su futuro, y en el de sus hijos y nietos, debería tomar interés en seguir de cerca los acontecimientos de su propio país y del resto del mundo, la llamada aldea global.

El ejemplo de Grecia, de España, tal vez mañana, o del propio Chile, que de ser un modelo casi indiscutido de éxito social, pasa intempestivamente a cuestionar las bases de su propio éxito, sin más elementos que la fuerza política de un líder carismático y audaz. Sin que la sociedad en su conjunto haya podido aquilatar y debatir en profundidad los pro y contras de sus estructuras institucionales, que ahora se revierten, casi de la noche a la mañana, en debates parlamentarios que por su naturaleza están lejos de la conciencia ciudadana.

El Perú está entrando atropelladamente a una contienda política que terminará con la formación de un nuevo gobierno. Ojalá seamos capaces de reflexionar y discutir algunas de estas ideas. Lampadia.




OCDE: Perú en el partidor

OCDE: Perú en el partidor

Comentario de Lampadia:

El Perú y OCDE firmaron ayer el acuerdo “Programa País”, detallando los requerimientos de los cinco ejes que perfilarán el camino para formar parte de este organismo hacia el 2021.

Los cinco ejes trazados son:

1.       Identificación de las barreras al crecimiento y desarrollo nacional

2.       Gobernanza pública y mejora de la institucionalidad

3.       Anticorrupción y transparencia del Estado

4.       Mejoras del capital humano y productividad

5.       Avances en el medio ambiente

El cumplir con estas medidas fomentará una mayor inversión privada, un fortalecimiento de las instituciones y eliminará trabas burocráticas. El ser miembro de la OCDE es el mejor certificado de buena conducta económica que cualquier país puede ostentar, sobre todo para atraer inversiones y ser un país más predecible con un buen nivel institucional. Este organismo es un socio estratégico para promover reformas estructurales y es además, un foro donde los gobiernos pueden comparar y compartir experiencias de políticas públicas, identificar las mejores prácticas y promover  recomendaciones. (Ver en L: Un Grupo al que el Perú debe entrar)

El Perú y la OCDE, mejores políticas para un crecimiento incluyente

Por Ángel Gurría. Secretario General de la OCDE

(Gestión, 09 de Diciembre del 2014)

En el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana, con el presidente Ollanta Humala como testigo de honor, el canciller Gonzalo Gutiérrez y un servidor, se firmó y dio inicio formal al Programa País del Perú con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esto constituye un hito tanto para el Perú como para nuestra organización.

La vocación de la OCDE es analizar, compartir y difundir las mejores prácticas de políticas públicas. Dentro de sus más de 200 comités y grupos de trabajo, los países de la OCDE y un número creciente de economías emergentes y en vías de desarrollo, comparten y debaten sus experiencias de gobierno para mejorar los servicios que les brindan a sus ciudadanos.

En el 2014, la OCDE estableció los Programas País como un nuevo instrumento para apoyar economías emergentes y dinámicas, como la del Perú, en la consolidación de sus reformas y en el mejoramiento de sus políticas públicas. Esta colaboración reforzada también permitirá que los países miembros y socios clave de la OCDE aprendan de la experiencia, de historia y buenas prácticas de países como el Perú, que tienen mucho que aportar al trabajo de nuestra organización.

Perú es sin duda un país líder en América Latina, el dinámico crecimiento que ha tenido en las últimas dos décadas, le ha permitido duplicar su PIB per cápita, ampliar su clase media y reducir sus índices de pobreza a la mitad. Este crecimiento no hubiera sido posible sin un compromiso con la estabilidad macroeconómica, la apertura comercial y la inversión. Su red de tratados comerciales con 50 países y su participación y liderazgo en foros como APEC y la Alianza del Pacífico son una muestra más de ello.

Sin embargo, el Gobierno del Perú y la OCDE estamos conscientes de que las altas tasas de crecimiento económico registradas entre el 2000 y el 2008, tuvieron lugar en un entorno internacional coyuntural, marcado por los altos precios de las materias primas. Ahora los vientos están cambiando, por ello el Perú debe redoblar sus esfuerzos para promover reformas que impulsen un crecimiento más fuerte, más incluyente y más sustentable. El Perú requiere transformaciones profundas para diversificar su economía, mejorar su competitividad y aumentar su productividad. Estos cambios permitirán hacer frente a importantes desafíos en materia de bienestar social, inclusión y calidad de los servicios públicos.

