Por: Augusto Álvarez Rodrich
La República, 7 de agosto de 2021
El plan político de Vladimir Cerrón consiste en la disolución del congreso y la elección de otro en el que su partido tenga mayoría para diseñar una nueva constitución que le permita crear una sociedad comunista afín a sus ideas, y perpetuarse en el poder.
Más importante que los planes políticos del presidente Pedro Castillo –si los tiene–, son los de Cerrón, quien realmente corta el jamón en el gobierno, como lo confirman las designaciones del premier Guido Bellido y de la mayoría de ministros, así como de funcionarios en el sector público con un criterio político en vez de técnico.
Interrogado Bellido sobre el papel de Cerrón –quien es secretario general de Perú Libre– en esos nombramientos en los que abundan personas cuyo CV parece un prontuario, dio una respuesta contundente: “Usted se olvida qué partido ha ganado las elecciones”.
La ciudadanía, por su parte, ya tiene claro quién manda a quién acá: 48% cree que es Cerrón y 42% que es Castillo, según Datum.
Cerrón quiere construir en el Perú un comunismo puro y duro, como consta en el ideario que Castillo hizo suyo en la campaña. No puede descartarse que ambos coincidan en eso, ni olvidar el comentario de hace un tiempo de Cerrón de que “la izquierda tiene que aprender a quedarse en el poder, y eso ha hecho Venezuela”.
Para eso, Cerrón conformó un consejo de ministros impresentable presidido por Bellido, para buscar su censura en el congreso, a lo cual luego vendría otro parecido –¿Róger Nájar?– con el fin de obtener otra censura que habilite al presidente a disolver el parlamento sin salirse de la constitución.
El plan seguiría con una elección parlamentaria que Cerrón cree que ganaría ampliamente con el uso de programas populistas desde el gobierno, gracias al control que tendría sobre la mayoría de ministros y funcionarios en puestos claves como los que él está nombrando. Por eso, el ‘Chicago boy’ Pedro Francke en el MEF incomoda mucho al exgobernador de Junín.
El lugarteniente de Cerrón, Guillermo Bermejo, lo ha confirmado. “Si no les gusta el gabinete Bellido, pues le denegarán la confianza, pero, inmediatamente, presentaremos otro. Si no les gusta, pues chau, congreso”.