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El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

Luego de 10 años creciendo casi de manera ininterrumpida, la desaceleración de la economía global nos toma sin haber solucionado los problemas estructurales de fondo y que conocemos desde siempre.

El que la economía crezca 5% por año ayuda a reducir la pobreza, sí, pero no a la velocidad su?ciente. Un 4% es un crecimiento mediocre. Es necesario que el PBI crezca a una tasa de 6% o más “si queremos meterle diente en serio a la pobreza”, opina Hugo Santa María, socio gerente de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

“Deberíamos aspirar a crecer por encima del 6% y me parece que está al alcance […]. En el 2016 vamos a crecer más de 6% porque se va a duplicar la producción de cobre (por la entrada en operación de Toromocho, Las Bambas y la ampliación de minera Cerro Verde). Sin eso, creceríamos solo 5%”, sostuvo.

La desaceleración global nos afecta en varios frentes, pero lo más grave es que seguimos teniendo los mismos problemas estructurales que hace 20 años, con un mundo en desaceleración.

Mundo complicado 

La situación global es muy difícil de interpretar. Lo que está claro es que los mercados reaccionan a todas las noticias todos los días y en cualquier dirección (a la baja o al alza). Y tal volatilidad altísima se mantendrá en los próximos meses, mientras la incertidumbre alrededor de los efectos reales del retiro del estímulo monetario por parte de la FED continúen.

Santa María señala la paradoja con la que los mercados han aprendido a vivir –y de la que ahora dependen– más o menos así: si la economía de EE.UU. mejora, la FED empezará a retirar el estímulo y entonces ya no habrá tanta liquidez que se dirija a comprar activos y no es bueno para los mercados.

Publicado en El Comercio, 25 de agosto del 2013.




Crecer para reducir la pobreza

Crecer para reducir la pobreza

La relación positiva entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza ha sido ampliamente documentada en la literatura económica. En el caso peruano, durante la última década, el crecimiento sostenido impulsado por la inversión privada, la apertura de los mercados y la disciplina macroeconómica logró reducir la pobreza en 43% y la pobreza extrema en 60%.

Frecuentemente, los analistas resaltan la necesidad de crecer al menos 6% para reducir sostenidamente la pobreza. Así por ejemplo, Hugo Santa María de APOYO Consultoría considera que un crecimiento de 5% no sería suficiente para reducir significativamente la pobreza. En este sentido, lo que se debe destacar es que la sensibilidad de la reducción de la pobreza mantiene una relación no lineal y creciente con el crecimiento económico; así, la pobreza se reduce en una mayor proporción cuanto más crece el país. El documento “Pobreza y crecimiento económico: tendencias durante la década del 2000” elaborado por el BCRP da cuenta de este fenómeno, anotando que el crecimiento económico en la última década ha tenido una clara tendencia pro-pobre, y destacando además que estas elasticidades muestran una tendencia creciente en valor absoluto.

El documento explica que mientras en el año 2001, por cada 1% de crecimiento del PBI, la pobreza se reducía en 0.9%, al año 2010, cuando el PBI aumentaba en 1%, la  pobreza se reducía en 1.7%. Asimismo, se documenta que entre los años 2008 y 2009, en los que el Perú sufrió una fuerte desaceleración como consecuencia de la crisis financiera en EE.UU., la elasticidad pobreza crecimiento se mantuvo aproximadamente, constante luego de haber mantenido una tendencia creciente durante el periodo previo, lo que demuestra la influencia positiva de la tasa de crecimiento sobre su impacto relativo en la reducción de la pobreza.

Cabe destacar que además del alto crecimiento, la sensibilidad de la reducción de la pobreza al crecimiento económico se vería repotenciada con un mejor funcionamiento de los mercados laborales, una reforma educativa seria, y mayor infraestructura, que permita conectar a los pobres con el mercado.




Sobre vacas y abigeos

Sobre vacas y abigeos

El desconcierto por el recorte del canon minero ante la reducción de los precios de nuestras exportaciones y el menor crecimiento de la economía por las demoras de los proyectos mineros y las trabas de muchos otros procesos de inversión, llevó al gobierno a hablar de “vacas flacas”. Pero ante la absurda alarma generada, el concepto se corrigió por el “vacas menos gordas” y luego por el de “vacas robustas”. El Presidente Ollanta Humala llegó a decir que “la crisis había llegado al Perú”. Era evidente, pues, la confusión entre menor crecimiento y recesión. La situación fue aprovechada por la izquierda para lanzar una nueva ofensiva ideológica contra el modelo económico y social que ha logrado una reducción la pobreza y la desigualdad sin precedentes en nuestra historia. Se volvió a hablar del modelo primario exportador que se derrumbaría ante la caída de los precios de nuestros minerales, de una supuesta prosperidad falaz y de la “reprimarización de la economía”.

Al respecto, Humberto Campodónico, uno de los principales críticos del modelo, cita a Paul Collier: “la maldición de los recursos naturales está limitada a los países que tienen una débil gobernanza”. Collier tiene razón, cómo lo explicamos en nuestro artículo Recursos Naturales: bendición, no maldición, en el que indicamos que los países que no tienen democracia y mercado, caen en dicha maldición, como en Venezuela, pero ese no es el caso del Perú, cómo desliza Campodónico.

En Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Chile los recursos naturales han significado su principal fuente de progreso. Sus exportaciones de commodities llegan al 80%. Igualmente, la pobreza alcanza a menos del 10% de la población. Insistimos, las claves del éxito son democracia y mercado. Todas estas sociedades tienen una extraordinaria ubicación en los rankings e índices sobre libertades políticas y económicas elaborados por entidades mundiales independientes. ¿Por qué, entonces, se duda del camino del Perú? Pese a todos nuestros problemas, estamos avanzando hacia el cuarto proceso electoral ininterrumpido y hemos crecido en economía de mercado durante dos décadas.

Muy, por el contrario, en Venezuela, Ecuador, Bolivia y el Congo la explotación de los recursos naturales no se ha traducido en desarrollo. En estos países,  los recursos naturales representan igualmente más del 80% de las exportaciones, pero  la pobreza llega a niveles del 45% de sus poblaciones. Sus recursos naturales sí se han convertido en una maldición y, como se puede comprobar, esta situación convive con lamentables rankings en  libertades políticas y económicas.

¿Cómo se puede hablar de que la economía se ha reprimarizado? ¿A tanto puede llegar el sentido de oportunidad ante la inicial confusión del gobierno entre menor crecimiento y crisis? Si revisamos las cifras del PBI de los últimos 20 años, entre 1993 y el 2012, vemos que la minería tiene una participación sustancialmente menor a la de otros sectores como servicios, manufactura y comercio. En promedio, en las últimas dos décadas, el sector servicios ha participado con el 48.7%, la industria con 15.1% y el comercio con el 14.6%, en tanto que la minería solo lo hizo con el 4.5%, según la matriz de insumo producto del año 94.

El sector manufacturero, el cual muchos creen que es débil, ya ha tenido una verdadera transformación y crecimiento. Si la economía peruana medida en dólares, entre los 1990 y el 2012 se ha multiplicado por 6.9 veces y la manufactura ha mantenido su participación en el PBI, entonces, queda claro que ha surgido una industria no protegida, mucho más grande, diversificada, y competitiva internacionalmente.

Es sintomático, que en plena catarsis sobre las vacas flacas, aparezca una entidad internacional como Standard & Poor’s que nos regrese a pensar que tal vez no debemos caer tan rápido en el pesimismo y nos ayude a combatir a los agoreros del desastre que se aprovechan de las circunstancias políticas para llevar agua a sus molinos. Ver: El último reporte S&P que eleva la calificación crediticia del país. Nadie debería pretender cambiar este modelo que ha reducido la pobreza, nos ha colocado como uno de los países más igualitarios de América Latina y ha expandido una poderosa clase media. Es evidente que si se cambiaría el modelo se robaría el futuro de los peruanos. Utilizando la figura de las vacas tendríamos, entonces, que decir que quienes proponen terminar con la economía de mercado se convertirían en unos abigeos del Perú.




El país demanda unidad y liderazgo

El país demanda unidad y liderazgo

Ante la desazón del país por el debate sobre los efectos de la crisis económica internacional, el presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor, convocó a un diálogo luego de dos años de gobierno en que el oficialismo se negó a conversar con las demás fuerzas políticas y, por el contrario, se mostró más proclive a la confrontación.  Frente a la iniciativa, el fujimorismo y el aprismo respondieron que se dialogaba, pero con la renuncia de Jiménez de por medio. 

La conducta del oficialismo y la oposición nos demuestra que en nuestro sistema político nadie está dispuesto a arriar banderas en función del Perú. Las excomuniones y las heridas previas parecen pesar mucho más que el interés del país y se confirma el terrible abismo que existe entre el modelo económico y social que reduce la pobreza y la desigualdad y el accionar de los políticos. En una reciente entrevista de Lampadia, Felipe Ortiz de Zevallos, una de las reservas morales e intelectuales del país, señala que “la política, lamentablemente, se ha venido desenvolviendo por carriles poco vinculados a la economía y a la sociedad. Y es más pasadista que futurista”. (Ver entrevista a FOZ: El Perú está recuperando el tiempo perdido). En otras palabras, desnuda un pernicioso desenganche entre la política y la economía.

Pero las cosas no deben seguir así. El jefe de Estado reduce su popularidad de manera alarmante, el Congreso empeora su imagen y las demás instituciones tutelares tienen una alta desaprobación y, en medio de la crisis del sistema político, se presenta la desaceleración del crecimiento. La reducción del canon minero puede convertirse en el combustible para la demagogia de los extremistas –que se oponían frontalmente a las inversiones mineras- que agitarán a las “masas” para radicalizar a las regiones y provincias contra el gobierno central. Es necesario, pues, evitar un escenario de convulsión social que, ante la debilidad del Ejecutivo y el Congreso, podría crear serios problemas de gobernabilidad.

¿Cómo enfrentar esta situación? Es evidente que con la unidad, el consenso o concertación de la mayoría de peruanos. Por ejemplo, en un reciente comunicado de la CONFIEP se afirma que “hoy, el desempeño de la economía global se convierte en un factor de incertidumbre que requiere de mayor trabajo y unidad de todos los peruanos. Es tiempo de redoblar el esfuerzo conjunto, público y privado, para impulsar el desarrollo”. Es decir, es hora de que los peruanos pongamos a un lado nuestras diferencias y coloquemos sobre la mesa los intereses del país, la defensa de la democracia y la economía de mercado. Pero para avanzar en ese proceso se requiere el liderazgo y la convocatoria del Presidente Ollanta Humala en su calidad de primer magistrado del país. Ante una clara invitación al diálogo y la concertación, estamos seguros que todos responderían positivamente.

