
En cinco años, planillas de Salud subieron a S/ 17,032 millones
Susalud
Gestión, 18 de diciembre del 2025
En contraparte, en medio de una eventual emergencia, la respuesta rápida del sistema aún es un gran problema. Según datos de la Susalud, más de la mitad de los establecimientos de primer nivel no cumplen con un indicador clave: operar al menos 12 horas diarias.
El anunció de la alerta epidemiológica por la aparición de la gripe H3N2 en Perú vuelve a poner en debate la capacidad del sistema de salud para responder ante una eventual emergencia sanitaria. A casi seis años de la pandemia del covid-19, las brechas del sistema de salud aún persisten.
Para salud, el presupuesto asignó S/ 33,587.2 millones para actividades y proyectos este año. Si bien más del 88% se ha gastado en lo que va de este 2025, los montos son bajos comparados con lo que se establece en otros países.
De acuerdo con un análisis de la OCDE, el Perú asigna solo alrededor del 6.2% de su PBI a la salud, un porcentaje menor que muchos países de la región como Chile, Colombia y Costa Rica.
Pero, esto no es lo único: la composición de los recursos que se otorga a salud es la clave. Del monto total, S/ 17,032.1 millones, es decir, el 50.7% va a personal y obligaciones (por ejemplo, planillas). Hace solo cinco años, este monto era de S/ 9,492 millones y representaba el 30% del presupuesto asignado al sector en el 2021 (S/ 31,065.5 millones). Con ello, en este quinquenio, este gasto se incrementó en casi 80%.
Con las leyes aprobadas o por aprobarse (para elevar remuneraciones o pasar a los CAS al régimen del D.leg 728), continuaría en ascenso hacia adelante.
Pese al incremento en las planillas, hay otros gastos que, por el contrario, parecen no ir acorde.
Si se analizan los recursos asignados solo a proyectos, para este año se tiene S/ 5,664.7 millones. Vale la pena revisar la ejecución: al 16 de diciembre se ejecutó el 76.6%. De hecho, en los últimos años (2021-2024), tiene una ejecución promedio de 70%, dejando S/ 30 de cada S/ 100 como pendiente. Pero, no es lo único que parece no ir en línea con la dinámica del gasto en personal..
Respuesta rápida
En medio de una eventual emergencia sanitaria, la respuesta rápida del sistema aún es un gran problema. Según datos de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), evaluados por Videnza Instituto, más de la mitad de los establecimientos de primer nivel no cumplen con un indicador clave: operar al menos 12 horas diarias.
Esto resulta crítico pues limita la atención primaria, que es la que determina el 90% del manejo y éxito, por ejemplo, en una crisis sanitaria, indicó el especialista en salud pública, Omar Neyra.
“No estamos preparados si no tenemos un adecuado sistema de atención primaria. Tenemos un primer nivel que está completamente resquebrajado y el sistema hospitalario colapsado sin infraestructura ni equipamientos”, comentó a Gestión.
De hecho, un análisis de Videnza indica que el primer nivel del sistema de salud solo llega a atender efectivamente al 43% de la demanda de consulta ambulatoria.
Justamente, César Amaro, investigador del referido instituto, precisó que el sistema de salud se centra principalmente en hospitales. Con esto, la falta de un sistema que fortalezca postas y centros de salud impide solucionar el problema en la etapa más temprana de las enfermedades.
“Lamentablemente en los últimos gobiernos no se ha desarrollado el fortalecimiento del primer nivel de atención. No se va a romper esa inercia si se mantiene el modelo centrado en los hospitales. El presupuesto se concentra sobre todo en Lima y en particular en el tercer nivel de atención que son los hospitales de categoría 3, los especializados”, precisó.
Personal y de camas
Según la última información recogida por el instituto en julio, solo hay 9.8 médicos por cada 10 mil habitantes, y alrededor del 30% del total de ese personal de salud está en un establecimiento del primer nivel de atención.
Aunque la pandemia permitió la incorporación de miles de nuevos profesionales de salud, es probablemente que se hayan designado principalmente a la atención hospitalaria, indicó Amaro.
“(…) Hay un riesgo altísimo de que el nombramiento (de personal) ocurrido en los últimos años esté concentrado en el ámbito hospitalario y en algunos establecimientos de manera rígida, sin permitir que ese talento humano tan necesario se gestione en una red de servicios comunitaria”, refirió.
Por otro lado, la consultora indica que actualmente hay un promedio de 1.17 camas hospitalarias por cada 1,000 habitantes, pero no se tienen cifras exactas sobre las camas disponibles en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El último dato oficial, de junio del 2024, indicaba que se contaba con un total de 1,264 camas UCI a nivel nacional, lo que implicaría que habían 3.7 por cada 100,000 habitantes.
Neyra indicó que estas deficiencias se han evidenciado recientemente con la crisis que se vivió con el dengue, donde “el sistema sanitario no fue capaz de responder, por lo que con una emergencia sanitaria mayor tendremos dificultades más serias”.






