Correo, 5 de junio de 2021
La minería y la agroindustria son hoy por hoy, y sin duda, los dos motores de la economía. Sin embargo, a juzgar por el ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, estos no debieran ser los únicos. Así, destaca que a estos bien podrían sumarse la industria forestal, la acuicultura y el turismo, por sus grandes posibilidades de crecimiento.
Pero ¿qué tan viable es?, ¿cuál es el real potencial de estos sectores? En cuanto a la actividad forestal, Rodrigo Salcedo Du Bois, profesor del Departamento Académico de Economía de Universidad del Pacífico, refiere que en efecto la producción de madera puede crecer más; sin embargo, este incremento tiene un limitante: la poca disponibilidad de áreas para poner plantaciones forestales.
“El Perú tiene 68.2 millones de hectáreas de bosque amazónico; sin embargo, solo 7.04 millones de hectáreas están concesionadas para extracción de madera nativa, que podrían expandirse a 12 millones de hectáreas, porque todo lo demás es bosque primario (con especies como la caoba, el cedro y el shiuhuahuaco) y extraer toda esa madera generaría un gran impacto medioambiental”, advierte.
Por ello, considera que no es posible ser una gran potencia en la exportación de madera como lo es Chile, que es el principal productor mundial de este recurso natural.
Otra gran barrera, agrega, es la informalidad. “Se estima que entre el 30% y 40% de la madera que se vende en el país y que se exporta es ilegal. La madera peruana tiene muchas restricciones para entrar en Europa y Estados Unidos, porque no es posible garantizar totalmente su legalidad”, asegura.
CLAVES DE IMPULSO
En cuanto a las expectativas del potencial acuícola, estas son más alentadoras, si se considera que la producción tiene un crecimiento anual promedio en los últimos años de aproximadamente 14%, con 161,000 toneladas al 2019, detalla Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de ComexPerú.
Entre enero y abril de este año las exportaciones de conchas de abanico, truchas y langostinos alcanzaron los 133 millones de dólares, 34.4% más respecto al mismo periodo del 2020.
No obstante, para que este sector despegue el nuevo Gobierno debe entender que la cosecha acuícola se da por temporadas y, por ende, necesita contar con un régimen laboral flexible que facilite la contratación y la ejecución de inversiones, entre otros aspectos, dice Zacnich.
TURISMO
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Carlos Canales, precisa que con los atractivos turísticos y parques naturales que tiene el Perú es absolutamente válido pensar que esta actividad debería ser el principal motor de la economía en los próximos 30 a 40 años.
Para que así sea, afirma, es necesario empoderar al sector y considerarlo como política de Estado, donde las normas laborales, tributarias y financieras generen un marco legal que lo promueva. Al igual que en el caso acuícola, dice que también se requiere de un régimen laboral que se ajuste al comportamiento de la demanda, que es por temporadas.
“Tenemos lo que el turista pospandemia va a solicitar, lugares y experiencias únicas que son maravillas y patrimonios del mundo”, resalta.