Ahí es donde entra el Programa País con la OCDE. Este comprende la realización de diversos estudios sobre políticas educativas, salud o gobernabilidad, así como talleres y acompañamiento de expertos internacionales en materia tributaria y regulación, entre otros. El Programa País también permitirá que Perú participe en diversos Comités de la OCDE, donde podrá nutrirse de las experiencias de otros países en temas de política ambiental, inversiones, mercados financieros, gobernabilidad pública, agricultura, comercio y desarrollo territorial, y por supuesto contribuir con su experiencia en estos temas.

Estos insumos ayudarán a Perú a seguir avanzando con su agenda de reformas, para continuar mejorando la eficacia del sector público, la coordinación entre niveles de gobierno y la integridad en sus procesos de compras públicas. También contribuirán a diseñar una Estrategia de Competencia, similar a la que países como Noruega, Portugal y España han preparado con el apoyo de la OCDE, para convertir el bono demográfico peruano en palanca para elevar la productividad de la economía.

Finalmente, el Programa País del Perú, que involucrará al conjunto de las direcciones de nuestra organización en diversas áreas de política pública, podría ayudar a Perú a encauzar voluntades y generar consensos entre los diversos actores económicos y sociales para seguir construyendo una visión de país incluyente y exitoso. La OCDE está lista para apoyar este esfuerzo y ayudar al Perú a alcanzar las importantes metas que se ha propuesto con miras al bicentenario de su independencia en 2021. Cuenten con el apoyo de la OCDE para seguir diseñando, desarrollando e implementando mejores políticas para una vida mejor.




La fragmentación política favorece ineficacia y corrupción

La fragmentación política favorece ineficacia y corrupción

Como hemos señalado anteriormente en Lampadia, la fragmentación del país impide la buena gestión pública y dificulta la relación del Estado con los ciudadanos y empresas. Hace ilusoria la coordinación de las distintas instancias de gobierno, el desarrollo de los proyectos más importantes, que no necesariamente están confinados en las demarcaciones políticas, la efectividad del gasto público con los atributos de las democracias modernas que requieren de pesos y contrapesos y de la doble instancia, para evitar la creación de feudos independentistas en un país unitario. La estructura del país con 24 departamentos, bajo el gobierno absolutista de los llamados presidentes regionales, 196 provincias y 1,846 distritos es prácticamente imposible administrar eficiente y eficazmente, pues traba el desarrollo del país.

La discrecionalidad y autonomías absolutas de las instancias de gobierno, más allá del gobierno central, junto con la abundancia de recursos provenientes de los cánones y regalías generadas por las inversiones privadas, así como la debilidad de sistemas de control; han generado gestiones inefectivas y muchas veces corruptas. Inefectivas, porque puede que gasten todo el presupuesto(eficiencia)pero adoleciendo de despropósitos en el uso de los recursos, baja calidad y/o corrupción abierta.

No vamos a enumerar los gastos absurdos como los hechos en monumentos ridículos, la cementación de las plazas o las mega-piscinas, o la falta de inversión en saneamiento o caminos porque la corrupción sobrepasa todo nivel de tolerancia.

Las cifras de corrupción subnacional son de escándalo: 22 de 25 presidentes regionales tienen serias acusaciones por actos de corrupción. Nada menos que168 procesos judiciales se acumulan en contra de estos funcionarios, los cuáles son acusados por peculado, colusión, negociación incompatible y malversación de fondos. Cinco de ellos recibieron órdenes de prisión preventiva: César Álvarez de Ancash, Gregorio Santos de Cajamarca y Kléver Meléndez de Pasco, encarcelados, Gerardo Viñas de Tumbes, prófugo desde hace tres meses e Iván Vásquez de Iquitos, investigado como reo libre.

El panorama es igual o peor en las municipalidades. De acuerdo a la Procuraduría Anticorrupción, el 92% de los de los actuales alcaldes están siendo investigados por peculado, malversación de fondos, negociación incompatible y/o colusión. Es decir, 1,699 autoridades de las 1,841 existentes.

“Son 454 alcaldes provinciales y 1,245 distritales que estarían inmersos en actos de corrupción. También hay 429 ex alcaldes provinciales y 1,326 ex alcaldes distritales que son investigados por los mismos delitos”, se señala en un informe de la Procuraduría.