La desaceleración del crecimiento no implica la parálisis de nuestra economía, y mucho menos, que los peruanos estemos impedidos de realizar el potencial de desarrollo y bienestar general que hemos viabilizado durante los últimos 20 años. Sin embargo, puede ser el caldo de cultivo de los pesimistas y de los enemigos de las libertades políticas y económicas. No obstante, si todos los peruanos asumimos nuestra responsabilidad ningún radicalismo podrá amenazar nuestro modelo económico y social que sorprende al mundo por sus excelentes resultados en su desarrollo productivo, reducción de la pobreza y la desigualdad. 




Perú: imparable crecimiento de la clase media

Perú: imparable crecimiento de la clase media

Aunque la izquierda tradicional no reconozca el progreso en términos de bienestar que ha experimentado el Perú a partir delas reformas (aun parciales) que impulsaron la economía de mercado, en la actualidad la clase media consolidada en el Perú ya bordea el 40% de la población, según el de acuerdo al reporte del  prestigioso banco internacional HSBC. (Esta cifra no incluye lo que el Banco Mundial, el BID y la consultora Arellano Marketing consideran “clase media emergente”). El informe Consumer in 2050: The rise of the EM middle class (“El consumidor del 2050: La aparición de la clase media en los países emergentes”) remarca el excelente potencial que tiene la economía peruana para ser la estrella del crecimiento en América Latina, al identificar al Perú entre los países de “alto crecimiento” junto a India, China, Malasia y Filipinas, entre otros, llegando al 2050 a ubicarnos entre las 26 economías más grandes del planeta.

De acuerdo a las proyecciones del HSBC, al año 2030 el Perú contará con el 70% de su población ubicada en la clase media consolidada, y un 10% en el grupo de altos ingresos, igualando a Chile y superando ampliamente a Colombia, que tendría solo al 50% de su población en los grupos de ingresos medios y altos. En términos de población, esto significa que 12 millones de peruanos ingresarían al grupo de personas que reciben ingresos medios y altos. Asimismo, el informe destaca que para el año 2050 el progreso permitiría que el 50% de la población se ubique en el grupo de ingresos medios mientras que el 40% de los peruanos estarían ya dentro del grupo de ingresos altos.

El HSBC explica que estos resultados se conseguirían a partir de un crecimiento promedio del producto que bordearía el 5.5% anual para el caso del Perú, una estimación superior a la proyectada para Colombia (4.2%), Brasil (2.9%), y Argentina (3.1%). Esta proyección toma en cuenta el estado actual del desarrollo, así como el potencial económico del país y las características fundamentales necesarias para converger con los países del mundo desarrollado. En un documento previo del mismo HSBC, The World in 2050, se vincula este potencial del Perú a la estructura de nuestra población para las próximas décadas y a la necesaria priorización política sobre los temas de educación, instituciones e infraestructuras.

Sin embargo, no se debe perder de vista que estas proyecciones toman como supuesto que los sucesivos gobiernos continuarán apoyando reformas de mercado para fomentar el comercio y la inversión privada. En esta línea, sería un error que el Gobierno de turno se duerma en la complaciente autosatisfacción que muestran los buenos resultados obtenidos a la fecha, postergando las reformas esenciales indicadas más arriba, necesarias para cerrar brechas, fortalecer el capital humano y mejorar la competitividad de la economía. En este sentido, resulta fundamental romper con el “piloto automático” con el objetivo de cimentar los fundamentos del desarrollo de largo plazo, y reducir drásticamente la probabilidad de que un niño nacido en un hogar pobre continúe en situación de pobreza al llegar a la adultez.

Así, resulta mezquino que un peronista como Guillermo Giacosa, en su columna del jueves 14 de agosto considere “una mentira evidente” que el camino escogido por el Perú es el correcto, cuestionando el crecimiento de la clase media en el Perú, algo que es claramente reconocido por instituciones de prestigio internacional como el HSBC, el Banco Mundial y el BID, que no guardan ilusiones románticas sobre el enorme potencial de crecimiento de nuestro país.

El desarrollo reciente del Perú es obra de millones de peruanos trabajadores y creativos que se han volcado a la creación de riqueza, apenas se dieron las condiciones adecuadas. Este proceso no puede parar, no debiera ser negado por criterios ideológicos. Estamos obligados a desarrollar todo nuestro potencial, es una exigencia silenciosa de todos nuestros hijos.




El Perú está recuperando el tiempo perdido

El Perú está recuperando el tiempo perdido

En la siguiente entrevista, Felipe Ortiz de Zevallos, una de nuestras reservas intelectuales y morales, fundador del Grupo Apoyo, ex Rector de la Universidad del Pacífico y ex Embajador del Perú en Washington, señala que el Perú está recuperando el tiempo perdido, está enrumbado hacia el desarrollo y el bienestar; sin embargo subraya que “la política, lamentablemente, se ha venido desenvolviendo por carriles poco vinculados a la economía y a la sociedad”.  

¿Cuál es su balance de los últimos 15 años, en lo económico y en lo social?

