Por: Ana Maria Vidal
Post de Facebook, 20 de enero del 2022
Post de Facebook, 20 de enero del 2022
Si hace unos años me hubieran contado en dónde me encontraría hoy, ¡no lo creería! Aquí les digo por qué.
2006, acababa de perder mi trabajo el cual amaba pues yo lo fundé (tuve que dar un paso al costado por motivos personales). Me tomó un tiempo aceptar que tenía que empezar de nuevo, pero ¡lo hice! Regresé a mi esencia, a mi hogar y empecé de nuevo.
En ese entonces, en casa teníamos una computadora de uso familiar, la cual decidí hacerla mía. Para ello, la trasladé a un pequeño cuarto que no utilizabamos y que funcionaba bastante bien para empezar a idear mi nuevo emprendimiento. La parte graciosa es que, al enchufar la computadora, ¡la quemé! Les sonará una tontería, pero para mí fue devastador; me sentí realmente torpe e inutil. Además, una computadora era carísima y comprar una nueva era casi imposible.
Luego de pasar el mal rato le pregunté a mi “yo” emprendedor” ¿Cuál es la mejor forma de afrontar una situación llena de incertidumbre? Pues siendo flexible y teniendo la capacidad de aprender de nuestros errores. Entonces, pedí prestado el dinero y salí a comprar una nueva computadora totalmente decidida y convencida de que lo lograría. Esta vez, le pedí al vendedor que me enseñara a instalarla y además le tomé foto a cada paso (ojo, no había Youtube ni celular con cámara). ¡No se imaginan lo orgullosa que me sentí de mí misma el día que prendí la computadora nueva en mi recién estrenada “oficina”. ¡Qué gran logro! ¡Hasta ahora vibro de alegría!
Así fue como 15 años atrás, me encontré emprendiendo por segunda vez, sabiendo que en el camino me iba a caer una y otra vez, pero con la convicción de que me levantaría tantas veces como fuese necesario. Lo increíble es que la pandemia me obligó a regresar al mismo cuarto donde se formó Cien Pies Producciones; esta vez con el reto de ¡ponerla de cabeza! Transformarla y darle un visión digital buscando llevarla al siguiente nivel, pues era la única forma de sobrevivir.
¿Ahora me entienden? Cómo podría imaginarme estar hoy liderando un equipazo de profesionales que me acompañan en este maravilloso recorrido hacia la transformación digital de Cien Pies Producciones, cuando en el 2006 no sabía ni enchufar una computadora? Y sí, creo fielmente que la clave es quitarnos de la cabeza la idea de que “no podemos” o “no hemos nacido para esto o aquello”; estas son invenciones que nos formamos en la cabeza y que lo único que logran es detenernos. Por el contrario, debemos PERSISTIR y no darnos por vencidos a pesar de que las cosas se pongan color de hormiga.