Los departamentos con mayor cantidad de casos son: Ancash (46 alcaldes provinciales y 146 distritales), La Libertad (42 provinciales y 80 distritales), Cusco (41 provinciales y 96 distritales), Puno (37 provinciales y 51 distritales) y Junín (34 provinciales y 116 distritales).

La corrupción, según la PCM, produce un forado importante en las arcas públicas. Como reveló recientemente el Premier, Ana Jara, “el Estado pierde aproximadamente S/. 10 mil  millones al año, lo cual representa aproximadamente el 2% del producto bruto interno (PBI) (…). Con esta suma se pudo haber construido 72 hospitales o 360 modernos colegios o crear más de 200 mil puestos de trabajo”.

Además de la corrupción, también tenemos ahora la continua y creciente penetración del crimen organizado en las instituciones políticas y de gobierno. En estos tiempos en que las mafias (narcotraficantes, taladores y mineros ilegales, contrabandistas, extorsionadores, mafias de construcción civil y el sicariato, entre otros) consolidan “territorios libres” y capturan los gobiernos locales con suma facilidad para operar con impunidad.

Como señala el estudioso costarricense, Kevin Casas Zamora “La descentralización política, cualesquiera sean sus virtudes, crea un problema complicado… para un mafioso es mucho más barato y menos visible comprar a un alcalde que comprar a una autoridad nacional”.

Todos estos problemas son el riesgo que corrimos y que hoy pagamos hasta con sangre, al haber llevado a cabo una regionalizaciónapresurada, irresponsable y politiquera. El gran culpable de estas decisiones disfuncionales es el ex presidente Toledo y todo el Congreso que acompañó su gestión. Pero no puede dejar de reconocerse que el proceso fue agravado, por las mismas razones, durante el segundo gobierno de Alan García.

Peor aún, luego se fue facilitando la formación de movimientos regionales “independientes”, sin estructuras partidarias ni la debida organización, o que solo representan grupos de interésy mafias para que puedan postular y copar las presidencias regionales y municipios. (Ver en Lampadia (L): Un poco de humildad, es el momento para la reforma política).

No se trata de dar marcha atrás, ni es una mirada limeña, es hora de efectuar una reforma que impida la corrupción y la captura de los gobiernos locales por aventureros o mafiosos. Lo que debiera hacerse primero, como se ha planteado aquí, es reducir sustancialmente el número de regiones e incluso provincias y distritos. Esa es la manera más adecuada de efectuar controles más efectivos y que el gasto sea más adecuado.

Asimismo, dado que el país se define como unitario, los partidos políticos o movimientos que postulen en elecciones de gobiernos locales tendrían que ser de alcance nacional o vincularse a ellos. Si este gobierno no corrige, aunque sea lo más evidente, entrará a la galería de culpables del fracaso de la regionalización, esta vez por inacción.

Por otro lado, queremos recordar que es importante no confundir regionalización con descentralización. La regionalización es de carácter político y la descentralización, económica y social, que en el Perú ha producido grandes avances. (Ver en L: Descentralización y Regionalización – Cara y Sello del nuevo Perú).

Dada esta situación reiteramos nuestra invocación a los políticos para que con humildad atiendan el clamor nacional. “En la situación en que se encuentran, desprestigiados según todas las encuestas y con el peso que se acaban de poner a sus espaldas, ya no pueden seguir manteniendo las estructuras políticas y los sistemas electorales que favorecen sus intereses de grupo. Ahora deberían viabilizar las reformas reclamadas por la ciudadanía y puntualizadas por diferentes especialistas en múltiples ocasiones”. Lampadia




Presentación del libro Somos Libres, Podemos Elegir

Presentación del libro Somos Libres, Podemos Elegir

Por Pablo Bustamante Pardo, Director de Lampadia

 Primero que nada una doble felicitación a los organizadores de Umbral y del libro “Somos Libres”. Primero, por hacer un excelente esfuerzo de recoger y representar un período tan importante de nuestra historia. Y segundo, por asumir el verdadero rol de la clase dirigente, que no siempre ha estado a la altura de las circunstancias, una de las mayores carencias del país. Los protagonistas del libro si se comprometieron con el país, así como ustedes ahora, para enseñar sus vivencias a los más jóvenes.

El libro relata cómo pudo el Perú salir del sétimo círculo del infierno de Dante y, traernos de regreso al mundo moderno para empezar su reconstrucción. Para explicarlo, recorre cinco décadas, desde los 60 hasta el nuevo siglo.

