NYTimes
Elda Cantú
Senior News Editor, Latin America
10 de junio de 2022
La guerra en Ucrania se ha convertido en un conflicto de desgaste. En estos tres meses, miles de personas han perdido la vida, más de 12 millones están desplazadas y la configuración de Europa se ha transformado. Las fuerzas rusas ahora controlan una quinta parte del país.
El mandatario ucraniano Volodímir Zelenski afirmó que su ejército pierde entre 60 y 100 hombres al día. Y aseguró esta semana que en la ciudad de Severodonetsk se está definiendo el futuro de la región del Donbás, que Rusia sigue intentando controlar.
Del otro lado del frente de las más encarnizadas batallas, en la zona occidental de Ucrania, hay transformaciones más simbólicas y sutiles en los nombres de calles, parques y estaciones de transporte público.
Funcionarios públicos y académicos discuten cómo “descolonizar” sus espacios urbanos de los legados del Imperio ruso y la Unión Soviética, y han empezado a rebautizarlos.
La medida forma parte de una tendencia más amplia en las que los países reevalúan su historia y los personajes del pasado.
“Estamos defendiendo nuestro país también en el frente cultural”, dijo Andriy Moskalenko, vicealcalde de Leópolis y jefe de un comité que ha revisado los nombres de más de mil calles de la ciudad. “Y no queremos tener nada en común con los asesinos”.
Pero no todos están de acuerdo. “Tal vez deberíamos mantener algunos escritores o poetas clásicos si son de otra época. No estoy seguro”, dijo Viktor Melnychuk, dueño de una fábrica de señalética. “No podemos rechazar todo totalmente. Había algunas cosas buenas”.