En los últimos lustros, el Perú ha logrado un notable crecimiento productivo basado en una economía estable y abierta, términos de intercambio comercial favorables y un mayor ahorro interno; todo lo cual ha generado un aumento bastante significativo de los ingresos, de la inversión privada, nacional y extranjera, así como una multiplicación y diversificación de las exportaciones. Entre 2002 y 2012, hemos crecido a 6.8% en promedio anual, cuando Chile y Colombia, por ejemplo, lo hicieron a 4.9% y 4.7% anual. Respecto de nuestros vecinos de la Alianza del Pacífico, que hace 40 años mostraban un desarrollo similar al nuestro, pero que nos dejaron atrás en los años 70’s y 80’s del siglo pasado, hemos logrado un esperanzador proceso de “catching-up”. En la actualidad, el sistema financiero peruano se caracteriza por una adecuada solvencia y los fondos de pensiones contribuyen con una oferta de capitales a largo plazo. Las principales empresas nacionales ya se proyectan más allá del mercado nacional. Se prevé un futuro relativamente cercano en el cual el PBI del Perú volverá a ser superior al de Chile. Y en la contraparte social, nos estamos beneficiando de unas pocas décadas de bono demográfico, en las cuales los peruanos en edad de trabajar representan, comparativamente, una mayor participación de la población total que en otras épocas. Ello, así como la actitud emprendedora de buena parte de la población, han contribuido a un crecimiento muy dinámico de la clase media y a una disminución significativa de la pobreza, especialmente de la extrema.  

¿Por qué nuestros líderes políticos no asumen esa realidad y más bien basan su accionar en la negación de ese balance, empezando por el propio Presidente de la República?

La política, lamentablemente, se ha venido desenvolviendo por carriles poco vinculados a la economía y a la sociedad. Y es más pasadista que futurista. Seguimos teniendo  fuertes rezagos de una cultura mental patrimonialista, de una visión del “Estado-como-botín”, y cargamos una pesada mochila de paradigmas obsoletos. Los partidos políticos no se han adecuado a los cambios. Si en la economía ya nos estamos acercando a Chile y Colombia, en la política nos encontramos estancados, si no retrocediendo. La calidad de nuestra democracia es bastante mala. Y la institucionalidad es muy frágil. Hay poca reciprocidad, transparencia y “accountability”. En el mundo de las ideas, existe mucha confusión y poca tolerancia. La descentralización es un proceso atolondrado y poco equilibrado en lo administrativo, lo que nos puede pasar la factura en el tiempo, como sucede hoy en España. Un indicador relevante, se han comprado 820 kits para las elecciones regionales del año entrante. Para 25 regiones, ello equivale a más de 30 listas potenciales de candidatos por región. ¿Cómo puede un ciudadano escoger bien entre 30 candidatos a un cargo electo? ¿Qué representatividad termina teniendo alguien que puede ganar una elección con, digamos, el 20% de los votos? Nuestra economía es una que ha permitido el crecimiento y el progreso; pero nuestro sistema político no nos permite avanzar aún en el ideal de conformar una verdadera república de ciudadanos.   

¿Qué habría que hacer para que nuestros ciudadanos tomen conciencia de los principales indicadores de la realidad nacional?

Se requiere de una significativa campaña de información y educación. También de  la difusión de indicadores de desempeño, para compararlos internamente entre las diversas regiones y provincias, así como con los correspondientes de México, Chile y Colombia, países con los que conformamos la Alianza del Pacífico. Un dato, por ejemplo, la población promedio de una municipalidad en México, Colombia y Chile supera los 40,000 habitantes. En el Perú, en cambio, es inferior a 20,000. ¿Qué reflexión podríamos sacar de eso? Otro aspecto, México, Chile y Colombia tienen todos Senado; el Perú, no. Indicadores y comparaciones como éstos deben ser divulgados, entendidos, analizados y evaluados para promover una mayor conciencia y cultura política.

¿Cuál cree que sea el balance para los ciudadanos?

Todo ciudadano desarrolla un sentido de identidad y pertenencia en el lugar donde interactúa socialmente, con responsabilidad, derechos y obligaciones. En el mundo globalizado actual, eso se da a diferentes escalas: comunidad local, Estado nacional, regiones internacionales ampliadas y el planeta como conjunto. A sus ciudadanos de hoy, el Perú les ofrece una economía en la cual pueden potencialmente desarrollarse, una sociedad emergente lleno de desafíos, pero un aparato estatal todavía empírico, un marco institucional aún endeble y frágil y, finalmente, un sistema político que podría colapsar si no se instrumentan pronto importantes reformas. 




Diario “El Mercurio” de Chile resalta crecimiento de la economía peruana

Diario “El Mercurio” de Chile resalta crecimiento de la economía peruana

El diario El Mercurio de Chile informó que según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI),  desde el año 2011 el tamaño de la economía peruana medido a paridad de poder de compra (PPP), ya supera el tamaño de la economía chilena por primera vez en 20 años.  Asimismo, el diario chileno explicó que el FMI estima la ampliación de esta diferencia hasta alcanzar una brecha de 10,5% en el año 2018 a favor de Perú.  De esta manera, el Perú lograría ser en el 2018 la cuarta economía de Sudamérica, por debajo de Brasil, Argentina y Colombia.