Reconoce a sus principales líderes, como al propio Presidente Fujimori, que supo guardar sus ideas en un cajón y alejarse de sus asesores “gradualistas”, que no voy a mencionar.

Pero si quiero reconocer a los excelentes  peruanos que ayudaron en este trance, casi imposible. Entre ellos tenemos a:

–          Juan Carlos Hurtado Miller, Jaime Yoshiyama, Carlos Boloña,

–          Carlos Rodriguez-Pastor, Hernando de Soto, Richard Webb,

–          Roberto Abusada, Mayu Hume, Alfredo Jalilie, Calos Montoya,

–          Felipe Ortiz de Zevallos, Jorge Camet, Fritz du Bois, Alfonzo Bustamante,

–          Oscar Espinosa Bedoya y Walter Piazza,

Para hablar de la verdadera gran transformación del Perú, no podemos dejar de destacar al precursor del liberalismo en nuestro país, don Pedro Beltrán,
y tampoco al gran predicador de las ideas de la Libertad, Mario Vargas Llosa.

Y finalmente, cuatro extranjeros, Michel Camdessus del FMI, Ricardo Lago del BID, y

Armeane Chosky y Demetris Papageorgiou del BM, estos últimos, no mencionados en el libro. Para todos ellos, un gran aplauso…

Comentarios

Algo muy importante de estos procesos de transmisión es permitir que los ciudadanos. Especialmente los jóvenes, puedan aprender lo que yo llamo: las relaciones causa-efecto de las políticas públicas en sus propias vidas.

Para ello voy a recorrer rápidamente cada una de las décadas mencionadas en el libro, que explican todo el proceso.

Los 60s:

Empezamos con el gran divorcio. Junto con los demás países de la región, tomamos un camino inverso a los países pobres del Asia, como Corea del Sur y Taiwán, a quienes mirábamos por encima del hombro. Mientras ellos abrieron sus economías a la inversión privada y se empeñaron en mejorar su educación, nosotros nos cerramos y fuimos entregando el control de la educación a un sindicato clasista, monopólico y comprometido con la lucha de clases, antes que con un proyecto magisterial.

A fines de los 60, nos cayó la dictadura militar que duró hasta fines de los 70.

Ésta apagó las luces del Perú, lo que lamentablemente habría de durar 30 años, hasta el año 90.

Por eso es tan difícil entender el Perú de hoy y, casi imposible compararlo con otros países, que nunca apagaron sus luces de manera similar.

Los efectos de la dictadura militar fueron devastadores:

–          Prohibieron la inversión privada en el campo, la minería, la pesca y hasta en el turismo.

–          Estatizaron prácticamente toda la economía

–          Condenaron a las regiones a la miseria, sin inversión y sin empleo

–          Controlaron todos los precios

–          Establecieron la discrecionalidad absoluta de los funcionarios públicos en su relación con el mundo empresarial y los ciudadanos

–          Propiciaron una suerte de “lluvia ácida” que les permitió sembrar una cultura anti-empresarial que malogró, incluso, mentes brillantes

Por eso es que en el Perú se siguen discutiendo lo que Moisés Naím llama las “Ideas Muertas”.

Al final de la dictadura militar (1980), salieron corriendo, pero regimentaron sus “reformas” en la Constitución del 79, que castró en gran medida las posibilidades de recuperación del país.

80s:

El regreso a la democracia, que falló por omisión y por acción.

Por omisión con Belaunde, que más allá de la devolución de los medios de comunicación, no corrigió nada e impidió permitió las reformas más esenciales. A esto se sumó el terrorismo que diezmó la sierra y terminó por empujar a la población a Lima.

Encima de todo esto, vino la crisis de la deuda del 82 originada en México y el Niño del 83 (ese año el PBI cayo 13%).

Belaunde, a pesar de haber recibido una propuesta integral de reforma de Ulloa y su formidable equipo, no pudo tomar las decisiones necesarias. (Por ejemplo, el año 81, con mi jefe Andreas Raczynski, del  antiguo Grupo Hochschild, llevamos a Minero Perú una propuesta de inversión en las Bambas de US$ 1,000 millones que contemplaba una participación libre de 20% para el Estado. Su presidente Raul Otero y su financiero, Lino Abraham, hombres muy capaces, no pudieron lograr la autorización gubernamental. Al año siguiente, regresamos con una propuesta para invertir en Antamina US$ 1,200 millones con el mismo 20% para el Estado. Tampoco pasó nada).

