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Un Grupo al que el Perú debe entrar

Un Grupo al que el Perú debe entrar

La OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) fue formada en 1960 por 18 países europeos, más EEUU y Canadá. Actualmente son 34 países a lo largo del globo. Sus órganos de gobierno son tres: El Consejo, sobre el cual recae el poder de decisión, formado por un representante de cada país miembro y un representante de la Comisión Europea (el Consejo ampliado que incluye a los ministros de los países miembros se reúne una vez al año), los Comités, o comisiones especializadas y el Secretariado.

Este Grupo ofrece múltiples beneficios. Como señala Ángel Gurría, su Secretario General, “la OECD es un socio estratégico de los tomadores de decisiones en las complejas tareas de promover reformas estructurales”, también es un foro donde los gobiernos pueden comparar y compartir experiencias de políticas públicas, identificar las mejores prácticas y promover  recomendaciones. 

Los países asociados participan en varias instancias, los demás pueden hacerlo libremente como observadores en los plenos y comités.

Requisitos de Acceso

Se refieren a los siguientes valores fundamentales:

– Democracias pluralistas basadas en la ley y el respeto a los derechos humanos.

– Adherencia a los principios de una economía de mercado abierta y transparente.

– Metas comunes para un desarrollo sostenible.

El proceso de acceso se inicia con la evaluación del Consejo, luego se dan las “discusiones para la adhesión” y se elabora una “Hoja de Ruta para la Adhesión”, que detalla los términos,  condiciones y el proceso para cada país, así como el detalle de la evaluación de sus normas. Finalmente se emite una “opinión formal” al Consejo para la decisión final que debe tomarse por unanimidad.

El proceso depende de la velocidad a la que el postulante provea la información necesaria  y que acepte las recomendaciones de adecuación de su legislación y políticas públicas. Actualmente Colombia se encuentra en proceso de adhesión, y su hoja de ruta establece que se someta a revisiones de 23 comités, que evaluarán todo tipo de políticas de Inversiones, Mercados Financieros, Pesca y Estadísticas, entre otras.

Estándares de operación de los miembros

Las regulaciones de la OECD se emiten mediante Acuerdos del Consejo. Estos pueden ser  vinculantes o recomendaciones a las que se da un peso muy importante. Los Acuerdos cubren temas como lucha contra la corrupción, temas tributarios, de gobernanza, energía, etc., y algunos más específicos como la Decisión para la Aplicación de Estándares Internacionales para Frutas y Hortalizas, que facilite su comercialización. Adicionalmente, hay Declaraciones, Disposiciones y Entendimientos, y también Acuerdos Internacionales.

Relación del Perú con la OECD

El primer acercamiento directo a la OECD se dio en el 2004 cuando el Perú somete a revisión sus leyes y políticas sobre competencia. En el 2008 se incorporó al Comité de Inversiones, y en el 2009 al Centro de Desarrollo, un espacio de análisis e intercambio de experiencias sobre  políticas económicas y sociales entre países desarrollados y emergentes. El objetivo principal del centro es brindar apoyo en la adopción de políticas que estimulen el crecimiento y la mejora de las condiciones de vida de la población, particularmente en los países emergentes.

La postulación del Perú a la OECD como miembro pleno sería un beneficio tangible que podría dejar el gobierno del Presidente Ollanta Humala. Si logramos formar parte de este grupo, “el Perú podría beneficiarse de las mejores prácticas a nivel mundial”, señala Hugo Santa María (Socio de Apoyo Consultoría). Adicionalmente, seríamos parte de su base de datos, que permite seguir múltiples indicadores.

Actualmente el Perú está trabajando con la OECD en el “Programa País”, un novedoso mecanismo de la organización al que fuimos invitados por su Consejo tras la reunión de los ministros de los países miembros de Mayo 2014 (también se invitó a Marruecos y Kazajstán). El 4 de julio de 2014 hubo una reunión en Lima con una delegación de la OECD liderada por su Director de Relaciones Globales, Marco Bonturi, y por parte del Perú, una delegación presidida por el Viceministro de Relaciones Exteriores, Embajador Claudio de la Puente.

Nuestros indicadores están aún lejos de la mayoría de sus miembros. Pero tanto  Chile como México (más cercanos a nosotros) ya lograron ingresar a este club, y el proceso colombiano no puede ser menos que un llamado a la acción.

Ingresar a la OECD nos permitiría afianzar nuestras políticas públicas y adoptar normas y regulaciones pro-desarrollo, aprovecharíamos la experiencia de sus miembros. Los beneficios logrados con los TLC, muestran que estas instituciones del mundo global son muy positivas para el conjunto de la nación. Lampadia




Mercado: para reducir la pobreza y la desigualdad

Mercado: para reducir la pobreza y la desigualdad

En la reciente recomendación del FMI para reducir la desigualdad, sigue basada las transferencias monetarias condicionadas y la elevación de impuestos. Estas recomendaciones generales no son aplicables a todos los países por igual y, contradicen y debilitan al mercado, responsable histórico del gran avance de la reducción de la pobreza y la desigualdad en el mundo emergente, durante las últimas décadas.