Es interesante resaltar que el diario El Mercurio reconoce el liderazgo del Perú en las proyecciones de crecimiento para el año 2013 y 2014 publicados en todos los reportes internacionales, explicando que “si bien antes el aporte de los mayores precios de las materias primas sustentó a la economía (peruana), ahora es la expansión de la demanda interna y la construcción, que crecen en torno a 15% anual”, lo cual confirma la mayor diversificación y complejidad que está ganando la economía peruana, en contraposición de quienes afirman que la economía peruana depende solo de la producción de commodities.

Tasas de Crecimiento del PBI a precios constantes 2012 – 2018

Fuente: proyecciones FMI

No obstante, para lograr ser los líderes del crecimiento en la región como lo proyecta el FMI, es necesario mantener los márgenes de maniobra fiscal y avanzar en reformas estructurales para aumentar la productividad y el crecimiento potencial. El Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2014 – 2016 del Ministerio de Economía y Finanzas estima que para los siguientes cuatro años la inversión privada estará impulsada por el sector  minero y los proyectos de infraestructura en Asociaciones Público-Privadas. En esta línea, será fundamental que el Gobierno no se duerma en su tarea de eliminar las trabas burocráticas para ejecutar importantes proyectos de inversión y evitar el lamentable retraso que se ha venido ocurriendo con las inversiones y entrada en operación de importantes proyectos mineros como Las Bambas (US$ 5,200 MM), la ampliación de Cerro Verde (US$4,400 MM), Toromocho (US$ 1,320 MM), y Constancia (US$ 1,546 MM), entre otros, que permitirán duplicar la producción de cobre al año 2016. Igualmente, el Gobierno no debe descuidar la inversión proyectada para  modernizar el Muelle Norte y el muelle de minerales en Lima, la ampliación de los puertos de Paita y Matarani, el Terminal Portuario General San Martin y el puerto de Yurimaguas, así como la Red Vial No 4 (Pativilca-Puerto Salaverry), la Autopista del Sol (Trujillo-Sullana), la Carretera Longitudinal de la Sierra, y el Tramo 2 del IIRSA Centro, que permitirán mejorar la infraestructura de transporte, y con ello reducir “cuellos de botella” e incrementar la competitividad de la economía para lograr alcanzar el crecimiento proyectado por el FMI.

Finalmente, es paradójico que mientras a nivel internacional (incluyendo al vecino país del sur con el que competimos) se reconoce el notable avance que ha tenido la economía peruana, en el Perú aún existan grupos radicalizados que se oponen al desarrollo económico que se ha venido experimentando, por razones ideológicas.




Información sobre el nuevo censo agrario

Información sobre el nuevo censo agrario

En los siguientes documentos, la entrevista de Jaime de Althaus a Milton Von Hesse en La Hora N y el PDF del Ministerio de Agricultura, sobre los resultados del censo pueden apreciarse una serie de resultados interesantes sobre el sector agropecuario peruano, como, por ejemplo, que no están aumentando los minifundios, que los propios minifundios no se empequeñecen, que no existe un proceso de concentración de la tierra y que existen notorios avances en el tamaño del área agrícola y en los niveles productivos del país.




Perú es el segundo país con los costos más bajos para hacer emprendimientos

Perú es el segundo país con los costos más bajos para hacer emprendimientos

Un estudio de The Economist Intelligence Unit, a pedido del Banco Interamericano de Desarrollo, posiciona también a nuestro país como el segundo de la región con mejor ambiente para mujeres emprendedoras.

Los elevados costos que se incurren para iniciar y operar una empresa en cualquier parte del mundo pueden desalentar a inversionistas y desacelerar el crecimiento de negocios recién creados.

En ese sentido, el Índice del entorno empresarial para emprendedores, basado en datos del Banco Mundial, reveló que en Chile, Perú y Panamá los costos de hacer negocios son los más bajos.

“La reducción de costos para iniciar un negocio es una manera en que los países pueden impulsar la participación de las mipymes en el empleo y la formalidad”, señala el estudio.

No obstante precisa que en general, la región posee costos relativamente altos respecto a otras partes del mundo. “Allí todavía hay trabajo por hacer”, señala.

Mujeres ‘power’

Ahora bien, el estudio elaborado por The Economist Intelligence Unit, por encargo del BID a través del Fomin, también mostró que Perú es el segundo país en la región que ofrece el mejor ambiente para las mujeres emprendedoras debido a sus fuertes redes de negocio, programas de apoyo técnico a las pyme y un entorno macroeconómico estable.

“Las mujeres de Colombia y Perú son las que tienen mayor acceso a financiamiento para pymes. En el caso peruano, los bancos financian 47% de las inversiones de pyme encabezadas por mujeres y 20% de su capital de trabajo”, anota el índice.

Nada es perfecto

Al respecto la analista de Economist Intelligence Unit, Jimena Serrano sostuvo que para que Perú mejore su posición en este índice y logre la supremacía debería concentrarse en un par de temas.

“Lo primero es la corrupción. Nosotros medimos este tema haciendo preguntas a las mipymes sobre si sienten que en su país tienen que pagar sobornos o si consideran que la corrupción es una barrera para hacer negocios y allí la respuesta no fue tan halagadora”, indicó a Gestión.

El otro tema a tomar en cuenta es el acceso a la tecnología. Según la experta, aquí el aspecto en el cual se debe avanzar es mejorar el sistema de pagos electrónicos así como el acceso a internet.