En el segundo lustro de los 80, García, un hombre de la nueva generación, dio un costosísimo salto atrás y equivocó el camino de palmo a palmo. Llevó la inflación, que empezó en los años 70 a niveles galopantes y la convirtió en una de las inflaciones más largas y altas de la historia de la humanidad. Estatizó los bancos y le puso un “broche negro” a casi 30 años de errores.

Si comparamos algunas cifras del año 89 con las del 2012, podemos mostrar en perspectiva lo que García nos dejó: (Ver anexo 1)

– El PBI pasó de US$ 20,500 millones a 199, 400 millones

– El PBI p.c. se multiplico por siete, pasando de US$ 970 a US$ 6,635

– La pobreza bajó de 58.7% a 25.8% de la población

– La mortalidad infantil bajó al 13% y la desnutrición al 45%

– La deuda externa bajo de 60.8% del PBI a el 9.5%

– Las reservas internacionales pasaron de ser negativas a 64,000 millones de dólares

– Los ingresos del Estado, según las fuentes que se usen, pasaron de 3 o 10.6%, a 21.6%
del PBI

García siguió con la sustitución de importaciones y la teoría de la dependencia de la CEPAL de Prebish. Con esa teoría nos amenazaron con la “curva de la muerte”: mientras nuestros productos (commodities) bajarían de precio, la tecnología subiría, creando una brecha mortal.

Gracias a Dios, la historia probó todo lo contrario, se produjo “la curva de la vida” de los países emergentes, mientras los precios de los commodities subían, los de la tecnología bajaron.

90s

Sobre los 90s, el libro es muy rico en las descripciones del proceso de transformación. Las discusiones desacuerdos y dificultades, socios y opositores.

Más allá del aspecto democrático de esos años, tenemos que reconocer que pudimos diseñar (bajo la conducción de Jaime Yoshiyama), la Constitución del 93, origen y base de nuestra recuperación y el regreso de la inversión privada al Perú.

En los 90:

–          Se estabilizó la macroeconomía

–          Se desreguló y liberalizó los precios

–          Se privatizó las empresas públicas (con lamentables excepciones, como Petroperú y Sedapal)

–          Se reformó el Estado. Al desaparecer la discrecionalidad de la burocracia se eliminó la corrupción administrativa

–          Se crearon nuevas instituciones. La más importante, una que nunca habíamos tenido, el mercado.

–          Se estableció la autonomía del BCR

–          Se crearon las AFP, las reguladoras de los servicios públicos, el Indecopi y una Sunat de lujo.

Los resultados fueron inmediatos, entre 1993 y 1997, crecimos 7.5% de promedio anual, y hubo una fuerte reducción de la pobreza.

Lamentablemente, los 90 terminaron con una inmensa corrupción política y con una recesión innecesaria. Yo fui testigo de cómo empezó la recesión, el 10 de octubre de 1998, el ministro de Economía, Baca Campodónico, convocó a los presidentes de los bancos al BCR y dispuso que “desde ese día el BCR iba a decidir cada día si le daba crédito a los bancos”. Las protestas de los asistentes fueron desatendidas y como los bancos no pueden correr el riesgo de liquidez, no les quedó otra cosa que cortar el crédito.

Como los depósitos eran, básicamente, a 90 días, a los 45 días se cortó la cadena de pagos que se extendió como un hongo atómico de cabeza por toda la economía. Nos cominos una recesión de 4 años, cuando la crisis asiática se había diluido en pocos meses.

Uno de los aspectos más importantes de este final, fue que los resultados de los 90, de punta a punta, entre el 90 y el 2000, no mostraron los beneficios de las grandes reformas del país y se malogró el aprendizaje de las relaciones causa-efecto.

Terminamos el siglo en recesión y con alta pobreza.

