Por: Idel Vexler
Expreso, 24 de setiembre de 2021
¿Cuáles son los temas que deben priorizarse en lo que resta del año académico y el comienzo del 2022?
Aunque parezca raro hay que mejorar la educación a distancia para los alumnos de los colegios públicos. El 2020 hubo más preocupación del Minedu en este tema. Actualmente la veo debilitada. Lo destacable es el esfuerzo de los maestros en el seguimiento del proceso y por sus propios medios de estar lo más cerca que puedan con sus alumnos y los padres de familia. Pero es muy importante que el Minedu se concentre en continuar con las clases semipresenciales, sobre todo en el ámbito rural. En segundo lugar, exigir la vacunación de todos los docentes y no docentes del sistema educativo nacional y ojalá, también, de las personas hasta los 12 años. Del mismo modo, realizar el mantenimiento y dotar de las condiciones de bioseguridad de 53 mil colegios con el apoyo de los gobiernos regionales, municipios, organizaciones sociales, empresas y hasta de las Fuerzas Armadas. En marzo de 2022 deben volver a las clases presenciales los 8’200,000 alumnos de inicial, primaria y secundaria.
Es indispensable que el Minedu fortalezca la Carrera Pública Magisterial (CPM) y ajustar el currículo escolar con contenidos educativos contra el terrorismo.
¿Qué pasó con el currículo escolar y la enseñanza sobre el terrorismo cuando fue ministro de Educación?
El 2018, cuando me desempeñaba como ministro de Educación, incorporamos en el currículo escolar –en proceso de reajuste- el estudio del fenómeno terrorista, de menor a mayor complejidad, desde quinto de primaria hasta quinto de secundaria. Precisamos el carácter criminal y genocida del fenómeno terrorista de Sendero Luminoso (encabezado por Abimael Guzmán) y del MRTA (y su cabecilla Víctor Polay). También el rol importante que desarrollaron las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como muchos actores en la lucha antiterrorista como alcaldes, dirigentes políticos, comités de autodefensa y otros líderes sociales; pero, igualmente, la existencia de atentados de algunos militares y policías en contra de los derechos humanos. Fue motivo de presentación y consulta en muchos foros, medios de comunicación y en el Congreso. Esta propuesta fue dejada de lado por la gestión ministerial que nos sucedió.
¿Se refiere a la gestión del ministro Daniel Alfaro y su viceministra Susana Helfer?
Sí. Lamentablemente desecharon esta propuesta como otros proyectos que trabajamos. El tiempo nos jugó una mala pasada.
¿Qué propone ahora sobre educación y terrorismo?
Reitero nuestra propuesta del 2018. Si tenemos en cuenta que muchos peruanos, sobre todo jóvenes, ignoran los luctuosos sucesos causados por el terrorismo, debemos reafirmar que la formación ideológica contra el terrorismo debe ser no solamente del sistema educativo nacional, sino del Estado y la sociedad en su conjunto. Es una tarea de todos.
Un tema preocupante es la amenaza que se cierne sobre la reforma magisterial.
Efectivamente, habría esa intención de un sector de congresistas del oficialismo, concretamente de los docentes radicales de Perú Libre.
¿Y cómo ve en este tema la disposición del ministro Cadillo?
Me parece loable el anuncio de mantener la CPM, que se sustenta en evaluaciones, capacitaciones y aumento de haberes con base en los méritos. La CPM es una de las pocas políticas educativas de Estado desde el 2007 hasta la actualidad. Y ha costado mucho esfuerzo llevarla adelante.
Usted propone ajustes para potenciarla y no volverla precaria….
Para finanzar y fortalecer la meritocracia magisterial no es suficiente hablar de sus logros, sino también de algunas debilidades en su desarrollo. Una de ellas es la relacionada con la evaluación de nombramientos. Desde el 2015 han ingresado en cada convocatoria a la primera escala alrededor del 4% en promedio de más o menos 220 mil postulantes en cada concurso. Y el 2019, 2%.
¿Qué opina de la declaratoria de la emergencia educativa?
La norma es muy general. Lo más preocupante son los plazos y metas para el desarrollo de clases semipresenciales al 50% a junio de 2022. Esto permite inferir que la meta del 100% de clases semipresenciales sería a diciembre de 2022. Recién el 100% de colegios tendrán clases presenciales en marzo de 2023, lo cual sería grave por la afectación de los aprendizajes de nuestros estudiantes. Si el Gobierno y el Minedu se ponen trabajar -con el apoyo de todos- podemos comenzar clases presenciales en marzo de 2022.