Humberto Reinafarje
Para Lampadia
La Economía Social de Mercado es la que nos rige según la última Constitución vigente de 1993. Este mandato constitucional es el que es utilizado por las economías estatistas (en un inicio de aspiración socialistas y luego se eternizan como comunistas), como argumento principal para pretender eliminar políticamente a los gobiernos demócratas.
Se sustentan en teorías que se expusieron en siglos pasados y que el avance de la humanidad se ha encargado de dejarlas sin sustento.
La crítica principal a la economía de mercado libre es que no hay tal libertad, que el mercado es imperfecto para establecer el equilibrio entre sus participes.
¿Que lo convierte en imperfecto?: la existencia del poder de los Monopolios (un solo ofertante) y de los Oligopolios (pocos ofertantes capaces de comportarse como Monopolio con arreglos bajo la mesa) y también la falta de información que no permite que los consumidores (demandantes) tomen conocimiento de la Oferta y en consecuencia la Oferta (los productores) sacan provecho en el precio a su favor.
En ambos casos, los “poderosos” productores ofertantes suben los precios sin que los “pobres consumidores”, para ellos el pueblo, puedan rechazar, ni siquiera reaccionar y peor aún sin darse cuenta que están abusando de ellos.
Hay otros argumentos más, de menor calibre, que utilizan para mancillar a la economía de mercado y en consecuencia a la democracia. No voy a continuar con esta parte casi filosófica, porque no es lo que está en juego con nuestra débil posición en el Perú, que le queda poco tiempo para formar una Alianza Democrática.
Pero es necesario descartar, sobre la base histórica de los hechos y de las realidades, que ambos argumentos han sido debidamente administrados y se han establecido las leyes y reglamentos para impedir el abuso de los Monopolios.
En el Perú a través de INDECOPI y de los Institutos creados para estos fines como SUNASS (en el caso del agua), OSIPTEL, OSINERG, OSITRAN, etc.
En el segundo argumento de la poca información que tenían los consumidores no es necesario dar ejemplo de ninguna naturaleza. La información fluye y en exceso a través de las redes en internet.
He tratado de resumir en una forma simple el sustento del porque vengo proponiendo la formación de una Alianza de Demócratas para las elecciones del año 2026.
Si no se unen los partidos demócratas, defensores de la economía Social de Mercado que nos gobierna constitucionalmente, en las próximas elecciones del 2026 veremos nuevamente a los movimientos estatistas tomando el poder gubernamental.
De ahí a seguir los pasos de Cuba y Venezuela, si eso es lo que no evitamos.
¿Cómo? Formando una Alianza.
Y queda poco tiempo, solo hasta Junio.
Que Dios nos Ilumine.