Por: Eduardo A. Jiménez Sánchez, Jefe del Sistema de Información de Macroconsult
Gestión, 25 de marzo de 2020
Las medidas tomadas para hacerle frente a la pandemia generada por el covid-19 han modificado el normal desarrollo de casi todas las cosas que hacemos. Hoy, tanto en nuestro país como en otras partes del mundo, hay serias limitaciones a la movilidad de las personas para evitar que avance la propagación. Las familias priorizan su gasto en artículos de primera necesidad, y la producción de la mayoría de sectores está paralizada.
La producción eléctrica (muy similar al consumo) es un indicador que nos permite ver muy rápidamente cómo le está yendo a la economía, sobre todo en situaciones de gran estrés como la que estamos viviendo. Durante la semana pasada, la producción de electricidad cayó 28% respecto a la previa, lo que evidencia la seria afectación. Con ello, queda claro que el PBI en marzo mostrará una severa caída y podría ser similar en abril si las medidas de restricción impuestas por el gobierno se prolongan.
Más allá del escenario en el que nos encontremos, se van a perder empleos, va a aumentar la informalidad, el número de personas en situación vulnerable se va a incrementar, al igual que el porcentaje de peruanos pobres. Esto a pesar de la ayuda que está dando el Gobierno a estas familias.
Pero, como no hay mal que dure cien años ni economía peruana que lo soporte, este fuere choque se irá diluyendo con el tiempo y es probable que esto se haga evidente hacia finales de junio. Por lo tanto, la salida debería comenzar en el tercer trimestre. Sin embargo, hay tres factores claves que van a determinar qué tan rápido vamos a retomar la “normalidad”. El primero es, sin duda, la recuperación de China. Por suerte, su economía viene dando señales de que la normalidad va regresando poco a poco y estimaciones de especialistas en ese país indican que para el cuarto trimestre podría darse un crecimiento significativo. Este sería un choque positivo para nosotros.
El segundo factor es el impacto que tenga el covid-19 sobre Estados Unidos. Aquí el escenario no es muy alentador, ya que las autoridades de ese país relativizan su impacto, a pesar de que la Fed ha puesto en marcha un fuerte paquete de estímulo monetario. En todo caso, si la economía estadounidense entra en recesión, podría arrastrar a toda la economía mundial, y en nuestro país los más afectados serían los exportadores no tradicionales.
El tercer factor tiene que ver con el accionar del Gobierno una vez pasada la emergencia. Este tiene varios frentes sobre los cuales actuar: apoyar a sectores sociales, da apoyo financiero a empresas que han entrado en problemas, refinanciar deudas de personas naturales, entre otras. Si bien el Gobierno cuenta con importante reserva fiscal, la atención a los detalles en la implementación será central para garantizar que los programas funcionen, De momento ya se ofreció un plan de S/ 16,000 millones (2.2% del PBI).