Por: Raúl Villacorta, Economista de Macroconsult
Gestión, 23 de setiembre de 2020
El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) es un sistema público de reparto, en el cual los aportes de los trabajadores en actividad financian las pensiones de los trabajadores que cesaron.
Dicho sistema no solo es deficitario en la actualidad (los aportes no cubren en su totalidad el pago de las pensiones), sino que, además, se encuentra entre los sistemas de reparto con menores tasas de reemplazo esperadas en América Latina y el Caribe.
¿Por qué el SNP ofrece tan pocos beneficios respecto a otros sistemas de reparto? Esto ocurre principalmente debido a la aplicación de una serie de políticas que han erosionado sus fuentes de financiamiento. En específico, como resultado de la dinámica de traslados generada luego de la creación del Sistema Privado de Pensiones (SPP), el SNP alcanzó un déficit máximo de S/2,800 millones anuales, el cual debió ser cubierto principalmente con transferencias del Tesoro Público.
Dada esta situación, y para reducir la creciente carga fiscal que se venía generando en el sistema, a partir del 2002 se optó por incrementar el número de aportes necesarios para acceder a una pensión, aumentar la edad de jubilación y modificar las reglas de cálculo de pensiones.
En la actualidad, el SNP estaría afrontando nuevamente problemas de financiamiento: la flexibilización de aportes en el SPP desincentiva la afiliación al sistema público, el incremento en las pensiones mínima y máxima legales a partir de 2019 incrementa las necesidades de financiamiento, y a ello se le suma una reducción en los aportes debido al incremento en las tasas de desempleo a raíz del covid-19, aunque este último punto ha venido mejorando gradualmente a medida que se recupera el empleo formal.
En este contexto, es evidente que aplicar medidas que generen un mayor desfinanciamiento del SNP es poco razonable y contrario a la lógico del sistema. Si bien el SNP presenta condicionamientos importantes al pago de pensiones, estos son resultado de la fragmentación y los roles superpuestos que existen entre el SNP y el SPP, que generan que un sistema crezca a costa del otro.
En la medida que ambos sistema se integran, a afiliados y pensionistas podrán aprovechar las ventajas de cada uno de ellos, lo cual podría favorecer una flexibilización de las condiciones mínimas y mejorar los resultados del sistema previsional peruano en general.