Por su parte, la especialista del Fomin, María Teresa Villanueva sugirió los aspectos en los cuales aún falta más trabajo son los servicios sociales para los microempresarios.

“Hablamos de cuidado para los niños y de la tercera edad, políticas de maternidad y paternidad, así como el acceso a servicios de salud”, detalló.

Comentó que en ese aspecto, no solo Perú tienen un reto por avanzar sino toda la región si es que quiere lograr la tan esquiva pero “ansiada competitividad. “Las políticas públicas contribuyen a que las parejas puedan trabajar en su conjunto”, anotó a Gestión.

De otro lado, sostuvo que para que las mypimes apuesten por la formalidad tienen que haber incentivos donde se puedan visualizar realmente los beneficios.

EN CORTO

Ojito, ojito. Si bien en Perú los períodos en la resolución de demandas por incumplimiento de contratos son los más cortos; los procedimientos legales para recuperar las deudas pueden costar hasta la mitad de la cantidad que se disputa.

Informe elaborado por Rocío Barja

Publicado por Gestión, 25 de julio del 2013




Crece clase media y se reduce la desigualdad

Crece clase media y se reduce la desigualdad

El crecimiento dela economía que el Perú viene experimentando desde hace dos décadas es nítidamente pro-pobre y pro-clase media, porque está acompañado de la reducción de la desigualdad en la distribución de los ingresos. Esta noticia se confirma ahora en el reciente informe del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) La Clase Media en el Perú: Cuantificación y Evolución Reciente.

 

El documento destaca que, hasta el 2012, el Perú acumuló 14 años de crecimiento con una tasa promedio de 6% anual y 7% a partir del 2005. A diferencia de la experiencia internacional, que muestra que no es usual que un ritmo acelerado de crecimiento conlleve la reducción de la desigualdad, en el Perú la disminución acelerada de la pobreza y las mejoras en la distribución del ingreso han acompañad dicho proceso.

El crecimiento pro-pobre se distingue porque los ingresos de los sectores más pobres aumentan en mayor proporción que los demás. Así, el BID, resalta que el incremento del ingreso per cápita de los cuatro deciles de menores ingresos de la población,entre el 2005 y el 2011, fue mayor que el de los más ricos (crecimiento anual promedio de 10.2%, 11%, 11.3% y 11.2%, respectivamente – ver gráfico).

Fidel Jaramillo, representante del BID en el Perú, anotó que en este proceso expansivo de la clase media en el Perú, ayudó a reducir la desigualdad de los ingresos. Explicó que en el 2005, el decil de mayores ingresos era 30 veces más rico que el decil de menores ingresos, mientras que hoy, esa diferencia se ha reducido a 24 veces (Ver nota Otra derrota del negacionismo).

Las cifras oficiales del INEI respaldan esa afirmación. El índice Gini se ha reducido en 11.8% entre el 2005 y el 2011, al pasar de 0.51 a 0.45, lo que ha permitido al Perú ser considerado como uno de los países más destacados de la región en la mejora de la distribución de los ingresos, situándose hoy, junto con Uruguay, como los países de la región con menor desigualdad.

Tal como lo mencionamos en nuestro artículo Sierra y selva rurales lideran crecimiento por primera vez en nuestra historia, se confirma una vez más que nuestro crecimiento ha favorecido, sobre todo, a los más pobres, tal como también lo menciona Richard Webb en su libro Conexión y despegue rural, que señala que el crecimiento de los ingresos en la sierra rural entre 1994 y el 2011 se incrementó a un ritmo de 7.2% anual, mientras que durante los 100 años previos lo hizo solo a un ritmo de 1.4%.

Debemos preocuparnos en sostener un crecimiento económico de 8% a 10% por año con el fin de derrotar a la pobreza y la desigualdad. Como ha señalado anteriormente, Fidel Jaramillo, debemos preocuparnos en que aquellos que han superado la línea de la pobreza hacia la clase media emergente, puedan alejarse definitivamente de esa condición y consolidarse en mejores niveles de vida.




Una mucho mejor Mirada

Una mucho mejor Mirada

En la publicación de la Otra Mirada N° 25 de junio del 2013, presidida por el ex premier Salomón Lerner Ghitis, promotor de Ciudadanos por el Cambio y el recientemente lanzado FRENAIZ, se plantea una supuesta disyuntiva para nuestra  política exterior: la definición por Unasur o por la Alianza del Pacífico, proponiendo que optemos por los muchachos del barrio, así sean unos malandrines y no sepan crear riqueza. (Ver Desarrollo o juego político).

 

Sin embargo, ya que hablamos de miradas, una primera nos indica que se trata de dos organizaciones de naturaleza distinta. Unasur es una confluencia política de países promovida por el “eje bolivariano”y sus padrinos, Cuba y Brasil, que busca “distanciarse” de la influencia de Estados Unidos en la región, devaluando a la OEA y todos sus instrumentos, como la Carta Democrática, dejada de lado para las recientes elecciones venezolanas.

La Alianza del Pacífico, por el contrario, es un proceso de integración comercial que agrupa a México, Colombia, Chile y Perú, los países con las economías más abiertas en América Latina y que cuentan con tratados comerciales con todos los grandes mercados del planeta (Estados Unidos, Europa, China y países asiáticos) y que mantienen políticas económicas que promueven el mercado y la inversión privada. ¿Cuál sería entonces la encrucijada para la política exterior peruana?

