Por: Gonzalo Ruiz Díaz, Economista Asociado, Macroconsult
Gestión, 16 de diciembre de 2020
Las protestas registradas durante las últimas semanas, han reavivado el debate sobre la posibilidad de un cambio de Constitución. Una encuesta de Datum de inicios de noviembre reveló que el 56% de peruanos estaría de acuerdo con el cambio y un 27% en contra. Al ser consultado el primer grupo por los motivos de dicha opinión, mencionan la necesidad de mayores castigos a la corrupción (31%), motivos políticos (25%) y mayores sanciones a los delincuentes (20%). Solo un 12% hacer referencia a la necesidad de introducir cambios en el capítulo económico.
La literatura reciente confirma que en la mayoría de casos, los cambios constitucionales no se han dado por motivos económicos.
Voigt y Hayo (2013) en un estudio aplicado a 146 países entre 1951 y 2000 encuentran que los cambios constitucionales suelen ser explicados por factores relacionados al sistema político, así como conflictos internos o externos, no encontrando efectos importantes asociados a factores económicos o sociodemográficos. Ejemplo de ello es elevado número de constituciones que se han aprobado en los países de América Latina, reflejo de la gran inestabilidad política sufrida en el continente desde los procesos de independencia. Por ejemplo, a la fecha, República Dominicana y Ecuador acumulan 33 y 22 cartas magnas. Perú, por su parte, acumula 12 constituciones.
En cuanto al tipo de cambio constitucional, un estudio reciente de Law y Wallen (2020) muestra que la introducción de nuevas constituciones o su remplazo han sido en general menos frecuentes que las modificaciones parciales de una misma carta magna. Además, su estudio sugiere que las constituciones que han tenido una mayor vigencia en el tiempo, son aquellas que han posibilitado la mayor introducción de enmiendas parciales. Un caso ilustrativo es el de la Constitución peruana de 1993, una de las de mayor duración de nuestra historia (26 años) y que a la fecha registra más de 20 enmiendas.
En el caso del Perú existen cuestionamientos a la actual Constitución por parte de opositores al modelo económico. Sin embargo, durante la vigencia de la Constitución de 1993 el Perú registró uno de los mayores niveles de crecimiento económico (4.8% anual en el PBI y 3.4% en el PBI per cápita) de la historia republicana, solo superada por el 5% registrado durante la corta vigencia de la Constitución aprobada durante el gobierno de Luis José de Orbegoso entre 1834 a 1839. Otros indicadores económicos relevantes (pobreza, cobertura de servicios, entre otros) también han tenido un desempeño positivo durante los últimos años.
Sin duda, existen reformas constitucionales pendientes, especialmente en el sistema político. No obstante, la misma Carta Magna contempla los mecanismos para su modificación. Corresponde a los promotores de los cambios, demostrar cuáles de ellos serían inviables en el marco de la actual Constitución y probar la necesidad de hacertabula rasa por decimotercera vez en nuestra historia republicana.