Los 2000

En el siglo XXI, sobre la base de las reformas de los años 90, tuvimos la mejor década de nuestra historia:

–          Bajaron al alimón la pobreza y la desigualdad. Una anomalía económica. Descontentos con la pérdida de este argumento para atacar la economía de mercado, los profesores de economía de la universidad Católica hicieron su propio índice Gini, para mostrar una mayor desigualdad, pero su propia serie mostraba una pendiente de descenso de la desigualdad aún mayor que la indicada por el BM y la Cepal

–          Crecimos como nunca

–          Los indicadores sociales fueron excelentes, fuimos el primer país en cumplir la metas del milenio

–          La inversión privada, el empleo, el crecimiento y los ingresos de las personas crecieron más en provincias que en Lima, más en la sierra y la selva que en la costa y más en las zonas rurales que en las urbanas

–          Formamos una nueva clase media emergente que es un pulmón de la economía y esperanza de mejores opciones políticas

–          La inversión sobre producto llegó al 28% del PBI

–          Nunca tuvimos tanta inclusión

–          Nuestras medidas alcanzaron: 90-90-90 (el sector privado daba el 90% del empleo, el 90% de los ingresos fiscales y el 90% de la inversión)

Segunda década del siglo XXI

Desgraciadamente no llegamos a aprender de nuestra historia ni de la de otros países. En la segunda década del siglo, en el gobierno de Humala, su Primer Ministro Salomón Lerner oficializó la prédica anti-minera. Se paró la inversión minera, que fue el motor principal del crecimiento y que ayudó a formar el sector industrial más grande, más fuerte, sólido, diversificado, competitivo y exportador de nuestra historia.

La paralización actual del crecimiento de nuestra economía es fundamentalmente por razones internas, los precios han bajado, pero aún son buenos y los mejores proyectos se pueden financiar.

Desde el desmanejo político del proyecto de Conga, se paró la inversión minera y con ella toda la cadena de inversión privada, hasta paralizar totalmente su crecimiento.

Al mismo tiempo, casi sin que nos diéramos cuenta, desde el gobierno de Paniagua, pasando por el de Toledo, García y ahora el de Humala, se fue tejiendo una selva regulatoria que hace casi imposible lograr las inversiones. Por ejemplo, en el reciente Simposio del oro y la plata, Ricardo Briceño comentó que el texto único ordenado de minería que se logró hacer en los 90s, una sola norma que compendiaba toda la regulación, hemos pasado ahora a 180 dispositivos diferentes.

No queremos tomar nota que mientras Colombia crece, el Perú se paraliza. Ellos está desregularizando su economía y promoviendo la inversión minera.  En la India, su nuevo Primer Ministro, Neranda Modi, ha planteado un lema clarísimo para su gobierno: “No red tape, only red carpet for investors” (Nada de trabas burocráticas, solo alfombras rojas para los inversionistas).

Todavía no hemos hecho el diagnóstico correcto de la caída de nuestro crecimiento. Los  “nuevos motores” de Ghezzi demorarán muchos años en producir crecimiento. Solo podemos reactivar el crecimiento, si desregulamos la economía y promovemos la inversión en minería, petróleo y energía.

El futuro

Hoy tenemos dos agendas pendientes e interrelacionadas:

–          Primero, cerrar las brechas en educación-salud, instituciones, infraestructuras, tecnología y derrota de la pobreza extrema.

–          Segundo, poner en valor nuestros recursos naturales, nuestra reserva productiva, en bosques, minería, pesca, etc.

Ambas agendas se formaron juntas durante esos 30 años que vivimos sin luz. Lo importante ahora, es entender que desarrollando la segunda, podemos eliminar la otra, las brechas.

Una reflexión final: Hoy podemos salir de pobres

Por ejemplo, el HSBC dice que el Perú podría ser la economía número 26 en el 2050. Para ello tenemos que crecer un promedio de 5.5% por año. Nos ayudarán dos factores estructurales, nuestro bono demográfico y la demanda de commodities, que seguirá sólida. Pero tendremos que superarnos en tres factores de política interna, la mejora de la educación-salud, de nuestras instituciones y de las infraestructuras. (Ver anexo 2)

Con ese desarrollo, el 2030 deberemos tener al 70% de nuestra población en la clase media con ingresos por persona superiores a US$ 3,000 por año, y a otro 10% con ingresos superiores a US$ 15,000 por año y por persona. Un gran panorama.

Para ello necesitamos una buena Gobernanza: “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. (Definición del Diccionario de la Real Academia Española).

Pero eso no es suficiente, necesitamos formar los mejores cuadros de funcionarios públicos, como lo hacen Singapur y la China.

Todo esto llama a nuestra clase dirigente a comprometerse con la acción, no podemos ponernos de costado. ¡Esta vez no podemos fallar!

Pudiendo derrotar la pobreza extrema en un plazo relativamente corto, no hacerlo sería “INMORAL”.

Muchas gracias.

Anexo 1

Anexo 2