En realidad, de lo que se trata, esde acabar con el modelo económico de mercado que en el Perú nos ha permitido reducir la pobreza y la desigualdad a un ritmo sin precedentes, para, en cambio, implementar las políticas proteccionistas de los países del Alba y el Mercosur. Estos últimos acuerdos han terminado enfocándose en construir barreras comunes para “defender” a sus miembros de la supuesta voracidad de los países más desarrollados.

Como ya hemos informado en el artículo Alianza del Pacífico: dirección correcta, esta alianza pretende potenciar las capacidades de sus miembros en su relación con el mundo global. El éxito de este bloque es tan evidente que otras naciones han mostrado interés en participar como observadores (Canadá, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Honduras, Paraguay, Panamá, Portugal, Uruguay, Australia, Japón, Nueva Zelanda y República Dominicana). Costa Rica ya ha sido aceptada como miembro pleno y Guatemala y Panamá han anunciado también su interés en incorporarse. ¿Cómo se entendería entonces la eventual idea de salirse de la Alianza del Pacífico? ¡Suena a locura!

Peor aún cuando el Mercosur se tambalea y empieza a hundirse, la Otra Mirada nos proponer cambiar de rumbo. Recordemos que el vicepresidente de Uruguay (parte del Mercosur), Danilo Astori, manifestó días atrás que “al mercado común nunca llegamos; la unión aduanera está destrozada y la zona de libre comercio no funciona porque no hay libre tránsito de bienes ni de servicios”. Asimismo, la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) solicitó la necesidad de liberar a Brasil del “chaleco de fuerza” del Mercosur. En el mismo sentido, la Confederación Nacional de Industrias de Brasil ha pedido “entrar totalmente en el juego mundial de buscar nuevas sociedades en el comercio mundial” y citó, como ejemplo, a la Alianza del Pacífico.

El presidente del Consejo de Comercio Exterior de la Federación de Empresarios de San Pablo (Fiesp), Rubens Barbosa, acusó al gobierno argentino de herir de muerte al Mercosur y sostuvo que el bloque dejó de lado lo comercial para ser un instrumento de política regional. Según el empresario “el Mercosur hoy, como instrumento de política comercial terminó, no vale nada para la apertura de comercio, ahora se transformó en un foro político”.

Hay pues que saber entender el porqué de la propuesta de la Otra Mirada, que el Perú abandone un bloque comercial exitoso y que se case con otro más bien político, que se empobrece y consume por el proteccionismo y orientación anti globalización (anti histórica) de sus miembros. Esta es otra maniobra edulcorada de la izquierda regresiva peruana, que no atina a salir de las trampas ideológicas que la anclan al mundo de la guerra fría.

La Otra Mirada nos quiere llevar al “Club de Pobres” latinoamericano, a militar con los países que privilegian la política antes que el desarrollo, a seguir el juego del tradicional realismo mágico. En cambio la Alianza del Pacífico nos permiteacceder amayores inversiones y comercio, posibilita que nuestros trabajadores compartan parte de la riqueza de los ciudadanos de esos países. El comercio con los países más prósperos es como si se instalara un sifón, que después del envío de nuestros productos y servicios, trae parte de su riqueza. Los peruanos ya elegimos, los resultados son buenos, ¡que tanto ruido, si el suelo está parejo!




Slim: Perú en la ruta del desarrollo

Slim: Perú en la ruta del desarrollo

El magnate mexicano Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, en reciente visita al Perú, señaló que si el Perú sigue creciendo 5% o 6% en los próximos 10 a 15 años se convertirá en un país desarrollado y con una amplia clase media consolidada. Aquí les presentamos sus más importantes declaraciones al respecto.

 

Slim: “Perú ya está en la ruta del desarrollo”

Perú21, 12 de julio del 2013

Si el Perú continúa creciendo a tasas de 5% o 6% en los próximos 10 a 15 años, su PBI per cápita pasará de US$10 mil a US$14 mil, su clase media se habrá consolidado y obtendrá el nivel de país desarrollado de manera irreversible, expresó Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo.

De visita en Lima, para participar en un foro organizado por la Fundación Círculo de Montevideo –en la que preside el capítulo empresarial–, el magnate aseguró que el Perú ya se incorporó al grupo de países de Latinoamérica que están en vías de desarrollo.

“Su crecimiento sostenido de los 20 últimos años ha sido muy importante, el ingreso per cápita también ha aumentado mucho, esto ha permitido que se formen clases medias, que muchas personas salgan de la marginación”, anotó.

CRISIS ES OPORTUNIDAD

Para Slim, si bien la crisis económica mundial viene afectando a las naciones desarrollados, es una ventaja para las que están en desarrollo, como Perú y México, pues acceden a financiamiento para sus proyectos a tasas de interés bajas.

Tampoco deben preocupar los precios de las materias primas, tanto mineras como agropecuarias, refirió. “Hay que pensar en el mediano y el largo plazo pues regiones como Asia o Latinoamérica, con poblaciones saliendo de la pobreza, empezarán a demandar alimentos y bienes con valor agregado, lo que elevará los precios”, argumentó.

