LOS ESTUDIOS DE LA FUNDACIÓN HERITAGE Y DE “THE WALL STREET JOURNAL”
El Índice de Libertad Económica elaborado por la Fundación Heritage y “The Wall Street Journal” llega este año a su vigésima edición. Ello le da pie para presentar un ránking de los países que más han avanzado desde 1995. En este, el Perú resulta el país latinoamericano mejor ubicado, seguido de Chile y Uruguay.
Ciertamente, el estudio no muestra el punto de inflexión registrado en el proceso de desarrollo peruano. Este ocurrió antes, de 1990 a 1995, como lo muestra el estudio similar que preparan el Fraser Institute y el Cato Institute, y que incluye observaciones para 1970, 1975, 1980, 1985 y 1990.
Allí puede verse que, luego de estar veinte años en la cola del ránking mundial de libertad económica, el Perú dio un salto adelante en la primera mitad de la década de 1990, pasando a ubicarse en el tercio superior. Desde 1995, nuestro país califica como una economía moderadamente libre.
El Perú está todavía muy lejos de ser una de las diez economías más libres del mundo; en una escala vigesimal, la nota que obtiene es apenas de 13,5. Tanto en términos relativos como en términos absolutos, al Perú le queda mucho camino por recorrer en libertad económica.
Además, la edición 2014 señala que, en los últimos dos años, el Perú ha retrocedido ligeramente, en unos y otros términos. Ha perdido algunos puntos y retrocedido tres posiciones respecto del 2013 y cinco respecto del 2012. Con la nota señalada, queda ahora en el puesto 47 de los 177 países comprendidos.
En el último año, el Perú ha retrocedido, sobre todo, en eficiencia regulatoria (especialmente, en libertad laboral). Empero, sus puntajes más bajos siguen siendo los que corresponden a Estado de derecho: derechos de propiedad y libertad frente a la corrupción. En esto, queda inclusive por debajo del promedio mundial.
Sin embargo, no todo ha empeorado en el último año. La edición 2014 señala que el Perú ha continuado avanzando en mercados abiertos (particularmente, en libertad comercial). No obstante, donde verdaderamente destaca es en estabilidad monetaria, en lo que obtiene el noveno puesto a escala mundial.
Considerando todo este complejo panorama, seguramente debiéramos seguir el consejo de Jorge Basadre y, venciendo “la inextinguible capacidad nacional para buscar la propia agonía espiritual con el yaraví de la autoflagelación y la autonegación”, valorar lo conseguido hasta aquí y ahora.
Aunque, parafraseando a César Vallejo, se puede decir que hay todavía “muchísimo que hacer”, esta edición de aniversario señala que, luego de realizar un cambio dramático en su trayectoria en la primera mitad de la década de 1990, el Perú ha avanzado más que ningún otro país de la región en las dos décadas siguientes.
El estudio muestra una América Latina profundamente dividida: por un lado, las pujantes economías de la costa del Pacífico: Chile, Colombia, el Perú y México; por otro, los países del ALBA. Dos de estos, Venezuela y Argentina, son los que más han retrocedido en libertad económica en los últimos veinte años a escala mundial.
La diversidad de políticas públicas adoptadas y de los consiguientes resultados obtenidos, en todo caso, debe ayudarnos a tomar mejores decisiones para elegir el curso de acción que nos correspondería, como diría Basadre, “si de veras lo quisiéramos”. Tenemos cerca tanto los buenos como los malos ejemplos.
Publicado en El Comercio, 20 de marzo de 2014.