Por: León Trahtemberg
Diario Correo, 30 de Setiembre del 2022
El debate sobre quién debe garantizar la educación de calidad para todos suele omitir las razones por las que debido al fracaso de ofrecerla a través de la educación pública creció la demanda por una educación privada de calidad. Esta puede ser elegida libremente por los padres de familia, aunque a cambio de un pago mensual, lo que introduce estructuralmente la discriminación entre los que pueden elegir y pagar, y los que no pueden elegir porque no pueden pagar (salvo que el estado también financie las opciones privadas como ocurre en algunas ciudades de los EE.UU. y países europeos).
Fernando David García Culebro publicó el 29/7/2022 una sugerente columna en educaciónfutura.org en la que procura explicar los considerandos detrás del modelo de una educación pública universal de calidad para todos como única opción y por otro lado el modelo de una educación diversa que permite la existencia de opciones privadas para quienes consideren libremente que sirve mejor a sus intereses personales.
Aunque el primer modelo es inaplicable en el corto y mediano plazo en los países que ya instalaron el segundo modelo, no deja de ser una imagen-objetivo que depende de la manera como se apuntale la educación pública para prestigiarla y convertirla en la opción deseable para todos los ciudadanos. Si así fuera, los actuales asistentes a las instituciones privadas se sentirían atraídos por las públicas, como ocurre con algunas universidades públicas brasileñas, argentinas y mexicanas, aunque sin eliminar del todo las ventajas de cada cual en función del NSE del hogar y colegio de procedencia.