Juan Carlos Mathews
Expreso, 3 de diciembre del 2025
Si revisamos el Ranking Mundial de Competitividad de cada año publicado por el Banco Mundial (World Economic Forum), el Perú aparece rezagado principalmente en cinco pilares: Educación, Salud, Infraestructura, Ciencia y Tecnología e Institucionalidad.
Siendo las personas el recurso más importante que tiene un país, una institución o una empresa, reflexionar sobre nuestro sistema educativo y las tendencias de la educación a nivel global es absolutamente relevante. A nivel global, las tendencias en el sector educativo, con algunas particularidades y diferentes velocidades, remarcan el aprendizaje más personalizado (adaptación a las necesidades individuales), la interculturalidad, la incorporación de herramientas tecnológicas (realidad aumentada, inteligencia artificial), énfasis en habilidades blandas (empatía, trabajo en equipo, gestión del estrés, pensamiento crítico), gamificación, educación virtual principalmente asincrónica, flexibilidad y permanente interacción (conocimiento aplicado a situaciones del mundo real).
Conceptualmente, la competitividad educativa se entiende como la capacidad de los sistemas de educación para proveer a los estudiantes de las habilidades que se requieren para integrarse al mercado laboral y social, estimulando permanentemente la excelencia y la generación de valor.
Se prioriza, al amparo de este concepto, la mejora de cada participante a través de la cooperación por encima de la competencia, el trabajo colectivo y la formación continua.
Abordemos brevemente cinco características fundamentales de la competitividad educativa:
Educación útil: formación de valor para la vida profesional y social de cada estudiante.
Enfoque en competencias: se promueve permanentemente el desarrollo de habilidades blandas (comunicativas, cognitivas, etc.), además de las técnicas, para poder adaptarse a escenarios distintos y cambiantes.
Mejora individual: se busca el progreso de cada estudiante de manera individual con respecto a su propia performance previa, en lugar de comparaciones con terceros.
Reconocimiento del esfuerzo: se busca valorar el esfuerzo y todo el proceso de aprendizaje más que enfocarse solo en la nota o resultado final.
Cooperación: se estimula continuamente la colaboración y ayuda mutua entre los participantes, bajo la lógica de que como equipo obtenemos mejores resultados para todos.
La experiencia internacional cobra cada vez mayor importancia, exponiendo a los estudiantes a afrontar situaciones con un enfoque más abierto y competitivo, preparados para afrontar problemas y soluciones globales. Todo ello prepara al estudiante peruano a comprender otras realidades, otros enfoques y abordar los problemas con muchos más elementos de juicio.
Siendo el Perú una de las economías más abiertas de América Latina, con 23 Tratados de Libre Comercio vigentes y otros más en proceso de negociación, este factor de internacionalización puede y debe explotarse cada vez más.