Luego de una iniciativa propuesta por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, la instituciónconcluyó que la desigualdad es el principal factor de riesgo para el crecimiento económico de corto plazo, esta preocupación sin embargo surge, luego de varios años de estancamiento económico y elevados niveles de desempleo en los países desarrollados, que ha incrementado el nivel de desigualdad. Sin embargo,la realidad es muy distinta en los países emergentes, abiertos a la economía global (ver La desigualdad en perspectiva), que gracias al mercado han podido acelerar su crecimiento y reducir la desigualdad. Dentro de ellos, el Perú, que lidera la reducción de la desigualdad.

Desde la pos-guerra, los organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), hicieron un gran esfuerzo para producir recetas globales y efectivas para reducir la pobreza. Lamentablemente el éxito fue muy relativo y ha sido criticado, muchas veces, como un desperdicio de recursos.  Esto, a pesar de sus diversos programas de apoyo a los gobiernos de los países pobres, ya sea mediante el financiamiento de grandes proyectos de infraestructuras, créditos concesionales, comisiones técnicas ytodo tipo de fórmulas para el crecimiento.

El FMI era el experto en elaborar recetas económicas, de ajuste, para dar solución a países en problemas que tocaban sus puertas para acceder a sus créditos (lo llegó a hacer la Gran Bretaña laborista pre-Thatcher).

Durante los últimos 30 años, la pobreza en el mundo se ha reducido sustancialmente, gracias al crecimiento del mercado, gatillado, en buena medida, por la transformación de China, (entre1981 y 2010, sacó a 680 millones de personas de la miseria y redujo la pobreza de 84% en 1980, a un 10% actual, ver Hacia el final de la pobreza).

El riesgo implícito del gasto social es su carácter pro-cíclico, ya que una caída en la economía deja sin recursos a dichos fondos, lo que incrementa el impacto negativo de una recesión en los más pobres.

Mientras tanto, los organismos internacionales encontraron la “panacea” para reducir la pobreza: los programas de transferencias condicionadas. Tres ejemplos son: Oportunidades en México, Bolsa Familia en Brasil y Juntos en el Perú). Esta nueva “solución” tomó cuerpo con la mayor disponibilidad de recursos, dado el salto en el crecimiento de la economía global y el aumento del precio de los commodities.

Varios de estos proyectos han tenido todo tipo de problemas en su aplicación: falta de control para la condicionalidad, fomento de comportamientos disfuncionales en los propios pobres y en las autoridades, desincentivos a los esfuerzos productivos que son más sostenibles y han generado nuevas fuentes de corrupción. Asimismo, son fuertemente criticados por su carácter asistencialista, que luego puede ser usado políticamente.

En el caso del Perú, han servido de disculpa para no apoyar, y a veces hasta para combatir, programas de asistencia productiva, como el de Sierra Productiva, que son mucho más amplios en su impacto, sostenibles y, fundamentalmente, a diferencia delos programas de distribución monetaria, brindan lo más importante, dignidad y autoestima.

El campeón de las transferencias condicionadas es Brasil, que bajo el gobierno de Lula da Silva (2003), promovía la consigna que primero era la redistribución. En una entrevista realizada a Lula durante una de sus visitas al Perú podemos apreciar cosas muy interesantes:

JdlP: (…) se debate el futuro de los programas de transferencia condicionada y la focalización, porque la desigualdad es resistente y porque se universaliza poco los derechos.

Lula: No, y espero que mi amigo Alan García lea la entrevista porque voy a contar una divergencia que hubo entre nosotros, porque yo pensaba que podríamos empezar a distribuir a través de políticas sociales al mismo tiempo que la economía crecía. Alan creía que primero era necesario que la economía creciera para distribuir. En Brasil, el resultado concreto es este: nosotros logramos sacar a 16 millones de la pobreza extrema y 40 millones de personas ascendieron a la clase media de las clases llamadas D y E, creando alrededor de 20 millones de empleos formales en 10 años. Ese es el resultado de la combinación de políticas públicas que no esperó el crecimiento de la economía sino que fue haciendo las cosas al mismo tiempo.

 

Cifras, no palabras:

Desde entonces, la situación de Brasil ha debilitado sustancialmente. No logra controlar la inflación, el crecimiento se ha caído, y registradéficits fiscales superiores al 2% del PBI.

El Perú sigue creciendo con una de las mejores performances de la región. Según la CEPAL, el Perú cuenta con menor desigualdad (0.458),que México (0.48), Chile (0.52), Colombia (0.58) y Brasil (0.58).La mejor recomendación del FMI, para el Perú, es mejorar la  educación y la salud.

No se trata de negar la importancia de un Estado fuerte, pero  como lo señalan Yamada y Casto (2012), la reducción de la desigualdad de los últimos años en el Perú, se debe en un 75% al crecimiento de la economía y en 25% a los programas sociales.(Libre mercado reduce la desigualdad en el Perú).

Usemos los programas asistenciales de transferencias condicionadas cuando no tengamos otra opción, pero no basemos en ellos, la superación de la pobreza. Más bien recobremos el ritmo de inversión privada. Lampadia