LA EDUCACIÓN ES CLAVE

Los bienes primarios, cuyas cotizaciones cayeron en “la sociedad industrial”, mejorarán en “la sociedad de los servicios y de la tecnología”, donde –manifestó– la educación juega un rol importante.

Slim comentó que los gobiernos no están asimilando los retos tecnológicos y que ello se refleja en el desempleo, por lo que los exhortó a que implementen políticas que no solo eduquen académicamente, sino que también formen para el mercado laboral.

Carlos Slim: La actividad laboral debería extenderse hasta los 75 años

Gestión, 12 de julio de 2013

—El magnate mexicano de las telecomunicaciones afirma que se espera un crecimiento mayor en la banda ancha, que puede llevar a brindar una educación a bajo costo.

Carlos Slim, el segundo empresario más rico del mundo, después de Bill Gates, planteó que la jornada laboral de las personas se prolongue por diez años más, de tal forma que las personas ya no se jubilen a los 65 años, sino a los 75.

“Mientras más edad tiene uno, es cuando mejor estamos”, afirmó Slim, mexicano de 73 años, cuya fortuna ha sido estimada en US$ 69,860 millones, durante su participación ayer en la XIX reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, evento que organizó la USIL, en Lima.

Slim hizo esta propuesta, en vista de que -afirmó- en los últimos cien años la jornada de trabajo se ha ido reduciendo de 78 a 35 horas, además que ahora tenemos más sociedades de servicios, donde las máquinas hacen el trabajo fundamental.

Consideró que enfrentar el problema de la falta de empleo es el reto mayor que tiene esta nueva civilización, y si los países de la región no cambiamos nuestros esquemas laborales, vamos a enfrentar situaciones como las que sufre hoy Europa, con una juventud sin esperanzas, desempleada, y que pese a haberse formado y educado, no encuentra empleo.

Para que no nos suceda eso, planteó hacer muchos cambios. El primero, que las personas no se retiren a los 60 o 65, sino a los 75, y que en lugar de retirarse y no hagan nada, que trabajen menos tiempo, desde 3 días o doce horas, o que tengan, por ejemplo, tres días de trabajo y cuatro días de descanso.

De esa forma, además, anotó, la seguridad social no tendría que pagar, después de la jubilación, por 30 años a personas inactivas, porque estas condiciones -remarcó- son insostenibles.

Además, consideró que el segundo aspecto que los países deben tomar en cuenta para reducir el desempleo, es mejorar la calidad en la educación, pero vinculada esta a la consecución directa de puestos de trabajo, y no tanto centrada en el aspecto netamente académico.

Banda Ancha

En tal sentido, Slim, magnate de las telecomunicaciones (es propietario de Telmex y América Móvil), consideró que una herramienta que puede ayudar a facilitar la educación es el crecimiento de la banda ancha de Internet.

Afirmó que hoy existen más de 7,000 millones de personas que usan el servicio de telefonía móvil, y que lo mismo va a suceder con la banda ancha, señalando que su nivel de penetración, que se estima hoy en 18%, se está acelerando y va a crecer de manera importante.“Hoy la penetración es básicamente a nivel de redes fijas, pero las redes móviles, de cuarta generación, vienen con una gran banda ancha”, anotó, y refirió que con esto la transmisión de aplicaciones educativas puede reducir el costo de la educación.

Crecimiento sostenido de la economía peruana es irreversible, afirma Slim

El Comercio, 12 de julio 2013

El multimillonario mexicano Carlos Slim, propietario del gigante de comunicaciones Telmex –dueña de Claro–, destacó ayer el crecimiento sostenido de la economía peruana y el avance de la clase media en todos los países de América Latina.

Señaló que si se mantienen las mismas políticas de desarrollo económico, el avance será irreversible y en los próximos 10 o 15 años podríamos estar al lado de las grandes economías del mundo.

Para Slim, considerado el segundo hombre más rico del mundo por la revista “Forbes”, los principales retos que enfrentan los gobiernos son facilitar el acceso a una educación de calidad y gratuita, y generar fuentes de empleo.

El magnate mexicano participó ayer en Lima en la inauguración de la XIX Reunión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo. En el encuentro también participaron el ex presidente del Gobierno Español Felipe González y otros ex presidentes latinoamericanos.

En la cita se resaltaron como retos de la sociedad actual el empleo y la educación.

El reto de la educación Slim manifestó que la tecnología, aunque ha traído ventajas, también genera retos que los gobiernos no están asimilando, lo que se refleja en el desempleo.

“Hay que educar no solo académicamente, sino también para el empleo.

Hay que formar soldadores, [especialistas] en gastronomía, finanzas, hotelería o cualquier otra actividad, así los jóvenes complementarán su formación teórica”, afirmó. La educación debe ser vista como una inversión, no como un gasto, comentó, pues es la única forma de no tener los problemas que hoy atraviesa Europa, donde no solo hay una juventud desempleada sino también sin esperanzas.

Sobre la penetración de la banda ancha y el arribo de la tecnología 4G al Perú, señaló que va a permitir a la población –incluso de zonas alejadas–, acceder a programas educativos gratuitos.

Claro ha precalificado para participar en la buena pro de dos bandas 4G que entregará Pro Inversión el 22 de julio.

“Bastará que se creen aulas virtuales en las escuelas para que las familias, con cuadernos digitales y USB, accedan”, sostuvo Slim.