Entrevista a Diego Macera
Perú21, 4 de noviembre del 2025
Fabiana Sánchez
Un entorno político más estable permitiría que el Perú vuelva a crecer sobre 4.5% estimó el economista
En la antesala de CADE Ejecutivos, el economista Diego Macera plantea que el país debe recuperar la “obsesión por el crecimiento” y retomar el foco en la inversión y el empleo formal. Advierte, además, que la volatilidad política ha frenado el potencial del Perú, pero confía en que una mejor elección presidencial podría marcar el inicio de una etapa de expansión sostenida.
¿Qué temas considera que no pueden dejar de discutirse en CADE de cara a la campaña electoral?
Mira, para mí la prioridad siempre tiene que estar en promover una obsesión por crecer más, tener más inversión y más empleo formal. Creo que esta idea debería unirnos como país: realmente necesitamos crecer por encima de 4%, incluso por encima de 5%, si queremos cerrar brechas de pobreza y ensanchar la clase media. Esa es, si quieres, la madre del cordero, y ojalá pueda ser un mensaje que resuene en campaña: necesitamos crecer más.
Además de la obsesión por el crecimiento, ¿qué otros temas considera importantes?
En paralelo, hay otros temas de los que no podemos dejar de hablar. Uno de ellos, por ejemplo, son las alertas que ha levantado el Consejo Fiscal para tratar de imprimir un mayor sentido de responsabilidad a las normas que se han ido aprobando desde el Congreso y al papel que pueden jugar en ello el Ejecutivo y, quizás, también el Tribunal Constitucional.
Claro, el problema es que si sales a decir “vamos a bajar el gasto”, la campaña se hace políticamente más difícil. Ahora, no es imposible. Creo que el señor Milei demostró que se puede hacer una campaña que tenga entre sus ejes una mayor austeridad. Otro tema, que quizás no es estrictamente económico, pero tiene una arista lógicamente económica, es la mejora del servicio civil. Creo que esa también debería ser una obsesión.
Hablaba de la necesidad de crecer a un mayor ritmo que el actual. ¿Cómo lograrlo con la inestabilidad política y algunos cambios de reglas de juego?
Creo que uno de los motivos por los cuales no estamos creciendo hoy al ritmo que deberíamos es, básicamente, la volatilidad política que hemos tenido desde 2017. El Perú tiene hoy el mejor momento de su historia: precios récord del cobre y del oro, y el petróleo no ha subido significativamente, cerca de US$60 el barril. Todas estas cosas juntas deberían darte un país que crece sin demasiado problema al 4% o 4.5%, si tuvieras un ambiente institucional más predecible.
¿Hay forma de ser optimista?
Si quieres ver el vaso medio lleno, sí hay argumento. Este año debería ser el primero en que el Perú supera los US$50,000 millones de inversión privada. Nunca habíamos tenido US$50,000 millones de inversión privada; este año deberíamos alcanzarlos, incluso acercarnos a los US$55,000 millones o US$56,000 millones. Ese valor incluye inversión nacional, extranjera, grande, pequeña, minera y no minera.
El próximo año, ojalá nos acerquemos a los US$60,000 millones. Es decir, todavía hay una apuesta importante por el Perú, y mucho del crecimiento de la inversión privada ha estado impulsado, creo, por tasas de crecimiento de doble dígito en varios sectores en el último año.
¿Esto a pesar de la debilidad del gobierno de Boluarte?
Sí. La reflexión que uno puede hacer sobre eso es que el gobierno anterior, el de la señora Dina Boluarte, que puede haber sido limitado en muchos aspectos, por lo menos le dio algún sentido de predictibilidad. Mal que bien, ya sabías hacia dónde ibas en los siguientes meses. La gestión del Ministerio del Interior fue un desastre, pero sabías a qué atenerte, sabías a qué jugabas, y a nivel económico tenías cierto nivel de predictibilidad. Eso fue más o menos suficiente para generar expectativas que empezaron a mejorar, así como la inversión. Entonces, lo que eso sugiere es que con un poco de predictibilidad ya hay resultados. Imagínate si además tuviéramos un gobierno competente.
Creo que esa es una manera de leer el panorama: sí, nos ha costado mucho la volatilidad política, pero si logramos elegir medianamente bien en 2026, el Perú tiene un potencial de crecimiento bastante bueno.
¿Qué tan probable es que se pueda dar cierta estabilidad política con una nueva administración?
No tengo ni idea de cómo serán los resultados de las próximas elecciones. Algo que sí podría decir es que tengo cierta confianza en que el Senado pueda ser una fuerza que ayude a darle algo de estabilidad al actual sistema político. Es evidente que ha habido enorme volatilidad con una sola cámara. No pretendo decir que ahora, con el Senado, se arregla todo, pero creo que, hechas las sumas y restas, podría ser una fuerza que ayude a equilibrar un poco el tablero, a dar algo de predictibilidad y a impedir mucho de lo que hemos visto en los últimos años.






